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20 de diciembre de 2008

MIS BARROCAS VACACIONES EN SAN LUIS POTOSI

Tomando un respiro antes de que concluya el año, tomamos unas vacaciones en la hermosa ciudad de San Luis Potosí; no es la primera vez que voy a ella, mas sí la primera en que tengo oportunidad de visitar detenidamente sus monumentos coloniales, la mayoría de ellos construídos durante el siglo XVIII y representativos del arte Barroco, estilo o corriente artística que si bien en Europa se presentó desde fines del siglo XVI y tuvo su apogeo durante el XVII en el llamado "Siglo de Oro Español" como fruto de la Contrarreforma, y se expresó en la literatura con genios como Quevedo y su rival Luis de Góngora y Argote, en la pintura con maestros como Velázquez o Murillo y en la arquitectura con los hermanos Churriguera, por lo que ve a España y Bernini en Italia.

Incluso en la moda de aquella época se expresó el barroco: pelucas rizadas, largos sacos de solapas bordadas, corbatas de encaje, sombreros tricornios emplumados y bastones en los hombres, crinolinas y altísimos tacones de 10cm de altura en las mujeres.


Pero no fue sino en América donde el Barroco, gracias a la influencia indígena y su gusto por los colores brillantes y profusión de adornos y figuras complejas presentes en su escultura, pinturas, alfarería y códices, que este estilo cobró un auge inmenso y su plena realización. Como muestra están algunas fotos que tomé:


Esta es la plaza de armas de San Luis, es magnífica, me da gusto ver que, tras un año y medio de mi primer visita a esta ciudad, la situación de la plaza ha mejorado, luce extraordinariamente limpia, no hay graffiti en los edificios circundantes, los jardines están verdes y las fuentes funcionan. Atrás aparecen las torres de la bellísima catedral de San Luis: construida de 1730 a 1854, ESA sí es una iglesia catedral, no como "doña picos" esto es, la catedral de Guadalajara, que si bien es muy característica, no deja de ser un ejemplo de lo que no debe hacerse: mezclar estilos sucesivamente hasta transformar una construcción en un amasijo gris, inclasificable y espantoso (otro ejemplo mucho más extremo es la Catedral de Santiago de Compostela, que empezó siendo románica y hoy en día es de todo un poco).



Esta es la cúpula de la catedral por dentro, resulta extraordinario el decorado presente en esa y otras iglesias potosinas hecho con pintura mural que figura diseños vegetales, y en este caso, intercalados con pequeños retratos de los apóstoles y algunos otros santos, pero quizá lo más impresionante fue el espectáculo nocturno, en que, a semejanza de lo que se ha hecho en París con la Catedral de Notre Dame se proyectan imágenes sobre la fachada, en el caso de San Luis, se hace esto sobre la Catedral y sobre la fachada de la Iglesia del Carmen y del edificio de la Rectoría de la Universidad Autónoma de SLP, antes colegio Jesuita en la colonia. He aquí el resultado, es impresionante:






Una visita realmente imprescindible e impresionante es al templo y convento de San Francisco y el Museo Regional en él instalado, ahí uno puede ver lo siguiente:





La capilla de Aranzazú, donde ahora se presentan espectáculos, de hecho, al momento de nuestra visita integrantes del ballet de la Universidad ensayaban un performance sobre ángeles que iba a presentarse por la noche del día siguiente.









Don Silvestre López Portillo, fundador en México de la ¿insigne? familia de políticos y literatos que dio a Jalisco gobernadores y escritores de novelas costumbristas (por no decir de "charritos") también fundó a Real de Catorce en el siglo XVIII, supongo que defendía a la plata (y al peyote) como un perro, jajajaja. Me lo imagino llorando tras un ataque de la banda de asaltantes de los "Capablanca" que asoló las tierras potosinas en esa época diciendo: "¡Ya nos saquearon, no nos volverán a saquear!" jajajaja. ¿se habrá casado con alguna diva del vaudeville como su descendiente?

