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9 de octubre de 2011

LA CRISIS DE EUA I: LAS PROTESTAS DE WALL STREET


En el post en que hice una reflexión sobre nuestro continente y la situación de nuestros países de cara a los Juegos Panamericanos, hablé un poco acerca de Estados Unidos de América, el país más poderoso del continente y todavía, del mundo. La actual crisis económica que se ha venido padeciendo desde el 2008 y que inició en nuestro vecino del norte ha desnudado una serie de problemas sociales y políticos que habían permanecido ocultos o poco conocidos, máxime desde 1992, EUA, vencedor de la Guerra Fría, parecía haber llegado al pináculo de su poder durante la Administración del Presidente William Jefferson Clinton, la Guerra del Golfo Pérsico mostraba como nada su extraordinario poder militar, su influencia en el ámbito internacional le hacía ser el único paradigma o modelo a seguir en el mundo y verdadero guía de la humanidad, por encima de instituciones e ideologías, incluso, la ONU quedó eclipsada; entre tanto, la influencia cultural de la república norteamericana ayudó a acelerar la Globalización gracias a su bonanza económica y mediante el libre comercio, la televisión vía satélite y el cine.

Pero todo estaba edificado sobre la arena del crédito: los norteamericanos no tienen una cultura o tradición del ahorro, así y a fin de reactivar la economía, que había permanecida estancada bajo la última parte del Gobierno de Reagan y todo el de Bush Padre (es de recordar la imprecación de Clinton en el debate previo a las elecciones presidenciales: "It's the economy, stupid!") Clinton estimuló el consumo, mediante la reducción de las tasas de crédito y la popularización del crédito. A la larga, eso llevó a la generación de la burbuja que estalló bajo el mandato de Bush Jr.

Aunado a esto, los enormes gastos militares han llevado a que EUA se encuentre hoy en una situación económica muy grave, y aunado a ello, quizá también la muestra de lo malo o lo peor, del sistema capitalista, que si bien ha promovido la creatividad, la inventiva y el desarrollo gracias a la libre competencia, produciendo fenómenos como la revolución informática y personajes como Steve Jobs, del que hablábamos en el post anterior, también ha producido una enorme desigualdad y llevado, como es en el caso de EUA, a una concentración de la riqueza muy desigual--En México y Latinoamérica, por supuesto, la desigualdad es incluso más dispar o drástica, incluso, pero no es por causa del Liberalismo, sino por un Mercantilismo anacrónico que castra la iniciativa y el desarrollo--Y hoy, la situación parece estar llegando a un límite, cuando ha quedado clara la existencia de una serie de sinvergüenzas como Bernie Maddoff o ahora Rastani, que se han aprovechado de los defectos del sistema para su enriquecimiento, a costa de los demás, por supuesto, y también cómo los gobiernos norteamericanos, muchas veces, han obrado favoreciendo los intereses de grandes corporaciones y personajes millonarios, en particular, de lo que denunció Eissenhower antes de dejar la Presidencia en manos de Kennedy: el "complejo militar-industrial".

Por otro lado, la gestión económica de Obama ha sido poco menos que desastrosa, agravada, además, por los conflictos partidistas entre Demócratas y Republicanos, que busca, cada uno, culpar al otro del desastre y jalar agua a su molino. Si a eso añadimos que la presidencia de Obama ha continuado en los Internacional la política de Bush, que con las guerras tiene garantizado un pozo sin fondo en el que se van los recursos, el hartazgo en buena parte de la población es patente.

Veamos algunos aspectos, en este contexto de la crisis que parece ser cada vez mayor y más complicada en el coloso del norte.

Si en el 2009, desde el ala conservadora de la sociedad estadounidense le brotó a Obama un fuerte movimiento opositor de raíz popular, como lo ha sido el "Tea Party", le faltaba perder el apoyo de la Izquierda, del área progresista que en mucho le dió el impulso para llegar a sentarse en la Oficina Oval de la Casa Blanca, varias caras conocidas de este sector ideológico (que, vaya, es casi todo Holywood) como Susan Sarandon, Oliver Stone o Michael Moore, habían dado su apoyo sin cortapisas al afroamericano, en quien veían al epítome del progresismo, pero hoy... le dan la espalda.

