Buscar este blog


18 de septiembre de 2009

EL PROBLEMA DE LA IDENTIDAD MEXICANA

Me pregunta René Zepeda, desde EUA cuándo fue que los gobernantes mexicanos empezaron a entregarse a los intereses norteamericanos. Este fenómeno ocurrió por un lado, porque EUA fue el primer país de América en luchar por su independencia respecto de Inglaterra, de 1774 a 1781. Para muchos, lo hecho por Washington, Jefferson, Franklin, Adams, Madison y demás fue un ejemplo a seguir, sobre todo, porque la lucha o la defensa de los derechos fundamentales del individuo que ya aparecían en la Declaración de Derechos de Virginia y se refrendan en el Acta de Independencia y se establecen en el "Bill of Rights" o primeras 27 enmiendas de la Constitución de Filadelfia, misma que sigue vigente, contrastaba con el absolutismo a la francesa practicado por los Borbones en el Imperio Español; de igual forma, el sistema federal, adoptado en la Carta Magna norteamericana, y la división de poderes, atrajeron a muchos intelectuales tanto en Europa como en América como la aplicación directa de las ideas de la Ilustración para limitar el poder del gobernante. Muchos de los próceres hispanoamericanos quisieron aplicar la misma receta que hicieron los colonos anglosajones en su nuevo país, cuando las circunstancias sociales, culturales y políticas eran muy diferentes entre el Imperio Español y el Británico.

Los héroes de la independencia norteamericana, por su parte, eran tan contradictorios como Bolívar o Iturbide, San Martín o Hidalgo, y así, tanto Jefferson como los demás "padres fundadores" como pomposamente se les llama, hablaron de libertad pero tenían esclavos, de igualdad pero eran racistas y de apertura y tolerancia pero se rehusaron a incluir a los indígenas en la ecuación y mejor buscaron su exterminio definitivo, lo que no quita su probidad, valentía y tenacidad; pero ante todo, se trataba también de una elite que, acostumbrada a la gran autonomía concedida con el desinterés que hacia ellas manifestaron los Tudor y los Estuardo, buscó la independencia cuando los Hannover buscaron ejercer un mayor control sobre las colonias americanas al darse cuenta de lo productivas que podían ser, eliminando los privilegios y el autogobierno realizado por los "caballeros virginianos" o los puritanos de Nueva Inglaterra.

Además de ello, resulta claro que en los gringos influyeron poderosamente dos cosas: el fanatismo protestante que les hacía y hace creer que son un pueblo elegido llamado a liberar al resto del mundo y la masonería, que llegada precisamente de Gran Bretaña en una de sus ramas principales: la Yorkina, se expandió con rapidez en la aristocracia colonial. Así, de los próceres estadounidenses, la gran mayoría profesaba este culto, donde se identificaron con los ideales de la Ilustración. La idea de que la misión de EUA es algo así como dar una nueva evangelización en la libertad al mundo, pronto cobró auge, aunque habría quienes, como Washington o Franklin, considerarían que, efectivamente, se trataba de un pueblo especial pero que por lo mismo, debía evitar caer en el imperialismo del que se habían ellos mismos librado tras una sangrienta y larga contienda (1774-1781).

Sin embargo, los norteamericanos no les hicieron caso, triunfó la corriente de Jefferson y buscaron desde un principio su expansión, y para ello, contaron o con los sinceros admiradores que encontraron entre los partidarios de la independencia y nuevos políticos de las repúblicas hispanoamericanas que de buenas intenciones pensaron que copiar a los norteamericanos y colaborar con ellos era trabajar en favor de la libertad y el progreso, o bien, en los conversos hacia la Logia Yorkina, quienes se subordinaron totalmente a las enseñanzas e intereses de este culto, mismos que se identificaron con los de EUA, este país, de hecho, hasta nuestros días, es el país con más masones de todo el mundo y en el cual las sectas de este tipo ejercen un poder mayor, no olvidemos que por ejemplo, los Bush pertenecen a la "Skull and Bones Society", secta masónica de la Universidad de Yale, y que los símbolos de este tipo de religión esotérica aparecen en su heráldica oficial y hasta en los billetes de 1 dollar. (la pirámide y el omnipresente número 13)

Esas fueron las razones de la subordinación de muchos gobernantes mexicanos a los intereses norteamericanos, y el porqué hasta los gobernantes han copiado para nosotros muchas instituciones, figuras e ideas de EUA que luego, no funcionan bien entre nosotros. Este "malinchismo" es uno de los males que nos han llevado a negar en muchas ocasiones nuestra identidad y a tratar de "agringarnos".
-------------------------------------------------------------------------------------------------

Ayer una amiga me decía que los mexicanos no tenemos identidad, difiero de ella, es cierto que no tenemos una identidad firme, ésta se encuentra todavía en formación, pues la conquista ocurrió hace 500 años, y hay que recordar que los países europeos no consolidaron sus identidades nacionales sino tras la Edad Media, que duró 1000 años y no fue sino hasta las Guerras Napoleónicas que esas identidades nacionales fueron puestas a prueba y luego degeneraron en el Nacionalismo, causa primaria de las dos guerras mundiales.

México no es un caso único, todos los países americanos padecemos lo mismo, incluso, yo creo que no estamos tan carentes de identidad como los canadienses, país cuya independencia se realizó apenas en 1922 y cuyos habitantes buscan definirse en oposición a los norteamericanos, con quienes comparten el origen étnico anglosajón, sin que exista todavía algo genuinamente canadiense, pues o toman elementos británicos o norteamericanos, o en Quebec, la cultura francesa, pero sin ver algo que sea canadiense por sí mismo.

