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4 de diciembre de 2011

LA XXV FIL (FERIA INTERNACIONAL DEL LIBRO) Y "JUEGO DE TRONOS"


La Feria Internacional del Libro termina el día de hoy, como siempre y desde hace 25 años en su sede, el centro de exposiciones "Expo Guadalajara" y la verdad, los últimos años han sido una verdadera cuesta abajo, tanto por la calidad de las publicaciones que se presentan en el evento, como por los autores y conferencistas invitados, que son los mismos una y otra vez, y que llegan a hablar de lo mismo siempre: política ¿y la literatura? Bien, gracias!! Ahora este año ha sido peor con el ambiente electoral en ciernes: ¿Qué fregados tiene que dar una conferencia el virtual candidato del PRI: Enrique Peña Nieto en una Feria del Libro???? ¿Ha escrito algo? ¡Vamos, ni siquiera lee! No pudo citar, a pregunta expresa, 3 libros que considerase definitiorios para su vida o carrera; pero eso no es lo peor, en las redes sociales se desató una tormenta de críticas contra él, en un verdaderamente risible baño de pureza lectora de una multitud de usuarios que tampoco leen, o bien, leen basura: libros motivacionales, pornografía o novelitas de vampiros y hombres lobo a los que ahora se han añadido los zombies... ¡ojalá leyeran testimonios o investigaciones de los métodos de terror de los Duvalier en Haití! Y así se enterarían que los zombies no eran más que personas con daño cerebral tras haber sido enterradas vivas y drogadas, sujetas a la voluntad de los Touton Macoutes y recordatorios visibles a los haitianos de lo que pasaba con los disidentes a la voluntad de Papá y Baby Doc, y por supuesto, esa misma inmensa mayoría no sabe nada acerca de Vlad Draculea "Tepes" y su terrible, pero heróica vida.

Peña Nieto no es más que un reflejo de lo que pasa en un país en que la inmensa mayoría de la gente no lee más de 1 libro al año, y cuando lee, tiene pésimo gusto y peor formación, producto de un sistema educativo quebrado y disfuncional, del imperio de la televisión, y ahora del Internet, que no ha dado tiempo a la formación de un aprecio verdadero por la letra impresa en nuestro pueblo. 

¿Y qué tal para abrir la FIL?? El escritor colombiano naturalizado mexicano Fernando Vallejo llegó en un visible estado de ebriedad a dictar una conferencia en la que no habló para nada de la literatura, pero sí de política y llegó con la obvia intención de meterse en la cuestión electoral surtiendo a Calderón y a Fox, pero sobre todo al PRI, de todos los problemas habidos y por haber... Mario Vargas Llosa, otro habitual de la Feria, vino como siempre, a hablar de su ego y haciendo gala de su también habitual cambio de chaqueta y posturas políticas según le conviene, ahora más inflado que nunca tras haber sido galardonado con el Nobel y hecho Marqués por el Rey Juan Carlos I de España (una veleta premiando a otra).

Pero en fin, como dice el dicho: "en tierra de ciegos, el tuerto es rey", y en este país se ha creado una verdadera idea de los escritores como seres superiores, dotados de un don ajeno al común de los mortales y hasta se les denomina: "intelectuales", como si fueran los únicos capaces de pensar en el país y por ello, los señores y señoras llegan se sientan en sendos solios y pontifican sobre cualquier tema: sociedad, política, sexualidad, ecología, elecciones, religión y moral, y la gente ante ellos calla ante tamaña exhibición de sapiencia, y muchas veces se lo traga sin criterio alguno: "ya lo dijo Monsiváis (q.e.p.d.), ya lo dijo Poniatowska..." y luego, para colmo, se tiene como "intelectual" o se equipara a un escritor a un periodista: los reporteros de un día se convierten en literatos al otro, y así, la gente cree que individuos como Pedro Ferriz de Con, Carmen Aristegui o Ciro Gómez Leyva son intelectuales a pesar de su supina y evidente ignorancia, sus tendencias y prejuicios ideológicos o intereses en muchos temas.

Por eso, admiro grandemente a los literatos anglosajones, tanto britanicos como norteamericanos: en su mayoría, no se ponen a hablar de temas que no conocen o a posar en fotos con la mano en la barbilla para hacer como que piensan, ellos escriben literatura y cuando se les invita a una conferencia hablan de literatura: de su obra, del género que tocan, de las intenciones de su obra, del estilo, de su inspiración o del público al que se dirigen.


Tal fue el caso de George R.R. Martin, autor de la saga de fantasía "Canción de Hielo y Fuego", quien apareció en la feria vía teleconferencia (en la imagen, publiada en el periódico "el Informador") con motivo de la presentación de una nueva  edición en español del volumen inicial: "Juego de Tronos" aprovechando el impulso de la serie de TV hecha por HBO: Lo dicho, el imperio de la televisión... mientras que en Europa y Estados Unidos, la serie --mal adaptada y morbosamente hecha-- es consecuencia del éxito de la obra escrita, en México la obra se dió a conocer por que una gran parte del público vió el programa televisivo y, se supone, ahora quiere conocer la novela original... si estamos ante un pueblo que no lee, que le da pereza hacerlo, ¿cómo va a leer algo que ya vió? Mal planteamiento de la Editorial Plaza y Janés, al menos, le tiran a que muchos la comprarán para decorar el librero de la sala de la casa con la eterna promesa de que la leerán, si mucho, abrirán dos o tres páginas, y al ver que no hay tanto sexo como en la pantalla, y que Daenerys Targaryen no hace escenas candentes con sus sirvientas, la cerrarán y dirán: "está mejor la serie".

