1.- CANADA Y LAS VISAS:
Pocas veces pueden hablarse de relaciones de verdadera amistad entre pueblos o entre países, mismas que generalmente se orientan por el interés, salvo en casos realmente excepcionales; un caso es el de las relaciones entre Chile y China, que han trascendido regímenes políticos y posturas económicas, todo gracias a la gratitud que los chinos guardan a los chilenos tras la Guerra del Pacífico, librada entre Chile, Perú y Bolivia y gracias a un episodio en el que el vicealmirante chileno Patricio Lynch liberó a numerosos chinos que laboraban prácticamente como esclavos en haciendas peruanas; los asiáticos, agradecidos, juraron fidelidad y amistad eterna entre el "Celeste Imperio" y el país andino mediante un ritual taoísta, se unieron a las fuerzas de Lynch y colaboraron gustosos en el saqueo de Lima en enero de 1881. Desde entonces, y a pesar del gobierno "comunista" chino, las relaciones con la dictadura "derechista" de Pinochet fueron excelentes y de cooperación mutua en terrenos comerciales, militares y diplomáticos, situación que sigue hasta el día de hoy pues ambos países han cumplido con el juramento surgido de esos hechos históricos.
Otro caso de amistad, más espontáneo y quizá surgido por el sentimiento popular de antiamericanismo compartido, pero además por una especie de simpatía natural entre la gente de ambos países es el existente entre canadienses y mexicanos, que desgraciadamente hoy se ve ensombrecido por la repentina decisión del gobierno del país de la hoja de maple de implantar la necesidad de la visa a los mexicanos para entrar a su territorio nacional.
Los mexicanos no necesitaban visa para ingresar a Canadá y viceversa, recientemente, el turismo y los negocios recíprocos habían aumentado bastante, lo que había llevado a que ambos países, antes distantes y desconocidos el uno del otro, se sintieran sumamente cercanos pese a tener entre ellos al mismo poderoso vecino. Quizá mucha de la cercanía se debía a que, por un lado, México es un país con un enorme potencial pero con numerosos problemas y limitaciones para su desarrollo, Canadá es también un país de enorme territorio, el segundo más grande y rico en recursos, pero limitado en su capacidad para explotarlos dada su escasa población, por lo que no ha cesado de fomentar la migración a fin de aumentar su población, para toparse con otro limitante: su clima polar que disaude a muchos inmigrantes.
Esa baja población le ha permitido a Canadá contar con un servicio de seguridad social excelente, una educación de amplia cobertura y alto nivel, y una sociedad conservadora en líneas generales, además de una vida familiar estable y un ambiente cívico tranquilo, de alta ética y civilidad.
Sorprende entonces la decisión de Canadá, pero seguramente tiene que ver con la crisis de seguridad pública en México, la reciente emergencia sanitaria y la huída en masa de mexicanos que corren de la pobreza y la violencia al país norteño ante la falta de oportunidades en la tradicional tierra de los sueños: EUA, sumido en su propia pesadilla económica, los mexicanos han abusado de la falta de visa y se han quedado en Canadá alegando hasta que son perseguidos políticos para así fácilmente conseguir un trabajo y la residencia. Lo peor, es el temor de que huyan allá personas implicadas en el crimen organizado ante la situación de violencia que se vive en nuestro país.
La culpa no es de Canadá, los canadienses son nuestros amigos y estiman realmente a nuestro país y a nosotros, por quienes sienten una gran simpatía, es nuevamente de nuestro fracaso económico y social: mientras no tengamos una economía que garantice el empleo y la posibilidad de desarrollo en México, no habría por qué darse esta migración masiva fuera de nuestras fronteras, que está haciendo, por cierto que los mexicanos tengamos una diáspora comparable a la que han tenido los judíos desde el siglo II a.C. en que empezaron a dispersarse por el mundo mediterráneo.
2.- Familias:
La banda criminal conocida como "La Familia" aparece ahora como el reto más peligroso al Gobierno de Calderón, e igual que resultó hace poco en el caso de Monreal en Zacatecas, aparece que un hermano del Gobernador Leonel Godoy de Michoacán, se encuentra implicado en la estructura de esa organización criminal.
