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27 de julio de 2015

COMPARACIONES, Y REFLEXIONES...

Dos eventos recientes me han llevado a hacer ciertas reflexiones acerca de la más que evidente decadencia de México no solo como Estado, sino como sociedad, iniciando desde el aspecto cultural; dichos eventos fueron, por un lado, la muerte del cantautor guerrerense José Manuel Figueroa, mejor conocido con el pseudónimo de Joan Sebastian, (pronunciado como si fuera portugués el primer nombre y el segundo, como si fuera en inglés) y la presencia en Guadalajara, dentro de la exposición para jóvenes emprendedores del también cantautor, vocalista de la banda de Heavy Metal británica Iron Maiden, Bruce Dickinson (a la izquierda).

Y digo que esto me lleva a grandes preguntas al constrastar a ambos personajes; es cierto, las comparaciones son odiosas, pero también lo es que al hacer el ejercicio, uno puede dilucidar una serie de factores o de lo que pasa en nuestro país y en otras latitudes, y en particular, entre nuestra realidad subdesarrollada y aquello que hace a la isla del norte de Europa un país perteneciente al "Mundo Desarrollado".

Tanto el deporte como la farándula son reflejos del estado de una sociedad, no nos extrañe que comparemos lo visto en una Champions League o en una Eurocopa de Naciones con el lamentable espectáculo que hemos presenciado en el caso de la Copa América y ahora de la Copa de Oro: ha sido una muestra de lo peor del fútbol, con un nivel de juego lamentable, violencia, trapacerías y corrupción, -- el berrinche de Neymar, la provocación rayana en lo homosexual de Jara hacia Cavani, la apatía y mediocridad de Messi y la forma corrupta con la que México ha avanzado a la final del torneo de la CONCACAF, con "errores arbitrales" y faltas inexistentes, incluso más descaradas y menos ambiguas que aquel famoso penal de Robben en la pasada Copa del Mundo, son muestra de la tónica de corrupción, abusos, bajo nivel, tercermundismo y mediocridad de nuestro continente, desde Alaska a la Patagonia. (sí, incluyo a EUA, cuya hegemonía, como les parecía a Orwell y a Wilde, se debe a una anomalía histórica: increíble que una sociedad inculta, heterogénea, con traumas raciales y carente de raíces como la norteamericana se haya encumbrado sobre las europeas salvo por la destrucción de éstas en las Guerras Mundiales, mientras que Canadá es una nación en formación).

Algo similar ocurre al comparar a estos personajes, pese al carácter que tradicionalmente se la ha achacado al rock pesado o Metal, de rebeldía, violencia y hasta satanismo, la realidad es que muchos de sus ejecutantes, intérpretes o compositores son todo lo contrario, --claro, los hay quienes han tenido vidas llenas de excesos como Ozzy Osbourne o Axl Rose-- y el caso de Dickinson es uno de ellos, Iron Maiden, pese a la imagen presuntamente terrorífica de su mascota Eddie, personaje que aparece en todas las portadas de sus discos, y que no es más que una momia, que puede aparecer como justiciero, monstruo del espacio, policía cyborg, faraón o fantasma, soldado británico en Crimea o piloto de la RAF en la Batalla de Inglaterra, centra las letras de sus canciones y las temáticas de sus discos en la Ciencia Ficción de autores como Philip K. Dick o Robert Heinlein (Stranger in a Stranger Land), la literatura de Terror de Poe o Lovecraft (Murders in the Rue Morge, Dance of Death), la Historia como es la Conquista de América del Norte por los Británicos, (Run to the Hills), la Guerra de Crimea o la Segunda Guerra Mundial (The Trooper, Aces High), los Faraones Egipcios (Powerslave) y hasta Alejandro Magno, relatos bíblicos (The Number of the Beast), la era de los grandes navegantes portugueses, españoles e ingleses (The Rhyme of the Ancient Mariner, The Talisman) y reflexiones sobre la vida (Wasted Years, Wasting Love, Rainmaker), lo que muestra la amplia cultura de los miembros de la banda, en especial del propio Dickinson y del bajista Steve Harris que componen la mayoría de los temas, sin olvidar a Janick Gers, David Murray y Adrian Smith en las guitarras y al escocés Nicko McBrian en la batería y percusiones, quien incluso, avecindado en Miami, es católico y hasta catequista en su parroquia. Para nada, los Irons han hecho alguna tonta y cursi canción de amor en sus más de 30 años de carrera.

De igual manera, no se les conoce escándalo alguno --todos son padres de familia con décadas de matrimonio-- ni ningún involucramiento con las drogas, salvo el caso de McBrian que sí sufrió un problema de alcoholismo en sus años de juventud en los años 80, ya totalmente superado.

Musicalmente, y como se demuestra al escuchar las fusiones sinfónicas que se han hecho de rock pesado o su interpretación con instrumentos clásicos, el Heavy Metal demuestra un gran parecido con la música clásica y barroca --basta escuchar a la banda finesa Apocalyptica-- lo que exige un gran conocimiento y dominio de los instrumentos, no se trata de músicos improvisados, sino de verdaderos profesionales.

Dickinson es un tipo extraordinario: cantante de formación académica como tenor de ópera, es campeón de esgrima, Licenciado en Historia y en Mercadotecnia, recientemente ha recibido un Doctorado en Música, y además es piloto aviador, ha sido director de mercado de una aerolínea, es dueño y director de una empresa que da mantenimiento a aviones Airbus y Boeing, y además está por abrir su propia línea aérea.

Ahora volteémos a ver a Figueroa; incluso consultando su biografía en Wikipedia uno se da cuenta del contraste enorme con el británico: no tuvo educación musical formal, ex-seminarista que abandonó los estudios para sacerdote antes de decidir dedicarse a la música, donde comenzó al inicio de los años 70 como uno más de los baladistas que proliferaron durante estos años de la mano de Televisa y del conductor Raul Velasco; algunos, dentro del ámbito hispanoamericano fueron grandes talentos, como los españoles Camilo Sesto, Raphael y Julio Iglesias, y en México tenemos a José José y más recientemente a Luis Miguel, pero junto a estas luminarias (contrariamente a lo que se piensa, ser baladista o crooner como se les llama en el ámbito anglosajón no es cosa sencilla o propio de gente con talentos limitados, fuera del mundo de habla hispana tenemos al inmortal Frank Sinatra en EUA, al canadiense Paul Anka y al británico Engelbert Humperdinck,  quien llegara a desbancar a los Beatles de las listas de popularidad, o más recientemente a Michael Bolton y al excelente Josh Groban, y a quienes no se les puede demeritar sus logros; sin embargo, en la época del perdominio de Televisa, el limitado gusto del entonces todopoderoso señor del espectáculo y su visión cuadrada y anacrónica del mismo, llevó a que éste fuera el género predominante), había muchos verdaderamente prescindibles y olvidables, siendo Figueroa, la verdad, parte de ese montón, teniendo un éxito moderado.

No fue sino hasta la década de los 90 que Figueroa se hizo con fama y éxito plenos desde que adoptó el género y una imagen "folklórica" que no tenía nada que ver con su estado natal del sureste, sino más bien con el norteño Sinaloa: la música de banda, las suertes ecuestres, el sombrero de tejana y la chaqueta de cuero, de un de repente, el oscuro baladista de imagen urbana se convirtió en estrella refulgente de la cada vez más dominante escena "grupera" o de la banda, género e imagen además relacionada con los narcotraficantes, que como es sabido, surgieron en su mayoría en Sinaloa, y que se fue haciendo cada vez más presente en los medios mexicanos a lo largo de las dos últimas décadas, junto con todo un empobrecimiento cultural y en todas las clases sociales; conocido además por sus aventuras amorosas y vida promiscua, en particular con su relación con la costarricense Maribel Guardia con la que procreó un hijo, mientras sus canciones, monótonas que giran sobre el "amor" una de las más notorias Secreto de Amor, es claramente una elegía a una relación adúltera, se inscribían y tenían cada vez más audiencia en el público mexicano, de escasa educación y selección en lo que oye, cada vez más dominado por la "narcocultura".

