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23 de octubre de 2025

EL FRACASO (¿O ÉXITO?) DE JAVIER MILEI

 


Ya lo había apuntado aquí, al inicio del año que el mandato presidencial del economista Javier Milei en Argentina parecía encaminarse a un derrumbe, así como que era claro que algo no funcionaba bien al interior de su cabeza. Creo que los acontecimientos de las últimas semanas muestran que eso es así, o también pueden demostrar algo muy siniestro: Milei fue puesto en la Casa Rosada de Buenos Aires no con la intención de "salvar a Argentina", sino de liquidarla como a una empresa en quiebra. 

Las políticas de Milei, tendientes a eliminar los programas sociales y la intervención del Estado en la Economía y fomentar el Libre Mercado, reducción de la burocracia y demás, se han mostrado insuficientes e inútiles para salvar al país sudamericano de sus crónicas crisis económicas que viene sufriendo desde los años cuarenta, demostrando que las razones de ello van mucho más allá de las políticas estatales --no socialdemócratas, sino realmente fascistas-- implantadas por Perón y sus sucesores hasta la actualidad, (por cierto que los Peronistas tienen el cinismo y el descaro de acusar a todo aquel que esté en contra de ellos de fascista o nazi, cuando el militar argentino fue el principal protector de criminales de guerra que huyeron de la derrota del Tercer Reich, como Adolf Eichmann o Joseph Mengele) sino que radican en la misma raíz de Argentina, que como Virreinato del Río de la Plata estaba muy despoblado y era probablemente el rincón menos desarrollado del Imperio Español, posteriormente, se impulsó la inmigración y se creó una Economía sustentada en actividades meramente extractivas: agricultura, ganadería y minería, al principio, eso bastó para que el país se hiciera inmensamente rico, como el otro extremo del continente: Canadá, que igualmente hoy en día ha comenzado el mismo camino de descenso al infierno económico que ya transitó Argentina, pero en ambos casos, son países incapaces de desarrollar una industria fuerte y tecnología propia que les permitiese explotar por sí mismos sus recursos o competir a nivel internacional (la aventura tecnológica más exitosa de Canadá, los teléfonos Blackberry, terminó por estrellarse ante el inmenso poderío de la estadounidense Apple y las innovadoras marcas chinas como Huawei, que incluso han destruido a empresas aparentemente potentes en el ramo como las japonesas Sony o Nec, o las escandinavas Nokia, que fuera tan popular, y la antiquísima Ericsson), sino que para poder explotar sus actividades primarias, han tenido que importar medios, y para ello, se han endeudado.

Es decir, para resolver la situación argentina, se requeriría un verdadero reseteo económico, que quizá tendría que comenzar con una reforma agraria que limite los enormes latifundios y propicie un mayor desarrollo de actividades industriales en vez de las agrarias, buscar desarrollar las ciudades del interior y no solo Buenos Aires y las ciudades cercanas con descentralización administrativa, e impulsar el estudio de las ingenierías en las universidades. Por otro lado, Milei ha hecho todo lo contrario a su supuesto credo libertario: ha aplicado una planeación centralizada de la Economía y ha desplegado un evidente autoritarismo, incluso represor de los inconformes; para colmo, su administración se ha destacado por una enorme corrupción, con escándalos como el de la criptomoneda Libra del que hablé hace unos meses, y las acusaciones en contra de su hermana, una tarotista y repostera convertida en la principal asesora del mandatario, de pedir sobornos y malversar fondos destinados a la ayuda de los discapacitados.

De esta forma, las acciones de Milei no han mejorado en realidad la situación del país, pese a un aparente éxito inicial de reducción de la inflación; la realidad es que está prácticamente quebrado y el panorama luce que puede ponerse mucho peor que el desastre que los Kirchneristas le dejaron. Ante ello, y habitando en el mundo de fantasía que se ha creado en su cabeza, el Presidente decidió presentar un libro en el que publicita su inexistente "milagro económico", con un concierto de Rock, en que interpretó una serie de canciones clásicas del género en Argentina con las letras modificadas a fin de atacar a sus enemigos políticos, autoelogiarse y acompañado por una banda de músicos aficionados que no eran otros más que simpatizantes de su proyecto o colaboradores a los que llamó Banda Presidencial, como el "intelectual" libertario Alberto Venegas Lynch en la batería... a decir verdad, aunque Milei puede ser un gran fanático y conocedor de la música del Rock and Roll, e incluso en su adolescencia participara en un grupo musical, no mostró talento alguno, ni siquiera cantó, sino más bien gritó de manera horrorosa, con una voz ronca y desafinada, en la que desplegaba una ira y un odio atroz que el mandatario siente contra todo aquel que no concuerde con él, y que tuvo que soportar un público seguramente conformado en su mayoría por acarreados, tal y como se acostumbra hacer por los políticos populistas de Hispanoamérica para llenar sus eventos y aparentar contar con apoyo popular aunque la gente ya les deteste por sus desaciertos.

