Me han quedado varias ideas en el tintero respecto al post anterior, que creo es oportuno continuar elucubrando sobre ellas:
1.- Las Verdaderas Intenciones de Trump:
Primero que nada, tenemos que tener en claro que, al parecer, parece que la prioridad de Donald Trump en su segundo mandato será lograr la integración norteamericana, para él, queda claro que tanto China, como incluso Europa, van a ser sus oponentes. Trump va a romper con la OTAN y con Europa, a la que va a abandonar a su suerte. Europa se va a precipitar, sin la ayuda estadounidense, hacia el colapso, y las otrora potencias europeas sólo tendrán dos opciones: o someterse al mundo islámico, --quienes probablemente están detrás de las políticas woke, si no, basta ver cómo instituciones con base en Europa como la FIFA, se encuentran sometidas a los deseos de la Casa de Saud (quienes han de botarse de risa al ver que los conspiralocos le siguen echando la culpa a los Rotschild, quienes en todo caso, trabajan para aquellos cuidándoles y administrando sus fortunas) y de los demás emires y jeques del Golfo Pérsico, que junto a Marruecos hacen llover sobornos sobre los órganos comunitarios mientras inundan al Viejo Continente de inmigrantes salafistas como quien hizo el atentado en el mercado navideño en Alemania; o arrojarse a los brazos de Rusia para que evite esa islamización, de alguna manera, con el ascenso de gobiernos nacionalistas, de la mal llamada Ultraderecha.
De esta forma, el proyecto de la Unión Norteamericana buscará formar un bloque cerrado, con un mercado cerrado, que garantice el círculo: control de los enormes recursos principalmente energéticos desde Groenlandia hasta Chiapas, prohibición u obstaculización de comerciar con Asia y Europa, para que el bloque produzca sus propios bienes y satisfactores y comercie internamente con él mismo.
Así, la idea de retomar el Canal de Panamá, mismo que, efectivamente fue construido por los norteamericanos bajo un contrato o concesión que el país centroamericano, recién independizado para ese efecto con apoyo de EUA de Colombia, celebró con Washington, y que ya feneció en 1999, acorde con el tratado Torrijos-Carter, tiene que ver con el excluir a China de las rutas comerciales interoceánicas que utilizan esa vía; resultando mentira que haya presencia militar del Imperio de los Dragones ahí, mas no así de sus empresas navieras y en la construcción de infraestructuras y administración del canal, por lo que, para un EUA desesperado ante la imposibilidad de frenar el crecimiento y la voracidad del Dragón oriental, busca la manera de pararle los pies.
Por cierto, es curioso que Trump plantee intervenir en Dinamarca (Groenlandia), Canadá, México y Panamá, pero para nada ha hablado de Cuba y de derrocar definitivamente al régimen castrista que está más débil que nunca, ni tampoco hacer el cambio de régimen en Venezuela. Simplemente, ambos casos no interesan, va a dejarlos ser; después de todo, las petroleras norteamericanas ya tienen acuerdos realizados con Maduro para hacer negocios, brincándose las sanciones, con Rusia e Irán por su conducto; pero si el propio EUA es el mayor productor de petróleo y el segundo de gas natural, y si a eso suma los recursos de la isla ártica, de Canadá y el propio México, no necesitará el control del petróleo venezolano; así que poco importará, mientras que la "Isla Bella" es un lastre que nadie quiere: España se la pasó a EUA en 1898, éste la usó de lavadero de dinero de las mafias y después se convirtió en un pozo sin fondo para los rusos, provocando parte del desfalco financiero que hizo tronar a la URSS, y en mucho contribuyó a arruinar la economía de Venezuela, así, que, aunque se oiga cruel, lo más conveniente es "dejarla morir".
Ojo con eso.
