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30 de diciembre de 2013

BALANCE DEL 2013 II


1.- Brasil, el gigante con pies de barro:




2013 dejó claro que Brasil, pese a todos los avances que ha tenido en los últimos veinte años, sigue siendo el eslabón más débil de la cadena del BRIC, como se demostró con las multitudinarias y violentas jornadas de protestas en el marco de la Copa Confederaciones de la FIFA, justo a la víspera de la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud en Río de Janeiro y a un año del Campeonato Mundial de Fútbol y a tres de los Juegos Olímpicos a realizarse en la misma ciudad costera.

Y es que el gigante amazónico así como ha logrado convertirse en una potencia industrial, y ostenta una indudable supremacía militar en la parte sur del continente, e incluso ha sido capaz de demostrar, ante Estados Unidos una capacidad diplomática y política suficiente para obligar al decadente coloso del norte a tratarlo como igual también muestra que su recién adquirido poderío descansa todavía sobre bases endebles: una gran parte de la población sumida todavía en la pobreza, carente de servicios básicos y una clase política extraordinariamente corrupta y demagógica.

Sin embargo, Brasil sí demuestra una evolución en su sociedad: ésta ya se encuentra más informada, tiene una escolaridad más amplia y alta y un mayor acceso a los medios que le permite estar enterada de lo que acontece y formar su opinión al respecto; por ello, si antes el fútbol era la droga que permitía a las autoridades brasileñas el dormir a los cariocas hipnotizándolos con las vueltas de una pelota entre los pies de los otrora invencibles jugadores verdeamarelos, hoy sin embargo, el encanto se ha ido y el brasileño promedio sabe que existen cosas más importantes que las presuntas hazañas deportivas de un jugador mediocre pero sobrevaluado como Neymar, empezando por el costo del pan que día con día debe llevar a la mesa de su familia, o la posibilidad de acceder a servicios de salud en el caso de sufrir alguna enfermedad grave, o que, ante la llegada de nuevas inversiones y nuevas posibilidades de trabajo se mejore la educación para que sus hijos puedan obtener un mejor trabajo en el futuro, y por supuesto que prefiere que el Estado gaste en la construcción de escuelas y hospitales y en mejorar la cobertura y la calidad de ambos servicios, o en el transporte público, que en organizar fastuosos eventos "religiosos" --que terminaron siendo un evento de autopromoción para el recién elegido pontífice y escenario de sus primeras demagogias y desatinos-- o deportivos sobre los que gravita el fantasma del desastre griego (y del endeudamiento de Jalisco tras nuestra fiestecita panamericana) y en los que se ve un despilfarro de dinero que los políticos aprovechan para embolsarse cantidades astronómicas.

¿Qué sucederá ahora en 2014? el dúo Lula-Dilma (en la foto) que parece haberse constituido como una copia tropicalizada del támdem Putin-Medvedev tendrá en el próximo año el reto de afrontar la Copa del Mundo, en la que el seleccionado brasileño está obligado a ganar como un último intento de anestesiar las justas exigencias del pueblo por gozar de la recién adquirida prosperidad del país amazónico y que esto no quede como privilegio exclusivo de los políticos partidistas.

2.- La Iglesia Católica: ¿al borde del cisma?


El 2013 fue para la Iglesia Católica el año en que culminó la Crisis del post-Concilio Vaticano II y la aplicación de sus reformas, mismas que desataron una serie de problemas que, no es que antes no se presentaran, sino que después se hicieron mucho más agudos y llegaron ya no solo a ser problemas de disciplina eclesiástica o de divergencias teológicas y heterodoxias que eran condenadas y separadas del cuerpo principal del dogma, sino que esas mismas heterodoxias pasaron a formar parte de las ideas aceptadas en el seno de la doctrina católica, y esta postura, tiene en Francisco I, antes Jorge Mario Bergoglio, su máxima expresión, pues ha alcanzado el solio de San Pedro.

Sí, hace 100 años poco más o menos, San Pío X denunció al Modernismo como la más poderosa herejía surgida tras los movimientos revolucionarios y cambios ideológicos de los siglos XVIII y XIX, el Papa Sarto señaló atinadamente que la Iglesia no podía cambiar su doctrina moral, su postura frente a la idea de la Democracia Representativa, o frente a las doctrinas económicas materialistas del Liberalismo y el Comunismo, ni siquiera cambiar su tradición litúrgica, de hacerlo, sería poner entre dicho la eternidad del mensaje de Cristo para convertirlo en una ideología más, capaz de ser adaptada o cambiada de acuerdo con los tiempos y las circunstancias.

En cierta forma, el Concilio pareció haberle dado la razón al Modernismo y derrotado la posición de San Pío X, el largo pontificado de Juan Pablo II, por otro lado, intentó ser una síntesis entre ambas posturas, mas el caos se desató peor; Benedicto XVI, por su parte, pareció encarnar una posición restauracionista, tanto en los terrenos litúrgicos, como lo atestigua el motu proprio Summorum Pontifficum, como en su afán por limpiar al clero de los escándalos de pederastia o de corrupción, y también en su búsqueda de combatir y denunciar los males del mundo actual: homosexualismo, degradación de la vida humana, el radicalismo islámico, persecución contra los cristianos, etc. Claro, aquello le mereció el repudio de los grandes intereses políticos y económicos en el mundo occidental, así como la persecución mediática que atacaba diariamente al pontífice alemán, generando una imagen negativa del Papa Ratzinger, presionado por todos lados, atacado y abandonado por la curia y buena parte del clero, muy probablemente Benedicto XVI fue obligado a renunciar en febrero de este año que termina y es que, tal y como Mario Vargas Llosa lo decía en un artículo que escribió, increíblemente defendiendo al pontífice germano, al ser un connotado progresista liberal, Joseph Ratzinger era "el hombre que estorbaba" con su conciencia moral para la labor de autodestrucción del Mundo Occidental, otrora cristiano.

En su lugar, los cardenales electores seleccionaron a Jorge Mario Bergoglio, Arzobispo de Buenos Aires, y creo que han conseguido lo que buscaron con su elección: Francisco I no es más que un demagogo que le dice a la gente y a los medios, aquello que quieren oír y da la imagen del Papado que los medios anticlericales siempre han querido ver; no creo que el actual Papa, --sobre quien tengo dudas respecto a su legitimidad, más si la renuncia de Benedicto se debió a coacción ejercida sobre él-- tenga necesariamente la intención de ser un hereje, lo que sí tiene, es la intención de quedar bien con todo el mundo: un discurso ambiguo en lo moral que evita señalar en forma directa los males que denunciaba su antecesor, el "pobrismo" como bandera y una imagen de un Papa sin ornamentos, sin "fastuosidades" como despectivamente --y con plena ignorancia-- lo señala el periodista Guillermo Ruiz-Healy, ateo y liberal de derechas declarado. Le está dando al "Lobby Gay" a los medios masivos de comunicación, políticos, sionistas, islamistas radicales y demás por su lado respectivo cuando le conviene, y así desvía los tiros.

No en balde muchas publicaciones, como la revista Time lo nombran como "el Hombre del Año", la revista de moda masculina Esquire hace lo propio y revistas homosexuales igualmente lo colocan como tal gracias a su presunta aceptación de sus prácticas. Todos ellos festejan el ver a un Papa que parece no comprometerse con nada, carecer de convicciones personales y de firmeza para defender la doctrina de la Iglesia, convirtiéndola en una mera organización filantrópica y que practica unos ritos vacíos, huecos, sin ser un factor real de decisión y de influencia en la sociedad, para el fiel católico promedio, poco formado, ignorante y más preocupado por cosas mundanas, Francisco es el "Papa light" que tanto había esperado y le parece fenomenal, con su discurso devaluado y propio del motivador tipo Paulo Coelho o Carlos Cuauhtémoc Sánchez, así no tendrán una voz que les reclame su actuar más allá de las típicas diatribas por la justicia social que pueden escuchar de cualquier candidato en campaña.

Ante esto, cada vez son más las voces críticas en el seno de la Iglesia que se pronuncian en forma crítica contra el papado de Francisco I, y defienden la postura doctrinaria inmutable de la Iglesia en 2000 años y ponen en evidencia las palabras huecas de la exhortación apostólica Evangelii Guadium, como un documento vacío y demagógico, propio del típico político sudamericano y en particular, peronista. También está el júbilo de los Modernistas que desean hasta la abolición del Papado y la conversión del apostolado de la Iglesia en una labor por la Revolución social de tintes izquierdistas y "progresistas", y los Neoconservadores, que se engañan a sí mismos, creyendo que Francisco es un continuador de Juan Pablo II y Benedicto XVI y le justifican todo.

Así, los ingredientes están servidos para el caldo de cultivo de una gran división en el seno de la Iglesia, hasta quizá un cisma... el 2014 será crucial para ello, para los que somos creyentes, no nos queda más que orar.

3.- Rusia e Irán, los vencedores del año:


Mientras en el mundo del revés Uruguay es catalogado como el "país del año" en estos tiempos en que por "libertad" se entiende que la persona sea capaz de todo lo nocivo en los terrenos del sexo y las drogas, y no aquello que lleva hacia la virtud, la realidad es que el país que obtuvo más logros este 2013 fue Rusia, según ya lo narrábamos en el post anterior, finalmente, logró victorias estratégicas al demostrar todo el esquema de espionaje de EUA gracias a la labor de Julian Assange y Wikileaks, primero y de Edward Snowden después y sus revelaciones, lo que ha demostrado también la enorme debilidad del aparato de seguridad de Washington, de igual forma que al evitar la intervención armada norteamericana en Siria llevó a diluir la influencia de la todavía súperpotencia en Medio Oriente y a fortalecer a Irán, su aliado regional al mantener en el poder a Bashar el Assad y lograr el distanciamiento entre EUA y las monarquías árabes del Golfo Pérsico, así como poner a Israel en un dilema histórico de apoyar los proyectos de países enemigos y el fundamentalismo islámico o permitir el crecimiento de Irán como gran poder en la región.

En estos finales días del año, el panorama le fue ensombrecido a Putin con los atentados en Volgogrado, antes Stalingrado, al parecer perpetrados por grupos islamistas vinculados a Al Qaeda, --y quién sabe si apoyados por EUA-- no podemos negar que la respuesta será contundente, y le plasma al poderoso Presidente Ruso el reto del 2014, en el que la ciudad caucásica de Sochi será sede de los Juegos Olímpicos de Invierno en febrero próximo, lo que será un desafío por su cercanía a Chechenia y el Daguestán, regiones de mayoría de población islámica y de alientos separatistas y de impulso a la idea de la reconstrucción del Imperio o Califato Musulmán, no olvidemos que de ahí salieron los perpetradores del atentado al maratón de Boston hace unos meses.

Putin, igualmente, habrá de plantearse qué hará con el problema de su sucesión y de un resurgimiento ruso que parece descansar casi totalmente en su rol personal como líder. Pero de lo que podemos estar seguros que es lo suficientemente astuto para darle solución a estas situaciones.


