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17 de abril de 2013

MARATON DE LA MUERTE



El encabezado de esta entrada está tomado de la mala traducción hecha del título de la película protagonizada por Dustin Hoffman y Sir Lawrence Olivier en los años 70, basada en una novela de suspenso del mismo nombre: Marathon Man, que correctamente debió haber sido traducida como "El Maratonista", y que se refiere a un estudiante universitario de postgrado en Historia que, en la investigación para realizar su tesis y obtener así el grado, se encuentra con el oscuro secreto de su padre y sus ligas con los Nazis en la Segunda Guerra Mundial, lo que se convierte en una pesadilla cuando uno de los integrantes de ese pasado (el extraordinario actor británico) aparece en una trama que incluye el contrabando de diamantes. Este comercial no tiene nada que ver con el tema de este post, excepto el título, y la memorable escena en que el entonces joven Hoffman salva su vida haciendo uso de sus habilidades atléticas (se inscribía como la mayoría de los participantes en el maratón de Boston, a estas pruebas de resistencia, por afición a la carrera, pero sí contaba con el entrenamiento debido)  al huir corriendo de las torturas del ex-SS encarnado por Olivier por buena parte de Manhattan a media noche.

Como bien dice mi maestro y amigo el Dr. Rigoberto Ortiz en su Blog, el Maratón de Boston es de los más antiguos y toda una tradición ya de 117 años en el mundo del atletismo, es una verdadera fiesta para la capital de la Nueva Inglaterra que hasta da el día de su celebración: el tercer lunes de abril, como día feriado, para que la gente pueda participar, ya sea corriendo, como voluntario o como simple espectador, en el evento, en esta ocasión, con poco más de 23,000 competidores, la competencia se vio ensombrecida, enlutada más bien, al final, cuando, a unos metros de la línea de meta, estallaron dos bombas ocasionando la muerte de al menos tres personas y heridas terribles a más de cien; muchos de ellos acababan de participar en la carrera, después del estallido, perdieron las piernas o al menos los pies debido a la metralla de los dos mortíferos artefactos, al parecer dejados dentro de bolsas de lona, similares a las del correo o para el traslado de valores, en la acera.

Este ha sido un acto de crueldad y cobardía sin límites; sin duda, un acto de terrorismo, el primero después del aciago 11 de septiembre del año 2001, y que significa un durísimo golpe para la administración de Barack Hussein Obama, la cual queda mostrada como débil e incapaz de brindar seguridad al pueblo, lo cual ya quedaba patente ante los constantes episodios de violencia, como lo ocurrido en Connecticut y tantos otros tiroteos que se han sucedido desde el año 2009.

Nadie ha reivindicado el atentado; no se sabe tampoco cual fue la causa, ni la motivación detrás de estos acontecimientos, lo que sí ha funcionado de las mil maravillas para distraer al Gobierno Norteamericano de lo que acontece en Corea y en Venezuela, apenas anoche, EUA acaba de anunciar que no reconoce a Maduro hasta que se haga un recuento de los votos, sin embargo, el anuncio se hace de forma un tanto apresurada y mientras se encuentra más ocupado en hacer frente a sus problemas domésticos antes que ocuparse por resolver situaciones que ha creado o que ha dejado crecer y que significan claramente un reto a su posición en el mundo.

Sin embargo, este ataque no tiene visos de haber sido organizado por un poder externo, como los fundamentalistas islámicos, que hoy son aliados de EUA, recientemente uno de los grupos opositores a Bashar el Assad de Siria acaba de vincularse abiertamente a Al-Qaeda, y resulta ser uno de los grupos que recibe dinero y armas de Occidente, pero bueno, es bien sabido que EUA no tiene amigos ni congruencia, en el ámbito del "Juego de Tronos" todo vale y lo que importa es la defensa de los intereses.

EUA ha fomentado el terrorismo en otras áreas del mundo bajo el mandato de Obama, como se ha demostrado con las "Primaveras Arabes" pero también, bajo esta administración ha aumentado la violencia y el terror interno como lo han demostrado los tiroteos en una escuela de Connecticut, en el cine en Aurora, Colorado, Virginia Tech, etc. En definitiva, ha sido una administración que no ha sabido resolver esta situación ni ha enfrentado a las causas mismas de la violencia por dentro, y tal parece que este caso tiene que ver más con la violencia interna que con los problemas internacionales a los que Washington se enfrenta hoy en día, tal y como se demuestra por el carácter casero de las bombas: una carga explosiva dentro de una olla a presión, rellena también de balines para tener el efecto de metralla que arrancó miembros; aunque esto también puede ser usado por radicales islámicos, así que todavía no hay nada seguro. Recordemos que ante tantas minorías étnicas e inmigrantes, es bastante fácil el pensar que puedan existir células durmientes de los más variados grupos subversivos al interior del país, o de espías al servicio de las potencias emergentes y enemigas del coloso del norte.