El caso de los gringos es también curioso: "Estados Unidos de América" es un nombre tan poco comprometedor hacia una identidad nacional como lo fue: "Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas" inventado por Lenin para manifestar apertura hacia los no-rusos que habitaban el imperio aunque los rusos siguieran siendo los dominantes. La identidad americana radica en una serie de ideales políticos: "Democracia, Libertad, Estado de Derecho" que cualquier otra sociedad podría tener, y en una serie de elementos artificiales como la Navidad laica que hace de Santa Claus la figura principal y no el nacimiento de Jesús para que sea celebrada por católicos, protestantes, judíos, etc. todas las comunidades de inmigrantes sin que se sientan lastimadas o ignoradas, del Halloween y una serie de fiestas y deportes que solo tienen como común denominador el aspecto comercial y la ganancia económica. EUA es una nación artificial sin identidad propia y que está en constante tensión étnica, pues no es más que el experimento masónico de lo que sería una sociedad global en la que todos conviven pero no se integran. La decadencia económica, militar y política que ha comenzado desde el 2001 puede llevar, sin duda alguna, a que el sistema entero truene.

A pesar de ello, la sociedad americana tiene mucho de ejemplar en materia de libertad económica, de autogestión de las personas que no esperan a que "papá gobierno" lo haga todo, civilidad, tolerancia y disciplina de trabajo, creatividad y valoración de los méritos, lo malo es que lo que ha tenido más difusión han sido sus vicios: libertinaje y promiscuidad, violencia, escasa cohesión familiar, avaricia y hedonismo, culto a los espectáculos y deportes frívolos, y nuestra sociedad mexicana ha adoptado ya muchos de ellos.

Brasil, por su parte, ha adoptado muchos elementos africanos en su música y sus costumbres, dada la gran cantidad de afroamericanos en su población, aún así, se trata de una sociedad muy parecida a la norteamericana, donde las elites son de origen portugués y existe una gran cantidad de inmigrantes venidos de todas partes, hasta musulmanes, y ni se diga los argentinos, que han creado un gran patrioterismo detrás del que se encuentra una sociedad de inmigrantes italianos, ingleses y franceses y europeos orientales con una base de origen español y comunidades judías y musulmanas.
Todos los países americanos entonces estamos en las mismas, la falta de identidades firmes se debe a nuestro origen mestizo en el que conviven elementos indígenas y europeos o al transplante de sociedades europeas a un medio muy diferente como es el americano, mas aparte, la migración llegada de todos lados a este continente. Por eso, en México se han creado elementos artificiales también para definirnos como mexicanos: el mariachi y los charros, por ejemplo, el primero no existió como tal sino hasta la invención de la radio, derivado de una música popular del sur de Jalisco, y el otro, de la evolución y conversión del chinaco o jinete tradicional de la época colonial en un aristócrata, ocurrida en época de Maximiliano y reforzada su imagen en la Revolución gracias a Zapata, Villa y otros caudillos. En la difusión de ambos símbolos destacó mucho el cine y la radio con ídolos como Jorge Negrete, Pedro Infante o Javier Solís, ignorando que existen muchas músicas típicas mexicanas, desde la banda sinaloense, hoy tan corrompida y comercializada hasta las cumbias, pasando por la música indígena o la marimba, y muchos trajes típicos... No es para alarmarnos, lo mismo ocurrió en todo el continente, en que la figura del jinete rural se volvió emblemática: el vaquero gringo, el charro mexicano, el huaso chileno, el gaucho argentino o el llanero venezolano y sus respectivas músicas: el country, el mariachi o el vallenato.

México, hasta eso tiene una identidad propia, aún muy blanda, pero mucho más real y existente que la de los canadienses o aún la de los norteamericanos, ya que es proveniente del mestizaje que implicó la fusión de elementos, y ahí podemos encontrar algunas características:

1.- La gastronomía: mezcla perfecta de la comida española y la indígena.

2.- Las músicas regionales típicas.

3.- El catolicismo: somos un pueblo católico, innegable, el mito fundacional de México: la virgen de Guadalupe es de tradición católica, la entrada de sectas evangélicas, la adopción de la tan cacareada "diversidad" en materia religiosa y ahora del libertinaje sexual europeo, con la erosión de los valores éticos del cristianismo solo está llevando a deteriorar nuestra identidad.

4.- La familia unida tomada de los indígenas (no de los españoles, individualistas como todos los europeos), también erosionada hoy en día por las influencias externas, la violencia y la depravación.

Estos son algunos de nuestros elementos de identidad, es preocupante que no se fortalezcan, y que nos gobernemos de acuerdo con nuestra forma de ser y no copiando sistemas efectivos (aunque están llevando a la decadencia a todo el mundo occidental) en otros lugares, diferentes a nosotros por historia, origen y demás, mientras siga así, no dejaremos de precipitarnos en la espiral de decadencia de la que hablé en un post anterior. No tenemos nada de qué enorgullecernos en el presente ni parece que podamos ofrecer al futuro, sino que vivimos del pasado. Cuando un pueblo está así, es que está muriendo. No nos dejemos morir por culpa de nuestros polìticos que sólo han copiado lo pernicioso, lo nocivo y se han entregado a sus intereses particulares; demostremos que somos los hijos de los Imperios de Europa y de América antiguas.






2 comentarios:

Anónimo dijo...

Escelente post, como acostumbras. Ojalá algún día pudieras hablar sobre el momento crítico que vive la Iglesia Católica

YORCH dijo...

Gracias, sobre ello he hablado ya en varios posts, en especial uno sobre el Concilio Vaticano II y lo que yo considero sus nefastos efectos, pero después abundaré más en ello; ya lo verán.