El siguiente es un relato, algo pesimista, es verdad, pero que creo refleja cómo puede ser el futuro de nuestro país si no ocurren cambios positivos a fin de evitarlo:
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LA HUIDA
Capítulo I
Juan González se levantó con la alarma, la verdad, había tenido una noche agitada, pues se la había pasado pensando en ejecutar su plan; había que ser rápido y furtivo, partiendo todavía bajo el amparo de las sombras, antes de que los descubrieran. A fin de estar listo y fresco para un día en que iba a tener que conducir durante horas hasta llegar a un lugar seguro, había mandado a los niños a la cama, y él mismo se había acostado, a las 6:00 pm, ahora, eran las 3:00 am y debían partir cuanto antes.
Lugar seguro... el concepto era un tanto relativo, puesto que no existía ningún sitio que pudiera calificarse como tal, pero la Ciudad de México era lo menos parecido a ello, y más, como en el caso de Juan, que se había negado a seguir pagando la protección a los Dark Bolts, la Pandilla que controlaba aquella zona de la ciudad; fue y contempló a sus dos sobrinos, Manuel y Mariana, todavía dormían tranquilamente, tenía que despertarlos pues debían marcharse. Su hermano Pablo quiso oponerse al pago de extorsiones a los Dark Bolts y a las otras pandillas que luchaban entre sí por el control de territorios en la ciudad, intentó organizar a los vecinos en un grupo de resistencia... nadie le hizo caso, la bola de cobardes lo dejó sólo ante la venganza de "el Cullen" lider de los Bolts, capturó a Pablo y lo mató tras torturarlo, haciendo que se desangrara, después, el muy cerdo se bebió la sangre de su hermano en un antiguo caliz y advirtió que eso pasaría con todos los que se negaran a pagar el tributo debido.
Juan sabía que debía irse de la Ciudad de México y marcharse hacia el Oeste, había decidio irse a Guadalajara, después de todo era territorio de los Valdez, poderosos señores de la Guerra y de la droga que garantizaban que al menos, en su zona de control hubiera menos violencia.
--¡Niños! ¡Levántense!--dijo Juan sacudiéndolos.
El primero en abrir los ojos perezosamente fue Manuel, un niño de cabellos castaños y ojos grises.
--¿Ya debemos irnos, tío?
--Sí, despierta a tu hermana.
--¿Què desayunaremos?
--¡No hay tiempo para eso!--contestó, con algo de brusquedad--Comeremos algo en el camino.
Pobres niños. pensó, después de varios días de estar cambiando de escondite, debían estar agotados. Manuel tenía 10 años y Mariana 8, y ambos sólo habían estado dos en la escuela; la verdad, era difícil encontrar escuelas tal y como las que existían antes, salvo en los cotos cerrados, ubicados fuera de la ciudad, donde vivían las antiguas elites políticas o los grandes Señores de la Droga. En Ciudad Renovación, nueva capital del país y asiento de lo que quedaba del Gobierno Federal había escuelas, como también vivía todo ese montón de parásitos, funcionarios de la nada y que nada gobernaban: el cargo de Presidente, la Suprema Corte y el Congreso eran solo entidades más ficticias que reales, para aparentar que México seguía siendo un Estado; en realidad, el poder estaba repartido entre los antiguos líderes criminales, reconvertidos en honestos empresarios desde que se legalizaron las drogas, la prostitución, el comercio de órganos y materiales biológicos, productos muchos de eutanasias y abortos, siendo México un exportador de los despojos reutilizables de sus habitantes, el juego, las armas y demás; sin embargo, seguían luchando entre sí por territorios, zonas de influencia y mercados, así como para quedar bien con las tropas de la Misión Internacional de Paz que fundaron en el norte del país una serie de bases, no para proteger la estabilidad de México y de los ex-EUA, sino para vigilar precisamente que Estados Unidos jamás se reconstruyera y que ninguna de las republiquetas que habían surgido de su desmembramiento adquiriera demasiado poder; por el contrario, musulmanes, chinos, rusos, hindúes y brasileños podrían odiarse entre sí, pero por conveniencia de todos ellos se ponían de acuerdo para azuzar constantemente a los Estados norteamericanos a guerrear constantemente entre sí y por cualquier nimiedad.
