Tal parece que los Argentinos son un pueblo que no ha superado ni difícilmente superará la hipnosis populista ejercida sobre ellos; mientras en México cada vez nos hartamos más de la inundación de propaganda electoral que nos llega por todos lados y de las poses de los candidatos y políticos, salvo sectores exaltados o comprometidos por que esperan obtener algo de tal o cual personaje, en Argentina, pese a la evidente cultura superior del pueblo, mayor nivel educativo y pluralidad, a la vez que carácter decididamente europeo del mismo, dado el peso que en su formación tuvo la inmigración italiana y de Europa central a fines del siglo XIX, sin que hubiese nada similar al mestizaje con los indígenas, los Argentinos siempre han estado dispuestos a escuchar el canto de las sirenas de líderes políticos, sobre todo desde los años 40, en que el matrimonio de Juan Domingo Perón y Eva Duarte pudo hacer de las suyas libremente para enriquecerse y proteger criminales de guerra mientras ambos personajes posaban con sonrisas y pronunciaban discursos inflamatorios contra los malos de siempre: los ricos, elite a la que el coronel y la frustrada actriz y prostituta deseaban pertenecer y encabezar.
Ya lo apuntábamos en un post a inicios de este mes, al hablar de la conmemoración del trigésimo aniversario de la guerra entre Argentina e Inglaterra por la estéril posesión de un archipiélago desolado y triste como las Malvinas; en su momento, dicho conflicto fue el temerario intento de la dictadura militar por recuperar u obtener el apoyo popular; tres decenios después, el patético intento de la Sra. Cristina Fernández de Kirchner por recuperar ese mismo apoyo ante una gestión económica desastrosa que amenaza, una vez más, con arrastrar al país de las pampas al abismo de la crisis: un Estado inflado, asistencialista, esencia misma del "Peronismo" que se ha convertido en la única receta ideológica y económica a aplicar por todos los partidos bajo el mito del mesiánico dictador de hace más de medio siglo, y que por tanto, es carísimo de mantener, un pozo sin fondo en el que se hunden y desaparecen todos los recursos, como ahora también lo comprenden los europeos, y que es también excelente coto para las prácticas corruptas, al principio parece satisfacer a todos, con su control de precios, sus subsidios y ayudas del Gobierno, pero, a la larga, se vienen sus consecuencias en forma de endeudamiento, pobreza del erario y medidas como la inflación ante la necesidad de imprimir billetes sin valor con los que se paga el costo inmenso de la maquinaria de beneficiencia gubernamental.
La Sra. Kirchner logró hacer en poco tiempo que el campo argentino, siempre el orgullo de esa nación y uno de sus sectores más productivos, pronto se encontrara en crisis, que el país, otrora uno de los mayores productores de ganado bovino, importara cárnicos por primera vez en su Historia, y por otro lado, tras la muerte de su esposo, el ex-presidente Néstor Kirchner, quien si bien impulsó una política nacionalista y populista, fue mucho más moderado y buscó una política propia para Argentina, como un protagonista regional capaz de ejercer un equilibrio respecto al gigantesco Brasil, Cristina se escoró mucho más a la Izquierda, dejó entrar la influencia de Hugo Chávez en Buenos Aires y ha terminado por romper completamente con la relación que si bien buscaba sustraerse del abrazo y la influencia de Washington, era cordial y en sintonía, para unirse al bando de las potencias contrarias a esa capital, aprovechando su debilidad y desinterés por los asuntos del continente, pero colocándose bajo la égida tanto del dictador de Caracas como del resto del eje Bolivariano: Ecuador, Nicaragua, Boliviay Cuba, y renunciando a ser el contrapeso de Brasil, mientras el gigante amazónico se convierte en uno de los valedores de dicho eje junto con el resto del BRIC más Irán, país con el que está teniendo acercamientos, olvidando los ataques a la comunidad Judía que fueron preparados en la antigua Persia y que afectaron a ciudadanos argentinos de religión y origen hebreo, y a personal diplomático acreditado en ese entonces ante la Administraciónd e Menem, sin que se haya llegado, actualmente, a conclusiones reales contra los responsables ni ningún tipo de sanción o denuncia internacional contra Teherán por ellos.
