1.- El Martillo:
En el artículo anterior hablé de cómo el partido de extrema Izquierda Syriza se hizo con el poder en Grecia, cómo, en un viraje similar, es muy posible que su partido "hermano" Podemos haga lo propio en España y por causas similares: el hartazgo ante una Democracia Liberal Representativa que parece encontrarse en un momento de crisis no solo en los mencionados países europeos, sino en el mundo en general, lo que se ha manifestado con el ascenso de líderes populistas, como el "dánao" Tsipras o el ibérico Pablo Iglesias, ambos por cierto, jóvenes, pertenecientes curiosamente, a mi generación, la que ha visto la caída del Muro de Berlín y la caída de los ideales marxistas, pero que a la vez ha crecido y ha sido educada o adoctrinada en los dogmas de la Democracia y la Libertad, en la búsqueda de la Igualdad plena y el horror a la discriminación, en el laicismo como medio de incluir a todos, --en lo que hasta la Iglesia se ha mostrado a favor, y para más ejemplo, ahí tenemos a Bergoglio-- y en el Gobierno como benefactor y encargado de dar solución a todos los problemas.
De esta manera, no es de extrañarse que tanto Tsipras como Iglesias prediquen la solución fácil y demuestren una gran incomprensión acerca de los retos de la realidad actual, tampoco es de extrañarse que incluso en el distante México y en el escondido estado de Jalisco aparezca también un líder carismático similar como Enrique Alfaro que igualmente se presente con ese mismo discurso: los comprendo, como miembro de su misma generación entiendo que crecimos y vivimos en un mundo en el que todo era cada vez más fácil y nos ha costado trabajo llegar a la edad adulta cuando no la postergamos al máximo: hemos visto el nacimiento y evolución de videojuegos y computadoras personales, de la TV por cable o satelital y de los teléfonos móviles, todo se resuelve con el cómodo apretar de un botón o el "click" de un mouse, no sabemos enfrentar dificultades y nos desesperamos o desanimamos ante realidades que para alguien de nuestros mayores es cosa de enfrentar valientemente, arremangarse la camisa y ponerse a trabajar sin temor a ensuciarse, para Tsipras, Iglesias o incluso Alfaro, y para gran parte de su electorado, formado por gente de su generación y más jóvenes, todavía mucho más dadas a la facilidad de todo, el discurso de que "papá gobierno" va a seguir sufragándolo todo y va a seguir haciéndose cargo de nuestras vidas y responsabilidades es sumamente atractivo.
Pero como lo había dicho, es clara la conexión que une al heleno con el español, que coinciden en el vértice de Caracas y el dinero petrolero de Venezuela, mismo que se gasta en apoyar los gastos de campaña de los políticos europeos mientras los locales pasan necesidad, es clara la coincidencia en el objetivo antieuropeo donde se busca generar inestabilidad en el sueño de la Unión Europea, mismo que se dirige al estrepitoso fracaso provocado por su propio gigantismo y por traicionar los ideales y las metas de sus fundadores como Robert Schuman o Konrad Adenauer, políticos de inspiración cristiana y que no aspiraban sino a lograr un campo de cooperación comercial y económica entre los archirrivales del pasado como Francia y Alemania para lograr la anhelada paz entre las potencias europeas y conjurar las constantes guerras y rivalidades que desde la Guerra de los Treinta Años fueron cada vez más arriba en una espiral ascendente de muerte y destrucción y que culminaron en las dos Guerras Mundiales. La Unión Europea hoy es un coloso burocrático asfixiante, que constituye un marco opresivo para los Estados antes soberanos que la componen, que adoctrina en la Socialdemocracia y el "Progresismo" más intolerante y castrante para las sociedades y que desde los años 90 ha devenido en ser un medio orquestado para la hegemonía alemana, algo que, precisamente sus fundadores no querían, sino que fuese un espacio de cooperación en el que ninguna de las viejas y nuevas potencias: España, Inglaterra, Francia, Alemania e Italia, principalmente, buscase algún predominio sobre el resto.