2.- México y el proyecto de Trump:
Que varios de los opositores y un buen número de mexicanos estaría a favor de la intervención norteamericana para derrocar a MORENA, no es de extrañarse, véase el siglo XIX: los Liberales se entregaron totalmente a los intereses de EUA, quien se los ganó a través del embajador Poinsett y prácticamente colaboraron con la Invasión Norteamericana en 1848 que culminó con la pérdida de la mitad del territorio nacional, recuérdese el "brindis del Desierto de los Leones", en que Valentín Gómez Farías, entre otros Liberales radicales planteó al General Winfield Scott la anexión de todo el país. Para ellos, era más importante la derrota de Santa Anna y sus rivales políticos que la Soberanía Nacional.
Posteriormente, los Conservadores, a su vez, trajeron a la Francia de Napoleón III para la instalación de un Imperio con Maximiliano de Habsburgo, con tal de derrocar a los Liberales que, tras la llamada Guerra de Reforna, se habían hecho con el poder. Para ellos, igualmente, la prioridad era la derrota de Juárez y sus seguidores antes que la Soberanía Nacional; por supuesto, para el abogado oaxaqueño tampoco esto era esencial, lo suyo era mantenerse en el poder y para ello, aceptaba ser el testaferro de Washington.
El mexicano, tristemente es cainita, y prefiere la derrota y la destrucción de todos sus connacionales si eso significa la derrota y la eliminación de su compatriota que es de ideas contrarias a las propias o le va al equipo de fútbol equivocado, y aún más si ése otro tiene lo que uno no tiene: el poder.
Ahora bien, ¿son los grupos del crimen organizado terroristas? Yo diría que sí, muchas de sus tácticas se dirigen a generar una situación de terror sobre la población y mover a las autoridades a someterse a dejarles hacer y pasar, sin embargo, a EUA, ni siquiera a Trump, le interesa realmente poner fin a ello. Si realmente quisiera hacer un plan para acabar con el narcotráfico, comenzaría por implementar políticas durísimas dirigidas a atacar la demanda, tratando a las adicciones como un problema de salud, en segundo lugar, combatiendo el financiamiento de las organizaciones criminales que muchas veces lavan dinero en instituciones financieras norteamericanas, tercero: actuando de manera efectiva contra las bandas criminales y redes de distribución internas en EUA, como en los años 20 y 30 se hiciera por Edgar Hoover con las Mafias en los años de la Ley Seca, que hasta se han vuelto historias del cine: se acabó con Capone, su sucesor Nitti, y con los famosos asaltantes de bancos Bonnie, Clyde o Dillinger. Y por último, se combatiría el tráfico de armas hacia el sur.
Todo lo cual se haría desde una serie de acuerdos antes que una imposición que pretende hacer el neoyorkino. A este respecto, sin embargo, creo que, para decepción de los de la Oposición que desean ver el derrocamiento de Claudia Sheinbaum, y para decepción también de aquellos que la quieren ver como una heroína defensora de la Soberanía Nacional, creo que ya se han estado dando esos acuerdos por debajo del agua, y de ahí se desprendería la calma con la que la mandataria aparece, en contraste con la desesperada y humillante actitud de Trudeau. De igual forma, contrasta la manera halagadora y respetuosa con la que Trump se refiere a la mandataria mexicana, pese a las respuestas de ella, presuntamente contestatarias a las declaraciones del norteamericano, con la burla constante y la evidente intención de destruir la imagen pública del canadiense, así que me parece mucho más probable que, salvo que la Sheinbaum cometa un error grave o haga algo escandaloso, no es intención ni de EUA, ni de Trump, el derrocarla, sino que puede que existan ya una serie de acuerdos o pactos preestablecidos debajo de la mesa, cosa que no se hizo con Canadá. Al final, puede que los cambios que se han hecho, gocen ya del "visto bueno" de la Administración entrante, y que, además de crear un sistema de partido hegemónico en México se dirijan a facilitar ese proceso de integración...
