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30 de diciembre de 2008

ISRAEL Y PALESTINA






El conflicto Israel-Palestina se ha recrudecido terriblemente en estos últimos días, por si faltaba algo para complicar aún más una situación internacional ya de por sí difícil con la crisis financiera, el conflicto del Cáucaso y una Rusia resurgente, las nuevas dictaduras latinoamericanas de izquierda, la división entre los europeos y el polvorín indo-pakistaní y un Obama que a casi 20 días de tomar la presidencia de la República Norteamericana sigue siendo un enigma.






Probablemente, el conflicto por la posesión de Tierra Santa, Canaan, Palestina o la Judea sea uno de los conflictos más antiguos del mundo y que inició desde tiempos bíblicos y no es para menos, pues se trata de una posición geográfica estratégica, pues es el punto de unión entre Europa, Asia y Africa, por lo que ya hace 3,000 años su dominio equivalía a controlar las rutas comerciales entre estos continentes y no hay duda que eso propició la edad dorada del antiguo Israel con David, Salomón, o posteriormente, tras la división del pueblo, con Ahab, según lo atestigua la arqueología y por ello los encarnizados conflictos con Filisteos, Amonitas y Sirios.






Hoy en día, sigue siendo un punto vital, tanto desde el punto de vista ideológico-religioso (el carácter sagrado e histórico de Jerusalén para las tres grandes religiones monoteístas) como desde el punto de vista político (establecer una cabeza de puente occidental clavada en el mundo islámico) y económico (control de rutas de oleoductos y barcos petroleros). Las raíces de este conflicto estriban en la problemática del pueblo de Israel y la política de los belicosos dirigentes de este Estado. Hacer una crítica de ello no es antisemitismo, la tragedia del Holocausto no da un certificado de eterna bondad a los judíos ni es un cheque en blanco o justificante que les permita cometer atrocidades igualmente deleznables que las de los Nazis pretendiendo defenderse esta vez de los ataques.






Yo no soy antisemita (vocablo erróneo por que ser antisemita equivaldría aborrecer no solo a los judíos, sino a buena parte del mundo islámico como árabes, babilonios, akkadios, asirios y caldeos, hoy arabizados y una gran parte de los judíos hoy en día quedarían fuera de esto pues no son semitas, como veremos), entendiendo por esto el odio o la discriminación a los Judíos: desde Moisés hasta Einstein, de Jeremías a Spinoza y el propio Jesucristo es claro que se trata de un pueblo que ha tenido una influencia y un papel primordial en la Historia de la humanidad. Y que muchos de sus representantes han dado una contribución evidente para el desarrollo de todos los pueblos. Por otro lado, cada vez más crece la oposición entre los judíos contra el Sionismo, pues pensar que todos los judíos son sionistas están tan equivocados como aquellos que identifican a todos los alemanes con el Nacionalsocialismo.




En realidad el pueblo judío actual resulta ser mucho más plural y complejo de lo que parece o de la concepción que tradicionalmente se tiene, incluso étnicamente. Debemos partir que, en realidad, y como lo reconoce Yakov Rabkin, en su libro Contra el Estado de Israel es el Judaísmo como Religión la que dio sus características a este pueblo, esto es, primero fue el judaísmo y de ahí se derivó el pueblo judío, según se desprende de la misma Biblia, de donde se desprende que incluso había conversos a esta religión, apoyada además por otras historias y estudios genéticos y etnográficos.




Tal es el caso de la actual composición de los judíos, que muy poco tiene que ver con el Israel bíblico; el actual Estado de Israel fue fundado por judíos de Europa Oriental, descendientes todos ellos de Khazaros, un antiguo pueblo eslavo que hacia el siglo VIII d.C. se convirtió en masa al judaísmo, por otro lado, existen judíos negros, provenientes de Etiopía tras, según dice la leyenda, que sin duda tiene bases reales, de que el primer rey de Axum Menelik I, hijo de Salomón y la Reina de Saba solicitara a su padre rabinos y sacerdotes con qué enseñar a su pueblo la verdadera religión. Incluso investigaciones científicas conducidas a buscar el rastro de la famosa arca de la alianza han llegado a la conclusión de que sí existió en esos tiempos una importante migración judía hacia el Africa negra que se refleja en leyendas, rasgos culturales y tradiciones de algunas tribus negras, y la reciente llegada de judíos negros a Israel, donde se han topado con la discriminación.




La diáspora actualmente se ha visto cuestionada; se dice que fue porque los judíos fueron sacados de su patria por los romanos tras la rebelión del 60 d.C. que se saldó con el sitio de Jerusalén y la destrucción del templo, la realidad es que ya en ese entonces existían comunidades judías muy importantes, que desde la deportación en Babilonia se empezaron a formar, como en Egipto, en Irak, Arabia, y hasta Cachemira en la India y Sikiang en China. Como los mexicanos, los judíos fueron abandonando su tierra en búsqueda de oportunidades, y adonde llegaron se mezclaron con mujeres extranjeras o con conversos a la religión, con lo que la diversidad étnica de los judíos se multiplicó, unidos por la fe y un saludo de pascua: "el año que viene, en Jerusalén". Pero los judíos siguieron en Palestina, años después, bajo el reinado del emperador Adriano, hubo una nueva rebelión contra Roma, que se saldó con la expulsión de los judíos de la ciudad santa, denominada ahora Aelia Capitolina y la construcción de un templo a Zeus-Júpiter en el emplazamiento del antiguo a Dios, mas no se menciona deportación masiva alguna. Siglos después, durante las Cruzadas, los europeos al tomar Jerusalén encontrarían y masacrarían judíos y guerreros judíos combatían hombro con hombro con los musulmanes bajo las banderas de Saladino contra los invasores occidentales.