Ante esto, y como lo apuntaba en el post anterior, de Caracas parte un hilo que une a Sudamérica con Moscú y las ambiciones imperiales de Vladimir Vladimirovich Putin, deseoso de reivindicar a su nación tras veinte años de haber perdido el imperio y el estatus de superpotencia, hombre que, como dice Álvaro Vargas Llosa, ha hecho una lectura muy certera de toda esta realidad y de la pésima política exterior llevada a cabo por la Administración de Barry Soetoro, el títere sentado en la oficina oval por los verdaderos mandamases: William Clinton y su mujer Hillary, quienes han manejado el "gobierno" del hombre de color presentado ante las masas como Barack Hussein Obama y como muestra de la reconciliación de EUA con su pasado esclavista y de racismo (sin que esto sea cierto) bajo los principios de seguir con sus ideales progresistas: aborto, homosexualismo, ecologismo, procedentes de su pasado hippie de juventud, manos libres para sus corruptelas que incluyen los turbios negocios con las monarquías del Golfo Pérsico en que participa toda la élite política norteamericana y un predominio o hegemonía de EUA incuestionado en el mundo.
Coincidiendo con el analista peruano, podemos concluir que Putin ha sido un excelente lector de esta situación política y sabe que los europeos y norteamericanos jamás se atreverán a una guerra abierta o directa en su contra, puesto que el arsenal nuclear moscovita resulta ser una disuasión bastante efectiva, además de la escasa disposición a la lucha que tienen los pueblos europeos distraídos y preocupados por su bienestar económico y las oportunidades infinitas para el ocio que éste les provee. Por ello, sabe que los europeos doblarán siempre las manos y que él, por el contrario, las tiene libres para actuar en Ucrania: los europeos sólo seguirán imponiendo sanciones económicas que, dado el volumen de intercambio y de inversiones que los rusos tienen en el bloque, serán tanto o más dañinas para el Bloque Continental que para el coloso eslavo, quien además, ahora cuenta con Grecia, y quién sabe si después con España y hasta con Francia, si en ella llega al poder el Front Nationale, para descarrilar a la Unión Europea; por lo pronto, la muy posible salida de la Hélade del Euro y la confrontación abierta que el Gobierno de Tsipras está abriendo con Alemania va a destrozar la economía no solo del Viejo Continente, sino repercutirá en el mundo. Esto distraerá a los europeos de los asuntos ucranianos y probablemente, de los Países Bálticos que pueden ser los siguientes en ser fagocitados en el proyectado renacimiento del Imperio Ruso; habrá que esperar qué sucede en los próximos meses, pero podemos estar seguros que Rusia tiene preparado algo con lo que martillará a Europa desde el norte; Putin sabe que el momento lo permite, pues Occidente nunca había estado tan débil; la prueba está en Venezuela, donde puede valer y sostener a Nicolás Maduro quien ha llevado al régimen chavista a extremos realmente tiránicos y asesinos sin que la Comunidad Internacional haga nada, Venezuela, más que nada, es como se ejemplifica el grado de poder de los BRICS y la menguante capacidad de EUA y las "potencias democráticas" para imponer el orden internacional.
2.- El Yunque:
Quien también ha hecho una lectura muy buena del momento que vive Occidente es el autoproclamado Califa del Islam Abú Bakr II, por ahora líder del ISIS o Estado Islámico de Siria, Irak y Levante, que está muy lejos de ser derrotado: los ataques aéreos norteamericanos, y últimamente, jordanos y egipcios no han socavado su capacidad de combate ni su capacidad de extender su influencia en el Medio Oriente y el Africa Islámica, por tierra, sólo los Kurdos y sus guerrillas o peshmerga han logrado constituir una fuerte resistencia a su expansión y sí, han obtenido victorias en su contra. Sin embargo, el ISIS puede perder una ciudad o una posición en un lado, pero obtiene otras en otra parte.
Pero sobre todo, muchas milicias islamistas han jurado lealtad al pretendiente al trono conservado en el museo --antes palacio-- de Topkapi en Estambul, sobre todo en Africa: Boko Haram es el caso más relevante que sigue poniendo en jaque a Nigeria, Níger o Chad, entre otros países donde está haciendo sentir su presencia y realiza espantosas masacres de Cristianos sin que la comunidad internacional haga nada para evitarlo, también en Libia, las guerras tribales y el caos político surgido tras la derrota y muerte de Muammar Gaddaffi, instigada principalmente por Francia, han motivado el surgimiento de grupos islamistas que ahora también han jurado lealtad a la causa del ISIS y de Al-Qaeda.