Y ojo, no solo México va virando hacia un régimen autoritario. Trump, igualmente, instalará uno, (los demócratas con su wokismo contribuyeron enormemente a erosionar el Estado de Derecho norteamericano y no han dejado otra opción para combatir sus excesos que la implantación de políticas contrarias por la fuerza) recordemos, él es un nuevo Diocleciano, y como aquel romano que realizó un enroque con el que prolongó la existencia del Imperio, y aseguró la salvación de la parte Oriental a la larga, Trump busca hacer algo similar, y si aquel planteó una Tetrarquía para asegurar una adecuada administración de los extensos dominios de Roma, distribuyéndolos entre los otros tres emperadores iuniores, puede que ahora plantee un Triunvirato entre él, como Gobernante supremo de facto, y Poilievre y la Sheinbaum como Presidentes secundarios en el bloque. Esto, no necesariamente sería malo; la realidad es que la Democracia estás sobrevaluada y concebida como un dogma, cuando en realidad es sólo un sistema de elección de gobernantes. Un sistema autoritario, ante las circunstancias a las que se encamina el mundo, puede ser, sin embargo, eficaz.
Tal vez suene algo conspiranoico, ¿o quizá no?
3.- De la Globalización a la Regionalización:
Muy probablemente, Trump plantee tanto a Xi, a quien en apariencia, contradictoriamente, ha invitado a la toma de posesión, como a Putin, a un reparto del mundo. La cortesía extendida al mandatario chino indica que, simplemente, el norteamericano no quiere que el chino se meta en su área de influencia. Sino que cada quien se quede en su sitio.
En ese sentido, el hecho de que lleve a celebrarse una Segunda Cumbre de Yalta entre los nuevos "3 Grandes": Trump, Xi y Putin, puede que no sea descabellado, en ese reparto de las zonas de influencia, sin duda que se plantearía que EUA se reservaría Norte y Centroamérica, probablemente dejaría a China el Asia-Pacífico, incluyendo Sudamérica, y a Rusia, Europa y el África Subsahariana. El Medio Oriente, siempre conflictivo, quedaría en pugna entre Israel, Turquía y Arabia principalmente; probablemente se deje a Irán bajo la tutela rusa y china, con el compromiso de poner coto a su expansionismo; Turquía seguiría siendo una bisagra entre rusos y norteamericanos, y Arabia se inclinaría, junto a Israel, a ser un garante de los intereses de Washington en la zona.
El comercio global, como lo hemos conocido desde los 90, se va a detener. Lo que habrá, serán zonas o bloques cerrados con producción y comercio casi endogámicos, por supuesto, podrá haber intercambio entre las diferentes zonas, pero será limitado por aranceles y cargas fiscales.
4.- Cambios en la mentalidad estadounidense:
Un fenómeno que se está dando en EUA y que quizá trastocará poco a poco el pensamiento y las actitudes de sus habitantes, e incluso de sus políticas, es la creciente presencia católica en la cúpula política norteamericana.
Si bien John F. Kennedy fue el primer presidente católico de EUA, dado su origen irlandés, y posteriormente, Joe Biden, al menos nominalmente lo es también, dado que fue bautizado como tal, y también provenir de orígenes irlandeses, ha sido en los últimos años donde se ha visto un aumento del Catolicismo dentro de los Anglosajones, y aún en las altas esferas políticas del vecino del norte, empujado en mucho por el ascenso del Tradicionalismo a partir del pontificado de Benedicto XVI, y a pesar del pretendido y ambiguo progresismo de Francisco I, más en el Partido Republicano.
Cuando, a la finalización de la Guerra Civil, el Partido Demócrata quizo cambiar su imagen de haber sido el partido de los aristócratas terratenientes WASP (White Anglo-Saxon Protestants) y tratar de recuperar adeptos, se abrió a las minorías de inmigrantes que comenzaron a llegar al país, incluso, a favor de los descendientes de los antiguos esclavos, pese a que varios de sus militantes fundaron, en la posguerra al infame Klux Klux Klan y por supuesto, y también minorías religiosas, por lo que se acercaron a los Católicos, con la promesa de defender a sus derechos del fanatismo protestante, sobre todo de corte Calvinista representado por los pequeñoburgueses del norte de EUA.