Juan revisó las bolsas con monedas de oro que había ido ahorrando; era la única moneda segura, preparó la moto cargando las últimas cosas, en lo que lo ayudaron los niños, verificó la gasolina y los dos bidones que llevaba con combustible extra: podrían llegar a Salamanca, Guanajuato, ahí sería más fácil conseguir combustible o un autobús directo a Guadalajara y que Dios y la Virgen de Guadalupe, aquellos dos nombres prohibidos desde que el "Gobierno" de Izquierda prohibiese el culto Católico en la Ciudad de México, le ayudasen. Puso a los niños en el side-car, les colocó los cascos en la cabeza y se percató que la pequeña Mariana lloraba, un tanto atemorizada.
--Tío, tengo miedo, no te vaya a pasar lo que a papá.
--Tranquila pequeña--le dijo, dándole un beso en la frente--Todo irá bien, nos vamos todos a un lugar mejor.
--¿Y los vampiros?--preguntó ella.
--Nos escaparemos de ellos.
Encendió la motocicleta y salieron del escondite, un antiguo estacionamiento subterráneo, para encontrarse ante una calle de pavimento cuarteado, charcos inmundos, basura y escombros, con apenas unas cuantas luminarias encendidas y la mayoría de los edificios abandonados y totalmente pintarrajeados con graffitties que indicaban que todo aquello era propiedad de los Dark Bolts y de su temible líder "el Cullen". Pero eso sí, frente a ellos, un anuncio espectacular con la sonriente cara de Miguel Fernández, Gobernador del Estado del Valle de México, (en lo que se había transformado el antiguo DF tras el cambio de capital) y el eslógan: "Gracias a tu apoyo, ¡seguimos avanzando!"
Los antiguos políticos eran, sin embargo, los más cerdos de todos, asalariados de los Señores del Crimen, representaban su papel con un descaro y un cinismo impresionante, fingían ejercer un gobierno quen en realidad no existía, en la Ciudad de México, los Partidos Progresistas o de Izquierda que ya llevaban ejerciendo el gobierno desde hacía unos noventa años sin interrupción, lo habían logrado gracias a sus tratos con las pandillas y grupos de ese tipo: Emos, Darketos, Homos, Góticos, todos habían adquirido poder poco a poco y finalmente tenían a la ciudad bajo su control. Cuando el gobierno del entonces todavía DF prohibió a la Iglesia Católica por considerarla contraria a los derechos humanos, algo que luego fue seguido a nivel federal, multitud de funcionarios se enriquecieron enormemente con la venta de objetos de arte sacro al exterior, México perdió la mayor parte de su patrimonio histórico y artístico, pues se demolieron muchisimos templos y antiguos conventos, por considerarlos como muestra de la dominación colonial española contraria a las raíces indígenas (irónicamente, quien propuso eso fue un funcionario de castizos apellidos, blancas facciones y rubios cabellos) y se especuló con los terrenos y los inmuebles que no fueron destruidos que se convirtieron en antros, restaurantes, museos privados, y similares.
Por todo esto, Juan mantuvo oculto su rosario en el bolsillo interno de su chamarra y conducía a baja velocidad, era tanto o más peligroso encontrarse con un pandillero o con un policía, después de todo, estos estaban a las órdenes de aquellos, el gran error de Pablo había sido denunciar al Cullen a unos patrulleros, estos lo delataron ante el pseudovampiro y sus secuaces, y no era para menos, Fernández había sido apoyado por éstos y otras pandillas, como los Homos, (el grupo de homosexuales) los Punketos de Tepito y otras bandas que le permitieron alcanzar el puesto de Gobernador, que no el poder, pero sí la oportunidad de enriquecerse con la especulación de terrenos y antiguas propiedades eclesiásticas, así como las extorsiones, secuestros y control del tráfico de armas, órganos y personas que le dejaba una buena parte.
Afortunadamente, no veía ninguna patrulla, ni ninguna fogata; a lo lejos, sin embargo, se oían ráfagas de ametralladoras. Era increíble, la Ciudad de México llegó a ser la más grande del mundo, pero ahora su población se había reducido mucho, al igual que en todo el país: la pérdida del rango de capital, prácticas antinatalistas, promovidas por el mercado de células madre, el alquiler de vientres, órganos y colágenos, las epidemias y hasta una hambruna, y por supuesto, la interminable violencia, había hecho que mucha gente huyera o muriera en la ciudad, de 20 millones, ahora debían vivir "sólo" unos 8 o 9 millones de habitantes. En todo el país, la población que en su punto máximo llegó a 112 millones, se había reducido a 64.
