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19 de marzo de 2013

¿LA OPERACION ENROQUE?


Quizá estoy yendo demasiado lejos o estoy incurriendo en un ataque conspiranóico al estilo Dan Brown, pero quizá no todo sea tan oscuro o extraño en el panorama de incertidumbre que está representando el inicio del nuevo pontificado. 

Jesús recomienda en el Evangelio de San Juan: "Sed mansos como corderos y astutos como serpientes", ¿y qué tal si no estamos ante algo que muestra ambas cosas, como parte de una estrategia fraguada por el ahora Papa emérito Benedicto XVI para reformar y limpiar la curia y a la vez, poner un alto a la despiadada ofensiva de los medios de comunicación laicistas o izquierdoprogresistas desatados durante su reinado? ¿Qué tal si la relación entre Ratzinger y Bergoglio, fraguada desde el Cónclave de 2005 es más cercana y coincidente de lo que parece? 

La clave está en la aparición, en cada acto público del Papa Francisco, de uno de los personajes más enigmáticos, diría yo, del ámbito eclesiástico de los últimos años y que es persona muy cercana a Benedicto y con quien también se encuentra desempeñando funciones: me refiero a Monseñor Georg Geinswein (abajo), el "George Clooney" del Vaticano, que se desempeña como Secretario Particular del Papa Emérito y Prefecto de la casa Pontificia del Papa Reinante a la vez. 


A "Bel Giorgo" como le ha apodado la prensa rosa italiana lo hemos podido ver presente en todos los momentos clave desde la renuncia de Benedicto, durante la Sede Vacante, acompañando al Sto. Padre a su retiro en Castelgandolfo, regresando a Roma en los días previos al Cónclave y siendo último en salir de la Sixtina tras pronunciarse el "extra omnes", le hemos visto acompañar al Papa Francisco a Sta. María la Mayor, a pagar la cuenta del hotel, en la Misa de la Sixtina, en la audiencia a los Cardenales en el aula Clementina, y ha trascendido que le ha transmitido al pontífice actual el informe del "Vatileaks" de parte de su predecesor, y recibido comunicaciones para éste, de parte de los Cardenales. 

Geinswein fue nombrado Obispo unos días antes de que Benedicto anunciara su renuncia, es claro que éste ve en él una especie de hijo o pupilo a quien está preparando para algo grande; en mucho, recuerda la actitud de Pío XI hacia Eugenio Pacelli, que se transformaría en Pío XII o lo hecho por este con Giovanni Batista Montini, que después fue Pablo VI; si tengo razón en mis conjeturas, no nos deberá extrañar ver que Francisco nombra Cardenal a "Clooney" en los próximos meses o años. 

Además de Geinswein, hoy en día, abordo del jeep blanco que hace las veces de Silla Gestatoria postmoderna, le acompañaba al Papa Francisco otro de los secretarios de Benedicto y a quien Bergoglio ha decidido mantener en su círculo cercano en la secretaría particular papal, pero por ahora no recuerdo el nombre. 

¿A qué voy? A que quizá estamos ante una situación nunca antes vista: una Iglesia bicéfala con dos Papas que en cierta forma, están compartiendo el mando, Benedicto ha hecho un enroque y salido de los reflectores, mientras Francisco atrae todos los medios hacia él, precisamente haciendo un papado mediático en el que asume actitudes y expresiones típicamente "juanpablistas" y más que nada, populistas, de ese populismo que conocemos tan bien de este lado del Atlántico, y que hace que América sea hoy por hoy el continente de los demagogos, que todos ellos, en común manejan el mismo discurso de exaltación de la pobreza y la sencillez o "austeridad republicana" en contra del boato y el ceremonial. 

Los medios no aceptaron nunca a Benedicto, 27 años de Juan Pablo II desacostumbraron a los medios y a la sociedad a la figura de un "Papa-Rey" y de un Papa intelectual, gobernante y dee pensamiento profundo y figura reservada, por ello, hoy en día resulta chocante la figura de un Pío XII sereno e impasible, orante y majestuoso, y la tiara es vista como un insulto contra "los pobres" de los que mucho se habla y poco se hace para sacarlos de la pobreza, bastando una caridad asistencialista hacia ellos que no los saca de pobres, pues se acabaría el justificante para el discurso de "cruzadas contra el hambre" campañas de donativos y demás, meras aspirinas que no resuelven la triste situación de millones de personas, algo que vemos día con día que aparece en América, lo vemos con Obama en EUA, en México con las propuestas del eterno candidato de la Izquierda López Obrador, en Venezuela con Chávez y Maduro, y en Argentina, con los gobernantes peronistas que se han sucedido desde los años 30, precisamente.Todo ese discurso en realidad, no ha servido sino para mantener o hasta acrecentar la pobreza y mantener así la ilusión de los electores en los políticos. 

