Andrés Manuel López Obrador será, a mi modo de ver, un personaje interesantísimo para el estudio de los historiadores que entren a abordar el periodo que abarca las tres primeras décadas del siglo XXI mexicano; sin duda, es alguien que no ha sido comprendido en su absoluta dimensión, y por supuesto, aún no podemos tener una visión clara de su papel histórico, pero de que resulta ser alguien que definirá todo un periodo, lo es, Al hacer estas declaraciones, no quiero decir que me simpatiza, de hecho, hay mucho de él que me repugna: su mesianismo, su evidente personalidad narcisista patológica, su sentido del humor cínico o su habilidad manipuladora y su visceralidad; pero aceptémoslo, que haya sido capaz de haber condicionado la vida política de México los últimos veinticinco años, porque incluso, estando en la Oposición, prácticamente manejó o llevó a los presidentes de la Alternancia Democrática: Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, a tomar decisiones y seguir una conducta política meramente reactiva a sus acciones, decisiones y dichos, indica que AMLO no es un sujeto cualquiera... creo que, desde Porfirio Díaz y Plutarco Elías Calles, no había existido un personaje con la capacidad de guiar la vida del segundo país más importante de Norteamérica (Canadá es un gigantón inmaduro, que se comporta como un verdadero satélite de su vecino del sur pese a sus nexos con Gran Bretaña), por un tiempo tan prolongado.
Este post generará polémica y quizá me lleve a que algunos me dejen de hablar, porque me considerarán chairo o algunos otros me considerarán fifí, no me importa, es mi intento de dar una opinión personal, subjetiva por tanto, pero en la que intento ceñirme a los hechos y mi percepción ante ellos, antes de irme por fanatismos y sentimentalismos maniqueos de considerarlo malo o bueno en términos absolutos, sobre este personaje y lo que ha hecho.
De entrada, AMLO es un personaje que mueve a los extremos; o es sobrevalorado o es subestimado, o es odiado, o es amado, pero jamás deja indiferente y difícilmente las personas toman una equidistancia objetiva sobre él. Para comenzar, hay que reconocerle que indudablemente posee ciertas cualidades: tenacidad, paciencia, carisma, cierta capacidad para empatizar con la gente de estratos sociales bajos, lejos de ser sibilino y oscuro como, por ejemplo, el Presidente del Gobierno Español Pedro Sánchez, es franco, directo y abierto en decir lo que piensa o siente, y lejos de lo que creen muchos, no es ningún tonto; el hecho de que haya tardado 14 años en terminar su Licenciatura en Ciencias Políticas por la UNAM no quiere decir nada, más bien parece que es alguien que posee una gran inteligencia práctica y dirigida a lo que le interesa únicamente, que en su caso fue construirse un liderazgo social en la calle, poco a poco y paso a paso antes que pasar exámenes con 100; por supuesto también tiene aspectos que le hacen un personaje siniestro: su figura creció por su falta de escrúpulos, traiciones a quienes en su momento le apoyaron, como Cuauhtémoc Cárdenas, y una astucia maquiavélica; por ejemplo, creo que es un tipo mucho más instruido y culto de lo que aparenta, y que intencionadamente simula no saber algunas cosas que en realidad, conoce muy bien y sabe cómo manejar, porque siempre busca, como depredador, el punto débil al cual atacar.
Poseedor de una gran habilidad retórica, aunque maneje un hablar pausado a veces exasperante, sabe comunicar con claridad a veces y tergiversar las cosas en otras, sobre todo, ha demostrado dominar el hacer que sus enemigos caigan por sus propios dichos o hechos, los confronta no con lo que él dice o hace, sino exhibiendo sus incongruencias o contradicciones. Además, parece que siempre ha sido un apostador arriesgado, toma alguna decisión drástica, como por ejemplo, lanzar la Reforma Judicial y espera obtener una respuesta de sus opositores en el sentido que le favorezca porque previamente ha movido los hilos para obtener el resultado deseado, o sabe que el momento en que lo hace, es el ideal para lograrlo y no habrá una reacción en contra que le detenga. Hasta ahora, ha tenido mucha suerte y todo le ha salido como ha querido, además favorecido por un entorno geopolítico que pareció conspirar para alejar los cuestionamientos de la Comunidad Internacional de sus acciones y a la vez, hacerle parecer como un líder efectivo.