No concuerdo del todo con la observación hecha por Paco Ignacio Taibo II (quien presentó a Martin) de que la obra de Martin sea superior a la de Tolkien; las colocaría a la par, ambas, muy revolucionarias en su momento; yo no dudaría, eso sí, en colocarlas a la par en la cumbre del género, pero eso sí, son muy diferentes: Tolkien en toda su obra de la Tierra Media quizo crear una nueva mitología, y al leerla, parece que uno lee a los poemas homéricos, las sagas vikingas, los Nibelungos, el Ramayana o el Popol Vuh, es fría, distante y mayestática como todos esos poemas épicos y sus personajes tienen conflictos, dramas y tragedias pero tratados desde un punto de vista puramente heróico y trascendental; en cambio, Martin le da un punto de vista terrenal, y como ya en un post anterior lo dije, dentro de un contexto fantástico con dragones, seres mágicos y un mundo medieval, narra una muy realista historia de luchas por el poder.

Al fin terminé de leer en su idioma original el primer tomo, varias veces interrumpido por otras lecturas y trabajos, lectura que hice sin el atentado a la imaginación que supone el ver en la portada a Sean Bean caracterizado como Lord Eddard Stark sentado en el trono de hierro, ni el asesinato completo de la misma al ver la serie. La verdad, estoy gratamente sorprendido y maravillado tras su lectura y seguiré con los siguientes volúmenes que ya tengo, y creo que, si bien Tolkien o Lewis tocan puntos morales y religiosos en sus obras, Martin se centra en lo político, aunque también plantea dilemas éticos; como ya lo dije antes, la lectura de esta novela es casi un reflejo de la situación en que nos encontramos en México, e incluso, en el mundo, en el post anterior me preguntaba ¿a qué juega Irán?, y la respuesta es que está jugando el Juego de Tronos, en el que o ganas, o mueres, como dice la reina Cirsei Lannister.

Lo que particularmente se me hace interesante es que vemos claramente a las diferentes familias nobles luchar por el poder en los Siete Reinos de Westeros, sin que les importe para nada el pueblo, que sufre la guerra civil que estalla tras la muerte del Rey Roberto Baratheon, ni tampoco les importan los peligros comunes: las amenazas puramente mágicas que acechan del otro lado del muro del norte ni las ambiciones de Daenerys que plantea con la ayuda de los bárbaros Dothraki y sus dragones, recuperar el trono de su dinastía. Los grandes personajes en la lucha: los incestuosos Cersei y Jaime Lannister, Eddard Stark y su esposa Catelin Tully, la hermana de ésta, Señora del Eerie o "Nido del Aguila", etc. Luchan por motivos egoístas, elitistas y narcisistas: el honor, la venganza, el poder, los juramentos y las ambiciones propias; por el contrario, los personajes marginados, desplazados y no tomados en cuenta, que se colocan a un lado de esa sociedad aristocrática que incluso los desprecia, son los más sensatos y tienen una visión que va más allá de la simple satisfacción de los intereses propios.

Tyrion Lannister, el enano despreciado en la orgullosa familia Lannister: es vengativo, pero desea, más allá de tomar revancha por las humillaciones sufridas, demostrar su valía como hombre de Estado y líder ya que es muy culto y preparado para el mando, aunque no lo parece por su deforme aspecto, y ser capaz de brindarle a Westeros aquello de lo que ha carecido tras la caída de los Targaryen: un gobierno estable, justo y efectivo, desearía derrocar a los orgullosos clanes nobles y premiar a gente sufrida y también excluida y valiente como él, como son los clanes montañeses con los que traba alianza para destruir el poder de los Tully, o el mercenario Bronn, con quien empieza a tejer algo similar a una amistad... sin duda, es mi personaje favorito, y espero, al terminar la saga, que sea el ganador del juego y haga una alianza con los otros personajes marginados como él.

Arya Stark, la niña-guerrera, que desea romper el papel pasivo que, por contraste, desempeña su hermana mayor Sansa, de ser simple moneda de cambio matrimonial, y tomar parte en los hechos que están moldeando la historia de Westeros.

Jon Snow, hijo bastardo de Lord Eddard Stark, indudablemente dotado para el liderazgo y el combate, está destinado a ser el comandante de la "Guardia Nocturna" y defender a los reinos de los Caminantes Blancos y demás peligros que, ignorados, se ciernen sobre los egoístas clanes que luchan entre sí. Eligirá renunciar a sus lealtades familiares a fin de defender el bien común y la seguridad de todos los habitantes de los 7 reinos.

Lord Varys, el eununco, jefe del servicio de espionaje, está dispuesto a apoyar a quien garantice la paz en Westeros como un bien mayor para beneficio de todos los habitantes del reino, reprocha a Lord Stark que por su defensa a ultranza del honor y de la legitimidad dinástica, sin importar las circunstancias políticas ni el bien mayor del reino, ha provocado todo el conflicto y su propio fracaso.

Es una obra que admite muchas lecturas e interpretaciones, y sí, creo que Tolkien ha encontrado en Martin a un digno continuador. Espero lo lean y lo disfruten.
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Alemania ha sido un desangelado invitado en esta FIL... ¿porqué no se trajeron a Jürgen Habermas? Es el último gran filósofo actual y que ahora ha lanzado una quijotesca pero heróica cruzada ideológica para defender a Europa y Occidente en estos decadentes tiempos... habría sido mucho mejor escucharle que a las trilladas autoalabanzas del Marqués de Vargas-Llosa...







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