El templo de San Francisco tiene algo que se me hace un detalle curioso y me intriga:


Un hermoso candil con forma de barco... las jarcias, velas, correaje, casco y ancla hechos de cristal... seguramente tiene una historia detrás, me encantaría, si alguno de mis lectores la conoce, que me la dijera.




Pero nada se compara al altar dorado de la Iglesia del Carmen:




Un pedazo del cielo en la tierra, ¿no es así? No es de extrañarse que ante tamañas joyas del arte religioso la gente de San Luis tenga una vida espiritual mucho más elevada y plena que la que tenemos hoy en día aquí en Guadalajara, esto no quiere decir que no haya problemas, ni que sea la ciudad perfecta, pero se percibe en los habitantes la conservación de los valores familiares y de urbanidad que por desgracia hemos perdido en la capital jalisciense ante un individualismo, materialismo y egoismo totales y extendidos, y esta espiritualidad no se debe solo a la Iglesia Católica, otras denominaciones cristianas, como la Presbiteriana y la Evangélica tienen también bellísimos templos, uno es vecino de la Iglesia de San Francisco y es una joya neogótica de fines del siglo XIX.
Pero el contraste no termina aquí, los potosinos por fortuna han sabido conservar el patrimonio dejado durante la época de la colonización española, durante el México Independiente o el Porfiriato, sin que haya habido gobernantes que hicieran especulaciones inmobiliarias como en GDL donde arrasaron con el centro histórico para construir un engendro de moles de cemento y refugio de malvivientes llamado "Plaza Tapatía", donde se ha dejado decaer al centro de la ciudad, lleno hoy en día de orines, teporochos y graffitti en vez de ser un núcleo económico y comercial como es en San Luis, hoy en día Avenida Hidalgo, aquí en Guadalajara que en los no tan lejanos días de mi adolescencia estaba llena de mueblerías de calidad, ahora se encuentra llena de locales para jotos y centros de tatuaje, o donde masones fanáticos demolieron templos históricos para construir monumentos a sus predecesores (la Rotonda de los Hombres Ilustres, donde está un mafioso ilustre como Zuno, un lamebotas como Gómez Farías y otros más) o donde se ha arrasado con inmuebles también históricos por la vialidad como es el caso de los conventos de San Francisco en Avenida Alcalde, del que solo dejaron las iglesias en sendos parques y los arquitos del claustro, y del Refugio, donde dejaron a la iglesia trepada en el camellón, o del Carmen, donde dejaron un pedacito como centro cultural, en realidad como refugio de los típicos pseudointelectuales izquierdosos, greñudos y con caspa en la barba por que creen que bañarse o usar desodorante es algo burgués (así conocí a un reportero de "Proceso" que era así de mugroso, yo creo por que leyó que Marx o el Ché no se aseaban) para tomar café y fumar cigarritos raros y ver "arte" moderno.
Y es que ese es un contraste tremendo: San Luis es una ciudad para que vivan las personas, no para que circulen coches, y en Guadalajara, olvidandose de lo primero e intentando lo segundo no han logrado ninguna de las dos cosas: es una urbe inhumana y los congestionamientos son tan espantosos que ni los autos pueden moverse. Mas no solo en eso se ve el fracaso rotundo de las últimas administraciones municipales y estatales en nuestra ciudad, sino también en el derrumbe económico: las avenidas principales están ahora llenas de locales abandonados que dan pésimo aspecto llenos de basura, maleza y graffitti, ¡y todavía así seremos sede de los Panamericanos en 2011 y pasan los cada vez menos turistas en el autobús de dos pisos! Por contraste, en San Luis cada vez se instalan más industrias y se abran más comercios, viene seguramente una época de prosperidad, si la sabn manejar, y esperemos, que el crecimiento no lleve al vicio a la sociedad potosina como sucedió con la tapatía.
Y conste: en SLP han gobernado panistas igual que aquí, pero al menos, parecen seguir las ideas de Gómez Morín, González Luna, González Morfín y más recientemente, del Dr. Nava... aquí en GDL, solo siguen el olfato de sus ambiciones...