Figueroa se hizo con tierras en su pueblo natal de Juliantla, Guerrero, prácticamente se volvió cacique del lugar mientras dos de sus hijos murieron sospechosamente asesinados y siempre se habló de su relación con los cárteles del Narcotráfico.

¿Porqué en México tienen arrastre figuras del espectáculo como Joan Sebastian? ¿Porqué se nos presenta como nuestra mayor gloria de la música popular un personaje circense, de risa, como Alberto Aguilera, o más bien su stage personna: Juan Gabriel, cómica, ridícula y exageradamente homosexual cantando canciones de desamor --que algunos dicen no escribe él y que son igualmente simplonas y monótonas como las de Figueroa-- que en un país desarrollado sería tomado como una especie de show man de cabaret, comediante o una curiosidad, y no tenemos músicos o personajes polifacéticos, positivos y cultos como Bruce Dickinson? ¿Porqué tenemos una cultura popular tan sórdidamente decadente?

La respuesta está en una palabra: EDUCACION, el pueblo mexicano tiene la farándula que se merece, si no está educado, si no conoce de música, si no conoce de Historia, Literatura, Filosofía, y todas aquellas ramas del saber ni siquiera a nivel básico que cualquier persona debe tener respecto al pasado y al presente de la sociedad en que vive, difícilmente podrá apreciar la buena música, el buen cine o la buena TV, ni tampoco leerá los clásicos ni se interesará por conocer más a fondo de su religión, quedándose en Paulo Coelho y en las demagógicas homilías de Bergoglio sin conocer ni de Platón o de Santo Tomás de Aquino, tampoco podrá aprender que hay otras formas de divertirse más allá de tomar cerveza hasta la embriaguez y hablar con leperadas. Y no me refiero solo a la Educación académica, que de sobra sabemos es un desastre tras haber sido arruinada por políticos y sindicatos, sino a la formación en los hogares, con familias y generaciones enteras cuya escuela, cuya fuente de "sabiduría" han sido los medios: prensa y TV que les ha enseñado aberraciones y basura.

No nos extrañe que el país parezca estar precipitándose en un abismo de decadencia y de vulgaridad, de agresividad y falta de civismo, de pérdida de valores y de perpetua politiquería, es lo que hemos construido, sin que nadie quiera salir del agujero en que nos encontramos; ¿y todavía se enojan por lo que ha dicho Donald Trump?, cuando viendo a personajes como Jenny Rivera, Pittbull, Lupillo Rivera, o Figueroa, los "narcocorridos" el reggaetón y demás no mostramos los mexicanos o los hispanos en general sino una cultura que enaltece el crimen, ínfimamente vulgar y que denota una ruina, unos despojos (claro, los anglosajones también tienen sus "joyitas" como Miley Cyrus o Britney Spears, Justin Bieber o la italoamericana Madonna) de lo que fue, alguna vez, la dinámica y gloriosa herencia de Cervantes.

22 de julio de 2015

JAPON: ¿EL REGRESO DEL SAMURAI?


La actual administración del Primer Ministro Japonés Shinzo Abe, ha lanzado una iniciativa muy polémica y que se suma a la escalada de tensiones en el Asia Oriental y los mares de esa zona: en resumidas cuentas se trata del renacimiento militar de Japón.

Es claro que estamos en tiempos convulsos en que el poder global ahora pivota a Asia tras haber estado los últimos 200 años claramente centrados en Europa y América con la Revolución Industrial, que culminó o llevó a su plena realización a la hegemonía occidental iniciada por Portugal y sobre todo España hace 500; Inglaterra y su heredero y sucesor, Estados Unidos, con el apoyo de economías industrializadas culminaron con la occidentalización del mundo --eufemísticamente llamada "Globalización", aunque en mucho la misma ha consistido en la adopción de modas, gustos, técnicas, ciencias y costumbres del hemisferio occidental del planeta-- y esto está llevando a que los viejos imperios, en que el más joven es Rusia, con 1,000 años contados a partir de la conversión al Cristianismo por parte de San Vladimiro de Kiev que se considera como la fecha fundacional de la monarquía y el primer Estado propiamente ruso, pero al lado del cual se encuentra Irán, con 2,600 años de Historia detrás y de ambiciones imperiales, además, la India, con cerca de 3,000 y en una etapa en que parece estar consolidando finalmente su unidad, anteriormente frágil y tensa bajo las dinastías de los Mauryas, Guptas y Mogoles, gracias en buena medida a la herencia política y social británica que quedó impregnada en la milenaria sociedad, China, con 2,230 años de unidad estatal, ya firmemente consolidada y una cultura aún más antigua, en un régimen decididamente imperial, en que los Mandarines, tecnócratas enmascarados tras una fachada cada vez más tenue de Marxismo, ya no han necesitado del emperador para gobernar, y el Islam Sunnita que viene a ser como la suma de todas las antiguas civilizaciones semíticas, desde el Egipto faraónico a los reinos mesopotámicos, y que se debate entre el refundar un Califato o acogerse a la hegemonía de Arabia o Turquía, y entre todos ellos, se encuentra Japón y sus también 2,600 años de existencia bajo el trono de los Yamato.

Japón se encuentra en un punto clave en su Historia: cierto, en 1850 se vio forzado a adoptar la tecnología y un remedo del sistema político de los países occidentales para no acabar aplastado por las ambiciones colonialistas de europeos y norteamericanos, la creación de una potente máquina industrial para sostener un ejército y una marina poderosas que en principio estaban destinadas a defender al pequeño imperio insular de las amenazas extranjeras llevaron a una desesperada búsqueda de materias primas que el archipiélago no tenía, con lo que los nipones se vieron obligados a depredar a sus vecinos y a lanzarse a la expansión imperial sin límites, hasta que la Segunda Guerra Mundial y las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki le pusieron fin a su aventura. Pero hoy, quizá no le quedará más remedio que embarcarse nuevamente en ella.

Y es que tras la enorme, traumática y apocalíptica derrota sufrida por el Imperio del Sol ante EUA y sus aliados en 1945, la constitución elaborada por McArthur ha sido, en realidad, una camisa de fuerza que le impide a Japón volver a su pasado histórico y desarrollar a fondo todo su potencial; después de todo, si analizamos toda la Historia nipona, nos encontramos que la misma ha sido jalonada por la guerra salvo dos grandes periodos de paz: la Era Edo, definida por el gobierno de los Shogunes Tokugawa y que abarca de inicios del siglo XVII a 1850, en que termina con la llegada de "los barcos negros" del Comodoro norteamericano Matthew Perry, y la actual de posguerra, antes de estos periodos, los Japoneses habían vivido en el combate perpetuo; la más de las veces, desgraciadamente, en conflictos fraticidas que hacían que las katana se tiñeran con sangre de compatriotas antes que de enemigos externos.

El carácter insular del país, y la reforma del sistema militar por parte de los emperadores del siglo VII con la mira en, por un lado conquistar los territorios de las islas del norte, en poder de los Ainu, los misteriosos nativos blancos de Japón, mediante la cual se otorgaron tierras a aquellos jefes militares que participasen en la campaña, y la necesidad de contar con un ejército capaz de oponerse al poderío imperial chino en la península coreana, hogar ancestral de la dinastía del crisantemo, --lejos de mitos solares-- llevó a un sistema feudal en que los líderes guerreros, los damyo, y sus guerreros con los que les ligaba un contrato o pacto de servicio, por lo que eran los samurái que se convirtieron en una verdadera élite, sobre todo tras la Guerra Gempei, de la que ya hablé en un post anterior.

