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27 de marzo de 2014

ESTADO FALLIDO




Imágenes como la de arriba de la verdadera batalla campal registrada el pasado 22 de marzo en las tribunas del Estadio Jalisco, aquí en Guadalajara, son estremecedoras, vergonzantes y evidencia clara del triste derrotero de decadencia y hasta de disolución del Estado Mexicano en el que nos encontramos embarcados: ya no solamente es la delincuencia organizada la que ha demostrado que el aparato de seguridad del Estado se encuentra rebasado e inoperante, tampoco son los grupos políticos de Izquierda, sindicalistas u otros que crecieron en poder y presencia bajo el contubernio y el patrocinio de dirigentes, gobiernos locales y administraciones federales, y que gozan de amplia impunidad para hacer lo que les plazca ante una autoridad timorata por la eterna remembranza de 1968 y la represión en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco, ahora son los hinchas del cada vez más mediocre, corrompido y aburrido fútbol mexicano.
 
Lo patético no es que se haya suscitado una gresca en un estadio deportivo, algo que puede ocurrir hasta en países del "Mundo desarrollado", lo que es un reflejo del pésimo estado del ejercicio de la autoridad gubernamental es la pasmosa incapacidad de la policía municipal para detener los disturbios y que incluso, los policías terminen siendo víctimas de los vándalos, como se ve en la foto en que el agente, ya prácticamente inconsciente, siga siendo vapuleado por una turba de vándalos que incluso lo colocaron al borde de la muerte; algo que evidencia los bajísimos presupuestos destinados a una función tan esencial del Estado como es la seguridad pública, la falta total de entrenamiento y capacitación de los oficiales de policía y la ineptitud absoluta de sus mandos que no saben diseñar estrategias y tácticas para enfrentar este tipo de contingencias.
 
Pero además, esto evidencia la carencia cada vez mayor de valores morales en nuestra sociedad, sobre todo de una juventud --los vándalos que han sido ya consignados por el Ministerio Público ante Jueces de lo criminal tienen edades que oscilan entre los 18 y 28 años-- que carente de una adecuada formación en el hogar y una pésima enseñanza en las escuelas, así como de empleos dignos y bien remunerados, encuentra en grupos, sean pandillas, bandas criminales o estas "barras bravas" un fenómeno importado (en México siempre copiamos lo malo de otros países, nunca lo bueno) de Argentina de la mano de la andanada de futbolistas mediocres llegados de dicho país austral y que aquí son presentados como las grandes estrellas de los equipos mexicanos, aunque en su tierra sean perfectos desconocidos, un grupo en el que obtienen identidad, compañerismo y hasta reconocimiento que se les niega en otros ámbitos, como una especie de sucedáneo de dignidad.
 
¿Qué nos está sucediendo? Nadie lo quiere reconocer, y es políticamente incorrecto decirlo, pero yo lo voy a decir: todo esto es el producto de la democratización que empezó a vivirse desde los años 90; México, lo repito, es un país estructurado por controles verticales desde las sociedades prehispánicas que eran gobernadas por monarquías teocráticas y absolutas; durante la época virreinal, se estableció un régimen igualmente monárquico, en el que no se llegaron a formar Cortes o asambleas parlamentarias a diferencia de España, por lo que no se generó una cultura del debate político o de la toma colectiva de decisiones como ocurrió en Europa y sería el germen del parlamentarismo, sólo los Ayuntamientos se formaron sobre principios democráticos, mismos que existían desde la época de los Romanos en España y llegaron con Hernán Cortés a Veracruz en 1519.
 
Y sin embargo, los Ayuntamientos son en México el eslabón más débil de la cadena de autoridad: ¿porqué? Porque desde la Independiencia los mismos fueron colocados bajo el control de autoridades superiores, intermediarios que borraron su autonomía o se les acotó en el aspecto financiero: desde la Constitución de 1824 a la de 1857 se estableció la figura del "Jefe Político" que controlaba regiones al interior de los estados y que fueron una forma de darle cobertura legal a la nefasta figura del cacique, y posteriormente, cuando nuestra actual carta fundamental de 1917 abolió a tan odiosa figura, se estableció un control financiero sobre los Municipios, que desde entonces no han podido recaudar sus propios recursos en gran parte, solo el Impuesto Predial, el de Hospedajes y algún otro, pero en su mayoría, los Municipios viven de la caridad de la Federación y los Gobiernos Estatales.
 
Así, resulta contrastante el caso de los municipios o "condados" en Estados Unidos, donde hasta el más pequeño puede costearse un departamento de policía más o menos operativo con capacidad de enfrentar perturbaciones a la paz pública o incluso investigar la comisión de delitos en su área territorial, no se diga el caso de ciudades grandes como Nueva York o Los Angeles, salvo el caso de grandes disturbios o motines, como los vividos en décadas pasadas por motivos sobre todo raciales o verdaderos conatos de insurrección como el caso de Waco, Texas y los Davidianos.
 
Aquí en México, las corporaciones policíacas mexicanas municipales se encuentran inoperantes y corrompidas ante los bajísimos salarios que perciben los oficiales y su notoria falta de entrenamiento y capacidad, no hay profesionalización de los policías, ni hay recursos para lograrlo, el modelo de policía, con la preventiva a los Municipios, y la investigadora a cargo de los Ministerios Públicos estatales, tomado del modelo francés de la época de Napoleón, no ha cambiado en absoluto más que de nombre con cada gobierno, que pretende dárselas de innovador por los cambios de logotipos, publicidad oficial y demás pero sin alterar la sustancia. El caso michoacano es ilustrativo respecto a ello, si ahora en ese estado reina la anarquía y poderes fácticos como las Autodefensas se han ganado el apoyo del pueblo y aparecen como los redentores a pesar de que todo indica que son simplemente las bandas rivales de Templarios y Zetas es porque los Municipios demostraron ser incapaces de brindar seguridad a sus pobladores, después, fue como castillo de naipes y los municipios debilitados motivaron el derrumbe del poder local, hoy intervenido por un Comisionado designado por el propio Presidente Peña.
 
Pero no solo aquí vemos la inoperancia absoluta de nuestras autoridades: el Gobierno de Jalisco ha sido completamente incapaz de poner orden en el sistema de transporte público de Guadalajara, igualmente, se espera toda una odisea de dimes y diretes y bloqueos entre partidos políticos ante el anuncio de la construcción de la línea 3 del tren ligero o metro de la ciudad, no es posible que se haya dejado crecer el problema, que no podamos subirnos a autobuses dignos o contar con conductores debidamente entrenados y formados para la prestación del servicio; aunque también, ¿de qué serviría contar con autobuses dignos si los propios pasajeros los vandalizan? Cualquiera que se ha subido a un camión puede ver grafittis al interior, basura o en el colmo del ocio destructivo, como se ha perforado y sacado el relleno de los asientos por los usuarios.
 
Todo México, como Estado, como Nación y como Sociedad está en crisis, y esto va más allá del aspecto económico, tiene que ver con la destrucción de las familias, la extensión del vicio, el olvido o de plano ataque a la virtud, el materialismo, el hedonismo, la pereza que se han extendido en todos los ámbitos, quizá siguiendo el ejemplo de las autoridades: a los Perredistas les interesa mucho legalizar abortos, la aceptación de la homosexualidad o el consumo de drogas, pero provocaron el primer escándalo de corrupción y el primer daño al funcionamiento al Metro de la Ciudad de México con su "Línea Dorada" o Línea 12, construida bajo el Gobierno de Marcelo Ebrard, el mismo que legalizó aberraciones y el genocidio silencioso de niños y le dedicó un monumento al sátrapa brutal de Azerbaiyán a cambio de una cuantiosa suma, a los Panistas no les interesa legislar para lograr una mayor libertad económica, ni el castigo a aquellos de sus militantes que participaron en el colosal fraude de la empresa "Oceanografía", contratista de PEMEX, están muy ocupados en destrozarse entre ellos con motivo de la renovación de su dirigencia nacional y en tapar las corruptelas, inepcias y abusos de los Gobiernos de Calderón y Fox, mientras el PRI se muestra incapaz de reconstruir el sistema anterior y de cambiar, pues no deja sus antiguas y cleptómanas costumbres, o ha llevado al poder a gentes incapaces o de plano estúpidas como parece en el caso de Guadalajara y del Estado de Jalisco en general.
 
