Y bien, tal y como lo había dicho anteriormente, apenas terminaron los Juegos Panamericanos y ya se desataron las tormentas y se descubrieron los cochineros hechos por el Gobierno del Estado, y es que, en la antesala de los procesos electorales federal y estatal del año que viene,era imposible y mucho pedir a nuestros políticos que no arruinaran las ilusiones que adquirimos los tapatíos en estos fabulosos 17 días.
Así, en estos días pudimos apreciar como el PRI y la UDG, los grandes derrotados del torneo continental desataron la tormenta en torno al pésimo manejo de las aguas residuales de la Villa Panamericana, que fueron a parar a unos ojos de agua o pequeñas lagunas cercanas al complejo, en principio, parece que no es algo muy grave, después de todo, se trata de desechos orgánicos y que se descomponen por sí mismos y se reintegran al ambiente, pero exhiben como nada la prisa, falta de planeación y precipitación con la que se hizo la obra, y las violaciones totales a la Legislación en materia ambiental. De inmediato, Don Raúl Padilla ha azuzado a su ejército de académicos y presuntos expertos a fin de señalar que se trata, casi casi, de algo que provocará una catástrofe ambiental de magnitudes apocalíptica o desatará algo así como una maldición faraónica sobre nuestra ciudad en que no quedará gota de agua sin, perdóneseme esta "puerca" ironía, una partícula de caca cubana, gringa, brasileña o uruguaya de aquí a la eternidad, el gran perdedor de los Juegos, el alcalde Aristóteles Sandoval y su homólogo zapopano, Héctor Vielma, por supuesto, ya lanzaron gritos al cielo y han clamado por la clausura total y permanente de la Villa.
Y es que esta será una sabrosa venganza, queda claro que detrás de la Villa, una vez concluyan los Juegos para panamericanos, esto es, los juegos para deportistas discapacitados, los panistas y organizadores de los juegos, como el Sr. Vergara, quien le disputa a Don Raúl el trono caciquil de Jalisco, pensaban realizar un jugoso negocio con la venta de la Villa, convertida en condómino de lujo; pues bien, los priístas y padillistas no descansarán hasta arruinarles el prospecto y hasta demoler la Villa maldita y exhibir los juegos como algo nefasto y perjudicial para Jalisco.
No niego, sin embargo, que las propias autoridades de extracción panista no hayan sido responsables ni hayan sido inmaculadas: precisamente ahora sale a relucir qué ocurrió con ese gran volumen de boletaje extraviado y que propició estadios semivacíos en ocasiones, y así, ahora resulta que en la basura que dejaron los atletas en la Villa hay montones ingentes de entradas a los diferentes juegos... Para qué demonios le dieron boletos a los participantes en la justa deportiva que con su acreditación podían entrar y salir de todos lados y tenían hasta tribunas especiales a dónde acudían a apoyar a sus compatriotas en disciplinas diversas a la suya? A poco iban a traer a toda la familia consigo? A todo su país? Todo esto huele a fraude y chanchullos, sin ir más lejos, fue vergonzoso que el principal organizador de la reventa fuese hermano de Felipe "el Tibio" Muñoz, actual presidente del Comité Olímpico Mexicano y campeón en natación en los lejanos Juegos Olímpicos de 1968...
Todo esto que nos dice: que si queremos hacer olimpiadas, meta que se pretende lograr para el 2024 o siquiera unos Juegos Olímpicos Juveniles (modalidad de los Juegos desarrollados por el actual máximo dirigente del deporte mundial, Jacques Rogge para salvar el espíritu amateur del Barón de Coubertain, enterrado por Vázquez Raña y Samaranch en pro del profesionalismo) que tuvieron su primera edición en 2009 en Singapur, debe cambiar la forma o el esquema de preparación y organización a fin de que los políticos intervengan lo más mínimo; por supuesto, es necesaria la participación o vinculación de las autoridades en este tipo de eventos, pero ellos no deben ser los principales impulsores, pues el "monstruo electoral" estará ahí asechando tras la esquina para corromperlo todo.
Esperemos que esta ilusión, este optimismo y sensación que nos dejaron los Panamericanos lleve a que la sociedad despierte y que la búsqueda de unos juegos olímpicos y la planeación de las enormes reformas urbanas que necesitamos para ello vengan impulsadas por la iniciativa privada y la sociedad y no por estos personajillos que tenemos en los partidos y en las entidades públicas, mediocres y mezquinos que sólo buscan cómo beneficiarse ellos y los de su grupo,y con miras a comprar nuestros votos, esto es mucho más importante que eso.
En definitiva, y parafraseando a Henry Kissinger, podríamos decir que este tipo de eventos son muy importantes como para dejárselos al Gobierno, y sobre todo, a los políticos...
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