En cuanto a Irán, tuvo un año electoral que determinó el relevo en el Poder Ejecutivo de Mahmoud Ahnmadinejhad por Hassan Rohani, consolidándose su papel como gran potencia regional, algo que ya habíamos comentado anteriormente, pero además, tal parece que Irán consolida su posición que tanto temen sus rivales regionales como Israel y las monarquías árabes, constituyendo una alianza de facto, a la que algunos analistas llaman "Arco de Seguridad" y a la que podría unirse Egipto dado el descontento del reinstalado régimen militar tras el derrocamiento que los islamistas, apoyados por EUA y dichas monarquías hicieran de Mubarak y el poder militar presente en El Cairo desde los años 50...

...todo ello, en las mismas líneas naturales de expansión que ha tenido el poder Persa desde el siglo VI a.C. Veamos qué ocurre en el 2014.

4.- China: el dragón sigue en ascenso:


Aunque China ha disminuido su ritmo de crecimiento de la economía, lo importante es que ésta sigue creciendo, y que no se detiene, y la tan cacareada y profetizada catástrofe económica del Celeste Imperio parece en realidad, lejos de producirse, para desánimo de los Occidentales que quisieran ver una vuelta a la "normalidad" con el predominio de EUA y Europa en el terreno económico.

China también tuvo un relevo del poder, con la llegada a la Presidencia de Xi Jinping, un hombre consciente de la importancia del "poder blando" como lo atestigua el papel de su esposa, la popular cantante y General de Brigada Peng Liyuan, quien ha roto con los estereotipos de las esposas de los políticos chinos.

Xi está decidido a continuar con los procesos de reformas iniciados desde los años 70, ahora, liberaliza la política antinatalista e incentiva más la inversión privada nacional: en este año, China creó 13 millones de nuevos empleos, mientras que países como Francia o EUA han destruido más puestos de trabajo.
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No me queda más que agradecer nuevamente la atención a este Blog a todos mis lectores en este accidentado 2013, esperar que hayan pasado una muy feliz Navidad en compañía de sus seres queridos y desearles un maravilloso 2014 en que las bendiciones de Dios estén con Ustedes. El próximo año se cumplirá el centenario del estallido de la Primera Guerra Mundial, por lo que esperen en este espacio una serie de artículos especiales sobre la que quizá ha sido la más importante contienda armada de toda la Historia.

Aquí nos estaremos leyendo. 

28 de diciembre de 2013

BALANCE DEL 2013 I

Al terminar este año tan agitado, podemos hacer un balance de todo lo que ha acontecido y cómo ha evolucionado la situación en México y otros países, no quisiera sonar como lo hacía el periodista Abraham Zabludovski, que cada fin de año, (hasta su salida de Televisa en 1996) hacía un balance de lo acontecido cada año, con un tono irónico y sarcástico, que llegaba hasta parecer que nos profetizaba el Apocalipsis para el año siguiente, sin embargo, creo que los acontecimientos están evolucionando hacia una situación bastante difícil, y tiene que ser así, estamos justo en el proceso de cambio en el equilibrio de poder mundial y el mismo no será pacífico ni suave, todos lo sentiremos.
Pero veamos lo que ha acontecido y tratemos de hacer conjeturas sobre lo que se viene:


1.- México, el año de las reformas:
El 2013 fue el año en que el Gobierno del retorno del PRI al poder en la persona de Enrique Peña Nieto inició la implementación de un plan de reformas bastante ambicioso en algunos aspectos, que se queda corto en otros y no exento de problemas.

No fue para menos: Peña decidió dos reformas fundamentales: la educativa y la energética, ambas iban a tocar intereses inveterados de grupos muy poderosos que habían crecido a la sombra del status quo creado desde los años inmediatos a la Revolución, y bajo el régimen del propio PRI en el pasado: por un lado, los docentes, que fueron siempre considerados una elite privilegiada, con el sindicato más grande del país y con un enorme peso electoral. Evidentemente, una reforma que toca dichos privilegios iba a amenazar con sacar a muchos de su zona de confort y la reacción iba a ser fuerte, lo mismo en el caso de los recursos petroleros, una reforma que permitiese la inversión de capitales privados toca los dogmas ideológicos sobre los que se construyó el sistema político actual y bajo el que se han construido los grandes partidos políticos y tendencias en México, tanto a la Izquierda como a la Derecha, por supuesto, ha sido la Izquierda, construida con los viejos "dinosaurios" del PRI que toda su vida han usufructuado del "Nacionalismo Revolucionario" como el mismísimo hijo del General Cárdenas: el Ingeniero Cuauhtémoc.

Sin embargo, los dos grandes errores de Peña han sido, por un lado: no saber responder con contundencia y autoridad ante las reacciones en contra de las reformas que han sido violentas y destructivas, como lo demuestra la oleada de protestas de la CNTE o las movilizaciones "por la defensa del petróleo" a las que ha convocado la Izquierda, ni ha mejorado la situación en Michoacán, Guerrero y Oaxaca, donde parece que el Estado es ya fallido y los carteles del Narcotráfico y los grupos políticos controlados por caciques ejercen el poder de hecho, por otro lado, el gran error ha sido haberse dejado encorsetar y extorsionar por los partidos opositores, como el PAN y el PRD mediante el "Pacto por México" que terminó por reventar, ciertamente, habíamos dicho que al no haber obtenido la mayoría en el Congreso, el PRI tendría que buscar el acuerdo con los otros dos grandes partidos para sacar el programa de reformas; el Pacto fue un muy laxo remedo de gobierno de coalición que no brindó todos los frutos que se esperaba y permitió tanto a la Izquierda, como al partido pseudoconservador imponer algunos puntos de sus agendas que han quedado como grandes desatinos del primer año de la administración Peña, como fue la mal llamada "reforma fiscal" que en realidad es un aumento de impuestos sobre los contribuyentes cautivos --la clase media-- y que castiga los ingresos y la productividad, sin tocar a todos aquellos grupos privilegiados de facto como es el cada vez mayor sector de la economía informal ni generar un verdadero federalismo fiscal.

Igualmente, el PAN obtuvo de Peña una reforma electoral que no es más que un verdadero galimatías que crea un Instituto Nacional de Elecciones junto al que subsisten los institutos electorales estatales, se crean las candidaturas independientes y se permite la reelección consecutiva de los legisladores. Esto no aminora los costos del carísimo sistema electoral mexicano, al contrario, los aumenta, y sin duda, permitirá más la creación y consolidación de cacicazgos y corruptelas en el seno del Poder Legislativo, habrá que ver qué sucede a partir de los procesos electorales locales en 2014 y toda la pelea para la designación y conformación del nuevo instituto, para muchos, un verdadero elefante blanco.

Ahora veremos qué sucede en el segundo año del gobierno de Peña Nieto: las consecuencias de la pesada legislación fiscal inspirada infructuosamente por la Izquierda, ya que el presidente no obtuvo el apoyo del PRD y los otros partidos de dicha corriente para el resto de sus reformas, sino que, al contrario, su oposición ahora es mayor y es evidente su complicidad con los vandalismos y los movimientos anarquistas y violentos a los que el gobierno no ha respondido; y el apoyo dado por el PAN a la reforma energética a cambio de la reforma electoral no es de fiar. Peña, en lo personal, tiene un reto monumental: o retoma el ejercicio de la autoridad y puede conducir a México a una nueva etapa de gran desarrollo o deja que el país se le deshaga entre las manos si continúa con una actitud timorata y cobarde que no tolerante, ante el caos provocado por las mafias y las Izquierdas.

2.- Estados Unidos: Annus Horribilis



Sin duda el gran perdedor del 2013 fue Estados Unidos, que en este año, el primero del segundo mandato de Barry Soetoro/Barack Obama, se vio derrotado en diversos frentes:


  • La economía no levanta, se mantiene estancada, no hay creación  de empleos y los capitales huyen, y la única forma de mantener funcionando a la economía y al Gobierno Federal es mediante el endeudamiento público con el exterior.
  • La polarización política entre Republicanos y Demócratas es cada vez mayor.
  • El escándalo de Edward Snowden, hábilmente utilizado por Rusia y sus aliados permitió desnudar el paranóico sistema de seguridad desplegado por los norteamericanos desde el año 2001 y fortalecido por el Premio Nobel de la Paz, mostrando cómo el mismo vulnera los derechos fundamentales de los estadounidenses y la soberanía nacional de muchos países, lo que incluso llevó a tensar las relaciones con aliados cercanos: Alemania o Ingleterra, principalmente.
  • Tras la muerte de Chávez se consolidó la pérdida de influencia en el Cono Sur, Nicolás Maduro pudo llegar a la Presidencia de Venezuela y la influencia rusa, iraní y china se hace firme en Sudamérica.
  • Se ha distanciado de su aliado tradicional en el Medio Oriente: Israel y se convirtió en un comparsa de los intereses de las monarquías árabes del Golfo Pérsico que le llevó a patrocinar las Primaveras Arabes que desembocaron en un desastre al llevar a los fundamentalistas islámico-sunnitas al poder y de ahí a situaciones de anarquía como en Egipto o Libia, perdiendo una enorme cuota de credibilidad y destruyendo el prestigio de Obama en lo personal.
  • Al borde de un conflicto que amenazaba con ser global en Siria, las intenciones bélicas de Obama le llevaron a roces con la cúpula militar, mientras que,al final, debió ceder ante Rusia e Irán, que quedaron a cargo del Medio Oriente.
  • Irán logró arrancarle a EUA un ventajoso acuerdo para continuar con su programa nuclear y levantar las sanciones económicas que Occidente ha implantado en contra de la potencia persa.
  • El Obamacare se convirtió en un enorme fiasco que resultó ser incosteable y perjudicar los seguros médicos contratados por gran parte de la población, además de una pésima administración.
  • Al no acudir a la Guerra en Siria y el acercamiento a Irán, las relaciones entre EUA y las monarquías árabes se tensionaron a grado tal que ahora Arabia Saudita, y también Turquía --que se había unido a la alianza antipersa,-- evalúan sus relaciones con EUA y busquen un camino propio para lograr sus intereses.
Así fue la serie de fracasos internos y externos de la política norteamericana; ¿qué sucederá ahora? ¿podrá la administración de Obama cambiar las cosas y propiciar alguna reconstrucción económica y política de EUA? Las potencias rivales van a ejercer presión como nunca y cada vez mayor, pero aún así, EUA no cede en sus ambiciones militares y mantiene todavía la supremacía de su poder "blando" (cultural) ¿cuánto tiempo permanecerá así? ya lo veremos. Por lo pronto, la percepción mundial es que su poderío se ha visto socavado bastante en los últimos años y no hay la impresión de que vaya a darse una reacción a la inversa.

