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31 de julio de 2024

LA DECADENCIA DE LOS JUEGOS OLÍMPICOS

 Olimpiadas: qué significa la palabra y por qué muchos dicen que se usa de  forma errónea - BBC News Mundo

Como todas las instituciones occidentales, el deporte organizado y profesional, en general, se encuentra en decadencia; recordemos que tal y como lo entendemos, el deporte, como actividad lúdica, de ejercicio físico benéfico para la salud, y también como espectáculo para el entretenimiento, y por ende, como actividad económica, es un invento occidental; cierto, entre los Griegos antiguos, los indígenas americanos, con juegos como el de pelota o el Lacrosse, o en el Medio Oriente y la India con juegos como el Ajedrez o el Polo, y en Roma con los juegos gladiatorios o las carreras de cuádrigas, y las justas y torneos de caballeros medievales, existen antecedentes, aunque los mismos  tenían primordialmente una finalidad ritual, (incluso las contiendas de gladiadores romanos generalmente se hacían en festividades religiosas o para honrar la memoria de un difunto ilustre, para apaciguar a los espíritus con la sangre de los combatientes), de entrenamiento militar, y en segundo lugar el entretenimiento. 

Pero el deporte como tal, en sus diversas disciplinas que conocemos, nació con la Revolución Industrial, ante el surgimiento del ocio posterior a las jornadas de trabajo, lo que antes era exclusivo lujo de los aristócratas, como el Tenis, Jeu du Paume en la Francia borbónica, el Golf o la Equitación, pasó a las clases trabajadoras, surgiendo entonces los deportes reglamentados e institucionalizados en clubes y federaciones: el Fútbol, el Rugby, el Basquetbol, el Béisbol, Voleibol, Gimnasia, Atletismo, Automovilismo, etc. A raíz de ello, a fines del siglo XIX, el Barón francés, Pierre de Coubertin, fundó el Comité Olímpico Internacional (COI) y fundó los Juegos Olímpicos modernos --por supuesto, no los refundó, los juegos actuales no tienen nada que ver con aquellos que eran los más importantes de una serie de muchos festivales religiosos que se celebraban en la antigua Hélade, como formas de convivencia entre los helenos de las distintas polis alrededor de sus elementos comunes, como el culto a las deidades olímpicas, la poesía épica y su cultura compartida, interrumpiendo el constante estado de guerra existente entre las distintas entidades políticas y etnias griegas.

A diferencia de los antiguos, donde los triunfos eran celebrados como logros individuales de los atletas, los Juegos Olímpicos modernos se fueron contagiando de política; la formación de selecciones o equipos representativos de los países pronto se vieron no como conformados por profesionales que practicaban tal o cual disciplina deportiva, sino como representantes de la Nación, como guerreros, partes de ejércitos que competían o se enfrentaban a otros a fin de demostrar una mayor fuerza; esto, sobre todo, se dio a partir de 1936 en los Juegos celebrados en Berlín; Hitler y su ministro de propaganda, Joseph Goebbels, fueron los que convirtieron a las Olimpiadas en un espectáculo mundial, en un ejercicio de propaganda nacionalista, de Alemania, pero igualmente de todos los países competidores, y también... en un negocio, parte de una nueva Industria del Entretenimiento. Los Juegos de 1936, fueron, pese a que luego vendría la Guerra, un parteaguas en la Historia del Deporte mundial y a partir de ahí, las competiciones y torneos se convirtieron en el show que conocemos.

Posteriormente, los Juegos siguieron sirviendo a finalidades políticas pese a ser también escaparate de grandes atletas, caracterizándose por el enfrentamiento entre los dos bloques ideológicos de la Guerra Fría: de un lado la URSS y el Bloque Comunista, y del otro, EUA y el Bloque Liberal-Capitalista. Los Juegos de Tokio de 1964, mostraron el renacer de Japón tras la destrucción de la Segunda Guerra Mundial, y en 1968, México hizo unos Juegos ejemplares tras haber reprimido un alzamiento estudiantil fomentado desde el exterior por el Comunismo, parte de los fuertes movimientos universitarios en EUA y Europa que sembraron el germen de la decadencia posmoderna que vivimos hoy, principalmente a través del Mayo Francés de 1968, y que ha tocado fondo, como lo diremos, en la inauguración de los juegos parisinos de hoy.

Pero en 1972, en Munich, Alemania, ocurrió una enorme tragedia: la actuación del grupo fundamentalista islámico Septiembre Negro, con el secuestro y muerte de varios deportistas israelíes, exhibiendo la ineptitud de las autoridades alemanas para enfrentar al terrorismo. Posteriormente, vinieron las Olimpiadas de Montreal, que generaron un endeudamiento inmenso que no se pagó sino hasta poco después del año 2000, mientras numerosos atletas competían dopados y se daba el surgimiento de la gran Nadia Comanecci y la escuela (corrupta) de gimnasia rumana encabezada por Vela Karoli (de quién después se descubrió, era un abusador de sus pupilas) y después, tras la invasión soviética de Afganistán, vino el boicot de Estados Unidos y algunos de sus aliados a presentarse en los Juegos de Moscú, en 1980. Cuatro años después, la URSS devolvería el gesto, junto a varios de sus satélites, y boicotearían las Olimpiadas de Los Ángeles, EUA, en 1984; aún así, ambas ediciones contaron con grandes exponentes del deporte.

Los Juegos de Seul, Corea del Sur, se hicieron bajo una enorme tensión por las revueltas que culminaron con la democratización del país, y señalaron el inicio del despegue del desarrollo, igualmente, de dicha parte de la península; mismo que se ha hecho a marchas forzadas y a base de una explotación despiadada de los jóvenes profesionistas que han llevado a enfermar a la sociedad y a su práctica esterilización; la baja natalidad amenaza con la desaparición de su pueblo. Las Olimpiadas de Barcelona 92, representaron las primeras después de la caída de la URSS y la disolución del Bloque Comunista, y con las que la España de Felipe González pretendía mostrarse como ya plenamente democrática e inmersa en la integración europea.

La edición de Atlanta, 1996, arrebatada a Atenas, Grecia, para celebrar el centenario de la celebración de las primeras en la capital helena, se distinguieron por un favoritismo descarado hacia el país anfitrión, pero también, por un nuevo atentado terrorista: una bomba estallada en el festival cultural que se llevaba a cabo en una plaza de la ciudad, por parte de un atacante local, que entre otras cosas, protestaba por la represión a la secta de los Davidianos hecha por el gobierno de Bill Clinton pocos años antes.

Luego vino una serie que, quizá, vio los Juegos con el mejor nivel deportivo que jamás se ha visto: Sidney, Australia, en el 2000, Atenas, 2004, Pekín 2008, Londres 2012 y Río de Janeiro 2016. Sin embargo, probablemente los Juegos celebrados en la ciudad del Ática comenzaron a presentar síntomas de declive representados en las consecuencias económicas demoledoras que tuvieron para el país, mostrándose la realidad de la Unión Europea como un esquema de dominación del continente por el "Eje Franco-Alemán" y cómo toda Grecia prácticamente quedó hipotecada a los intereses financieros de la banca germana, surgiendo la valiente voz de Yannis Varoufakis para denunciar a un personaje nefasto como Angela Merkel.

Pekín fue la muestra de acceso de China al Mundo Desarrollado, su graduación como gran potencia mundial, con una organización impecable y la muestra del acelerado crecimiento en bienestar económico, productividad y poderío; a la par que se hacía la Inauguración, y como si fuese un ensayo de lo que vendría después, las fuerzas rusas entraban en Georgia y le arrebataban a la patria chica de Stalin las regiones de Abkhazia y Ossetia del Sur.

Londres y Río, pese al costo económico, fueron ediciones excelentes en lo deportivo, y en los que se implementaron los estadios desmontables, lo que permitió evitar muchos de los errores de Grecia, cuyas instalaciones olímpicas se han unido a su vasto patrimonio arqueológico y al incremento de su deuda pública.

Pero después llegó la pandemia de COVID-19 y los Juegos a celebrarse en Tokio en 2020 fueron pospuestos al 2021; aunque la organización y la disciplina japonesa se impusieron, pasaron casi desapercibidos ante la carencia de figuras, y el desinterés generado por el desfase.

Y ahora llegamos a los Juegos de París: un absoluto desastre, no solamente por la situación política, económica y social de Francia, sometida a una tensión no resuelta tras las elecciones parlamentarias celebradas al inicio del mes, y el desgobierno que ello conlleva, ya que buscaron evitar el ascenso del Partido de Le Pen por considerarlo de Ultraderecha y ahora no saben qué hacer ante el ascenso de la Ultraizquierda aliada del Islamismo; se trata de unas Olimpiadas tremendamente ideologizadas desde su logotipo y mascota: la imagen de la Marianne, esto es, la representación, como una figura femenina, de la pretendida libertad revolucionaria y de la República Francesa, y un gorro frigio animado (curiosamente, de manera similar a la mascota del Mundial de Fútbol de Qatar, que era un turbante) tocado que era entregado a los esclavos libertos en Roma, y que los revolucionarios franceses en 1789 hicieron símbolo de la libertad y que usaban los milicianos encargados de hacer masacres, saqueos y ejecuciones de aristócratas y católicos.

