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31 de diciembre de 2016

2016, ¿ANNUS HORRIBILIS O LA PUERTA DE LOS CAMBIOS?


2016 fue un año difícil; como ya les he comentado aquí, estimados lectores, para mi fue un año de grandes cambios y tragedias personales, pero que representa también una ventana de oportunidades a futuro. Un año de cambios, sin duda alguna.

No he sido el único, la opinión generalizada es que se trató de un año que representó numerosos problemas y retos para todos, en los planos personal, profesional, social, político y económico. Me sorprendió ver en el Facebook que la banda de metal sinfónico sueca, Amaranthe, liderada por la hermosa Elize Ryd dijera también en su muro que había sido un año muy duro. No es para menos, hay épocas en la Historia de las sociedades que representan retos y que son convulsiones que si bien afectan a naciones o civilizaciones enteras, o incluso al globo completo, repercuten en la vida de todos y cada uno de los individuos. Así, podemos imaginar que momentos tales como la decadencia y caída del Imperio Romano de Occidente no consistieron solamente en la derrota de las legiones del emperador Valente por los Godos o la deposición de Rómulo Augusto del trono de los Césares. Todo ello repercutió más allá de las aulas del Senado, de los palacios imperiales y de las familias patricias que tuvieron que ceder el poder a los germánicos del norte, sino que fue sentido hasta en la más humilde casa de la Londinium romana o en el más recóndito callejón de Alejandría. La toma de Tenochtitlan por las tropas de Hernán Cortés fue un movimiento sísmico que fue sentido hasta en la más apartada casa, teepe o cabaña de las ciudades, llanuras o selvas americanas sin importar el grado de desarrollo material o la casta o clase social a la que pertenecieran los indígenas, por todas las consecuencias que resultaron del hecho.

En mucho, este año hemos visto la reacción de la mayoría que había permanecido silenciosa ante los tejes y manejes ideológicos y políticos de las élites dominantes en el Mundo Occidental desde los años 60: la gente respondió a los globalistas y salió a la calle contra las imposiciones contra natura de la ideología de género (de la que fui víctima), manifestó su hartazgo contra la corrección política y plantó cara a los tratados comerciales y aperturas financieras promovidas desde lo alto y que sólo han promovido la desigualdad y el desorden. Votó contra la Unión Europea, desenmascaró a la Administración Obama en EUA, llevó a la presidencia a un millonario de discurso populista, lenguaraz e imprudente pero que fue la voz de los que estaban hartos, y aupó como el hombre más poderoso del mundo al inquilino del Kremlin, ese tenebroso palacio amurallado del que antes se temía surgían conjuras oscuras y malignas y del que hoy surgen llamados a la esperanza de que la guerra puede evitarse y el desastre revertirse.

La gente reencuentra el sentido de la nación y empieza a despertarse del sueño inducido de placeres fáciles y carnadas suculentas que los amos le ponían enfrente. Muchos son los que desean recuperar las raíces y el sentido del espíritu, muchos se han dado cuenta de los peligros a los que se ha expuesto a la gente por quienes, se supone, deben guiarlos y protegerlos, y están diciendo "basta".

Se ha dicho que la muerte ha estado muy activa por las personalidades que nos han dejado este año del mundo del espectáculo y del deporte o la política: desde David Bowie, pasando por Mohamhed Alí, Carrie Fisher y su madre Debbie Reynolds, George Michael, Greg Lake, Keith Emerson, Fidel Castro, Glenn Frey, Zsa Zsa Gabor, Alberto Aguilera Juan Gabriel, Prince... y la muerte incluso, se hizo presente en mi familia con la partida de mi mamá, finalmente, se trató por un lado de un cambio generacional: indudablemente, la generación que en su juventud hizo los años sesenta empieza a desaparecer, eso es natural, por otro lado, aquellas estrellas que nos dejaron prematuramente, al no ser todavía ancianas quizá fueron víctimas de los excesos de su juventud que a la larga les pasó factura; en este sentido era notorio el acelerado deterioro físico de Carrie Fisher y de George Michael tras un pasado lleno de accidentes y falta de límites.

El año que está por empezar no será fácil, podemos estar seguros, será complicado y continuarán los cambios, y por supuesto, los vamos a sentir en México, como en todo el mundo. Por supuesto, es algo que genera temor e incertidumbre, ¿pero qué podemos hacer si no enfrentar lo que se venga?

Robert E. Howard, pone en un pasaje de sus relatos de Conan el Bárbaro que éste, hablando de su religión, el ficticio culto a Crom, señala que lo que concede esta deidad a sus devotos no es otra cosa más que valor, fuerza e inteligencia para luchar. Es lo que podemos pedir a Dios para este año nuevo. El ya nos ha dado a cada uno de nosotros las herramientas para superarlos; solo debemos corresponder con la fe y la confianza suficiente para saber que podemos hacerlo, que podremos superar los cambios que se avecinan, y que los mismos serán para bien. En nosotros estará el verlo así. 

Que Dios los bendiga a todos en este 2017, y más que desearnos la felicidad, comprometámonos a ser felices, ella no se busca, la tenemos en nosotros.



EPISODIOS Y REFLEJOS DE LA ETERNA CRISIS MEXICANA


Este año ha sido muy difícil para México, como ya lo he mencionado anteriormente, no puede negarse que gran parte de la responsabilidad recae sobre el actual gobierno del Presidente Peña, que ha dado muestras de una gran falta de capacidad, pericia y valor para la toma de decisiones; que como hemos dicho, se ha debido no solo a los defectos personales del mandatario, sino a un sistema que no ha podido adaptarse a la nueva realidad: desde el PRI, que fue incapaz de reformarse durante los 12 años que estuvo separado del Poder presidencial y convertirse en un partido político competitivo y mejorar en la selección de sus cuadros; pero también de toda la clase política, conformada en los partidos que han continuado, hasta el día de hoy comportándose como una oligarquía verdadera de dueños del país.

¿Cuándo empezó la crisis mexicana? ¿Porqué nunca hemos podido ir hacia adelante? ¿Porqué somos presa de la corrupción que, curiosamente, no es nuestro mal mayor, pues corrupción de políticos y funcionarios la hay hasta en Noruega aunque nos digan que no, como lo es más bien nuestra mediocridad crónica, misma que se expresa, y nuevamente lo reitero aunque disguste a muchos, cuando nuestras máximas figuras musicales sean de la calaña de José Manuel Figueroa, alias Joan Sebastian o Alberto Aguilera, conocido como Juan Gabriel, del éxito de series de TV donde los héroes son peligrosos delincuentes, o que la fiesta de 15 años de una adolescente potosina se convierta en un acontecimiento nacional.

Los famosos "XV años de Rubí" fueron sin duda una radiografía de nuestra realidad nacional: todo comenzó por un error; como es tradicional en México (aunque afortunadamente, poco a poco cada vez es menos) y en otras partes de Hispanoamérica, se festeja especialmente cuando las mujeres llegan a esa edad; esta fiesta tiene, en realidad como motivo que a partir de esa edad se consideraba que las féminas ya podían ser desposadas, por lo que se daba la "presentación en sociedad" de las señoritas, en particular en las clases altas --en el mundo anglosajón, y en particular en EUA, existe algo similar, pero es a los 16 años, los famosos sweet sixteen, y las así presentadas reciben el apelativo de "debutantes"-- que no era otra cosa más que poner a las adolescentes "ya en edad de merecer", a disposición de los pretendientes que pudiesen aparecer, la realidad es que dichas fiestas se han convertido en escaparates de lo ridículo y de esa forma de ser extravagante en las clases bajas que en México recibe el apelativo de naco, un término de origen indígena que en tiempos prehispánicos era usado como despectivo de los Mexica hacia los Totonaca, habitantes de la costa del Golfo de México en el actual estado de Veracruz; resultando que es precisamente en esos estratos donde más persiste dicha celebración y no en las clases económicamente más pudientes y urbanas, donde, si mucho, se ha cambiado la fiesta por un viaje al extranjero o unos días de vacaciones con amigos y familia en algún sitio de playa.


Todo fue un error, porque después de que la adolescente Rubí Ibarra, hija de un campesino adinerado de un pueblo llamado la Joya en el estado de San Luis Potosí, se tomase la sesión fotográfica con su vestido de gala y en compañía de sus padres en el estudio de un profesional del lente, el papá decidió aprovechar y grabar en vídeo una invitación para subirla a Facebook con la idea de invitar, en origen, a los amigos de la familia y de su hija al festejo: típico de los rancheros ricos, se trataba de una fiesta pueblerina en la que se iba a "echar la casa por la ventana" con grupos musicales y una "chiva de $10,000.00 diez mil pesos", esto es, un premio en dinero a quien ganara una carrera de caballos. El señor sin embargo, con poca pericia en el uso de la red social, no restringió la publicación del vídeo a su lista de contactos o al muro de su hija, sino que se hizo abierta, de forma que todos los usuarios de la plataforma de Mark Zuckerberg podían verla en todo el mundo.

Aquello se hizo "viral" y en pocos días, el vídeo era visto por millones de personas en el país y aún fuera de él, la realidad, es que era una burla: recuérdese, el Mexicano, más que racista es, en realidad, elitista, y para precisamente los sectores urbanos y más "educados" resultaba motivo para hacer sorna cruel de la ingenuidad y buena fe del ranchero, así como de sus rústicas expresiones, del porte adusto y digno de la mamá, y de la ilusión de una jovencita de campo por tener su fiesta de 15 años. Lo peor: se empezó a decir que entonces toda la humanidad estaba invitada y miles y miles de personas confirmaban que asistirían al evento mediante la red social, lo cual no era más que tomarlo a risa. Pero todavía más detestable fue la actitud de los medios ante esto, que se subieron al carro y empezaron a lucrar con todo el revuelo generado. Pronto fueron periodistas hasta el apartado pueblo a entrevistar a la familia, a la propia niña y visitas de ellos a estudios de televisión --es de pensar que por supuesto, al padre de Rubí le brillaron los ojos ante ofertas (engañosas) de fama y fortuna-- con una recepción multitudinaria en el aeropuerto de la capital cuando la quinceañera arribó, en algo tan orquestado y falso como la recepción de Sancho Panza en la Ínsula Barataria, burla de los encumbrados duques al "naco" escudero.

Se sumaron patrocinadores y por supuesto, los políticos: los Gobernadores del Estado de México y de San Luis Potosí asistieron al evento, o el famoso y escandaloso alcalde del puerto de San Blas, Nayarit, que llegó a la fiesta con un coche que regaló a la festejada, incluso, se habla que el Partido Acción Nacional (PAN), ofrece al padre de la quinceañera una futura candidatura. Al final, la fiesta se realizó y fue, efectivamente multitudinaria pero con visos de tragedia: en las imágenes que fueron incluso difundidas por las televisoras, era visible el descontento de Rubí, que parecía ver que la ilusión por su festejo se evaporaba en un escándalo y en un evento que ella no pidió que fuera así, y que ella, una adolescente normal del medio rural se convertía en el mono de feria del momento. Incluso, la fiesta terminó siendo una tragedia con el saldo de dos muertos, siendo el caso más notorio, el del dueño de uno de los caballos que compitió y que fue arrollado por los equinos al galope.