3.- Sudamérica: el auge del populismo


En Sudamérica, el desvanecimiento de la influencia estadounidense se ha traducido en el establecimiento de regímenes de tinte Izquierdista, populistas y autoritarios que gravitan bajo la influencia de Moscú, Teherán, Pekín y Brasilia, caso aparte es el de Uruguay, donde José Mujica ha construido un régimen basado en una demagogia sustentada en el "pobrismo" y la apariencia "humilde" de su persona --misma que parece la receta de otro gran demagogo de la región: Bergoglio-- para servir de instrumento a la experimentación con la reingeniería social "progresista" en su país: legalización del aborto, del homosexualismo y de la marihuana, lo que le ha valido elogios de los medios masivos de comunicación sustentados por los poderosos intereses que han influido en su política y se benefician económicamente de los vicios que ahora son casi obligatorios por Ley promulgada por un hombre de perverso pasado guerrillero y de ahora aparente benevolencia paternal.

Pero en el caso de Venezuela, tenemos que la misteriosa muerte de Chávez (sigo sin tragarme lo del cáncer, más bien creo que intentó salirse del redil impuesto por los BRIC y los Castro ejecutaron su eliminación) llevó al poder a Nicolás Maduro quien ha ejercido el poder con una peligrosa y terrible mezcla de locura, ignorancia, ineptitud y maldad para con las clases productivas de su país y un populismo desbocado que le ha granjeado el apoyo incondicional de los pobres que ven en su pobreza no un mal y una condición a ser superada, sino un bien que debe perpetuarse, mientras la economía nacional se hunde y el régimen es una especie de show cómico, entre tanto, Maduro puede estar seguro en el poder, mientras siga siendo útil a Putin y a Teherán, nadie podrá amenazarle, y si no, ahí están los Tupolev TU-60 "White Swan" cargados con misiles nucleares y el acorazado Pedro el Grande que llegan ahora con frecuencia al país caribeño para recordar a los venezolanos que Maduro tiene un muy poderoso valedor en el Kremlin y su deber es aguantarse mientras son peones de un apasionante Juego de Tronos global.

En Ecuador, Rafael Correa sigue siendo un firme aliado de la Venezuela bolivariana, pero se aleja del ejemplo chavista y parece seguir los derroteros del líder del bando y así, siguiendo la línea de Putin, parece iniciar un proceso de reconstrucción moral y espiritual de la sociedad, no en balde, el mandatario ecuatoriano, aunque marxistoide, tuvo una fuerte formación católica en Bélgica, aunque en los tormentosos y erráticos pasos de la Teología de la Liberación.

Argentina se precipita en el caos que ha propiciado el propio régimen de Cristina Fernández de Kirchner al desatar el odio entre clases sociales y el estancamiento con sus desaciertos económicos: saqueos y violencia son el saldo, la corrupción campea y el nepotismo se hace presente con el rumor de que será el heredero de la dinastía: Máximo Kirchner, quien asumirá el mando de la Casa Rosada el próximo año.

Chile, entre tanto, se suicida con el retorno al Palacio de la Moneda de una Michelle Bachelet radicalizada y contagiada de chavismo mezclado con ideología de género y "progresismo total", llevada a la reelección por una juventud que, producto de los largos años de prosperidad construidos en la Dictadura Militar y los primeros tiempos de la restauración democrática por la Concertación, que se aprovechó de lo hecho por el General Pinochet, al cual no solo no le agradeció lo hecho, sino atacó e intentó encarcelar, jamás se ha esforzado por conseguir nada ni ha sufrido las privaciones del pasado, pero se manifiesta insatisfecha como cualquier adolescente caprichudo, sin saber porqué realmente, como se revela de las incoherentes explicaciones que para el descontento juvenil dio Nicolás Copano un niño mimado convertido en polemista mediante el You Tube en Chile, cuando en el 2012 fue entrevistado en el marco de la Feria Internacional del Libro aquí en Guadalajara, México. Pronto, Bachelet prohibirá la educación privada para imponer la educación por parte del Estado, para adoctrinar a las futuras generaciones en el más rancio de los marxismos y las aberraciones morales más refinadas, preparando el camino al monstruo que se gesta que es Camila Vallejo, la joven y hermosa "princesa de las barricadas" en la que se vislumbra una ambición desbocada por el poder absoluto y cuyo ascenso inicia con su elección como legisladora. 

Solo me atrevo a decir que llegará el día en que los chilenos se arrepentirán de lo que ellos mismos propiciaron destruir.

Dejémoslo aquí, en el próximo post hablaremos del caso de Brasil, un verdadero gigante con pies de barro, y los victoriosos: Rusia e Irán, aunque de ellos he hablado ya anteriormente.

22 de diciembre de 2013

RUSIA Y UCRANIA, AMORES Y ODIOS AL CONSTRUIR UN IMPERIO


En el post anterior señalábamos que despedíamos en Mandela a uno de los últimos grandes caudillos del siglo XX, pues bien, en estos mismos días estamos viendo en acción al primer gran líder del siglo XXI que es nuestro ya viejo conocido Vladimir Vladimirovich Putin. ¿Qué es lo que lo diferencia de los otros dirigentes que ostentan actualmente el poder? Es algo que va más allá de la construcción  mercadológica y propagandista que está detrás de Francisco I o de Obama y que encubre la realidad de liderazgos huecos, cuando no nocivos, o de personalidades débiles a quienes las circunstancias han hecho parecer relevantes como es el caso de Angela Merkel, ni siquiera es que Putin muestre una fina educación y un gran respeto por los protocolos y las formas, ni su personalidad "jamesbondesca", no, no es solo eso. 

La clave del liderazgo de Putin radica en su capacidad para contemplar el panorama político actual y obrar en consecuencia, en saber identificar y aprovechar las debilidades de sus adversarios y ocultar las propias, y sobre todo, en que tiene una pasmosa claridad de objetivos y una conciencia de su responsabilidad histórica para el desarrollo subsecuente de Rusia, para una reconstrucción de ese gigantesco imperio euroasiático que en sus dos anteriores encarnaciones: la Rusia Imperial del siglo XVIII a 1917 y la Unión Soviética de 1917 a 1992, hacía temblar al mundo por su gran riqueza en recursos naturales y humanos, así como su ingente capacidad militar.

A diferencia de Clausewitz, que nos dice que la Guerra es "la continuación de la política por otros medios", Putin parece estar librando una guerra con medios políticos y económicos, y en esto está siendo claramente superior a sus rivales del Mundo Occidental: EUA y Europa, además de que parece haber tomado en sus manos el liderazgo del bloque de potencias emergentes, el BRICS (Brasil, Rusia, India, Sudáfrica) y su cada vez mayor cauda de aliados entre aquellos países que cada vez tienen un mayor peso económico, pero también político y militar: Irán, Turquía, Indonesia, Malasia, el "Eje Bolivariano" en América del Sur, y que ven en las potencias occidentales el obstáculo a vencer para obtener posiciones de poder en el futuro. Rusia claramente busca ser una de las potencias rectoras del nuevo orden que surja tras la cada vez más previsible caída de Estados Unidos y Occidente entero. 

Pero mucho de este objetivo pasa por recuperar el control completo de Eurasia: tras la independencia de las Repúblicas Soviéticas, Rusia quedó reducida a las fronteras que más o menos poseía al reinar Pedro el Grande a inicios del siglo XVIII, esto significó un retroceso de 300 años y una gran pérdida de recursos demográficos y naturales y de capacidad para incidir tanto sobre Europa como en Asia. Lo que es más, Rusia se vio alejada de su corazón o zona donde comenzó su Historia, que no es otra que Ucrania...

El origen de Rusia se encuentra en Kiev, la capital de la actual Ucrania. Cuando Riurik, un jefe vikingo sueco o varego remontó el Volga, fue convocado por los eslavos para que reinara sobre ellos; sin embargo, ante el igualitarismo y comunitarismo eslavo, Riurik no osó en tomar la corona real, sino se limitó a tomar el título de Veliki Kniaz "Gran Duque" o "Gran Príncipe" sólo para refrendar su carácter de primus inter pares con los nobles locales o boyardi con los que debía formar consejo. Riurik, asentado en Novgorod, ciudad que fundó, extendió su autoridad por toda la cuenca del Volga y otros ríos hasta llegar al Mar Negro, y sobre la pequeña ciudad eslava de Kiev, a la que su hijo Oleg, trasladó su gobierno, utilizando como emblema, para recordar su origen de una familia de marinos, la estilizada figura de un tridente, quizá adoptado del Poseidón de los Griegos que habían habitado la península de Crimea, en la época provincia del Imperio Romano Oriental con el nombre de Quersoneso Táurico.

Debido a la práctica escandinava de repartir las herencias entre los hijos, la Rus de Kiev se fragmentó en múltiples estados, pronto Novgorod tomó la hegemonía sobre ese conglomerado de principados gobernados todos por miembros de la familia Riurikovich y todos con una conciencia nacional definida por el eslavismo y la religión cristiana ortodoxa que les definía como "Rusos", y después sería Moscú quien tomaría la supremacía y buscaría la unificación de todos los pequeños ducados en un Estado centralizado y poderoso, retomando la herencia de Roma, surgiría el Zarismo. Por avatares de la Historia, la región donde se encontraba Kiev se convirtió posteriormente en una zona limítrofe entre la Europa Occidental, Católica, y el poderoso Imperio Mongol al Oriente y en Crimea, de ahí que, en ruso, se le empezara a llamar a la región Ukraíyna, que quiere decir en ruso: "la frontera", para el siglo XVI, las llanuras ucranianas eran una zona de conflicto y de encuentro como el Oeste Norteamericano del siglo XIX: los eslavos habían adoptado una vida seminómada y constituido una sociedad guerrera y tribal: los Cosacos, que defendían la frontera sur del naciente Imperio Ruso, al este, el todavía poderoso peligro mongol de la Horda de Oro y los tártaros de Crimea, y al sur, la presencia de dos grandes imperios islámicos: los Otomanos y la Persia de los Safávidas, al oeste, Polonia y Lituania habían extendido su dominio y habían logrado la conversión al catolicismo de una gran parte de la población eslava, a estos rusos católicos se les conocía, por una latinización del gentilicio "ruso" en lenguas escandinavas: ruotsi, como Rutenos. Así, todo lo que ahora es Ucrania, era una especie de "Tierra de nadie" donde la naciente potencia rusa, liderada por los zares Iván III, Basilio II e Iván IV "el Terrible", iniciaron la expansión de su Imperio.

El idioma ucraniano, en realidad, no existe, es la misma lengua rusa con diferencias dialectales; el "ucraniano" que se habla en Kiev es tan diferente del ruso moscovita como el español que se habla en Madrid al que se habla en la Ciudad de México, a pesar de las diferencias de expresiones regionales, modismos, pronunciaciones y demás, no son lenguas distintas, sino variantes de la misma y los hablantes de una y otra pueden entenderse entre sí, sin embargo, la propaganda nacionalista e internacional difunde que son dos lenguas eslavas diferentes, pero pasa como con el Serbo-Croata en Yugoslavia: Serbios y Croatas hablan la misma lengua, pero se distinguen en que los primeros lo escriben en alfabeto cirílico, recordatorio de su evangelización por la Iglesia Bizantina, y los segundos, en alfabeto latino tras haber sido evangelizados por clérigos germánicos de formación romana.