Deberíamos recordar aquella frase de Don Porfirio Díaz que establecía cuál era la clave para el progreso de México: "Poca política y mucha administración", con la Democracia, la tolerancia, el liberalismo, se han roto los controles verticales que estructuraban al Estado, a la sociedad y hasta a las familias mexicanas, quizá la previsible caída de Occidente  y sus modelos, tema del mes tras los acontecimientos en Ucrania, conlleven un cambio de modelos con el ascenso de potencias autoritarias como Rusia o China, México necesita el regreso de un esquema autoritario, --aunque quizá esta afirmación no le guste a muchos, lo cual me importa una pura y dos con sal-- es eso o su destrucción. Esperemos que cuando ese cambio suceda no sea demasiado tarde.


24 de marzo de 2014

COLOSIO: VEINTE AÑOS DESPUES


Hace 20 años, lo recuerdo bien, por la tarde, prendiendo la TV, mis padres y yo nos enterábamos de lo ocurrido en la Colonia Lomas Taurinas de la ciudad fronteriza de Tijuana, con el asesinato del entonces candidato a la Presidencia de la República por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) Luis Donaldo Colosio Murrieta; poco después, la actriz, periodista y conductora de Televisa Talina Fernández, quien tenía a su cargo la corresponsalía en la metrópoli bajacaliforniana y que dio, en forma por demás muy profesional, la cobertura de lo acontecido, anunciaba que el político sonorense había fallecido mientras era atendido en el Hospital General de Tijuana.

Aquello se sumó más a un clima de progresiva intranquilidad, que, a manera de presagios negativos de lo que se vendría: la realidad actual que vivimos en el país, anunciaban el derrumbe del Sistema Político Mexicano anclado en la figura del partido hegemónico conformado en 1929 por otro sonorense, --de origen libanés, mientras que Colosio era de origen italiano, lombardo para más detalle-- el Presidente General Plutarco Elías Calles, quien estructuró el régimen, basándose en lo ideológico, en el Partido Socialdemócrata Alemán (PSD) que ejercía el poder dentro del régimen de la malograda República de Weimar, en el Partido Fascista Italiano de Mussolini, de quien tomó el corporativismo, y en el entonces todavía joven Partido Comunista de la Unión Soviética, (PCUS) en cuanto a su esquema de control del poder; como ya lo he tratado en este blog en artículos anteriores, el sistema así diseñado y perfeccionado por el enemigo de Calles y alumno aventajado, el General Don Lázaro Cárdenas, quien aseguró la pacificación del país tras los tormentosos años de la Revolución y permitió treinta años de un gran y sostenido desarrollo económico y social en el país.

Sin embargo, el modelo se agotó y no supo responder ante la cambiante situación internacional, el PRI, con su habilidad camaleónica se disfrazaba de establecer un sistema de Izquierda, mientras en realidad se manejaba como un régimen conservador y que permitía un grado aceptable de libertad económica, si al principio fue un régimen antirreligioso y perseguidor de la Iglesia Católica, después se convirtió en su protector y respetuoso de su autoridad como algo de facto, aunque la Ley no la reconociera; para los años 70 y ante el auge del Socialismo, las Presidencias de Echeverría y López Portillo, en la llamada "Docena Trágica", se caracterizaron por un populismo derrochador junto con una enorme corrupción, lo que provocó que durante la década de los 80 el régimen se encontrara tambaleante.

Aquello orilló a buscar cambios, y ahí es donde se centraron las Presidencias de Don Miguel de la Madrid y de Carlos Salinas de Gortari, sobre todo la de éste. Salinas, en cierta forma, se avocó a realizar una especie de Perestroika mexicana y colocar al país en condiciones de entrar de lleno a la Globalización y a la competencia internacional: reconocimiento pleno a la libertad religiosa y la normalización de relaciones Iglesia-Estado, privatización de gran parte del sector público, estímulo a la participación ciudadana en la solución de problemas con el programa de Solidaridad, adelgazamiento del aparato burocrático, saneamiento de finanzas públicas y renegociación de la deuda externa, finalmente, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, parecía llevar al país hacia una nueva era de prosperidad y desarrollo verdadero.

Pero habían surgido ya señales de alarma: en 1992, las explosiones de varias calles en el Barrio de Analco de Guadalajara el día 22 de abril revelaron que tras la aparente eficiencia de la administración de Salinas se escondía una enorme corrupción y los robos de combustible por el propio personal de la empresa paraestatal que quedaba intocada por el ánimo reformista del Presidente neoleonés. En 1993, el asesinato del Cardenal Arzobispo de Guadalajara: Juan Jesús Posadas Ocampo sembró la desconfianza en el Gobierno, pues el público y los medios jamás creyeron la versión oficial, la cual, de cualquier modo demostraba la creciente amenaza del crimen organizado que había crecido por la negligencia o la colusión de las autoridades, después, el levantamiento zapatista el 1 de enero de 1994 mostraría la inconformidad de ciertos sectores sociales con las políticas neoliberales y la resistencia a los cambios, así como los intereses enfrentados en zonas estratégicas como Chiapas.

Yo soy de la idea que ese 23 de marzo de 1994 la administración Salinas sufrió un golpe de Estado asestado por las ramas más retrógradas del PRI: sindicalistas, líderes de los grupos corporativos, beneficiarios del asistencialismo y demás, que se veían afectadas por las reformas pretendidas por el entonces mandatario y que muy probablemente, con excepción de la muerte del Cardenal Posadas, (muerto en el fuego cruzado en un enfrentamiento entre criminales) fueron responsables de las tragedias que ensombrecieron el fin de su sexenio; en forma similar al golpe sufrido por Mikhail Gorbachov en Rusia en agosto de 1991, se pretendió mantener el estado de cosas o devolverlo a una situación anterior a las reformas a fin de evitar sufrir una afectación en sus intereses, y al igual que en el caso ruso, aceleró la descomposición del sistema en lugar de su restauración plena. Posteriormente al magnicidio, la Presidencia de Salinas se apagó y sus últimos meses se dedicó a gobernar por inercia, como atada de manos, vendrían las elecciones con el triunfo del Dr. Ernesto Zedillo, abanderado del PRI, pero muy probablemente el hombre deseado por los perpetradores del crimen y que derrotaron a Salinas, en Diciembre, a los pocos días de tomado el poder, vino la grave devaluación que nos precipitó de nueva cuenta en la crisis económica de la que todavía no salimos y la demonización de Salinas, quien pasó a engrosar las filas de los "villanos" de la Historia Oficial al lado de Don Porfirio Díaz, Maximiliano de Habsburgo, Miramón, Santa Anna e Iturbide, mientras que la Presidencia de Zedillo, y los doce años de Panismo mostraron pocas reformas y el mantenimiento, e incluso el aumento de los privilegios de aquellos opositores al reformismo salinista, cuando no la salida de los priístas más rancios que pasaron a la Izquierda "progresista" que está a favor de las drogas, el homosexualismo y el aborto, pero no de poner freno a la corrupción y al parasitismo de quienes viven del erario.

Colosio por su parte ha sido idealizado y de él se han aprovechado todos, hasta los de la Izquierda y el PAN, que ahora se deshacen en elogios hacia su figura y en aquel entonces le denostaban y le echaban en cara su gris papel al frente de la Secretaría de Desarrollo Social; como todos se han agarrado de la demonización de Salinas, todos le acusan de haber mandado matar a Colosio, cuando el propio Presidente le escogió como sucesor por haber sido el más fiel de sus amigos de entre el "Grupo de los tecnócratas de Yale" y el más cercano a sus ideas, como lo relata en sus memorias, así como el más sereno y el más recto, a diferencia de Zedillo y de Camacho Solís, a quienes califica de mezquinos, ambiciosos, traicioneros e inestables emocionalmente, y cuyos dichos y hechos posteriores, han confirmado.

Cuando a inicios de 1994 se veía que la candidatura del sonorense no levantaba, empezaron a surgir voces, sobre todo del lado de los contrarios al gobierno y sus reformas, que planteaban que Colosio renunciara a la candidatura y fuera sustituido, a lo que Salinas contestó airadamente con una frase hoy convenientemente olvidada de respaldo a su abanderado: "¡No se hagan bolas!, ¡Colosio es nuestro candidato!". Con ello, el entonces Presidente remarcaba su apoyo, desesperado incluso, hacia su amigo, y usando el poder presidencial para calmar a la disidencia, poder que no serviría de nada ante el crimen.