Lo curioso del caso es que los usuarios de las redes sociales en México y que fueron quienes hicieron de lo que en cualquier otro lado hubiese sido un incidente quizá gracioso, pero también sin importancia, como fue la errónea invitación girada al público en general de un festejo familiar, un acontecimiento nacional, luego empezaron a decir que todo era parte de una maniobra distractora del Gobierno ante la pésima gestión económica y el llamado "gasolinazo" o serie de ajustes al precio de los combustibles  como paso previo a la liberalización del precio que, como efecto de la Reforma Energética, ocurrirá el próximo año, lo que ha desatado la indignación popular, algo que radica en la pésima estrategia de comunicación de la Administración de Peña, que había prometido que los precios de los energéticos no subirían, en vez de haber hablado con la verdad y decir que el precio de la gasolina se ajustaría en el proceso de que el mismo, como en cualquier otra parte del mundo, se determinaría por la Ley de la Oferta y la Demanda. Por el contrario, ahora todo mundo se ha olvidado de las críticas al modelo estatista a través de PEMEX y despotrica contra las reformas que aún, en realidad, no han entrado en vigor, sin aparte, tener un conocimiento real de lo que está sucediendo, cuando hoy, más que nunca, se puede acceder a la información y saber los pormenores de las reformas.

Lo anterior claro, favorece al eterno candidato presidencial de la Izquierda Andrés Manuel López Obrador, cuyo programa, en pocas palabras, es regresar al sistema económico controlado por el Estado, keynesiano, que fue vigente en los años 70 y que fue, realmente, responsable del estancamiento económico que generó la crisis de 1982, de la cual no hemos salido, y el mexicano, de mala memoria y reacio a las convulsiones que provocan los cambios, desea volver a ello, sin darse cuenta que, en  las circunstancias actuales, no se podría mantener dicho sistema.

Pero esto es muy representativo: la misma gente, el público, generó el fenómeno de los XV años de Rubí, pero al final, tiene la culpa el Gobierno. Ante la Reforma Energética y el shock que genera su implementación, la culpa también es del Gobierno, pues éste nos debe garantizar que todo sea barato, que todo sea fácil, que no haya turbulencias. Lo que sí, ciertamente, nuestros políticos aprovechan de todo para mantenerse arriba, con independencia de los partidos políticos a los que pertenezcan y nos venden una iniciativa de un "Sistema Nacional Anticorrupción" que sólo consiste en crear más burocracia para controlar a la burocracia.

¿Porqué somos así? ¿Porqué nos pasa todo esto? ¿Es culpa del PRI? ¿De Trump? ¿De los Españoles?

En realidad, yo lo sostengo, es fruto sobre todo de la forma y los motivos de nuestra Independencia, y en parte sí, de la herencia de los Españoles que se han creído la "Leyenda Negra" que les construyeron sus rivales: Ingleses y Franceses, y los pueblos de las zonas que controlaban en Europa más allá de la península: Italianos y Holandeses desde el siglo XVI como parte de la propaganda de guerra. Los Españoles, como ya lo decía Bismarck, parecen avergonzarse de serlo y parece también, como lo demuestran movimientos políticos actuales como Podemos y los separatismos vasco y catalán, querer autodestruirse. El mexicano, por supuesto que heredó esa misma tendencia a la autodenigración, que no lo deja mirar hacia arriba ni soltar amarras respecto del pasado.

Por otro lado, heredamos también de nuestras raíces grecolatinas, lo mismo que Españoles, Franceses, Italianos, Portugueses, Rumanos y Griegos actuales una tendencia a una política cuyo combustible en mucho es la envidia, el revanchismo y la ambición personal por encima del servicio público: basta leer en cualquier libro de Historia la convulsa vida de Atenas u otra polis griega antigua, o la República Romana, para darnos cuenta cómo suceden en ella los mismos fenómenos que vemos en nuestros gobiernos actuales, corrupción incluida y por supuesto, revoluciones violentas que consisten en luchas sangrientas por el poder entre los miembros de las élites en las que los muertos los pone el pueblo que sigue a caudillos que les prometen el paraíso en la Tierra sin que esto sea real. En esos lejanos antecedentes, se traza que los intentos democráticos acabaron en desastre y que el orden y el progreso, al final, se consiguió con autoritarismos que pusieron fin a las luchas estériles por el poder: con las Monarquías Helenísticas primero y el Imperio Romano después, como en México, que las etapas de desarrollo han sido aquellas en que no ha habido Democracia: el Virreinato, el Porfiriato y la etapa de apogeo del PRI de los años 30 a 70.

Se habla también si el mestizaje provocó alguna especie de "tara" que nos hace ser frívolos y corruptos, pero no es así; países donde no hubo mestizaje, como Argentina, muestran tener los mismos problemas o incluso más en otros casos, que México, y países mestizos como Nueva Zelanda --los Maoríes están emparentados cercanamente con los indígenas americanos y los Japoneses, por ejemplo-- no muestran esas tendencias de las que nos quejamos, aunque cabe decir que el esfuerzo por integrar a los indígenas a la Civilización Occidental por parte de los misioneros en la Epoca Virreinal y que sigue inacabado al día de hoy, aunque fue la República independiente la que los marginó en realidad, quizá distrajo muchos recursos y energías que se hubieran dedicado a otros rubros, sin embargo, el no exterminio de los indígenas, sino la búsqueda de dignificarlos fue algo muy propio del Imperio Español que por sí debería enorgullecer a los ibéricos y por su obra civilizadora, como lo reconocía el mismísimo Francis Drake, --enemigo de España por su deber hacia su reina Isabel I, pero en realidad gran admirador de los hispanos-- situarlos a la altura de los Romanos.

Pero ya en lo particular, está el caso de nuestra Independencia: al finalizar el siglo XVIII, la Nueva España era posiblemente el país con el nivel de vida más elevado en el Mundo Occidental y era una verdadera potencia económica: la pobreza y la desigualdad, por otro lado, se daba en todos lados, y quizá, como lo señaló Humboldt, era mucho peor en países como Rusia o los propios Estados alemanes de donde él provenía, y ni se diga Inglaterra, donde los barrios populares de Londres eran realmente dantescos, o incluso se daba en Escocia la existencia de colonias o barrios subterráneos en Edimburgo donde los sin techo habían construido catacumbas en las que habitaban en condiciones infrahumanas. Las propias 13 Colonias británicas de donde surgió EUA estaban en realidad subdesarrolladas, aunque precisamente habían comenzado una etapa de ascenso de la que se quisieron aprovechar los británicos tras la Guerra de los 7 Años, lo que desencadenó la Guerra de Independencia. Posteriormente, los aristócratas locales se enfocaron en un proyecto de desarrollo y de expansión que desembocó en que EUA se convertiría a fines del siglo XIX en una verdadera potencia mundial.

En el caso mexicano ocurrió lo contrario: la Nueva España estaba muy desarrollada, pero descansaba en un sistema que no había cambiado desde la conquista y colonización en el siglo XVI con un sistema basado en el mercantilismo y con grandes resabios del feudalismo de fines de la Edad Media, combinado con grandes partes del sistema prehispánico, semifeudal y comunitarista que les beneficiaba enormemente; entre tanto, en España, con la llegada de los Borbón, estos empezaron a desarrollar una serie de reformas a fin de modernizar la economía española y embarcarla junto al resto de Europa en el camino de la Ilustración y la Revolución Industrial, lo cual no convenía a los aristócratas criollos que no querían perder sus privilegios; por el contrario, desearon conservarlos haciéndose dueños del país, incluso esto queda claro cuando se lee la narración que hace Jefferson de una conversación que sostiene en París con un mexicano de la aristocracia criolla, así como de sus reuniones con Humboldt, de donde salió cómo los criollos, que se convertirían en la élite política de México, estaban dispuestos a vender todo con tal de hacerse propietarios del país y manejar al resto de la población como sus lacayos. De esas conversaciones salió después todo el plan sostenido por los Liberales, de debilitar a la Iglesia Católica como elemento de cohesión de la sociedad, y de mantener arriba a unos cuantos que querían evitar precisamente el ascenso de los demás para no romper con sus privilegios.

La lucha entre Liberales y Conservadores sería una lucha interna de la élite con la visión pro-yankee por un lado y la visión pro-europea por otra, aunque los Conservadores en realidad eran más nacionalistas y querían un cambio del sistema con adaptaciones para hacerlo competitivo; los Liberales en cambio, con sus reformas, como fue el caso de la propiedad rural, hundieron a los indígenas y campesinos al hacerlos presa de los latifundistas y crearon una sociedad de doble moral, dividida y materialista al ir minando la religiosidad y promoviendo una laicidad jacobina, manteniendo un sistema de ascensos en base a relaciones y familias y no a la promoción del mérito.

La Revolución fue un conflicto generacional de entre los mismos Liberales, y hoy, sus descendientes son nuestra Clase Política, que sigue manejando al país como si fuese sus calcetines, lo han esquilmado y han corrompido a la sociedad.

¿Qué podemos hacer? Primero que nada, cambiar nosotros mismos en lo individual: adoptar un código moral que vaya más allá de lo que nos venden los medios de comunicación o nos imponen las modas y procurar ser congruente con ellos mismos. Estudiar y conocer nuestras raíces, más allá de lo indígena demasiado impuesto y sobrevalorado para ideológicamente, manipularnos haciéndonos creer los eternamente vencidos y víctimas de una injusticia histórica y no querernos levantar, para sentirnos orgullosos herederos de imperios del pasado, como los Mexica, pero también la España imperial, Roma y Grecia, romper con la Historia Oficial, y sus héroes de papel como Hidalgo o Juárez, quienes en realidad le causaron un daño inmenso al país, sin duda sería un gran acto de liberación que podemos hacer.

Hacer lo correcto en nuestro ámbito individual, participar activamente en comunidades o grupos que por sí mismos resuelvan los problemas, no irnos a las protestas fáciles, más cuando las mismas son encabezadas o alentadas por líderes políticos que buscan sacar provecho de ello, sino trabajar, pensar y estudiar, son las armas como cambiaremos el destino de nuestro país y de nosotros mismos. La revolución que necesita México no es política ni social, es ante todo moral e implica el deseo de la gente por salir adelante y por no echarle la culpa al Gobierno, a la Iglesia, a los Gringos, a los Franceses o a los Españoles de lo que pasa, es agarrar el toro por los cuernos y salir adelante por nosotros mismos. De lo contrario, seremos tan tontos como todos aquellos que engrandecieron lo de la quinceañera Rubí y luego todavía le echaron la culpa al Gobierno y Televisa de generar un distractor que ellos mismos habían creado.


25 de diciembre de 2016

TENSO DICIEMBRE



El 19 de diciembre, mientras inauguraba una exposición fotográfica en Ankara, ceremonia transmitida por televisión, el embajador de Rusia en Turquía fue asesinado en un acto de provocación semejante al cometido hace poco más de 100 años por el estudiante serbio Gavrilo Princip en Sarajevo contra el Archiduque Francisco Fernando, heredero al trono de los Habsburgo y su esposa la Condesa Sofía Chotek. Al menos, esa parecía la intención de quienes patrocinaron este ataque, y que todo apunta no fue otro más que EUA, deseoso de generar una crisis internacional en que Rusia agrediera a Turquía y esto obligara a los aliados europeos de la OTAN, a intervenir a favor de la república otomana, y quizá aprovechar la situación de emergencia para cocinar un plan con el que los Demócratas pudiesen conservar el poder y no transmitirlo al ganador de las pasadas elecciones, en un verdadero golpe de Estado justificado con la necesidad del momento; sin embargo, el plan no surtió el efecto esperado, lo que demuestra la debilidad y la torpeza inmensa de Obama y el círculo que detrás de él, ha ostentado hasta ahora el poder verdadero en Washington, D.C.