Ucrania, después de las conquistas del violento y genocida Iván IV se volvió parte íntegra de Rusia sin que hubiera un sentimiento de separatismo o de identidad propia diferente a la de los Moscovitas: Ucrania era el origen de Rusia, no era una nación diferente, era la raíz de la nación, y muchos ucranianos llegaron a altos puestos de la Iglesia, el ejército y el Estado bajo los últimos Riurikovich y después en el Imperio de los Romanov, aunque se recuerda la actuación del Hetman cosaco Mazeppa a favor del sueco Carlos XII en contra del autoritarismo de Pedro el Grande, y cuyas gestas fueron cantadas por Lord Byron.

Pero ¿de dónde surge el nacionalismo Ucraniano? ¿Porqué en las semanas pasadas pudimos ver en las calles de Kiev manifestaciones de la gente en contra de Moscú y a favor de unirse a la alicaída Unión Europea? El origen estuvo en la política de otro genocida: Iosif Vissarionovich Dugazhivilli Stalin.

Ucrania fue uno de los principales focos opositores a la Revolución Comunista de 1917, aunque varios de los dirigentes Bolcheviques provenían de ahí, como Nikita Kruschev, por ejemplo; sin embargo, las tribus cosacas ucranianas fueron defensoras de la corona de Nicolás II, y además, Ucrania era la zona agrícola más rica de todo el Imperio Ruso. Stalin, entre tanto, durante los años 30, necesitaba en sus planes de modernización de Rusia, de grandes recursos para pagar los créditos que potencias occidentales le otorgaban, como EUA, para la industrialización del país, al cual el dictador de origen Georgiano buscó y logró, sacar de la Edad Media y meter en la era atómica... Stalin, temeroso por un lado de que surgiera en Ucrania algún levantamiento en contra del Gobierno Soviético, y su posible alianza con alguna potencia rival, como la Alemania Nazi, y necesitado de recursos que vender al extranjero para pagar los enormes proyectos de infraestructura que realizaba, decidió matar dos pájaros de un tiro sin importar el costo humano: decidió incautar la mayor parte de la producción de cereales ucraniana y darla a los inversionistas extranjeros como pago por sus construcciones y proyectos que realizaban.


Lo que se produjo fue la llamada holodomor o "matar por hambre" en ruso-ucraniano, que llevó la vida de un millón  a siete millones de personas. (La incertidumbre del dato es parte de la cortina de mentiras del régimen comunista) De esta forma, el sanguinario dictador cegó toda posible rebelión en la región en su contra y vendió los cereales para obtener el dinero para pagar la instalación de fabricas y la construcción de presas y ferrocarriles en el Imperio. Sin embargo, esto terminó por romper el sentimiento de hermandad e identidad entre moscovitas y kievanos, y estos últimos empezaron a plantearse el separarse de Rusia para obtener libertad que la veían cumplirse en Europa Occidental; no en balde, y a pesar de la resistencia que las tropas de Hitler encontraron en Kiev de parte del ejército soviético, en Ucrania encontraron también muchos apoyos al considerarlos como libertadores, que se saldaron después con terribles dosis de la represión estalinista en los años de posguerra. Aun así, el régimen soviético llegó a favorecer a Ucrania, como hizo Nikita Kruschev al asumir la presidencia de la Rusia comunista, le entregó a su terruño local la península de Crimea, que desde Iván IV había sido parte de la Rusia propiamente dicha.

Así, para 1991 y tras el desastre que representaron las reformas de Gorbachov que desembocaron en el intento de golpe de estado de agosto de ese año y la disolución final del Gobierno federal Soviético en Diciembre, Ucrania fue de las primeras repúblicas en declarar su independencia. Sin embargo, en un principio la élite comunista, fiel a Moscú, liderada por Leonid Kuchma, se mantuvo en el poder y tuvo el gesto de enviar a Rusia todo el arsenal nuclear que se encontraba en su territorio y permitió que la Flota del Mar Negro Soviética se convirtiese en propia de la Federación Rusa, manteniendo las tareas de defensa a cargo del "Ejército Rojo" moscovita, entre tanto, mientras ejercía un poder dictatorial y abría la economía, donde campeaba la corrupción, preparaba a su delfín: Víctor Yankunovich para sucederle en la Presidencia del país.

Pero a la vez, había intereses en contra de una relación cordial entre Rusia y Ucrania en el seno de la "Comunidad de Estados Independientes", misma que terminó por ser un membrete y no una vía de integración entre Rusia y sus ex provincias: Alemania abogó durante los 90 por la expansión de la Unión Europea hacia el este, siendo esto uno de los factores que provocó el sangriento conflicto de Yugoslavia, y es que buscaba la obtención de mercados cautivos, pero por otro lado, EUA, aprovechando la debilidad del Gobierno de Yeltsin en Rusia, buscó expandir la OTAN también hacia el este, para cercar al gigante eslavo y evitar su resurgimiento: Ucrania se convirtió por tanto, en un plato apetecible tanto para germanos como para norteamericanos, así, en 2004, y ante las cuestionables elecciones presidenciales que favorecían a Yankunóvich, la oposición ucraniana, encabezada por dos figuras que se habían convertido en la cara de la
oposición a los intereses de la renaciente Rusia de Putin: Víctor Yuschenko y Julia Timoshenko. El primero sobrevivió a un intento de asesinato al parecer por órdenes del Kremlin que le dejó deformado por efectos del veneno, y la segunda, una rica y bella oligarca, hija de funcionarios de la Nomenklatura soviética y monopolista del gas natural en el país.

Ambos, en realidad, eran proclives a los intereses occidentales, y fueron los líderes de la llamada "Revolución Naranja" que contó con un gran apoyo popular, postulando una Ucrania occidentalizada y parte de la Unión Europea.

Lo que siguió ya lo sabemos: Yuschenko resultó ser un tipo sin ideas, y se le veían los hilos que salían de sus brazos y llegaban hasta Washington y Berlín, por un lado, parecía dar la apertura para el establecimiento del Escudo Antimisiles en contra supuestamente de Irán, pero en realidad en contra de Rusia, entre tanto, Timoschenko continuó usando su cargo público como Primera Ministra para enriquecerse mediante el control de los gasoductos venidos de Rusia hacia Europa Occidental.

Al final la "Revolución Naranja" fracasó con la división y el enfrentamiento entre la rubia y el desfigurado, que se reclamaban mutuamente sus negocios sucios, a veces celebrados con su mismísimo enemigo: el Gobierno Ruso y su incapacidad de actuar verdaderamente como líderes políticos y no como agitadores y negociantes, el desplome económico, las promesas europeístas nunca concretadas y la decepción de los electores que habían apoyado el movimiento que había sacado a los otrora miembros de la Nomenklatura del Partido Comunista Soviético del poder; además, empezó a darse una patente división entre los Ucranianos del este, más identificados con la cultura rusa y de Religión Ortodoxa, dependientes del Patriarcado de Moscú, y los del oeste, los antiguos Rutenos, que escriben con alfabeto latino y no cirílico y son Católicos Romanos. Los primeros voltearon a Rusia y comprobaron el resurgimiento del coloso hecho por Putin, y empezaron a apoyar a aquellos que impulsaban el lograr una colaboración con Moscú para subirse a ese carro ganador, mientras se señalaba la crisis del Euro para mostrar los inconvenientes de unirse al Bloque Europeo, y así, apoyaron sin chistar ni más ni menos que a Víctor Yankunovich, el aspirante a la Presidencia derrocado por la "Revolución Naranja", entre tanto, los Rutenos, los que más fueron golpeados por el Holodomor en 1932-33 y los más occidentalizados, apoyaron a la Timoshenko, que perdió las elecciones.

Lo que siguió después fue un descabezamiento de la oposición, Yuschenko salió por la puerta de atrás hacia la oscuridad tras su menos que mediocre desempeño al frente de la República, y Yulia Timoshenko fue encarcelada por el nuevo gobierno con acusaciones bastante fundadas sobre su corrupción, y vino nuevamente el debate en torno a las alianzas de Ucrania con Europa o con Rusia; era clara la tendencia favorable a Moscú de Yankunovich, pero era también clara la tendencia de gran parte de la población a favor de Europa que se manifestó en consecuencia, muy probablemente apoyada por capitales y agitadores occidentales; sin embargo, con la bella líder en prisión y las organizaciones opositoras destrozadas, la oposición quedó desordenada y sin objetivos, y esto permitió a Putin mover sus cartas con Yankunovich. Occidente, entre tanto, muy probablemente quiso arrebatarle al Kremlin Ucrania para tener la revancha por Siria; sin embargo, los servicios de inteligencia de EUA, que en los años 70 pusieron toda la logística para que el General Pinochet pudiese dar el golpe contra el demencial gobierno izquierdista de Allende en Chile, hoy no son capaces de organizar un cambio de régimen que no degenere en caos, y que resulte exitoso, como pudo verse en las Primaveras Arabes, ni fueron capaces en 2004 de elegir otros líderes que no fuesen los ineptos y corruptos Yuschenko y Timoshenko; hoy, salieron masas a las calles y protestaron contra los coqueteos del Gobierno hacia Rusia, como hacer obligatoria la enseñanza del Ruso Moscovita en las escuelas a la par del Ucraniano, el mantenimiento de la base naval y puerto de Sebastopol en manos de la Flota del Mar Negro de la Armada Rusa y la virtual autonomía de Crimea, prácticamente controlada por Moscú, pero ahí quedó todo, por más que se unieran 200,000 personas en las calles de Kiev pidiendo a gritos ser parte del Oeste y de la Unión Europea y derribando una vieja estatua de Lenin que increíblemente seguía en pie después de veinte años de derrocado el Comunismo, sin estrategia, objetivos claros y liderazgos, ejercieron menos influencia en el ánimo de Yankunovich y su administración que una parvada de gansos graznando.

Europa, presionada por Estados Unidos hablaba del ingreso de Ucrania a la Unión, mas era con desgano: la virtual quiebra del Euro que sigue sin reponerse y los problemas económicos del bloque, con las crecientes tensiones internas, como aquella entre España e Inglaterra por el ya casi tricentenario problema de Gibraltar, y las cada vez más abiertas declaraciones de Londres que hablan de abandonar la Unión continental, llevarían a que la inclusión de un nuevo país con economía subdesarrollada en la misma sería otro lastre más que impediría la recuperación, y todo sería para beneficiar a EUA y la instalación de su escudo antimisiles para cercar al gigante eslavo.

