Buscar este blog


27 de enero de 2011

COLABORACION INVITADA: "LA DIFERENCIA" DE FRANCISCO GARCIA PIMENTEL



1.- Ciberproblemas y Ciberbullying:
Ruego una disculpa por haberme ausentado de mi espacio varios días, pero he sido víctima, por un lado, de los malos servicios de telecomunicaciones, que cada vez están peores, y por otro del "ciberbullying". En primer término, desde el viernes pasado en la noche y hasta hace apenas unas horas, el servicio de Megacable de telefonía, Internet y televisión Digital estuvo muerto en toda la colonia en la que vivo acá en el municipio de Tlajomulco, así que mi único contacto con Internet fue a través de mi fiel Blackberry; tras insistir e insistir, los técnicos no acudieron a resolver el problema sino hasta hoy en la mañana aquí a la casa, comprobándose que la legendaria lentitud para arreglar fallas o averías técnicas por el personal de esta empresa es cierta, lo mismo que su burocrática forma de proceder y lo endeble y rudimentario de sus sistemas.

Por otro lado, cada vez estoy más a disgusto con Twitter, así como me he peleado ya 2 veces con León Krauze (aunque también en ocasiones le he expresado que estoy de acuerdo con él, no siempre voy a disentir), ahora me tocó a mí el turno de ser atacado por alguien que ya en el pasado había incluso colaborado en este espacio enviándome un artículo que publiqué en el que ésta persona defendía al Centralismo como lo idóneo para México pese a que en realidad, hemos vivido bajo un Centralismo pesado, oneroso y fatal en forma definitiva al menos desde el triunfo de los Liberales en 1867. Yo siempre he tolerado las críticas y he aceptado los comentarios de todo tipo, excepto los "spams" que se hacen a lo que escribo y publico en este Blog, pero esta persona, a la que en un principio creía alguien genuinamente interesado en comentar los temas tratados en este espacio de forma constructiva, se fue volviendo, con el paso del tiempo, una especie de censor que descalificaba automáticamente todo lo que yo escribía en este espacio, a través del Twitter me leía la cartilla una y otra vez y me recomendaba que escribiera desde su punto de vista, como sintiéndose mi editor o jefe de redacción, cuando es una persona a la que ni conozco en realidad ni jamás he visto cara a cara, además de que resultaba claro que se trataba de un simpatizante de Izquierdas y en particular del Peje o AMLO, no sé si gente del sitio de Federico Arreola, SDP Noticias, asalariado o simple seguidor de las ideas mesiánicas del demente de Macuspana, que con estos medios virtuales es imposible saber la real identidad de quien aparece en las redes sociales y prácticamente quería convencerme y convertirme a dicho movimiento político, molestándole en particular mis claras posiciones conservadoras y mis creencias religiosas católicas-cristianas.

La gota que derramó el vaso fue mi post sobre Juan Pablo II de días pasados, lo que motivó una virulencia de su parte que terminó por colmar mi paciencia ante su tozudez y postura como de intentar forzarme a que cambiara mis posturas, yo le expliqué clara y largamente mis posiciones, le señalé las falacias de sus ataques, sustentados en los más rancios y fanáticos prejuicios emanados del anticlericalismo y del antiteísmo más irracional y radical, y para evitar seguir sufriendo sus ataques, y sobre todo, intentos de meterse en algo tan personal como es un Blog, donde yo, como autor por más que trate de ser objetivo siempre veré la realidad desde MI punto de vista y expresara MIS opiniones, para obligarme a que coincida con sus ideas, tales como que vale criticar al próximo Beato polaco (y por supuesto que eso es válido, y en el post yo señalé tanto los puntos buenos como algunos malos de su pontificado, y un ejemplo de esta visión sana es la del Padre Terzio en su blog), pero que la figura de Andrés Manuel López Obrador es intocable, inmaculada y pura, y las críticas hacia el tabasqueño son puros inventos de los medios y culpa de mi familia, de mi educación y formación (lo que seguramente cambiaría con adoctrinamiento marxista), tuve que bloquearlo en el Twitter.

