Como siempre me ocurre, estuve esperando por el inicio de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara con gran expectación; sin embargo, y como es una tónica que se ha hecho frecuente por lo menos en las últimas tres ediciones contando la actual, ha resultado decepcionante en cuanto a las escasas novedades presentadas, la falta de imaginación o creatividad para hacer de la feria algo más atractivo y no la representación una y otra vez de lo mismo y lo mismo: hasta los mismos invitados.
En mucho esto se ha debido a la escasez de recursos o falta de ideas por parte de los últimos invitados especiales: Perú, Colombia y ahora Italia que la FIL se ha llenado de tedio, además de los elevados precios de los libros y la fuerte carga ideológica, como siempre, escorada hacia la izquierda, que permea en todos los aspectos de la feria.
Hoy en día, la presencia del invitado especial: Italia, primero fuera del continente americano y de la órbita hispánica (porque hasta EUA y Canadá habían sido invitados, mas no ninguno europeo más allá de España) resulta casi virtual, incluso irrisoria: el stand parece haber sido montado con plena intención de jugar una broma pesada, pues resulta que los libros que se encuentran expuestos y a la venta en él son de editoriales mexicanas y algunas sudamericanas o españolas ¡pero de autores italianos! contabilizando entre ellos a autores romanos (sería, como en una exposición de libros mexicanos, contabilizar al Popol Vuh y a los poemas de Netzahualcóyotl como parte de la literatura mexicana, que es en español y arranca en el siglo XVI, cuando en realidad pertenecen a literaturas en lenguas indígenas).
¿Dónde están las casas editoriales italianas? Es para que Mondadori hubiese puesto un mega stand mucho mayor al que ordinariamente establece en la feria. Pero lo increible es que en una feria dedicada a Italia los protagonistas no sean ni Umberto Eco o Valerio Massimo Manfredi, el primero genial filólogo, filósofo y escritor, admirador de la cultura medieval y notable ensayista, autor de una obra fundamental que pasará a la Historia como "El Nombre de la Rosa" y el segundo erudito arqueólogo especializado en las culturas clásicas: Grecia y Roma y escritor de excelentes novelas de acción y aventura ambientadas en aquella época, como "Alexandros", "La Ultima Legión" novela no apta para cardiacos o "El Imperio de los Dragones", misma que compré y coloqué en mi lista de libros a leer.
Por el contrario; los protagonistas han sido Carlos Fuentes, quien ciertamente merece reconocimiento, pero a quien se le han estado tributando honores que en otro tiempo habrían sido propios de los Césares o de los Huey Tlatoani, las novelas de Fuentes son páginas históricas en la literatura mexicana, sus ensayos y libros en los que analiza la cultura mexicana como "El Espejo Enterrado" son notables, claros y precisos, lo mismo aquellos que hablan sobre la política internacional: "Contra Bush".
Lo que sí, Fuentes adolece de todos los defectos de nuestros intelectuales: adopta una bandera de izquierda que ni le queda ni le corresponden por sus antecedentes de haber nacido en familia de encumbrados diplomáticos en Panamá y haber sido ahijado de Alfonso Reyes y gozar de una buena fortuna, tener un éxito literario gracias a la Globalización que tanto critica y acusa de ser la causa de la pobreza y desigualdad y que le permitía irse a Nueva York a probar los martinis del bar de un hotel cuya demolición después lamentó en un artículo, y cenar con un paladín neoliberal como Bill Clinton en compañía de otro intelectual izquierdoso millonario y el sí, premio Nobel: Gabriel García Márquez.
El otro invitado fue Fernando Savater: el filósofo partidario de un ateísmo extremo e intolerante (no necesita a Dios, pues él se concibe a sí mismo como una deidad, recuerdo su actitud de soberbia cuando la UNAM le concedió el doctorado honoris causa) y de su ética sustentada en el hedonismo fue protagonista de un debate de altura con Fher, vocalista de Maná... como bien dice el polémico historiador español Pío Moa: esta progresiva "farandulización" de la cultura muestra como existe una pobreza intelectual extrema en nuestra sociedad... si querían ofrecer un espectáculo e inflar egos ya de por sí inflados hasta casi reventar, hubieran aprovechado la presencia de artistas de talla internacional como Maddonna, los Gallagher y hasta los Hot Chip en el fin de semana pasado y los hubieran invitado a departir con Gabriel García Márquez, con el mismo festejado Carlos Fuentes, la Poniatowska y demás adláteres, el circo hubiera estado bueno.
Por cierto que en este sentido se tuvo la presencia de Arturo Pérez Reverte y de unos de los principales apologistas y propagadores de la "cultura" del Narcotráfico y la delincuencia organizada: Los Tigres del Norte... una señal del estado de postración de nuestro país es que se les rindan honores y se les considere muestra de la cultura mexicana a quienes glorifican a criminales y difunden su modo de vida, en cuanto a Pérez Reverte, muchos lo consideran un gran escritor, en lo personal, me parece pésimo, sus obras carecen de tramas fuertes y jamás ha aprendido a cerrar una historia, a mitad del libro parece que las ideas se le acaban y termina el libro sin llegar a concluir. Pero bueno, más circo y espectáculo para paliar un panorama estéril.
En fin, recomendaciones para la FIL:
- Hidalgo e Iturbide, la Gloria y el Olvido de Armando Fuentes Aguirre "Catón": excelente obra que desmitifica nuestra gesta de independencia y aterriza la figura de los "héroes" de la Independencia en vísperas del bicentenario.
- Contra el Estado de Israel de Yakob Ravkin, es curioso ver a un Judío antisionista, pero es que si hay algo que ha ocasionado los conflictos interminables de Medio Oriente ha sido el anacronismo de mantener un Estado étnica y religiosamente homogéneo como en los tiempos bíblicos... y es peor que muchos sectores de la Derecha defiendan tal aberración y proclamen que el teocrático Estado de Israel es la "avanzada de la Democracia"...
- La conclusión de la saga de "El Legado" o "Eragon" de Christopher Paolini... por favor, sean justos con el chavo: no plagió a Tolkien, se inspiró en él, y creo que es un digno continuador pese a los altibajos mostrados en "Eldest" leeré "Brisingr" para hacer un juicio completo de su obra.
- La obra de Valerio Massimo Manfredi: Novelas repletas de acción con un contexto´minuciosamente estudiado y reconstruido.
- La obra de Carlos Fuentes: No dejemos de homenajear al festejado.
- Los clásicos italianos del Derecho: Carnelutti, Chiovenda, Calamandrei... si somos abogados, como dicen los españoles: "a por ellos!!"
- La presentación de artistas italianos poco conocidos o que no pertenecen a la archiconocida triada: Zuccero, Eros Rammazotti o Laura Paussini.
Pero en fin, esperemos que para la próxima edición de la FIL el invitado sea mejor, por lo menos iguale a Brasil hace 4 años, que llenó al Expo Guadalajara de fiesta, música y conciencia ecológica, y que también haya más novedades interesantes, y no fenómenos efímeros como "Crepúsculo" que tratan de copiar recetas ya trilladas (Harry Potter y la folletinesca obra de Anne Rice) ideologismo progresista-izquierdoso puro o la ya cansina idea de códigos ocultos en pinturas y esculturas tipo Código Da Vinci...