Tras el espectáculo, que dejó a más de un argentino, y a los extranjeros, pasmados ante tal extravagancia, el Presidente fue a arrastrarse ante Donald Trump pidiendo auxilio, o haciendo la pantalla de hacerlo, alcanzando a su Ministro de Economía Luis Toto Caputo que ya se encontraba mendigando a las puertas de la Casa Blanca. Porque me parece más bien que el desastroso resultado que a dos años de mandato está teniendo Milei más bien es lo esperado antes que un fracaso: se trata de, prácticamente, entregar a los Estadounidenses el control total sobre recursos naturales estratégicos, y territorios igualmente importantes, del país sudamericano a cambio de un billonario rescate económico.

Esto, por supuesto, ha producido en EUA también bastante oposición: Trump ha manejado como lema el America First, pero muy probablemente aquí se aplica no a la forma coloquial que tienen los gringos para referirse a su país en particular ante la carencia de un nombre particular para su país, sino correctamente a todo el continente, y mientras el Gobierno norteamericano se encuentra cerrado ante la falta de acuerdos para la aprobación en el Congreso del Presupuesto para el nuevo ejercicio fiscal, lo cual, muy posiblemente es una táctica de parte del magnate para hacer una purga masiva de todas las dependencias de la Administración Pública estadounidense, y desmantelar así al verdadero Deep State, mismo que está conformado por élites de funcionarios que han medrado y se han instalado por décadas y hasta generaciones en la burocracia, contando con sus propios intereses y su propia agenda, y con quien los Demócratas, pero también los gobiernos Republicanos anteriores, han sido generalmente muy condescendientes, cuando no, hasta obedientes. Por supuesto, lo que espera hacer el neoyorkino es sustituirles por cuadros de fieles a su causa, y creo que puede tener éxito en ello. Así, muchos opositores señalan que el pretexto para este cierre es la falta de recursos, sin embargo, esto no es óbice para regalarle ingentes cantidades de dólares con los que Estados Unidos está comprando devaluadísimos pesos argentinos y llenando las extenuadas arcas rioplatenses con moneda fuerte. Es decir, Trump le está metiendo dinero bueno al malo.

¿Porqué está haciendo esto? Porque Trump está mostrando su verdadero objetivo en política exterior: revivir la Doctrina Monroe y convertir al continente entero en una zona de influencia exclusiva; desde el inicio de este segundo mandato manifestó su interés sobre Groenlancia y Canadá, así como por recuperar el control del Canal de Panamá y es claro cómo ha logrado someter a la presuntamente izquierdista administración de Claudia Sheinbaum en México en un proceso que apunta a lograr el control sobre los carteles del Narcotráfico en México, con varios capos que fueron capturados y enviados a EUA, y allá, convertidos en "testigos protegidos", seguramente siguen dirigiendo sus negocios, pero trabajando de alguna manera y proporcionando información (¿y dinero?) para el magnate neoyorkino. Muchos de los movimientos políticos que estamos viendo: el exilio de Gerardo Fernández Noroña --el tonto útil de la Izquierda mexicana--, el desprestigio de los hijos de AMLO por sus lujos desorbitados o el virtual ostracismo y el chantaje que pesa sobre Adan Augusto López por sus vínculos con un líder mafioso al que había puesto de Secretario de Seguridad en Tabasco (caso similar, a escala estatal, de lo hecho en su momento por el Presidente Calderón con García Luna) indican que vamos a ir viendo cómo, poco a poco, aunque se mantenga a veces un discurso "soberanista", la Presidente está tomando más un papel de Virreina de la "corte" de Mar-a-Lago que muchos no desean ver. Las reformas judicial, fiscal y al Juicio de Amparo, van tendientes a adoptar los mecanismos de ciber-vigilancia que Peter Thiel, a quien yo considero el chiflado en jefe del proyecto de Trump, tiene planteado implementar con la tecnología que produce en Palantir, de detección y control de lavado de dinero y de concentración del poder, de manera experimental antes de su adopción por parte de EUA, cosa que no dudo, ocurrirá tras las elecciones intermedias del próximo año (en el próximo post diré porqué lo creo así).

Habíamos platicado que en la Cumbre de Alaska, probablemente Putin y Trump estuvieron pactando un plan para que cada una de las grandes potencias fuera definiendo sus zonas de influencia: la caída del Gobierno de Izquierda en Bolivia quizá fue el primer gesto de buena voluntad de parte de Moscú respecto a ir abandonando a su suerte a sus aliados en este lado del Atlántico, Venezuela, país con el que tanto Rusia, como China e Irán habían establecido ligas más estrechas, es quizá el caso que coronaría el proyecto trumpista de hegemonía continental absoluta; en Colombia, Gustavo Petro, que no es más que un estúpido deslenguado, quizá se convierta, antes que Maduro, en el ejemplo que se dará a quien no quiera aceptar el nuevo estado de cosas. Creo que en realidad, el régimen Chavista va a terminar claudicando y negociando con Trump su sumisión; finalmente, la ahora ganadora del Premio Nobel, Corina Machado, --tal vez actuando como mensajera o intermediaria del régimen-- en una entrevista que le hizo el mismísimo Donald Trump Jr., prácticamente le ofrecía hasta los calzones de Venezuela al heredero del magnate y mandatario, de la manera en que Milei lo está entregando oficialmente.