Las ametralladoras indicaban que los Dark Bolts estaban muy ocupados en un combate contra sus rivales los Goth Masters o los Vandal Rulers, o los Picudos de la Merced, tenía la vía libre. Aceleró un poco y tomó calles poco transitadas, sabía que el Paseo de la Reforma o Insurgentes, o los Ejes Viales estarían llenos de camionetas artilladas a toda velocidad yendo hacia la batalla. Al llegar al Periférico, pasó algo inesperado. Se encontró con un retén de las "Fuerzas Multinacionales de Paz y Estabilidad" (FMPE) que tenían una barricada hecha con sacos de arena, dos poderosos tanques T-104 rusos y una tanqueta china y otra brasileña. No pudo más que sentir cierta indignación. El ruido de los balazos y hasta el resplandor del fuego era percibido por los extranjeros, que sólo bromeaban entre sí y comentaban lo sucedido sin intervenir. Juan sacó unas monedas de oro al acercarse y ser confrontado por un oficial, un brasileño, flanqueado por un ruso y un musulmán con su turbante o khufiya de diseño en cuadrícula roja.
Los niños se asustaron, pero Juan les indicó que guardaran silencio.
--Identifíquese--dijo el oficial con el nasal acento típico de los cariocas al hablar español.
--Lo siento mucho oficial--repuso Juan, aparentando sorprenderse por haber olvidado algo--Mis niños están enfermos y los debo llevar al médico, Uds. saben que el hospital más cercano debe estar ocupado y en alerta ante eso.--Señaló hacia donde se veía el resplandor de las armas, oyéndose de súbito una gran explosión.--Olvidé mi pasaporte interno.
El brasileño miró divertido a sus compañeros, el ruso y el musulmán.
--En ese caso, no puede Usted continuar, bien sabe que debe identificarse ante cualquier puesto de control de sus autoridades o de nuestras fuerzas.
--¡Cierto!--dijo Juan dando un gran suspiro y sacando las monedas--Aquí está esta identificación.
El brasileño sonrió al recibir el dorado metal en sus manos y pasó una moneda al árabe y otra al ruso, quien mordió la moneda. Por los gestos, Juan se dió cuanta que lo iban a dejar pasar, ya solo tendría enfrente la salida a Querétaro y evadir al retén de la salida de la ciudad yéndose por un antiguo ducto de drenaje y unas brechas, cuando se aterró ante lo que vió.
--¡Camarada Alexei!--Gritó un joven de largos cabellos negros, pálido rostro y barba de candado vestido totalmente de negro, que a la espalda traía cargando un fusil Kaláshnikov--¡Aquí está el vodka que me encargó!--detrás de él venían otros cinco tipos y dos chicas vestidos del mismo estilo e igualmente armados.
--¡Gracias Vlad!--Era sin duda "el Vlad", uno de los matones más preferidos por el Cullen,--¡Un recuerdo de la Santa Madre Patria en estas tierras, sabe mejor que el asqueroso Tequila!--Dijo el ruso, divertido-- Pero por el momento no puedo probarlo, estoy de servicio, ¿O no, teniente Pereira?
--Si lo compartes, estará bien--dijo el brasileño.
Juan mantenía baja la cara e iba a arrancar cuando el Dark Bolt le señaló...
-¡Eeeeeeh! ¡Pero si eres el hermano del pendejo ese del Pablo González! ¿No tienes para darle al Cullen su dinero pero sí para darles a mis internacionales amigos?-- Tomó el fusil y apuntó a Juan a la cara--De veras que tengo suerte de encontrarte, si no pagas, bien el hígado del niño puede servir, o Mohamhed aquí presente te puede comprar a la niña para el harén del Coronel Raschid...
Antes de que el tal Vlad fuera capaz de hacer algo, Juan soltó un manazo hacia el cañón del arma, haciendo que golpeara en la cara al "vampiro", a continuación aceleró a todo lo que daba la motocicleta sin darles oportunidad de reaccionar. Vlad se puso furioso a la vez que se limpiaba la sangre que le salía de la nariz con el dorso de la mano.
--¡Dispárenle a ese hijo de puta! ¡Páren a ese hijo de puta!