No es censura, es el hartazgo ante alguien que si tanto quiere exponer sus opiniones y posturas ideológicas pues que abra su propio Blog y deje a los demás bloggeros que no coincidimos con él en paz: una cosa es que válidamente alguien me diga en un comentario que no está de acuerdo con lo que digo o que piensa de otra forma o que olvidé tal o cual detalle, lo cual hasta agradezco, y otra cosa, una postura sistemática de estar jodiendo y pretendiendo obligar a uno a coincidir forzosamente con sus ideas.
----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
2.- "La Diferencia" entre Inglaterra y México:
Pasando a temas más agradables, me enorgullece como maestro que un ex-alumno mío: Francisco García Pimentel Ruiz, a quien mando un afectuoso saludo, haya publicado un artículo en el periódico "El Norte" de  Grupo Reforma, mismo que se edita en la ciudad de Monterrey, Nuevo León, y que fue originalmente un comentario que hizo en su página de Facebook, respecto a sus experiencias en Inglaterra y la comparación de la situación de la antigua potencia insular y México, ambos sumidos en sendas crisis, actualmente, tal artículo ha sido comentado en el influyente espacio radiofónico "Simplemente Adriana" aquí en la ciudad de Guadalajara, lo mismo que por el conocido comunicador Pedro Ferriz de Con en el DF, y publicado también en el portal "Yo Influyo.com"; para los que quieran leerlo, aquí lo transcribo, con el permiso de su autor:

"LA DIFERENCIA

Por Francisco García Pimentel Ruiz.

----------------
  
Recientemente pasé un año en Inglaterra; un país de primer mundo. Fui allí a estudiar una Maestría, porque se reconoce como uno de los países con mejor calidad de vida, más profunda cultura, una increíble historia y gran nivel de estudio.

¿Saben lo que me encontré?

Me encontré un país increíblemente hermoso; pero, como todos, con políticos de derecha e izquierda corruptos e impopulares, con problemas de discriminación grave, con terrible depresión económica, con la mayor tasa de desempleo en décadas, con problemas de migración, con asesinatos y con robos. Un país con leyes absurdas, con famosos ridículos y vulgares, con periódicos de porquería. Un país que enfrenta actualmente una guerra que no se puede ganar contra enemigos que él mismo ayudó a crear. Un país con pobreza, con desigualdad, sumido en el individualismo y la relatividad.

Es decir, un país como todos, con muchos problemas, que en muchas cosas se parece a México.

Digo eso y la gente me pregunta a menudo: Entonces ¿cuál es la principal diferencia entre México e Inglaterra? Y yo les digo: primero, el concepto de patria. Segundo, el concepto de trabajo.

Me explico:

Primero, los ingleses son gente que está orgullosa de ser inglesa. No de dientes para afuera, ni sólo en el mundial, ni sólo en las celebraciones patrias. No sólo para echar balazos o mentar madres. Están profundamente orgullosos de su tierra y de su patria.

Ellos se sienten, por eso, obligados hacia su patria. Uno de ellos me lo dijo con claridad: para cada inglés, su casa es su castillo. Por ello, es verdad que son limpios, cuidadosos y ahorrativos. Porque ellos quieren aportar al país y no se sientan a esperar que el país les de todo.

Ellos saben que hay políticos buenos y malos, fresas y populacheros, de izquierda y de derecha. Con respecto a eso, votan y opinan. Pero ante todo, participan en sus comunidades a nivel local, promueven la cultura en sus colonias y no se sientan a esperar que todo venga desde arriba. Inglaterra es un país que, a nivel local, es dirigido y activado por los ciudadanos; no por la elite política ni por la familia real.

Creo que entienden el concepto de patria, de nación, de república. La patria, para ellos, es de todos. Y eso trae derechos pero, sobre todo, obligaciones. Pagan sus impuestos, ayudan en su colonia, participan en la política, no compran pirata, no dan ni piden mordida, hablan y discuten entre ellos y luego se toman una taza de té.