En el post anterior decía que parecía que Obama, o más bien la cúpula del poder detrás de él, debemos entender que ese personaje, sea quien sea en realidad, muy probablemente ni decide cuáles calcetines se pone por las mañanas, estaba dispuesto a lo que fuera con tal de evitar el entregar el poder ante la reacción encarnada en Donald Trump en contra de las políticas "Progresistas" surgidas en los sesenta y adoptadas desde los años noventa por las élites del mundo occidental. De igual manera, el propio Obama había amenazado a Rusia con represalias por el presunto hackeo realizado por la inteligencia eslava que llevó a las filtraciones de los correos electrónicos del Partido Demócrata y la campaña de la Clinton que fueron reveladas por Wikileaks, y también por la disparatada teoría de la manipulación de los resultados electorales igualmente por la inteligencia rusa.


Las afirmaciones de Obama, que fueron secundadas y repetidas por medios que otrora hubieran sido considerados serios, pero que fueron desnudados por el triunfo electoral de Trump y mostrados como verdaderos órganos de propaganda de las élites partidarias del globalismo, como la CNN o el New York Times, son entre desesperadas, temerarias e incluso, estúpidas y suicidas: primero porque demuestran a qué grado llegaron los Demócratas en sus intentos por desconocer los resultados electorales, desbarrancar de un modo u otro la toma de posesión del Presidente Electo, incluso difundiendo verdaderas falsedades como era el que un supuesto gran número de compromisarios republicanos miembros del Colegio Electoral se iban a decantar el mismo día de la reunión para emitir los votos, por la aspirante Demócrata y no por el magnate neoyorkino, lo cual resultó totalmente contrario a lo que en realidad pasó --el mismo día 19 de diciembre, curiosamente, lo que no es ninguna coincidencia-- en que solo dos compromisarios del partido del elefante no le dieron su voto a Trump sino a un tercero (tampoco a favor de la ex-Primera Dama) mientras que cuatro compromisarios del instituto político del burro no se pronunciaron a favor de su candidata, sino a favor, igualmente, de un tercero, sin importarles el clima de aparente inestabilidad e incertidumbre que generaron en la todavía primera potencia mundial, abonando a un clima de división y tensión entre los dos países que quedaron reflejados en las urnas: el EUA de los niños ricos mimados Millenials presentado por los medios de comunicación en películas y series: individualista, urbano, progresista, feminista, ecologista, homosexualista e ideologizado por unas Universidades que han dejado de ser espacios abiertos para el conocimiento y se han convertido en centros de adoctrinamiento, concentrado en ambas costas del territorio norteamericano, y por otro, el EUA de los trabajadores, de los campesinos, de tierra adentro, que vive al día, que asiste a la iglesia sea católica o protestante, que forma familias y mantiene los valores conservadores de trabajo, fe, constancia y unidad que hicieron posible que EUA pasara de ser trece colonias británicas subdesarrolladas y olvidadas por la corona londinense a convertirse en el último Imperio Occidental.

En segundo lugar, eran una serie de pronunciamientos temerarios que abonaban a crear una situación tensa, propia de la Guerra Fría en las relaciones entre Washington y Moscú, con Siria de por medio como el sabroso hueso por el que pelean dos canes, con temor a que la situación escalase. Sin duda alguna, la Administración Obama bien pudo haber influido y financiado el ataque que costó la vida al diplomático moscovita, esperando generar una crisis mayúscula de haber acusado Putin al gobierno islamista de Erdogan en Ankara de haber perpetrado el atentado; sin embargo, el plan no les salió para nada, el Presidente Turco, después de su autogolpe de hace unos meses ha buscado reconciliarse con el Kremlin y lo ha estado logrando, mientras que Putin ha logrado algo imposible: unir a Turcos y Persas con Rusia --cuando los tres pueblos traen detrás de sí una milenaria historia de rivalidades-- en contra del Terrorismo Sunnita patrocinado desde Arabia, el tercer polo de poder en discordia dentro del mundo islámico. Tal parece que a Moscú le interesa que Turquía se convierta en el líder indiscutible del Islam Sunnita mientras se mantiene a Irán como la cabeza del Islam Chiíta equilibrando la balanza, y mantener a Riyad y a todos los problemáticos pueblos Semitas (englobados bajo la etiqueta de "árabes") bajo control en el mundo musulmán por los más estables y racionales Indoeuropeos persas y, aunque torcidos y astutos, Mongólicos turcos.

El plan falló pues ni Putin ni Erdogan, quienes superan con mucho a Soetoro y al propio matrimonio Clinton en inteligencia política y astucia, mordieron el anzuelo y por el contrario, estrecharon más su alianza en contra del Estado Islámico, lo que se expresó en la liberación de Alepo de las tropas del ISIS, gracias a la intervención conjunta de fuerzas militares turcas, los bombardeos aéreos rusos y la presencia en el terreno de la Guardia Revolucionaria Iraní, fuerza de élite cuyos elementos parecen la reencarnación de los legendarios Inmortales que llegaron a ser temidos por los hoplitas griegos en el pasado, todos en apoyo del ejército de Bashar el Assad del cual los Cristianos forman parte fundamental.

La Administración Obama, por tanto, a pocos días de terminar, se derrumba y queda claro que su popularidad, su liderazgo y su trascendencia no fue sino más una construcción mediática y mercadológica que real que fue comprada por numerosos personajes de la prensa y de la "intelectualidad" en México y otras partes. El norteamericano de a pie, en cambio, siempre le vio como un presidente débil, timorato, rebasado por las circunstancias y que se preocupó más por quimeras ideológicas que por dar respuesta a problemas reales, y que incluso se subordinó a los intereses de enemigos de EUA como lo es el Islamismo, y para muestra de esa visión, un botón:


2.- Europa, bajo ataque:

Pero es Europa donde la tensión aumenta, ante lo que ya es una verdadera invasión que se traduce en los atentados sufridos, en ese mismo día en Zurich y en Berlín, así como la displicencia, el temor o la complicidad de las autoridades en España, Bélgica y otros países que están dispuestos a prohibir las celebraciones navideñas para no ofender a los musulmanes, dado que éstos han demostrado reaccionar a aquello que les ofende por no ser simplemente de su misma religión, de manera explosiva (literalmente).

Días antes, se había revelado la horrible violación y muerte de la hija de un funcionario importante de las instituciones de la Unión Europea, para posteriormente darse un tiroteo en Zurich, Suiza, al grito de Allahu Akbar! y el atropellamiento, al estilo de lo ocurrido en Niza, Francia, hace unos meses, de los asistentes a una feria navideña en la propia capital germana, por un tunecino que se había apoderado de un camión de carga tras eliminar al conductor polaco. Angela Merkel, sin duda, ve tambalear sus posibilidades de reelegirse como Canciller alemana, cuando muchos ya incluso la acusan no solamente de torpeza o ineptitud para manejar la crisis de refugiados sirios o la migración, sino abiertamente de traición, por el contrario, puede ser la hora del ascenso de un partido al cual los medios, cómo no, le endilgan la etiqueta de neo-nazi y le descalifican como siempre con la falacia ad Hitlerum: Alternativa para Alemania, instituto político que asciende ante la pérdida de los principios fundacionales de la Democracia Cristiana (partido al que pertenece Merkel), que hoy sería irreconocible para un verdadero santo como fue Konrad Adenauer, al verlo dominado por el discurso homosexualista, de ideología de género y buenista, y el desastre que es el antiquísimo SDP, que ya no convence a nadie con su rancia socialdemocracia. por el contrario, Alternativa aparece con un discurso nacionalista pero no radical, y sí tendiente a la recuperación del orgullo y de las raíces alemanas y de superar por fin el trauma de las dos derrotas en las Guerras Mundiales.

La derrota del referéndum italiano promovido por el Primer Ministro Renzi, la salida de Hollande el próximo año y la renuncia de Sarkozy a participar en las próximas elecciones presidenciales en Francia, cambia todo el panorama y muestra que el Progresismo parece ir en retirada al chocar contra algo que no quería ver desde 1968: la realidad.

Como sea, el 2017 será un año de definiciones y de vuelta de timón, tanto en nuestro continente como en el viejo, la supervivencia de nuestra civilización y la vida de las generaciones futuras. ¿Será un reinicio tras las décadas en que el discurso progresista fue el dominante y llegó a un punto en que estuvo a punto de poner en peligro la continuidad de nuestras sociedades? Ya lo veremos, pero de que el próximo año, a unos días de empezar, estará lleno de acontecimientos importantes, así lo será.

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A todos mis lectores les deseo estén pasando o hayan pasado una MUY FELIZ NAVIDAD!!! Que el Niño Dios haya nacido en sus hogares y traiga bendiciones para todos en estos tiempos duros,  a todos, de verdad, les deseo lo mejor.

17 de diciembre de 2016

THE RUSSIANS ARE COMING!


El título de la genial comedia cinematográfica de Norman Jewinson rodada en 1966, esto es, en plena Guerra Fría, y que parodiaba la paranoia desatada en aquellos años en la sociedad estadounidense respecto a la amenaza representada por el comunismo soviético, parece ser la retórica de los últimos días de la Administración Obama y del Partido Demócrata y de todos sus valedores en los medios y el "progresismo" norteamericano y aún más allá de las fronteras de EUA: los Rusos, liderados ahora por Vladimir Putin, vuelven a ser una terrible amenaza para la seguridad y la paz mundial, y ahora, incluso, intervinieron en el proceso electoral estadounidense a favor de que el millonario Donald Trump ganase la elección por ser favorable a los intereses del Kremlin.

El hecho que desde la Casa Blanca se esté argumentando esto, y que lo repitan medios otrora considerados con prestigio y credibilidad como el New York Times, y que con ello se pretenda cambiar el sentido de la elección en el Colegio Electora, es temerario, peligroso e incluso, estúpido, además de hipócrita; es temerario y peligroso ante la situación en Medio Oriente, que en el teatro sirio ha encontrado un memento de lo que fueron numerosos conflictos regionales durante cuarenta años en Corea, Vietnam, Centroamérica o Africa que fueron patrocinados de un lado y otro en la disputa por el poder mundial entre EUA y la entonces Unión Soviética, y podría iniciar una escalada que desemboque en una situación tensa similar a la "Crisis de los Misiles" de 1962, algo que quizá busque Soetoro a fin de prorrogar de alguna manera su mandato o conseguir que se desconozca el resultado de las urnas en beneficio de la ex-Secretario de Estado, en aras de una situación de "emergencia nacional".

Incluso, corre el riesgo de provocar una confrontación interna entre los "progresistas" y los sectores conservadores, con el peligro de causar una división tan grande y grave en EUA como la ocurrida en la Guerra Civil: no es cosa menor, EUA no tiene una verdadera identidad nacional, y lo que lo mantiene unido como país es una serie de principios, ideas y un sistema político y económico: la Democracia y el sistema capitalista. Si Obama y su partido cuestionan esa democracia y que la misma sólo es cuando ganan los suyos, está cuestionando ese sistema del que EUA ha pretendido ser el abanderado desde su fundación, y si además han llevado a cabo una serie de medidas y reformas para implementar un control keynesiano de la economía, también está poniendo fin al sistema sustentado en la libertad económica y el mercado, lo cual beneficia a las élites, cada vez más ricas y alejadas en todos los sentidos de un pueblo cada vez más empobrecido y estancado... en pocas palabras: el caldo de cultivo perfecto para conflictos sociales cuyos inicios ya vimos bajo esta administración con los conflictos raciales motivados por los abusos policiales y el tema de la migración.

