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11 de abril de 2009

BEN HUR: UN CLASICO DE SEMANA SANTA



Como todos los sábados de Gloria, se transmite por la televisión abierta una película clásica de todos los tiempos y en especial para estas fechas: Ben Hur, del Director William Wyler y protagonizada por el recientemente fallecido Charlton Heston.

Independientemente a la polémica postura que Heston tuvo respecto al derecho a la portación de armas en EUA y que le llevó a ser Presidente de la Asociación Nacional del Rifle (probablemente una de las organizaciones más ruines jamás fundadas, como es el servir de lobby para los comerciantes de la muerte) y ser denunciado valientemente por Michael Moore, no puede negarse que fue uno de los actores más grandes de Hollywood de todos los tiempos, poseedor de una capacidad actoral inmensa y de una presencia épica en sí misma, protagonizó una serie de clásicos basados en episodios históricos particulares, principalmente bíblicos, como correspondía a sus profundas convicciones religiosas: "Los Diez Mandamientos", donde encarna a Moisés representando su paso de un mimado príncipe egipcio a un caudillo que ama profundamente a su pueblo, pese a lo cual tiene que luchar contra su incomprensión y su necedad, y encuentra la fortaleza necesaria para seguir con su misión en su fe, "La Historia Más Grande Jamás Contada", donde encarna a un San Juan Bautista místico y loco de Dios, y por supuesto: "Ben Hur".

De hecho, creo que a Charlton Heston se le puede definir por cuatro películas fundamentales en su carrera: la ya mencionada de los 10 Mandamientos, "el Cid", "El Planeta de los Simios" y por supuesto "Ben Hur". En las dos últimas mencionadas, corresponde sin lugar a dudas a Heston el haber sido protagonista de dos versiones fílmicas que superan con creces a las obras literarias en las que se encuentran basadas, cosa poco común en el cine. En el caso de la versión fílmica de la obra de Pierre Boulle, se trata de un clásico de la Ciencia Ficción mucho más interesante, intrigante y profunda que el libro original, el cual es más bien una sátira social, la versión hecha en años recientes por Tim Burton con Mark Whalberg como protagonista, pese a sus ambiciones quedó muy corta y nadie se acuerda casi de ella, por cierto su final es más fiel al descenlace de la novela del autor francés, pero no tiene el impacto, ni deja la sensación de inquietud y de sorpresa que tiene el final de la película de Heston, sin duda uno de los finales, sino el que ocupa la cúspide en el rubro, más impactantes de la Historia del Cine.

La novela del general Lewis Wallace, Gobernador de Nuevo México en la época del "Salvaje Oeste" (y famoso por intentar salvarle la vida a "Billy the Kid" al indultarlo, pues reconoció en él a una víctima de los "Robber Barons" o hacendados ladrones, que con su corrupción y delitos de "cuello blanco" fueron responsables del despojo de tierras a los pobres, como la familia del famoso forajido.) es una excelente novela histórica, pero su trama por momentos se vuelve demasiado telenovelesca con detalles como la hija del Rey Mago Baltazar y sus intentos por llegar al corazón del héroe judío, o el perdón de éste a Mesala y la sobrevivencia de éste; detalles que resultan suntuarios para una historia que, despojada de ese oropel se muestra en el cine como tremendamente poderosa e imponente, que atrae y no cansa de verse una y otra vez por su derroche de fe, amor, odio, venganza, perdón y redención, encarnada en las extraordinarias actuaciones de Heston, Jack Hawings (Cónsul Quinto Arios) y Stephen Boyd, este último encarnando a un Mesala memorable, un personaje dotado de una fría ambición y cruel determinación.

Visualmente la película no ha perdido su monumentalidad pese a los avances en la tecnología y la animación por computadora tras casi cincuenta años: las escenas de la batalla naval y sobre todo, la carrera de cuádrigas en el hipódromo de Jerusalén son memorables.

En definitiva, todo un clásico cinematográfico que vale la pena ver, una y otra vez en esta época, para muchos, renovará su fe, para otros, simplemente constituirá una experiencia inigualable de disfrutar tres horas de insuperable, magnífico buen cine.

¡AHOY!

Y hablando de cine: en CNN podemos disfrutar de "Los Piratas de Somalia: la Maldición del Maersk Alabama" que nos traslada en el tiempo, no a la Jerusalén del siglo I, como Ben Hur, pero sí nos rememora los siglos XVII y XVIII y nos muestra cómo ha aumentado enmedio de la crisis económica internacional y aprovechando el vacío de poder en el país del Cuerno de Africa que a nadie le interesa, la actividad y el atrevimiento de los nuevos "caballeros de la fortuna", resulta increible que solo 4 bucaneros hayan sido capaces de apoderarse de un enorme carguero norteamericano y secuestrado al capitán del mismo y salido impunes, pero lo peor es que el mismo capitán haya tratado de escaparse arrojándose al agua a la vsita de un destructor de la armada norteamericana y que la tripulación de éste no haya hecho absolutamente nada por rescatarle, por el contrario, los filibusteros volvieron a apresarlo, y el día de hoy, los norteamericanos sufrieron un ataque a manos de aquellos sin dar respuesta alguna, pues el Pentágono se encuentra limitado de fondos para entrar a nuevos conflictos bélicos: ¡vámos, están clausurando el desarrollo del F-22, lo que seguramente provocó el bríndis en Mikoyan y Sukhoy en Rusia!

Debe replantearse la seguridad en alta mar, de lo contrario, ¿qué seguirá? la captura de transatlántico o crucero de lujo? ¿la captura de un barco de guerra norteamericano como certificado de la ineptitud y fracaso militar de la cada vez más limitada capacidad bélica de EUA? En lugar de mandar a los "marines" a pelear en guerras inganables en Irak o Afganistán a embarcarse en los cargueros para brindarles protección? Después de todo, cuando Felipe II de España creó la primera Infantería de Marina en el siglo XVI fue con el objeto de proteger los mercantes que hacían el comercio con las colonias de los piratas ingleses, holandeses y franceses que hostilizaban a la entonces poderosa España, yendo a bordo de los galeones comerciales y también tripulando los barcos de guerra a fin de actuar en operaciones de desembarco y abordaje. Hoy en día, la infantería de marina norteamericana debería de volver a asumir esta misión orignal en vez de ser un cuerpo de elite sin duda que usurpa el papel del ejército y actúa mejor que él, dada la cada vez más deficiente preparación de éste.

En fin, sigamos viendo este "Reality Show" protagonizado por estos émulos de Jack Sparrow, nos deparará sin duda, muchas emociones y acontecimientos que reflejan las profundas crisis de nuestro tiempo.