Contadas fueron las luchas contra enemigos exteriores: el intento de invasión sino-mongola de Japón por Kubilai Khan o la guerra contra China sobre suelo coreano en el siglo XVI, la mayor parte, el país se desangró en conflictos entre estados feudales para los cuales los emperadores se volvieron meros líderes espirituales hasta que Hideyoshi y después Ieasu Tokugawa unificaron el país y centralizaron el poder bajo una dictadura militar, hasta su cambio por la "Revolución Meiji" en que se adoptó un absolutismo monárquico combinado con un régimen semiconstitucional al estilo occidental.

El Ejército Imperial creado bajo el esquema militar europeo, tomado en el caso de las fuerzas de tierra del ejemplo prusiano, y de la marina, de Inglaterra, mantuvo sin embargo la mística guerrera del pasado, su oficialidad y generales provenían de la casta samurái, se seguía el código Bushido y había una lealtad religiosa hacia la figura del Tenno de parte de los militares propia de los grandes héroes del Japón feudal. Tras la Guerra, la derrota y la reducción del monarca a un Jefe de Estado constitucional con facultades meramente ceremoniales, vino también la desmilitarización; la carta magna japonesa estableció una disposición expresa que obligaba al Imperio del Sol a ser una nación pacifista y a rechazar la guerra y la fuerza armada como vehículos para la política; como consecuencia, las fuerzas armadas fueron disueltas y se buscó desmilitarizar la mentalidad del pueblo nipón.

Las circunstancias, sin embargo, obligaron al propio EUA, y al propio McArthur a reconocer que necesitaban a un Japón armado, aunque controlado, para que no volviera a utilizar sus fuerzas militares para algún tipo de expansión imperial; finalmente en 1950, ante el control que de la parte oriental de Alemania habían tomado los rusos, y la creación de una fuerza militar germano-oriental, es que se autorizó la creación de un ejército alemán: la Bundeswher, que, aún con que ha contado con un buen presupuesto y fue entrenada y organizada por antiguos oficiales de la II Guerra Mundial, no es sino una caricatura de la poderosa Wehrmacht hitleriana, y así, por esos años se crearon las llamadas Fuerzas de Autodefensa de Japón. La idea es que el Estado japonés pudiese contar con fuerzas que garantizaran el orden interno contra posibles alzamientos de corte comunista, así como colaborar con las tropas norteamericanas asentadas en el archipiélago, como el caso de la base de Okinawa; realmente, en el acuerdo trenzado entre Japón y EUA, se pactó que la defensa contra enemigos externos estaría a cargo de la potencia angloamericana. Aún así, el presupuesto militar japonés ha ido creciendo, sobre todo en los últimos años, aunque siguen sin poder desarrollar armamento propio, con todo y que Japón tiene la capacidad tecnológica para incluso adquirir capacidad nuclear en 6 meses, según se dice.

En realidad, mucho del pacifismo que ahora Japón pregona no es otra cosa más que consecuencia de su síndrome de la derrota, el japonés ha quedado con un complejo de inferioridad que ya alguna vez comenté en este espacio, sin embargo, debajo el guerrero late y vive, y esto se expresa en el contenido de muchos productos de la pujante y a menudo extravagante cultura popular nipona actual: los manga y anime rebozan de contenidos violentos, de historias guerreras y heroicas, de valores sustentados en el Bushido, de la añoranza de los campos de batalla, de los estandartes flameando, las armaduras lacadas y el entrechocar de los sables, el japonés no puede negar su cultura y su identidad, y menos ante las circunstancias actuales, en que, por un lado, tenemos una sociedad moribunda y estancada, muy similar a la del periodo Edo; perdida entre perversiones sexuales y frivolidades estúpidas, con una natalidad bajísima que pone en riesgo su supervivencia y la falta de ideales o de imaginarse un futuro, como lo retrata Murakami en sus novelas; por otro lado, tenemos el inmenso peligro de una China desbordada y sin límites.

Porque, pese a que la bélica historia nipona en el pasado se centrase en conflictos intestinos, la realidad es que el motor del desarrollo histórico de Japón se encuentra en la rivalidad con el Imperio de los Dragones. La tensión entre ambos imperios ha sido el conflicto permanente en el Asia Oriental, y ha definido las relaciones en ese rincón del mundo desde al menos, el siglo VII, es el origen del eterno "problema coreano" y también de los deseos de expansión china hacia el sureste asiático. Ambos imperios se han frenado y han evitado la expansión de uno y otro en forma mutua.

Hoy queda claro que China se lleva de calle a Japón y que no tiene un rival definido en el continente asiático: vive una luna de miel con Rusia, con la India, una alianza de conveniencia, pues, aunque el subcontinente y el Celeste Imperio históricamente han tenido sus roces por el control del Himalaya, los contactos y conflictos se han visto atemperados por la geografía, en especial, por la cordillera del Hindu Kush, --literalmente significa: asesina de hindúes,-- que les separa, con los obstáculos montañosos y el clima extremo en ellos, mientras que los países de Indochina: Tailandia, Laos, Camboya o Vietnam, históricamente no han  sido otra cosa más que "el patio trasero" del poderosos Estado asiático bajo todas las dinastías o el actual Partido Comunista, cuando no, hasta satélites. Solo Japón, pese ha haber heredado la cultura de China, se ha mantenido libre de su órbita política, le ha plantado cara y hasta ha llegado a ser más fuerte que ella y le ha derrotado. China a su vez, ha dirigido sus esfuerzos a lograr el sometimiento del archipiélago a sus dictados, sin lograrlo nunca, e históricamente, ha habido siempre un estira y afloja entre ambos.

Japón debe armarse y debe construir un poder militar si bien no agresivo ni tendiente a la conquista, sí lo suficientemente fuerte como para frenar un posible expansionismo chino como lo demuestran sus reclamos sobre sus diferendos en el mar territorial con Vietnam o Filipinas y la construcción de una cadena de islas artificiales con bases militares, incluso, esto puede servir a Tokio para refrendar su independencia respecto de Washington, cuando no es un reflejo del poder menguante de la potencia americana; sin su tutela, Tokio tendrá que valerse por sí mismo nuevamente, y quizá podrá recuperar la figura del Tenno como verdadero líder de la Nación sin inhibiciones ni restricciones, quizá, el recuperar sus ideales, los sueños guerreros y el valor permita a los jóvenes nipones recuperar el orgullo y la dignidad y así, comiencen a construir un futuro para un pueblo glorioso y que tantos logros científicos, tecnológicos, artísticos y culturales ha tenido, saliendo de la apatía e inanidad en la que se encuentran varados.

Japón, pese a las atrocidades cometidas en Nanking en los años de la guerra con China, Pearl Harbor y demás, no merece ser parte de los derrotados de la Historia; es un pueblo valiente, luchador y que se ha sobrepuesto a todas las adversidades; por todo ello, Japón merece también, tener un lugar en la nueva "Edad de los Imperios" que se avecina.

17 de julio de 2015

GRECIA Y PERSIA, EL DESASTRE Y LA VICTORIA


1.- Grecia: "Se los dije..."

Y finalmente, pasó lo que les decía; Tsipras terminó por ceder ante las presiones del Eurogrupo, desde un principio, él mismo lo sabía, que no tenía otra salida, el referéndum fue, como lo dije anteriormente, una medida populista para legitimarse ante el Pueblo Heleno, de esta manera, el político ateniense puede quedar como víctima junto con todos los Argivos, de la malvada cúpula europea; aunque todo, finalmente, no es miel sobre hojuelas para Alexis "fecundo en ardides", más cuando enfrenta la crítica de la mitad de su propio partido, el ala más radical, representada por el ex-ministro de Finanzas Yannis Varoufakis --quien dimitió al darse cuenta de que las reales intenciones de su jefe eran las de terminar aceptando las imposiciones de Berlín y Bruselas-- y la Presidente del Poder Legislativo: Zoé Konstantinopolu, quienes pretendían la no aceptación de las condiciones del bloque continental, y mantenerse resistiendo como los Espartanos en las Termópilas, y con la misma certeza en el Hado cruel dirigido a su aniquilación, volviendo todos tendidos sobre los escudos antes que arrojarlos a los pies de los enemigos y volver cobardemente.