Es hipócrita además que EUA alegue la intervención de una potencia extranjera en sus procesos electorales cuando a lo largo del siglo XX Washington, a través de sus órganos de inteligencia, intervenciones armadas o por políticos y militares locales pagados por él, desconoció resultados electorales o derrocó regímenes que no le eran favorables. Sorprendentemente, el columnista del New York Times Ariel Dorfman así lo reconoce en su artículo de hoy que titula: "Ahora le Toca a Estados Unidos".

Pero además es estúpido y es una forma en que el afroamericano da la razón a su sucesor: es la confirmación de que su gobierno fue tan malo y desacertado que debilitó enormemente a Estados Unidos, a grado tal que, convertido en una verdadera república bananera, permite que sus elecciones presidenciales sean manipuladas como en el pasado lo hacía sobre los procesos electorales en Honduras, Filipinas o el Salvador. ¿Dónde estuvo entonces la CIA para evitarlo? ¿La Secretaría de Seguridad Nacional? ¿La Agencia de Seguridad Nacional? ¿acaso señalan que el FBI que destapó mucho de la cloaca del Partido Demócrata está vendido o infiltrado por los moscovitas? ¿Hay una guerra entre ambas, las dos agencias de seguridad e inteligencia más poderosas del país: CIA Vs. FBI?

Es innegable que hay muchos indicios que indican que Wikileaks ha contado desde que comenzó con su labor de filtrar los secretos de EUA bajo la administración de Bush Jr. con el apoyo, protección y quién sabe si hasta financiamiento de Moscú, como quizá también de China y alguna otra potencia contraria a los intereses de nuestro vecino del norte; sin embargo, las filtraciones no se deben a la labor de espionaje de los rusos, sino a fuentes internas de EUA, que al igual que en el caso de Manning y de Snowden, decidieron pasar información a la página de Internet liderada por Julian Assange. En todo caso, Putin, al conocer de dichas filtraciones sólo se saboreó el efecto de las revelaciones, que no fueron el único factor que llevó a los resultados del pasado noviembre: el hartazgo ante el imperio de la corrección política, el descarado respaldo que tuvo a su favor la Hillary Clinton y el falseo de las noticias de parte de los medios, el olvido de la clase política respecto de las clases baja y trabajadora de EUA, todo ello llevó al triunfo de Donald Trump. Este, en modo alguno fue un candidato impuesto por el Kremlin, sin embargo, el frío y calculador Putin sabía que tendría mayores opciones para negociar y llegar a un entendimiento con Trump en la Casa Blanca que con Hillary, quien ve en Putin a un gran opositor a las políticas "progresistas" que ella representa e impulsó bajo el mandato de Obama, así como un obstáculo a las ambiciones de sus principales aliados: las monarquías árabes y en especial, la Casa Real de Saud, razón por la cual el mandato de la Clinton iba a ser una escalada de tensión y agresión en contra de Moscú.

¿Habrá cambio de la decisión en el Colegio Electoral? Difícilmente lo habrá. Si se da, y se desconoce el resultado favorable al magnate inmobiliario, esto reflejará el divorcio entre la clase trabajadora y los políticos. La Democracia norteamericana se ver cuestionada totalmente y se provocaría el derrumbe de todo el sistema. De por sí, ya se ha iniciado un movimiento que plantea la secesión de California --enclave progresista-- respecto del país. Lo que sí es más probable es que una vez en la Presidencia de la República, Trump tendrá un mandato muy difícil, los grandes consorcios mediáticos y empresariales de Wall Street se lanzarán a hacerle la vida imposible, junto con multitud de ONG's; sin embargo, a su favor tendrá varias cosas: el respaldo de ambas cámaras del Legislativo, donde los Republicanos tendrán mayoría, el descrédito de los medios masivos de comunicación tradicionales, que, como se ve por las publicaciones en contra del citado diario neoyorkino, de la revista Time o de Newsweek, CNN, etc. no aprendieron la lección, van a continuar en la misma corriente, pero cada vez con menos credibilidad y menos público. De todos modos, Trump debe gobernar con cuidado quirúrgico, tiene enemigos muy poderosos, que ya en el pasado fueron capaces de acabar con los hermanos Kennedy y ahora podrían incluso apostar por provocar una crisis enorme al interior de EUA, crisis que podría, esa sí, desestabilizar al mundo entero con consecuencias catastróficas, pero hablamos de gente que no duda en sacrificar y hacer todo por cumplir con sus fines.

De igual manera, el ascenso de los candidatos anti sistema en Europa, desde la victoria del Brexit, la salida de Hollande en Francia y el ascenso de Fillón y Marine Le Pen, ambos conservadores, la debacle de Matteo Renzi en Italia y la probable caída de Merkel en Alemania el año que entra, augura un panorama internacional favorable para el viraje que tiene planteado el nuevo mandatario. Y por supuesto, Rusia, con Putin que indudablemente se erige como el poder político más fuerte del momento.

A Putin le odian y temen porque está en contra del homosexualismo y la ideología de género, y a favor del redescubrimiento de las raíces cristianas, así como es opositor a los intereses y ambiciones de la Monarquía Saudita, que controló desde con Bush Jr. a la política de EUA con tal de convertirse en la potencia dominante de Medio Oriente, lo que es la razón de todo lo que ha acontecido en esa región desde el 2001. Por eso, los "progresistas" o "liberales" no dudan en enjaretar a Rusia nuevamente el sambenito del villano mundial que tenía durante la Guerra Fría.

Pero contra eso, están los nuevos medios: las redes sociales que están brindando nuevas fuentes de información y una mayor pluralidad y que fueron vitales para los espectaculares resultados electorales vividos en este año alrededor del mundo. Quién sabe, como es la lección de la película que mencionaba al inicio de esta entrada, cuando los vecinos del pueblo costero norteamericano y la tripulación del submarino soviético entraron en contacto, se dieron cuenta de que unos y otros no eran más que gente común y normal, y que las rivalidades y odios no eran más que inventos de las cúpulas del poder; entre ellos no había motivos para la confrontación, pues ni los rusos eran todos fanáticos marxistas ni salvajes herederos de los mongoles, ni los norteamericanos eran todos unos malévolos imperialistas asesinos. Hoy en día, no es necesario que un submarino del gigante eslavo encalle en un arrecife cercano a un poblado norteamericano para que la gente de un lado y otro se conozca, basta comunicarse o ver en Internet sitios y conversaciones de norteamericanos y de rusos para comprobar que como siempre, y como en su época lo dijera Blaise Pascal, los pleitos de las élites son pagados por sus pueblos.



27 de noviembre de 2016

FAMILIA, LEGALIDAD Y BIOLOGÍA


Mucho se habla que la época actual de decadencia de nuestra Civilización Occidental tiene muchos símiles con la decadencia de la Civilización Romana, y esto en mucho es cierto: las desigualdades con unas élites que fueron incapaces de entender a las clases trabajadoras y se distanciaron de ellas propiciaron, por ejemplo, el fin de la República, y hay quien hace una comparación entre dichos fenómenos vividos en la Roma posterior a las Guerras Púnicas con la situación actual, por ejemplo, de EUA, con el surgimiento de un líder antisistema como Trump que recordaría a lo intentado por los hermanos Tiberio y Cayo Graco, los Escipiones, Mario y Sila, Craso o Pompeyo y así hasta llegar a César: todos líderes surgidos de la élite de los Patricios pero que se volvieron en contra de ésta para impulsar un cambio en el sistema favorable al pueblo llano y que capitalizaron en su favor el descontento social para hacerse con el poder.

La reducción de la natalidad, la promiscuidad sexual, la fragilidad de los vínculos matrimoniales, son muy similares a la época actual, y hace unos días, en mi clase de Derecho Romano en la universidad, una alumna hizo una muy interesante observación: entre los romanos, la familia no descansaba sobre su base natural de vínculos biológicos, sino sobre una constitución legal de la misma; lo que hoy en día, está sobre la palestra en el caso de Occidente, en que la familia es redefinida por los legisladores, como en la reciente iniciativa de Peña Nieto que fue rechazada por los diputados en comisiones, en mucho debido al efecto Trump que pone a tambalear al actual "progresismo" a nivel mundial.

Fustel de Coulanges en su obra La Ciudad Antigua nos señala que la familia, en efecto, como en toda sociedad humana, es la base de la cual derivarán todas las instituciones hasta llegar al Estado, pero él nos señala cómo en el caso de los Romanos, vinculados a su ancestral origen en los pueblos indoeuropeos, tenían un muy especial concepto de familia, que descansaba no sobre la natural relación biológica entre ascendientes, descendientes y hermanos, sino en el ejercicio del poder, la potestas y la manus, del líder del núcleo familiar, el Pater Familias, sobre un grupo de personas que podían tener o no un vínculo biológico con él.

La filiación en Roma no descansaba sobre la generación biológica de los hijos por los padres, sino por la sujección al poder del Padre, de ahí que la adopción fuese una figura muy importante entre los romanos para la perpetuación de las estirpes, y la continuación del ejercicio del poder del Padre sobre su grupo, y también, sobre el patrimonio. Esta situación, por supuesto, tuvo repercusiones, incluso cuando se dio la restauración monárquica con el Imperio a partir de Octavio Augusto, las dinastías que ostentarían la corona desde los Julio-Claudios hasta los Paleólogo se mantendrían muchas veces vía adopción, siendo el caso más extremo el de los Antoninos, que terminaría en desastre con la designación de Cómodo como sucesor de Marco Aurelio, siendo el único caso en que hubo un hijo biológico, lo cual, por supuesto provocaría muchas veces sendas rivalidades y asesinatos de los hijos adoptados contra los biológicos, lo que sucedía desde Nerón asesinando a Británico, el hijo de Claudio, por ejemplo, o las acusaciones que desde el principio se dirigieron a Livia de asesinar a los descendientes biológicos de Augusto a través del matrimonio de su hija Julia con Agripa; en mucho y ante la falta de claridad por la organización familiar romana y la falta de criterios fijos para normar la sucesión en el trono imperial, se propiciaría el fracaso de la Tetrarquía cuando Constantino exigió se le reconociese como heredero de su padre Constancio Cloro, y llegaría aún más allá al Imperio Romano Oriental durante la Edad Media, siendo el caso más patético el de los Comneno y su división en ramas: Ducas, Angelo, Comneno directos, Láscaris, por cuestión de matrimonios y adopciones, cuyas luchas por el trono facilitaron el saqueo cruzado de 1204, y sobre todo, las rivalidades entre los Paleólogo y los Cantacuzeno (familia adrogada o absorbida por la que ostentaba los laureles del César) cuando el Imperio se desmoronaba ante el empuje del Islam otomano.

La baja natalidad, los matrimonios por conveniencia y los constantes divorcios fueron característica de la sociedad romana, y en mucho, era provocado por la constitución de la familia, en la que se aplicaba un criterio legal para definirla, --ciertamente de un Derecho nacido o sustentado en la costumbre-- en vez del criterio biológico y natural para conformarla; ante esto, habría que preguntarnos qué clase de caos se provocará cuando nuestros legisladores pretenden modificar vía Derecho Positivo, la misma institución familiar, misma que es anterior a toda costumbre y a toda Ley humana pues surge de la naturaleza biológica humana, y hasta como el antropólogo Desmond Morris lo plantea: de la evolución, y que tiene que ver con la reproducción, no con gustos o preferencias para la simple obtención de placer, como la constitución de la familia romana se orientaba por la cuestión patrimonial y de poder.