Así, al tenor de ello, la ceremonia inaugural se caracterizó por presentar, primero, una visión parcial y sesgada de la Historia de Francia, como si la misma comenzara a partir de la Revolución y no fuera más allá, pero, lo peor, con un espectáculo rayano en lo ritual y en el satanismo. Lo único positivo de la misma, fue la presentación de la banda de Heavy Metal Gojira al inicio, tras una presentación de una imagen perturbadora de María Antonieta decapitada, en los balcones del palacio donde esta reina fue encarcelada por los revolucionarios, y que la virtuosa banda dirigida por los hermanos Joseph "Joe" (guitarra y voz), y Mario (batería y percusión) Du Plantier, nativos de Bayona, empezó a tocar una versión bastante potente de la canción Ça Irá, un himno revolucionario francés. En mi opinión, esto puede devolver al género al Mainstream, lo cual es positivo para poner fin al marasmo musical del reggaeton y el pop vacuo y frívolo de Taylor Swift o Dua Lipa...lo malo, que quizá esto desate la histeria contra Gojira y el género por nuevamente identificarlo con algo diabólico.

Y es que el resto de la ceremonia fue... asqueroso, perturbador, y abiertamente satánico, verdaderamente perverso. Para nada se reflejó la Historia y la cultura francesa a diferencia de lo mostrado por chinos o ingleses, incluso griegos en las ediciones anteriores; parecía centrarse en la obsesión que tiene el mundo posmoderno de hoy en la búsqueda del placer sexual y la supuesta identidad generada por ello: travestidos y transexuales, con niños ahí acompañándolos en el acto en lo que parece promoción de la pedofilia, y una burla directa a la Última Cena de Da Vinci en un clarísimo ataque al Cristianismo y exaltación a la obesidad como insulto al mismo deporte. El escándalo ha sido mayúsculo, a lo que se suma multitud de quejas y de problemas que reflejan únicamente la decadencia completa de Francia, de Europa y todo Occidente:

Inseguridad, con delegaciones víctimas de robos, una organización deficiente y caótica, sabotaje a las líneas ferroviarias, un apagón generalizado en la Ciudad Luz, infestada de ratas y llena de musulmanes que invadieron la cancha en un partido de fútbol entre Argentina y Marruecos, ataques a aficionados judíos e insultos a los deportistas israelíes, la exclusión de Rusia y Bielorrusia con el pretexto de la Guerra en Ucrania, la amenaza de que ocurran ataques terroristas, logística de transporte pésima, Villa Olímpica sin aire acondicionado en medio de una ola de calor, camas "ecológicas" de cartón incómodas y que pueden generar contracturas o lesiones en atletas a punto de competir, además de privarlos del sueño, se convierten en el sello de esta edición de unos juegos que, además, están desangelados, carentes de figuras o reliquias de mejores tiempos como Rafael Nadal, Novak Djokovic, o Lebron James ya en las últimas etapas de sus carreras, se suman a lo que pinta a un fracaso, ese sí, de proporciones olímpicas.

Queda claro que Emmanuel Macron, y los dirigentes de Europa y buena parte de Occidente, tanto en la política como en el mundo de la empresa, son un grupo de perturbados, sociópatas y degenerados, corrompidos hasta la médula por el vicio y la soberbia, mientras que el deporte, como bien lo ha mostrado el canal de Youtube "Los Expulsados", se encuentra cada vez más arruinado por el ánimo de lucro excesivo, los intereses de mil y un agentes externos al deporte, entre medios de comunicación, patrocinadores, y la politización, lo que mata el talento y los sueños de nuevas promesas para esas disciplinas.

El pueblo francés está adormecido, y se le ofrece la droga del placer "sexual" (el sexo es una forma de reproducción, lo que no tenga ese final es una vil práctica masturbatoria para generar dopamina) para olvidar los graves problemas que tienen, y olvidan que su peor enemigo, el gran destructor de su país, es Emmanuel Macron. Si los franceses despertaran, habrían de llevar a cabo, ahora sí, una verdadera Revolución que derroque a ese mequetrefe, depravado y estúpido, que está acabando con su patria, poseído por el odio, y que eche abajo todo el adefesio ideológico y político surgido de los disparates errados y fanáticos de la Ilustración y de la gran tragedia ocurrida entre 1789 y 1815. Francia es más que la Revolución, es más que la guillotina y el demente de Robespierre, es más que Napoleón y sus megalomanías y sus intentos de crear un nuevo orden, es más que el caos y la decadencia disfrazadas de inclusión y libertad; Francia es Carlomagno, es Dumas, Balzac, Verne y Víctor Hugo, es el gótico y el románico, el barroco, Poussin, Degas, Declaroix, David, Ingres, Manet y Toulusse-Lautrec, es Bizet y Ravel, es la Torre Eiffel y es el Sacre Cour, que permaneció iluminado en el apagón, como dando la oportunidad a los galos de volver hacia la luz; es San Luis IX, es Santa Juana de Arco, es la valentía de Ney y la dignidad de De Gaulle, la caballerosidad de Du Guesclin, es la fe de Santa Teresita de Liseux y la paz del Cura de Ars, la extravagancia y el poder de Luis XIV, la astucia de Richelieu, los duelos de capa y espada de D´Artagnan y de Cyrano, las risas de Moliere, la magia de los Lumiere y de Meliés, la ciencia de Curie, Lavoisier, Becquerel, Pasteur o Lamarck, el burlesque del Mouline Rouge, el talento de Belmondo, las reflexiones de Pascal y de Descartes, y la grandeza de la Abadía de Cluny y la sabiduría teológica y filosófica de la Sorbona... 

Francia son los castillos del Loira, la Sainte Chapelle con sus vitrales irreales, la batalla de Normandía, los viñedos, su gastronomía, su pan, su vino, el Mediterráneo y los paisajes de Córcega, es Vercingétorix, Julio César y Clodoveo.

Así que, Sr. Macron, Sres. Organizadores, están muy equivocados: Francia es mucho más que el odio genocida de los Jacobinos, más que la demencia de Sade, más que el nihilismo de Sartre o los rencores de la Beauvoir, más que la frivolidad traidora de la Chanel, que el clasismo de Louis Vuitton, más que los disparates de Foucault o las prostitutas de Pigale y las estafas de Saint Germain o los crímenes de Giles de Rais, es más que la envidia y la traición a la Cristiandad de parte del Rey  Francisco I que abrió las puertas al Islam, es más que la soberbia de arribistas y falsos franceses como Mbappe, y todos aquellos pecados, fealdades y obscenidades que pretenden mostrar ahora como inclusión y libertad. Afortunadamente, es más lo bueno que lo malo, y hay muchos que hoy se lo están señalando.

Nada de eso vimos en la inauguración, los franceses lo han olvidado, han dejado de ser lo que realmente eran. Están condenados a desaparecer. La pesadilla, apenas comienza.

23 de julio de 2024

BYE, BIDEN, BYE BYE!

 El retiro de Biden: juego nuevo en Estados Unidos | El Universal

Parafraseando al coro de la canción All She Wrote de la banda de Glam Metal, Firehouse, de los años 90, liderada por el recientemente fallecido cantante, compositor y tecladista C. J. Snare, que en paz descanse y que decía: Bye, baby, bye, bye, despedimos al Sr. Joseph "Joe" Biden, de la carrera electoral por la Casa Blanca, que no de la Presidencia de la República estadounidense, que seguirá ocupando, que no ejerciendo, hasta el 20 de enero de 2025.

La verdad es que, aun sin el intento de asesinato en contra de Donald Trump, sobre el cual siguen gravitando numerosas preguntas y dudas, la posición de Biden era insostenible, ante su evidente y acelerado deterioro mental, fruto del Alzheimer o de la Demencia Senil, el mandatario norteamericano se encuentra en un proceso ya, muy avanzado, de reducción hacia la nada, hacia el vacío mental que concluirá con su muerte, más pronto que tarde, entre las nieblas de la confusión y el horror del olvido absoluto, que tan bien describió musicalmente el compositor británico conocido bajo el seudónimo de The Cartetaker, en su triste, pero a la vez terrorífica obra Everywhere at the End of Time, (la verdad, se necesita bastante aguante para escuchar ese álbum), que le incapacita, no digamos para ejercer como cabeza del Estado, hasta ahora, más poderoso del mundo, sino probablemente, para muchas tareas cotidianas y comunes.