Jamás escuché a un inglés (y conocí muchos), hablar mal del gobierno o de su país en general frente a mí. Luego uno de ellos me explicó que ellos no suelen hablar mal de su país frente a extranjeros. Cuando alguien de otro país viene a Inglaterra, encuentra, por ello, un país mágico, desarrollado, limpio y alegre. Da la impresión, para el visitante, de que Inglaterra es un país de ensueño.

¿Saben eso qué provoca? Más turismo, más inversión y… más orgullo.

Segundo: los ingleses trabajan. Trabajan mucho. Valoran la importancia del trabajo, desde el punto de vista del trabajador y desde el punto de vista del empleador. Pagan buenos sueldos y trabajan jornadas completas. No están tratando de fregarse uno al otro y, ¿saben? Las empresas funcionan. La gente se siente segura en su empleo y el patrón se siente contento con sus empleados.

¿Saben eso qué provoca? Más desarrollo, más satisfacción y… más orgullo.

Luego volví a México. Un país, como todos, con políticos de derecha e izquierda corruptos e impopulares, con problemas de discriminación grave, con terrible depresión económica, con problemas de migración, con asesinatos y con robos. Un país con leyes absurdas, con famosos ridículos y vulgares, con periódicos de porquería. Un país que enfrenta actualmente una guerra contra enemigos que él mismo ayudó a crear. Un país con pobreza y con desigualdad.

O sea, un país como todos.

Sin embargo, llevo apenas un mes y ya estoy HARTO de que todos se estén quejando todo el tiempo y de que hablen siempre mal de mi país. Estoy harto de que la gente piense que este es un país subdesarrollado, se dedique a hacer huelgas imbéciles y hacer comentarios sobre lo mal que está todo, sobre lo inepto que es el gobernante en turno, sobre lo malos que son los programas de la tele.

Estoy harto de que el taxista, el guía de turismo y todos los que atienden a los visitantes, no hagan más que quejarse de lo mal que está la situación. ¿No saben que el turismo y la inversión extranjera son dos de las principales herramientas para el desarrollo del país? Me desespera que este país esté sumido en la intolerancia y en el pesimismo.

Por eso te vengo a decir lo siguiente:

México es uno de los países más espectaculares y bellos del mundo. Cualquier europeo daría la vida por tener unas playas tan increíbles, una riqueza tan infinita, una variedad tan rica. ¿Somos los únicos que no nos damos cuenta de nuestra propia riqueza cultural, histórica y, sobre todo, humana? El día de hoy, México cuenta con el mayor PIB de su historia, una de las menores tasas de desempleo desde hace décadas, una inflación que nuestros papás no podrían haber soñado, una inversión privada en constante crecimiento y una infraestructura que, créeme, no es mucho peor que la del primer mundo. En Inglaterra también hay baches y los camiones se retrasan a veces.

Si tú crees que México está peor que nunca, una de dos cosas: o has perdido la razón o has perdido la memoria. Pregúntales a tus papás. Pregúntales lo que valía su voto, lo que valían sus ahorros, lo que eran las carreteras. Pregúntales cuántos estudiaban la universidad o la prepa hace cuarenta años.

No soy idiota. Sé que tenemos problemas, muchos y graves. Pero tienes que saber que no somos ni los únicos ni, de lejos, los peores. Hoy México está mejor que nunca en muchos aspectos, y tiene que seguir creciendo.

Por eso, te pido sólo una cosa: piénsalo dos veces cuando hables mal de tu patria. Entre broma y broma, te la vas a acabar creyendo, y luego tus amigos, luego tus colegas, tu comunidad, tu país. Y luego el mundo.

Opina, grita, haz lo que quieras. Pero sobre todo, trabaja y siéntete orgulloso de vivir en un país en donde la gente se cuida, los peatones sonríen, la comida es deliciosa, la cultura es mestiza, las iglesias están llenas, las playas son cálidas, las montañas son majestuosas, las familias están unidas y el clima es fenomenal.