Ahora, parece que Trump está haciendo todo lo necesario para desbarrancar a Milei, primero declaró que  el continuar apoyando financieramente a Argentina estaba condicionado a la victoria electoral del partido de su homólogo bonaerense: La Libertad Avanza, con lo que, de entrada, Trump atacaba a la misma Democracia, señalando que el pueblo puede equivocarse y elegir al que no tomará las decisiones correctas, sino que además, generó en el público argentino una reacción nacionalista adversa a Milei, hasta comunicadores de Derecha se han irritado ante lo que es, evidentemente, una pretendida intervención en el proceso electoral de parte de un Gobierno extranjero. Posteriormente, el neoyorkino, que se la había pasado elogiado a su homólogo sudamericano, terminó de sepultarle diciendo que Argentina está luchando por sobrevivir y que, además, la gente se está muriendo de hambre, con lo que simplemente corrobora que Milei es un fracaso.

A Milei se la aupó a la Presidencia de su país con la obvia intención de esperar a que fracasara, es más, ese fracaso, que ahora Trump ya lo ha recalcado, era lo que se quería que pasara, porque quizá, no había otra opción; la economía argentina es tan débil y está tan dañada, que ni aunque estuviese al frente un Keynes, el mismo Adam Smith o toda la Escuela de Viena, la podrían levantar por los vicios que viene arrastrando desde su origen. Milei está para liquidar a Argentina como quien liquida una empresa quebrada y ceder su patrimonio a los acreedores, pero además, es muy probable que, aunque el domingo se den resultados favorables a los Peronistas-Kirchneristas, y estos tomen el control del Legislativo, y dentro de dos años regresen a la Casa Rosada, no podrán desandar lo andado por el extravagante economista: no tendrán otra salida que aceptar las condiciones que les imponga el régimen Trumpista, que por eso, es que incluso, el mandatario norteamericano ya prácticamente ha dado por muerto a Milei, ya no lo necesita.

Y es que en Hispanoamérica estamos como Odiseo, entre los monstruos marinos Escila y Caribdis: de un lado, la Izquierda puede ser más nacionalista, pero es indudable sus nexos con el crimen organizado y su inmensa corrupción, así como prestarse a los intereses, imperialistas pero hipócritas, de Rusia y China y otras potencias, del otro, la Derecha, aunque de más libertades, es igualmente corrupta, también ha hecho vínculos con organizaciones criminales y se entrega totalmente al imperialismo de EUA. Tal parece que no hay salida.

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León XIV y Carlos III:


Como apuntábamos en el post anterior, el derrumbe de la Iglesia Anglicana es ya prácticamente inevitable, se ha anunciado el rompimiento del 80% de las diócesis que la componen tras el nombramiento de la Arzobispa de Canterbury con respecto a ella. Entre tanto, se dio una visita de Estado sorpresa del Rey Carlos III al Papa León XIV en el Vaticano; de manera sorprendente, el monarca y el pontífice no trataron de temas relativos a la agenda verde, de lo que el británico ha sido especialmente conocido como un "embajador" desde sus tiempos de Príncipe de Gales y Duque de Cornualles, donde fue conocido por impulsar desarrollos inmobiliarios "sustentables", aunque también una resurrección de estilos arquitectónicos clásicos y diseños urbanos bastante interesantes. Mientras que de parte de Prevost, se había mostrado alguna continuidad con el discurso ecologista, pro-globalista de su antecesor Francisco I, con la bendición de un bloque de hielo que simbolizaba el cambio climático.

Por el contrario, tal parece que el objeto de la visita fue enteramente religioso, con una "oración ecuménica" entre ambos Jefes de Estado en la Capilla Sixtina, y la instalación de una silla especial para los reyes de Inglaterra en la Basílica de San Pablo Extramuros como cofrade real de dicho santuario... esta visita, y estos hechos, en el contexto de una crisis que parece dirigir al Anglicanismo hacia su final, dado que la Iglesia oficial se ha quedado sin la mayoría de sus fieles y jerarcas, y los recientemente separados, van a quedar flotando en el limbo de la falta de sentido, y probablemente, o terminarán yéndose a otras denominaciones protestantes, o bien, regresando a la Iglesia Católica.

Da la impresión que el Rey Carlos acudió a abrir la puerta para una posible reintegración a la Iglesia Católica, no por parte del Estado Británico, sino al menos en lo personal de él y la familia real Hannover-Windsor, estableciéndose que la fe que profese el monarca será algo personal. Tal vez está por declararse la plena libertad de cultos en Reino Unido y la separación entre el Estado y lo que queda de la Iglesia Anglicana, misma que, desprendida del Estado, terminará por desaparecer. En pocas palabras, y seguramente esto ya lo había estado negociando probablemente desde que el pontífice norteamericano ascendió al solio petrino, fue a solicitar le arrojasen un salvavidas espiritual desde la Barca de San Pedro ante el naufragio del Titanic de Enrique VIII, esa silla en San Pablo Extramuros, lo es.

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