Colosio muy probablemente habría sido una continuación del gobierno de Salinas, incluso, el famoso discurso por el cual se dice, Colosio firmó su sentencia de muerte, no iba dirigido en contra del nativo de Agualeguas, Nuevo León, sino en contra de la cúpula priísta que se oponía a los cambios; igualmente, continuaría con la línea de Miguel de la Madrid y de Salinas de establecer un Liberalismo autoritario, en que, sin ceder totalmente el poder, el PRI, contando con el apoyo fundamentalmente del PAN, cedería algunos espacios a la oposición y buscaría brindar reformas que aseguraran una mayor libertad económica y rompiese con el pasado y sus dogmas decimonónicos; no habría sido ni populista ni inclinado a la Izquierda y tampoco un demócrata, era un hombre del sistema y habría permanecido como tal, de no haber muerto y llegado a la Presidencia, probablemente con un poco de ayuda del sistema electoral debidamente aceitado para ello por su antecesor, Colosio sería hoy tan controvertido y criticado como aquel.

Pero eso no sucedió: la muerte de Colosio llevó a la Presidencia a Ernesto Zedillo en unas elecciones limpias en las que Salinas no intervino, se abrió la puerta a la Democracia Liberal en cuyas trampas cayó el país; se perdieron los controles verticales que aseguraban la ansiada paz social que era prioritaria para el régimen y  se perdieron veinte años en que privilegios, canonjías y elites no fueron tocadas, sino empoderadas, y si bien México entró de lleno a la Globalización, perdió el tiempo y no tuvo condiciones para hacerle frente. El resultado: hoy en día tenemos un Gobierno, el de Peña Nieto, que parece encausarse por la misma línea que Salinas y continuar con las reformas estructurales, pero las mismas chocan contra una resistencia formidable y violenta que se junta con gravísimos problemas sociales y el crimen organizado que se ha convertido en un verdadero Imperio tras esos veinte años de inacción, la Educación es un desastre, la sociedad está descompuesta y corrompida hasta la médula, y ante el panorama internacional, cabe pensar si las reformas liberales no llegarán ya muy tarde, justo cuando, como lo he dicho en los últimos artículos sobre Rusia y la crisis ucraniana, el Liberalismo puede que se encuentre entrando a su fase final de fracaso y desaparición.

Aquel día, en Lomas Taurinas, no solo Luis Donaldo Colosio recibió heridas mortales, las recibió el país entero. 

20 de marzo de 2014

ALGUNAS PRECISIONES MAS SOBRE LA CRISIS UCRANIANA



Creo que me quedé con algunas ideas en el tintero en el post anterior, así que aquí las quiero verter:

1.- No es oro todo lo que parece: Es cierto que uno como conservador o tradicionalista, al igual que Juan Manuel de Prada, no puede dejar de simpatizar con Putin y con Rusia, pero lo vuelvo a repetir: A Putin y a los Rusos no les interesa la suerte de Occidente, no piensan hacer nada para salvarnos y mucho menos les interesa, a través de la Iglesia Ortodoxa Rusa, la reserva espiritual de nuestro hemisferio y coincidir con el Tradicionalismo Católico y salvar a la Iglesia de la cual han estado separados por mil años de su actual crisis, acentuada con la renuncia (¿o golpe de Estado en contra?) de Benedicto XVI y el ascenso de Jorge Mario Bergoglio a la sede petrina el año pasado; para nada, yo creo que en realidad, nunca como ahora las Iglesias Ortodoxas se encuentran más que convencidas de que Miguel Cerulario y el César Constantino IX Monómaco Comneno Augusto tuvieron razón en consumar la separación de Oriente y Occidente en 1054. Para muestra, está este muy inquietante, preocupante, diría yo, párrafo del artículo de Aleksandr Duguin que mencioné en el post pasado en este blog:

"Necesitamos luchar conscientemente frente a cualquier tentación de enmarcar a Rusia como potencia pre-liberal. Tenemos que dejar que los liberales no se salven sino que se acerquen fatalmente al final. No tenemos por qué retrasarlo, tenemos que acelerarlo. Para hacerlo tenemos que presentar a Rusia no como entidad pre-liberal, sino como fuerza revolucionaria post-liberal que lucha por la alternativa de futuro para todas las personas en el planeta."

Esto, en pocas palabras significa que saben que estamos en decadencia gracias al Liberalismo en todos los aspectos, incluso es muy probable que en el terreno religioso consideren a la Iglesia Católica como contagiada de la ideología Liberal, sobre todo tras el Concilio Vaticano II, los Rusos, lejos de ayudarnos a salir de nuestra decadencia, van a ayudar a hundirnos más, y una vez que estemos en el fondo del pozo, Rusia aparecerá como la guía para un nuevo orden, una mezcla, bastante interesante, de soberbia al saberse superiores moralmente, con un mucho de mesianismo político e intereses hegemónicos nada ocultos.

Esto es lo preocupante, ¿Rusia apuesta por provocar el caos en nuestro hemisferio? ¿Ha llegado la hora en que lo hará? ¿Cómo sufriremos las consecuencias de dicha política?

Esto lo podrían lograr si Rusia y China, por ejemplo, responden con el cambio del patrón dólar hacia el oro o adoptando una nueva moneda, incluso artificial, para las transacciones internacionales, se generará sin duda una crisis económica internacional durísima, recordando el enorme endeudamiento de EUA respecto a China, si ésta le corta fondos a Washington en los preparativos de una intervención militar en el Mar Negro, el desastre estará asegurado. La cuestión está si los Occidentales se atreverán a proceder más duramente contra el gigante eslavo, lo que pondría en riesgo el suministro de hidrocarburos a Europa, que se podría subsanar con los provenientes de EUA u otras partes, pero a un precio mucho mayor, lo que constituiría un golpe durísimo para la economía ya de por si vapuleada del bloque continental.

Las consecuencias de algo así las sentiríamos incluso en México, y Rusia y sus aliados la podrían aprovechar como factor desestabilizador en otras áreas, incluso dentro de la misma Unión Europea o América Latina, contribuyendo a minar aún más la supremacía estadounidense y sepultando definitivamente a las viejas potencias europeas: Inglaterra, Francia y España, y también afectando a Alemania y dislocando su expansión comercial hacia Europa del este.

En definitiva, en lo que Rusia y sus aliados construyen un nuevo orden y muestran el fracaso del Liberalismo, precisamente el fracaso mismo de éste será una pesadilla para todos.

2.- La Realpolitik: Rusia siempre ha obrado impulsada por ideales; los primeros Zares Riurikovich y Romanov, por el ideal de la "Tercera Roma" y la defensa del Cristianismo, los Romanov posteriores a Pedro I el Grande, identificaban su ideario en los tres colores de la bandera: Ortodoxia = Blanco, Autocracia o régimen absolutista = Azul y Eslavismo = Rojo, posteriormente con el Comunismo, el ideal utópico del Marxismo, hoy, Putin está impulsado por las tesis de Duguin de Nacionalismo y Cristianismo, sin embargo, siempre imperó un sentido de la realidad bastante agudo que inspiró la diplomacia y la política exterior rusa siempre, misma que se manejó con astucia, maquiavelismo y claridad en sus objetivos a grado tal que supo triunfar, por ejemplo, sobre norteamericanos y británicos durante y después de la Segunda Guerra Mundial.

Este realismo político, la Realpolitik, no debe perderse de vista hoy en día, si Rusia tiene pensado estructurar un nuevo orden en el que desaparezca la hegemonía norteamericana y se coloca ella si no como hegemón, sí como una de las potencias prepondrantes en un orden multipolar, obrará en consecuencia y sin escrúpulo alguno; así lo ha hecho desde siempre: aceptando pagar tributo a los Mongoles para no desaparecer, aliándose a Napoleón en Tilsit pero permitiendo el comercio con Inglaterra en sus puertos del Báltico y el Artico, interviniendo o aliándose a Irán y Siria en el Medio Oriente, o como lo ha venido haciendo, y esto es algo que nos pega directamente en América, el apoyo al demencial régimen chavista ahora encabezado por Nicolás Maduro con el único objeto de desestabilizar Sudamérica y destruir la influencia norteamericana en la región, apuesto que en los pasillos del Kremlin se dice lo mismo que en la Casa Blanca durante los años en que Washington apoyó a la dictadura de los Somoza en Nicaragua: "Es un hijo de puta, pero es NUESTRO hijo de puta".