El que las fuerzas de Abú Bakr II Al Baghdadí estén presentes en Libia, frente a Italia, es preocupante. Hasta ahora, no se lo toman en serio, pero creo que es una amenaza real que no debe ser tomada a la ligera; como prueba está lo ocurrido en París contra Charlie Hebdo, y hace pocos días, en Coopenaghen, capital de Dinamarca, esto demuestra que la estrategia a seguir por los islámicos será irregular y a base de aguijonazos, con ayuda de las quintas columnas con que cuentan en las comunidades de inmigrantes radicadas en Europa. A base de esos aguijonazos lograrán infundir un clima de terror e inseguridad en el Viejo Continente, mientras que apuestan a que la política de los gobiernos europeos será tendiente al apaciguamiento con concesiones a las comunidades musulmanas, en vez al combate contra el Islam.
El discurso el otro día de Obama en la Cumbre contra el Terrorismo en Washington refleja esto: no se achaca al Islam la causa del terrorismo pese a las suras del Corán que llaman a la conquista y a la guerra contra el no creyente en la doctrina mahometana, sino se busca las causas ordinarias de siempre para todo movimiento social: la pobreza, el desempleo, la desigualdad, etc., pese a que, por ejemplo, el autor del atentado contra la sinagoga danesa fue realizado por un musulmán con alto nivel educativo, buena posición social y con trabajo seguro. Es una cuestión ideológica y no es una cuestión social o económica, más cuando se ve que muchos militantes vienen de economías altamente desarrolladas en el mundo musulmán: Arabia, Emiratos, Qatar. Entre tanto, nadie parece querer entrar en combate por tierra contra el ISIS, lo que aseguraría su derrota, ni siquiera el bravucón discurso de Abdallah II de Jordania en que clama vengar al piloto bárbaramente quemado vivo por las fuerzas del autonombrado Califa, ni los desafíos lanzados por los militares egipcios, de nuevo en el poder y distanciados de su otrora aliado EUA tras el fiasco de la "Primavera" que les derribó transitoriamente del poder, llegan a amenazar realmente a la aventura conquistadora desatada por el otrora miembro de la resistencia anti-EUA iraquí. Nadie se atreve porque nadie quiere hacer lo que realmente podría frenar al ISIS que es aliarse con Irán, pues nadie desea darle poder a la potencia persa. Quizá Obama y quizá las potencias europeas y regionales desean mantener vivo al Estado Islámico como un medio de debilitar a Irán a través de sus principales aliados regionales: los gobiernos de Siria y de Irak, o quizá pretendan usar esto como una baza para la negociación en torno al programa nuclear aqueménida.
De igual manera, los islamistas apuestan a la débil defensa o posición del Papa Francisco I ante la persecución del Cristianismo por parte del ISIS o Boko Haram, ha quedado patente el desinterés cuando no la verdadera hostilidad de los regímenes occidentales contra el Cristianismo, más al comparar con la defensa de Charlie Hebdo y su grosero y blasfemo humor, con los pronunciamientos en contra del exterminio de las comunidades cristianas que fueran fundadas por los mismos apóstoles en el Medio Oriente. A la Iglesia, lo mismo que a los Estados occidentales, les interesa más la buena relación con los musulmanes y evitar la guerra guiados por el falso pacifismo, antes que defender a aquellas comunidades con las que comparte --o mejor dicho: compartía-- valores en sus fundamentos.
Europa está en una situación muy complicada, como hemos dicho: por un lado, el martillo ruso golpeando desde el Norte y desde dentro a través de sus alfiles políticos, por el otro, el yunque musulmán al sur, para nada se trata de una situación fácil o que vaya a tener una solución meramente pacífica. Los europeos y también los norteamericanos deberían darse cuenta que hay veces que no queda otra más que luchar. Sigamos atentos.