La verdad sea dicha, es muy difícil sentir compasión o cierta empatía por el decadente político delawarense. Joe Biden es un resumen de todo lo que está mal en Estados Unidos y una representación perfecta de su inevitable declive, al que ha contribuido quizá como ninguno de los que han ocupado el poder supremo en dicho país: Hipócrita, se atreve a denominarse como "devoto católico", mientras alienta el aborto, la agenda homosexualista y transexual y todo aquello que va contra los mismos 10 Mandamientos, la doctrina moral católica y el Derecho Natural. (Cabe señalar que su posible excomunión ha sido tema de discusión en la Jerarquía), llevó una larga y mediocre carrera política fosilizado durante décadas en el Senado, sin haber desempeñado alguna actividad productiva o económica fuera del servicio público, llegó a amasar una enorme fortuna; destacando únicamente por su belicismo y sed de sangre, siendo uno de los principales impulsores de la desintegración de Yugoslavia y de los bombardeos contra Serbia de parte de la OTAN; para luego, ser aupado a la primera línea de la política norteamericana por Obama/Soetoro cuando éste, salido de la nada, llegó a la Presidencia y lo hizo su Vicepresidente. En resumen, Biden muy probablemente nunca ha sido una persona normal, sino un corrupto que ha medrado de negocios sucios bajo el amparo de los cargos que ha ocupado, y quizá también un peligroso sociópata sanguinario y cruel, y muy probablemente su deterioro cognitivo sea consecuencia de una vida de vicios, que se refleja en los más que evidentes manoseos e incómodas actitudes ante mujeres, desde mandatarias como Giorgia Meloni hasta niñas en eventos públicos.

¿Y qué decir de su hijo Hunter? Drogadicto, en apariencia abusador de menores y objeto de chantajes de China, y que quizá, entre los motivos de la Guerra de Ucrania se esconde la búsqueda de ocultar los intereses de padre e hijo en esquemas de corrupción en el país eslavo.

La pregunta es cómo alguien como él llegó a ocupar el puesto de mayor responsabilidad en su país, más en su estado, que ya era visible en 2020 durante la campaña, y quién o quiénes estaban tan interesados en que llegara al poder que provocaron lo que aparentemente es un fraude electoral en aquel año, impidiendo la reelección de Trump. Es de estimarse que Biden representó un títere perfecto para algún grupo de políticos, e igualmente empresarios, del llamado Complejo Militar-Industrial al que, como ya antes hemos dicho, el General Eisenhower vaticinó como el mayor peligro para su país y su Democracia, que le han empleado para sus negocios sin importarles que su patria se esté yendo al carajo. Ahora, Biden ha demostrado ya no ser útil y es desechado como el trasto viejo que es, se ha convertido en una carga y se busca sustituto: Kamala Harris, con su alcoholismo, ineptitud manifiesta, un pasado cuestionable en que ascendió gracias a relaciones personales con hombres poderosos de su partido, risas nerviosas y discursos incoherentes, demuestra que puede ser igualmente otra marioneta ideal más, incapaz de pensar y decidir por sí misma.

En pocas palabras, Biden recibe lo que se merece en un claro ejemplo de Justicia Divina, y pasará a la Historia como el peor Presidente de Estados Unidos con el que se inició, de manera clara, un proceso de decadencia que ni Trump, de ganar la Presidencia el 02 de noviembre, podrá detener, quizá sólo frenar o ralentizar; el problema es que al caer EUA, arrastrará a todo Occidente consigo.

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Trump Vs. Bukele:

A pesar de que en repetidas ocasiones, Trump y el Presidente de El Salvador, Nayib Bukele convivieron y se elogiaron uno al otro en una convención internacional de partidos y movimientos conservadores de diversas partes del mundo, de repente, parece que el neoyorkino atacó duramente al centroamericano de origen palestino en su discurso de aceptación de la candidatura presidencial en la Convención del Partido Republicano. Igualmente, atacó al actual gobierno mexicano de AMLO, y hasta pareció elogiar un tanto a Nicolás Maduro...

¿Qué sucede con Trump? ¿Porqué de súbito se ha vuelto contra otros gobernantes que le habían demostrado cierto apoyo, consideraciones o admiración? O una de tres: O Trump cae en un vicio irresistible de todo protestante tendiente al fanatismo, tan típico de EUA, como es el perder piso y creerse un enviado de Dios tras haberse salvado, de manera realmente milagrosa, de ser asesinado, o bien, se trata de mera retórica para aparentar dureza y firmeza en contra de uno de los azotes que Biden ha desatado contra su país: la inmigración ilegal y la criminalidad, que llegada de fuera, ha asentado sus reales en territorio estadounidense...

O quizá, y esto no sé si sería peor a la hipótesis del enloquecimiento, el atentado quedó como un mensaje que obliga ahora al empresario neoyorkino a plegarse a los intereses del Complejo Militar-Industrial... en cierta manera, le habrían demostrado que, aunque se les escapó (siempre y cuando el atentado haya sido producto de una conspiración y no la acción de un trastornado por el discurso de odio anti-Trump combinado con la increíble ineptitud y decadencia de los órganos de seguridad norteamericanos), lo tienen en la mira y pueden despacharlo en cualquier momento sin que pueda hacer nada para evitarlo, a menos que acepte favorecer ciertos intereses.

Espero sinceramente que sea lo segundo; de ser lo primero y creer que no necesitará de aliados externos, por contar con su destino mesiánico revelado por el Altísimo en su salvación de la muerte, Trump asegurará aún más la decadencia y el final de EUA como potencia, y quién sabe si incluso como Estado, pues apostará por la radicalización y polarización, aún más de la actualmente presente. Y si fuera lo tercero, no podríamos esperar un cambio respecto a estos desastrosos cuatro años de Biden, sino incluso, quizá un empeoramiento de la situación.

Bukele, a diferencia de la Presidenta electa Sheinbaum y el ex-Secretario de Relaciones Exteriores Ebrard, inteligentemente ha guardado silencio respecto de los comentarios de Trump; prefiere esperar a que, efectivamente, se vea si es puro recurso retórico de campaña o, bien exista algo más en el cambio de actitud del abanderado del elefante. Habrá que estar atentos a estos meses del proceso electoral estadounidense para saberlo.

Por cierto, sobre mi opinión sobre Bukele: creo que ha hecho una gran labor, parece que sinceramente desea llevar a cabo un proceso que puede convertir a su pequeño país de la epítome del tercermundismo en una especie de Singapur hispanoamericano, pero... me hace mucho ruido su origen palestino, que lo vincula a Medio Oriente, y todo lo que ello puede conllevar.

18 de julio de 2024

POPULISMOS

El ranking que muestra quiénes son los líderes más populistas de los  últimos 20 años - Infobae

(A muchos quizá no les guste la ilustración con la que abro este post porque van a decir que no se puede comparar a X con Y porque uno es de los "buenos" y otro es de los "malos"... ni modo, no indica mi posición política es meramente ilustrativa y muestra a algunos de los personajes sobre los que voy a hablar aquí).

Algo que ha mostrado este convulso año electoral, es la polarización política, pero la misma ya no se da, en realidad, entre la Izquierda y la Derecha, entendiendo la primera postura, si nos vamos a su origen en la Revolución Francesa, a aquella facción que desea cambios radicales o revolucionarios, lo que, desde fines del siglo XIX, se identificó con las posturas surgidas del Marxismo, o Socialistas, y por la segunda, a las posiciones conservadoras, que deseaban cambios moderados o bien, mantener el régimen existente, por considerar inadmisibles los cambios impulsados por sus contrarios. De igual manera, y por identificarlo con el orden establecido, desde fines del siglo XIX esto se ha identificado con posturas capitalistas.

Hoy, lo que podemos identificar es una serie de políticos, partidos, movimientos y personajes que defienden una postura establecida, desde los años 80 y consolidada tras el desmembramiento de la URSS y el final de la Guerra Fría, sustentado en un sistema económico capitalista pero no precisamente liberal, un sistema político sustentado en la Democracia Representativa de Partidos, y la idea del libre comercio de alcance global como vía para lograr realizar los planteamientos Kantianos de "paz perpetua", lograda por la interdependencia entre los distintos países y a través de las interrelaciones económicas: se borran fronteras y se borran diferencias. Dentro de esa posición, curiosamente, uno puede encontrarse gente tanto de Derecha como de Izquierda, y lo mismo ocurre en la otra postura, donde existirán políticos y grupos de las más diversas filiaciones y membretes, pero que todos ellos tienen en común ciertos elementos contrarios a la postura que, para abreviar, denominaremos como Globalista, tales como el proteccionismo económico y las barreras comerciales para competir con otros países, mantenimiento o rechazo a ciertos postulados ideológicos que impulsen los contrarios dentro de esa visión global, fortalecimiento del Estado-Nación y del papel del Gobierno como regulador de la Economía.

Ante ello, es posible ver que en el bando Globalista es más uniforme y parece estar hasta cierto punto de acuerdo o unido en la defensa del orden existente. Del otro, se carece de ese acuerdo o unificación, lejos está de haber un bloque, y aunque muchos de ellos hasta están --o aparentan estar-- enfrentados, exhiben elementos comunes que hace que los primeros les tilden despectivamente de Populistas y señalen como peligrosos y hasta malignos.