Por ello, los Católicos norteamericanos, tradicionalmente se enrolaban como militantes o simpatizantes del Partido Demócrata, de donde salieron los Kennedy, o el propio Biden, o piénsese en el (nefasto) documentalista Michael Moore, y no es de extrañarse que muchos de ellos se adhirieron a posturas woke o progresistas a partir, sobre todo, de los Gobiernos de Franklin D. Roosevelt en los años 30 y 40.
Ahora, si bien Trump sigue siendo nominalmente Anglicano (denominación eufemísticamente nombrada Episcopaliana en EUA desde la Independencia para no reconocer oficialmente la Jefatura de dicha secta ejercida por el monarca británico) ha dado muchas muestras de simpatizar con el Catolicismo, probablemente debido a que su actual esposa Melania, lo es, al ser eslovena de nacimiento, y su gabinete está lleno de católicos: el Vicepresidente JD Vance, el propio Robert F. Kennedy Jr. (su padre debería estar en los altares), Tulsi Gabbard, o el nominado para la cartera de Defensa: Peter Hegseth, quien incluso ostenta en el pecho un tatuaje de la Cruz de Jerusalén y el lema cruzado Deus Vult (Dios lo quiere!) quienes son incluso Tradis, adeptos de la Misa tridentina.
Sin embargo, esto apenas es un inicio de un proceso de cambio, muchos de ellos son Católicos recién conversos, con excepción de RFK Jr., y que conservan en mucho la mentalidad protestante, principalmente, la creencia en el mito del Destino Manifiesto, como se ve de las recientes diatribas intervencionistas del Presidente reelecto. También, y en algo que he podido constatar tras platicar con algunos angloamericanos católicos que conozco, en el Puritanismo de origen Calvinista, y su consabida obsesión con los pecados de la carne. Faltará mucho para que un pensamiento genuinamente católico arraigue en los anglosajones que hayan vuelto a casa y abandonen las ideas de supremacía y excepcionalismo tan arraigadas por 500 años de cisma y de oposición a "Roma" (no es de extrañarse que tantos autores y cineastas anglosajones como Robert Graves o Ridley Scott insistan tanto a representar el Imperio Romano como el culmen de la depravación y la demencia en el poder), no solamente al Papado, sino a lo que ellos podrían denominar Latinidad en general o a la corriente general de la Civilización Occidental de origen Católico y continental y que fuera representada por la Iglesia Romana y defendida por España, principalmente. En mucho, estos angloamericanos pueden sentirse sí, Católicos, pero a la vez, considerarse con la misión de corregir, reconstruir o recuperar a la Iglesia primigenia y no su versión deformada actualmente (sobre todo tras el Concilio Vaticano II)... algo, que en el fondo, es muy Protestante. Por supuesto, no todos los Católicos anglosajones piensan así, pero muchos de los recién conversos sí llegan a tener ideas de ese sentido, y más cuando tienen arraigados numerosos prejuicios o ideas sembradas en el contexto cultural en que han vivido y se han formado.
5.- Los Peligros del exceso:
Nuevamente reitero que me ha simpatizado la postura de Trump en su oposición al wokismo, sus deseos de poner fin a las corruptelas e imposiciones de las grandes empresas tecnológicas (excepto de Elon Musk, quien aparenta ser bienintencionado) y sí, la comprensión de que se necesita oponer un contrapeso al engrandecimiento de China --si no, véase la destrucción de la industria automotriz en Alemania y Japón, gracias al fulgurante ascenso del sector en el Celeste Imperio, gracias a sus prácticas en mucho, desleales, si bien los asiáticos no buscan realizar agresiones al estilo norteamericano, sí atacan mediante la economía, y decididamente se dirigen a la destrucción de sus competidores sin misericordia alguna y al acaparamiento de sus mercados-- y la defensa de Israel en contra del expansionismo islámico de Irán, así como sus planteamientos de llegar a acuerdos con Rusia y Corea del Norte.
