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7 de octubre de 2010

FEDERALISMO VS. CENTRALISMO EN MEXICO II-¿QUE HA SALIDO MAL?


La respuesta es sencilla: Porque dada la escasa cultura política del mexicano, y el culto al poder por sobre todas las cosas de los dirigentes, hace que cada vez que el Federalismo ha sido tratado de ser llevado a cabo en serio termina por consolidar a caciques regionales y sus proyectos.

El Federalismo es un sistema que no solamente se ha aplicado en EUA, se ha aplicado en muy diversos Estados motivados, como en el caso de la Unión Americana, por un origen en una pluralidad que se unificó pero que mantiene la autonomía interna, como es el caso de Alemania y sus "Lander" o de Argentina, unificada hasta 1853 en que los cacicazgos locales terminaron por acordar constituir un solo Estado, en otros casos, se busca una mayor descentralización al interior por tratarse de países muy extensos territorialmente, como Canadá, Australia o Brasil, en muchos casos, es la cuestión étnica la que ha llevado a que se conforme un Estado federal, como en el caso de Rusia-Unión Soviética (además de la extensión territorial, por supuesto) o lo que fueron anteriormente Yugoslavia y Checoslovaquia o Suiza y la cada vez más próxima a dividirse Bélgica son ejemplos de ello; en ninguno de estos casos puede aducirse que existió la intención de imitar a EUA en sus sistemas federales, sino que en todos ellos su instauración obedeció a circunstancias muy especiales. En Latinoamérica, por otro lado, además de México, Argentina y Brasil, Venezuela también aplica, hasta ahora, cada vez más asfixiado por el Chavismo, un sistema federal, heredero del de la Gran Colombia.

La oposición al federalismo que esgrimieron los Conservadores (y no todos, pues hubo Liberales centralistas, como Fray Servando Teresa de Mier) se inscribe en ese temor a los cacicazgos regionales, mismos que se habían gestado durante la Guerra de Independencia, y que posteriormente a ella se consolidaron: Juan Alvarez y Nicolás Bravo en el sureste, Santiago Vidaurri (en la foto), Jerónimo Treviño y Bernardo Reyes en Nuevo León, la familia Terrazas en Chihuahua, los Creel y Corral en Sonora y el propio Venustiano Carranza en Coahuila, además de los separatismos: Texas que se proclamó independiente en 1836 antes de unirse a EUA y Yucatán que pretendió lo mismo en  1838, el mencionado Vidaurri, personaje controvertido, pues era Liberal Moderado, y si bien en un principio apoyó las Leyes de Reforma y a Juárez, después consolidó su poder en su estado natal y sentó las bases para su industrialización, y ante el vacío de poder provocado por las Guerras de Reforma y de Intervención Francesa, Vidaurri planteó seriamente la fusión de Tamaulipas, Coahuila y Nuevo León en una sola entidad y proclamar su independencia como la "República de Sierra Madre", antes de volverse partidario de Maximiliano, pues vió en el Imperio la única forma para la construcción de un Estado Mexicano fuerte y unido. Ese proyecto, por otro lado, ya había sido propuesto años antes en 1840.

Por esos mismos años, el aventurero norteamericano William Walker intentó la independencia de Sonora y Baja California, intentando construirse un país tras su fracaso en Nicaragua, aprovechando, claro, el caos en que había degenerado la situación política de México; de igual forma, durante la Guerra contra EUA, algunos estados, que contaban incluso con más recursos que el gobierno federal, como Zacatecas o Puebla, se declararon neutrales y no aportaron ni tropas de sus guardias nacionales ni dinero a la causa común de todo el país.

Así, cuando tras el triunfo de los "Liberales" los gobiernos de Juárez, Lerdo de Tejada y Porfirio Díaz pretendieron consolidar un orden político y lograr la estabilidad y la restauración del orden, decidieron acotar el Federalismo; para ello, utilizaron a los propios caciques a los que "domesticaron", buscando que se tratara de gente leal al régimen y que tuviese cierto raigambre local y al que se le permitía enriquecerse a sus anchas usando la administración local, la figura de los Jefes Políticos, además, vigente desde 1824 como jefes de la policía y fuerzas de seguridad en regiones al interior de los estados, permitió además dar un aval oficial a los "hombres fuertes" regionales al interior de los Estados, lo que llevó por supuesto, a la generalización de abusos y arbitrariedades. Aquellos caciques que no se plegaron a la fidelidad al régimen, como Manuel Lozada "el Tigre de Alica" fueron eliminados, lo mismo que figuras locales que podían convertirse en caudillos locales fuertes como en su momento había sido Vidaurri, como el caso de Ramón Corona.

De esta forma se construyó nuestro federalismo a medias: el control de la recaudación fiscal quedó en manos del Gobierno Federal, el otorgamiento de recursos a los estados, e incluso municipios, también, se estableció la regla no escrita de que elos gobernadores quedaban sujetos al Presidente, que incluso podía removerlos cuando no fuesen políticamente convenientes, como ocurrió aquí en Jalisco con Guillermo Cosío Vidaurri tras los hechos del 22 de abril de 1992. En otros países federales, no nada más EUA, pensemos en Canadá o en Alemania, las entidades federativas son quienes realizan la mayor parte de la recaudación fiscal y ceden una parte de los recursos a la Federación que también recauda mediante impuestos (aunque la menor parte de sus recursos) y es impensable que las autoridades federales cesen el mandato de las estatales de un plumazo. De igual forma, se eliminaron las fuerzas armadas que se encuentran bajo control de los gobernadores estatales, esto es, la Guardia Nacional, que en EUA resulta primordial, puesto que el ejército se encuentra casi totalmente desplegado en el exterior, y la seguridad interna, por tanto, depende de las fuerzas internas; las cuales incluso, cuentan con fuerza aérea y batallones de blindados y tropas sumamente entrenadas, pero así se eliminó la tentación de que los gobernadores se alzaran en armas apoyados por fuertes ejércitos locales.