Desde el inicio de este siglo, el surgimiento de este tipo de nuevos liderazgos  populistas (seguiré usando el término como mera denominación o diferenciador de la otra postura, no con fines peyorativos) comenzó a darse en Sudamérica, con la llegada al poder en Venezuela del ex-golpista y Teniente Coronel de Paracaidistas Hugo Rafael Chávez Frías y le siguió una serie de políticos en la región que fueron ocupando las presidencias de las repúblicas del Cono Sur, todos compartiendo una misma serie de características: Evo Morales en Bolivia, Luis Inazio Lula da Silva en Brasil, (quien al final terminó por volverse parte del establishment aceptado) Rafael Correa en Ecuador, posteriormente el opositor a Lula, Jair Bolsonaro, y en México, el ascenso a la Presidencia de Andrés Manuel López Obrador y la consolidación de su movimiento con la elección de Claudia Sheinbaum el pasado junio. El último de estos líderes populistas en aparecer en Hispanoamérica, ha sido el economista Javier Milei en Argentina. 

Pero incluso, este fenómeno se replicó en otras regiones: en Estados Unidos, el ascenso del empresario neoyorkino Donald Trump se ha explicado también dentro de este ascenso del populismo, en Italia, la figura de Silvio Berlusconi, y ahora de Giorgia Meloni es señalada como tal (aunque también, al final, ha resultado más acomodaticia al sistema), Robert Fico, en Eslovaquia, Nigel Farage y todo el movimiento a favor del Brexit en Reino Unido, igualmente es considerado parte de este fenómeno, el ascenso cada vez mayor del Front Nationale de Marie Le Pen en Francia, Víctor Orban en Hungría, y los partidos VOX en España y AfD en Alemania también son considerados de corte populista, aunque, a diferencia de los iberoamericanos, (salvo Milei y Bolsonaro) que son señalados como de Izquierda Radical, por haberse lanzado todos con el membrete de Socialismo del Siglo XXI, estos son considerados como de Ultraderecha y tildados de fascistas.

A pesar de las diferencias existentes entre los diferentes movimientos tanto en América como en Europa, todos comparten una serie de características que aquí podemos resumir:

  1. Son generalmente encabezados por líderes carismáticos. El movimiento se identifica con la persona de ese líder.
  2. Toman posturas contrarias a la Globalización, prometiendo medidas proteccionistas en la economía y a la vez, romper con el enchufismo y la corrupción de grupos o personas beneficiarias del Estado.
  3. Son conservadores, en mayor o menor medida, se oponen abierta o veladamente a posturas tales como el homosexualismo político, el aborto, el feminismo o el ecologismo extremo; aunque no siempre y no completamente emiten legislación contraria a esto, pero consideran que se trata de postulados ideológicos que van contra las libertades individuales o contra el orden social.
  4. Pretenden fortalecer el papel del Estado frente al poder fáctico de los grandes inversionistas, sindicatos, multinacionales, medios de comunicación, prensa y grupos de interés.
  5. Han conseguido el respaldo de las clases trabajadoras, en oposición a las élites o clases altas.
  6. Han manejado discursos en que utilizan el resentimiento de las clases humildes contra las altas, a las que se señala como beneficiarias de un sistema injusto que les favorece que prometen reformar.
  7. Las clases altas, los medios de comunicación y grandes empresas manejan un discurso de alerta contra estos liderazgos y movimientos, señalándolos como peligrosos y denigrando a sus simpatizantes o votantes, a los que no se baja de "deplorables", "ignorantes", "manipulados", "mugrosos", "idiotas", etc. 
  8. Siempre dirigen su discurso contra enemigos tales como la Casta, los Conservadores, el Pantano, etc. dentro de los que sitúan a todos sus opositores y críticos.
¿Qué es lo que motivó la aparición de estos personajes? El agotamiento del modelo neoliberal. Cuando, en los años ochenta, este sistema fue impulsado por dos figuras primordiales como Margaret Thatcher y Ronald Reagan, y en el caso particular de México, por Don Miguel de la Madrid y su sucesor Carlos Salinas de Gortari, esto se dio por una "buena intención"; esto es: la economía en el mundo occidental había estado en crisis durante los años 70 debido al incremento de los precios del petróleo, pero igualmente, por el desbocado gasto público de gobiernos que adoptaron como guía los postulados del Keynesianismo para lograr el desarrollo a través de asistencia social y de la inversión y participación directa del Estado en la Economía, cosa que, en México, fue particularmente paradigmático y, como era de esperarse, concluyó con la severa quiebra económica de 1982, y eso tenía que arreglarse de algún modo; sin embargo, el Gobierno claudicó de su rol también de regulador y cedió grandes tajadas de poder; como consecuencia, el hueco fue llenado no por el Mercado como ente abstracto, sino por las grandes corporaciones que se convirtieron en verdaderos monstruos con más capacidad financiera que muchos Estados Soberanos.

Incluso, a partir de los 80 se dio la aparición de una nueva camada de súper ricos que pronto, se convirtieron en sujetos enormemente influyentes, sobre todo con el acelerado desarrollo de la tecnología informática, siendo la época en que aparecieron figuras como Bill Gates o Steve Jobs. Esto es, empezó a darse una acumulación enorme de riqueza en un porcentaje cada vez menor de la población, incrementándose la desigualdad. Pero además, en los países del llamado "Primer Mundo" se dio una fuga de las actividades industriales hacia países "en vías de desarrollo" donde se instalaron atraídos por la proximidad de materias primas, mano de obra barata y bajos costos de producción, así como menores impuestos; sin embargo, estos países no se beneficiaron del todo, pues estas inversiones llegaron como fondos buitre o capitales golondrinos que como vienen se van, y generaron una gran precariedad en el empleo, cuando no, dejaron magros beneficios debido a la pequeña carga tributaria que se les impuso; así como generaron la comodidad de no desarrollar industria propia, bastaba con recibir la extranjera y muchas veces, volverse franquiciatario.

En ese sentido, las clases media-baja y obreras, se sintieron marginadas y traicionadas; si además, a eso agregamos en los países desarrollados la inmigración descontrolada, y en general, el planteamiento del borrado de las identidades nacionales en pos de la Globalización y la formación de grupos identitarios por otros factores --incluso, algo tan realmente estúpido como los fetichismos sexuales-- en detrimento del patriotismo. No en balde, estos nuevos líderes políticos sacan a relucir los mitos nacionalistas a su favor: Trump, el excepcionalismo estadounidense, AMLO, el indigenismo.

Todo lo anterior, ha sido el caldo de cultivo para la generación de un nuevo tipo de liderazgos, es un fenómeno que se repite en muchas sociedades que se sienten agraviadas por un sistema que no les ha respondido ni resuelto sus problemas, cuando no, los ha depauperado; y exigen un cambio. Sean por la Izquierda, o sean por la Derecha, estos movimientos van en ascenso, tengan o no razón los medios en sus diatribas contra ellos, la gente ya no las escucha, pues han perdido la credibilidad, y los resentimientos larvados estallan y se reflejan en el voto de gente que antes se sentía poco escuchada, rechazada por el sistema, pero que ahora se siente envalentonada y que cuenta con alguien que les da voz. Incluso, aún en casos como el de Venezuela, la gente no deja de apoyar al régimen, --el cual, también, en buena parte ha sido estrangulado por las sanciones norteamericanas-- porque no desean regresar a un sistema anterior que se considera, sólo beneficiaba a unas élites y se olvidaba del resto.

Con esto, no me pongo a favor de nadie y cometeríamos un error en decir quién es bueno o quien es malo, esto no es la Lucha Libre de la WWE o del CMLL en la que se enfrentan los Rudos o Heels a los Técnicos o Faces, esto es una realidad mucho más compleja y es parte de los cambios convulsos que estamos viviendo, esos cambios no van a ser fáciles ni van a ser gratuitos, podrán tener consecuencias positivas, como negativas, estos populistas podrán tener aciertos, como también errores y hasta crímenes, no son santos como evidentemente tampoco lo son sus oponentes. Sólo son parte característica de esta interesante, pero incierta época que nos ha tocado.

16 de julio de 2024

DUDAS, CONSECUENCIAS Y SOSPECHAS DEL ATENTADO


Sin descartar la probable existencia de un complot en torno al atentado sufrido por el ex-Presidente y nuevamente candidato a la Presidencia de Estados Unidos Donald Trump, es de señalar que, muy probablemente, y siguiendo la llamada Navaja de Occam, en realidad los hechos ocurridos el sábado pasado sí fueron resultado la combinación de un Lobo Solitario con la increíble ineptitud y falta de pericia de los elementos que conformaban el destacamento de agentes del Servicio Secreto estadounidense encargado de la protección del ex-mandatario y aspirante a la primera magistratura del país norteamericano; destacamento más bien conformado por mujeres, la mayoría evidentemente poco capacitadas o entrenadas, e incluso, físicamente incapaces de cubrir a Trump, quien es un hombre bastante alto, mientras las supuestas guardaespaldas eran muy chaparras, pero colocadas ahí para cumplir con las cuotas de género que demanda la corrección política.