De igual manera, ha sabido quedar bien con quien le conviene, definiéndose siempre como de Izquierda, y abiertamente despreciando o ignorando a la ideología woke; la realidad es que no tiene más causa que su propio nombre; como César Borgia, su lema podría ser "Andrés o nada", y así, si bien se presentó y contribuyó a que el Foro de Sao Paulo se convirtiera en el Grupo de Puebla, la realidad es que el resto de Izquierdistas Hispanoamericanos jamás han confiado plenamente en él, más cuando, durante la mayor parte de su mandato, aplicó en realidad políticas neo-liberales que significaron una continuidad sin cambios respecto de su antecesor Peña Nieto; además de que se aprovechó de las divisiones del propio Foro, mismas que quedaron evidenciadas en el conflicto postelectoral venezolano, y no olvidemos que primero ofreció asilo al derrocado Evo Morales para luego expulsarlo, pues mientras sostenía sus devaneos izquierdistas, a la vez, labraba una relación en parte amistosa, en parte servil, con Donald Trump, a quien no ha dejado de apoyar y con quien comparte enemigos en los medios y críticas similares.
Sin embargo, y a pesar de sus dotes y habilidades como político, como gobernante demostró muchas deficiencias y deja un saldo negativo en muchos aspectos, e incluso, pareciera que le dejó a su sucesora, Claudia Sheinbaum, a pesar de que la ve como una especie de discípula, una madeja de problemas internos y externos difícil de desenredar, sobre todo porque, en sus últimos meses de mandato, decidió abalanzarse a una serie de reformas radicales que parecen destinadas tanto a cubrirse las espaldas como a echar a bajo todo el orden establecido en la Trancisión Democrática desde 1994 en pro de un nuevo modelo de partido hegemónico que algunos temen, se parezca a lo hecho en Venezuela por el Chavismo; yo no lo creo así, sí creo que se busca una recentralización y nueva concentración del poder pero en un modelo muy sui generis que no tendrá que ver ni con el Chavismo ni con el PRI de antaño, y además creo que, pese a las apariencias, en algo que ya desarrollaré en un próximo post, parece ser más bien algo que en buena medida fue pactado no entre los partidos; la Oposición, precisamente conformada principalmente por el PRI y por el PAN, al parecer se ha suicidado intencionalmente; y los otros partidos: el PT, el PVEM y también MC, son en realidad satélites del nuevo partido preponderante; sino entre las fuerzas o poderes fácticos y la propia figura de AMLO.
¿Porqué AMLO deja la presidencia con un alto índice de aprobación pese a la falta de solución a problemáticas como la violencia y el crimen organizado, una pésima gestión de la pandemia que dejó como un millón de muertos o un endeudamiento público agravado no solo por su política asistencialista sino por el capricho de negarse a continuar con las obras del Aeropuerto de Texcoco para hacer el suyo propio, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (Lo he usado dos veces, y la verdad, no me parece una obra menor ni deficiente, si bien no tiene el diseño espectacular que tendría el texcocano, sí es monumental, pero no para ser un aeropuerto principal que sustituyera al actual de la Ciudad de México, ya inmerso en el núcleo urbano, sino como un aeropuerto auxiliar para descongestionar el tráfico aéreo, su impacto no se verá sino hasta que concluyan las obras viales y del tren interurbano que agilizará la conexión con la metrópoli) entre otras muchas decisiones controvertidas o genuinamente malas?
De entrada, su postura con respecto al crimen organizado probablemente se origina de un intento de llegar a una especie de "tregua negociada" que buscó acordar desde su primer candidatura presidencial, ante la creciente ola criminal que comenzó a afectar al país desde los 90. Sin embargo, creo que fue bastante ingenuo, creyendo que podía tratar con un capo di tutti capi inexistente, por la fragmentación actual de la mafia mexicana, y terminó volviéndose rehén, y finalmente cómplice, de algunos carteles o facciones, mientras que otras, ante esto, le declararon la guerra, lo que llevó a un empeoramiento de la situación, tal y como lo vemos en estos días en Sinaloa.