Así, actualmente existe una teoría que está causando conmoción en Israel: que los actuales Palestinos, más que descender de los Filisteos, descienden de Judíos originales que se convirtieron al Islam, así como otra buena parte se habría convertido al Cristianismo. véase: http://www.antiwar.com/orig/cook.php?articleid=13569




El Sionismo surgió como consecuencia, como decíamos en el post anterior, del racismo europeo. Durante la Edad Media, se discriminó a los judíos como "asesinos de Cristo", lo cual es erróneo, Jesús murió por los pecados del mundo, de TODOS, no nada más de los Judíos y mucho menos nomás por Anás, Caifás y sus adláteres, además, mucho ayudaron los romanos, quien le condenó fue Pilato, romano, quienes le azotaron y pusieron la corona de espinas, fueron guerreros romanos, siguiendo la costumbre romana de la Saturnalia, y quienes le clavaron en la cruz fueron romanos, pero éstos son ahora un pueblo extinto que sobrevive genética y lingüísticamente en los pueblos latinos actuales, entre ellos nosotros, y nadie habla que carguemos con una maldición por ello; sin embargo, muchísimos prejuicios se cebaron sobre los judíos y genero en ellos un, muchas veces, justificado resentimiento hacia los Cristianos y "gentiles" en general.


Tras la Revolución Francesa y el proceso de secularización vivido durante el siglo XIX parecía que las puertas de la integracion en las sociedades europeas se abrían para los judíos, hasta que a fines de ese siglo ocurrió un hecho que demostró que esto no sería posible fácilmente: un capitán de religión judía del ejército francés, Alfred Dreyfuss fue acusado injustamente de espiar para los alemanes, entre los argumentos que se esgrimieron en su contra estuvo el que, al ser judío, no se consideraba patriota y no guardaba lealtad a Francia. Nada más falso, la familia Dreyfuss, ricos industriales, era originaria de Estrasburgo, y cuando esa ciudad cayó en poder de los alemanes tras la Guerra Franco-Prusiana, la familia emigró a París con tal de mantenerse leales a Francia, pues, como judíos secularizados y asimilados a la sociedad, se consideraban a sí mismos como franceses, pero de credo judío, lo cual observaban en privado y cuando los sábados iban a la sinagoga lo mismo que sus vecinos iban el domingo a misa.


El juicio fue sonadísimo y se subieron a su defensa los intelectuales más encumbrados de la época, como Emile Zolá, que escribió un virulento ensayo defendiendo al capitán, titulado "Yo Acuso", y finalmente, se descubrió la verdad: el culpable de la operación de espionaje era un húngaro naturalizado francés y espía profesional que trabajaba para el gobierno de Berlín y a tal efecto se había enrolado en el ejército galo, siendo protegido y amigo de generales y funcionarios, el escándalo fue mayúsculo y se supo que muchos de esos funcionarios y jefes militares, enterados de que su amigo en realidad era el enemigo ocultaron todo y buscaron un chivo expiatorio que resultó ser el buen Dreyfuss, a fin de evitar que rodaran sus cabezas.


Sin embargo, las semillas del actual conflicto de Medio Oriente quedaron sembradas: Theodor Herzl, periodista austriaco (judío) en vez de considerar que se estaba ante un caso de error judicial, corrupción e injusticia en contra de un individuo particular, le dió otra connotación: todo esto era una muestra de que los europeos jamás aceptarían a los judíos en sus sociedades como iguales, sino que siempre serían señalados: la solución, fundar el Estado-Nación Judío sobre algún territorio: Madagascar, la Patagonia... o quizá, volver a la antigua Caanaan, la tierra prometida a Abraham. Y así, surgió el sionismo como un movimiento nacionalista, laico incluso, que buscó la formación de un Estado Judío.


Tras la I Guerra Mundial las condiciones se dieron: el decadente Imperio Musulmán de los Otomanos se derrumbó, y Francia e Inglaterra se repartieron sus despojos y concesiones petroleras de los nuevos Estados y Protectorados creados bajo el sistema de mandatos de la Sociedad de Naciones. Los judíos sionistas, alentados por la llamada "Declaración de Balfour" un tratado secreto firmado entre el gobierno británico y la dirigencia sionista para el retorno a Palestina, comenzaron a promover la migración judía hacia el lugar, pero no tuvieron mucho eco hasta que la llegada de Hitler al poder en Alemania y la II Guerra Mundial dio motivos suficientes a familias enteras judías para huir de Europa y considerar que Herzl había tenido razón, después de todo, no solo los nazis les perseguían, sino que incluso la Francia de Vichy, Italia y hasta los destrozados polacos colaboraban con el régimen en la "solución final".