Ese mismo realismo político se cristaliza en la alianza que Rusia sostiene con dos enemigos seculares: China e Irán en el momento actual, a fin de asegurar el logro de un objetivo común: desbancar a EUA y a Occidente de la primacía, sin duda buscan un orden multipolar en el que se repartirán las áreas de influencia: Rusia, dominando Europa, China, la cuenca del Pacífico, Brasil a Sudamérica, Irán, el Medio Oriente y Sudáfrica al continente negro, todo un reparto del poder con la creación de grandes imperios regionales.

3.- Un Discurso Imperial antiimperialista: Una herencia de los tiempos soviéticos es el manejo de una imagen de una Rusia que se opone al imperialismo de las potencias occidentales, y en especial al norteamericano, apareciendo como la única potencia capaz de oponerse a sus designios y ser el defensor de los países menos desarrollados que son atropellados por los grandes y sus intereses económicos.

En ese sentido se entiende la participación de Vitaly Churkin, embajador ruso ante la ONU en la sesión del Consejo de Seguridad antier, en el que criticó el intervencionismo y las ambiciones de las potencias occidentales, solo que, seguramente, Polacos, Afganos, Lituanos, Checos, Alemanes Orientales, Húngaros, Eslovacos y Cubanos exiliados se han de haber quedado sorprendidos ante la amnesia de los moscovitas que han hecho lo propio desde los tiempos de Catalina II la Grande en el siglo XVIII y de la "Doctrina Brezhnev" o las formas en que fueron aplastadas las rebeliones en Hungría en 1956 y Praga en 1968.

A pesar de esto, es claro que Rusia cuenta con la simpatía de muchos, tanto por el conservadurismo desplegado por la política social de Putin que contrasta con el exceso de liberalismo y tolerancia en Occidente, como por las acciones recientes, claramente criminales de los gobiernos norteamericanos y europeos desde la Invasión de Irak en 2003 hasta las Primaveras Arabes, mientras que los crímenes soviéticos y zaristas ya han quedado olvidados o resultan brumosos para las nuevas generaciones en el desmemoriado mundo actual.

4.- Las Debilidades de Occidente: Putin supo como actuar, seguramente porque desde que llegó al poder en 1999 ha estudiado a fondo la situación occidental: las acciones de Assange y Wikileaks, así como las de Edward Snowden bien pudieron ser parte de una trama bien dirigida y planeada que le permitió obtener toneladas de información valiosa acerca de las situaciones económica, política y social de los países occidentales. Recordando al internacionalista Jean Baptiste Duroselle en su obra Todo Imperio Perecerá, en la obtención y clasificación de información por los órganos de Inteligencia debe considerarse todo: los métodos y capacidades de lucha del adversario o del "otro", las condiciones personales y hasta de salud física y mental del gobernante del otro, la situación social, que nos puede determinar si habrá apoyo en caso de lucha y la fortaleza económica, que condiciona la capacidad del Estado para procesar y generar poder.

Los rusos se han dado cuenta de las enormes contradicciones y divisiones de nuestras sociedades: la Globalización ha eliminado la independencia económica de los Estados y ellos se han aprovechado, como acertadamente lo señala el diario español La Vanguardia, los capitales rusos son parte importante de las inversiones en la City de Londres y en la Premier League del fútbol británico, sosteniendo la aparente y artificial prosperidad de la otrora monarquía más poderosa del globo, Europa depende del gas y del petróleo producido por los eslavos, y a cambio, un bloqueo comercial o sanciones económicas contra ellos apenas les afectarían teniendo como socios a la India, China e Irán y sus enormes mercados y posibilidades.

Estados Unidos, entre tanto, se encuentra limitado de recursos y carente de liderazgos, como nadie, Putin ha desnudado la realidad de Obama como un personaje producto de la propaganda electoral más efectiva pero vacío: ante la crisis, el Presidente norteamericano opta por ver una película dirigida por el mexicano Diego Luna acerca del fallecido líder de los campesinos mexicanos de los cultivos de California César Chávez en un acto además de hipocresía, ya que Soetoro (su verdadero nombre) elogia al personaje y lo señala como una inspiración, cuando en realidad ha deportado a más de dos millones de aquellos a los que el líder gremial hubiera defendido, mientras se llena la boca, una y otra vez de la promesa de una reforma migratoria que ni siquiera tiene la intención de proponer seriamente. Las alternativas al afroamericano son igualmente decepcionantes: Hillary Clinton, que no demostró capacidad alguna para entender lo que desataba ni lo que sucedía con las Primaveras Arabes o, por el lado republicano, a Marco Rubio y Ted Cruz, ambos hispanos, críticos certeros de las políticas económicas y del autoritarismo de Obama y la Izquierda progresista norteamericana, pero cerriles, ignorantes y belicosos en temas de política exterior.

Pero además, la reacción rusa es originada por 20 años de ninguneos y de continuar con el discurso de la Guerra Fría; Occidente empezó a temer a Rusia tras la derrota de Napoleón en 1815 y el Congreso de Viena, antes, bajo las zarinas del siglo XVIII y Pedro el Grande, había sido visto como un país exótico, que trataba de salir de la barbarie e imitaba burdamente la cultura, las modas y los estilos occidentales, pero cuyos gobernantes y elites eran concebidas como snobs y extravagantes; tras haber demostrado su capacidad militar y el poderío del que era capaz de desplegar, los europeos no supieron qué hacer con Rusia, a la que vieron como un intruso y un peligro por su discurso imperial; el régimen soviético, en mucho, fue una forma que encontraron también los rusos de diferenciarse de Europa y marcar su propia senda ajena al Occidente que no les comprendía ni les aceptaba.

Tras la Perestroika de Gorbachov, los Occidentales no vieron a una Rusia más abierta ni que buscaba esa comprensión y aceptación, sino a una oportunidad de hundirla y de mantenerla débil para que no representara ya ningún peligro, sin embargo, y en forma que pocos sospechaban, Rusia se ha fortalecido y hoy, teme mucho menos que antes en las épocas paranoicas de Alejandro I y Nicolás I, o de Stalin a Occidente, pues se sabe mucho más fuerte que él.

4.- Una Nueva Era: Si no me equivoco, este discurso, pronunciado por Putin ante la firma del decreto que admite a la República de Crimea y a la Ciudad Autónoma de Sebastopol en la Federación Rusa, pasará a la Historia como uno de los momentos clave del siglo XXI:



Este discurso sin duda, marca el inicio de una nueva era y el fin de la supremacía de Estados Unidos como único polo de poder que venía ostentando desde 1991. Estamos ante los inicios de una nueva estructura del poderío mundial con Rusia de nuevo como un actor importante, como el principal responsable, junto con China y su éxito económico, de dicha reestructuración.

Estamos también ante el primer discurso de un líder de una potencia importante, y no de un país bananero o aislado como Cuba, Corea del Norte u otro, que adopta una posición crítica contra Occidente y se atreve a señalar las debilidades, contradicciones y pecados de éste. Es una verdadera declaratoria de guerra entre civilizaciones y el inicio de una nueva forma de las relaciones internacionales; sobre todo, un discurso que muestra cómo se irá dando una progresiva irrelevancia de las instituciones y los mecanismos para dichas relaciones que se construyeron durante la supremacía occidental: el llamado G-8, formado por las presuntas siete economías más fuertes del mundo: EUA, Gran Bretaña, Francia, Canadá, Italia, Alemania y Japón, a la que se agregaba Rusia, por su peso como productor de materias primas y su potencia militar, está prácticamente disuelto; pero los rusos se encogen de hombros, les da igual, ¿porqué?

Porque inexplicablemente en ese G-7 se sigue incluyendo a un país de economía frágil, enormes desigualdades y sujeto a tormentas políticas como Italia, pero no está China ni la India, con todo y que ambos imperios asiáticos se han convertido en gigantes industriales, por ello, a Rusia le importa más conservar la membresía del G-20 o actuar en bloque con los BRIC, que lo que digan Francia e Italia o un país estancado y cada vez más arrinconado por las ambiciones chinas como Japón.