También es indudable que, durante su mandato, y pese a su tan cacareada lucha contra la corrupción, sus hijos mayores labraron una relampagueante carrera hacia el éxito empresarial y se enriquecieron; algo en l lo que, sin embargo, no han sido los primeros ni los últimos; desde Maximino Ávila Camacho, el "hermano incómodo" del Presidente Caballero, al Orgullo de su Nepotismo de López Portillo, el hijo de Carlos Salinas de Gortari, vinculado a Nexium, la red de trata de blancas disfrazada de empresa dedicada al coaching y capacitación para ejecutivos y emprendedores conocida por la implicación de la actriz germano-estadounidense Allison Mack, los hijos del Presidente Zedillo o los hijastros de Vicente Fox, muchos han sido los familiares de mandatarios en México que se han beneficiado del encumbramiento de su pariente para volverse potentados o involucrarse en negocios turbios contando con privilegios y/o impunidad, claro que aquí cala la hipocresía y el cinismo del tabasqueño que no predica con el ejemplo, sino que ha sido más bien la representación de una persona, proveniente de la clase media baja, que sin desempeñarse nunca en un trabajo en la iniciativa privada, ni emprender negocio alguno, ha medrado a través de los años gracias a la actividad política, e incluso prosperado, simulando vivir en condiciones espartanas y no dejando de emitir sermones al respecto. (Biden, José Luis Rodríguez Zapatero, Françoise Hollande, son otros ejemplos internacionales de ello).
Por otro lado, creo que ha tenido aciertos: el Tren Maya, en primer lugar, creo que se trata de un proyecto que él se encontró por ahí archivado u olvidado desde los tiempos de Salinas y que éste no logró iniciar, sobre todo por la "rebelión zapatista" de Chiapas en 1994 y que luego Zedillo, quien fue el liquidador de los ferrocarriles mexicanos, no quiso continuar, pero se explica muy bien con todos los proyectos de promoción de la Riviera Maya que se dieron en aquellos años; esa obra, bien gestionada, ciertamente puede ser un gran factor de desarrollo del sureste, lo mismo el Ferrocarril Interoceánico que cruza el Istmo de Tehuantepec ante la decadencia del Canal de Panamá. Las becas a estudiantes han disminuido la deserción escolar y los programas sociales sí han paliado la pobreza extrema. Sus planteamientos contrarios a la farsa de las "energías limpias" y el que sectores estratégicos deben estar bajo control del Estado, como es el caso del energético, me parecen igualmente acertados, y si no, véase lo que pasa en Europa ante la dependencia externa en dicho rubro.
Igualmente, la pensión para adultos mayores era algo que ya se venía, como parte de la adopción de políticas propuestas en algunos lobbies o instancias como el Foro de Davos hacia una pensión universal o un ingreso mínimo universal, y la prueba está en el programa Sesenta y Más que ya había empezado a implementarse desde con Calderón hacia el 2007, así que aquí Obrador tampoco descubrió el hilo negro, sino que extendió el programa a fin de cubrir lo que un sistema de pensiones deficiente e insolvente no había podido hacer. La realidad es que en México, la vejez es un grupo sumamente vulnerable que sí requería atención.
Pero creo que lo que realmente ha sucedido es que AMLO, con todo y como sea, ha sido el primer Presidente en 30 años que genuinamente escuchó a la gente más desfavorecida y se preocupó por brindarles alguna solución a sus demandas, aunque no fuera la acertada o completa (aunque no se crea, el anterior fue Salinas, con su Programa Nacional de Solidaridad, un modelo de autogestión comunitaria muy propio de la Izquierda antes que Neoliberal). La realidad es que el régimen Neoliberal y la Democratización vigentes durante los gobiernos de Zedillo a Peña Nieto no se tradujo en un desarrollo equitativo ni en igualdad de oportunidades, incluso, si ha habido desarrollo y elevación del nivel de vida en algunas regiones, como Jalisco, contrasta con otras como Michoacán o Chiapas donde continúa el atraso y la miseria. La Oposición se quejó y se la pasó denigrando a "los pobres e ignorantes" cuando esos pobres e ignorantes no son más que el producto de un sistema disfuncional que ninguno de los gobiernos anteriores se afanó en corregir. El PAN tuvo todo para haber revolucionado el sistema educativo en México, ¿pero qué hizo? Tanto Fox como Calderón se aliaron con la Maestra Elba Esther Gordillo, la corrupta líder sindical de los maestros para obtener su apoyo electoral sin eliminar los privilegios y nepotismos de los supuestos docentes, no dejaron de enseñar la Historia Oficial plagada de mitos y leyendas negras, ni mejoraron los planes de estudio en áreas como matemáticas y ciencias, y Los pasos que dio Peña Nieto fueron tímidos e insuficientes, más allá de encarcelar a la lideresa.