Tsipras ha resultado mucho más pragmático y realista: pese a la opción suicida de sus compañeros de partido y el descontento de los Aqueos que salieron a las calles en violentas protestas contra las reformas de austeridad que terminaron por ser aprobadas también por el Parlamento, apellidando "traidor" al Primer Ministro.

La realidad es que Tsipras no está traicionando a Grecia, tampoco la está salvando, por que es, al momento actual, imposible hacerlo y así lo sabe tanto Angela Merkel como todo el Eurogrupo y el Fondo Monetario Internacional, que ya incluso plantea o propone el hacer una remisión de un gran porcentaje de la deuda pública helena a fin de hacerla pagable. Sin embargo, Tsipras gana tiempo no solo para él y para la Hélade, sino para todo el Viejo Continente, aunque también cumplió la función que le asignó su patrón: Vladimir Vladimirovich Putin y toda su caterva de aliados en el panorama político europeo: Tsipras, Syriza y Grecia son mártires de la causa euroescéptica y están sirviendo excelentemente para apuntar el dedo en contra de la Unión, y en contra de Alemania; la Unión Europea ha quedado dañada, como bien lo dice el columnista de El País, José Ignacio Torreblanca, Grecia ha sido sacrificada, ofrecida como anzuelo a la codicia del economicismo europeo y víctima propiciatoria para fortalecer la postura antieuropea de Podemos en España, o el Front Nationale, cuyos líderes, sea Pablo Iglesias o Marine Le Pen son menos pragmáticos que el heleno y fanático el uno, crítica la otra con aquello que se ha convertido la Unión. Que ésta está tocada, quien sabe si no herida de muerte, es indudable...

2.- Irán, La Potencia Eterna:




La distancia actual entre los multiseculares enemigos: Grecia e Irán --errónea pero perdurablemente llamada por los primeros como Persia-- no puede ser mayor, los Aqueos hoy se encuentran postrados, convertidos en un pueblo deteriorado por la molicie y el Estado de Bienestar, que conserva el orgullo, pero ha perdido capacidad de iniciativa, valor, creatividad, trabajo e independencia, mientras que los iránios se encuentran, desde 1979 y su Revolución Islámica, en el camino a un renacimiento, con muchas ganas de intervenir en la política global y con la capacidad para hacerlo, pues cuenta con grandes recursos en hidrocarburos, se encuentra en plena explosión demográfica con una de las poblaciones más jóvenes del mundo, y además, cuenta con uno de los mayores números en proporción, de graduados en carreras científicas, teniendo además una gran capacidad para el desarrollo tecnológico en informática y armas, de igual manera, y como lo demuestran las manifestaciones de festejo tras la firma del acuerdo, goza de estabilidad política, con un apoyo masivo al régimen republicano-islamista instaurado por el Ayatollah Khomeini; por si fuera poco, Irán, históricamente ha sido un factor clave en los grandes cambios históricos: su invasión a Grecia propició la Epoca Clásica de la Hélade, la presión constante durante varios siglos ejercida por Arsácidas y Sasánidas contra el Imperio Romano fue lo que condujo al debilitamiento de éste, su conquista por los primeros Califas Arabes fue vital para la expansión del Islam, fue un factor fundamental en la división de éste y un equilibrio contra los Califatos Abasida y Otomano, llegando a ser un aliado estratégico de Occidente o de la Rusia zarista en el marco del "Gran Juego" colonialista en Asia.

El acuerdo firmado entre Irán y las potencias occidentales más Rusia respecto a su programa nuclear es la culminación de una política iniciada bajo el mandato de Mahmoud Ahmadinejhad y que ha continuado con Hassan Rohani: asertividad, presencia en el exterior, presión diplomática, alianzas estratégicas con Rusia, China y el "Eje Bolivariano" en Sudamérica, como ha sido la tónica de la diplomacia y estrategia persa desde tiempos clásicos, los gobiernos de Susa, Persépolis, Ctesifonte, Zaranj, Bukhara, Tabriz, Isfahán o Teherán (las distintas capitales que Irán ha tenido a lo largo de su larguísima historia) han sabido olfatear los puntos débiles de sus enemigos para aprovecharlos, y en esta ocasión volvieron a hacerlo.

Sin duda, el acuerdo puede contribuir a modificar el mapa de Medio Oriente y los equilibrios de poder en tan delicada región; para empezar, sin duda Israel, que ha expresado su descontento ante la firma del acuerdo, pero también las monarquías árabes del Golfo Pérsico se encuentran preocupadas, y no es para menos: la estrategia que originalmente se planteó con Bush Jr. y culminó con Obama tendía a construir un muro de regímenes fundamentalistas pero dependientes de Occidente para evitar la tendencia a la expansión persa. El desarrollo del programa nuclear, por su lado, convertiría a Irán en una potencia con armas nucleares, contrarrestando la posición del Estado Judío, hasta ahora, la potencia nuclear del Levante, y generando también un pulso con la India y Pakistán, sus también históricos enemigos en el este, aunque por el momento, parece que Irán está muy interesado de ser contado en el club de las potencias emergentes, y por el momento, se encuentra alineado al lado de Rusia, China y la India, ésta última, junto con su eterno rival Pakistán se ha convertido en miembro de la Organización de Cooperación de Shangai, (OCS) misma que aparece, como en su momento el Pacto de Varsovia, como la organización que puede contrarrestar a la OTAN, más cuando tenemos que la están conformando ahora cuatro potencias nucleares, junto con Rusia y China.

Al haber llegado a un acuerdo, cabría la posibilidad del cese del apoyo estadounidense a los opositores a Bashar el-Assad en Siria, quien es aliado incondicional de Teherán, con quien lo identifica la fe chiíta, y la acción de los Persas en conjunto con la OTAN para acabar con la amenaza del Estado Islámico, si es que esto es parte de las cláusulas secretas (que siempre las hay) en el acuerdo, si no es que pactaron por el contrario, que Irán cedería Siria a cambio de consolidar su control sobre Irak a través de un Gobierno puramente Chiíta y garantías en contra de la independencia Kurda; como sea, la realidad es que el acuerdo nuclear es sumamente beneficioso para los Persas, que ven levantadas la totalidad de las sanciones, incluyendo el embargo de armas, el descongelamiento de cuentas bancarias en el extranjero de Gobierno, políticos y empresarios iraníes, de igual forma, se les limita su programa nuclear únicamente a fines pacíficos, sin embargo, las negociaciones se alargaron por años, que algunos no dudan en señalar que Teherán se dedicó a ganar tiempo a fin de tener ya listas sus ojivas nucleares y a buen recaudo a fin de despistar a las inspecciones internacionales.

Así, Irán tiene ante sí las posibilidades de convertirse en la potencia clave del Medio Oriente como lo ha sido desde hace milenios, tiene factores económicos para lograr competir en los mercados globales y la capacidad para establecerse como una gran potencia militar, su labor, esperemos, se convierta en un factor de estabilidad y pacificación en Medio Oriente, siempre y cuando los Persas no busquen ambiciones imperiales y no desperdicien la oportunidad que se les está brindando para ser parte del concierto de las naciones, igualmente, Occidente debe cambiar su forma de ver a Irán, que puede convertirse en el gran aliado en la región ante un Israel radicalizado y paranoide o una Arabia fundamentalista, ambiciosa y corruptora, Irán por el contrario muestra una versión del Islam mucho más liberal, un sistema incluso mucho más democrático que el del Estado Judío, por si eso es lo que les preocupa, y una sociedad vibrante y con capacidad e intenciones de formar parte del mundo globalizado, la pregunta está en torno a la capacidad de los liderazgos occidentales de comprender a Irán, y la capacidad de mesura y de analizar el contexto y sus alcances de parte del liderazgo persa.