Haciendo un símil, se recuerda que a inicios del siglo XV el Rey Quechua de Cuzco que había consolidado un poder regional soñó que ponía de cabeza a la Tierra y cambiaba el orden del mundo, por ello, el Rey cambió de nombre al de Pachacutec, que significa "Quien voltea al mundo" y adóptó el título de Inca equivalente al de "Emperador" y fundó un poderoso imperio, el de las Cuatro Partes del Mundo, Tahuantsinsuyo... hoy en día, parece que Vladimir Vladimirovich Putin está dirigiéndose para ser uno de esos personajes que son capaces de poner al mundo patas arriba y definir eras completas; si Putin se convierte en alguien así dependerá de lo que venga a continuación y del implacable juicio de la Historia.

16 de marzo de 2014

¿QUE ESTA EN JUEGO EN UCRANIA?

Hace unos días, tuve oportunidad de leer a través de Internet un artículo escrito por el Filósofo Ruso Aleksandr Duguin, quien es poco conocido en Occidente, pero que en el país eslavo es considerado como un continuador de Aleksandr Solzhenitzin, y el ideólogo detrás de las políticas de Vladimir Putin en el Kremlin.

El artículo lo pueden leer en esta liga; las tesis de Duguin, (a la izquierda) han sido denominadas por sí mismo como la Cuarta Teoría Política, e incluso ha constituido un movimiento político que llama Nacional-Bolchevique, esto no es una alusión al Comunismo, la palabra rusa "bolschevick" quiere decir "mayoritario" y no tiene connotaciones ideológicas, esa palabra se convirtió en sinónimo de Comunista por las dos facciones en que se dividió el Partido Socialista Ruso, hace cien años: los Mayoritarios, capitaneados por Lenin, que aducían tener a su favor a las mayorías en las bases del instituto político y los Minoritarios o "Menschevicki" o Mencheviques, liderados por Kerensky, que eran denostados de esa manera al aducir sus rivales que representaban únicamente a una minoría, la de los dirigentes del partido; contrario a lo que se cree, el Presidente del Gobierno provisional que se mantuvo en el Kremlin de febrero a noviembre de 1917 y sus partidarios eran tan Marxistas como Lenin, solo que tendían hacia la Socialdemocracia, mientras que el célebre revolucionario tendría una interpretación mucho más dura de las doctrinas del filósofo y economista alemán.

Así, el corpus ideológico de Duguin dista muchísimo de ser Socialista o Marxista, sin embargo, el uso del término bolchevique viene de que postula la atención a las mayorías del pueblo por parte del Estado, recuperando el concepto del Bien Común como último objetivo de aquel.

Lo que sí, Duguin es profundamente nacionalista y considera que Rusia tiene una misión especial, en pocas palabras, cree en su rol de Tercera Roma que fuera proclamado por el monje Filoteo de Moscú y que adoptaran Iván III el Grande y sus sucesores como programa imperial; la postura de Duguin y de Putin, por tanto, en quien ha influido mucho, radica en considerar que Rusia debe representar una alternativa --premoderna-- a los modelos e ideologías producto de la modernidad occidental, misma que llegó a los moscovitas con las reformas de Pedro el Grande a fines del siglo XVII.

En este aspecto, la doctrina expuesta por Duguin es muy similar a lo que leí al final de mis años universitarios y de los noventa, en camino a preparar mi tesis de licenciatura, en un momento en que, con el Neoliberalismo triunfante, la Globalización al galope y el aparente "Fin de la Historia" proclamado por Francis Fukuyama, parecía que la tendencia sería al adelgazamiento y desaparición del Estado en pro de una privatización de las funciones públicas mediante los regímenes de concesiones y contratos con entidades privadas; en ese entonces, compré un libro editado por el Fondo de Cultura Económica titulado Un Mundo sin Sentido, el autor, un internacionalista turco de nombre Zaki Laïdi, postulaba que lejos del fin de la Historia, estábamos ante un muy peligroso momento, las Luces, decía, habían fracasado, con esto, quería decir que todo el mundo construido con base en las ideologías nacidas de la Ilustración Francesa: del Racionalismo y del Humanismo de los siglos XVI y XVII, estaba fracasando, la humanidad se había alejado de aquello que tradicionalmente daba sentido al mundo: la Religión, la Filosofía, y se había entregado a las ideologías políticas y económicas que en el siglo XX entraron en pugna: hijas de las Luces fueron el Capitalismo Liberal, el Comunismo Marxista y el Fascismo, las tres corrientes tenían su sustento en las tesis de Rousseau, en el materialismo histórico hegeliano y en el racionalismo y empirismo de los filósofos ingleses de los siglos XVII y XVIII.

Para Laïdi, el Siglo XX vería la lucha entre las tres ideologías que culminaría con el triunfo definitivo del Liberalismo, tesis que, como atinadamente marca Duguin, sólo tiene razón de ser si se dedica a liberar algo o a alguien de otro algo que se concibe como nocivo, como opresor; para el Liberalismo, la sociedad o colectividad entra en un papel opresivo y negativo; patria, Dios, familia, Bien Común son conceptos que limitan la libertad que se concibe ilimitada de los individuos que se deben erradicar para que estos accedan a la máxima libertad, misma que se expresa en el máximo goce de los placeres materiales, en la posesión de bienes, en la fama, en la belleza física, en todo aquello tangible que debe gozarse al máximo porque la vida es corta, aunque el reto de la ciencia es lograr la prolongación de la vida material para facilitar el máximo goce para el individuo que se vuelve egoista e infantil y para quien los demás no cuentan, ni siquiera las generaciones futuras: ejemplo, el antinatalismo, más que por las teorías económicas de Malthus se ha extendido por el hecho que nadie quiere reconocer que no es la alta tasa de nacimientos la que provoca la explosión demográfica, sino la reducción de los índices de morbilidad y la mayor longevidad promedio con la que cuentan los seres humanos actuales comparada con los de hace uno o dos siglos; sin embargo, nadie quiere vivir menos, sino mejor evitar que otros nazcan y nos obliguen a compartir lo que tenemos con ellos o a dejárselos.

De esta manera opera la "autodemolición" de Occidente que ya en su momento Dostoievski, como lo cita Juan Manuel de Prada en un magnífico artículo en el que el escritor español manifiesta expresamente sus simpatías por Rusia, por ello nunca como ahora la gente en Occidente está en contra de las instituciones que le construyeron y sirvieron de vida para lograr la Civilización más próspera de todos los tiempos: se ataca al Cristianismo y se cuestiona a la Iglesia, ahora incluso por la propia Jerarquía y el propio Papa Francisco I, pues es un obstáculo para la construcción del individualismo y sus libertades extremas, o se busca que sea connivente con éstas, la Democracia y la hipertrofia del Estado que crece y crea entidades para obstaculizar su propia tarea de ordenar y regir la vida social  son el harakiri del mismo, cada vez más ineficiente, corrompido e incapaz de hacer su tarea para no molestar ni un cabello de ningún ciudadano. Se ha buscado liberar al individuo incluso de la propia naturaleza, de la moral, del Derecho, lo que hace que cada vez abunden más y más conductas antisociales o individualistas y el sistema esté cada vez más presionado.

Para Laïdi, ya nada tiene sentido, al final ¿Qué quedará para liberar o para librarse de él?

Es aquí cuando vemos la situación actual de Rusia, Putin sin duda está buscando desligar a Rusia no solo políticamente, sino también ideológicamente de Occidente; en cierta manera, el Presidente eslavo está consciente de la Historia de su país: éste recibió las Luces del racionalismo Occidental con Pedro el Grande y sus reformas; esas Luces chocaron con la identidad, la construcción y el alma misma de Rusia estructurada en torno al Cristianismo Oriental y el carácter asiático de su cultura, influida, ciertamente por los Romanos y Griegos del Imperio de Oriente y por los Escandinavos que le dieron estructura, pero también por el poderío de los Mongoles, la milenaria cultura llegada de China a través de ellos y por el ideal o concepto de autoridad proveniente de los Imperios de Medio Oriente por su vecindad incómoda con el Islam. Pedro I y sus sucesoras en el siglo XVIII adoptarían el despotismo ilustrado como un intento de conjugar el sistema ruso con las nuevas ideas Occidentales, pero pronto se demostrarían sus incompatibilidades, el siglo XIX vería a unos Zares luchar por hacer presente al Liberalismo en la vida económica y social de la gente mientras mantenían vivo un absolutismo versallesco en un país anclado en realidad en una mentalidad feudal más parecida a la Europa del siglo IX; el resultado sería la llegada del Marxismo y el intento, nuevamente de acoplar a esa sociedad premoderna a una ideología que pretende ser de avanzada. El resultado fue trágico, sangriento y al final, decepcionante.