Por esa razón, hay quien dice que los sionistas hicieron hasta un acuerdo con Hitler respecto a que se diera la persecución, con tal de tener justificación para crear el Estado de Israel y a cambio, dejar a Europa libre de judíos.


Los creadores del Estado de Israel, por su parte, se toparon con un problemón una vez que dieron fin a su lucha en 1948, lucha en la que, por cierto, se portaron igual que Hamas o Hezbollá realizando atentados terroristas contra palestinos y británicos, e incluso contra la propia población judía acusada de confraternizar con los "gentiles", David Ben Gurión, Golda Meier y otros caudillos sionistas se presentaban a sí mismos como judíos, todos, además, provenientes de Europa Oriental, lo que los hacía Azhkhenazi y por tanto, de origen Khazaro, no de origen auténtico hebreo, pero se trataba de gente que era de ferviente militancia de izquierdas, incluso comunistas y socialistas, pero además eran ateos... y entonces se dieron cuenta de algo: sin la base religiosa, no existen judíos.
Es decir, como Rabkin lo plantea: es el judaísmo lo que hace al judío y no a la inversa, sin judaísmo, no existen judíos, serán europeos o del lugar donde se encuentren, pero cuestiones tales como la comida: la tradición kosher radica en una base religiosa, las festividades, las costumbres, todas ellas se encuentran basadas en el Pentateuco o Torá, o en el Talmud, incluso las supersticiones y la base del pensamiento científico judío radica en la Kábala de base religiosa. Por ello, no hubo más remedio, y el Estado de Israel ha ido evolucionando hacia un Estado Confesional sumamente fanático, que concibe que al ser el pueblo judío el elegido de Dios implica que se debe alcanzar una superioridad material, política y militar sobre los demás, a los que se concibe poco más que como animales. Además, se han planteado como objetivo el devolver al moderno Israel los dominios alcanzados bajo Salomón: desde el norte del Eufrates hasta el Mediterráneo, como condición para que llegue el Mesías, un líder militar y político que los hará dominar el mundo.
Para lograr estos fines, cuentan con el apoyo incondicional de EUA por 3 factores primordiales: 1.- La concepción de Israel como cabeza de playa occidental en Medio Oriente, foco difusor de los ideales democráticos y de libertad económica.
2.- El poderío del lobby judío en EUA encarnado en instituciones como el AIPAC (Instituto para las Relaciones Israel-EU) motivado por que mientras que en Israel viven 6 milones de judíos, en EUA viven 8 millones, y el poderío económico de miembros relevantes de esa comunidad con gran peso sobre la clase política.
3.- El fanatismo religioso de las sectas evangélicas norteamericanas, que creen que una vez se logre la reconstitución del Israel bíblico, se producirá la segunda venida de Cristo.
Sin embargo, es probable que el sueño, o pesadilla sionista no tenga un futuro promisorio ni logre esa preeminencia esperada: la crisis económica puede afectar a la capacidad norteamericana para ayudar a Israel, los recientes escándalos de espionaje y de dobles lealtades de personajes como Richard Perle, Paul Wolfowitz o "Scooter" Livy así como las motivaciones de los ataques del 11 de septiembre han hecho que muchos norteamericanos ahora se cuestionen el apoyo norteamericano a Israel; además, el daño a capitales judíos con la crisis económica puede golpear su influencia sobre el gobierno norteamericano.
Incluso, en el seno de Israel se suscitan las divisiones entre ortodoxos y liberales, sefarditas y azhkenazis, sionistas y antisionistas, recién llegados y nacidos en el territorio, y sobre todo, ha aumentado la postura de los que se cuestionan la posición de los gobernantes sionistas que, además, han quedado en evidencia como una elite corrupta y cada vez más anquilosada, muy lejos de estar comprometida con la Democracia: la corrupción de Ehud Olmert, los escándalos sexuales del antecesor de Simon Peres como presidente de Israel, la ineptitud mayúscula de los generales israelís derrotados por Hezbollá en Líbano en el 2006, y el que se trata de la misma camarilla eterna que se intercambia los puestos.
Los Palestinos tampoco son peritas en dulce, pues tampoco tienen voluntad de cumplir los acuerdos de paz, al igual que los judíos, que solo usan treguas y acuerdos para facilitar la colonización, aquellos las utilizan para reorganizar sus fuerzas y atacar.
En este caso, los sionistas ahora pretenden obligar a Obama y a los Clinton a no buscar una postura conciliadora como en el pasado, cuando se firmaron los acuerdos de Oslo, sino al alebrestar a Hamas, que no lograrán debilitarlo, sino fortalecerlo, a fin de que el conflicto se prolongue y se complique y EUA tenga que intervenir en favor de Israel.
En fin, estamos ante el último conflicto del año 2008 y otro factor más para enredar un 2009 que de por sí, aparece como un año difícil.
De cualquier modo: Feliz año.