No, no se trata de un nuevo thriller de Tom Clancy,se trata de prácticamente el ultimátum emitido por el dueto Merkel-Sarkozy a la Zona Euro,y a todos los demás miembros del bloque continental para prácticamente, refundar la Unión Europea con un nuevo tratado a ser firmado a más tardar el próximo marzo,en lo que se percibe, más bien, será un Cuarto Reich. Lo que no pudieron lograr Guillermo II y Adolfo Hitler mediante las armas, lo está logrando Angela Merkel cosechando las deudas del resto del continente para con el país germano. Resulta irónico: la Unión Europea se empezó a tejer como un medio para contener a Alemania y está llegando (¿a su fin?) como un medio para que Alemania ejerza su hegemonía incontestada sobre todo el continente.
No es de extrañarse que el ex canciller Helmundt Schmitt haya aparecido en el congreso de su partido, el ya antiguo e histórico partido socialdemócrata: SPD, a hablar acerca de los miedos que genera la hegemonía alemana en Europa y que atemoriza a los propios alemanes; él habla por experiencia propia al ser un veterano de la Wermacht hitleriana que combatió en el infernal frente ruso; por el contrario, habla de que Alemania debe tejer un nuevo orden europeo más inclusivo y que no se dirija desde un solo polo de poder, sino con la colaboración de todos los Estados miembros. Lamentablemente, para los temores y deseos del viejo lobo de la política alemana, Alemania no puede desligarse ni puede evitar tomar, esta vez, el liderazgo de un continente que naufraga, con todo y los riesgos que presenta, y que, enmedio de la decadencia europea, Alemania también se encuentra corroída por dentro por el nihilismo, el hedonismo y sus derivados. Un símbolo de ese deterioro alemán y su creciente islamización y pérdida de identidad nacional, pues contrario a lo señalado por Schmitt, el nacionalismo no impulsa ya a Alemania como cuando ostentaba la cruz gamada, es la inclusión en el seleccionado alemán de los musulmanes Mesut Özil y Sami Kedirah y el nacido ghanés Jerome Boateng o incluso el Latinoamericano Mario Gómez. En eso se equivoca Schmitt, los europeos y primero que nada, los Alemanes, han dejado a un lado o han olvidado los grandes conceptos: Dios y Religión, humanidad, amor, filosofía, nación y patria por su presunto potencial peligroso para generar conflictos, y en cambio, han apostado por los conceptos pequeños: dinero, trabajo, sexo, tecnología, individualismo, moda y éxito material, entre otros, más pedestres y menos conflictivos. Lo que mueve esta nueva hegemonía germana no es el nacionalismo: es el economicismo y el tremendo poder de los bancos y empresas germanas que quieren cosechar los beneficios de la crisis y evitar ser contagiadas por ella, y no una identidad y orgullo nacionales alemanes que cada vez están más desdibujados.
Tras la reunión en Bruselas de Jefes de Estado o de Gobierno de los 27 Estados miembros, en la que se planteó la firma de un tratado refundacional de la Unión Europea, se logró, al menos inicialmente, un acuerdo entre 26 de los 27 países, pero se produjo la primera grieta en el edificio del bloque: el Reino Unido no firmará, según lo afirmó el Primer Ministro Cameron, ningún nuevo tratado de la Unión, a menos de que se le permita mantener su propia regulación a las instituciones financieras (que después de todo, junto a su industria musical son los últimos bastiones económicos ingleses) y no adoptar el esquema que se pretende implantar por el dúo "Merkozy"; así, Cameron se erigió en un defensor de la soberanía nacional británica, pero también expresaba el anunciado, desde hace mucho, divorcio entre la isla y la Unión, cuya relación nunca ha sido buena.
El Reino Unido siempre ha sido el "patito feo" de las comunidades europeas: no entró a la Eurozona, lo mismo que Suecia y Dinamarca y los miembros recientes, o sea los de Europa Oriental excepto Estonia que ingresó a la moneda única, (aunque estos tienen intenciones de hacerlo después) pero además, ha mantenido restricciones a la migración y entradas de mercancías, y muchas veces, ha adoptado políticas contrarias a las seguidas por el consenso de los demás miembros; incluso, ha aparecido como el garante de los intereses norteamericanos en el Viejo Continente desde 1945 y su defenestración como primera potencia mundial a favor de su antigua colonia, en quien, ciertamente, ve continuada la hegemonía anglosajona sobre Occidente que se ha ejercido desde el siglo XVIII, las grandes potencias latinas: España y Francia, a diferencia de Inglaterra, no tuvieron de entre sus "hijos" un sucesor que pudiese tomar su estafeta como grandes potencias, y Portugal ha tenido en Brasil a un heredero que se ha mantenido en la sala de espera del poder, hasta ahora.
Si el Reino Unido rompe con la Unión Europea, sin duda tendrá como una muy buena opción para buscar repotenciarse como potencia económica e integrarse a la globalidad el repotenciar la Commonwealth o "Comunidad Británica de Naciones", la cuestión es, que a pesar de que la Reina Isabel II sigue presidiendo esta organización de libre comercio y que también tiene entre sus fundamentos la libertad de tránsito de las personas nacidas en sus países miembros, es más que probable que la antigua metrópoli quede superada por poderosas potencias emergentes que tienen o pueden tener economías más fuertes que la inglesa: la India, Canadá, Australia, e incluso Sudáfrica podrían ahora ser los centros de poder de la renovada comunidad, mientras Gran Bretaña consumiría los productos y materias primas de estos países y, a su vez, pondría a su servicio a su desarrollado sistema financiero, mientras políticamente se mantiene como el brazo de las políticas norteamericanas en Europa... es eso, o dirigirse hacia la irrelevancia, y como se ve, resultará difícil para los ingleses defender o mantener su Soberanía.