Sin embargo, existen algunos indicios de que pudo haber algo más:

  • Es conocida la oposición de Trump a mantener la Guerra en Ucrania, a seguir sosteniendo financieramente la defensa europea a través de la OTAN, y a mantener tanta presencia militar en el extranjero.
  • Hace poco, se dio el intento de asesinato de Robert Fico, Primer Ministro de Eslovaquia y quien, pese a las declaraciones del atacante, que aduce ser un lobo solitario, sostiene que ha sido víctima de una intriga cocinada desde la Unión Europea y la propia OTAN, dadas sus posturas contrarias a la intervención a favor de Ucrania.
  • Hay detalles, como los que señala el youtuber venezolano John Patrick Acquaviva y muchos otros medios, que señalan que quizá Thomas Crooks, el presunto agresor, tuvo ayuda desde el Estado o de ciertos poderes para atentar contra la vida del empresario y político neoyorkino: la gente denunció la presencia de un sujeto armado en las cercanías del evento, que ese mismo individuo trepaba a lo alto de una bodega, a sólo unos 150 metros del podio, incluso con gritos, que, según dicen algunos, dentro de dicha bodega, se encontraban elementos de la Policía Estatal de Pensilvania, que uno de los francotiradores del propio Servicio Secreto, apostado en una azotea situada detrás de Trump para seguridad del evento, ve al tirador y no le conceden permiso para abrir fuego sino hasta después de que el atacante lo hizo.
  • Al parecer, Crooks era beneficiario de una beca o financiamiento para sus estudios de parte de la famosa y tan sobevalorada y mitificada operadora de fondos de inversión Blackrock, empresa señalada por las teorías de la conspiración como la formada por los dueños del mundo y una de las principales impulsoras de la ideología woke a través de sus políticas para conceder créditos, pues sale en un anuncio comercial de publicidad de dichos financiamientos educativos. Según se plantea, al ser Trump un enemigo decidido de esos planteamientos ideológicos, la financiera, firme aliada del Partido Demócrata, buscaría su eliminación.

Por otro lado, es claro que este atentado reforzó la posición de Trump; si hasta ahora, éste iba directo a la victoria electoral ante la cada vez más notoria incapacidad de Biden para ejercer la Presidencia y hasta incluso, para llevar una vida normal, el erigirse en héroe, incluso aprovechando la conmoción del hecho para levantar el puño en alto y exhortar a sus seguidores a seguir en pie de lucha, mientras herido, era retirado del lugar, dejó ver una enorme fortaleza; evidentemente, ayer, durante la Convención Republicana era visible que el candidato se encuentra ahora conmovido por que prácticamente se salvó por un milagro, por haber volteado la cara unos centímetros antes de que pasara la bala, y así, sólo su oreja derecha quedara herida y no se le hubiera impactado en la parte posterior del cráneo.

A pesar de que hubo muertos y heridos reales, muchos medios tanto en EUA como en México y otras partes, han parecido tratar dar de entender que se trató de un autoatentado o un montaje; como ya lo dije anteriormente, esta teoría no tiene sentido: Trump no necesitaba de algo así para levantar su campaña, cuando ya las encuestas lo colocaban con enorme ventaja sobre Biden o cualquier candidato Demócrata que entrase a reemplazarlo por su senilidad, por otro lado, resulta grosera, e incluso infame, la actitud de medios y personajes relacionados con el Partido Demócrata, las élites adictas a éste o la Izquierda, sea la CNN, que decía que Trump estaba herido, tras caerse en el mítin, o la infumable banda-parodia Tenacious-D, del aparentemente simpático y en realidad impresentable comediante y músico Jack Black. Afortunadamente, gracias a ello, han terminado de perder la poca credibilidad y respeto que les quedaba, y contrario a lo que pensaban, han dado combustible a la campaña del Partido Republicano y su abanderado. Cuando no, también alimentan a todos los que sospechan de un complot en contra de éste.

EUA se ha librado del estallido de una Guerra Civil, por el momento; de haber muerto Trump, en este momento, con toda seguridad, ya se estarían dando pronunciamientos y alzamientos armados de milicias conservadoras, muchas de ellas que exudan fanatismo protestante y, hay que reconocerlo, supremacismo blanco anglosajón, y quién sabe cuál sería la situación dentro de las Fuerzas Armadas, donde se les ha obligado a aceptar almirantes transexuales y generalas por cuota, y cursos sobre el uso de pronombres no ofensivos antes que entrenamientos para enfrentar a enemigos como los Talibán que les vencieron ridículamente. La pregunta es si se atreverán a hacer algo más en contra del ex-presidente y candidato, ante lo que parece, un inminente triunfo. Cualquier cosa que venga contra su campaña o que lleve a desconocer o robarle el triunfo en las urnas y el Colegio Electoral el próximo noviembre, puede que sea la chispa que haga estallar el polvorín que es nuestro vecino del norte.

Y por otro lado, como bien lo dice la periodista mexicana Carolina Rocha, hay que poner atención en cómo, en los últimos años, han crecido las campañas de odio en contra de X o Y candidato, sobre todo contra aquellos que son señalados de populistas, sean identificados como de Izquierda o de Derecha, en México esto ha sucedido desde 2006, y se ha aplicado a Trump desde el 2016, o lo vimos incluso en contra de Milei en Argentina, Bolsonaro en Brasil o Le Pen en Francia... hacer campaña de esa manera es irresponsable y peligroso, más porque al final, quien paga las consecuencias de los odios políticos, es la gente común.

14 de julio de 2024

AL BORDE DEL PRECIPICIO

Posible atentado a Donald Trump: el expresidente de EEUU recibe un presunto  disparo durante un mitin y lo evacúan ensangrentado

Como todos sabemos, la Primera Guerra Mundial estalló cuando un joven radical nacionalista serbio, llamado Gavrilo Princip asesinó al heredero al trono austriaco, el Archiduque Francisco Fernando de Habsburgo-Lorena y a su esposa Sofía Chotek, un magnicidio que tuvo consecuencias que aún hoy, 110 años después, vivimos. El día de hoy, el ex-Presidente de Estados Unidos y candidato a la reelección a tal cargo por el Partido Republicano, Donald Trump estuvo a punto de perder la vida ante lo que parece ser, un ataque perpetrado igualmente por un fanático de la ideología Woke, (tan impulsada por el Partido Demócrata) vinculado presuntamente al movimiento Antifa. 

Algunos dicen que esto fue un autoatentado, una estratagema hecha por el histriónico empresario y político neoyorkino a fin de asegurarse el estatus de mártir, y con él, la elección para la primera magistratura del coloso del norte; la realidad, es que, si nos ponemos a hacer balance acerca de qué podría ganar Trump fingiendo ser atacado mientras daba un discurso en un mítin de su campaña en el pueblo de Butler, estado de Pensilvania, y lo que podría perder, sería un plan carente de sentido; ante la cada vez más visible evidencia de que el actual mandatario Joe Biden se encuentra incapacitado no solo para ejercer la Presidencia de la República, sino incluso hasta para las más nimias actividades, con dislates tales como afirmar que él es la primera mujer negra en ser designada Vicepresidente, ser esposo de sí mismo, o confundir a Zelensky, el perpetuado Presidente de Ucrania con Putin, o al propio Trump con su Vicepresidente, la señora Kamala Harris, las encuestas mostraban una preferencia abrumadora del electorado por el abanderado del Partido del Elefante, más ante la incomprensible necedad de los Demócratas por mantener a Biden como su nominado para conservar el Poder Ejecutivo por otros cuatro años más. De tratarse de una farsa, en la que habría, al menos dos muertos, incluyendo al agresor, el Republicano perdería todo al ser descubierto, y no tendría necesidad de fingir nada, pues las preferencias, como lo hemos dicho, le favorecen inmensamente.

Estados Unidos es un polvorín al que sólo le hace falta una pequeña chispa para hacerlo estallar. La realidad es que, desde la Administración Obama comenzó un proceso de polarización y de división en la sociedad norteamericana, misma que fue impulsada desde arriba, desde las llamadas "élites" u oligarquías que controlan el poder financiero, tecnológico, mediático y del llamado Complejo Militar-Industrial del que advertía el General Eisenhower al dejar la Presidencia, --mismo que se sospecha, fue responsable de la muerte de su sucesor, el Presidente John F. Kennedy, sin que la versión oficial del asesinato, supuestamente a manos de un desequilibrado: Lee Harvey Oswald, haya sido jamás creída del todo por el público norteamericano, -- que se la han pasado intentando adoctrinar ideológicamente en cuestiones de género, homosexualidad, antinatalismo y reivindicaciones de raza que han contribuido a dividir a la sociedad y a generar conflictos y tensiones internas en EUA.

