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5 de febrero de 2010

LA CONSTITUCION DE 1917



Hoy se cumplen 93 años de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos que continúa en vigor, pese a que tras más de 600 reformas sufridas a lo largo de su vigencia es una Ley fundamental con muchas diferencias a la original, aunque en esencia mantiene el mismo espíritu.

La historia de México desde su independencia ha sido una serie de planes políticos hechos a imagen y semejanza no de la realidad del país, sino de los ideales e intenciones de las facciones que han salido vencedoras de cada golpe de estado, motín o revolución que ha vivido nuestro país: la Guerra de Independencia se tradujo en los intentos constitucionales del imperio de Iturbide, para luego, con su caída, dar entrada al Acta Constitutiva de la Federación de 1823 y la Carta de 1824, la derrota de los Liberales a manos de los Conservadores tras la traición de Bustamante a Guerrero en 1829 desembocó en las Siete Leyes Constitucionales de 1836 y las Bases Orgánicas de 1842; el fracaso Conservador-Centralista y el golpe de los Moderados en medio de la Guerra contra EUA provocó a la restauración de la Constitución Federal de 1824 con su Acta de Reformas, Santa Anna llegó a la Dictadura apoyado por Liberales y Conservadores que complotaron unidos contra los gobiernos moderados de Manuel de la Peña y Peña, José Joaquín de Herrera, Pedro María Anaya y Mariano Arista, pero luego, el cacique Juan Alvarez, convertido en adalid de los Liberales inició la Revolución de Ayutla que culminó en la Constitución de 1857 y las Leyes de Reforma.

Tras la aventura imperial de Maximiliano, esta Constitución se mantuvo vigente, aunque causó grandes dolores de cabeza a Juárez y a Lerdo de Tejada pues promovía el Parlamentarismo contra el caudillismo presidencial, sin embargo, estos gobernantes, y posteriormente Don Porfirio Díaz aplicaron la "magia de las reformas" y la convirtieron en un instrumento de sostenimiento de la Dictadura.

Con la Revolución, la idea era restaurar la Constitución en su espíritu original, tan es así que el nombre completo de nuestra carta magna es: "Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos que reforma a la de 1857" (es decir, en teoría no era una nueva constitución, sino un decreto de reforma de la inspirada por el "Benemérito" Juárez) sin embargo, las distintas facciones que combatieron en la Revolución, algunas realmente reaccionarias: el espíritu del movimiento zapatista era recuperar la propiedad comunal de los pueblos indígenas ante la propiedad privada impuesta dogmaticamente por la carta liberal. En ese sentido, si Zapata hubiese vivido en la época de Juárez, habría sido partidario de movimientos como los encabezados por Manuel Lozada "el Tigre de Alica" o Tomás Mejía, líderes campesinos que apoyaron a Maximiliano y sería hoy uno de los "Villanos" de la Historia Nacional, obligaron a que Carranza, y los constituyentes de Querétaro, hace 93 años, hicieran un revoltijo completo a fin de contentar a todo el mundo y pacificar al país.

Por otro lado, leer el diario de los debates del constituyente es por momentos una lectura cómica, de diputados ignorantes, electos a dedo por el "Barón de Cuatro Ciénegas" y que representaban a dos estados a la vez, otros que se dormían en las sesiones y otros que pasaban a la tribuna a decir chistes a falta de ideas, fanáticos antirreligiosos como Francisco J. Múgica o Félix Palavicini, y otros rancheros bravucones de película de Jorge Negrete, y todos ellos, presionados por sacar la Ley fundamental en un debate express que empezó en diciembre de 1916 y debía concluir el 5 de febrero siguiente, por ser la misma fecha en que los Liberales de 1857 promulgaron su carta magna, con la que en realidad rompe y que el propio Carranza impuso como fecha límite.

Nuestra carta magna ha sido en parte un gran obstáculo para el desarrollo de nuestro país, con su coqueteo hacia el socialismo, tenemos un artículo 27 que hace del Estado el rector de la Economía y deja en nada al papel del individuo y de la empresa privada, que le hace propietario de tierras, aguas y recursos, un numeral 123 que sobreprotege al trabajador y da pie a la creación de los monstruos sindicales, un Estado omnipresente e intervencionista que bloquea las inversiones y que pretende ser el solucionador de todo. Un artículo 3° que en el papel niega la libertad de educación pues la hace función primordial del Estado y nos ha legado una serie de instituciones educativas y un magisterio politizados, doctrinarios y mediocres.

Urge una reforma integral de la Constitución que sea acorde con lo que es el país, con sus necesidades y de una visión general del futuro y que no dependa de las ideas de un grupo de políticos iluminados que impongan su visión a todos. En eso radica el éxito de la Constitución de EUA que sigue vigente desde 1787, pese a que por supuesto, no es perfecta y necesita cambios; aún así y pese a todos los delirios místicos masónicos de los "Padres Fundadores" de los que hablábamos antes, hicieron una constitución que se limita a delinear el esqueleto del Estado, dando una enorme libertad a los gobernados en vez de decirles cómo vivir y detallar todos los aspectos de las relaciones entre Estado y Ciudadanos.

Es curioso, pero fíjense como, salvo EUA, ningún otro país ha logrado tener la estabilidad constitucional que la república norteamericana, y pese a que se tambaleó con la Guerra Civil, sobrevivió y se fortaleció buscando la igualdad entre todos los ciudadanos, simplemente Francia, desde 1789, ha seguido una historia muy similar a México dependiendo las facciones triunfantes: Ha habido 5 repúblicas, 2 imperios, 1 monarquía constitucional liberal como la de Luis Felipe de Orleans, una monarquía semi absoluta, la de la restauración y una monarquía estilo británica en los primeros años de la Revolución, lo mismo es en España, Alemania y no se diga Latinoamérica...

En fin, esta fecha nos debe llevar a reflexionar, y más a los que somos Abogados y siendo conocedores del Derecho y de la realidad nacional, para hacer un orden constitucional que realmente responda a nuestras necesidades y a nuestras realidades.


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