Como sea, los Persas nuevamente tienen en sus manos moldear el futuro, no solo de su región, sino del mundo en la zona más estratégica del planeta, veamos qué hacen esta vez.


15 de julio de 2015

EL FRACASO


El historiador británico Ton Holland en su magnífica obra A la Sombra de las Espadas, de la que ya hablé antes en este espacio, hace una evaluación muy interesante sobre el reinado del Emperador Romano César Flavio Pedro Sabatio Justiniano I Augusto: un hombre dispuesto a hacer lo correcto, poseedor de un ambicioso plan de reformas legales y económicas, de poner fin a las divisiones religiosas que generaban discordias, así como de un gran plan militar para devolver la gloria al Imperio, y recuperar la mitad occidental de los dominios de los césares caída en poder de los pueblos germánicos unas décadas atrás.

Justiniano comenzó con energía con su plan de sistematizar y codificar el Derecho Romano, el cual fue exitoso, como todo abogado debe saberlo, logró que el Imperio conociera una gran prosperidad y las arcas públicas rebosaron, continuando con la política hacendaria seguida por sus antecesores: Anastasio I y Justino I; ante un brote de sedición con motivo de las escandalosas carreras de carros en el hipódromo, su gobierno reaccionó con energía y la represión incluso fue brutal. Tras los motines reconstruyó y embelleció Constantinopla con la Iglesia de Santa Sofía y otras construcciones, mandó a sus grandes generales Belisario y Narsés a combatir a los Persas en Oriente y a Ostrogodos, Visigodos y Vándalos en Occidente, recuperando el Norte de Africa, Italia y el Sur de España, se sobrepuso, como muchos emperadores antes de él, a la tradicional oposición del Senado y sus facciones, y parecía que con él regresaban los gloriosos días de Constantino o de los Antoninos.

De súbito, todo se desmoronó, y Holland, sin negar la grandeza histórica del romano, le achaca al mismo las causas del espectacular derrumbe en los años finales de su reinado: sobredimensionó sus posibilidades, no tomó en cuenta la realidad de los recursos con los que contaba para realizar sus ambiciones ni midió las consecuencias a largo plazo de sus acciones; así, como ejemplo, su invasión a Italia, en vez de recuperarla como el centro histórico del Imperio terminó por devastarla, a grado tal que la recaudación de impuestos y tributos a los Godos vencidos terminó siendo menor a los costos necesarios para reconstruirla, para colmo, hubo hechos que salieron de control de la autoridad de Justiniano: una grave epidemia de peste bubónica asoló a las provincias más ricas del Imperio como Siria o Egipto y la propia capital; todo lo cual tuvo consecuencias económicas con la pérdida de ingentes números de contribuyentes y la incuria de los campos que llevó a la hambruna y un empobrecimiento generalizado. Al final y pese a los titánicos esfuerzos del emperador, la pobreza, el hambre y las amenazas exteriores se señoreaban por todas las provincias. Justiniano, por su parte, fue duramente juzgado por sus contemporáneos. No sería sino hasta mucho después que, con el redescubrimiento del Derecho Romano en Occidente, su figura sería reivindicada.

Guardando las distancias y las proporciones, --Justiniano es un gigante histórico y que obró siempre basado en sus convicciones , Peña ni a pigmeo llega-- el caso actual de Peña Nieto aquí en México tiene algunas similitudes: no es de negarse que el Presidente asumió la magistratura con un ambicioso programa de reformas que, de ser aplicado correctamente, tenía como finalidad el reencausar al país en el camino de la competitividad global. En mi opinión, las más acertadas eran las reformas en materia educativa, con la búsqueda de destruir el poder mafioso del sindicato docente, y la energética a fin de acabar con el oneroso e ineficiente monopolio estatal de PEMEX sin perder la propiedad del Estado sobre los hidrocarburos. Sin embargo, ha cometido muchos y muy graves errores, como el de impulsar una "reforma fiscal" que constituyó en establecer un grave aumento de impuestos y un verdadero sistema de "terrorismo hacendario", mientras el aparato de la Administración y los costos electorales siguen siendo enormes, la ceguera del grupo en el poder, que piensa que mantener sus prácticas de amiguismo y compadrazgos con los que gobernaron al Estado de México, se durmió en sus laureles, además de que se ha mostrado incapaz para manejar crisis, como lo ocurrido en Guerrero y tomar decisiones radicales, lo que ha permitido la impunidad desatada de grupos vandálicos bajo cualquier pretexto. En ambos casos, finalmente, tanto del emperador romano y el presidente mexicano son muestras de un optimismo desbordado y la falta de planeación ante las posibles contingencias, claro, Justiniano demostró temple y acción para enfrentar las crisis aunque con medidas emergentes e insuficientes. Peña y sus colaboradores carecen totalmente de carácter y capacidad de decisión: no saben enfrentarse a las crisis.

Incluso, y ante la evidente mala salud del Presidente, crecen los rumores que Peña padece un cáncer en fase avanzada que le obliga a tomar medicamentos contra el dolor y antidepresivos, y que ésta situación es la que es causa de sus famosos despistes o errores al hablar en público, como si se encontrara distraído, o de su inseguridad y falta de decisión, más aparte ha de sumarse una hostil campaña de oposición vía las redes sociales, el antipriísmo sistemático de muchos sectores y grupos sociales y también cuestión de carácter del gobernante que no desea cambiar su equipo, pues no confía en gente extraña o en quien no conoce.

En materia de Seguridad Pública, el Gobierno de Peña heredó el enredado problema que tanto Vicente Fox, con su inacción y torpeza, como la administración de Felipe Calderón, con su temeridad y falta de planeación, generaron o dejaron crecer, sin plantear alternativas al combate de los cárteles del narcotráfico. Hoy en día la nueva fuga de Joaquín el Chapo Guzmán pone en aprietos al Gobierno de Peña y lo precipita a su punto más bajo, tras una actitud complaciente del mandatario que, tras los resultados de la elección intermedia del pasado 7 de junio, se sentía un tanto seguro: los resultados no habían resultado tan negativos para el PRI, salvo algunos casos en particular, como Jalisco.

Va a ser muy difícil que el Gobierno de Peña se levante de este durísimo revés, es muy poco probable que la típica y fácil explicación de los opositores: "fue un arreglo entre el Chapo y el Gobierno", sea cierta: si liberaron al capo para que éste actuara como una especie de mediador para lograr la paz entre las bandas mafiosas, o bien, para apoyarlo a fin de que se convierta en el capo di tutti capi, y así, estabilice y evite enfrentamientos al volverse en el único señor del crimen en México; sin embargo, esta estrategia propia de los libros de George R. R. Martin o de la Dinastía Julio-Claudia según Robert Graves en la antigua Roma, no tomaría en cuenta el enorme costo político de llevarla a cabo, costo político que ya está pagando el gobierno actual con el descrédito y hasta la burla internacional a raíz de estos hechos. Finalmente, y para lo que lo dudaban, las autoridades han desvelado a los medios nacionales y extranjeros el túnel que utilizó el narcotraficante para evadirse de la prisión, lo que nos indica que, efectivamente, la historia oficial es real, pero también que necesariamente tuvo que haber colusión entre el capo y los directivos del penal, pues una obra de tal magnitud no puede realizarse sin que haya ruido, utilización de maquinaria y movimiento de tierra a través de camiones de volteo.