Ante todo esto, parece que ahora, Putin ha ganado pues supo leer perfectamente los acontecimientos y las circunstancias, y el Gobierno Ucraniano signó con el Kremlin un acuerdo para formar parte de una Unión Aduanera y una zona de libre comercio, en la que Putin ya ha incluido a otras porciones del imperio perdido de vital importancia: Kazakhastán y Bielorrusia, ambas gobernadas por vetustos dictadores que ya detentaban el poder como gobernadores locales en los últimos años del sistema soviético, y que ahora continúan ejerciendo un poder omnímodo sobre sus gobernados, casi como Mitrídates del Ponto, estos dictadores: Nursultán Nazarbáyev y Alexander Lukashenko, ambos pertenecientes a las élites puramente rusas o rusificadas de ambos países, que legó en su testamento sus dominios a Roma, han hecho lo mismo con sus firmas legando a Rusia de nueva cuenta el futuro de sus pueblos. Ahora le ha tocado el turno a Yankunóvich, en el Cáucaso, Ossetia del Sur y Abkhasia práctimanente se han independizado de la cada vez más debilitada Georgia y virtualmente se han reintegrado a la Santa Madre Rusia, y por como va la situación en Tiblisi, la patria chica de Stalin hará lo propio en poco tiempo, mientras Armenia, enclave Cristiano rodeada por enemigos islámicos, ha vuelto a pedir la protección moscovita del Ejército Rojo.

No cabe duda, este 2013 ha sido enormemente exitoso para Putin que ha sabido aprovechar las enormes debilidades de Occidente: las mentiras de Obama y el deterioro de la economía estadounidense, el estancamiento de Europa y las grietas que comienzan a abrirse en el bloque continental, la decadencia moral de las sociedades occidentales preocupadas por frivolidades sexuales y exageraciones ecológicas, la debilidad de una Iglesia Católica encabezada ahora por un locuaz pero hueco demagogo sudamericano muy distinto a aquel coloso polaco de derrumbó los sueños imperiales de Zares y Bolcheviques, todo ello le llevó a hace unos pocos días, pronunciar un triunfal y a mi parecer, histórico discurso en el que afirmó, por un lado, que Rusia se ha convertido en la "reserva moral del Mundo", y en el que, pese a asegurar que no es intención de Rusia ser súperpotencia o ser "policía del mundo" pero sí afirmó que el papel de su país será el de garante del orden y el Derecho Internacional, señaló como se evitó la intervención militar en Siria (lo que asegura la victoria, tarde que temprano, de Assad) y cómo Rusia se aleja del camino de decadencia de las potencias del Latintzvo, y consigue la simpatía de cada vez más gente en otros lados por ello (los conservadores) pero además, señaló claras sus intenciones del rearme ruso: un mayor presupuesto para lograr que Rusia sea la mayor potencia militar del orbe:



Ante un liderazgo así, que sabe lo que quiere, sabe cómo conseguirlo y sabe las debilidades de los otros y cómo aprovecharlas, no tendremos oportunidad alguna en Occidente.

Tras un año de victorias, Putin ha indultado a sus más famosos opositores en Occidente, el otrora monopolista del petróleo Mikhail Khodorkovski y las Pussy Riot, así como los drogadictos, espías y traficantes de enervantes argentinos de Greenpeace, o más bien, lo que queda de ellos tras su reeducación en el GULAG, y sabiendo bien que ya resultan inofensivos, pues sus patronos en Washington, Berlín o Bruselas lo son. Bien puede permitirse el lujo.

Rusia ha vuelto, que el mundo tiemble.

11 de diciembre de 2013

MANDELA: POR UNA VISION EQUILIBRADA


La muerte de Nelson Mandela significó la muerte definitiva del siglo XX: un siglo definido por los caudillos, que van desde Lenin y Stalin en Rusia, Hitler en Alemania, Mussolini en Italia, Franco en España, Perón en Argentina, Madero, Obregón y Cárdenas en México, Roosevelt, Kennedy y Reagan en EUA, Churchill o Margaret Thatcher en Inglaterra, y las poderosas personalidades de Pío XII, Juan XXIII y Juan Pablo II en la Iglesia.

El penúltimo de esos grandes líderes que definieron el siglo más terrible y más extraordinario de la Historia por los enfrentamientos ideológicos se ha ido, --aún vive lo que queda de Fidel Castro, a quien, pese a su carácter en mucho nocivo, no puede negársele su liderazgo y su paso por las páginas del pasado siglo-- y nos deja un mundo hasta cierto punto "huérfano" acostumbrado al carisma y la dirección de los grandes personajes. El siglo XXI ha comenzado carente de líderes destacados, salvo el caso de Rusia, donde Vladimir Vladimirovich Putin sin duda se perfila como el primer gran líder del nuevo siglo y nuevo milenio, en las otras potencias emergentes asiáticas se ha apostado por la dirigencia colegiada antes que por el mandato de un solo hombre destacado, como es el caso de China, donde nadie quiere volver a los excesos de Mao ni tampoco temer por el "qué pasará" a la falta del caudillo, como ocurrió tras la muerte de Deng Xiao Ping, los mandatarios que han sucedido a ambos líderes al frente del Celeste Imperio: Jiang Ze Minh, Hu Jintao y Xi Jinping, son los ejecutores o voceros de un cuerpo colegiado de gobierno, dentro del entramado constitucional chino y no buscan ser los caudillos todopoderosos y omniscientes, sentados en la silla presidencial hasta la muerte como sus predecesores, lo mismo ocurre en Irán, donde tras la fuerte personalidad de el Ayatollah Ruyollah Khomeini, su sucesor, el Ayatollah Alí Khamenei se ha avocado a desempeñar su rol de árbitro constitucional del sistema político, dejando la cabeza del Estado en los Presidentes electos popularmente, quienes tampoco han apostado por un liderazgo extremo y el culto a la personalidad, para ser parte de una toma de decisiones compartida.

Estos sistemas colegiados de mando han garantizado una mayor moderación a la hora de ejercer el poder, sobre todo dentro de esquemas autoritarios, y han evitado la ruptura con el orden legal por sobrepasarlo la personalidad del gobernante.

Pero volviendo a Mandela, tras su muerte han surgido o se han publicitado dos visiones acerca del personaje: de un lado, una verdadera hagiografía, con la que se nos pinta un Mandela inmaculado, colosal, todo amor, paz y reconciliación, un verdadero santo secular, mientras que también se presenta otra de la mano de sus críticos: un hombre resentido y violento que jamás abandonó el proyecto de no solo eliminar el Apartheid, sino incluso de eliminar a la población de origen europeo del sur de Africa, instaurar el comunismo y hasta que era parte de una conspiración anglo-judío-masónica para lograrlo.

Ambas son ya visiones extremas y algunas caen en el ridículo (lo de la conspiración, por ejemplo, planteada por blancos anglosajones y europeos que han conspirado en contra del mundo católico y latino para lograr la supremacía en contra de sus hermanos de raza que defendían su supremacía, protestantes en contra de protestantes... eso no tiene ni pies ni cabeza), la realidad es que Mandela era simplemente un ser humano, destacado por algunos hechos de su vida y su innegable liderazgo, pero como humano no todo lo que hizo fue bueno, correcto o acertado y es un completo disparate el intentar presentarlo como un personaje cuasirreligioso con tintes mesiánicos, como tampoco fue una encarnación del mal.

Para empezar: Mandela no fue encarcelado por 27 años por su oposición al Apartheid (otros líderes negros también se manifestaban en contra y jamás fueron encerrados) sino por sus actos violentos y terroristas que segaron la vida de personas blancas, por lo que se estima que su juicio fue perfectamente legal y su condena legítima; el problema está que Mandela había actuado de esa manera, como muchos otros de su raza, al oponerse a la violencia institucionalizada por el Estado Sudafricano regenteado por los políticos Bóer y Anglosajones que establecieron el régimen de segregación racial y de práctica subyugación sobre la población nativa, muchos de estos, no encontraron otra vía de lucha por sus derechos que la violencia, lo que como consecuencia, solo tuvo el endurecimiento de las políticas segregacionistas del gobierno blanco.

También es cierto que Mandela nunca renegó de sus filiaciones socialistas o de Izquierda, y que en repetidas ocasiones manifestó su apoyo a la dictadura cubana o sus simpatías por el régimen soviético ruso, ambos que apoyaron e intervinieron militarmente en el "continente negro" en contra de la Sudáfrica de Pieter Botha o la racista Rhodesia (Zimbabwe) de Ian Smith. De igual manera, Mandela no ocultó estar a favor del aborto como medio de regulación de la explosión demográfica o de la política establecida desde la ONU respecto al uso del condón como único medio de frenar la expansión del SIDA, verdadera plaga en Sudáfrica; quien sabe si esto fue por convicción personal o a cambio de la ayuda prestada por las instituciones internacionales que le forzaron a adoptar tales medidas.

También es cierto que Mandela no fue el único factor ni el único opositor decisivo para derrumbar el injusto régimen segregacionista, sino también la actuación del Obispo Anglicano Desmond Tutu tuvo una gran importancia, el activismo de los Zulúes, a través del movimiento político Inkhata, la presión internacional, la actitud de los blancos pobres y marginados encabezados por Harry Schwartz, que se unieron a las protestas de los negros, e incluso el propio Fidel Castro fue un factor de unidad, si no hubiera tenido el disparatado sueño de construirse un Imperio Africano con los despojos de Sudáfrica y del Imperio Portugués, blancos y negros jamás se hubiesen unido contra un enemigo común como lo hicieron en los años 70, y el injustamente olvidado Frederick De Klerk quien, opuesto a la segregación racial, realizó durante su presidencia los cambios constitucionales y legales que llevaron al fin del Apartheid, es cierto entonces que Mandela en mucho aprovechó la coyuntura de encontrarse preso para convertirse a sí mismo en símbolo de la resistencia contra el racismo del régimen anglo-bóer y dejar muy atrás a los otros líderes que dirigían una lucha pacífica con el arma de la razón en contra de esta situación, y así convertirse en mito y éxito de mercadotecnia, fue un gran promotor de sí mismo, como lo hiciera Gandhi, que muy lejos estuvo de ser un sincero hombre espiritual y en realidad fue un astuto líder político que derrotó a Inglaterra en los terrenos económicos, para luego convertir a la India en un gigantesco dominio de las familias emparentadas de él y de su amigo y continuador Jawarlal Neheru.

Es falso que Mandela fuese un hombre pobre víctima de la explotación de los blancos, él provenía de una familia de la nobleza de una de las etnias Bantú de milenaria Historia, el Apartheid no afectó las riquezas ni aún la educación de muchos nativos bajo el más tolerante régimen colonial británico, y la familia de Mandela era acaudalada y él era abogado, pero se les excluía de la participación en la vida política de la república sudafricana independiente, y para los que no provenían de clases altas se les excluïa de toda posibilidad de progresar, con una educación diferenciada y trabajos con menores salarios y pesados.

Sin embargo, también es cierto que Mandela supo gestionar la transición y él mismo cambió de la violencia a la resistencia civil pacífica y de la búsqueda de la confrontación a la reconciliación y la búsqueda de convertir a Sudáfrica en una sociedad incluyente y multiétnica. ¿Lo hizo al tener que reconocer como hecho consumado el que descendientes de europeos vivan en Sudáfrica? ¿lo mismo de los hindúes? ¿Mantuvo vivo su resentimiento contra los blancos que contuvo por estrategia política? No lo podremos saber nunca, eso es parte del fuero interno de Mandela.