Finalmente, creo que la observación hecha por mi alumna en clase fue más que atinada y sin duda, se presta a hacer muchas reflexiones y símiles con lo que vivimos hoy en día.

26 de noviembre de 2016

FIDEL CASTRO (1926-2016) Y EL DESTINO DE CUBA


El mundo se estremeció ayer por la noche al conocerse la noticia: el Comandante Fidel Castro Ruz, líder de la Revolución Cubana y gobernante de la isla ya sea por sí o a través de otros, desde 1959 y hasta su retiro a favor de su hermano Raul en 2008 con el título de Primer Ministro o de Presidente de la República, ha muerto a los 90 años de edad. (¡Vaya que la Parca ha estado activa en este año).

Poco quedaba ya de aquel joven varonil de inseparable uniforme militar y característica barba que en 1959 había tomado la ciudad de la Habana derrocando al anterior dictador: el sargento Fulgencio Batista, para instaurar lo que prometía, iba a ser un régimen en que lo primordial iba a ser la Justicia Social y la Democracia tras una breve historia de la independencia de la isla, desde 1898, en que había estado dominada por la larga sombra de EUA, potencia a la que en realidad, los cubanos debían la independencia respecto de la Corona Española, y por los cuartelazos y regímenes despóticos, como el del propio Batista o anteriormente, el del General Machado de Assís; regímenes además que se caracterizaron por su corrupción y por haber convertido a Cuba en lavaderos de dinero y centro de operaciones del crimen organizado norteamericano... hoy no se dice esto, pero en los años cincuenta, quien apoyó a Fidel Castro, Camilo Cienfuegos y Ernesto Ché Guevara en su aventura revolucionaria no fue otro que EUA a través de la CIA y del gobierno mexicano que les había brindado refugio tras haber sido derrotados y expulsados de la isla tras una primer tentativa rebelde contra el régimen del folklórico y rapaz sargento; sin ir más lejos, la cúpula dirigente de la rebelión se embarcó en el puerto de Veracruz, curiosamente, un 25 de noviembre, pero de 1956, hace sesenta años, a bordo de un pequeño barco pesquero llamado Granma para incendiar la cordillera central de Cuba, la Sierra Maestra y establecer un nuevo régimen.

Fidel Castro fue y será por siempre una figura polémica sobre la que revolotearán elogios y maldiciones, panegirístas y detractores por siempre, y es que se trató de un personaje sin duda complejo y que es muy difícil de catalogar. Es indudable que ejerció un mandato de puño de hierro sobre la isla por casi sesenta años, pero también no puede negarse que su figura fue una inspiración para el nacionalismo en Hispanoamérica --incluso Francisco Franco, quien se encontraba en las antípodas ideológicas del cubano, lo reconocía así y por eso nunca rompió relaciones con su régimen-- y de oposición a las ambiciones hegemónicas norteamericanas, aunque también, no puede negarse, se colocó dócilmente bajo las órdenes del imperialismo ruso; tan vigente bajo Iván el Terrible, Pedro el Grande o Catalina II como bajo Stalin, Kruschev, Brezhnev o Putin pese a la retórica de defensa de la Cristiandad, de la liberación de los pueblos o de la oposición al unilateralismo de Washington que ha sido sucesivamente empleada por Moscú para tapar un expansionismo muchas veces igual o más brutal que el de sus rivales occidentales, y cuya última víctima está siendo Venezuela.

En lo particular, no dudo que en los años 50, el joven Castro haya estado impulsado por ideales en los que creía sinceramente: si bien es cierto que la Cuba de Batista era un país con crecimiento económico y una aparente prosperidad, también es cierto que bajo los oropeles de los grandes hoteles, casinos y centros nocturnos de la Habana o de Santiago se ocultaba una realidad mucho más escabrosa, en que la isla, desde precisamente su desprendimiento a través de la Guerra Hispano-Estadounidense de 1898, un conflicto sobre el que campean muchas dudas y preguntas, sobre todo aquellas que hablan de que España pactó con EUA una guerra y una derrota --en un momento en que Madrid, aunque ya no era una gran potencia mundial, seguía siendo un poder mediano europeo, contaba con un ejército más poderoso y una marina más numerosa y potente que la norteamericana, pues EUA no desarrollaría por completo su poderío militar sino hasta la Primera Guerra Mundial, contando hasta entonces con fuerzas militares reducidas y bisoñas-- a fin de deshacerse de posesiones de ultramar costosas y problemáticas como Cuba o Filipinas, donde si bien las insurrecciones eran fáciles de dominar, implicaban así mismo un gran derroche de recursos materiales, financieros y humanos a cambio de beneficios reducidos, se encontraba totalmente sometida a los intereses de los gobiernos que se sucedían en la Casa Blanca de la Avenida Pensilvania, convirtiendo a la isla en una especie de parque temático para los capos de las mafias norteamericanas donde éstas lavaban su dinero y dejaban, por momentos, de molestar al país con sus sangrientas operaciones y corruptos procederes.

Sin embargo, se llegó a un límite en los años 50 y es ahí cuando se apoyó a Castro y a su grupo cuando se decidió enfrentar a los carteles criminales, en especial por impulso de un joven abogado de origen irlandés llamado Robert F. Kennedy, asesor del Congreso Norteamericano en sus investigaciones sobre la operación del crimen organizado y el cómo la corrupción desprendida de éste había permeado en las distintas esferas de gobierno en EUA. Derrocar a Batista implicaba arrebatarle a los capos de la mafia una base de operaciones y una sede de poder bastante importante, tal y como lo retratan Mario Puzo y Francis Ford Coppola en El Padrino II.

Castro así, se vio inicialmente apoyado por Washington, pero como es clásico lo que sucede con EUA y los monstruos que produce, una vez instalado en el poder de La Habana, el Comandante riñó con sus patrones, y nada tonto, apeló a Moscú, el gran rival en la Guerra Fría, para evitar seguir a su predecesor en la lista de derrocamientos, así que el antiguo alumno de Jesuitas y probablemente imbuido de ideas de la Doctrina Social Cristiana hizo profesión de fe Marxista para ganar el apoyo financiero y militar de los eslavos, muy interesados en aprovechar la estratégica posición de Cuba respecto de EUA, a apenas unos cuantos kilómetros de las costas de Florida. 

La dictadura de Castro así, se vio consolidada tras la llamada Crisis de los Misiles de 1963, Cuba, finalmente, es una isla que en realidad carece de recursos naturales y por ello, desde que fuera descubierta por Colón y reclamada por España como posesión de ultramar, ha cambiado de manos en base a su posición geográfica que la hace un punto geopolítico clave: como bien se plasmó en su escudo de armas, es "la llave" del continente: desde la isla, los españoles iniciaron expediciones a tierra firme como las de Vespucio, Grijalva, Hernández de Córdoba o Balboa, y sobre todo, la de Hernán Cortés. Todos los conquistadores y colonizadores hispanos pasaron por Cuba, desde la cual es fácil trasladarse hacia el norte, el centro o el sur de nuestro continente. Sin emabargo, una isla que apenas produce algunos cultivos importantes, como la caña de azúcar, café o tabaco, depende más bien de los subsidios de otros. España mantuvo a Cuba como resto de su anterior Imperio, porque si bien año con año durante todo el siglo XIX los ingresos que remitía la Habana a la Corte de Madrid decrecían, la isla era todavía la esperanza de poder ejercer influencia sobre sus otrora "Reinos de Indias", y contar con presencia naval y militar en este lado del Atlántico. Posteriormente, los norteamericanos buscarían quedarse con ella o convertirla en un protectorado por la misma razón, finalmente los Rusos, ansiando un lugar desde el cual pudiesen colocar su pistola sobre la sien de sus enemigos, aceptaron la amistad incondicional de Castro, a cambio de que el régimen de éste se convirtiera en un barril sin fondo en el que Moscú dilapidaba rublos a grado tal que el parasitismo cubano mucho tuvo que ver en el colapso del sistema soviético ocurrido durante la segunda mitad de los ochenta.

Apoltronado en el poder, Fidel Castro se convirtió en un hábil propagandista aprovechando su carisma personal y su discurso populista, con sus reclamos hacia la dominación norteamericana sobre los países de Hispanoamérica, en los cuales EUA implementó el "Plan Cóndor" con el que aupó a regímenes igualmente dictatoriales y despóticos, pero de tintes conservadores y capitalistas, sobre todo en el Cono Sur, mientras en México recibía el apoyo del régimen  del PRI, que también apoyaba a Castro... Muchas veces, en lo personal, me he preguntado si no el propio dictador cubano no hizo una especie de pacto secreto con los angloamericanos: después de todo, nada lo benefició más y nada explica mejor la longevidad de su régimen, que la existencia del embargo y las sanciones de EUA a Cuba. Esto le vino como anillo al dedo a Castro, que así siempre tuvo a alguien a quien culpar de la pobreza, el estancamiento y los fracasos de sus políticas socialistas, así como para justificar el militarismo y la falta de libertades en la isla: se trataba de un estado de emergencia permanente ante las posibles insidias del enemigo que podría realizar alguna otra intentona de invasión como la tristemente célebre de Bahía de Cochinos, o los continuos anuncios de Fidel de haber descubierto planes para asesinarlo, a veces, de formas que parecían sacadas de alguna caricatura de los Looney Tunes, como puros envenenados o cámaras fotográficas que en realidad eran pistolas, la verdad, parecía que los norteamericanos estaban igualmente cómodos con él a tan corta distancia de Miami y le dejaron en paz, finalmente, les garantizaba cierta paz en el Caribe, aunque a veces las duras condiciones de vida y las persecuciones políticas, cuando no hasta la mala fe de mandarles a sus delincuentes liberados de prisión, precipitasen una constante marea migratoria de personas que, curiosamente, deseaban huir del paraíso.

Poco se dice ahora, pero a finales de los años 70, un Fidel confiado y en la cúspide de su poder y popularidad a nivel mundial, y pese a despotricar contra el imperialismo yankee, soñó con crearse un imperio en Africa con la bendición del Kremlin, so pretexto de ayudar a la implantación del Comunismo en Etiopía, apoyando al brutal General Mengistu Haile Mariam, quien diera un golpe militar para derrocar y asesinar al último representante de la Casa Real de David: el emperador Haile Selassie, y después interviniendo en Angola y Mozambique, supuestamente para luchar contra el injusto régimen del Apartheid en Sudáfrica y evitar la extensión de la dominación blanca a estas naciones; en realidad, se cree que lo hizo para asegurar el control del mercado de diamantes y otras materias primas africanas a favor del Bloque Soviético en la Guerra Fría; los cubanos vivieron un infierno similar al de sus rivales norteamericanos en Vietnam y fueron rechazados por aquellos a los que supuestamente acudían a liberar, la aventura además, resultaba insostenible para la débil economía isleña, y fracasó rotundamente, aunque quizá tuvo éxito en su lucha contra la segregación racial: nada como la lucha contra el enemigo común caribeño y las guerrillas comunistas africanas para que naciera camaradería entre soldados negros, anglos y bóers en el ejército sudafricano y se empezaran a reconocer ascensos y honores según el mérito con independencia de la raza en el mismo; este hecho influyó mucho para que al iniciar los noventa, el injusto régimen racista desapareciera, quizá tanto o más que la figura de Mandela o las prédicas de Desmond Tutu.