Trump ha sido un personaje incómodo: es portavoz de las clases medias y trabajadoras en su hartazgo en contra de las imposiciones ideológicas de dichas élites, en contra de los intereses de las grandes corporaciones que han sacado la producción de las industrias norteamericanas y llevado a China y otros países donde la mano de obra es más barata pese al desempleo, miseria y abandono que esto provoque en zonas otrora ricas y prósperas.Se ha opuesto a la continuación de la Guerra en Ucrania, al gasto desmedido que significa para EUA la defensa de Europa en el esquema de la OTAN, y preferir llegar a un arreglo con Putin en ese caso, en su anterior periodo en la Casa Blanca, Trump ha sido el único mandatario en no iniciar un conflicto armado en el exterior en los últimos cien años... en pocas palabras, Trump representa una amenaza contra los intereses de los poderes fácticos que, en los últimos sesenta años se han hecho del control de la política norteamericana y han subordinado al Estado a sus deseos y objetivos. Un nuevo mandato del neoyorkino representaría un fortalecimiento del Estado, una recuperación del patriotismo en oposición al Globalismo y el fin del negocio para tantas grandes empresas que, desbocadas, no son ya entes dedicados a generar riqueza y fuerza para Estados Unidos, sino grupos de manipuladores que ven únicamente por su lucro en detrimento de la Nación.

Lo que ha pasado hoy muestra el debilitamiento de las instituciones norteamericanas, la inestabilidad política es creciente y la tensión entre dichos grupos e intereses por un lado, y los ciudadanos que a pie de calle ven cómo su país les ha sido arrebatado y que el mismo, de haber sido la primer potencia mundial, se hunde ahora ante el ascenso de China y el empobrecimiento palpable de la población sobre la que campea el vicio y el desencanto por el futuro, así como la culpa y la vergüenza por cuestiones tales como la esclavitud y la segregación racial aparentemente ya superadas y dejadas en el pasado.

Bien sabemos que esta no es la primera vez que ocurre esto en EUA: los casos más recientes fueron el asesinato de John F. Kennedy ocurrido en noviembre de 1962, la muerte de su hermano Robert en 1968, cuando, siendo precandidato Demócrata a la Presidencia, fue asesinado tras ganar las elecciones primarias en California, y el atentado en contra de Ronald Reagan en 1981. Se puede decir que tras ellos, el país norteamericano no se deshizo y no ocurrió ninguna situación de caos o inestabilidad; pero la situación hoy es muy distinta: gracias al Internet y las Redes Sociales, el público se entera claramente de los intereses y fuerzas enfrentadas, hay un espíritu más crítico, y sobre todo, la noción de que Trump está siendo víctima de una persecución dirigida a impedir su presentación en el proceso electoral de noviembre próximo. No pudieron frenarlo judicialmente, y parece ahora que van para eliminarlo físicamente, además de que esto aparece como la última gota de un vaso que se ha ido llenando poco a poco con multitud de agravios en contra de gran parte de la población que ve en el candidato Republicano a su vocero.

Loas próximos días serán cruciales para saber cuáles serán las tendencias de los acontecimientos en Estados Unidos, país que enfrenta la peor crisis interna de su Historia desde la Guerra Civil. Sin duda, estamos al borde de grandes cambios mundiales que dejarán irreconocible al mundo. Es increíble, hace cuarenta años, cuando estaba yo en la primaria, el orden de posguerra estaba vigente, pocos años después, comenzó a derrumbarse con la caída de la URSS, y hoy, ese proceso amenaza con también llevar a la caída de EUA.

Tiempos interesantes que estamos viviendo.





 


7 de julio de 2024

DE LONDRES A PARÍS, LA EUROPA CONVULSA

 Mesa redonda "Elecciones en Francia y Reino Unido: impacto en Europa y el  mundo" - Real Instituto Elcano

En otros episodios de este interesante año electoral, nuevamente vemos la lucha que se ha desatado dentro de nuestros países occidentales entre Globalismo y Antiglobalismo, esto ya no es de Izquierda, entendida ésta como conformada por posiciones políticas cercanas al Marxismo o que pregonan una serie de cambios revolucionarios y la Derecha defensora ya sea de un Capitalismo Liberal e individualista o, yendo más allá, de la antigua noción de unión entre trono y altar y la defensa del orden cristiano y natural. En realidad, estamos viendo la pugna entre el establishment conformado por los beneficiarios y defensores del orden Neoliberal y la Globalización, que se impuso desde la década de los 80 de la mano de líderes como Margaret Thatcher, Ronald Reagan, e incluso, del mismo Juan Pablo II, --quien luego se dio cuenta del monstruo desatado, se bajó del barco y denunció las consecuencias nocivas de aquello,-- y por otro lado, los que defienden la ruptura con la Globalización, la vuelta de la identidad nacional y el patriotismo por encima de los Mercados.

Como hemos dicho aquí, el comportamiento del electorado en México, incluso en Argentina con la elección de Milei y la tendencia favorable a Trump responde a esa lógica, y lo mismo ha ocurrido en Gran Bretaña y Francia, aunque ahí, va a ser muy difícil derribar el edificio del Globalismo, faltando ver qué es lo que pasa en nuestro vecino del Norte, donde seguramente las élites financieras, tecnológicas y mediáticas no van a dejarse despojar del poder que han construido durante cuatro décadas por el rebelde empresario neoyorkino, y como decíamos en el post anterior, prefieren seguir apoyando a un "muerto viviente" como prácticamente es Joe Biden, a dejarse vencer; el pronóstico así, es reservado.

En Inglaterra y Francia, países que al igual que EUA son nucleares para el Globalismo, no iba a ser sencillo el derrotar a esas élites. No iban a ceder el poder fácilmente y así lo han demostrado. Sin duda, los ingleses salieron el pasado 04 de julio a poner una golpiza de castigo al Partido Tory o Conservador tras catorce años de incongruencia, servilismo hacia la antigua colonia norteamericana, caos administrativo y desastre económico, eligiendo ahora ser gobernado por el otro partido tradicional británico, el Laborista encabezado por un aristócrata: Sir Keir Starmer; realmente, los ingleses, escoceses y norirlandeses no votaron por la ruptura, como habría sido el hacerlo por Nigel Farage, el impulsor del Brexit, quien ha formado un nuevo partido político: el Reformista, y quien obtuvo una buena votación pero que, de acuerdo al extraño sistema electoral representativo británico, apenas le alcanzó para lograr 13 escaños en la Cámara de los Comunes. Los británicos, siempre apegados a la costumbre y tradición, votaron por la opción de siempre, (al menos desde hace 100 años, desde que ese partido socialdemócrata, vinculado a los sindicatos, desplazara al vetusto partido Liberal o Whig, que por ahí continúa como una tercera y minoritaria opción bajo el membrete Liberal-Democrático) y esto, muy probablemente no lleve a grandes cambios en la política inglesa, más allá de ciertos matices.

Principalmente, los Conservadores no buscaban conservar nada, fueron incluso más wokes que sus antecesores Laboristas, donde un controvertido Tony Blair abandonaba el Anglicanismo y sus sinsentidos para hacerse Católico tras dejar el número 10 de Downing Street para no tener problema con la prejuiciosa e intolerante legislación inglesa hecha por tiranos y fanáticos de la talla de Enrique VIII, Isabel I u Oliver Cromwell; fue con David Cameron, principalmente, que se extendieron el aborto, las uniones homosexuales, el gasto público para financiar el transexualismo, se modificaron las doctrinas del Anglicanismo para la ordenación de sacerdotisas y obispas, y se abrieron las puertas a la inmigración descontrolada.

El propio Hombre de Malvavisco, como chuscamente se le apoda al ex Primer Ministro y ahora también ex Ministro de Relaciones Exteriores, fue lo bastante estúpido como para convocar innecesariamente a un referéndum sobre la independencia de Escocia, que aunque fue superado y ganó la manutención de la unión, no ha dejado de generar tensiones con la parte norte de la isla, en la que también se han visto absurdos como ver a un Persa liderar al Partido Nacionalista Escocés y portar orgullosamente un kilt o falda celta... nada más propio de los antiguos clanes de los Highlands que orar cinco veces al día orientado hacia la Meca... Igualmente, apostó a permitir otro referéndum sobre la salida de la isla de la Unión Europea tras el clamor en contra de las regulaciones, la burocracia del bloque y la inmigración abierta gracias a la pertenencia al Espacio Schengen. Cameron al parecer se confió en que ganaría... pobre ingenuo, el Brexit ganó, y el tipo se lavó las manos, desalojó Downing Street y le dejo el paquete a Teresa May.

May, quien quiso verse como una nueva Thatcher no fue más que una caricatura, se enredó en el proceso de salida del país isleño respecto del Bloque continental, no supo concretar una nueva opción, como sería aprovechar la existencia de la Commonwealth para convertirla en un poderosísimo bloque comercial y económico, y ante la creciente crisis económica, abandonó el cargo, pasándolo a Boris Johnson quien tuvo inicialmente un gran apoyo electoral porque los números económicos no eran tan malos y había euforia por la salida de la Unión.

