Como ejemplo del deterioro de las instituciones públicas en México, de su inoperancia y uso para el provecho personal tenemos el caso del Municipio de Tlajomulco, Jalisco.
Este era originalmente un municipio cercano a la ciudad de Guadalajara, dedicado exclusivamente a las actividades agrícolas, aunque ya desde hace más de 20 años empezó a popularizarse como lugar ideal para la construcción de casas de campo o granjas para pasar los fines de semana u organizar fiestas campestres, y a inicios de los 90, empezaron a construirse fraccionamientos campestres aislados de la mancha urbana. Resultaba además, que varios personajes de la política o conectados con la elite gubernamental eran los propietarios de las inmobiliarias que empezaron con el desarrollo de estos proyectos inmobiliarios.
A partir de la década de los 90 sin embargo, comenzó a darse una explosión en ese municipio, la mancha urbana empezó a extenderse hacia ese lado (el sur) de la zona metropolitana: industrias y desarrollos habitacionales comenzaron a erigirse tomando como base la carretera a Morelia, Michoacán, convertida poco a poco en la prolongación de la Avenida López Mateos, en torno a la cual se ha venido estructurando en forma muy deficiente, la vialidad de toda la zona, ya que no se establecieron vías alternas para ingresar a la ciudad, ni para distribuir, por un lado, el tráfico de vehículos particulares, y por otro los autobuses de transporte foráneo ni los transportes de carga pesada.
Ha sido fundamentalmente durante los últimos 9 años, bajo las administraciones municipales de Guillermo Sánchez, Andrés Zermeño y finalmente Antonio Tatengo, cuando el desorden se incrementó en forma exponencial y la corrupción creció a niveles inimaginables: Antonio Sánchez se hizo famoso, por ejemplo, por haber aprobado, en las últimas horas de su mandato, a cerca de 82 fraccionamientos. Pero también se incrementaron los bancos de materiales, en especial de arena para la construcción, lo que afectó a áreas naturales, lo mismo que la invasión de los fraccionadores a esas zonas, en especial al Bosque de la Primavera, mismo que empezó a sufrir de una serie de incendios forestales masivos, corriéndose el rumor de que fueron provocados por las inmobiliarias a fin de limpiar el terreno para nuevos desarrollos de lujo.
la construcción de tantos desarrollos, además sin la mínima planeación urbanística ha desembocado en una serie de afectaciones a los vecinos que ya tenían mucho tiempo habitando en los primeros fraccionamientos, así como a muchos de los nuevos. Así, las inundaciones que han afectado a una enorme parte de la zona conurbada de Guadalajara, que abarca tanto a parte del Municipio de Tlajomulco como el de El Salto, en la llamada "Cuenca del Ahogado", un antiguo arroyo que captaba las aguas pluviales y que ahora ya no puede cumplir a cabalidad con esa misión, además de estar bastante contaminado, junto con la falta de árboles y formaciones naturales que antes captaban las lluvias, produce que el agua se resbale por el asfalto y se quede estancado en zonas que antes eran vasos reguladores, y hoy son fraccionamientos, producto de la corrupción y colusión entre autoridades e inmobiliarias. Esto produce inundaciones y pérdidas patrimoniales, poniendo en grave riesgo a la vida e integridad de las personas.
Pero eso parece no interesarle a las autoridades, más ocupadas en recibir dádivas y con base en ello otorgar permisos y autorizaciones para construcciones y el funcionamiento de negocios.
El vídeo con el que se encabeza este post es de un acontecimiento ocurrido el año pasado, en que, debido a los desvíos de los cauces de agua de lluvia se formó un torrente poderoso que terminó por llevarse la parte trasera de algunas casas, y terminó por arrancar casi la mitad del pavimento del ingreso del Fraccionamiento Jardines de Santa Anita... lo increible es que, a un año de aquel suceso, el Ayuntamiento únicamente ha hecho una serie de gaviones o diques para reducir la velocidad del torrente en el cauce que vemos en el vídeo, sin que hayan completado el manposteo de un muro de contención para evitar el deterioro de las orillas pertenecientes al fraccionamiento ni un puente para evitar que al pasar de nuevo la corriente de agua, se destruya el ingreso del fraccionamiento, pues las obras de desasolve y reconducción de agua no son suficientes; igual que el año pasado, algunos vecinos han optado por irse a vivir temporalmente a otros lugares ante el temor fundado de que el fraccionamiento, al cual durante los casi veinte años de existencia del mismo, no lehabían ocurrido hechos así, hasta que la construcción de nuevos fraccionamietnos y el desvío de los cauces provocaron este hecho, quede aislado.
Tamaña indiferencia se da en un año electoral en el que, se supone, las autoridades harían obras públicas y acciones para ganar simpatías en favor del partido político de su procedencia, pero no es el caso ahora, la realidad es que la Democracia ha degenerado en una Oligarquía conformada por los partidos, a la que no puede exigírsele nada y que no gobierna para la comunidad sino para los intereses propios... ante esto, ¿Tiene sentido votar? Un buen tema del que hablaremos más adelante, ante el año electoral que se vive, no solo en México, sino en todo el mundo, aunque habrá que darse cuenta que ya todos los años son electorales.
Esto finalmente demuestra la incapacidad del Ayuntamiento de Tlajomulco para cumplir con la finalidad propia de un òrgano de autoridad: resolver problemas, pero, si por el contrario, no es capaz ni de arreglar el alumbrado público en algunas vialidades, ni detener el problema de las inundaciones, ni siquiera de asegurar que el servicio de recolección de basura pasará puntualmente, se trata no de una solución para los ciudadanos, sino de un lastre para ellos. Pero ¿què puede esperarse? su misión no es la solución o la atención a la comunidad, sino la satisfacción de intereses muy propios de los funcionarios y sus partidos, o de los potentados que les tienen sobornados.