Lo peor, es que la violencia se está arraigando en nuestro mundo, ya no es un asunto lejano de una zona convulsa como el Medio Oriente, donde ha habido guerras desde los tiempos bíblicos, no, la violencia es ya parte del ambiente en el que nos desenvolvemos: véase el caso de México en los últimos años, la violencia se ha desbocado por motivos criminales o políticos y las autoridades parecen impotentes para detenerla, recordemos que, cuando el Estado pierde el monopolio de la violencia o del uso de la fuerza para mantener la cohesión social, se convierte en un Estado fallido, cuando, como en el caso mexicano, grupos de violentos amotinados se encuentran fijando la agenda legislativa de los gobiernos de estados como Guerrero u Oaxaca, tenemos que la autoridad ha perdido el verdadero ejercicio del poder, y se ha sometido a grupos que ejercen una mayor fuerza que el propio gobierno.

Y en EUA ¿qué pasa? El Estado ha promovido la violencia más allá de la que ejerce por sí mismo, o de la que ha desencadenado fuera de sus fronteras, ha mantenido el derecho a la libre portación y uso de armas, pero además, tenemos la promoción de otras formas de violencia, y no estoy hablando de obras de ficción en el cine o la TV, ya que ellas pueden tener una naturaleza catártica, lo mismo que los videojuegos, pero ¿qué tal la violencia sistémica que representa la legalidad del aborto? Tenemos el caso del Dr. Kermit Gosnell, en Pennsilvania, que ejecutó a cien niños recién nacidos que habían sobrevivido a sus prácticas abortivas,  (en dicho estado de la Unión Americana, está autorizado el aborto tardío, a más de 6 meses de gestación) prácticamente decapitándolos con unas tijeras, en una clínica que pese a recibir fondos millonarios tanto del Estado como de la asociación Planned Parenthood, se encontraba en condiciones lamentables de higiene y seguridad, provocando también la muerte de mujeres que acudieron a "interrumpir el embarazo", según testigos, el quirófano presentaba escenas dantescas: sangre por todos lados, miembros de fetos tirados por aquí y por allá y otros, enteros, coleccionados en tarros de formol --habría que preguntarse si el Dr. Gosnell no es en realidad más que un psicópata que bajo el amparo de las leyes y con fondos públicos desataba sus obsesiones brutales-- Esta situación ha puesto de nueva cuenta en tela de juicio el aborto, al darse la muerte de los niños ya afuera del vientre de la madre, por lo que los cargos que se le formulan son por homicidio, aunque ahí entra la pregunta: ¿por el solo hecho de salir del vientre ya son seres humanos? Obama mismo ha sido partidario del aborto por nacimiento parcial, en que, antes de que el niño salga completamente del seno materno, se le clava un instrumento en la cabeza para liquidarlo, evitando así que se configure el tipo penal del asesinato.

Sin embargo, ningún medio masivo de comunicación ha cubierto la noticia, casi no se encuentra en los periódicos y ha sido por Internet que el escándalo se ha estado difundiendo, ¿porqué? por los grandes intereses económicos y políticos de la industria del aborto y de los grupos de poder que la fomentan y que han encontrado en el Gobierno de Obama a quien instrumente sus ideas y posturas.

Como se ve, el Estado mismo patrocina la violencia y le da legitimidad, el Estado se ha sometido a lobbies y a grupos de interés desde la mencionada asociación antinatalista hasta la Asociación Nacional del Rifle, que todos ellos muestran como bandera la violencia, en estos tiempos, irónicamente, las mismas personas que se indignan y enfurecen porque unos estudiantes echen a un perro a un bote de basura jugando, sin que el animal sufra ningún daño y pudiendo salir fácilmente del recipiente sin ningún problema, son los que se manifiestan favorables a la muerte y a la violencia contra los seres humanos más inocentes y débiles; no cabe duda, Satanás sí que está suelto por el mundo y nos tiene corriendo a todos, no nada más a EUA, eso sí, un verdadero maratón de la muerte.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Mi opinión sobre el aborto: es la máxima expresión del desprecio por la vida humana