Pese a todo, Fidel y su familia, sus aduladores y favoritos en el ámbito de la música, artes y el deporte, se convirtieron y vivieron como una élite privilegiada en la Habana: yates, partidos de golf, pesca de alta mar, incluso hay quien dice que también entró en connivencia con el crimen organizado como lo hiciese Batista en su tiempo, ni siquiera la caída del Muro de Berlín o el desplome de la URSS en 1989-1991 le conmovieron, autorizó algunas reformas económicas que permitieron cuantiosas inversiones europeas, asiáticas y hasta mexicanas en el turismo y las comunicaciones en la isla, igualmente, de manera gradual y disfrazada, se fue dando una creciente laxitud en el embargo estadounidense contra la isla, (mismo que surgiera con la crisis de los misiles) aunque la mayoría de los cubanos jamás ha llegado a disfrutar de los beneficios: son tratados incluso como extranjeros en su propia tierra, convertidos en sirvientes y prostitutas para los turistas extranjeros y no han dejado de sufrir la escasez y privaciones como consecuencia del ineficiente sistema comunista, dominado por el Estado para la producción de bienes y servicios.

Desde el triunfo de la Revolución, Fidel decidió aplicar el terror puro y duro en contra de sus opositores y críticos, el destierro, la confiscación, el silenciar a las voces disidentes con la complicidad de las "élites intelectuales" hispanoamericanas y europeas que se quedaban en el discurso del joven barbado y rebelde en contra del imperialismo, pero que jamás aceptarían, como lo observaba Julio Cortázar, vivir como los cubanos bajo Fidel. No, ellos manifestaban su apoyo desde cómodos departamentos parisinos, cafés de lujo en Coyoacán o hasta en la misma Nueva York, y eso, hasta la fecha, ha creado en mucho del imaginario la figura del héroe Castro, del héroe Ché cuya imagen es hoy un reclamo capitalista, alaban el que no haya ricos en Cuba, pero quieren o viven de plano como tales en sus países de origen. Pero casi no se oye la oleada de asesinatos políticos, el racismo del régimen, en que toda la cúpula del sistema son blancos de ascendencia española como el propio Fidel, --hijo de un inmigrante gallego que se enriqueció en la isla como latifundista-- o que incluso la Izquierda actual tan impulsora de la ideología de género calla ante la cruel homofobia desplegada por Castro, los campos de concentración, los fusilamientos, la persecución religiosa atemperada tras la visita de San Juan Pablo II en 1998 y las posteriores de los Papas Benedicto XVI y Francisco I, y que han hecho de la Iglesia Católica un interlocutor reconocido por el régimen, el cual ha autorizado la apertura de seminarios, las desapariciones y las represiones contra opositores como el movimiento de las Damas de Blanco, el objetor de conciencia Guillermo Fariñas o la joven bloguera Yoani Sánchez.

Es innegable que la Revolución tuvo sus logros: un reclamo por la independencia y oposición a las ambiciones imperiales de EUA, por un lado, en el terreno ideológico, y ahí es donde tenemos al Fidel Castro heroico, un sistema de salud universal y médicos extraordinariamente preparados, así como un sistema educativo igualmente de avanzada y que hace que de Cuba uno de los países con los niveles de mayor formación escolar del continente, junto con también la búsqueda de excelencia en los deportes y figuras en el atletismo altamente reconocidas; sin embargo, lo que es más patente es el fracaso: Cuba se mantiene estancada con una economía que solo produce pobreza, ineficiente y controlada casi absolutamente por el Estado, y en la que las tímidas reformas impulsadas por Raul, apenas han tenido efecto, con todo y la distensión producida en los últimos años ante la débil y condescendiente presidencia de Barack Obama en EUA. La gente, para sobrevivir huye a Florida o México o se dedica a una economía clandestina, a pesar de su alta preparación universitaria, lo que podría ser un campo para que Cuba se desarrolle como Singapur ante la falta de recursos naturales, no existen oportunidades y la gente no puede hacer uso de sus altos conocimientos ni tiene estímulos al mérito en un sistema donde se premia a los aduladores y se teme ser denunciado como "contrarrevolucionario", mientras el colectivismo y el fanatismo igualitario no incentivan la posibilidad de emprender, innovar o destacar.

Fidel se retira como un vencedor que incluso ha doblegado al Imperio ante la política de acercamiento a la isla desplegada por Obama y la restauración de las relaciones diplomáticas entre ambos países vecinos, aplaudido y llorado por muchos. Sin embargo, será el juicio de los propios cubanos el que determine finalmente cómo pasará a la Historia: ¿qué sucederá ahora? Es difícil saberlo: Trump parecía que echaría atrás las medidas de distensión y de apertura a Cuba iniciadas con Obama, aunque ahora probablemente continúe con ellas; después de todo, fue la apertura de Rusia con los programas de reformas de Gorbachov, las llamadas Perestroika y Glasnost, las que provocaron el derrumbe del sistema fundado por los Bolcheviques en 1917, y algo similar puede pasar en el caso cubano, más ante la desaparición del gigante político --porque lo fue, eso es innegable-- que le daba sustento con su sola persona, aunque ante las buenas relaciones que se prevén entre el Kremlin encabezado por Putin y el magnate inmobiliario en la Casa Blanca, es posible que ambos lleguen a una negociación respecto a dentro de qué área de influencia se situará la isla. En la propia Cuba, por otro lado, crecen voces que plantean la reabsorción de la isla por España, y lo mismo en un Puerto Rico atrapado por la crisis económica y ante un EUA progresivamente más débil. La pregunta aquí sería qué tanto le convendría volver a ser la nodriza de una Cuba que sigue sin poder valerse por sí misma y que ya exprimió a Venezuela, que desde el régimen de Chávez se convirtió en el proveedor de recursos para la isla. Lo que es seguro es que ni Washington ni Moscú estarían dispuestos a mantener a la isla sin beneficios.

Dejemos que los cubanos sean los jueces y ellos dictaminen cómo recordarán al hombre de los largos discursos, del uniforme olivo y humeantes puros, lo que sí, esperemos que sea en justicia, y que todos aquellos que hayan sido responsables de crímenes bajo su férula, sean sujetos de responsabilidad, y no continúe el que, pese a los genocidios cometidos, el Marxismo, una ideología sustentada en la envidia, en el rencor y en la violencia, siga siendo vista como una doctrina capaz de brindar un mejor futuro, cuando en todos los casos, sólo ha traído muerte y destrucción, incluso en grado mayor, que el fascismo.

19 de noviembre de 2016

CONSECUENCIAS Y EFECTOS DE LA VICTORIA DE TRUMP



Terminada la jornada electoral el pasado 9 de noviembre, el resultado: la obtención de mayor número de votos electorales por Trump que por Hillary Clinton, fue contundente: 306 votos electorales para el abanderado Republicano y 232 para la aspirante Demócrata.

Sin embargo, el proceso electoral aún no termina formalmente, pues falta la emisión de los votos electorales por el Colegio Electoral elegido, --recuérdese que es un sistema electoral indirecto, diseñado a fines del siglo XVIII para lidiar con el enorme analfabetismo entre los electores, y que en otras constituciones primitivas se diseñaron sistemas indirectos similares, como en las cartas constitucionales emanadas en la Revolución Francesa, o la de Cádiz en 1812 y en nuestro México en la carta propuesta en Apatzingán en 1814 y las primeras federales y centrales de 1824, 1836 y 1842.-- Hoy en día el sistema subsiste con mucha polémica que incluso he hablado aquí, pues el voto popular directo muchas veces no coincide con el resultado, como ocurre en el caso actual, en que al parecer los votantes en su mayoría se decantaron por la ex-primera dama, aunque no hay que soslayar que quizá un sistema así pueda ser mantenido ante nuevas formas de analfabetismo. Aparte, no se debe olvidar las denuncias de urnas electrónicas trucadas y algunas otras prácticas tendientes a hacer un fraude electoral favorable a la candidata del partido del burro. Por otro lado, se ha justificado la existencia del Colegio Electoral con las características del federalismo norteamericano, al ser una institución que garantiza que ninguna de las entidades federativas tenga un peso mayor que otras. Pensemos por un momento en compararlo con el caso mexicano, en el que las entidades más pobladas: Estado de México, la Ciudad de México, Jalisco o Veracruz, cuentan con un peso mucho mayor para partidos y son el foco de atención de las campañas, muy por encima de los estados menos poblados como las dos Baja Californias, Quintana Roo o Durango.

El Colegio se reunirá el próximo 6 de diciembre, donde se emitirán los votos electorales, para, posteriormente, a inicios de enero, el Congreso de EUA aprobará la elección hecha por el Colegio y designará al nuevo mandatario y su vicepresidente. Es por ello, que, en el inter, los partidarios de la Clinton pretenden sacudir las redes con la propuesta de presionar al Colegio para que los compromisarios del Partido Republicano lleguen a cambiar su intención de voto por la abanderada del Partido Demócrata, algo que, en teoría, puede ocurrir y sería perfectamente legal, aunque muy poco probable que ocurra, en todo caso, de llegar a considerar que Trump no está capacitado o se encuentra de alguna manera impedido para ejercer la presidencia de la república, cambiarían sus votos no a favor de la aspirante del partido rival, sino del propio, ungiendo a Michael Pence, el candidato a la vicepresidencia, o a algún otro eminente militante del elefante, como Mitt Rommney. Aún así, hay un 99.9% de seguridad que Trump será elevado a la primera magistratura.

Los resultados de la elección han representado un movimiento telúrico, un verdadero terremoto en EUA y más allá de sus fronteras: es la consagración de la crisis que está viviendo el modelo neoliberal y la globalización, así como las élites que se beneficiaron del estado de cosas, a la par que se marca toda una transición hacia otros modelos en muchas cosas: para empezar, marca el fin de la prensa tradicional, tanto escrita como televisiva como principal vehículo de información y formación de opinión: las grandes corporaciones mediáticas en Estados Unidos y el mundo apostaron por la ex-primera dama, y la derrota mostró, en toda su dimensión, que son ahora los medios alternativos como las redes sociales, blogs, diarios en línea, --por ejemplo: sitios como Breitbart o la Gaceta de Intereconomía, por ejemplo-- etc. Los resultados demostraron que la influencia de los diarios y las cadenas televisivas, sus presuntos "líderes de opinión" --piénsese en Jorge Ramos-- se está diluyendo poco a poco, y sólo ellos mismos pensaban que eran los verdaderos dueños de la información y de la opinión pública global.

Pero sobre todo, la victoria de Trump, junto con el Brexit, pone contra las cuerdas al progresismo, mismo que sin embargo, contará todavía con la fuerza en la generación de los Millenials, esto es, los nacidos entre 1984 y 1999, que en su mayoría son favorables a las posturas "liberales" y estatistas promovidas desde el espectro ideológico de la Socialdemocracia. ¿Porqué? Se trata de una generación de consentidos, de jóvenes que han gozado de una cultura de "apretar un botón", cierto, algo que ya se presentaba en la generación anterior, la llamada Generación X, sin embargo, como nunca estamos ante una generación de gente que ha crecido en la cultura del menor esfuerzo, en creer que el papel del Gobierno es ser un proveedor y un garante de que no existirá responsabilidad personal por las acciones propias, que ha vivido entre algodones y pide censura y silencio para todo aquello que resulte "ofensivo" o "violento", excepto ellos mismos que se han lanzado a violentas protestas en contra de los resultados electorales, lo cual, mejor que nunca, demuestra aquella máxima pronunciada por el escritor Isaac Asimov: "la violencia es el último recurso del incompetente".