Pero sobre todo, muchas milicias islamistas han jurado lealtad al pretendiente al trono conservado en el museo --antes palacio-- de Topkapi en Estambul, sobre todo en Africa: Boko Haram es el caso más relevante que sigue poniendo en jaque a Nigeria, Níger o Chad, entre otros países donde está haciendo sentir su presencia y realiza espantosas masacres de Cristianos sin que la comunidad internacional haga nada para evitarlo, también en Libia, las guerras tribales y el caos político surgido tras la derrota y muerte de Muammar Gaddaffi, instigada principalmente por Francia, han motivado el surgimiento de grupos islamistas que ahora también han jurado lealtad a la causa del ISIS y de Al-Qaeda.
El que las fuerzas de Abú Bakr II Al Baghdadí estén presentes en Libia, frente a Italia, es preocupante. Hasta ahora, no se lo toman en serio, pero creo que es una amenaza real que no debe ser tomada a la ligera; como prueba está lo ocurrido en París contra Charlie Hebdo, y hace pocos días, en Coopenaghen, capital de Dinamarca, esto demuestra que la estrategia a seguir por los islámicos será irregular y a base de aguijonazos, con ayuda de las quintas columnas con que cuentan en las comunidades de inmigrantes radicadas en Europa. A base de esos aguijonazos lograrán infundir un clima de terror e inseguridad en el Viejo Continente, mientras que apuestan a que la política de los gobiernos europeos será tendiente al apaciguamiento con concesiones a las comunidades musulmanas, en vez al combate contra el Islam.
El discurso el otro día de Obama en la Cumbre contra el Terrorismo en Washington refleja esto: no se achaca al Islam la causa del terrorismo pese a las suras del Corán que llaman a la conquista y a la guerra contra el no creyente en la doctrina mahometana, sino se busca las causas ordinarias de siempre para todo movimiento social: la pobreza, el desempleo, la desigualdad, etc., pese a que, por ejemplo, el autor del atentado contra la sinagoga danesa fue realizado por un musulmán con alto nivel educativo, buena posición social y con trabajo seguro. Es una cuestión ideológica y no es una cuestión social o económica, más cuando se ve que muchos militantes vienen de economías altamente desarrolladas en el mundo musulmán: Arabia, Emiratos, Qatar. Entre tanto, nadie parece querer entrar en combate por tierra contra el ISIS, lo que aseguraría su derrota, ni siquiera el bravucón discurso de Abdallah II de Jordania en que clama vengar al piloto bárbaramente quemado vivo por las fuerzas del autonombrado Califa, ni los desafíos lanzados por los militares egipcios, de nuevo en el poder y distanciados de su otrora aliado EUA tras el fiasco de la "Primavera" que les derribó transitoriamente del poder, llegan a amenazar realmente a la aventura conquistadora desatada por el otrora miembro de la resistencia anti-EUA iraquí. Nadie se atreve porque nadie quiere hacer lo que realmente podría frenar al ISIS que es aliarse con Irán, pues nadie desea darle poder a la potencia persa. Quizá Obama y quizá las potencias europeas y regionales desean mantener vivo al Estado Islámico como un medio de debilitar a Irán a través de sus principales aliados regionales: los gobiernos de Siria y de Irak, o quizá pretendan usar esto como una baza para la negociación en torno al programa nuclear aqueménida.
De igual manera, los islamistas apuestan a la débil defensa o posición del Papa Francisco I ante la persecución del Cristianismo por parte del ISIS o Boko Haram, ha quedado patente el desinterés cuando no la verdadera hostilidad de los regímenes occidentales contra el Cristianismo, más al comparar con la defensa de Charlie Hebdo y su grosero y blasfemo humor, con los pronunciamientos en contra del exterminio de las comunidades cristianas que fueran fundadas por los mismos apóstoles en el Medio Oriente. A la Iglesia, lo mismo que a los Estados occidentales, les interesa más la buena relación con los musulmanes y evitar la guerra guiados por el falso pacifismo, antes que defender a aquellas comunidades con las que comparte --o mejor dicho: compartía-- valores en sus fundamentos.
Europa está en una situación muy complicada, como hemos dicho: por un lado, el martillo ruso golpeando desde el Norte y desde dentro a través de sus alfiles políticos, por el otro, el yunque musulmán al sur, para nada se trata de una situación fácil o que vaya a tener una solución meramente pacífica. Los europeos y también los norteamericanos deberían darse cuenta que hay veces que no queda otra más que luchar. Sigamos atentos.
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