La República Islámica de Irán había sido hasta hoy un intento sumamente interesante, planteado por el Ayathola Khomeini, de conciliar la tradición islámica con los logros de la doctrina política occidental en materia política: régimen democrático y representativo, como puede verse en el texto de la Constitución. Dicha Ley fundamental dista enormidades de ser la obra de un fanático; en realidad, el Ayhatolla Khomeini, que había sido exiliado en Francia por el Sha Mohahmed Reza, trató de crear un nuevo régimen en que se adaptaran algunos conceptos de modernidad occidental con la tradición islámica chiíta, implantada fuertemente en la antigua Persia desde el siglo VII en vez de la decadente y moribunda monarquía aqueménida pese a los esfuerzos modernizadores de tendencia kemalista (occidentalización al estilo turco realizada por Mustafá Kemal "Atatürk") realizada por el último sucesor de Ciro el Grande.
Sin embargo, hoy las cosas parecen tomar otro cariz ante el muy probable fraude y autogolpe de Estado realizado por Mahmoud Ahmadinejad a fin de perpetuarse en el poder con la complacencia del Ayatholla Alí Khamenei, líder supremo religioso de Irán.
Es muy probable que el antiguo profesor de ingeniería industrial tenga el apoyo de buena parte de la población: sin duda, ha replanteado la posición de Irán a nivel geopolítico, ha olfateado que tras el 11 de septiembre del 2001 el poderío norteamericano comenzaría a irse a pique y ha sabido aprovechar tal debilitamiento para que su país se convierta en potencia regional en el Medio Oriente y el mundo islámico, atreviéndose a lanzarse a un programa nuclear que si bien tiene la fachada de ser con fines civiles, es evidente que a largo plazo lleva la meta de procurar un arsenal de armas de destrucción masiva con el que contrarrestar el poderío israelí. Su política exterior ha sido exitosa, puesto que ha sacado a Irán del aislamiento, algo que ni su antecesor, el reformista Khatami, pudo hacer, acercándolo a Rusia, China y Latinoamérica y mejorando su relación con las petromonarquías del Golfo Pérsico.
Sin embargo, también es cierto que ha de haber suscitado una gran oposición, en sectores que desearían un mayor acercamiento con Occidente, como es el caso de los Reformistas que consideran que eso contribuiría a un mayor desarrollo del país, además de que los resultados de la gestión económica de Ahmadinejad han sido decepcionantes, pues no ha sabido manejar la crisis, agravada por las sanciones económicas y que las relaciones comerciales con Venezuela o Bolivia, no producen gran cosa de beneficios, evidentemente, además, un gran sector sin duda se ha alarmado ante el radical y bravucón discurso del presidente en contra de Israel, (también muy tergiversado y magnificado por los medios norteamericanos) ante el temor de las represalias.
En este contexto, se tiene la derrota electoral y aparente arresto del principal opositor: Hossain Mousavi, candidato del ala reformista y gran esperanza de los occidentales por lograr un Irán "a modo" por así decirlo.
La realidad es que muy probablemente Mousavi (quien se ve en la imagen) fue el ganador de las elecciones, tal y como se proclamó el viernes, y que todo ha sido un ejercicio de "alquimia electoral" al más puro estilo mexicano, (recordando tiempos del PRI) con el apoyo de la alta dirigencia religiosa del país, y quizá podamos entender esto desde la óptica de la que hemos venido hablando: el fin de las Democracias y de los intentos de EUA por imponerla como el regimen imperante en el mundo, según lo proclamó el propio Presidente Obama en el Cairo. Al quitarse esta barrera, y siendo evidente la debilidad norteamericana, así como claras las señales del distanciamiento entre Israel y EUA , ya no importa que el otrora participante en la toma de la embajada americana en Teherán hace 30 años asuma en sus manos una dictadura populista y absoluta. La elite iraní ha preferido ver los éxitos antes que los fracasos de Ahmadinejad y le han dado su aval para convertirse en un Hugo Chávez de Medio Oriente.
Después de todo ¿quién lo parará ahora? Una oposición local con apoyo norteamericano no se ve capaz de hacer un "regime change" tal y como lo hubiera planteado Bush porque, ¡ya ni siquiera puede haber ese apoyo! más cuando el propio Obama habló de no intervenir en los asuntos internos de los países islámicos. La oposición está sola e impotente, y los disturbios pronto serán acallados... ¿Israel? si ataca a Irán unilateralmente se echará al mundo encima, luego de que el "bono del Holocausto" se agotó tras el ataque a Gaza.
Lo dicho: Los regímenes autoritarios se imponen.
ASCENSO IMPARABLE:
Siguiendo lo que hemos tratado en las últimas entradas, el ascenso de China continúa; el plan de rescate económico ha sido exitoso y la producción industrial ha crecido, lo mismo que en Japón...
¿Quién los para?