Vladimir Vladimirovich Putin puede pasar a la Historia de Rusia como un nuevo Pedro I "El Grande" o como el hombre que triunfó donde Gorbachov fracasó, llevando a Rusia a una etapa de "modernidad" con cierta prosperidad económica y cierta liberalización de la vida interna de los ciudadanos, misma que se ansía desde la época del Zar Alejandro II y que fue pospuesta por su asesinato, verificado el mismo día en que, por la noche, iba a firmar un decreto en que convocaba a la formación de un Congreso Constituyente y el derivar muchas de sus facultades a un Parlamento, fue curioso que los propios rebeldes nihilistas que se oponían al totalitarismo zarista contribuyeron a fortalecerlo y a pavimentar el camino hacia el régimen soviético.
Todo depende de cómo el ex-agente de la KGB capee el temporal de la crisis económica mundial y logre realizar sus proyectos, que como es ya tradición en Rusia desde Pedro I hasta el día de hoy, radican no en brindar un nivel de vida mejor para cada uno de los individuos; sino en incrementar el poder del Estado, manifestado en el ejército. Para ello, cuenta con las enormes reservas de gas natural y petróleo de su país, lo cual es la fortaleza, y al mismo tiempo, la debilidad del gigante eslavo: así, Rusia se ha convertido en el proveedor que monopoliza la distribución de los hidrocarburos a Europa, lo que le está permitiendo incontables ventajas ante la situación actual; simplemente, le está permitiendo contar con las herramientas necesarias para chantajear a Europa Occidental y bloquear así el acceso de su extranjero cercano, antiguas posesiones imperiales y soviéticas como Ucrania y Georgia o los países bálticos tanto a la Unión Europea como a la OTAN.
Así ha ocurrido en estas semanas: ante el desplome de los precios del petróleo, Putin necesita hacer un esfuerzo importante para hacerlos subir y para alejar a los antiguos territorios sovieticos de la órbita europeo-norteamericana. Para ello se mueve con habilidad: busca formar con Bolivia e Irán un cártel del gas para que, al igual que la OPEP, manipule los precios según convenga y dar protección a sus nuevos aliados, amenazados por un ambiente hostil generado por la política norteamericana. De igual forma, aprovecha el crudo invierno europeo para cerrar la llave del gas y echar la culpa sobre los ucranianos, obligándolos a estos a tomar del gas en tránsito a Europa para satisfacer la urgente demanda interna ante gélidas temperaturas, con lo que los europeos echarán la culpa a Ucrania, reduciendo las posibilidades de que sea admitida en el seno de la Unión Europea, contando además con el apoyo alemán, donde Gerhard Schroeder actúa como un muy especial "broker" al haber sido hecho ejecutivo de una filial de Gazprom, con lo que se logra que Alemania esté dentro del redil y celebre acuerdos energéticos entre ésta y Rusia perjudicando a los países bálticos y a Polonia.
Además, las inversiones de Berlusconi en Rusia aseguran contar con el apoyo de Italia, mientras que la probable compra de la petrolera española Repsol por Lukoil, la petrolera estatal rusa, aseguraría la intervención de España en favor de los intereses moscovitas.
Pero no ha sido el único éxito de Putin: ha logrado domesticar a los oligarcas que durante la era Yeltsin amenazaron con subordinar el Estado a sus intereses y aún amenazaron con destruirlo, ha establecido controles efectivos para evitar la cleptocracia existente durante los años 90 y ha hecho que la Economía rusa se conduzca por un camino similar al de China, esto es, un desarrollo basado en el libre mercado, pero con un control y planificación aún en manos del Estado para evitar que se diera de nueva cuenta el desórden presente tras la Perestroika. En el terreno político, Rusia ha evolucionado de los totalitarismos zarista y comunista a un sistema sumamente autoritario, mas no tan absorbente y demoledor de la persona como antes: es cierto, Putin ha formado con el partido "Rusia Unida" una nueva versión del antiguo PCUS, pero tiene más en común con el PRI mexicano que con el monolitico mega-partido de los bolcheviques. Ha efectuado un control muy férreo sobre los medios de comunicación, pero tambièn habría que ver las motivaciones de aquellos medios, prestos siempre a golpear al régimen y de la injerencia de los intereses occidentales.