Por otro lado, la división en diversos estados de áreas territoriales se hicieron con el objeto de evitar la concentración de fuerzas en manos de un caudillo, cacique o gobernador: el Estado de México, actualmente, es solo un fragmento de lo que originalmente era la Provincia española de México, pues se le quitó la mitad de lo que hoy es Guerrero, además de Morelos e Hidalgo, Jalisco, originalmente la Nueva Galicia, sufrió la ceseción de Colima, Nayarit, Zacatecas y Aguascalientes, y la península de Yucatán sufrió la división en 3 partes: Yucatán, Campeche y Quintana Roo con lo que se eliminaron las tentaciones separatistas por un gobierno único de todo el territorio y se tuvo mejor vigilado a los indígenas mayas por si deseaban otra Guerra de Castas. Otros estados, como Oaxaca, internamente sufrieron la división irracional en cientos de municipios, muchos de ellos sin contar con condiciones económicas para sostenerse, o incluso han perdido la población mínima para ser municipios ante el fenómeno migratorio hacia la ciudad o hacia EUA.

Lo que hicieron en realidad los regímenes Liberal (1867-1911) y postrrevolucionario (1920-2000) fue aplicar un centralismo que ni en Francia, el paradigma de la centralización administrativa, se lleva a cabo, y esto es por que incluso entre los galos se aplica la desconcentración, mientras que en el caso de México, todo, absolutamente todo, ha quedado centralizado en la capital del país, hasta la Secretaría de Marina tiene su sede en la Ciudad de México, cuando el lago hace mucho que ya se secó, los recibos de energía eléctrica, de teléfonos, estados de cuenta bancarios, todos vienen del DF... por ello, es que la Ciudad de México se convirtió desde mediados del siglo XIX en el único polo de desarrollo y fue la única ciudad que creció contra lo que había sido la tendencia en la época colonial, donde hubo un gran desarrollo de ciudades y regiones a lo largo y ancho de toda la geografía del Virreinato, todo esto, finalmente, desembocó en que el DF es hoy en día un desastre urbano y social.

Tras el fin del régimen priísta en el 2000, el control político del centro sobre los estados se debilitó, puesto que la mayoría de los estados quedó en manos del PRI, mientras que el Gobierno Federal en manos del PAN y el DF en manos del PRD, lo que provocó la tensión constante y los enfrentamientos, sin embargo, los estados siguen recibiendo la mayoría de sus recursos del centro y no pueden planear por tanto, por sí mismos a su política económica, sin embargo, han aparecido de nueva cuenta los caciques estatales, de los que ya hemos hablado: Raul Padilla en Jalisco, Ricardo Monreal en Zacatecas, López Obrador que pretende hacer su coto en el DF, el Grupo Atlacomulco en el Estado de México, etc. Todo ello, nos debe obligar a replantear el modelo de Estado Federal que tenemos hasta ahora.

Personalmente, creo que a México, dada su extensión territorial y sus diferencias regionales le conviene el Federalismo, pero éste debe ser real, con su aplicación en materia fiscal y económica, aunque algunas cuestiones sí deben ser unificadas: fuerzas de seguridad, policía, y sistema electoral (como ocurre esto último en Brasil, donde las elecciones estatales, municipales y federales son siempre en las mismas fechas en todo el país, lo que evita el ambiente de campaña electoral permanente que vivimos en México), pero de nada vale que se diseñe un sistema político y administrativo eficiente y descentralizado, si nuestros funcionarios y políticos no están dispuestos a respetarlos, y es que, más que un problema constitucional o de leyes, el problema que tenemos en México es de índole moral, de falta de escrúpulos y de que siempre se ha buscado el poder como fin y no como medio para resolver los problemas de la ciudadanía, sino como la forma de encumbrarse y obtener riquezas y honores, eso generó los caciques y eso generó la voluntad de quienes han ocupado el centro, de no dejarse despojar de poder alguno.

Es en cuestión moral donde urge una verdadera revolución en México, ¿no creen?







1 comentario:

Anónimo dijo...

Respecto a Venezuela el federalismo no es ninguna herencia de la Gran Colombia si algo caracterizo a Bolívar era su profundo odio hacia ese sistema de gobierno inútil, de hecho fueron los malditos federalistas ladrones de Santander quienes destruyeron la Gran Colombia.

La federación surge aquí en 1864 durante la decadencia del mandato de los “Godos” de la mano de Juan Crisóstomo Falcón un miserable ladrón y traidor, después de él solo llegaron hordas de caciques que destruyeron y arruinaron el país hasta la llegada del dictador Juan Vicente Gomes el que no dudo en aplastar a esos malditos y ejecutar a liberales y conservadores tras eso Pérez Jiménez termino el trabajo quitándole al país el ridículo nombre de Estados Unidos de Venezuela, el federalismo aquí no es más que una palabra sin valor puesta en la constitución y en eso el Chavismo poco tiene que ver es de larga data incluso en la época adeco-copeyana los gobernadores los nombraba el presidente hasta 1989 que inicio su elección popular lo que solo trajo una corrupción aun mayor y la aparición de verdaderos señores feudales.