La política de Calderón está fracasando, y es que se lanzó contra el crimen sin resolver cuestiones pendientes, necesarias para debilitar en serio al crimen organizado: mejorar la economía para dar oportunidades y alternativas a los actos ilícitos, educación para cambiar la cultura que idolatra la violencia, el sexo y la fuerza que se ve en las canciones de banda y norteñas, usada como vehículo para enaltecer sus glorias criminales y el deseo por adoptar ese modo de vida en una población de jóvenes de escasa formación y con pocas oportunidades de desarrollo y que ven en el estudio y la profesión algo que no contribuye a la obtención de un mejor nivel de vida, sino, por el contrario, lo ven como obstáculo o como un esfuerzo inútil que no brinda rápidos beneficios económicos ni permite el ascenso social, estando como está nuestra estratificada sociedad copada por las relaciones familiares y clientelares que son las que realmente abren las puertas en nuestro país.
Si Calderón quería hacer una lucha realmente destinada a acabar con el crimen organizado, debió haberlo atacado por varios frentes, además del militar-policiaco, que es, realmente, el menos importante de todos, debió haber desarrollado un programa dirigdo al desarrollo económico, pero también hay que decirlo: la oposición recalcitrante, sobre todo de la Izquierda, le impidió llevar a cabo una verdadera reforma energética, que hubiera abierto numerosas posibilidades para mejorar la situación, el frente educativo, donde ha preferido pactar con un ente nocivo como es la Profesora Elba Esther (¿cómo es que nadie ha tenido los pantalones de plantear su eliminación? la doctrina política desde los siglos XVI y XVII autoriza los crímenes de estado cuando se trata de hacer a un lado a líderes o personajes que causan daño al Estado, como es en este caso) y lograr un compromiso con los medios masivos de comunicación, empeñados más bien en degradar la cultura y la formación del mexicano, antes que enaltecerla. Y el frente anti-corrupción, donde, como se demuestra con el asunto de las guarderías y las cuestiones electorales, se lleva perdida la batalla.
En definitiva: el Gobierno se encamina a su derrota y a convertir México en un Estado fallido, Michoacán, por lo menos, ya lo es, y tiene un narcogobierno en vez del constitucional, como la Sicilia de la primera mitad del siglo XX.
3.- Ultima Oportunidad:
La victoria del PRI en las pasadas elecciones que los coloca en la antesala de las presidenciales del 2012 implica sin embargo algo para que estén temblando, el regreso de la confianza de la gente (y no de todo, pues si nos damos cuenta, de que solo alrededor de un 44% de los electores votaron, y de ese porcentaje, un 35% votó por el PRI, sus votantes son una pequeña fracción de toda la población del país) en el viejo partido de la Revolución se da por la decepción hacia el PAN y hacia el PRD que no han sabido ser partidos de gobierno, sino simples bandas de saqueadores y pendencieros, la gente regresa al PRI porque no hay más adónde ir, es una última esperanza...
Esto es peligroso, si el PRI decepciona, ¿qué pasará?...
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Una pequeña diferencia cultural:
Resulta indicativo de la diferencia de cultura y de desarrollo entre México y EUA la temática de sus series televisivas, una de las sagas de mayor éxito y permanencia en la televisión norteamericana es "La Ley y el Orden", sumamente realista, sin plantear la existencia de súperpolicías de película de acción (desde "Starsky y Hutch" o "Hunter" en los 70 y 80) o laboratoristas forenses que arrestan, combaten con armas de fuego y utilizan equipos propios de ciencia ficción para resolver los crímenes (CSI), exhibe una imagen muy cercana a la realidad, en la que incluso los defectos, la corrupción, limitantes presupuestales y artimañas legales son exhibidas sin censura o vergüenza en el sistema de procuración e impartición de Justicia Penal; aún así, la serie, empezando por su título despide una gran confianza en el Estado de Derecho, en la labor de las instituciones y la aplicación de la Ley.
Por el contrario, en la TV mexicana donde se empieza a buscar otras formas de hacer programas que rompan con el gastado y podrido molde de la telenovela uno de los títulos de mayor relevancia es "Mujeres Asesinas", donde se encuentra todo lo contrario al serial estadounidense: apología de la violencia, justificación del crimen, heroicidad de la delincuente, máxime cuando ésta actúa para hacerse justicia por propia mano ante la inoperancia de las instituciones encargadas de brindar seguridad y protección a los ciudadanos o de impartir Justicia, y la Ley permanece inaplicable... resulta ser por un lado, igual de nociva que un narcocorrido al enaltecer a quien vulnera las leyes y al orden social, pero por otro, parte de mostrar el desastre social que somos y lo lejano que estamos a lograr un Estado de Derecho.
Parece que la pantalla de la TV, en este caso, más que una caja idiota actúa como espejo en el que se reflejan nuestras sociedades.