Por otro lado, Putin ha sabido encontrar y emplear a la Iglesia Ortodoxa Rusa como el nuevo vínculo ideológico capaz de aglutinar a la sociedad y conducirla al logro de sus objetivos ante el fracaso del marxismo; de igual forma, ha sabido conjuntar lo mejor de la herencia zarista y comunista y conjuntarlos en una herencia nacional de la qué sentir orgullo, (claro, lo ha hecho silenciando o minusvalorando los aspectos negativos) como se demuestra en la celebración del "Día de la Victoria" el 9 de mayo, aniversario de la derrota de la Alemania nazi a manos del Ejército Rojo donde además de exhibir los dientes de éste, que se encuentra en constante reconstrucción, se estimula a la sociedad a sentirse orgullosa de la que sin duda, ha sido la victoria más grande de las armas rusas en todos los tiempos; para ello, cuenta con la ayuda de un "star-system" o mundo de la farándula de nuevo cuño, creado bajo el molde occidental pero controlado al estilo soviético, muy lejano ya a las T.A.T.U o a Philip Kirkorov que fueron, la realidad, producto de un exotismo y extravagancia (las primeras fingiendo su lesbianismo sin duda para coincidir con lo que muchos rusos ven como decadencia occidental, y el otro que en medio de las nieves siberianas filmaba videos con actitud amanerada y vestimenta de bailarín de mambo) al querer adoptar en los 90 la cultura popular norteamericana y europea. Por eso, como se ve en el video, los artistas rusos dan ese día conciertos en que, bajo ritmo de música electrónica, rock and roll o incluso heavy metal entonan el himno nacional o canciones comunistas en que enaltecen las virtudes del proletariado y la victoria de las armas socialistas contra la burguesa Alemania, como "Dem Pobedi" (Día de la Victoria) o "Katiusha" como es en el caso del video, y esto sirve excelentemente para ideologizar al pueblo en pro de la causa del Estado y contra las pequeñas causas individuales.
A los faranduleros de occidente les encanta protestar contra las guerras, pero a los faranduleros rusos no les cuesta vestirse de soldados de la II Guerra Mundial (incluso hasta artistas infantiles y basta buscar en You Tube los videos del Día de la Victoria) y enarbolar las banderas rojas de la Unión Soviética, ahora presentadas como "Banderas de la Victoria" y que reciben los mismos honores que la actual enseña nacional tricolor el 9 de mayo.
Y es que Pútin ha comprendido lo que ni Pedro I ni Gorbachov quisieron o no pudieron ver: que Occidente jamás aceptará a Rusia como parte de su civilización, Rusia jamás será europea, así que ha decidido conducirla por su propio camino, un camino que sea entre Asia y Europa pero además, siguiendo los ideales de Iván III la lleven a convertirse nuevamente en una potencia imperial o global, para ello, ha empezado a tejer una nueva red de Estados si no satélites, sí clientes, principalmente en América Latina aprovechando la actual debilidad y el desinterés estadounidenses y fortaleciendo su presión sobre las antiguas repúblicas soviéticas. Si logrará la reintegración de éstas y la recuperación de Rusia como un foco de poder global será algo que es cuestión de tiempo y cuestión de que logre hacer una gestión económica acertada, lo lamentable será nuevamente que el pueblo ruso seguirá sacrificado en pos del poder del Estado, pero qué se puede hacer, si esa es una característica muy propia de su cultura.
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Mientras en Rusia existe un fortalecimiento o un renacimiento de la cultura, en Occidente seguimos empeñados en la demolición y el suicidio: en el caso de los "autobuses ateos" lo preocupante no es el mensaje en favor o en contra a creer o no creer, finalmente, eso depende de cada uno, y sus convicciones, aunque sí habla de un fanatismo científico que es tan perjudicial como el religioso (véase a los nazis y al comunismo, que fueron dos muestras de fanatismo ciencista) sino el mensaje hedonista: "...no te preocupes y disfruta la vida", esto es, el mandato de Alistair Crowley: "haz lo que quieras" o "sé irresponsable" la búsqueda del placer sin medir las consecuencias ni los alcances de los actos... Cuando se haga la autopsia de la Civilización Occidental en la causa de la muerte se anotará que murió de sobredosis.
Es este hedonismo la causa de la crisis en todos los órdenes: económico, social, familiar, si han surgido familias monoparentales, abortos, familias homosexuales, no es a consecuencia de una natural evolución como opina Paul Kennedy o Miguel Angel Granados Chapa, es a consecuencia de la búsqueda del placer por el placer mismo, y la eliminación de toda responsabilidad de las personas para con los demás y para uno mismo, la pérdida de un sentido de la trascendencia y la falta de un concepto de orden y de ecología personal y social: estar de acuerdo con la naturaleza.
Y esto no es normal, es una anomalía, pero creo que los progresistas terminarán por prohibir esa última palabra.
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Por cierto, los mismos que ahora defienden a Israel y no ven desproporcionalidad alguna en la matanza de civiles palestinos, al momento de darse la Guerra de Georgia en agosto pasado despotricaron contra Rusia y Putin, que ciertamente, respondió desproporcionalmente a la agresión georgiana sobre Ossetia y Abkhazia, mas no provocó tantas muertes inútiles ni actuó con tanta crueldad como lo ha hecho Israel, ni redujo a escombros a Tiblisi, nuevamente, los "peso-plumas" intelectuales de Derecha caen en la misma incongruencia en la que caen los izquierdosos como cuando despotrican contra Pinochet pero defienden a Castro.