Rusia, por tanto, ha aprendido que las Luces fueron engañosas mientras Occidente sigue encandilado con ellas, ha quedado cegado por ellas, Rusia, como el Islam radical --el Sunnita, ahora aliado por interés de Occidente, el Chiíta, representado por Siria y por Irán, único Estado del Medio Oriente que, como siempre, demuestra ser el único con capacidad de formar un Imperio en la región, es aliado de Rusia-- surgen como alternativas a la modernidad, incluso, China que aparenta haberse beneficiado de las Luces, del mundo moderno de Occidente, ha tomado de éste solo lo que le conviene y ha resucitado a Confucio, Buda y las tradiciones como su particular camino hacia la excelencia aunque de dientes para fuera rinda homenaje a Marx, Engels y Mao, apóstoles de esa modernidad a la que convenientemente usan y desechan.

Putin, no cabe duda, conoce bien el momento histórico y sabe que en el fondo, Rusia y sus aliados son más fuertes que Occidente, si se determinó a aprovechar la coyuntura ucraniana, que sabía iba a darse por ser la ex-República una línea de fractura en sí misma, con el mundo eslavo-oriental, ortodoxo al este y el mundo eslavo, pero con gran influencia germánica y presencia católica al oeste; algo que ya Samuel Huntington predecía en 1996 con su Choque de Civilizaciones. Al igual que Julio César, Putin sabe que la suerte está echada y que ha cruzado el Rubicón, pero al igual que el genial militar y político romano, que sabía que la República estaba al borde del colapso y era un sistema agotado y corrompido, el inquilino del Kremlin sabe que pasa lo mismo con Occidente, César tuvo que enfrentar a Pompeyo, que tenía altura y cierta capacidad, pero se vio limitado por el sistema al que tenía que defender y de donde el provenía; Putin no tiene enfrente más que a líderes demagogos, débiles, dubitativos y francamente cobardes, como Obama, Cameron, la propia Merkel, Hollande, etc. Que tienen todavía mucho más poder militar que Rusia, pero sabe, no tienen la capacidad ni el atrevimiento de emplearlo.

¿Qué pasará ahora? Crimea ha votado por su reincorporación a Rusia, y pienso que es probable que las regiones del este y sur ucraniano harán lo propio en los próximos días; señoras y señores: manténganse al filo de sus asientos, estamos por ver un cambio histórico como quizá no se había visto desde el siglo V d.C. 

4 de marzo de 2014

MEXICO: TRIUNFOS PARCIALES

Mientras el mundo se agita ante el resurgimiento del coloso moscovita, en México seguimos ocupados en la pequeñez de nuestros asuntos particulares y creyéndonos aislados o ajenos a lo que ocurre en el mundo; siempre nos pasa eso, creemos que las conmociones del mundo nos dejarán ilesos e inmaculados y no es así, menos ahora; si un país tan secundario en América como Venezuela está siendo escenario de la lucha por el poder entre las potencias en este "Juego de Tronos", ¿qué sucederá con México, en la frontera más estratégica del mundo, con EUA?

Por lo pronto, hagamos un repaso de los últimos y más importantes acontecimientos ocurridos en nuestro país:

1.- La Caída de "el Chapo" Guzmán:


La captura de Joaquín "el Chapo" Guzmán Loera, uno de los jefes criminales más poderosos del mundo por parte del Gobierno de Enrique Peña Nieto en México es sin duda un logro y un paso decidido hacia la normalización de la vida social en el país y la recuperación de la seguridad pública; por supuesto, no han faltado voces, sobre todo provenientes de sectores anti-priístas, que han  intentado de todo para menoscabar la acción, desde señalar ridículas teorías conspirativas, como que el detenido no es el narcotraficante, que todo fue un montaje o que incluso, el mafioso pactó su entrega con el Gobierno.

Dichas tesis parecen obviar el paso del tiempo, pues las fotos y vídeos de 1993, hace 21 años nos muestran a un Chapo joven, de treinta y pocos años de edad, hoy en día, se trata ya de un hombre cincuentón en quien el paso del tiempo y algunos tratamientos cosméticos han dejado huella, lo mismo que la altura de los zapatos usados en una y otra ocasión hacen la diferencia, pero además de estas ridículas tesis, es muy probable que la captura del sinaloense se haya salido del guión, ya algunos autores han apuntado que la política de las administraciones panistas en México (la de Fox, incluso, le ayudó a escapar de la prisión de Puente Grande, aquí en Guadalajara, incluso) y la de Obama en EUA, había sido brindarle protección a este capo a fin de que quedase como el único proveedor de narcóticos para la inmensa demanda norteamericana, eso explicaría la violenta guerra contra el crimen organizado desatada por Felipe Calderón, que en realidad tendría como objeto limpiar de rivales el mercado de las drogas y en general al mundo del crimen para que el Chapo quedase con todo el poder y el monopolio a su interior.

De igual manera, han sorprendido las manifestaciones convocadas por los familiares del criminal mostrando apoyo hacia éste y exigiendo su liberación en su natal estado de Sinaloa. Muchos se preguntan porqué: bueno, aparte de que los manifestantes han sido generosamente pagados para ello, en Sinaloa y en general en el norte del país existe una visión romántica del forajido, del delincuente, no muy diferente a la que se gestó en EUA, en el "Salvaje Oeste" durante la segunda mitad del siglo XIX alrededor de personajes como Jesse James o Billy the Kid, aquí tenemos la figura de Jesús Malverde, bandido que asaltaba las haciendas sinaloenses a inicios del siglo XX y que es hasta venerado popularmente como si fuese un santo, o la de Doroteo Arango/Pancho Villa, que de bandolero se convirtió en héroe militar de la Revolución Mexicana. Esto ocurre porque el Estado es visto como opresor o favorecedor de una elite de ricos y que perjudican a la masa de campesinos y trabajadores, una concepción política pseudomarxista que igualmente fue muy impulsada desde la Revolución, sino que desde antes por los Liberales en contra de los Conservadores; de esta forma, el delincuente, el bandido, se convierte en símbolo de rebeldía, de lucha contra un sistema opresor y asfixiante.

Además de ello, el Chapo, lo mismo que el anterior amo del crimen en México, el recién liberado Rafael Caro Quintero, o Al Capone en Estados Unidos, desarrolló una amplia labor filantrópica en comunidades marginadas y generó empleos, tanto en sus negocios ilícitos como en los legales que servían de tapadera o de lavado de dinero para aquellos, algo en que el Estado Mexicano ha fallado miserablemente.

Pero además de estos beneficiarios de las acciones criminales del Chapo hay otros que tiemblan y están intranquilos ante la detención del líder delictivo, no en balde, ahora se ha destapado el negocio sucio hecho entre PEMEX y la empresa "Oceanografía" al parecer por los hijos de Martha Sahagún, esposa actual del ex-Presidente Fox, incluso parece que ha bajado de intensidad el debate sobre la legalización de la mariguana y otras drogas. Como sea, el Chapo no pudo construir su imperio criminal sin ayuda de autoridades de ambos lados del Río Bravo, si deveras se quiere acabar con el flagelo de las drogas, debe, por un lado, atacarse al consumo, por otro, a las estructuras financieras y de corrupción que sostienen al negocio, no hacerlo, dejará la captura de este jefe mafioso como una más que no representará ningún cambio, pues como la Hydra, se le cortará una cabeza al narcotráfico para que surjan siete en su lugar, agravando el problema en vez de resolverlo; sin embargo, la detención es un mensaje muy firme y serio de las intenciones de este Gobierno de reconstruir los controles verticales de los que hablaba hace poco en otro post acerca de Michoacán; es necesario recuperar la autoridad y la fuerza del Estado para imponer la obediencia a las leyes; falta mucho por hacer y esperemos que esto sea solo el principio.

2.- ¿Noche Mexicana en los Oscares?


Por supuesto que debe dar orgullo el que el Director mexicano Alfonso Cuarón haya ganado el premio Oscar de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de EUA al mejor Director por su filme Gravity, mismo que creo, debió haber ganado el premio a mejor película, aunque finalmente, las consideraciones políticas y sociales en torno al gran trauma de nuestro vecino del norte: la esclavitud, pesaron y llevaron al triunfo a 12 Años de Esclavo, donde también ganó un premio la belleza de ébano Lupina Nyongo, nacida en México pero forjada en Kenya e Inglaterra por su participación como actriz secundaria. Por Gravity ganó también el fotógrafo Emmanuel Lubenzky, mexicano formado en las aulas de la UNAM.
 