Bergoglio era amplio conocedor, por tanto, del tema; si bien es cierto muchas de sus actitudes en el episcopado, como viajar en metro o vivir sencillamente sí indican un ideal ascético, por lo que he visto no parece sin embargo que haya sido tan exhibicionista o tan efusivo en su actuación como ahora como Papa; esto está teniendo efectos directamente en los medios, --los terribles enemigos de Benedicto-- y en la opinión, de la (y no lo digo con intenciones discriminatorias, sino en el sentido romano del término) plebe, que se mostraba en contra del Papa alemán al sentirlo distante, no entenderle su profundo pensamiento o hasta por decir que tenía una mirada torva o por la "maldición alemana" que hace identificar a todo germano como nazi; la gente no quería un Papa-Monarca, quería un Papa-Rockstar, y los Cardenales se lo dieron en un Bergoglio que está sabiendo articular un mensaje que complace, de momento, a los medios y le está permitiendo aliviar la presión que se ejercía sobre Ratzinger. 

Sin embargo, y aunque Bergoglio obstaculizó la aplicación del Summorum Pontifficum en Buenos Aires, lo cual puede explicarse por su formación totalmente vaticanosegundista (egresó del seminario en 1969) su oposición al progresismo de los Kirchner nos muestra otra cosa, como también el discurso teológico coincidente con el Tradicionalismo: la cruz, el error de ver a la Iglesia como una ONG, el sentido de adoración y alabanza de la oración, no solo petición y agradecimiento, el papel de la misa como sacrificio y la actitud correcta para asistir a ella, todo quizá salvo la alusión a Kasper en el Angelus del domingo, el gesto incluso de orar ante los restos de San Pío V, su devoción a María y a San José, su propio escudo de armas, en que sigue la conversión dela tiara en mitra hecha por Benedicto pero que es un escudo muy eclesiástico y muy Sagrada Familia, todo ello deja entrever que no se trata del típico Jesuita moderno, vinculado a la Teología de la Liberación y modernista. Incluso, existen muchos medios de Izquierda, más recalcitrantes que coinciden con la percepción que yo tengo y que lo critican por ello con sobrada dureza, si la verdadera izquierda está en su contra, es un muy buen signo. 

Creo que Benedicto en cierta forma impulsó a Bergoglio entre los cardenales previo a su renuncia y que logró colocarlo para que sea quien ofrezca una imagen fresca, populista y al gusto del mundo de hoy a los medios, a la vez que resulta ser un hombre ajeno a la Curia y a las movidas sucias de Sodano y Bertone, y con quien ha sabido crear y mantener vínculos encarnados en Geinswein y el otro secretario. Creo además, que Geinswein será el sucesor de Francisco, y que éste renunciará en 5 o 6 años siguiendo el ejemplo de su antecesor, llegando a los 80-82 años, Francisco se asegurará así de tener a la opinión pública de su parte y que los medios dejarán de incidir tanto en los escándalos, o los que sucedan, en el proceso de limpieza de la curia efectuado por ambos pontífices, podrán ser exhibidos como malos elementos y enemigos del nuevo Papa "bueno" sin afectar la figura papal; mantendrá a los medios ilusionados como una promesa de asumir medidas "progresistas" (clero casado, sacerdotisas, etc.) sin nunca implementarlas, pues ha demostrado estar en contra de las mismas, y así, entregará a Geinswein (quizá se llamará Benedicto XVII en honor a su mentor) un prestigio recuperado y una curia nueva. 

Y entonces, quizá iniciemos el camino hacia la plena recuperación de la tradición. 

Quizá me fui demasiado lejos, pero quizá no esté tan descaminado.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Esta bien la hipótesis, es un poco obtimista en sus previsiones, pero tiene trazas de se posible, desde luego la situación que tenemos ahora es una anomalía.

Anónimo dijo...

Cuando usted habla que el discurso teológico coincide con el Tradicionalismo, no se guíe por un discurso, para mi este enroque fue digitado por la sinarquía. Benedicto fue muy lejos con el MProprio; ¿acaso lo del vatiliks no fue para hacer fracasar las conversaciones con la fraternidad?. Puede estar seguro que la sinarquía no quería saber nada con que se vuelva a la misa de siempre. Me parece que por ahi va el tema.