En cuanto a la Unión Europea de 26 países, las perspectivas no son, sin embargo, muy optimistas: ciertamente, se logró que otros 24 países a través de sus gobiernos aceptasen el plan propuesto por Alemania y Francia, sin embargo, de aquí a marzo y quizá después, estará por verse cuál es la reacción de los ciudadanos de lo países miembros del bloque, a los que no se preguntará si están o no de acuerdo con el contenido del nuevo tratado, ya que no se someterá a referéndum; ni se supera el claro acotamiento de la Soberanía Nacional de cada uno de los Estados miembros, pues ahora, las autoridades comunitarias fiscalizarán el gasto público al interior de ellos, se deberán unificar políticas fiscales y presupuestarias desde los dictados de Bruselas, y más allá y en realidad, desde Berlín y París (en menor medida). Habrá que ver si varios países no consideran que en realidad se les impone el yugo germánico, y la misma y anunciada ruptura británica no inicia un pulso y una tensión, como hace 100 años, entre Inglaterra y Alemania. Incluso, habrá que ver si no Londres se convierte en la cabeza del descontento anti germano, ante los temores de un EUA que podría ver emerger en el horizonte a un nuevo rival.
Más allá, el periodista Germán Gorraiz, plantea un escenario en el que, el ganador final del caos europeo es la renaciente Rusia: dentro de la Unión, existirían varias castas: la Europa de los ricos que mantiene el euro como moneda fuerte, una Europa de los pobres o débiles subordinados totalmente a los fuertes, otra Europa de los expulsados de la moneda única y la Europa del Este no incluida en los planes y en la unión monetaria, cada vez más relegada y más dejada de lado de los demás, escucharía el canto de las sirenas de la "Unión Eurasiática" que es la nueva reencarnación del Imperio Ruso, que además, tiene a Alemania sujeta de su dependencia del petróleo y gas del coloso eslavo. Incluso, este autor parece indicar que Merkel ha orquestado toda esta "toma del poder" europeo por Alemania siguiendo instrucciones del Kremlin, donde, detrás de sus rojas murallas, Medvedev y Putin hacen planes.
¿Cuál será la verdad y qué podrá pasar? Lo veremos durante el 2012, que será un año decisivo para el Viejo Continente y muchas otras áreas: México, EUA y Medio Oriente... observemos qué sucede.
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Hablando de Rusia, se registraron protestas contra Putin y su partido Rusia Unida, alegando un presunto fraude electoral en las elecciones legislativas llevadas a cabo el pasado fin de semana... aunque las protestas han sido algo numerosas, no indican que de repente el carismático ex-agente secreto haya perdido el favor de la mayoría de los rusos, sino indican , muy probablemente, los intentos, tristes y descarados, de los norteamericanos y occidentales por descarrilar el proyecto de reconstrucción nacional e imperial impulsado por el dúo dinámico de la política moscovita (Putin y Medvédev).
Si hubo fraude electoral, ¿cómo es que Rusia Unida, aunque ganó la mayoría de los escaños en disputa del parlamento, ha descendido en su nivel de votación y no consiguió la mayoría absoluta tal y como lo preveían las encuestas y lo pregonaban los analistas o "kremlinólogos" más prestigiados? Las reclamaciones de los manifestantes resultan muy pedestres, y las verdaderas motivaciones de los mismos, muy evidentes. Se están produciendo roces fuertes entre Washington y Moscú por la intención de Obama de continuar con el desarrollo del escudo antimisiles propuesto por Bush, la evidente alianza entre Rusia e Irán por el programa nuclear de este último, y el creciente interés exhibido por los eslavos ante la crisis europea y la alternativa que empezará a arrancar el próximo año en la Unión Euroasiática. Los mismos europeos, en especial, las antiguas provincias del Imperio Zarista-Unión Soviética como los países bálticos, y sus antiguos satélites como Polonia o Hungría, están aterrorizados ante esta perspectiva.
Nuevamente, 2012 será un año decisivo para Putin y su proyecto: de ser reelecto en la Presidencia y no tener problemas para reasumir el mando formal u oficial (porque realmente no lo ha perdido), no tendremos duda que se consolidará en el Kremlin y podrá seguir adelante con su plan de renacimiento imperial ruso. Definitivamente y sin profecías fantásticas, el próximo año será extraordinariamente importante.
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El derribo de un avión robot espía norteamericano en Irán aumenta las tensiones, lo mismo que el arresto de 15 presuntos espías de la CIA en la antigua Persia, pero muestra las debilidades del sistema de inteligencia de EUA, que se exhibe en completa decadencia. Que los iraníes hayan logrado un programa informático para intervenir las comunicaciones entre el aparato y su base en el Golfo Pérsico muestra también el alto desarrollo de la tecnología en sistemas de cómputo que desde fines de los 80 ha tenido Irán y su aplicación en la seguridad del país. Ahora, los iránios están estudiando a fondo el regalo tecnológico que, literalmente, les cayó del cielo, y quizá tengan ayuda de sus aliados rusos y chinos.
2012 será decisivo en la continuación de la elevación de tensiones entre norteamericanos y persas. La potencia mundial más nueva y la más antigua.
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