Los otros miembros de su pandilla empezaron a disparar. Juan escuchaba las balas silbando detrás de él, lo mismo que las imprecaciones de los tiradores. Los niños, aterrados, empezaron a gritar.
--¡Agáchense! ¡Agárrense bien!
Los soldados de la fuerza multinacional solamente se reían.
--¡Pereira!--Recriminó Vlad--¿Porqué no me ayudaste?--Se atrevió a amenazar al brasileño con su arma, de inmediato, Alexei, Mohamhed y los demás soldados detrás del oficial apuntaron al vampiresco pandillero y sus acompañantes.
--Te recuerdo, vampiro vegetariano, que nuestra misión aquí es eminentemente política y establecer bases en caso de que tus amigos los... "gringos" quieran volverse a levantar, lo que suceda dentro de este basurero llamado México no nos importa, y ¡mucho menos un pleito de vagos! Aquí estamos de vacaciones, guardando las formas y haciendo como que los ponemos en paz mientras nuestros jefes hacen negocio con sus capos, las armas que traes son cortesía del Líder Nacional Ruso, y a cambio los harenes del Califa y sus jeques se surten de mexicanas, lo mismo que nuestros burdeles en Río y los laboratorios genéticos de China de su materia prima, mientras chinos e hindúes les venden baratijas a cambio de sus recursos. ¡Tú y tu jefe el mentado Cullen el culero no son más que sardinas en un océano lleno de tiburones y pirañas a las que para nada les quitan el sueño!
Se hizo un tenso silencio--¿Está claro?--continuó el militar, amenazando, si alguno de los Bolts disparara, aquello terminaría en una masacre, favorable a los internacionales, por supuesto, que hacían gala de un entrenamiento de elite y de una condición física superior a una banda de drogadictos noctámbulos.
Vlad bajó el arma.
--Sí, está bien, Pereira, ¡está bien!--hizo señas para que sus compañeros bajaran las armas-- ¡Aquí no ha pasado nada, señores! ¡Nada! Nosotros nos retiramos, tenemos que reportar algo al Cullen...
Cuando se iban, Vlad volteó y amenazó a Pereira con un gesto obsceno mientras le decía.
--De ahora en adelante, no pegues un ojo, Joao Pereira, puede que si duermes no despiertes al perder toda tu sangre.
--¡No te preocupes, gótico de mierda! Siempre tengo el sueño ligero y el dedo en el gatillo por si los mosquitos se acercan...
Los pandilleros se alejaron, visiblemente humillados.
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El Cullen, vestido impecablemente de cuero negro inspeccionaba los restos del combate librado en una céntrica calle cerca de la abandonada y derruida "casa de los azulejos" en el centro de la Ciudad de México. Junto a un automóvil en llamas, se encontraba, retorciéndose, un hombre con una máscara verde-blanco-roja como las que antiguamente se usaban en el deporte de la Lucha Libre, era un miembro de "Los Hijos de Wagner" una de las pandillas rivales de los "Dark Bolt" y que no había apoyado a Fernández en su campaña por la gubernatura. El Cullen le dió una patada para voltearlo, y se inclinó sobre él.
--¿Sufres?--le preguntó.
El hombre se retorcía y balbuceó unos insultos que salieron ininteligibles de su boca inundada de sangre. No era para menos, tenía el vientre reventado por una granada.
--Permíteme ayudarte-- dijo el Cullen, fingiendo compasión, y con sus colmillos afilados artificialmente, atacó el cuello del moribundo, bebiéndose una buena cantidad de su sangre.
Justo se levantaba cuando el Vlad y su grupo se acercaron...
--¡Jefe, jefe!
--¡Ah Vlad, al fin llegas! Aunque creo que un poco tarde...
--Escucha, escucha, acabo de encontrarme con alguien que te debe.
--¿Ah sí? ¿Con quién?
--El hermano del menso ese de González, el que estaba organizando a sus vecinos para que no pagaran el impuesto de protección... he de decirte que va cargado con oro y lleva a dos niños pequeños con él.
Cullen se quedó parado un momento.
--¿En serio? Bueno, veo que no eres tan inútil después de todo, ¿hacia dónde iba?
--Me parece que a la salida de la ciudad, rumbo a Querétaro.