Probablemente el nuevo mandatario no pondrá fin ni echará para atrás las reformas en torno a cuestiones de género y de homosexualismo, aborto y legalización de drogas; lo mismo que el nuevo Gobierno Británico de Theresa May no lo ha hecho: es algo muy difícil de hacer y más ante las reacciones violentas de los "progresistas"; pero irá poco a poco, empezando por retirar apoyos oficiales y económicos, con ello, la tendencia a favor de dichas posturas irá disminuyendo, así como su difusión más allá de EUA: en México es visible cómo el discurso de Andrés Manuel López Obrador, siempre considerado representante de la extrema Izquierda se empieza escorar hacia el centro y hacia posturas más conservadoras y nacionalistas; incluso sorprendió con un discurso en ese sentido pronunciado en TV al cerrarse las casillas en nuestro vecino del norte. Indudablemente, el político tabasqueño, que podrá estar obsesionado con obtener la presidencia, pero no es ningún tonto, pretende subirse al tren del ganador, y adoptar su discurso antisistema y contrario a lo políticamente correcto. No en balde, también, al día siguiente de la jornada electoral estadounidense, el Poder Legislativo mexicano rechazó la iniciativa de Peña en torno al "matrimonio" homosexual, nuestros políticos, que en mucho son imitadores de lo que sucede en otros lados --basta ver que cuando hablan de educación sacan a relucir a Finlandia, y cuando hablan de urbanismo, a Colombia-- ante su carencia de talentos y de conocimiento de la realidad mexicana, y si bajo el obamismo imitaban su visión progresista, ahora sin duda imitarán el discurso nacionalista y conservador del magnate.

Y es que las élites desconocieron lo que ocurría por debajo de ellas, desconocían el sentir de los campesinos, la gente del centro y sur de EUA que vive en ciudades pequeñas y pueblos, que mantiene la idiosincracia WASP impermeable ante las influencias de los inmigrantes, y que consideran que EUA es, ante todo, un país de cultura anglosajona, cristiano y con una identidad propia que se desdibujaba desde 1989 en los discursos buenistas y globalistas de Fukuyama y toda la andanada ideológica fomentada desde la Casa Blanca desde Clinton, sobre que las fronteras son artificiales, que el mercado lo regula todo y es la fuente de la paz, y que las fronteras "son artificiales" chocan con la realidad: las fronteras existen, y tan son conscientes de ello que la administración Obama ha sido la mayor enemiga de los inmigrantes ilegales con el número récord de deportaciones, simplemente por una cuestión económica: la migración excesiva aumenta la mano de obra y abarata los salarios. Hoy en día, la Globalización queda en entredicho y se muestra cómo los pueblos rechazan la integración en un modelo que pasa por encima de tradiciones, identidades e Historia para constituir un mundo basado en las simples reglas económicas.

Al día siguiente de la elección mi hermano se desahogaba en una conversación de Whatsapp planteando un panorama apocalíptico por todos los deportados que vendrían, y la cancelación del Tratado de Libre Comercio, en mucho, por que se ha dejado llevar por lo que plantearon los medios en México, que igualmente demonizaron a Trump y canonizaron a Hillary Clinton presentándola como la salvadora de México en una visión que parecía desconocer la idea de soberanía nacional y la necesidad de que nuestro país busque su independencia económica.

Empieza una nueva etapa, que será dura y difícil, probablemente al principio y topará con los círculos de élite del Progresismo que están lejos de estar muertos: con George Soros a la cabeza y todos los imperios de Wall Street que tratarán hasta lo imposible por continuar anatemizando a la figura del novel mandatario estadounidense, y aún por descarrilar su proyecto de gobierno y quién sabe si no hasta derrocándolo o poniendo en riesgo su vida misma; sin embargo, esto es solo el principio de lo que puede ser, un cambio geopolítico en que EUA ceda su lugar de hiperpotencia hegemónica a los otros actores en liza, como Rusia, China, la India o el Islam en su triple encarnación árabe, turca y persa, en Europa, se perfila el fin del experimento de la Unión Europea y de la OTAN, y de los gobiernos neoliberales y que le han abierto las puertas a la migración como el caso de Angela Merkel, ante el ascenso de la llamada "Derecha Alternativa" que tiene en Marine LePen a su más alta representante en la vecina Francia, y que ahora se encuentra alentada más que nunca a desbancar el orden existente para recuperar el regreso del sentido común.

No cabe duda: vivimos en tiempos interesantes.


9 de noviembre de 2016

TRUMP, PRESIDENTE


Con el 80% de los votos computados, queda ya claro que la Presidencia de la República de Estados Unidos de América pertenecerá al empresario inmobiliario, candidato del Partido Republicano, Donald John Trump, como ya lo decía yo en posts anteriores en este Blog, esto demuestra finalmente el divorcio entre las élites: financieras, políticas, del espectáculo, intelectuales, que apostaron por Hillary Clinton para mantener el status quo e ir más allá en sus tendencias ideológicas, como las cuestiones de género y el homosexualismo político, la secularización y el multiculturalismo, todo aquello que beneficiaba sus intereses, fueran económicos o más siniestros.

La victoria de Trump es la culminación de lo que hemos visto a lo largo del año: el hartazgo de la gente común ante las imposiciones de las élites: la desigualdad económica, donde se demuestra que los beneficios de la Globalización solo han llegado a unos cuantos, las imposiciones ideológicas que socavan las libertades de expresión, de opinión, pensamiento y de conciencia, que ahoga hasta el lenguaje, que hace regla a la cobardía y al temor a ofender. Que ha creado redes de información para comunicar el mundo, pero también para vigilarnos a todos, --algunos, hemos sido víctimas de ello, de este mundo orwelliano que nuestras élites han creado-- La gente votó en su mayoría en Inglaterra contra continuar dentro del fracasado experimento de la Unión Europea, la gente en Colombia votó en contra de un acuerdo de paz con las FARC que en realidad era rendirse ante el terror de un movimiento que no tenía nada de social ni de político, sino criminal otorgándoles impunidad y poder.

Los dictados del mundialismo han sido rechazados a través del empleo de herramientas del sistema político que tanto han tratado de imponer como el camino a la felicidad de los pueblos: la Democracia, vía referéndums o plebiscitos y finalmente las elecciones para puestos de representación popular como es la Presidencia de la República del país ¿todavía? más poderoso del mundo. Hoy, los analistas que antes alababan las delicias del sistema democrático lo maldicen y lloran ante la falta de sabiduría de los pueblos que han tomado "malas decisiones". 

Tenía que ser: la era de la información misma puso al descubierto, a través de Wikileaks los turbios manejos de las élites mundiales y en particular de EUA: se reveló lo que todo mundo ya veía pero no tenía pruebas fehacientes, como es la alianza entre la administración demócrata y el radicalismo islámico impulsado por las monarquías árabes, la rivalidad imprudente con la Rusia de Putin a favor de los intereses particulares de George Soros y otros empresarios corruptos, la inmoral, criminal y píngüe industria del aborto impulsada por los Clinton. Quedó revelado que la percepción mayoritaria de la población estadounidense sobre Obama era todo lo contrario a lo que nos estuvo vendiendo la propaganda durante 8 años: Soetoro es un personaje de origen inexplicable y siempre será un gran desconocido, sobre el que perdurarán los enigmas y preguntas en la Historia, aunque todo apunta a que se trató de un mero títere del corrupto matrimonio nativo de Arkansas y quizá beneficiado de las cortes musulmanas, y que ha sido una desastrosa administración que no supo enfrentar a enemigos como el régimen cubano, al que concedió mil privilegios, que dividió a la sociedad con su "discriminación positiva", que creó interminables e inútiles polémicas con la adopción de la ideología de género como bandera prioritaria, y que destrozó el Medio Oriente con su política aventurera. Y por último, quedó demostrado, para gusto de algunos conspiranóicos, las ligas de las élites políticas norteamericanas con cultos esotéricos o abiertamente satánicos.

Trump es y será un personaje polémico: es millonario, pero no pertenece a los giros que hoy en día, aparte de dinero brindan poder como es el de los medios de información, sino al sector inmobiliario; por ello, estaba excluido de los círculos cercanos a Washington a diferencia de un Bill Gates o Steve Jobs o Ted Turner, era, pese a su dinero, pese a su fama y gusto por hacerse notar, un marginado, alguien libre que podía criticar las cosas que marchaban mal en el gobierno como cualquier persona de a pie. Es cierto su estilo que encuentra en el escándalo la vía a ser conocido y sus declaraciones estrambóticas que fueron magnificadas por los medios, que se unieron totalmente en su contra.

Eso queda claro, como lo señala la Gaceta de Intereconomía Trump fue un desafío y ahora, la derrota del progresismo a nivel mundial, las cosas deberán cambiar en adelante; a favor de la vida y de la libertad en EUA; porque no se nos debe olvidar que Trump ganó la elección para ser el primer magistrado de su país y su deber será enfrentar y resolver los gravísimos problemas que los sucesivos y pésimos mandatos de Bush Jr. y Obama/Soetoro le heredaron. Resulta patético cómo en México se apostaba a la victoria de Hillary Clinton como garantía de que tendríamos de EUA la salvación para la situación económica del país, que por supuesto, ante la victoria de Trump ahora se ve afectada negativamente: ¿Porqué? Por el precio de no tener una verdadera independencia económica.

Las remesas han servido durante décadas para ocultar las malas cifras de generación de ingresos en México, y se ha esperado que la migración a EUA sirva para suplir la falta de creación de empleos o lo mal remunerados que están en nuestro país. Ahora, esto puede terminarse: Trump va a restringir la migración que abarata la mano de obra y reduce los salarios, (mucho de lo cual estuvo detrás de que el voto latino pese a la campaña de Jorge Ramos y otros hispanos a favor de Hillary, se decantara por el nominado Republicano) lo que beneficia a las empresas pero perjudica a los trabajadores, esto debe llevar a nuestros gobernantes y empresarios a crear empleos y mejorar las condiciones laborales en México, y ante la posible política que impida a las compañías norteamericanas salir de las fronteras para mantener el empleo en sus tierras, debe impulsarse el emprendurismo reduciendo el gasto público y los impuestos, estimulando nuevos negocios y mejoras en las prestaciones de los empleados y obreros. México debe abandonar el estatismo y el asistencialismo que ahogan y frenan el desarrollo. Contrario a lo que se piensa, y pese a que, seguramente, los primeros tiempos serán difíciles, México tiene hoy, la oportunidad de labrarse la independencia económica que necesita y abrirse al mundo más allá de su vecino del norte.

Como sea, ha sido un día histórico, y esperemos que Trump sea iluminado por Dios para bien de su país y de todo Occidente, porque, nos guste o no, EUA es el líder hoy por hoy de la Civilización Occidental, y lo que se cree, plantee, piense o establezca en él repercute en todos nuestros países. EUA puede ser, como lo señalan los musulmanes "el Gran Satán", pero también puede ser un faro para las naciones. Sí, de ahí surgió la ideología de género, y las sectas más ridículas o perversas como la Cienciología y multitud de disparates y negocios evangélicos, perversiones y consumismos, pero también en él se fortalece el Tradicionalismo Católico, como han surgido brillantes científicos y deportistas extraordinarios, así como el cine de mayor calidad, literatos inteligentes y universidades excelentes. EUA, al ser la última gran potencia occidental tras España, Francia e Inglaterra, ha resumido en él todas las virtudes y todos los defectos de nuestra civilización, ¿tiene futuro todavía? Eso depende de los norteamericanos. Como a nosotros, los mexicanos, nos toca labrarnos el futuro que queremos y no esperar a que otros nos lo construyan. 