Éste, que había sido igualmente uno de los impulsores del Brexit, no quiso ser sino un imitador de Donald Trump a la británica, hombre culto y crítico, probablemente criptocatólico, ya que su esposa es fiel a Roma y bautizó a su hijo como tal en una iglesia florentina; pero víctima de los excesos y pasmado al verse en el poder y con la Pandemia del COVID-19 estallando, se entregó incondicionalmente a los brazos e intereses de Washington, y pasaba el tiempo en bacanales que organizaba en la residencia oficial del Ministerio mientra establecía un durísimo régimen de confinamiento sobre la ciudadanía. Estallando la Guerra de Ucrania, y siempre genuflexo ante las disposiciones del Presidente en turno en Washington, se unió al belicismo de Biden y personalmente reventó las negociaciones entre Zelensky y el Gobierno Ruso, convenciendo al comediante kievano de suicidar a su país enfrentando a Moscú en una guerra imposible de ganar, pero que forra de dinero al complejo militar-industrial americano, que no a la población de la ex-colonia, cada vez más depauperada ante las irracionalidades y desatinos del senil mandatario.

Además, la crisis económica en ciernes estalló: rotos los nexos de libre comercio con Europa, y rotos también los vínculos de compra de energéticos a Rusia, la isla se hundió en escasez de productos básicos y elevados precios de energía. Johnson, ante sus escándalos, cedió el poder a Liz Truss, quizá la persona menos inteligente que ha ostentado la Jefatura del Gobierno, así como la que menos tiempo lo ha ejercido: 44 días, en los que se dio la muerte de Isabel II, quien seguramente vivió amargada sus últimos días, viendo cómo la estabilidad que garantizó para el país se derrumbaba gracias a la serie de verdaderos papanatas con los que tuvo que gobernar los 12 últimos años de su vida y reinado.

Y entonces llegó Sunak, quien en sí mismo no es más que la muestra máxima del wokismo o progresismo globalista en Inglaterra: perteneciente a una de las familias más ricas de banqueros de la India, lo mismo que su esposa, pero nacido casi accidentalmente en Gran Bretaña y educado en sus universidades como la mayoría de los integrantes de las élites hindúes, llegó siendo el más joven de los Ministros desde Pitt, hace poco más de 200 años y ya bajo el cetro de Carlos III. Sunak, un verdadero júnior, estaba más desconectado de la realidad del inglés de calle que incluso el propio monarca (se dice que la fortuna de la familia de Sunak, en la India, es superior a la de los mismísimos Hannover-Windsor que ostentan la corona británica), y tuvo varios dislates, que lo demostraron, como preguntarle a un indigente si había decidido emprender algún negocio... 

El joven Ministro, pese a dar en varias ocasiones muestra también de oponerse al homosexualismo político y otras políticas woke, por proceder de un entorno tradicionalista, no hizo nada para contrarrestarlas o detenerlas, así como que siguió sometido a los dictados y deseos de EUA, sosteniendo el esfuerzo bélico contra Rusia. Entre tanto, en Inglaterra crece la inflación, la quiebra y cierre de negocios provocado todo por los altos costes de la energía, así como la falta de productos en los supermercados. Ante ello, se convocó a elecciones, y la gente ha votado al Laborismo.

Pero Starmer no será un cambio radical, por el contrario, se trata de alguien que, probablemente, intentará regresar al Reino Unido a la Unión Europea, ante la decepción que muchos británicos han manifestado ante el Brexit y pese a que muchos aún confían y apoyan a Farage, quien igualmente fue un tonto, por no decir algo más fuerte: habiendo sido el principal promotor de la escisión respecto al bloque, decidió salir de la vida política y dedicarse al periodismo televisivo. Ahora regresa, justo cuando el Brexit peligra y es visto como un fracaso, y por tanto, él no logró una gran presencia en el Parlamento.

Starmer, por otro lado, viene de desempeñarse como abogado en materia de derechos humanos, campo abierto para el Progresismo, ante cuyos temas se ha manifestado bastante ambiguo, y de igual manera, viene con promesas de gasto social que deben irritar  sobremanera a Milei, así como reconstruir al NHS National Healtcare Service, especie de "IMSS inglés", que al igual que este organismo mexicano es presa de la corrupción, la ineficiencia, el desabasto y la quiebra económica, y por supuesto, seguirá promoviendo el feminismo, lo que se ve en la conformación de su gabinete, y no pondrá trabas a la inmigración, ni tampoco cesará el apoyo a Ucrania y, en el caso de Israel, pretende igualmente quedar bien con Palestina y buscar la utópica "solución de los dos Estados"...

¿Cambiaron todo para no cambiar nada los ingleses? ¿se fueron por un espejismo? Veremos qué pasa...

En Francia, por su parte, el electorado auténticamente francés estaba decidido por la ruptura, con la victoria apabullante del partido Agrupación Nacional de Marine Le Pen en la primera vuelta electoral la semana pasada, sin embargo, en ese extraño sistema mixto presidencial-parlamentario de la Quinta República Francesa, se ha llevado a cabo la segunda vuelta y el resultado es que no logrará la mayoría absoluta y por tanto, no podrá por sí misma lograr que su protegido: el joven Bardella, asuma el cargo de Primer Ministro y actúe como contrapeso a la destructiva y demoledora labor de Emmanuel Macron en la Presidencia.

¿Porqué se dio esto? Porque Macron y las élites detrás de él parecen estar decididos a seguir en esa labor de zapa porque no hay otro remedio: en el fondo, la migración descontrolada en Francia y en toda Europa es parte de un problema demográfico que surgió como resultado de una serie de cambios económicos y con ellos sociales posteriores a la Segunda Guerra Mundial que los tienen atrapados quiéranlo o no, más que de una oscura confabulación de tintes esotéricos en ritos satánicos de banqueros, nobles y hasta alenígenas reptilianos como las teorías de la conspiración lo dicen.

Las 2 Guerras Mundiales significaron para Europa una catástrofe poblacional, por supuesto, se tuvo que incorporar a las mujeres al ámbito laboral y es significó que abandonasen las tareas de la maternidad y el hogar, sirviendo el Feminismo como una carnada ideológica para incorporarlas a la mano de obra. Como resultado, la natalidad disminuyó tras el boom de los años 40 y 50, pero se generó mucha riqueza que creó un mercado de consumo muy atractivo; así, las grandes empresas apostaron porque siguiera una natalidad baja para que esa riqueza se gastara en comprarles sus artículos de consumo y las aspiraciones presentadas por la publicidad. Cuando, como resultado, en los años 80 empezaron a bajar los números de jóvenes tanto hombres como mujeres que se incorporaban al mercado de trabajo, hubo que traerse gente que desempeñara esas labores y que por otro lado, resultaban ser más baratos que los locales al no ser calificados. Así, se fomentó la inmigración tanto legal como ilegal, que no es más que tráfico de personas, y luego, para darle una justificación y lavarle la cara, se empezó a difundir la idea del multiculturalismo, el luchar contra el racismo e impulsar la tolerancia.

Ahora, es una espiral que ya no se puede detener, o en todo caso, es muy difícil que se pare. Los europeos (y en general buena parte de Occidente, es algo que llega incluso a las clases medias y altas mexicanas, por ejemplo) siguen entregados a un modo de vida hedonista y que no quiere responsabilidades (las generaciones de los Millenials y Z), estimulados por el consumo, las grandes empresas de todos los ramos quieren seguir recibiendo esa riqueza de ellos y generando productos y servicios para satisfacer ese hedonismo, (el famoso "no tendrás nada, pero serás feliz") pero no pueden ser trabajadores si buscan carreras universitarias cada vez más inútiles o desapegadas del "trabajo sucio", y pese a que la Inteligencia Artificial suene promisoria, necesitan y necesitarán seres humanos que lleven a cabo gran parte de los procesos productivos, por lo que no se puede detener la migración para subsanar la falta de renovación de la población nativa.

Así, Macron movilizó a los inmigrantes, no es de extrañarse que saliera el futbolista Kylian Mbappé, él mismo de origen africano a apoyar al Presidente, ante el temor de que, de ganar Le Pen, se diese la expulsión de los inmigrantes (algo que sería la muerte de todas las industrias francesas, que se quedarían sin obreros) y que todos estos, ya ciudadanos galos, saliesen a votar no solo al Partido del ex-ejecutivo bancario, sino también a las opciones de Izquierda que no son más que Globalistas como Macron o los Laboristas ingleses y los Tories. Todo ello, impidió que la Agrupación Nacional venciera y consumara la ruptura.

Como se ve, el panorama actual es complejo, y hasta candente. Si los franceses nativos están despertando y dándose cuenta de que han sido víctimas de los juegos económicos-demográficos que hemos descrito aquí arriba, y se dan cuenta que los inmigrantes son el principal obstáculo para pararlos y recuperar el control de su país, las advertencias del Presidente francés de que en Francia puede estallar una Guerra Civil no son tan descaminadas. Como sea, creo que todos podemos percibir que Europa, y en general todo el mundo, está a punto de despeñarse en el abismo del cambio, hacia un nuevo orden desconocido.