Sin embargo, no echemos las campanas al vuelo: los premios ganados por Cuarón en este año le pertenecen sólo a él, ese famoso "¡ganamos!" del mexicano cuando un compatriota gana algo es muy característico de su carácter, como el de la mosca posada sobre el buey que trabaja la tierra, le encanta decir: "andamos arando", pero si algo sale mal, la conjugación cambia a la tercera persona: "¡perdieron!". Además, solo representan su logro por un trabajo bien hecho en una película, no queda consagrado para siempre; si no, ¿alguien se acuerda de Michael Cimino? Ganó el Oscar en 1979 por la dirección de la excelente The Deer Hunter con la excelente actuación de Robert de Niro y la aparición de ese monstruo de talento llamado Christopher Walken, acerca del drama de los soldados que regresaban de Vietnam con severas secuelas psicológicas y físicas. Dos años después, Cimino desbarrancaría su carrera con Heaven's Gate, una película problemática desde la temática: sobre la Guerra del Condado de Dayton, Montana, librada a fines del siglo XIX entre terratenientes angloamericanos e inmigrantes de Europa Oriental sin propiedades.
 
Aparte que aquella contienda pertenece al ámbito de las miniguerras civiles que jalonaron la Historia de EUA en forma posterior a la Guerra de Secesión y que quieren ser olvidadas, la película se perdió en costos elevadísimos de escenarios y reconstrucción histórica a un detalle maniaco, pese a lo cual Cimino cometió un error estúpido gigante de meter la anacrónica presencia de una pista de patinaje sobre ruedas en el Estados Unidos rural decimonónico, como una concesión a la moda disco presente todavía en 1981, el filme fue un fracaso absoluto pese a sus indudables méritos y el trabajo actoral de Kris Kristofferson y del propio Walken, tras ello, Cimino desapareció de la escena literalmente y las superproducciones dejaron de verse en el austero cine de los ochenta, hasta que a partir de 1990, con los efectos digitales, se pudo economizar en costos de filmación.
 
Pero volviendo al tema: el triunfo actual de Cuarón, quien en adelante debe ser muy cuidadoso para mantenerse vigente y no ser un Cimino, no le pertenece a nadie más que a él, lo mismo en el caso de Lubensky; en el caso de Lupita Nyongo, es de verse que ella no se concibe como mexicana, sino africana, y no es para menos; donde ha labrado su carrera ha sido en la tierra de sus padres: Kenya y en Inglaterra, donde llevó a cabo sus estudios escénicos, pedirle o exigirle que mencione que lo hizo "por México" es injusto y propio de regímenes totalitarios, como en China, donde una patinadora de velocidad en las Olimpiadas de Vancouver en 2010, fue cuestionada por las autoridades y aún por la opinión pública de su país por no haber agradecido a la patria china y sí a sus padres... imagínense que así se le hubieran echado encima a Jared Leto o a Matthew McCounaghey por haber agradecido a la autora de sus días pero no haber dicho un God bless America... como si el Estado les hubiese ayudado en algo en su trabajo.
 
Y es que pensemos, ¿Lupita Nyongo, de haberse quedado en México, habría triunfado? El medio del espectáculo controlado por Televisa y TV Azteca nos presentan a puros criollos rubios o castaños, de ojos claros y blancos como ideal de belleza mexicana; a la joven actriz de origen africano le hubieran dado una patada o la hubieran presentado como algo exótico sin darle oportunidad de nada más. Cuarón, tiene talento, pero aquí, con ese clan de Gael García, Diego Luna, Susana Zabaleta, Jiménez Cacho, los Bichir y demás gente formada en los foros de Televisa y reconvertidos en snobs de poses izquierdistas no habría pasado de filmar mediocridades. Antonio Rodolfo Quintana, ¿habría logrado algo más allá de hacer dramones rancheros del "Cine de Oro" mexicano que sirvieron para justificar la imagen de país creada por la Revolución y el PRI? En cambio, como Anthony Quinn se volvió un ícono universal.
 
Mediocridades que se expresan en el hecho de que el mayor éxito fílmico nacional haya sido Eugenio Derbez... sin comentarios...

3 de marzo de 2014

RUSIA: EL REGRESO DE LA SUPERPOTENCIA


Y mientras el oso mecánico, en la cancha del estadio de Sochi soplaba para apagar al pebetero derramando lágrimas, el Camarada Presidente de Rusia Vladimir Vladimirovich Putin, con gesto hosco apenas podía ocultar que por dentro lo consumían las flamas de la ira, algo raro para un hombre entrenado para esconder las emociones y los sentimientos tras su eterna cara de jugador de poker y carácter más frío que las nieves de las cumbres del Cáucaso a cuyos pies se encuentra la ciudad de Sochi, sede de la justa olímpica que terminó siendo una gran victoria en lo deportivo y aparentemente en lo económico para el gigante eurasiático.

No es para menos, el derribo del Gobierno de Víctor Yankunovich en Kiev resultó un gran revés para Putin que apenas una semana antes parecía estar complacido ante un acuerdo logrado por aquel y los líderes de ciertos grupos opositores; recordemos que, en diciembre de 2013, la movilización callejera comenzó cuando el hoy derrocado mandatario firmaba un acuerdo con Moscú para lograr la unión aduanera, en un proceso que sin duda va encaminado a reconstruir, sobre nuevas bases, al Imperio Ruso, desmembrado en 1989-1991, tras las reformas de Mikhail Gorbachov y el lastimoso intento de golpe de Estado encabezado por Gennadi Yanayev y otros Comunistas de línea dura que terminaron por debilitar el control del Gobierno Federal Soviético y empoderó a los caciques locales. Tras 20 años, en parte de los ucranianos se ha generado un nacionalismo propio que carece de bases históricas y culturales reales más allá del resentimiento por el holodomor y las purgas de los tiempos de Stalin que les han convencido de la perversidad innata de Moscú y de los ex-Comunistas, hoy ocupantes del Gobierno, por lo que prefieren ligarse a la Unión Europea y lanzarse a la incertidumbre de las consecuencias que pueda generar dicha alianza que regresar al redil del águila bicéfala.

Tal parece que Putin subestimó a la Administración Obama, ésta, puede ser torpe y pudo haber cedido ante sus estrategias en Siria, pero también pudo aprender de sus errores; Putin pensó que tras revelar las comunicaciones entre el embajador estadounidense en Kiev y la Subsecretaria de Estado, el tinglado se desmoronaría y eso permitiría negociar a su aliado o virrey Yankunovich con los opositores. No fue así, al parecer, los norteamericanos azuzaron a sus aliados en la Plaza Maidán para que radicalizaran el movimiento aún más, se diesen prisa y con lujo de violencia ocupasen los edificios públicos, derribando a la administración filorrusa en cuestión de unos cuantos días.

Sin embargo, era muy pronto para dar por derrotado a Putin, quien sin duda, también debe temer que el Gobierno de EUA, que ha adoptado con Obama la estrategia de promotor del caos con tal de hundir a rivales u oponentes a los cada vez más frágiles designios imperiales de Washington, le aplique la misma receta al interior de Rusia, pretextando, por ejemplo, la corrupción en la organización y desarrollo de los Juegos, --algo que es clarísimo que se daría hasta en Noruega, pues todo este tipo de eventos es en realidad la oportunidad para que políticos y empresarios hagan negocio, olvidémonos de las utopías de Coubertain-- pero también era seguro que el ex-agente de la KGB buscó la manera de tornar las cosas de nueva cuenta a su favor, sin quedarse con los brazos cruzados y contando con el apoyo de toda la parte oriental y sur de Ucrania que es favorable a Rusia. ¿Apostará por la partición del país en dos y la absorción por Moscú de la parte que se manifieste leal y antieuropea?