--Bien, Vlad, manda a la Condesa, a Lestat y a Draco con sus grupos a perseguirlo, y hablaremos con nuestros aliados, los hermanos Valle, diremos que una presa se nos escapó hacia su territorio y si pueden ayudarnos a atraparlo... ¡Juro por la noche que no se me escapa ese imbécil! El matarlo aquí en el Zócalo será un buen escarmiento para que aprendan quién manda en esta ciudad. ¡Andando!
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Bueno, espero les guste, como espero que el futuro de nuestro México, tras este bicentenario no esté condenado a esta imagen de anarquía e intervención extranjera, esperen en los próximos post la continuación... recordando a las series sesenteras de Los Intocables, Batman o el Avispón Verde:
... ¿Lograrán Juan y sus sobrinos escapar de las garras y colmillos de "el Cullen"? ¿Cuál es el objeto del BRIC y el Islam en México? ¿En qué estado se encuentra la "provincia" mexicana en el 2085? ¡No se pierdan los próximos posts en éste su blog favorito, donde veremos cómo continúa su blognovela: "LA HUIDA"...
2 comentarios:
Voy a serte sincero, creo que no eres muy bueno escribiendo ficción. Ese asunto de show and don't tell no se te da muy bien. Expplicas demasiadas cosas en los lugares menos adecuados, despachando muchos de los momentos de acción en un dos por tres. Nunca logras crear una verdadera atmósfera, y las escenas que manejas son clichés. En cuanto a la visión futurista, francamente esperaba algo mejor. Te fuiste por la fácil al ser tan pesimista, pues implica menos reto un escenario negativo, del tipo postapocalíptico, que una verdaera predicción con bases realistas. No ha habido momento más violento que la Revolución Mexicana, y sin embargo el país evolucionó hacia un periodo de mayor paz y prosperidad más o menos a la par de los otros países. En un escenario con el BRIC y el Islam dominando, con un EEUU fragmentado social y políticamente (algo también demasiado extremista), creo que México seguiría con un rol secundario en el mundo, en su al parecer eterno proceso de inventarse. Incluso, libres de las influencias y del mercado negro que significa los EEUU, habría menos intereses noscivos en el manejo del gobierno. Me disculpo por ser tan crítico, de hecho había pensado no comentar nada, pero aún creo que podrías escribir algo muy interesante en el área de la ciencia ficción dado tu conocimiento de la historia y tu gusto por el género. Creo que fallas en lo mismo que muchos escritores de segundo orden: antepones tu personalidad e intereses sobre ti curiosidad filosófica, y por tanto no dejas que la historia con minúscula se desarrolle por sí sola y a pesar de tí. Espero que lo tomes como una crítica constructiva de parte de un asiduo lector de tu blog. Ya te lo he dicho, aunque a veces no comparto tu postura consnervadora, me gusta mucho tu perspectiva de momentos históricos que yo ya creía conocer o entender. Que estés muy bien, mi buen Yorch.
¡Muchas gracias por tus consejos y comentarios! De hecho estoy consciente de ello, tengo mucha imaginación y hasta argumentos hilados en la cabeza pero sí me hace falta técnica narrativa, lo reconozco, quizá necesito tomar algún curso a fin de narrar sin dar explicaciones ni descripciones tan abundantes y dejar que la historia fluya por sí misma. Respecto a lo de EUA no me parece tan exagerado, creo que se dará tarde o temprano un conflicto interétnico de grandes proporciones, por ahí en Internet puedes buscar que algunos expertos de la Inteligencia rusa han planteado algo similar; simplemente esta semana se han suscitado enfrentamientos étnicos en Los Angeles a consecuencia de la muerte de un guatemalteco a manos de policías anglosajones, más aparte la tensión creciente por la cuestión migratoria y el reciente conflicto por la mezquita neoyorkina muestran cómo, poco a poco se resquebraja la unidad de una sociedad tan heterogénea como la estadounidense y en cuanto a México, yo creo que estamos iniciando un período largo de violencia (quizá no tan intensa como en la Revolución, pero muy nociva por lo prolongada) y desgobierno que va a derivar en el fracaso de las instituciones, para evitarlo se requerirían de grandes liderazgos y de una sociedad unida y fuerte que no tenemos, ni se ve que vayamos a tener en lo próximo; además, la vecindad con EUA sí ha sido algo nocivo, pero también una oportunidad desaprovechada.
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