¡Ya quisieran poder decir eso los ingleses!"

En primer lugar, debo nuevamente felicitar a Francisco, me llena realmente de alegría que su artículo haya sido publicado y siempre he sabido que se trata de un chavo muy talentoso e inteligente, tal y como lo demuestra en este artículo y merece y sé que le espera un brillante futuro en cualquier actividad que emprenda, sin embargo, y no con el ánimo de criticarlo en mal plan como el tipo ese que me molestaba, sino simplemente expresar mi opinión, he de reconocer que no estoy del todo de acuerdo con él:

En este blog he hablado ya de algunos puntos de la grave crisis que afecta al Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, misma que es muy severa desde el punto de vista económico, político, jurídico, social, moral y espiritual y que parte de ser una antigua potencia imperial que ahora se encuentra en el ocaso del poderío que alguna vez llegó a tener. Sin embargo, la crisis inglesa no tiene punto de comparación con la mexicana, es una crisis de naturaleza más sútil y gradual, si se quiere ver así, en México, en cambio, hablamos de una sociedad y de un Estado que nunca, desde hace 200 años, ha logrado cuajar del todo, también, la sociedad inglesa dobla en edad a la mexicana, pues la primera tiene su fundación con la conquista normanda en 1066, la mexicana puede sentar sus inicios con la caída de Tenochtitlan en 1521 en poder de las tropas españolas, todo eso, por supuesto, hace que las circunstancias sean diferentes.

Pese a la grave crisis económica, el índice de bienestar y desarrollo humano de Inglaterra es mayor al de México, y pese a los intereses de la familia real y de los viejos aristócratas, de los oligarcas rusos afincados en la isla y de un sistema jurídico avejentado y anacrónico, el índice de corrupción en Gran Bretaña es mucho menor al de México, según se puede ver en los estudios de Transparencia Internacional, pese a los pleitos electorales del año pasado, los Conservadores de Cameron y los Liberales de Clegg pudieron formar una coalición no solamente con el objeto de sacar a los Laboristas de Brown de Downing Street, sino de formar un programa de gobierno coherente y que ataca los problemas fundamentales del Estado Británico, como el excesivo gasto público y la necesidad de modernización del sistema político, a diferencia de la alianza de fantochada entre PAN y PRD sólo con el objeto electoral de derrotar al PRI de Peña Nieto.

Pese a los atentados de 2007 al transporte público londinense y a la presencia de una cada vez más poderosa y radical comunidad musulmana en Inglaterra, la inseguridad, sea por motivos políticos o por la simple criminalidad no es del grado que presenciamos en México, ni suman 35,000 muertos en las calles en 4 años. La crisis mexicana, en resumidas cuentas, es mucho más grave que la Británica en cuanto al impacto que está teniendo en unas estructuras políticas tambaleantes que no han sido reformadas ni parecen serlo en el futuro próximo y en la percepción en una sociedad con escasa cultura y aparte, con un modo de vida más vulgar y de menor calidad pese a un ingreso mayor, además de la cercanía del peligro: delincuencia, droga y muerte en los vecindarios, por ejemplo.

Tampoco estoy de acuerdo con su visión de guardar silencio respecto a los problemas nacionales; es cierto, los ingleses son muy flemáticos, pero también se quejan, y basta ver los foros de los periódicos "The Guardian" o "The Independent" para verlo, no podemos negar los problemas ni dejar de reconocerlos, pues así no desaparecerán, y tampoco creo que ahora estemos mejor que núnca en cualquier otra etapa de la Historia Nacional: sí ha subido el nivel de ingresos y ahora hay Democracia, pero el voto es inservible ante una clase política dividida y conflictiva, pero que está de acuerdo, eso sí, en vivir a costillas del erario o a saquearlo y a pelear y preocuparse únicamente por cuestiones electorales mientras todo lo demás se desmorona.