También creo que es positivo que las presiones que ejercerá Trump sobre México impedirán a la Presidente Sheinbaum y a su partido MORENA el radicalizarse, e incluso, corregir el rumbo, al darse cuenta que estarán sujetos a cierto control desde Washington; sin una oposición real en el panorama político nacional, el régimen trumpista impedirá cualquier experimento ideológico o medida que contravenga a los intereses norteamericanos, aparte de que logrará contribuir a una mayor estabilidad y a hacer una política efectiva contra el crimen organizado.
Incluso, pueden pasar dos cosas: o la administración Trump puede servir de catalizador para que surja una verdadera opción de Derecha en México, o, lo más probable, dada la pobreza en el panorama político opositor mexicano (Eduardo Verástegui no puede ser tomado en serio, con perdón), y conociendo el antecedente del PRI, el propio MORENA comience a mutar hacia posiciones más conservadoras y derechistas, dado que en México, la ideología nunca ha sido realmente importante en los movimientos políticos, sino la simple obtención, conservación y ejercicio del poder.
Sin embargo, creo que, tal y como lo sugerí en el post anterior, Trump se encuentra afectado por la experiencia traumática de su casi asesinato en julio pasado, y se encuentre pensando que es un elegido de Dios, un iluminado, destinado a llevar a Estados Unidos a la grandeza, como incluso se puede desprender de su lema de campaña: Make America Great Again, ya no sólo como una promesa de acabar con la decadencia y corrupción implantada en EUA desde la Administración Clinton, sino como la promesa y ahora sí, construir un verdadero proyecto imperial, sin ambigüedades ni empachos.
En la consecución de ese proyecto, puede ir a romper con Europa y con la OTAN, lo que le permitiría, en dado caso, enfrentarse a Dinamarca para quitarle Groenlandia, sin importarle además si el país nórdico es una Monarquía Constitucional democrática, o de nueva cuenta invadir Panamá, pese a que en ese país, desde el derrocamiento por el propio EUA del General Noriega, es una Democracia. Pero además, la formación de un bloque norteamericano que pretenda ser autárquico y autosuficiente, y a la vez, vehículo del poderío de Estados Unidos, quizá encuentre oposición de parte de China y Rusia, que, tomando en cuenta cómo funciona la ambición humana, puede que no se conformen con el reparto mundial que se les proponga.
Quizá, caiga en el problema de "querer tragar más de aquello que puede masticar", además de que es posible que surja una oposición fuerte en EUA, no solamente de la Izquierda Woke, aunque creo que la misma ya está en declive, y se hundirá más si la nueva administración continúa y revela más detalles escandalosos de los casos de Epstein y Diddy Combs, destruyendo con ello, la influencia que hasta ahora las élites de Hollywood cuentan sobre la sociedad --lo cual es muy positivo-- sino de una Izquierda más clásica movida por el descontento contra el sistema capitalista y la concentración de riqueza que ha producido en pocas manos, como se vió en el caso de Luigi Mangione. También, que probablemente no todos los canadienses ni todos los groenlandeses y daneses estén de acuerdo con la intervención en sus países, y lo de Panamá quizá sí desemboque en un conflicto más grave, ya que el pretender que el canal sea de uso exclusivo por parte de EUA es ya un exceso, por no decir un disparate y una clara muestra de hostilidad.
Estas son las ideas que me habían quedado en el tintero del post anterior y con las que quiero hacer un intento de prospectiva sobre lo que espera a partir del 20 de enero próximo, fecha a partir de la cual van a acelerarse muchos cambios en nuestra región norteamericana y el mundo... sin embargo, parece que todo es como el Fútbol Americano en que 10 segundos pueden ser mucho tiempo: faltan todavía 24 días para el cambio de poderes en EUA, y pueden pasar muchas cosas en ese periodo.
Por lo pronto, y a pesar de todos los atisbos de tormenta que se presentan para el próximo año, espero tengan todos un FELIZ 2025!! Y que hayan tenido una Feliz Navidad, y sí debemos orar que Dios nos ampare ante los tiempos de grandes cambios y retos en nos encontramos.