4 de julio de 2024

EUA EN CRISIS

 Quién ganó? Biden titubeó ante un Trump al ataque que dominó el tenso debate  presidencial de EE. UU.

En un aniversario más de la independencia de Estados Unidos de América, la tambaleante primer potencia mundial llega a sus 248 años de la emisión de su Declaración de separación respecto de la Corona Británica con negros nubarrones para el futuro, probablemente en el umbral de la peor crisis política desde la Guerra Civil, en su Historia.

Quizá nada muestra más la decadencia y esa gravísima crisis interna en la que se encuentra Estados Unidos de América que el debate celebrado el jueves 27 de junio del año en curso en las instalaciones de la televisora CNN entre el Presidente Joe Biden, hasta ahora aspirante a la candidatura para la reelección como titular del Poder Ejecutivo norteamericano por el Partido Demócrata, y el ex Presidente Donald Trump, igualmente aspirante como candidato para regresar a ese mismo puesto postulado por el Partido Republicano.

De entrada, al igual que lo que decíamos de las pasadas elecciones presidenciales aquí en México, es claro que en EUA hay una clase política con problemas para renovarse, si decíamos que al sur del Río Bravo, las dos principales candidatas contaban con 61 años de edad, sin que apareciera un recambio generacional, y ambas candidatas, aunque fuesen más jóvenes que el actual ocupante del Palacio Nacional, eran incluso mayores al antecesor de éste, quien apenas ha cumplido 55 años de edad. En el caso de nuestro vecino del norte, esto es todavía más drástico: Biden tiene 81 años de edad y Trump, 79, ambos, son mayores que el antecesor del empresario neoyorkino en la Presidencia de la República: Barry Soetoro/Barack Obama, quien supuestamente cuenta con 62 años, si hacemos caso a la "información oficial" que hay sobre él. Incluso, el candidato que pretende presentarse como "tercero en discordia", tras haber renunciado a su militancia Demócrata, Robert F. Kennedy Jr., hijo del mítico Fiscal General del mismo nombre, y sobrino del también recordado Presidente JFK, suma ya 70 años de edad...

Aún así, es claro que Donald Trump muestra contar con una buena salud, y encontrarse lúcido y consciente, muy a pesar de todos los problemas legales en que le ha metido la persecución desatada por la Administración Biden y el Partido Demócrata por cuestiones meramente puritanas elevadas a rango legal, muy propias del decadente protestantismo anglosajón.

En cambio, Biden mostró su evidente deterioro físico y mental, además de su consabida tendencia a mentir y atribuirse logros que los mismos hechos desmienten; ante ello, Trump no tuvo más que hacer notar tales mentiras y, como es su costumbre, autoelogiar sus cuatro años al frente del Gobierno norteamericano, acentuando que, bajo el viejo demócrata, se han disparado los conflictos armados internacionales, principalmente en Ucrania y Gaza, además de la tensión con Corea del Norte, con la que el neoyorkino había tenido un gran acercamiento, y es que no cabe duda, Biden siempre ha sido un halcón ávido de sangre, como el Partido Demócrata que ha sido siempre, mucho más belicista que el Republicano, pues la postura de este instituto político siempre ha sido defensiva, mientras que el "partido del burro", siempre ha sido mucho más agresivo u ofensivo hacia el exterior.

Lo que más sorprende es que, al parecer, entre los Demócratas haya quien apoye que el anciano, evidentemente afectado por problemas de demencia senil, continúe como abanderado del partido camino a la Presidencia, aunque también existe quienes plantean que debe ser sustituido por algún otro personaje importante del partido, ya fuera Kamala Harris, Michelle Obama o el Gobernador de California Gavin Newsom. Por su parte, Biden no da muestras de aceptar su incapacidad y hacerse a un lado de la contienda electoral; igualmente, parece que su propia familia, presiona y enroca al patriarca a fin de evitar su derrocamiento aún antes de la llegada de noviembre, y sus sustitución por Kamala Harris; en mucho, esto se debe a que la Presidencia ha sido una gallina de los huevos de oro para la parentela del Presidente y garantía de cierta impunidad para su hijo Hunter, y los cuestionamientos de que, quizá detrás de la Guerra de Ucrania se esconde la intención de ocultar y proteger una serie de tramas de corrupción entre la familia Biden y empresarios y políticos ucranianos.

¿Pero porqué sostener a alguien con los evidentes problemas de salud física y mental que padece Joe Biden, al frente del Poder Ejecutivo norteamericano? Pues, porque fundamentalmente se trata de un títere dócil y que ha obedecido fielmente a los poderes fácticos que controlan a EUA y la toma de decisiones. Ya lo advertía hace poco más de 60 años el Presidente General Eisenhower, cuando señalaba que el gran peligro para la Democracia norteamericana era el Complejo Militar-Industrial, al que agregaría además, el factor financiero, y se podría agregar el tecnológico y el mediático, o tal vez podría entenderse que estos otros, englobados ya desde ese entonces por Cecil Wright Mills, como Élites del Poder, y que se han ido haciendo con el control absoluto del Estado norteamericano desde aquel entonces; no es de extrañarse, en EUA podemos ver cómo se han materializado las teorías de Aristóteles y Polibio respecto a la evolución de las formas de gobierno, y que la entonces Democracia norteamericana ha venido a degenerar en una Oligarquía. Incluso, esto ya lo señalaba desde el siglo XIX Alexis de Tocqueville en su Democracia en América, obra mucho más crítica y menos elogiosa de lo que tradicionalmente se cree.

Y es que, el Liberalismo Económico norteamericano, o si se quiere, el Neoliberalismo sobre todo llegado a la Casa Blanca con Reagan en 1981, propició que el poder abandonara al Estado en forma acelerada y fuese ejercido por las grandes empresas; se implantó la Dictadura de los Mercados, mismos que, contrario a lo que se interpreta de Adam Smith, no son un fenómeno natural son fuerzas que son ejercidas por agentes, quienes los manipulan a fin de obtener más beneficios, reducidos estos a la generación y obtención de riquezas sin escrúpulo alguno. El Estado ha dejado de ser un regulador de la actividad económica para permitir una mayor equidad y una igualdad ante la Ley de todos los actores, sino una especie de sirviente, o ejecutor de sus dictados y hasta caprichos.

Así, detrás de las políticas woke o progresistas, hay muchos intereses detrás de supuestas libertades y derechos ahora reconocidas: desde las farmacéuticas y el próspero negocio de la anticoncepción y el aborto, el uso de los restos humanos para colágenos y cosméticos, las hormonas sintéticas y tratamientos contra las ETS, a la venta de artículos de consumo innecesarios pero que dan estatus, sobre todo para solteros o parejas sin hijos, y la inmensidad de productos para los que humanizan a los animales con los que mitigan su soledad al rechazar, o no poder, tener familia.

Ante ello, Trump se pretende erigir como un reconstructor del Estado norteamericano y de la potencia industrial de su país, trasladada, por los mismos intereses de las grandes corporaciones, a lugares donde la mano de obra resultara más barata; la alianza entre EUA y China, surgida dentro de la Guerra Fría para debilitar al Bloque Comunista con la escisión entre el Comunismo Ruso/Soviético y el Chino/Maoísta, terminó finalmente en una relación que benefició enormemente al Celeste Imperio y le dotó de la fortaleza económica necesaria para impulsarse y crecer como potencia y amenazar a su benefactor, quien además se ha visto traicionado por la codicia de las grandes corporaciones y empresarios como Bill Gates y Microsoft, para quienes el patriotismo no existe, existen los beneficios e intereses, y para ellos, la desaparición de las fronteras y el invertir aún en los enemigos de su patria, es hasta algo hasta ansiado y promovido.

Trump, cuyo mensaje ha calado en las clases bajas y trabajadoras, en los deplorables (cualquier semejanza entre el desprecio de figuras de la Oposición mexicana hacia los electores o simpatizantes de Obrador y la Sheinbaum no es mera coincidencia, en los medios y ciertas élites mexicanas existe una inexplicable simpatía por el Partido del Burro, que ha sido siempre el más agresivo enemigo de México en el país del norte) va enfilado a regresar a la Casa Blanca con una victoria aplastante sobre Biden, Harris o quien sea que pongan como candidato en su contra; la pregunta es si lo dejarán contender, o bien, si recurrirán, como todo indica que pasó en 2020, a triquiñuelas y los enormes vacíos dentro de un sistema electoral diseñado hace 240 años, para impedirlo, razón por la cual la tensión interna en EUA es palpable y es creciente. El pronóstico es reservado sobre las consecuencias que algo así podría tener, en una sociedad cada vez más polarizada y con multitud de conflictos larvados y no resueltos.

Estemos atentos, la cuenta regresiva al 02 de noviembre está corriendo...