Al parecer, Putin tenía previsto un escenario como el presente y está actuando en consecuencia; se ha aprobado por la Cámara Alta del Parlamento Ruso el uso de fuerzas militares fuera de las fronteras a fin de proteger la vida de los Rusos étnicos que habitan en Ucrania y constituyen la mayor parte de la población de Crimea, hay que recordar que dicha península pasó a depender administrativamente de Ucrania, entonces una entidad federativa más de la URSS, por decisión de Nikita Kruschev, entonces titular del Ejecutivo Soviético, que había nacido en la "Pequeña Rusia", cuando la península, desde su adición a los dominios moscovitas por Iván IV el Terrible, había pertenecido a la Rusia propiamente dicha. En las consideraciones de Kruschev había pesado el que se consideraba que la "Unión de todas las Rusias" era indisoluble y que el nacionalismo entre los ucranianos era inexistente, él mismo, al igual que su predecesor Stalin, que era georgiano, se sentía ruso y no había lugar a excesivos amores por el terruño, su decisión obraba en función de facilitar una administración inmediata desde Kiev y no desde la lejana Moscú sobre los importantes puertos del Mar Negro.
 
 
Ahora bien, lo que ocurre no es un producto de una conspiración en las sombras contra Rusia --esto lo digo por aquellos supuestos "tradis" conspiranóicos que ven en esto un ataque contra Moscú erguida en defensora de la Cristiandad, impulsado por Judíos, Masones y Anglosajones-- es algo que ya estaba planteado desde la caída del Muro de Berlín en 1989 y en el que existen numerosos intereses en juego: uno de los libros que más me ha impactado y que explica todo lo que estamos viendo tanto en Medio Oriente como en Europa Oriental es la obra del investigador de la UNAM Antonio Sánchez Pereira Geopolítica de la Expansión de la OTAN publicado en el año 2003 por la Editorial Plaza y Valdés, y que ya en otros artículos en este post he mencionado. Sin visiones metafísicas o proféticas, sino un simple estudio de la realidad política y económica a partir de 1989, el autor preveía que era de interés tanto para norteamericanos como para europeos el expandir tanto la Alianza Militar, cuya función, desde su origen ha sido "mantener a los norteamericanos dentro, a los alemanes abajo y a los rusos afuera" del continente, como la Unión Europea hacia el oriente, a fin de ejercer una contención permanente sobre Rusia y evitar un resurgimiento de su poderío imperial, mismo que desde 1815 ha sido temido por los Occidentales.

En términos similares, las obras escritas por el exasesor de Seguridad Nacional de Washington: Zbignieb Brezwinzky El Gran Tablero Mundial o el libro del ex-Canciller alemán Helmunt Schmidt Las Grandes Potencias del Futuro señalaban que una política de seguridad efectiva norteamericana y europea tenía que pasar por evitar una nueva expansión rusa. Todo esto se planteaba a plena luz del día y abiertamente, sin ambages ni dobles discursos, incluso se reconocía que la pérdida de Rusia de sus 14 provincias imperiales había servido para reducir su capacidad geopolítica y su acceso a recursos naturales importantes, entre ellos el petróleo y el gas natural, que en Ucrania tenían un importante punto de producción como de tránsito hacia el oeste.

Igualmente, se señalaba que el que buscaría un beneficio total con esto sería Alemania, que desde su reunificación ha buscado, liderada por la generación de los hijos de los vencidos --y resentidos sobre todo con la dominación rusa de la parte oriental del país-- volver a tener una oportunidad para la hegemonía sobre Europa, ahora sobre los terrenos económicos, cosa que aparentemente ha logrado: la expansión hacia el oriente y los Balcanes de la Unión Europea le ha permitido ganar a Berlín una serie de economías débiles a las que ha convertido en una especie de séquito de clientes: países a los que tiene sujetos con créditos y de los que obtiene tanto mano de obra barata como mercados cautivos: Croacia, República Checa, Eslovaquia, Grecia, Hungría, Eslovenia, Bosnia, Rumania, etc. Ninguno de estos países aporta una solución a la situación económica del bloque continental para el que constituyen verdaderos lastres con su subdesarrollo y escasa producción, pero para Alemania son bazas para el ejercicio de su poder sobre un mercado común que no .

Así que no es de extrañarse que de algún modo, la ex-República Soviética constituya una codiciada presa para los germanos, la situación económica de Ucrania evidentemente la colocará en una condición de sometimiento ante el bloque continental y en específico, de Alemania o instituciones financieras internacionales; para la Unión, la expansión hacia el este supone más economías débiles que mantener y subsidiar, pero para Alemania significa mercados cautivos, mano de obra barata y deudores.

Pero ante todo esto, Putin es un hombre inteligente y de liderazgo sobrado, y está demostrando que contrario a lo que se pensaba, esta en el momento de iniciar la reconstrucción del Imperio Ruso, es el momento propicio, mientras la crisis golpea al Latintzvo y este carece de líderes relevantes: No está ya Ronald Reagan, sino un mulato engrandecido por la propaganda que participa en campañas publicitarias frívolas contra la obesidad promovidas por su dominante y corrupta esposa, no está ya Juan Pablo II que desde la sede petrina impulsó a los europeos orientales a enfrentar con valor el aparentemente poderoso sistema comunista impuesto por Rusia, sino un demagogo de discurso hueco y sentimental, flexible hasta la cobardía. Ya no está una Gran Bretaña de Damas de Hierro, sino una anciana senil en el trono y un timorato indeciso en el 10 de Downing Street, no está un Mitterrand que pese a todo, era un símbolo de la Socialdemocracia, sino un hombre atribulado, dominado por sus pasiones sexuales y frivolidades en el Palacio del Elíseo, y en la ONU ya no hay un defensor del Derecho Internacional o valiente opositor a los intereses imperiales como U Thant o Pérez de Cuellar, sino un corrupto impulsor de aberraciones sexuales incapaz de darle seriedad a su trabajo.

No debe dudarse que los casos de Assange y Snowden hayan tenido impacto en la toma de decisiones del ocupante del Kremlin: las revelaciones hechas por ambos de información filtrada desde Washington debieron ser de un alcance poco conocido respecto a la fortaleza real del aparato militar norteamericano y las en realidad tirantes relaciones con los Gobiernos europeos; hace unos días, por otro lado, el Pentágono anunció la reducción del personal militar ante la falta de recursos económicos para mantener un ejército tan grande y en actividad permanente. La carencia de objetivos y organización clara además, propició el fracaso de las Primaveras Arabes en Medio Oriente, e hipotéticamente propiciaría el caos en Ucrania, se puede derribar un gobierno contrario a los intereses de Washington, pero no se puede establecer un nuevo régimen leal a estos al obrar impulsando tantas facciones que resultan ser rivales entre sí.
 
 
Ante este escenario, no es de extrañarse que en Ucrania ya van varias ciudades, más allá de la península de Crimea que enarbolan la bandera tricolor rusa en vez de la auriazur propia, y van cinco altos mandos militares y sus fuerzas, entre ellos el comandante en jefe de la Armada ucraniana, junto a toda la flota, que juran lealtad al gobierno de Crimea que no oculta la intención de pedir su anexión a Rusia, lo que demuestra la artificialidad del nacionalismo ucraniano y su carácter reciente. A pesar de las amenazas de la OTAN y advertencias de Washington, de excluir a Rusia del G8 --cuya inutilidad seguramente no le quita el sueño a Putin-- o de bloquear lazos comerciales, que tampoco le preocupan, cuando tiene como socios a mercados tan inmensos como China y la India, nadie moverá un dedo por Ucrania ni, yendo más allá, por Venezuela. De hacerlo, apuesto que los chinos, aliados de Moscú en este "asalto al poder" del BRIC que se está desarrollando en este 2014, congelarán créditos y fondos occidentales, mientras que Rusia cerraría el suministro de gas y petróleo a Europa.

Todo parece que Putin podría anexarse toda Ucrania, si no lo hace, será por una especie de pudor de actuar con políticas del siglo XVIII en pleno siglo XXI, pero ante el panorama actual, Moscú bien podría demostrarle al mundo que el orden mundial post 1945 "democrático" y "liberal" no tiene sentido ya, y se encuentra caducado; y que ahora, es el regreso de los imperios asiáticos masivos, del control territorial y el juego de alianzas y contralianzas.
La Superpotencia ha regresado, hace 20 años nadie lo habría pensado, pero hoy, Rusia ha vuelto y el Imperio se reconstruye; como una aplanadora a la que nadie se atreve a parar; la Guerra Fría no terminó con la caída de una pared, ha continuado y además, parece que Moscú va ganando.
 
Vivimos tiempos interesantes, sigamos atentos a ellos.