Aparte de todo, la misma corrupción del régimen, que ha llevado a que la fortuna de la familia Kirchner se haya multiplicado en un 1,000% desde que Don Néstor asumiera la Presidencia de la República, que tras él le sucediera su viuda y que ahora, al más puro estilo dinástico propio de Cuba o Corea del Norte, se plantee que el sucesor de la Sra. Kirchner sea el hijo mayor de la pareja: Máximo, en un peligroso sainete que parece estar encaminado al establecimiento de una dictadura familiar, si no a acabar en una farsa bananera y violentas consecuencias, se suman a toda una lista de desatinos cometidos por la ahora llamada por los españoles "Viuda Negra" de la política rioplatense.
¿Porqué decidió Doña Cristina expropiar al estilo chavista (salir a la calle y apuntar con el dedo) al 51% de las acciones de la petrolera YPF que hasta estos días poseía la española Repsol (y en la que, a su vez, se encuentra cierto porcentaje de acciones propiedad de nuestra petrolera estatal PEMEX)? Por dos causas:
- La necesidad de una cortina de humo nacionalista, de manifestar la "lucha contra el Imperialismo" y recuperar un recurso que "le pertenece a todos los argentinos". Sobre todo, esto después de haber pasado el aniversario de la aventura militar malvinense, y de que queda claro que, pese a la debilidad actual de Gran Bretaña, Argentina se encuentra todavía mucho más hundida y resultaría ahora sí aplastantemente superada por los ingleses ante la acumulación de equipo militar, tropas y armas que Buckingham y Downing Street determinaron emplazar en las islas, la reivindicación quedó en puras palabras y fanfarronerías, aunque el debilitamiento inglés y la cada vez menor presión estadounidense han permitido, sin embargo, ejercer un boicott comercial contra las Malvinas, al que se han sumado otros países del Cono Sur.
- La necesidad de dinero: el pozo sin fondo del asistencialista Estado de Bienestar peronista hace necesario buscar recursos de donde sea para seguir fingiendo que todo está de maravilla y que hay dinero, o al menos, algo con qué garantizar el pago de los créditos, y la industria petrolera servirá magníficamente para ello, como ha servido en México desde 1938; irónicamente, los recursos petrolíferos no servirán a los "chés", sino probablemente a China, el Dragón, en vez de echar llamas, es un usurero de primer nivel que así como se encuentra esclavizando a EUA comprándole la deuda, no dudaría en hacerlo con la de Buenos Aires, esperando a cambio el oro negro que su cada vez más potente industria necesita para impulsarse.
Por otro lado, existe también un factor que no es para nada de menospreciarse: los intereses de las potencias emergentes, como son el BRIC + Irán + Turquía y demás medio orientales, que se encuentran en un estira y afloja con Europa y EUA en el marco de la "Primavera Arabe", si la situación derivada de las revoluciones del año pasado en Egipto, Túnez, Libia y Yemen, más aparte los interminables conflictos en Irak y Afganistán han contribuido a que los precios del petróleo se hayan mantenido por lo general altos en esta última década y se hayan disparado en los últimos meses, puesto que la tensión con respecto a Irán ha elevado aún más los precios. Los Europeos, presionados por Washington, tomaron la muy estúpida decisión de embargar el crudo persa, su mayor alternativa a los temibles e interesados Moscovitas, pero aparte, en una exhibición completa de torpeza y de descaro, decidieron que el embargo, muy convenientemente, entraría en vigor a partir de junio, ya que hiciera calor y no se necesitara en la calefacción.
Ahmadinejhad, astutamente les dijo: "Ah , no! si se supone que ya no quieren mi petroleo, ya no lo tendrán!!" y dejó de venderles el crudo a los países de la Unión Europea de inmediato; como resultado, estos países, entre ellos España, están teniendo que comprar el combustible a Rusia a precio de oro, con lo que Putin se está afianzando para su regreso triunfal al Kremlin, mientras, curiosamente, las protestas y los opositores a su régimen se encuentran languideciendo y cada vez son menos. Ahora, España y los países de la UE seguramente se quedarán sin el petróleo argentino, pues seguramente iniciarán una serie de represalias económicas a las que Buenos Aires responderá no vendiendo el petróleo a estos países, sujetándose así a las directrices del Eje Bolivariano, al que ahora claramente pertenece, y sobre todo a sus amos del BRIC y otros emergentes aliados a este bloque. No cabe duda que se ha puesto en marcha una estrategia de estrangulamiento de Europa, que saben bien, es la parte más débil, afectada por su crisis monetaria, y será la primera en tronar en Occidente.