La realidad es que la falta de energía y la falta de planeación ante todas las posibles circunstancias negativas están hundiendo al Gobierno de Peña: no tomó en cuenta las reacciones de oposición contra sus reformas, no ha sabido manejar a líderes contrarios como López Obrador, Carmen Aristegui, Denisse Dressner y otros, se ha dejado pisotear, humillar y ridiculizar en redes sociales sin una campaña efectiva de comunicación social para contrarrestarlos o mejorar su imagen, ha dejado que la impunidad, desde los vándalos anarquistas hasta funcionarios y empresarios corruptos campee por doquier y ante un panorama internacional en materia económica no ha buscado reactivar la economía, sino mantener vivo al enorme gasto público, y no se encausa a la reducción del aparato burocrático.

Estamos en horas muy bajas, y parece que el mandatario ha tirado la toalla y ha decidido vivir en un mundo irreal, de fantasía, alimentada por sicofantes como el Presidente de Francia: Françoise Hollande, quien inexplicablemente le organizó una recepción y una participación de México en los Festejos de la Revolución Francesa de rango apoteósico, como si el mandatario mexicano estuviese viviendo el mayor de sus triunfos cuando en realidad se encuentra derrotado.

Ahora, recibir homenajes de Hollande que ha demostrado ser un papanatas lujurioso, pues...

10 de julio de 2015

EL JUEGO DE TSIPRAS


Como buen izquierdista, Alexis Tsipras es un sinvergüenza y un cínico --el gesto en la fotografía con la que ilustro esta entrada, sacada en su comparecencia ante el Parlamento Europeo es elocuente de ello,-- combinado con la tradicional tortuosidad de la diplomacia helena, lo cual se les ha achacado desde los tiempos clásicos; pero en absoluto es un estúpido; por el contrario, el Ateniense bien podría haber sido nativo de Itaca y descendiente del ingenioso Ulises; como éste, resulta fecundo en ardides como diría el inmortal Homero y el referéndum del pasado domingo fue uno de carácter magno, que hasta ahora, le ha venido resultando, mientras parece demostrar que la Unión Europea es un castillo de naipes a punto de desmoronarse, así como que el pretendido liderazgo de la Canciller germana Angel Merkel resulta ser un mito; el aqueo parece develar que detrás del pomposo membrete de "mujer más poderosa del mundo" se encuentra una señora ordinaria, cuyo empoderamiento se debió a heredar una hegemonía alemana cimentada en el milagro y el poderío económico construido durante la postguerra y a la posición indiscutible de líder del bloque continental, pero que ante una situación que se sale del plan como es el caso griego, --o el ucraniano, donde la alemana parece debatirse entre su alianza con EUA (debilitada tras revelarse el espionaje sistemático ejercido por la Inteligencia useña a Alemania) y la necesaria y eterna relación de amor-odio con Rusia-- se muestra indecisa y no sabe como reaccionar.

Tsipras, es cierto, es sin embargo, lo mismo que su país, un tipo limitado, la situación actual griega que se pintaba como generadora de un ominoso porvenir para la Unión y para la Economía Mundial, parece que en realidad no llega a tanto; y es lógico, la economía de los Argivos es de peso ligero comparada con la de muchos otros países fuera de Europa, como México, por ejemplo; al ser un país que no genera gran cosa más allá de turismo y productos agrícolas como aceite de oliva o ganado ovino y en escasa cantidad.

Por ello, el referéndum y la astuta idea de organizarlo y llevarlo a cabo debe ser visto desde la lógica interna de la Hélade, antes que ver en ello una medida dirigida a romper la Unión Europea y poner en jaque a las cabezas dirigentes del Bloque; en esta semana casi que ha pasado desde que los Dánaos acudieron a las urnas sintiéndose en los tiempos de Pericles o de Pelópidas y Epaminondas las cosas se han  mantenido prácticamente igual, y pese a que sí ha existido cierta turbulencia en los mercados, la misma fue controlada y el pánico fue calmando al pasar de los días. Finalmente se dimensionó que la mínima aportación griega al PIB continental no podía influir mucho en la pérdida de valor del Euro de darse el Grexit.

Y es que, también, al final, Tsipras llegó ante el Parlamento Europeo, y ante los negociadores, con una bandera blanca y dispuesto a aceptar más reformas de austeridad; como si en la consulta hubiese ganado el "NO"; el día de hoy, incluso, el Parlamento Heleno ha aprobado más recortes y la cúpula europea se muestra obsequiosa a aceptar un plan presentado por el gobierno izquierdista que no varía mucho, en realidad, de las condiciones que le pretendían imponer días antes de la votación popular, sin embargo, ésta le dotó de, por un lado cierta fortaleza para hacer que los líderes europeos aceptasen una vez más sentarse a negociar con él, al exhibirlos y victimizando a su propio pueblo que de esta manera abiertamente se manifiesta en contra de la élite del Bloque; pero sobre todo, le justifica y legitima ante su propia gente.

De esta manera, el Primer Ministro heleno puede presentarse ante su pueblo como facultado para negociar defendiendo sus intereses, como un nuevo Leónidas contra la malvada Merkel, resistiendo en las Termópilas contra los ataques de la horda depredadora financiera liderada por Berlín. Ahora, si al fin la posición helena debe ceder, como parece ser, ante las presiones del Bloque, puede plantearse como víctima de éste y que hizo todo lo posible por defender a Grecia; así, el costo político lo puede trasladar hacia afuera del país, costo que ha empezado a devengarse con cierta división al interior del partido Syriza.

Finalmente, Tsipras no es más que un político pragmático, díscolo y verdaderamente manipulador que no busca más que salir al paso de una crisis que heredó y aprovecharla para mantenerse en el poder en Atenas a base de populismo y demagogia; lo realmente preocupante para Europa y la Economía Mundial no es lo que pase en Grecia; lo realmente alarmante es que el ejemplo de lo ocurrido aquí se contagie a otros países del bloque: en Inglaterra, si bien el Partido Independiente UKIP no ganó, si influyó junto a la generalizada y ya antigua desconfianza de los británicos hacia la Unión para que ahora, como lo anunciara Isabel II, se plantee el referéndum para salir de la Unión (sin que la isla haya sido parte de la moneda única), pero este no es el peor caso: tenemos a España, donde Podemos salió triunfante de las elecciones municipales y locales y va con fuerza hacia las generales; la situación económica, el descrédito de los partidos tradicionales como el PP y el PSOE, y la corrupción generalizada hasta en la familia real lleva a que el electorado hispano, en especial los más jóvenes que se enfrentan al desempleo, se decanten por el discurso populista de Pablo Iglesias, aunque ya en el gobierno, los integrantes de esta formación de Izquierda se esté revelando como una abigarrada colección de fanáticos comunistas, excéntricos, por decir lo menos, que están implementando medidas rayanas en el ridículo en muchos casos, o desnortados que no saben qué hacer ahora que se encuentran en el poder, no son astutos ni pragmáticos como el griego, sino, por el contrario, se encuentran totalmente fanatizados y, al parecer, con intenciones realmente perversas.

La salida de España del Euro y posiblemente de la Unión mientras se aplican estrategias chavistas sin duda golpearía al bloque en forma irremediable, pero nada sería peor como la salida de Francia, lo que es una de las principales banderas del Partido Front Nationale de Marine Le Pen, en este sentido, y si es cierto que Syriza trabaja para los intereses de la Rusia de Putin encaminados a dividir la Unión Europea y aliviar la presión sobre el gigante eslavo así como arrebatarle a EUA sus aliados europeos, el objetivo se ha cumplido; puede que Grecia sola no rompa al Bloque Continental, pero ha desnudado sus fallas y fragilidades en forma rotunda, y aunque termine por aceptar las condiciones y medidas que se le impongan para su salvamento financiero, habrá diseminado por todos los miembros del Bloque, y en especial entre los más afectados por la crisis desde 2008, el virus de la división y la discordia; amargos serán, sin duda, los frutos que saldrán de esto.