Mandela reveló la realidad de Sudáfrica, la mayoría de la población negra vivía en condiciones de pobreza y las ciudades carentes de servicios e infraestructuras, en mucho el régimen anterior maquillaba cifras y aparentaba vivir con gran prosperidad y desarrollo, y convirtieron a Ciudad del Cabo en un resorte de playa al estilo británico, para hacer creer que el país era desarrollado por ser gobernado por descendientes de europeos, pero tapaba la realidad del subdesarrollo del país y que los lujos de la élite dirigente se costeaban con la explotación de nativos y obreros y granjeros blancos; falló en su gobierno, abocado a realizar una mera "operación cicatriz" en la sociedad --donde se inscribe el triunfo en el campeonato mundial de Rugby, magnificado un tanto por Hollywood-- a poner solución a ese problema social que sigue siendo una terrible herida en Sudáfrica, país construido durante siglos por el principio de la exclusión y el odio, y que es la causa de que la violencia continuara bajo su mandato y muchos negros busquen aún hoy la revancha contra los blancos, eso finalmente estuvo fuera de su alcance, además de que la ola de inseguridad que vive el país afecta por igual a todos sus habitantes, sean de la raza que sean.

El gran mérito de Mandela radicó en su renuncia a la venganza y en la búsqueda de acuerdos y en el deseo de construir una nueva sociedad que sirviese de hogar a todas las razas que habían terminado por habitar en el país, inició en su propio partido político: el Congreso Nacional Africano, poniendo fin a las violentas rencillas y la desunión que existía entre sus dirigentes, que muchas veces se saldaba con sangrientos enfrentamientos y ejecuciones crueles de los disidentes, incluso tuvo el coraje de repudiar a su esposa Winnie cuando descubrió que ella, si bien durante su ausencia mantuvo la lucha, también realizó numerosos actos de corrupción y de violencia contra los propios militantes del CNA. Mandela, igualmente fue un ejemplo de tenacidad, de firmeza y de saber no destruirse en el largo encierro en prisión, lo que no excluye sus aspectos controversiales, y es que nuevamente, nos encontramos ante la difícil tarea de identificar a un prócer, nunca se estará de acuerdo, puesto que se trata de la valoración de los actos de un hombre, y esto nunca será irreprochable o inmaculado. Finalmente, el juicio de la Historia sobre Mandela se decidirá según la permanencia de su obra; si a su muerte la unidad entre los sudafricanos no se rompe pese a todos los problemas existentes y la ahora aparente hegemonía negra encarnada en el CNA, --algo que era de esperarse, si la mayoría de la población es de color, y ese partido aglutina a la mayoría de dicho sector demográfico, resulta muy difícil que un político blanco vuelva a ocupar la primera magistratura, salvo que demuestre estar comprometido con todos los sudafricanos sin importar el color de la piel-- es superada por un sistema político más abierto y el país, pese a todos sus problemas, logra abrirse un lugar entre las potencias emergentes, pese a encontrarse muy detrás de sus poderosos aliados los BRIC, Mandela habrá triunfado, si por el contrario, renacen los odios y las ganas de revancha, será su fracaso completo o se habrá demostrado que su movimiento fue hueco.
 
Como sea, bueno o malo, Mandela fue un líder de los que ya no habrá, hasta ahora, la autoridad moral de su presencia aseguraba en mucho la unidad de Sudáfrica y era respetada en todo el mundo. Qué lamentable que su funeral haya sido planeado como un show por el gobierno actual del país y que los "líderes" mundiales lo hayan tomado como una diversión, comportándose como adolescentes, basta ver las imágenes que han dado vuelta al mundo sobre la verdadera fiesta que entre Soetoro, David Cameron y la Primera Ministro de Dinamarca llevaban a cabo en las gradas:
 

Ante esta actitud de adolescentes y el ventaneo ante todo el mundo de los celos conyugales de Michelle Obama, sí que se extraña a los líderes del siglo XX, esto es prueba del bajísimo nivel de los dirigentes actuales del Mundo Occidental, ante esto y los liderazgos firmes de Rusia, China o Irán, no hay duda que el futuro les pertenecerá, a nosotros, ni las migajas.

9 de diciembre de 2013

IRAN: REGRESO A "LAS GRANDES LIGAS"


La realidad es que EUA el día de hoy se encuentra muy lejos del EUA de la época de Kennedy. Al acercarse al término del primer año de su segundo mandato, la Administración de Obama luce agotada, desgastada y lo peor: derrotada tanto por los frentes internos, como es el desastre en el que se ha convertido la reforma al sistema de salud, el llamado Obamacare por ser incosteable y oneroso para los propios beneficiarios, que incluso, se han visto obligados a perder los seguros que tenían contratados hasta ahora, y que ha desembocado en una debacle de la imagen presidencial al demostrarse que la mayoría de los dichos del Presidente y sus funcionarios sobre esta reforma, en la que parecía haber puesto la mayor parte del empeño y las intenciones de su gobierno, resultaron ser viles mentiras propagandistas.
Pero el frente exterior es donde ha quedado más evidenciada la debilidad, y también la crápula de Soetoro: las Primaveras Arabes desatadas con la connivencia de las monarquías árabes como Arabia Saudita, Emiratos, Qatar y Kuwait terminaron por diseminar el caos y la inestabilidad en el Medio Oriente, más aparte la muerte del embajador en Libia a manos de los propios "aliados" libios, las ejecuciones extrajudiciales ordenadas por el Presidente cada miércoles, el espionaje telefónico y en Internet, todo ello, demuestra que EUA está siendo peor gobernado que nunca, por una administración que sólo cuenta con la demagogia, como el prometer una y otra vez la reforma migratoria que nunca llegará para captar el voto hispano, mientras todo se desmorona a su alrededor y por debajo, incluso, poco a poco la farándula que tanto le había apoyado para llegar al poder está defeccionando de su bando ante la pevisible catástrofe que se avecina tanto financiera como política para el coloso del norte.
En el Medio Oriente, las Primaveras Arabes fracasaron estrepitosamente, ante la imposibilidad de que los radicales islamistas que llegaron al poder lograsen formar gobiernos estables tanto en Egipto, Libia, Túnez y el caso de Siria, donde no han podido derrocar a Bashar el Assad y éste contó con el respaldo de las grandes potencias emergentes, en especial Rusia, China e Irán...

Irán ha sido el objetivo de las "Primaveras" como una forma desatada por las otras potencias emergentes de la zona: las monarquías árabes que en los últimos 20 años han conocido un rápido y enorme desarrollo gracias a una inteligente inversión de los ingentes recursos petroleros con los que cuentan y la apertura de nuevos negocios: aerolíneas, telecomunicaciones, turismo, finanzas y empresas deportivas, y que no quieren que el otrora Imperio Persa recupere el enorme poder que como árbitro de la región ha ejercido desde el siglo VI a.C., cuando Ciro el Grande unificó a los pueblos iránios y los dirigió a la construcción de un Estado nacional expansionista. Agotado y decrépito el modelo aqueménida al fin en 1979, convertidos los últimos sucesores de Ciro en meros dictadorzuelos bananeros e instrumentos de los intereses extranjeros, se dio paso a la República Islámica encabezada por los líderes religiosos chiítas, quienes fijaron como objetivo el regresar a Irán a ocupar un rol importante en la política internacional como medio de reafirmar su independencia y retomar su papel natural, pues Irán no existe sin una política imperial, pues su creación obedeció a un proyecto expansionista: o es potencia, o desaparece absorbido por otros poderes, como fue bajo el dominio griego de Alejandro y los Seleúcidas o durante el tiempo que permaneció unido al Califato árabe, antes de la muerte de Hussein y el cisma entre Sunnitas y Chiítas, o bajo el dominio mongol de Genghis Khan, y al fin lo han logrado.

Desde entonces y hasta ahora, el régimen persa ha sido retratado como un sistema dictatorial encabezado por clérigos fanáticos e intolerantes que patrocinan el terrorismo y tienen como objetivo la destrucción de Israel y de todo Occidente; sin embargo, la realidad es que la República Islámica es un muy interesante régimen político, con una Democracia Representativa "dirigida" por una elite aristocrática compuesta por los líderes religiosos, que buscan atemperar los excesos democráticos y conservar al país firme en sus raíces históricas milenarias y en las islámicas adoptadas a partir del siglo VII tras la conquista árabe y que los persas identificaron en el Islam y en Mahoma la realización de las promesas mesiánicas de Zoroastro, a través de medios jurídicos como un control constitucional, pero el líder religioso y su "Consejo de Guardianes" no actúa como Jefe de Estado, función que queda siempre a cargo, como la de Jefe de Gobierno, del Presidente de la República electo popularmente; por otro lado, el Islam chiíta, como lo he dicho en otros artículos de este espacio, no es tan extremo como el sunita, pese a las apariencias, y si bien en su momento el Ayathollah Khomeini condenó a muerte al escritor indobritánico Salman Rushdie por su novela Versos Satánicos, escrita con toda la intención de provocar a los musulmanes, lo hizo por un afán de presentarse como defensor del Islam y por presiones de movimientos radicales islamistas en Cachemira y Pakistán a los que Irán apoyaba en aquel tiempo, en realidad, ningún soldado iraní o miembro de sus expertos servicios secretos ha atentado desde 1988 en contra del escritor.

Por el contrario, la realidad nos muestra que la dirigencia persa resulta ser una clase política bastante pragmática y astuta, dispuesta incluso a hacer negocios y con objetivos claros, mucho mejor que la de varios países occidentales como México que estamos con gobiernos que no saben a dónde ir ni qué es lo que quieren conseguir. Irán por su parte en la últimas administraciones, la de Mohamhed al Khatami y Mahmoud Ahmadinejhad, supo encarrilarse en reformas económicas y de incentivo a la Ciencia y Tecnología en el primer caso, y en el segundo, a una política exterior atrevida que ahora, bajo Hassan Rohani está rindiendo frutos.

El programa nuclear iraní, que bajo Ahmadinejhad se convirtió en uno de los objetivos principales de la potencia persa, había sido causa de numerosas sanciones económicas; hábilmente, la política exterior persa se centró en fraguar alianzas con otros Estados opuestos a EUA o para los que la postura de Irán ante el Estado de Israel o su política respecto a derechos humanos les resultaba indiferente, así se logró el acercamiento con los regímenes autoritarios de Sudamérica o con países europeos ajenos a la Unión continental como Noruega con quien suscribió importantes acuerdos económicos; aún así, las finanzas persas se resintieron, lo mismo que los precios de los productos y algunos artículos de primera necesidad, como los medicamentos, se hicieron escasos.