Por lo pronto, la gente de Tlajomulco seguirá esperando, a ver cuándo le harán caso.
A partir de la década de los 90 sin embargo, comenzó a darse una explosión en ese municipio, la mancha urbana empezó a extenderse hacia ese lado (el sur) de la zona metropolitana: industrias y desarrollos habitacionales comenzaron a erigirse tomando como base la carretera a Morelia, Michoacán, convertida poco a poco en la prolongación de la Avenida López Mateos, en torno a la cual se ha venido estructurando en forma muy deficiente, la vialidad de toda la zona, ya que no se establecieron vías alternas para ingresar a la ciudad, ni para distribuir, por un lado, el tráfico de vehículos particulares, y por otro los autobuses de transporte foráneo ni los transportes de carga pesada.
Ha sido fundamentalmente durante los últimos 9 años, bajo las administraciones municipales de Guillermo Sánchez, Andrés Zermeño y finalmente Antonio Tatengo, cuando el desorden se incrementó en forma exponencial y la corrupción creció a niveles inimaginables: Antonio Sánchez se hizo famoso, por ejemplo, por haber aprobado, en las últimas horas de su mandato, a cerca de 82 fraccionamientos. Pero también se incrementaron los bancos de materiales, en especial de arena para la construcción, lo que afectó a áreas naturales, lo mismo que la invasión de los fraccionadores a esas zonas, en especial al Bosque de la Primavera, mismo que empezó a sufrir de una serie de incendios forestales masivos, corriéndose el rumor de que fueron provocados por las inmobiliarias a fin de limpiar el terreno para nuevos desarrollos de lujo.
la construcción de tantos desarrollos, además sin la mínima planeación urbanística ha desembocado en una serie de afectaciones a los vecinos que ya tenían mucho tiempo habitando en los primeros fraccionamientos, así como a muchos de los nuevos. Así, las inundaciones que han afectado a una enorme parte de la zona conurbada de Guadalajara, que abarca tanto a parte del Municipio de Tlajomulco como el de El Salto, en la llamada "Cuenca del Ahogado", un antiguo arroyo que captaba las aguas pluviales y que ahora ya no puede cumplir a cabalidad con esa misión, además de estar bastante contaminado, junto con la falta de árboles y formaciones naturales que antes captaban las lluvias, produce que el agua se resbale por el asfalto y se quede estancado en zonas que antes eran vasos reguladores, y hoy son fraccionamientos, producto de la corrupción y colusión entre autoridades e inmobiliarias. Esto produce inundaciones y pérdidas patrimoniales, poniendo en grave riesgo a la vida e integridad de las personas.
Pero eso parece no interesarle a las autoridades, más ocupadas en recibir dádivas y con base en ello otorgar permisos y autorizaciones para construcciones y el funcionamiento de negocios.
El vídeo con el que se encabeza este post es de un acontecimiento ocurrido el año pasado, en que, debido a los desvíos de los cauces de agua de lluvia se formó un torrente poderoso que terminó por llevarse la parte trasera de algunas casas, y terminó por arrancar casi la mitad del pavimento del ingreso del Fraccionamiento Jardines de Santa Anita... lo increible es que, a un año de aquel suceso, el Ayuntamiento únicamente ha hecho una serie de gaviones o diques para reducir la velocidad del torrente en el cauce que vemos en el vídeo, sin que hayan completado el manposteo de un muro de contención para evitar el deterioro de las orillas pertenecientes al fraccionamiento ni un puente para evitar que al pasar de nuevo la corriente de agua, se destruya el ingreso del fraccionamiento, pues las obras de desasolve y reconducción de agua no son suficientes; igual que el año pasado, algunos vecinos han optado por irse a vivir temporalmente a otros lugares ante el temor fundado de que el fraccionamiento, al cual durante los casi veinte años de existencia del mismo, no lehabían ocurrido hechos así, hasta que la construcción de nuevos fraccionamietnos y el desvío de los cauces provocaron este hecho, quede aislado.
Tamaña indiferencia se da en un año electoral en el que, se supone, las autoridades harían obras públicas y acciones para ganar simpatías en favor del partido político de su procedencia, pero no es el caso ahora, la realidad es que la Democracia ha degenerado en una Oligarquía conformada por los partidos, a la que no puede exigírsele nada y que no gobierna para la comunidad sino para los intereses propios... ante esto, ¿Tiene sentido votar? Un buen tema del que hablaremos más adelante, ante el año electoral que se vive, no solo en México, sino en todo el mundo, aunque habrá que darse cuenta que ya todos los años son electorales.
Esto finalmente demuestra la incapacidad del Ayuntamiento de Tlajomulco para cumplir con la finalidad propia de un òrgano de autoridad: resolver problemas, pero, si por el contrario, no es capaz ni de arreglar el alumbrado público en algunas vialidades, ni detener el problema de las inundaciones, ni siquiera de asegurar que el servicio de recolección de basura pasará puntualmente, se trata no de una solución para los ciudadanos, sino de un lastre para ellos. Pero ¿què puede esperarse? su misión no es la solución o la atención a la comunidad, sino la satisfacción de intereses muy propios de los funcionarios y sus partidos, o de los potentados que les tienen sobornados.
Por lo pronto, la gente de Tlajomulco seguirá esperando, a ver cuándo le harán caso.