Por ahora, podemos respirar: la intolerancia, la perversión, el odio a la vida y a la belleza, la falsa libertad ha sido derrotada. Trump quizá no sea lo mejor, pero debemos darle el beneficio de la duda y esperar que sea guiado por el camino que lleve, como el dice en su eslógan, a volver a hacer de su país algo grande.

14 de octubre de 2016

EL DIVORCIO


Este año está demostrando ser el que, como ningún otro, manifiesta la decadencia y la división existente en el Mundo Occidental entre una élite gobernante de nuestros países americanos y europeos con la población, y en particular con las clases medias que son, sin duda, el verdadero sostén del sistema. Las élites no solamente las políticas, sino mediáticas, como son los "faranduleros", la prensa, y los políticos en general, que han intentado fijar agenda y convencer a las masas respecto de la toma de decisiones vía plebiscitos o en los procesos electorales, terminando por salir estos con resultados totalmente contrarios. Como nunca, hemos visto a las élites primero colmar de elogios a la Democracia y a la participación ciudadana para después denostar y minimizar la expresión de la voluntad popular contraria a las ideas o decisiones que se pretenden impulsar desde arriba y difundir mediante un inmisericorde y constante bombardeo a través de los medios.

Ya hemos pasado por esto antes: la Democracia existente en la República Romana terminó por ser un instrumento que beneficiaba a las distintas facciones de la Aristocracia para la toma de decisiones que la favorecían a ésta en general o a algunos de sus representantes, lo que terminó por hacerla fracasar y que el pueblo terminase por apoyar a aquel jefe militar carismático que, de manera populista, le complaciese y le otorgara todos aquellos derechos y atenciones que los oligarcas del Ordo Senatorialis le negaban, con lo que se estableció el Imperio por César y Augusto. Las Democracias de las Ciudades-Estado italianas terminaron por reventar igualmente y convertirse en principados cuando la desigualdad entre la élite y el pueblo terminó por irritar a éste que dio su apoyo a fanáticos como Savonarola y finalmente a potentados a quienes entregó el poder a fin de que éste garantizace una mayor igualdad entre los ciudadanos, como ocurrió los Médici. Y mucho antes, la Democracia Ateniense y de otras polis terminaron por desdibujarse y disolverse ante las potentes Monarquías Helenísticas y la expansión romana cuando se convirtieron en cotos de oligarcas corruptos y demagogos que atizaban la rivalidad con los vecinos para obtener provecho económico y político.

Hoy, nuevamente, tenemos una escandalosa desigualdad en los terrenos económicos e ideológicos entre las élites de nuestros tiempos y las personas del común, como se diría antiguamente, mientras que las élites pretenden manipular las cosas para su provecho y mantener el poder o dirigir la situación hacia donde ellos quieren basándose en la guía de las masas mediante la propaganda y el ofrecimiento de las jugosas zanahorias del vicio legitimado: sexo, drogas, ocio y entretenimiento sin límites. Aquellos que de repente no aceptan las políticas e ideología que son impuestas desde arriba y que se atreven incluso a ir en su contra, se convierten en "deplorables", "ignorantes" "racistas", "medievales", "oscurantistas", "retrógradas", "homófobos", "difusores de odio", "xenófobos", "idiotas", y toda una sarta de adjetivos que han sido creados con el fin de denigrar a aquellos que no se adaptan a los cambios pretendidos por las elites, que se atreven a pensar diferente y no ser meros borregos llevados a quién sabe donde por tan interesados pastores.

Los medios hicieron cargada contra aquellos políticos ingleses como Nigel Farage y su UKIP o Boris Johnson y pintaron un panorama sombrío y apocalíptico si la isla abandonaba la Unión Europea, a tres meses del referéndum y la instalación en el 10 de Downing Street de la administración anti-europea de Theresa May, quien ha iniciado los pasos necesarios para salir del bloque, Inglaterra no se ha hundido en la crisis económica ni se ha convertido en una aislada Corea del Norte; por el contrario, las cifras económicas del reino pintan un futuro promisorio y un mayor crecimiento para los próximos años, al estimularse posibilidades para las empresas y el mercado nacional sin estar sujetos a la avalancha de regulaciones y normas impuestas por Bruselas.

Aún ahora, medios comprometidos con el mundialismo y la corrección política, como la Deutsche-Welle y numerosas figuras de la política, entre las que destaca Angela Merkel, quien representa al principal beneficiario del estado de cosas: Alemania, que ha logrado establecer un Cuarto Reich sin disparar un tiro,  siguen amenazando a Gran Bretaña con los anatemas del ostracismo económico, los problemas para los trabajadores migratorios y los fulminantes adjetivos que hemos listado arriba, mientras buscan argucias legales para evitar la salida del país del bloque, o de repente, resulta que cambian de opinión sobre la Democracia y nos dicen que hay decisiones que el pueblo no debe o no sabe tomar, sino sólo los expertos... al final terminan dándole la razón a quienes, como el de la voz, pensamos que lo mejor sería un gobierno aristocrático... pero sólo cuando les conviene a sus intereses.

En el caso colombiano, la prensa internacional, gobernantes y dignatarios extranjeros, desde Obama en EUA hasta el Rey emérito Juan Carlos I de España e incluso el Papa Bergoglio expresaban su apoyo al proceso de paz que bajo los auspicios del régimen castrista en Cuba conducían el gobierno de Juan Manuel Santos y la dirigencia de las FARC, y que culminó en un acuerdo de casi 300 páginas de extensión, pero que, si bien al decir de Benjamín Franklin, siempre es mejor un mal arreglo que un buen pleito, la propuesta se pasaba de mala: implicaba elevar el mamotreto a rango constitucional e incorporarlo por tanto, a la Ley Fundamental del país sudamericano, pero además a dar un sinnúmero de concesiones a la guerrilla: para empezar impunidad absoluta y otorgar garantías de que ninguno de sus elementos sería procesado por los crímenes cometidos durante los 50 años de insurrección: ni por los robos, asesinatos más allá de las muertes en combate, secuestros, violaciones, extorsiones, reclutamiento forzoso de campesinos, mujeres y niños, sus nexos con el Narcotráfico y operaciones de delitos financieros, algunos de ellos, verdaderos crímenes de guerra o lesa humanidad, mientras que contra los militares y funcionarios de gobiernos anteriores caería el peso de los órganos vigilantes de los derechos humanos nacionales e internacionales, así como de los órganos judiciales.

De igual manera, se reservaban para los miembros de las FARC asientos en el parlamento, sin ser elegidos popularmente, sino como una cuota que permanentemente tendrían y prácticamente se les cedía el control o el gobierno sobre zonas enteras del país; cabe decir que ese acuerdo apoyado por los globalistas también era aplaudido por la Habana, Caracas y Moscú, que veían la enorme posibilidad de, en poco tiempo, convertir a Bogotá en parte del "Eje Bolivariano". Los medios, por su parte, daban una visión maniquea del asunto: o se estaba a favor de la paz, o se estaba a favor de la guerra. Olvidan los que así piensan que no existe paz sin justicia, y que el buscar que miembros de las FARC respondan por sus crímenes no es venganza, ni revancha, sino Justicia y reparación a las víctimas. Se quiere llegar a la paz, pero que quien tenga que responder por sus acciones, sin importar el bando en el que participara durante la lucha, lo haga.

A pesar de toda la campaña en contra y que aparentaba que el SI iba a ganar de manera aplastante, el pueblo colombiano votó por el NO en su mayoría, lo que dejó helados a muchos a nivel mundial igual que ante el Brexit, pues se demostró que un enorme número de personas es refractaria a los bombardeos de la propaganda.

En México, la propuesta del Presidente Peña de establecer el "matrimonio" homosexual, la adopción por estas parejas, y la educación en la ideología de género despertó una enorme oposición que se tradujo en inmensas manifestaciones que, por supuesto, fueron atacadas por la prensa y las redes sociales, donde muchas personas, ya fuera porque de buena fe creen que luchan contra la discriminación, o porque se han tragado lo que los medios venden o adoctrinan, mediante descalificaciones e insultos, pero no con argumentos, al momento de darse las marchas, y resultar que las mismas movilizaron a casi dos millones de personas, los medios guardaron silencio o cubrieron las manifestaciones --muy reducidas-- que hicieron miembros del colectivo homosexualista. Las autoridades han hecho oídos sordos y siguen calificando a la postura de la mayoría, de discriminatoria y ofensiva.

Y ahora tenemos el caso de Trump, en EUA: los medios descaradamente se han lanzado con todo contra él, y develan conversaciones privadas en que se expresa de manera grosera sobre mujeres, algo que, la verdad, resulta muy común en conversaciones entre hombres, por muy encumbrados y hasta estudiados que sean, olvidando las acusaciones y señalamientos serios que existen contra Bill Clinton y que estuvieron a punto de provocar su destitución mediante impeachment durante su periodo presidencial y el silencio cómplice de Hillary Clinton al respecto. Por todos lados, en EUA, en México, surgen notas descalificatorias contra el magnate inmobiliario, y las mismas arrecian a medida que se acerca la fecha de la votación presidencial; todo esto, a mi parecer, lleva a concluir que le tienen genuino temor a que llegue a ocupar el despacho oval.

¿Porqué? Porque Trump, con sus inmensos defectos, en lo que concuerdo con los análisis del historiador español Fernando Paz, la columnista de Actuall Candela Sandé y el filósofo oficial del Kremlin Aleksandr Dugin sobre su persona: es un zafio, un millonario egoísta y narcisista, pero aún así, o quizá hasta por eso mismo, se presenta como la reacción a las imposiciones de las élites: aunque millonario, Trump no pertenece a los grupos de poder que controlan Washington; estos, como bien lo apuntaría Alvin Toffler, son ahora quienes controlan la información: los magnates de Sillicon Valley, por ejemplo, o dueños de medios masivos de comunicación, como el libanés mexicano Carlos Slim y quienes son, precisamente, los difusores de las ideologías dominantes actuales; pero no quien se dedica a un negocio tan "primitivo" como la compraventa de inmuebles y la construcción, por mucha fortuna que haya hecho.

Trump, lo he dicho antes, representa a la mayoría silenciosa que ya se hartó de callar, y que ya se hartó del discurso que les imponen desde arriba, gane o pierda, habrá transformado las cosas, porque, sobre todo, al igual que los Brexiters, los votantes por el NO Colombiano o los miembros del Frente Nacional por la Familia en México, han mostrado la distancia entre unas élites con unas ideas y fines contrarios a los de sus sociedades, las que ahora se atreven a protestar, a levantarse, a hablar y no aceptan someterse dócilmente a los dictados de los potentados. Se muestra la enorme distancia, el divorcio existente entre élites y pueblo llano, entre las clases dirigentes y la clase media, esa clase que siempre ha sido motora del desarrollo de las naciones y siempre ha sido, a la vez, poco tomada en cuenta por los gobernantes, como ya lo plantearan Aristóteles o Jean Bodin en el pasado; puesto que los políticos o apelan a guardar los intereses de los poderosos o a ganarse el afecto de los pobres, mientras que de la clase media sacan los recursos de los que viven vía impuestos y es la clase que sostiene a los ricos con su trabajo o su consumo, y a los pobres con su caridad o sus impuestos para mantener la beneficencia pública.

Cuando se dan estas distancias, estos divorcios a los que aludo en el título de la entrada, es cuando vienen las revoluciones... ¿estamos, en Occidente, ante el inicio de una revolución capaz de salvar nuestra civilización ante unas élites que parecen conspirar para destruirla?