Sin embargo, la situación de Irán, si bien un poco problemática, nunca llegó a ser desesperada o grave ante la afectación por las sanciones, con lo que la potencia persa no cejó en el desarrollo de su programa nuclear, al cual defendía como únicamente encaminado a fines civiles, lo cual sin embargo, no era del todo creíble: el país propietario de una de las mayores reservas de hidrocarburos del mundo parecía tener prisa por desarrollar una fuente de energía alterna y siempre polémica, más tras los hechos de Japón y el tsunami, mientras era claro su deseo de equilibrar el poderío militar israelí, puesto que es un secreto a voces que el Estado Judío cuenta con al menos 100 ojivas nucleares, logrando esto, Irán puede convertirse en un decisor importante en el Medio Oriente y disminuir la influencia judía en la política de la zona, cuando no, de plano, echar atrás la superioridad con la que cuenta y que le permite actuar en contra de los Palestinos o de Líbano, sin encontrar oposición seria que le contrarreste después de los tres intentos fallidos de sus vecinos árabes sunnitas en 1948, 1967 y 1973.

Al desmoronarse la posibilidad de que EUA y otras potencias occidentales interviniesen en Siria, Irán quedó enormemente fortalecido en la región al saber que su principal aliado, el alawita-chiíta Bashar el-Assad seguirá en el poder en Damasco, puesto que con el apoyo persa, moscovita y chino, no hay forma que los rebeldes puedan sostener la ofensiva contra su ejército, pues el financiamiento de los monarcas del Golfo no es suficiente si no viene acompañado de armas e instrucción militar, rubros en los que tales ricos reinos son todavía carentes, pero además, la administración Obama tampoco tiene ya los recursos económicos ni la fortaleza política para plantearse intervenir en contra de Siria y en contra de Teherán y buscar el cambio de régimen en ambos Estados, por ello, no quedó más remedio a Soetoro que buscar a Rohani y prácticamente, rendirse o capitular y reconocer el papel que Irán tiene en la región como gran potencia rectora.

El acuerdo nuclear fue firmado por Irán sabiendo las ventajas que obtiene:

  • Se levantan las sanciones económicas que estaban frenando el desarrollo del país y le permitirá tener finanzas sanas.
  • No pone fin a su programa nuclear con objetivos civiles, le permite continuarlo con unas cuotas reducidas de enriquecimiento de Uranio que son aceptables para el régimen.
  • Abre camino a la normalización de relaciones con EUA y Occidente.
  • Le permite a Irán entablar relaciones comerciales con Occidente, en particular con Europa y EUA.
 
Pero además de estas ventajas o beneficios expresos, a Irán se le regalan muchas otras ventajas:
 
  • La dilación de la diplomacia norteamericana en actuar contra el país persa y su programa nuclear muy probablemente le sirvió para desarrollar la bomba; muy probablemente Irán ya cuenta con un arsenal lo suficientemente potente como para emparejar los cartones con Israel, siendo así, el Gobierno de Rohani ya estaba dispuesto a firmar lo que fuera.
  • El régimen de la República Islámica ha sido finalmente reconocido por EUA al llegar a un acuerdo internacional con él, con lo que es ahora más difícil el plantear una intervención para "cambio de régimen", pues éste ha obtenido ya un reconocimiento tácito y pleno, por toda la comunidad internacional.
  • El régimen, por su parte, ha demostrado no ser el de unos clérigos fanáticos e intransigentes, sino ser un sistema conformado por políticos pragmáticos y razonables, con los que se puede negociar y llegar a acuerdos, lo que brinda enorme confianza tanto en los terrenos de las relaciones diplomáticas como para los inversionistas y los mercados.
  • Ha logrado una victoria estratégica sin disparar un solo tiro: consiguió sacar a EUA de la ecuación bélica en Siria, --con el apoyo de Rusia y China-- y la influencia norteamericana en el Medio Oriente se diluye, mientras Israel se repliega ante el cada vez menor apoyo norteamericano... podría interpretarse la voluntad, de la actual administración de Obama de llegar a entablar una especie de alianza con los Persas a quienes les entregue el Medio Oriente para que le doten de orden y pongan fin a la espiral del caos desatada con las Primaveras Arabes desde 2011.
  • Con el levantamiento de las sanciones a partir de enero de 2014, Irán tendrá capacidad para afectar al panorama económico mundial, se dice que podrá inundar el mercado con 2 millones de barriles de petróleo diarios, con lo que podrá provocar la caída libre del precio del petróleo, más aparte, la capacidad de producción de gas natural, sin duda, el mercado de los energéticos ha quedado en sus manos.
Por supuesto, el Medio Oriente seguirá siendo un polvorín, la carrera de armamentos entre Irán por un lado y las petromonarquías del otro y Turquía e Israel, por el otro, no cesarán en su empeño en búsqueda de la supremacía regional, aunque tal parece que en el caso de Israel, se busca encorsetarlo u obligarlo a conformarse con las fronteras de 1967 y renunciar a expandirse más en la Franja de Gaza y en Cisjordania, para lo cual se requiere de tener un equilibrio que reduzca las ansias expansionistas de la dirigencia sionista.
 
Como sea, Irán está listo de nueva cuenta para ser contado entre las grandes potencias: el progresivo debilitamiento del Mundo Occidental lo está propiciando, y podemos estar seguros: los Persas aprovecharán esta oportunidad en el regreso de los Imperios Asiáticos.
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Mandela:
 
En el próximo post hablaré de nueva cuenta de Nelson Mandela, hace unos meses, cuando inició su larga y penosa última enfermedad, escribí algo sobre él, pero tanto que por un lado se ha aprovechado su deceso para endiosarlo o presentarlo como un hombre santo e inmaculado, como por otro lado, se le presenta controversialmente como un terrorista falsamente arrepentido y que en el fondo siguió aspirando a la destrucción de los Sudafricanos de origen europeo me parecen visiones exageradas, lo que amerita hablar sobre él y su legado. 







27 de noviembre de 2013

JFK, A 50 AÑOS DE SU MUERTE



El 22 de noviembre de 1963, según me cuenta, mi madre se hallaba en la casa de sus papás preparando adornos de repostería para su pastel de bodas civiles: el 12 de diciembre de aquel año, día de su santo, se verificaría la boda en el Registro Civil, y el 25 de enero del año siguiente, la boda religiosa. Ese día, mi padre la iba a ir a visitar por la tarde, entre tanto, mientras preparaba la pasta de fondant, tenía prendida la TV, cuando interrumpieron el programa de revista para dar la noticia de que el Presidente de Estados Unidos: John Fitzgerald Kennedy, había sido asesinado de un disparo en la cabeza mientras realizaba una visita de trabajo a la ciudad de Dallas, en el estado de Texas y era trasladado en coche descubierto por una avenida. Durante la tarde, llegó mi padre y la familia comentaba acerca del tema, recordando que unos meses antes, el tío Santos (un pariente de mi papá que trabajaba con mi abuelo materno, y que fue el conducto por el que se conocieron) que era un asiduo lector de la revista Impacto, uno de los principales semanarios sobre política que vivió de los años 60 a 90 sus tiempos de gloria, hoy creo que ya está desaparecido, leía una nota sobre Kennedy y comentó: "Ese muchachito se está metiendo en cosas muy profundas, si no tiene cuidado, se lo van a tronar..."

Se han cumplido 50 años del asesinato del Presidente norteamericano de origen irlandés, la gente que, como mi madre, de alguna forma lo presenció, se acuerda de dónde estaba y qué estaba haciendo cuando ocurrió, lo que confirma su carácter de un evento histórico. Tras cinco décadas, la figura del mandatario se ha agigantado y la Historia de su asesinato continúa atrapada en el misterio y las más diversas versiones e incógnitas en torno a lo ocurrido, los motivos detrás del magnicidio, las preguntas de lo que hubiera ocurrido si el entonces joven presidente hubiese podido concluir su mandato de cuatro años y si hubiese sido reelecto.

La realidad es que Kennedy, al momento de su muerte no era tan querido ni tan seguido por la gente. La popularidad le vendría tras su muerte y más que popularidad se crearía el mito en torno a su figura, a grado tal que se le considera como el más grande gobernante de Estados Unidos, lo cual, realmente, no es cierto. La administración de Kennedy tendría grandes logros, pero también grandes fracasos y enormes vicios, el propio Jack, no era un hombre de grandes decisiones ni el colmo de la virtud; por el contrario, era un hombre de dudas hamletianas, frágil y enfermizo que sólo tardíamente adquirió una complexión atlética, adicto al sexo y a las anfetaminas, esposo infiel y habituado a los placeres, un tanto holgazán, contrario a la opinión general, Kennedy, si bien era egresado de Harvard, no era Abogado, sino Licenciado en Periodismo y tenía talento para las letras que le valió para ganar el premio Pulitzer por su libro Profiles in Courage, una colección de biografías de personajes históricos norteamericanos. Aun así, y pese a que su juventud le dotó de carisma, y que poseía un indudable valor personal, demostrado durante la Segunda Guerra Mundial, en que salvó de perecer a la tripulación de la torpedera que comandaba con su valor y acción, lo que le costó una dolorosa lesión en la espalda, ganó por escaso margen las elecciones presidenciales frente a Nixon, durante su gestión pesaron las sospechas sobre la corrupción de su padre Joseph y la manera en que su familia, en general, había pasado de la miseria a la riqueza en unas cuantas generaciones.

Kennedy era popular en unos cuantos círculos, pero mucha gente en la Unión Americana lo rechazaba: por un lado, era Católico y existían todavía en aquellos años hondos prejuicios "antipapistas" entre la población WASP (White, Anglosaxon, Protestant), Celta y no Anglosajón de raza, fue en realidad, y no Obama, el primer Presidente norteamericano en provenir de una minoría étnica, lo que se tradujo en su apoyo a la lucha por los derechos civiles de la población negra en los estados del sur, aunque muchos a su vez lo acusaron de tibieza, otros, por el contrario, le señalaban hasta de Comunista infiltrado y se opusieron a la manera negociada en la que resolvió la Crisis de los Misiles, que muchos compararon a los desacertados consejos de su padre, siendo embajador en Londres en 1938 a la administración británica de Jorge VI y Neville Chamberlain sobre Hitler que condujeron al "Pacto de Munich" con el que el dictador germano se anexó Checoslovaquia.

A pesar de sus grandes defectos, y sin llegar a ponerlo en un altar como el más grande presidente que ha tenido Estados Unidos --a mi parecer, le superan, y con mucho Lincoln, Theodore Roosevelt y Ronald Reagan-- "JFK" supo ser un líder en un momento decisivo de la Historia y oponerse con valor al proyecto liberticida del Comunismo, como lo demostró tanto en la "Crisis de los Misiles" como a la implantación de la dictadura de Fidel Castro en Cuba, aunque también mostró su rechazo a los exiliados cubanos tras el fracaso de bahía de Cochinos, a la vez que buscó limpiar la propia casa y  acabar con aquellos poderes fácticos que retaban a la autoridad del Estado: por un lado, el "complejo militar-industrial" contra el que se quejó su antecesor, el General Eisenhower y que tanto había crecido en poder e influencia bajo los Gobiernos de Franklin D. Roosevelt y Truman, tanto a causa de la Guerra Mundial como de la de Corea, igualmente, buscó controlar la práctica autonomía de las agencias de inteligencia como la CIA y el FBI, ambos convertidos en "Estados dentro del Estado" y cacicazgos colocados por encima de la Ley, sobre todo en el último caso, coto de poder del temido J. Edgar Hoover, o la enorme corrupción de los sindicatos, como la American Federation of Labour, dirigida por el corrupto Jimmy Hoffa, y finalmente contra el Crimen Organizado, convertido en un verdadero cáncer desde los años veinte y la "Ley Seca" pero que había continuado y hasta aumentado su fuerza en torno al contrabando, la venta de armas, delitos financieros, el juego, la prostitución y el narcotráfico.