Así, ha surgido el movimiento "Ocupemos Wall Street", denunciando la codicia y la avaricia de las corporaciones norteamericanas y multinacionales como causa de la crisis, claro, el movimiento tiene multitud de contradicciones, empezando por que los manifestantes se ponen las famosas máscaras de Guy Fawkes, popularizadas por el cómic de Alan Moore: "V de Venganza" y más por su versión fílmica; en primer lugar, tal máscara representa a un integrista católico que, ante la persecución sufrida bajo los Tudor Eduardo VI e Isabel I y continuada bajo el Estuardo Jacobo I, realizó la "conspiración de la pólvora" para intentar volar el palacio del Parlamento Británico con diputados y rey adentro en la sesión de apertura de las Cámaras, Moore lo utilizó como un símbolo de la rebelión contra la represión y la discriminación, propia del hipotético régimen fascista que retrata en su obra.siempre tan anticatólicos o antirreligiosos. Los Progresistas, siempre tan anticatólicos o antirreligiosos, se horrorizarían, de ser más cultos, al saber quién fue Fawkes, y por otro, de que al comprar esas máscaras, le dan ingresos a una de las corporaciones villanísimas a las que acusan de los males del mundo: Warner Brothers, a razón de poseer los derechos de las características gráficas de los personajes de Moore.

Igualmente, estos críticos de las corporaciones se comunican mediante celulares, Internet y computadoras, todas productos manufacturados por las malvadas empresas, igualmente, muestran muchas contradicciones o derivaciones y debilidades ideológicas: un Marxismo trasnochado y de súpermercado postulado por figurines de Holywood como la Sra. Sarandon, Stone, Sean Penn y hasta el dúo Brangelina, que despotrican contra la Globalización mientras obtienen fama y fortuna gracias a ella y se dan la vida de magnates capitalistas mientras pontifican desde estrados de Izquierda, incluso, en la bella manifestante de la foto, puede verse una pose de estudiado histrionismo sacado de una película o serie de TV mientras la aprehenden los policías tras las operaciones ordenadas por el Alcalde Michael Bloomberg para liberar la calle.

Sin embargo, y con independencia de todas las contradicciones y ligerezas adolescentes en el movimiento, muestra claramente el nivel de hartazgo alcanzado tras 3 años de Gobierno de Obama que ya había despertado la ira de los Conservadores y ahora también de la Izquierda, que le acusan de no ser lo suficientemente progresista, de no poder contra los intereses económicos de las grandes empresas, ni hacer nada al respecto (eso, a pesar de la clara postura estatista del Afroamericano) y justamente le reclaman el haber destinado fondos para rescatar compañías, como las automotrices, de la quiebra, y sobre todo, el continuar con las políticas y las guerras de Bush.

Como se ve, Obama tendrá muy difícil la reelección en 2012 si por un aldo tiene totalmente en su contra al sector conservador, pero ahora también del sector que presuntamente lo apoyaba: la desesperación de muchos ante el desempleo galopante, el incremento de las deudas, la pérdida del poder adquisitivo, etc. está llevando al agotamiento de los sistemas económicos y políticos en Occidente; y en el caso de estados Unidos, estamos ante una crisis muy fuerte que exige un recambio del sistema político y económico si quiere mantenerse como el país líder. Un ejemplo de esa crisis, en el terreno jurídico, se encuentra marcado por el caso de Anwar Al Awlaki, recientemente eliminado por las fuerzas norteamericanas y sus aliados por su presunta actividad como líder de Al Qaeda en Yemen, siendo ciudadano estadounidense, un caso muy interesante del que hablaré en el siguiente post y que refleja cómo se ha puesto en peligro, incluso, al Estado de Derecho mismo en un Estado que ha concebido siempre la protección de los derechos fundamentales como una de sus prioridades.

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