¿Cómo explicarle a gente que, por ejemplo, veía afectar las tierras de sus comunidades para concesiones mineras canadienses sin que eso se tradujera en recibir parte de las ganancias, sino empleos con sueldos miserables, o de plano, ser desplazados, que el sistema neoliberal era positivo para el país y para ellos? ¿Que se diga que el "pobre es pobre porque quiere" cuando muchas veces es gente que trabaja jornadas largas y para llegar a sus empleos y recibir un sueldo bajo, tiene que usar un transporte público ineficiente que hace que tarde hasta 3 horas entre su casa y su fuente de empleo y viceversa? A estas personas, la balanza de pagos, la balanza comercial, el índice de precios y cotizaciones de la Bolsa de Valores, y aún el tipo de cambio peso-dólar no le dice nada, sean como sean las cifras macroeconómicas, su situación nunca mejora.
Pero AMLO, más allá de que "comprara los votos", tuvo un efecto psicológico importante, y causó un gran impacto en la sociedad mexicana: hizo que ésta se viera al espejo, y se reconociera dividida, él no la dividió, ésta ya estaba así, entre fifís clasistas, soberbios, prepotentes y efectivamente, privilegiados, y chairos explotados, marginados, empobrecidos y por supuesto, resentidos. Pero además, hizo algo muy importante: logró que estos por primera vez se dieran cuenta que son ciudadanos y que su voto cuenta, sea para mantener una serie de programas asistencialistas o cualquier otra cosa, pero al fin, los despertó y les hizo darse cuenta de que tienen voz y tienen voto, y que si esto es una Democracia, su voto cuenta tanto como el del empresario... y estos se dieron cuenta de que una Democracia, si lo es realmente, tiene sus riesgos y no se puede dejar a nadie fuera si se quiere disminuirlos.
Sin embargo, creo que AMLO llegó al poder porque a diferencia de todo lo que se decía de él de que era "un peligro para México", los propios poderes fácticos lo impulsaron para que llegara al poder y hasta el día de hoy, bajo una simulación de estar alarmados ante las reformas, en realidad las apoyan. Como en el próximo post lo diré, en México la política se ha construido a base de pactos y cesiones, el que se ha tomado en serio al juego político, el que se mueve, "no sale en la foto" como diría el fallecido líder sindical Fidel Velázquez, como en su momento fueron Manuel J. Clouthier, Maquio, o Luis Donaldo Colosio, y ambos por ello, fueron eliminados, a AMLO nadie lo paró, sino hasta recibió apoyos del mismo Presidente Zedillo, quien ahora sale a despotricar, --ya que había pasado todo, curiosamente-- contra la Reforma Judicial.
Así que creo que en AMLO se juntaron tanto sus propias maniobras, astucia política, carisma y trabajo político y de campañas por años, con una serie de intereses que le colocaron al frente para que desmantelara un sistema cuya vigencia había concluido, ante un entorno internacional que exige esos mismos cambios y es harto complejo. Ante el fin global del Orden Liberal, había que darle fin internamente al mismo, y creo que la decisión se tomó durante la pandemia, hasta entonces, Obrador había casi "nadado de muertito" en la Presidencia y seguido prácticamente la inercia de lo que había dejado Peña Nieto, en pocas palabras, estaba en una especie de stand by manteniendo el mismo sistema con algunos matices y cambios mínimos. Pero tenía que darse la ruptura tras el COVID y el derrumbe mundial del estado de cosas hacia algo nuevo que todavía no sabemos qué va a ser, para echar a andar la maquinaria de los cambios.
Como sea, López Obrador es un personaje que sin duda marcará época, nos guste o no, para bien o para mal, y su impacto en el devenir futuro de México tardará en aclararse y aquilatarse. Como lo dijera Zhou En Lai, todo está muy reciente como para hacer un juicio objetivo sobre el tema. Entre tanto, ante nosotros se abren las puertas de la incertidumbre... Qué interesante!!
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