Como siempre, el menos beneficiado de todo será el pueblo argentino: la Sra. Kirchner está empleando una retórica que en México conocemos de sobra: "el petróleo es nuestro", "los extranjeros desean nuestros recursos", etc. En realidad, nos hemos dado cuenta que el petróleo no es nuestro, sino del Estado, y como el Estado no es un ente físicamente real, el petróleo es de nuestra clase política y del privilegiadísimo sindicato de la industria en la práctica y ha sido, desde 1938, su principal fuente de financiamiento. La ineficiencia, la corrupción y los números rojos seguramente acompañarán a esta aventura nacionalista-petrolífera, como han acompañado a PEMEX sin que veamos casi los beneficios, sobre todo a partir de la década de los 70 que supuestamente nos iba a proporcionar la propiedad pública sobre los recursos.
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Y ¿Dónde está el Liderazgo Español?
Fuera de extremismos y locuras ecológicas, el hecho de que, mientras España se encuentra sumida en la peor crisis económica de los últimos tiempos, con 5 millones de personas desempleadas, con la posibilidad de recibir un plan de rescate como Grecia y de arrastrar consigo a toda Europa, más aparte la tensión con Argentina provocada por el caso Repsol, el Rey Juan Carlos se encontrara, prácticamente escondido de safari en Africa cazando elefantes muestra una característica muy propia de los Borbón: su indiferencia, verdaderamente criminal para con la situación del pueblo del que se supone, ostenta el liderazgo y la máxima representación.
Esa indiferencia además, se trasluce hacia su propia familia y su poco ejemplar comportamiento: no digamos de su yerno Iñaki Urdangarín, desprendiéndose además de la trama de corrupción de éste que la misma salpica tanto a su esposa, la Infanta Cristina, como al propio monarca, sino también al accidente sufrido por su nieto Froilán en una cacería (en España, no en Africa).
Lo peor de todo es que se fue de safari a escondidas, nadie sabía del viaje, lo que muestra claramente su irresponsabilidad: que el Jefe de Estado, cabeza de la diplomacia y máximo comandante de las fuerzas armadas, en una situación internacional tensa con Argentina (que no necesariamente, ni es deseable, que desemboque en un enfrentamiento militar) se vaya de vacaciones cuando la situación tanto interna como externa del país esté hirviendo, más aparte se cuestione las actividades empresariales en las que miembros de su familia han participado, muestra eso y ha generado, con justicia, bastante enojo en España. Todo el mundo se enteró de estas vacaciones regias hasta el momento en que el Rey se cayó en el resort donde estaba alojado en Bostwana, país del Africa Central donde se encontraba, y se fracturó la cadera, lo que igualmente trae a la palestra su salud cada vez más debilitada y si se encuentra todavía en condiciones de desempeñar sus funciones al frente de la nación ibérica y por tanto, de cumplir con una demandante agenda pública.
Tal parece que Juan Carlos I se encuentra empeñado en destruir la Monarquía, algo nada extraño entre los Borbón, quienes siempre han despreciado a España y a los que ya he dedicado dos entradas anteriores, aunque ninguno de ellos, ni en Francia ni en España, se ha caracterizado por un liderazgo decidido, salvo por las excepciones notables de Luis XIV o Felipe V y Carlos III, por lo demás, han demostrado cuánta razón tenía Napoleón, que una vez dijo el modo en que se hubiera evitado la Revolución Francesa: "Si Luis XVI hubiera aparecido a caballo al frente de sus tropas, suya hubiera sido la victoria". El Rey de España debería hacer eso, un gesto de liderazgo, de empatía con el pueblo sería positivo para mejorar su cuestionada imagen, y si no, entonces que mejor abdique en favor del Príncipe Felipe, quien, creo yo, podría insuflar nuevos aires a la monarquía española.
Aunque si se pudiera, que España siga siendo monárquica, pero con otra dinastía... (también descarto a los Carlistas, después de todo, también son Borbón).
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