No veo que los peatones sonrían cuando están muy ocupados en esquivar al automovilista que les echa el coche encima cuando cruzan la calle, sortean obstáculos en las aceras, tiran basura en ellas o esquivan a las bicicletas o motos que se suben a las mismas ante la escasa cultura vial, las familias están unidas pero cada vez hay más casos de violencia doméstica, divorcios, unión libre y demás, el adulterio y los hijos nacidos fuera de matrimonio forman números altos, las iglesias están llenas, pero entre malos ministros como Maciel, sectas como la Santa Muerte o las importadas de EUA, gobiernos como el del DF, intelectuales y medios de comunicación se actúa día con día para vaciarlas.

En lo que sí estoy de acuerdo con Francisco y me parece que es lo esencial de su mensaje es que no debemos quedarnos solamente en la queja estéril, sino que urge un cambio de actitud: no podemos superar lo malo si no nos decidimos a hacerlo y seguimos esperando que alguien, sea papá gobierno, sea el Peje, sea Peña Nieto, Ebrard o Calderón el que venga a resolvernos todo sin nosotros poner de nuestra parte: urge esa "Revolución Moral" de la que he hablado antes, valorar el trabajo diario, actuar con honestidad, buscar, como dice el grupo canadiense de rock progresivo Rush, esa "Everyday Glory" esa gloria cotidiana que tiene el enfrentar día con día las dificultades y resolverlas: cada una será una pequeña victoria y será una forma de colaborar a cambiar nuestro país.

Si solo nos quejamos, pero no aportamos nada, nos quedamos como los bebés berrinchando pero que no son capaces de ir por su leche, debemos ser una sociedad madura capaz de actuar por sí misma y producir verdaderos líderes capaces de transformarla y no de grillos que sólo saben pelear entre ellos. Por eso me pareció al principio tan positivo el movimiento del "Tea Party" en EUA, independientemente de su conservadurismo o no, llevó a la ciudadanía a actuar y a manifestarse contra las políticas llevadas por los partidos tradicionales, en Túnez y ahora en Egipto (sobre lo que hablaré después) es la sociedad la que espontáneamente ha actuado para exigir cambios a sus dirigentes, pero en México, la sociedad sigue dormida y dejándose llevar por los partidos y sus eternas y siempre incumplidas promesas.

En eso estoy totalmente de acuerdo con Francisco: cambiemos la actitud, trabajemos con honestidad, sonriamos, busquemos hacer cosas de las que podamos estar orgullosos en el futuro nosotros y nuestros descendientes, no nos callemos, quejémonos pero a la vez aportemos algo, luchemos por una fe sincera, busquemos la unidad de nuestras familias: véamos por nuestros padres si están ancianos, por nuestros hijos y los hermanos entre nosotros, respetemos la Ley cuando es justa y denunciémosla cuando no lo sea, tomemos las riendas de nuestro destino y arrebatémoselo a los corruptos y falsos mesías que aparezcan, ahí encontraremos las claves para el cambio.

1 comentario:

Francisco GPR dijo...

Hola Jorge!

Antes que nada, gracias por tomarte el tiempo de leer y analizar mi artículo que, en efecto, es una pobre pieza informativa y, a lo sumo, una decente pieza de opinión.

Estoy de acuerdo contigo en que la comparación de los dos países es futil en la mayoría de los sentidos, puesto que los problemas son tan disímiles entre sí; tienen diferentes causas y diferentes cauces.

No me preocupa que la gente hable de lo malo; lo que no me gusta es que la gente hable SÓLO de lo malo cuando hay, por otro lado, tantas cosas buenas que nos hacen ser lo que somos. Todas las personas que conozco que viven o han vivido en el extranjero parecen coincidir conmigo. A veces nos olvidamos de las cosas buenas, de tanto oír a López Dóriga & Company.

Como sabes, Jorge, las ganas de estudiar política me nacieron cuando fui tu alumno y, por ello, te estoy eternamente agradecido.

Eso si, el punto principal es el que mencionas: menos queja, más propuesta.

Gracias una vez más!

Un abrazo grande, de tu alumno,

Francisco García Pimentel Ruiz