6 de julio de 2015

SUPERHEROES HASTA EN LA SOPA


Dejemos por un lado los terrenos de la política mexicana que tantos sinsabores nos proporciona y los acontecimientos internacionales que tanto nos preocupan, para tocar por ahora un tema más relajado: la omnipresencia actual de los temas relativos a superhéroes emanados del cómic norteamericano en el cine y la TV actuales.

La ilustración con la que se abre esta entrada, por ejemplo, es una tabla que nos dice cuándo se estrenarán las próximas producciones de Hollywood en torno a los principales personajes de DC y Marvel, las dos principales editoras de historietas en EUA, y que se centran sobre todo en el género de los superhéroes, ambas además, ahora parte de sendos imperios cinematográficos y mediáticos como son Warner Brothers, en el primer caso, y Disney en el segundo. En la TV, DC ha llevado la ventaja con producciones que aquí hemos reseñado como la magnífica Arrow, o Gotham y también la excelente Flash, mientras que Marvel ha hecho una producción un tanto regular con Marvel's Agents of S.H.I.E.L.D., o la muy olvidable Agent Carter, aunque recientemente aprendió de sus errores y de lo hecho por su competidora y ahora, a través de Netflix, uno puede ver Daredevil, producción que sin duda va dirigida a competir directamente contra las aventuras y desventuras de Flecha Verde.

La producción sobre los hechos heróicos del abogado ciego Matt Murdock es excelente, lo mismo que el elenco, donde tenemos a un extraordinario actor que ha dejado huella ya en la TV como Vincent D'Onofrio, encarnando al Kingpin, Wilson Fisk, villano que originalmente era uno más de los enemigos de Spiderman, pero que por obra y gracia de Frank Miller terminó por ser la némesis del invidente, algo que realmente resultó más acorde por el carácter mafioso y realista del villano y sus vínculos con organizaciones criminales orientales y las artes marciales, algo muy similar a las dotes y al carácter del defensor del barrio de Hell's Kitchen, una de las 'colonias' más peligrosas de Nueva York contra el crimen organizado.

Ahora bien, tras haber visto en el cine tanto a Avengers, La Era de Ultrón como Mad Max: Fury Road, es posible darse cuenta que existe una grave sequía en la más poderosa industria estadounidense en cuanto a argumentos e historias originales, tanto así que deciden resucitar franquicias que tenían, como en el caso de la historia post-apocalíptica hecha en Australia y que llevó a la fama a Mel Gibson a inicios de los 80, treinta años muertas, o relanzar un producto probado y exitoso, como Star Wars en diciembre con una nueva trilogía, o se han enfocado a explotar al máximo al género de los superhéroes y a los cómics en general. Yo, que he confesado en este espacio ser fanático o seguidor del género superheróico desde la infancia, no puedo más que sentirme un tanto acorde con González Iñárritu, no en su calificación de basura respecto al género mismo o de que éste representa un "genocidio cultural" como le llamó, lo que motivó una reacción airada de Robert Downey Jr., sino al exceso de filmes o teleseries que se están haciendo sobre el tema, ni tampoco concuerdo del todo con lo dicho por Juan Manuel de Prada, que también es un tanto despectivo hacia las historietas norteamericanas, aunque acierta claramente al ligar su origen y éxito con el mundo cientifista y tecnológico en el que vivimos: el superhéroe se inscribe en una mitología que ya no tiene como punto de partida lo sobrenatural, la magia o lo divino, sino los avances tecnológicos y científicos, que sobre todo, se dieron en EUA durante el siglo XX.

Y también es en EUA donde podemos colocar el origen del superhéroe y también las causas del auge actual del género. En ningún otro lado se dio: en Europa, el cómic tiene más bien una vertiente satírica como en el caso de Tintín o Asterix, o de drama y aventuras históricas, como Corto Maltese o Capitán Trueno y su formato es muy diferente, en México, por otro lado, aunque hubo un cómic de un superhéroe exitoso, como Kaliman, el protagonista no era mexicano, sino hindú y ambientado en los últimos esplendores del Raj británico sobre la India en los años 30.

Si hacemos memoria, los superhéroes empezaron a aparecer en la cultura popular en la década de los 30, que en EUA fueron los años de la gran depresión económica y de ascenso del Nazismo, el Imperialismo Japonés encabezado por Hiroito y el Fascismo Italiano. Posteriormente, el surgimiento de Marvel y una "Edad de Plata" del cómic norteamericano se da en los años 60, en el apogeo de la Guerra Fría y con el conflicto caliente de Vietnam. Este auge en el cine y TV, y una nueva vitalidad de los cómics impresos que estamos viviendo hoy en día comenzó en el 2001 con la primera película de la trilogía de Tobey Maguire sobre Spiderman, y sobre los X-Men y después siguieron las demás tanto de DC como de Marvel, mientras el contexto político y social es igualmente de incertidumbre, crisis económica y tensiones internacionales.

Aún así, me parece que tanto Marvel como DC están llegando a un grado ya excesivo de sobreexposición de sus personajes, y pareciera que son empleados para llenar el enorme hueco de la falta de imaginación y creatividad de guionistas y productores en Hollywood. Al final, el género que en sí mismo es interesante y ha producido verdaderas obras de arte como Watchmen o El Regreso del Caballero Oscuro, puede venir a devaluarse y a cansar a las audiencias, más cuando se expone a un público masivo que en su mayoría no es seguidor de las historietas; la segunda película de Avengers es muestra de ello, pues muchas cosas que ocurren en la misma son incomprensibles para los profanos en el tema o bien, se tiene que perder la esencia de la historia para que los poco entendidos comprendan lo que sucede. Además de ello, hay que recordar el lío mayúsculo en que se metió La Casa de las Ideas con los derechos de algunos de sus personajes, dados en licencia a productoras de cine como Fox, antes de ser comprada por Disney y así tener capacidad de armar su propia productora cinematográfica.

Pero veamos los temas de las películas recientes: las historias originales o nuevas giran en torno a los personajes del cómic de superhéroes, mientras que los otros temas son refritos de franquicias de los años 80 o 90, aunque hay que reconocer que pueden ser llevadas de nuevo a la pantalla con grado de excelencia, como es Mad Max: Fury Road, y junto a ella, Terminator Genisys, o Jurassic World, lo que muestra una crisis grave de la imaginación y de la originalidad, por lo que las grandes productoras, desesperadamente, o buscan el último reducto de éstas en el mundo de la historieta, o bien, tratan de resucitar franquicias que fueron exitosas en taquilla en su momento, esperando que lo vuelvan a ser ante las nuevas generaciones.

Yo seguiré viendo las series de TV y las películas de superhéroes en el cine como buen fan, sin embargo, me preocupa esta deriva: ¿Hasta dónde llegarán los productores una vez agoten también esta veta? ¿Está la imaginación en crisis? Parece algo banal, pero no lo es.


3 de julio de 2015

DON JACOBO ZABLUDOVSKY Y EL FIN DE UNA ERA


En la época en que México era "el país de los monopolios" --aún lo sigue siendo en muchos aspectos-- Televisa era la dueña prácticamente de la TV y buena parte de la radio en el país. La empresa, además, tenía un enorme prestigio internacional, no solo en nuestro continente, sino incluso a nivel mundial era reconocida. El poderoso imperio mediático era, de los años 70 a 90 dirigido por el extraordinario empresario Emilio el Tigre Azcárraga Milmo, y se sostenía sobre cuatro pilares, en sus distintos ramos: Raúl Velasco, que llegó a ser el hombre más poderoso del espectáculo en México y quizá, del mundo de habla hispana; Ernesto Alonso, extraordinario actor, director y productor formado en el cine de oro mexicano, que se convirtió en realizador de telenovelas de calidad apoyado por grandes actores e historias inteligentes que recibieron premios y grandes audiencias incluso en Europa y Asia, Roberto Gómez Bolaños, Chespirito, que gozó de una enorme influencia gracias a sus personajes y programas cómicos y por otro lado, Don Jacobo Zabludovsky.