Mucho de esta Cruzada en que se convirtió la Administración Kennedy, llamada Camelot por el propio mandatario, como una búsqueda de un ideal de gobierno recto y preocupado por la justicia, como el del mítico Arturo, a la vez de una verdadera corte impregnada de modos caballerescos, aristocráticos y europeístas, que aún hoy genera en los norteamericanos una especie de fascinación por su rompimiento con los grises y a veces vulgares modos republicanos de antes y después de él, se debió a la intervención de su hermano menor: Robert Francis "Bobby" Kennedy.

A diferencia de John, Bobby era un hombre recto, tal vez duro e intransigente, sin embargo, idealista y comprometido con la Justicia y sus rígidos principios morales; católico ferviente, ha sido calumniado después tachándosele de hacer el "trabajo sucio" de la administración de su hermano o de haber sido responsable de la muerte de la actriz Marilyn Monroe, amante de Jack y a quien se le ha supuesto también haber tenido una relación con él sin bases, todo indica que Bobby rechazó los avances de la rubia y se limitó a pedirle que dejara a su hermano tras la ruptura de éste con ella, quien a consecuencia de esto se suicidaría, como se ha demostrado científicamente, con una sobredosis de barbitúricos.

Muy probablemente, la causa de la muerte de John no fue otra más que pararle los pies a Bobby, quien, ciertamente, por la magia del nepotismo se había convertido en Procurador General de Estados Unidos, desempeñando el cargo con celo y siendo además el principal consejero del Presidente; no en balde, desde muy joven había sido su cerebro en las campañas políticas que le llevaron sucesivamente de una diputación federal al Senado y de ahí a la Casa Blanca; así, se dice que un mafioso, perseguido por la acción del joven Robert dijo que si a un perro se le cortaba la cola, todavía podía morder, pero si se le cortaba la cabeza, la cola dejaba de moverse, y eso fue lo que pasó: sin la cabeza --el Presidente-- la cola --el Procurador-- dejó de moverse; tras la muerte de John, Bobby continuó como Procurador bajo el interinato de Lyndon B. Johnson, que como Vicepresidente había asumido la primera magistratura, sin embargo, perdió su efectividad y afán combativo, postulándose después y ganando un escaño en el Senado por el estado de Nueva York... los negocios permanecieron intactos, hasta que en 1968 Bobby pretendió contender por la Presidencia de la República; cuando ganó las elecciones primarias del Partido Demócrata en California, lo que le abría paso para ganar la nominación de ese instituto político, todos aquellos que se habían visto afectados por su actuación como Fiscal de la Nación, temieron lo que pasaría con él al frente del Estado, por lo que, muy probablemente, los mismos que eliminaron a John decidieron la muerte de él.

La maldición de los Kennedy no ha sido tal, sino la habilidad pasmosa que tuvo esta familia para ganarse enemigos tanto internos como externos: los Castro cubanos, (no así la dirigencia comunista rusa, pues a la muerte de John, Nikita Khruschev envió una carta a la viuda Jackie, ofreciéndole su protección para ella y sus hijos, en dado caso de que se encontraran en peligro, según se ha logrado saber tiempo después... iluso el viejo revolucionario, pues unos años más tarde, en 1967, el Soviet Supremo le destituiría pues también el negociar en la Crisis de los Misiles provocó el descontento en su propio complejo militar-industrial, y en su lugar impondría al corrupto indolente de Brezhnev), los exiliados cubanos que querían una imprudente invasión a la isla para derrocar a Castro y que se fueron apoderando de Florida como su coto de poder particular, la mafia, los militares e industriales, los caciques del entramado de inteligencia, los propios rivales al interior del Partido Demócrata, como el propio Johnson, quien en la mañana del asesinato de Jack había sido advertido por éste que, en la campaña por la reelección no le acompañaría en la fórmula como Vicepresidente, los fanáticos protestantes y los supremacistas blancos, ¿porqué? Porque no quisieron jugar al sucio juego de la política tal y como Maquiavelo la describe, sino hacerlo un juego limpio y justo, tal vez porque nunca supieron en lo que se estaban metiendo, habiendo crecido como hijos de una adinerada familia y protegidos en una burbuja de cristal, o tal vez como abierto rechazo a la corrupción, influyentismo y porquería representada por su padre Joseph Kennedy y su abuelo y bisabuelo, quienes a base de esos trucos se hicieron de una inmensa fortuna y de influencia política.

 ¿Quién mató a los hermanos Kennedy? La tesis oficial que descarga en Lee Harvey Oswald, pintado como un inestable emocional y fanático marxista, la autoría intelectual y material del acto se tambalea, como puede verse en el documental que se presenta al inicio de esta entrada, o en el famoso vídeo de Zapruder, en que claramente se aprecia que el disparo final que acabó con la vida de JFK vino de frente a él y no por atrás, carece ya de toda credibilidad. Probablemente no se llegue a saber con certeza en el futuro próximo, tras haberse hecho durante estas cinco décadas una serie de operaciones de desinformación, clasificación y ocultamiento de la información; sin embargo, la Historia hará la Justicia que ni la Comisión Warren ni ningún presidente posterior en EUA ha podido hacer, después de todo, al final los asesinos de Julio César recibieron el oprobio de las generaciones siguientes y no pudieron ocultar su crimen, lo mismo ocurrió con Judas Iscariote, o con Booth, el actor sureño que mató a Lincoln. Lo que es cierto es que probablemente se trató de un golpe de Estado que truncó un interesante proyecto político, proyecto que quizá era más de Bobby que de Jack, y que probablemente significó, en el mundo occidental, el último intento por hermanar política y moral que han marchado separadas desde los escritos del secretario florentino en el siglo XVI. Dicho golpe de Estado permitió eliminar la distensión que tras la Crisis Cubana empezó a gestarse entre soviéticos y norteamericanos y prolongar otros veinte años la Guerra Fría, lo que benefició económicamente a muchos intereses: el embargo o bloqueo contra Cuba, iniciado como una medida defensiva por Kennedy durante la crisis se prolongó y ha sido uno de los factores que más ha beneficiado la permanencia de Fidel Castro en el poder y la Guerra de Vietnam comenzó con Lyndon B. Johnson en el poder.

¿Qué hubiera pasado si John Kennedy hubiese sobrevivido y no se hubiese dado su homicidio? Díficil saberlo, es algo que queda en el reino de las conjeturas; hay quien dice que los Kennedy ambicionaban asociar su apellido al cargo de Presidente de EUA y buscar una especie de sucesión dinástica, es probable al considerar los sueños de grandeza de Joseph Kennedy, propios de un Rodrigo Borgia, quien según algunos quiso convertir al Papado en herencia de su familia, y la manera en que manipuló y preparó a sus hijos para que buscaran sentarse en el sillón presidencial de la oficina oval, Joe no lo lograría al morir en acción en la Segunda Guerra Mundial a bordo de su bombardero, John lo lograría pero sería asesinado, Robert sería muerto a medio camino y Edward "Ted" Kennedy, temeroso tras el "incidente de Chappaquidick", buscaría en forma timorata la Presidencia en 1979 y al final se quedó en el Senado (sin que nadie, curiosamente, pudiera arrebatarle el escaño, de 1962 a 2009, año en que murió) con una actuación a veces destacada, a veces mediocre.

Pero esto no se detuvo ahí, el destino de su hijo John Jr. fue igualmente trágico y misterioso, muerto junto a su esposa y su cuñada en la avioneta que tripulaban en 1999, camino a una boda en Martha's Vineyard, supuestamente cayó al mar a consecuencias de la niebla, aunque hay que recordar que John-John, como era llamado por la prensa del corazón, había toda su vida aparecido como el "playboy millonario" indolente y frívolo, pero en sus últimos años estaba mostrando que aquello había sido un disfraz: de repente, comenzó a editar una revista sobre política: George, desde un punto de vista aristocrático y fino, pero crítico, y a hacer apariciones en las que dejaba entrever que tenía intenciones de entrar a participar activamente en los asuntos públicos del país...

¿Qué habría pasado si este joven, que causaba furor entre las damas dada su apostura y enternecía los recuerdos de los mayores por aquella escena del funeral de su padre en que, al paso del féretro, respetuosamente rinde el saludo militar, a sus 3 años de edad, hubiese incursionado en los terrenos políticos? Yo creo que hubiese buscado el escaño en el Senado por el estado de Nueva York en lugar de Hillary Clinton, y actualmente estaríamos hablando del Presidente Kennedy, en vez del desastre de Soetoro, aunque quién sabe cómo sería su gobierno, puesto que John Jr. continuaba con la tendencia, errónea  que tuvo su padre, por cierto, de rodearse de personajes de la farándula a los que empoderó: en su época su cuñado el actor británico Peter Lawford, el cantante Frank Sinatra (relacionado con las mafias, por cierto) y demás miembros del llamado Rat Pack, grupo de faranduleros destacados por su disoluta vida y sus excesos, John Jr. por su parte, tenía entre sus amigos a Madonna, Sean Penn, Susan Sarandon, Oliver Stone y demás faranduleros seguidores del "Progresismo" de Izquierda a la vez que una lujosa vida de millonarios, una tendencia seguida por Obama quien, con poca fortuna, ha intentado imitar en su Gobierno a los Kennedy.

Algo que es seguro, y quizá no le convenía a muchos, es que sin duda John Jr. hubiera investigado la verdad sobre lo ocurrido con su padre y su tío.

Como sea, John F. Kennedy debe ser recordado por sus logros y virtudes más que por sus errores y defectos, o los de su padre: Su oposición a la guerra como vía de solución de las controversias internacionales y su búsqueda del entendimiento y la negociación, con firmeza, sin cobardías ni rendiciones, su defensa de la libertad como el bien humano supremo, la búsqueda de rectitud y moral en el quehacer político, el encarrerar a Estados Unidos, y a la humanidad entera, en la exploración y conquista del espacio exterior como el verdadero destino de los que habitamos este planeta, por ello, y por sus extraordinarios discursos de toma de posesión y frente al Muro de Berlín, cargados de un pensamiento profundo y serio sobre la libertad y contra la apatía de los ciudadanos, es que Kennedy debe ser recordado como la gran oportunidad perdida por EUA y el mundo: