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22 de septiembre de 2009

LA SITUACION INTERNACIONAL: DE ESCUDOS Y ZELAYAZOS


Apuntábamos brevemente en el post anterior respecto a la decisión de Obama de cancelar el proyecto del escudo antimisiles propuesto durante la Administración de George Bush Jr. a ser instalado en República Checa y Polonia para, presuntamente, defender al Viejo Continente respecto de un posible ataque con proyectiles intercontinentales lanzados desde Irán, ante el avance, ya prácticamente imparable, de la antigua Persia en su programa nuclear, pero evidentemente, sobre todo contra el resurgimiento de Rusia y sus claras ambiciones en la región.

Las razones de esto, por un lado, innegables, son la crisis financiera por la que pasa el coloso norteamericano y que le está debilitando en muchos aspectos para el ejercicio de su poder: apenas puede concentrarse en tratar de resolver el crucigrama de Afganistán e Irak como para buscarse la apertura de nuevos frentes, aunque el no abrirlos le representará riesgos, incluso más graves y cercanos que lo que acontezca en el centro de Asia. Obama ha decidido continuar con el apaciguamiento hacia Hugo Chávez y su corte de protodictadores centro y sudamericanos, y prácticamente ha decidido permanecer pasivo ante el conflicto post-electoral iraní y el programa nuclear de este país; sin embargo, esto puede no ser debido a la inepcia o al desinterés o incluso al izquierdismo del presidente afroamericano, sino a un muy calculado paso hacia una situación de la que derive cierta pacificación del conflicto palestino-israelí.

Obama y los Clinton desean alejarse del Estado judío que para nada ha permitido un beneficio a los norteamericanos: ni les ha significado una cabeza de puente en Medio Oriente ni les ha dado acceso a los recursos petroleros de la región, ni ha influido en el entorno para la difusión de una Democracia Representativa al estilo occidental (porque Israel no lo es) ni les ha brindado ganancia estratégica, comercial o económica; por el contrario, el Estado de Israel se ha mantenido del financiamiento constante norteamericano y de los aportes económicos de la diáspora judía, porque por sí mismo es un país con escasas o casi nulas viabilidad y autonomía económicas. Además de ello, la defensa constante que EUA ha realizado de Israel de 1948 a la fecha le ha llevado a involucrarse en conflictos interminables y estériles, como los actuales de Irak y Afganistán de los cuáles sólo han emanado riesgos y peligros para los norteamericanos. Si bien en estos últimos conflictos la opción militar continúa aplicándose con incremento de tropas y acciones ofensivas, también es cierto que todo mundo, tanto en EUA como en Inglaterra o en otros países de la OTAN están hablando acerca del retiro y buscando una vía de escape de lo que puede convertirse en una hecatombe como la sufrida por los rusos en los 80.

La decisión de echar atrás el plan del escudo antimisiles sin ninguna condición a cumplir por Rusia significa que EUA busca distender el clima de confrontación que se empezaba a reanudar entre Washington y Moscú, ya no habrá apoyo para Saakashvili o para Yushenko, ambos impuestos tras las "revoluciones coloreadas" por la Administración Bush e intereses occidentales, (como las finanzas de George Soros, quien en mi opinión siempre fingió detestar a Bush, a pesar de que algunos de sus actos de gobierno le beneficiaron, como el apoyo descarado a movimientos antirrusos en el espacio ex-soviético), por lo que tarde que temprano tanto Georgia como Ucrania volverán al redil moscovita, al menos como satélites y quién sabe las demás ex repúblicas soviéticas; Rusia, por su parte, seguirá apoyando los progresos nucleares de Irán y no se pondrá del lado de seguir aumentando las sanciones en contra de la antigua Persia.

Irán, por su parte, se puede poner a respirar tranquilamente, pues ya no habrá ninguna amenaza seria que esperar de Washington y podrá continuar con su programa nuclear, ya sea pacífico o sea bélico, contando además con el respaldo de Rusia.

Entre tanto, y sorpresivamente, Manuel Zelaya regresó a Tegucigalpa, refugiándose en le embajada de Brasil, cosa igualmente sorpresiva, puesto que Hugo Chávez, se suponía, era el aliado principal y lo que era de preveerse es que se hubiera instalado en la sede diplomática venezolana, sin embargo, esto quiere decir otra cosa: los planes han cambiado y el patrocinador también, la reinstalación del selvático vaquero se dará no por la retórica y faramallosa actuación del Teniente Coronel Chávez, sino por la fría, calculadora y ambiciosa política brasileña; el "convidado de piedra" de Latinoamérica, desconocido y en apariencia pacífico y alegre actúa por primera vez en 140 años como una potencia con intereses claros de influencia en el entorno hispánico.

¿Todo esto a qué obedece? La clave está en el discurso pronunciado hoy 23 de septiembre por Obama ante la Asamblea General de la ONU: el llamado a superar el orden unipolar por otro multilateral. La situación es bastante complicada y EUA ve debilitarse progresivamente en el escenario internacional, por lo que es claro que se necesita no de un solo núcleo de poder que influya en forma impositiva y unilateral sobre la comunidad mundial, se necesita la participación de nuevos actores que ahí están a la espera de que se les reconozca y que todos juntos pueden operar a fin de crear una situación equilibrada en vez de evolucionar a una situación anárquica del equilibrio del poder caótico o anárquico al estilo siglo XVI en que todos se lanzan sobre la potencia hegemónica para defenestrarla. Es necesario el poderío económico chino a fin de salir de la crisis mundial, es necesario el poderío militar y como productor de hidrocarburos de Rusia como balance en Europa y Asia, es necesario que Brasil actúe en América Latina y contrarreste la influencia de Chávez y es necesario que surja una (Irán) o dos (¿Turquía? ¿Emiratos? ¿Arabia Saudita?) potencias islámicas a fin de brindar un equilibrio en Medio Oriente y frenar al expansionismo y la agresividad israelí, piénsese que la negociación no ha conseguido evitar los asentamientos judíos en las zonas palestinas, pero ¿qué tal si en esa negociación se fortalece a una de las partes con un padrino que cuente con armas de destrucción masiva en igual cantidad que los israelíes? el diálogo será forzado ante la destrucción mutua asegurada como opción.

En pocas palabras, Obama y los Clinton están corriendo el riesgo, no pequeño, de dejar crecer a las nuevas potencias y dejarlas intervenir en los asuntos mundiales, sin embargo, al darse un orden multipolar, se dará mayores oportunidades al establecimeinto de un orden y a la concertación entre las potencias.

Esperemos que al fin se haya fijado una política exterior por parte de Obama en este sentido y que se logre ese orden multilateral y que esto prime por encima de las ambiciones de cada Estado o gobernante y no degenere en una anarquía de todos contra todos. Véamos que pasa.


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