Zabludovsky sin duda fue un protagonista de la segunda mitad del siglo XX mexicano, hijo de inmigrantes judíos polacos de situación humilde, --se avecindaron en el popular barrio de la Merced en la capital del país-- representó la tónica de muchos de los miembros de la comunidad hebrea mexicana: integrado e identificado con nuestra nacionalidad, era un enamorado de la Ciudad de México, que jamás hizo alarde de ser seguidor de la Ley Mosaica y su postura respecto al Estado de Israel fue siempre fría, neutra, mostrando en sus noticieros las dos caras del conflicto judeo-palestino, quizá tuvo mucho que ver que sus padres, de escasos recursos, le matricularon en una escuela pública en vez del Colegio Israelita, donde se mexicanizó al completo. Entre muchos de sus rasgos estuvo el ser un gran aficionado y promotor de la Tauromaquia. Aunque obtendría el título de Abogado por la UNAM, se inició siendo adolescente en el periodismo en forma empírica, casi accidental, por un vecino que trabajaba de linotipista en el periódico El Nacional, para después ser corrector de estilo, entrar a trabajar a una estación de radio como locutor de anuncios comerciales y posteriormente, dar el salto a conductor de noticieros.

Zabludovsky, en 1950 entraría a la naciente industria de la Televisión Mexicana y ahí, su importancia, sería tan grande, o quizá más que la del mítico Walter Conkrite en EUA, pues incluso, la obra del mexicano fue innovadora al diseñar lo que sería el noticiero televisivo y esto trascendería más allá de México: escenografía, modo de dar las notas, el segmento de opinión, la entrevista televisiva, los enlaces con corresponsales al interior del país y en el extranjero, siendo el verdadero arquitecto de una red de corresponsales y enlaces con reporteros situados en distintos países, y siendo un gran profesional: sería el único reportero mexicano en encontrarse en Cuba en 1959 cuando entró el ejército revolucionario de Fidel Castro a La Habana, teniendo oportunidad de entrevistar a Ernesto el Ché Guevara. Otras entrevistas clave en su carrera serían las hechas al propio dictador comunista de la isla, al gran pintor surrealista español Salvador Dalí o a la actriz María Félix. Narraría el alunizaje del Apolo XI en 1969, o la cobertura de la Guerra del Golfo Pérsico en 1991 y la caída del Muro de Berlín y la URSS, hecha a través de la red noticiosa en español llamada ECO Noticias, esfuerzo iniciado por Televisa que quizo ser una especie de CNN del mundo hispano.

Pero donde daría muestras de ser un verdadero titán de la crónica, sería con la narración que hizo de la gran tragedia del Terremoto del 19 de septiembre de 1985 que destruyó gran parte de la Ciudad de México, dañando o acabando con edificios históricos o tradicionales como el Hotel Regis o el Hotel del Prado, y la propia sede de Televisa Chapultepec, todos ellos lugares entrañables para el ya entonces veterano periodista que siempre abogó por la conservación del vasto patrimonio arquitectónico e histórico de la vieja México-Tenochtitlan y sus tradiciones, hasta llegar a ser presidente del Comité para la Conservación del Centro Histórico de la capital. Esa crónica la realizó a bordo de su automóvil y gracias a un primitivo teléfono celular instalado en el vehículo; en sí misma, creo que es un monumento al periodismo a nivel mundial:


Sin embargo, Don Jacobo no estuvo exento de polémicas; en mucho se le identificó como la voz oficial del régimen priísta, quizá no tanto por voluntad propia; aunque ciertamente, siempre fue bien recibido en Los Pinos, y cuando el Presidente de la República salía a alguna visita de Estado o a participar en una reunión cumbre con otros mandatarios, Zabludovsky tenía lugar seguro a bordo del avión presidencial. Sobre todo, se le critica por la cobertura parcial al Gobierno realizada en 1968 del conflicto estudiantil y la "matanza" de Tlatelolco.

Y digo que quizá no tanto por voluntad propia es que fue identificado o fungió quizá como la voz del sistema, él mismo, en 1997, cuando se acercaba la cancelación de su noticiero: 24 Horas, y al mismo tiempo se daba la transformación de la política mexicana con la pérdida de la mayoría en el Poder Legislativo del PRI, narró en una entrevista cómo su trabajo debió plegarse a las circunstancias imperantes en México durante sus años de labor en Televisa, más cuando su jefe, Azcárraga Milmo, se había calificado a sí mismo como "soldado del PRI" en un evento al interior de la empresa en la que dictó línea a todos los empleados: Don Jacobo, pese a su prestigio, haber sido reconocido hasta con la Legión de Honor francesa y con muchas otras condecoraciones a nivel mundial, no era más que un empleado del poderoso empresario y tenía que aceptar las órdenes de éste. 

Pero con la muerte de el Tigre y su sustitución por su, en mi opinión, inepto y soberbio hijo Emilio Azcárraga Jean, la situación cambió: el joven heredero quizo hacer una especie de renovación generacional en la empresa y empezó a afectar a los viejos pilares de la empresa, aprovechando la mala salud de Velasco, le cesó su programa, igualmente, sacó a Chespirito y dejó a Alonso languidecer dándole preferencia a otros productores de telenovelas mucho más jóvenes y populacheros, así como menos exigentes con actores y la calidad de los argumentos de las telenovelas, y en el caso de Zabludovsky, se desató un conflicto entre el empresario y el hijo de aquel: Abraham, economista y también periodista, conocido por la forma dramática que tenía de presentar las notas, en particular en los resúmenes de cada fin de año de las noticias más importantes, pero que padecía de alcoholismo, se vio obligado a renunciar a Televisa, lo que motivó también la renuncia de su padre. Cabe decir que desde entonces, Televisa se ha encontrado en una inexorable decadencia: el joven Azcárraga se ha rodeado de personajes mediocres y vulgares a los que aupó como recompensa por su amistad y su actitud servil: Adal Ramones, Eugenio Derbez, Consuelo Duval, Juan Osorio y Joaquín López Dóriga, quien vino a ocupar el papel del anciano periodista, entre otros muchos personajes patibularios, mientras su programación llega, realmente, a niveles asquerosos.

Don Jacobo se fue a la radio, donde condujo los últimos 15 años de su vida el noticiero De 1:00 a 3:00, y donde según dijo, conoció la mejor época de su labor profesional, ya que, ahora sí gozando de completa libertad editorial, asumió una postura muy crítica tanto con las administraciones panistas de Fox y Calderón como contra la actual priísta de Peña Nieto. Hasta hace quince días, condujo su noticiero, pero ya se encontraba debilitado, como pudo verse en su última aparición televisiva en su viaje a Cuba colaborando con ESPN, finalmente, se internó ante un cuadro de grave deshidratación. El día de ayer, y tras una aparente mejoría, falleció víctima de un derrame cerebral. De acuerdo con la tradición judía, anclada en el libro del Levítico, fue sepultado casi de inmediato.

Don Jacobo queda para la Historia, con sus enormes logros y sus polémicas, dejando un hueco imposible de llenar, ni en la generación de periodistas que todos aducen ser sus discípulos o alumnos, ni en los más jóvenes existe alguien que combine cultura, carisma, profesionalismo, habilidad en el trato, sencillez y pasión por el periodismo con mayúsculas como Don Jacobo Zabludovsky, es un titán más que se marcha, dejándonos con nuestro presente de mediocridad. Para nuestros mayores, se acaba el representante de una era, que, si bien no fue democrática, en mucho, fue mejor.

DESCANSE EN PAZ.