El Gobierno Federal norteamericano ha cerrado parcialmente. No hay dinero, producto de la confrontación entre Republicanos y Demócratas que semeja cada vez más el eterno pleito entre los partidos políticos de un país tercermundista latinoamericano (en programas de la CNN, los dices y directos entre los del elefante y los del burro se parecen mucho a los que se dan entre los partidarios del PAN y del PRD en México) pero también porque los Republicanos han decidido poner un alto al descomunal endeudamiento público del país para sostener el enorme gasto que ha dirigido el afroamericano para sostener sus reformas al sistema de salud y de pensiones, más el financiamiento de las aventuras bélicas, y de un enorme aparato de seguridad e inteligencia que ha crecido bajo el mandato de Soetoro y una paranóica tendencia al espionaje de amigos y enemigos.
Claro, en los Republicanos hay una buena dosis de hipocresía cuando con Bush iniciaron la espiral bélica que en mucho es causa del desastre económico que presenta hoy en día su país por el elevadísimo costo de sus aventuras en Afganistán e Irak, lo que se combinó con el verdadero fraude que hicieron a la Nación Alan Greenspan y Bill Clinton en el mandato de éste: con crédito barato y generalizado levantaron la economía, que en 1996 se enfrentó por unos cuantos días de enero a un cierre parcial como ahora, pero generaron un sobreendeudamiento en los particulares que luego estallaría en 2008 con Bush Jr. ocupando la oficina oval, y es que esa aparente bonanza no fue más que una burbuja que inflaron y terminó por reventar, dejándole el problema al siguiente.
Además, en aquel 1996 las cosas eran muy distintas, si bien los Republicanos capitaneados por Newt Gringwich lanzaron su "Revolución Conservadora" contra Clinton, su ofensiva resultó en derrota y el entonces presidente supo sortear la oposición, conduciendo al país a una etapa de gran prosperidad económica: había dinero en caja, hasta de sobra, gracias a un superávit y lo único que hubo fue una táctica dilatoria de los Republicanos que buscaban un beneficio electoral paralizando a la administración, pero que al final les resultó contraproducente, cuando la cuestión presupuestal se destrabó, el Estado funcionó sin problema, mientras que el crédito fluyó y hubo dinero por todos lados, sin embargo, la economía norteamericana aún era muy sólida, no tenía todavía una competencia tan feroz con China ni con los demás "tigres asiáticos".
Pero hoy en día la situación es realmente preocupante y uno comprende la cara de Soetoro y de los demás políticos norteamericanos ante lo sucedido, porque a diferencia de los tiempos clintonianos no hay ni un ochavo en caja, y la cuestión del presupuesto va acompañada a que, en 7 días, se discuta nuevamente el elevar el techo máximo de endeudamiento de la república del norte, en este sentido, lo impulsado por los Republicanos y más por el Tea Party liderado ahora por un hispano, el legislador Ted Cruz (y luego los tachan de racistas) tiene que ver con una petición al gobierno de Obama de un uso responsable de los recursos y poner fin al brutal endeudamiento público de EUA (que, ciertamente, empezó con Bush Jr. para el financiamiento de las guerras), el Obamacare, pese a todas las buenas intenciones que pueda tener implica el uso de grandes cantidades que no existen en los activos del Gobierno Federal, prácticamente porque los mismos no existen, y para sustentarlo, habría que pedir dinero prestado, que es lo que ocurre, simplemente, el gobierno norteamericano tiene que solicitar empréstitos para tener con qué pagar los intereses de los créditos vencidos.
Y es que, pese a que los corifeos de Obama tanto en la prensa norteamericana como en el extranjero; --simplemente, en los medios mexicanos Soetoro cuenta con muchos seguidores que le tienen una inexplicable devoción, pese a las deportaciones masivas de mexicanos, la venta que hizo su gobierno de armas a carteles del Crimen Organizado en nuestro país, y su evidente desinterés por lo que ocurra al sur del Río Bravo-- la posición en contra de las reformas al sistema de salud estadounidense no carece de razones: por un lado, la incosteabilidad del proyecto y el que para financiarlo habría que aumentar todavía más el colosal endeudamiento público, la afectación a las pensiones de los jubilados y también el incremento en el costo de las primas de seguros y que parte del costo lo absorberían las empresas (al estilo mexicano, en que los patrones deben pagar una cuota para el sostenimiento del sistema de Seguridad Social) lo que ha provocado que muchas de tamaño mediano y pequeño, presionadas por la enorme montaña impositiva que ha representado la administración del afroamericano, además de los elevados costos de producción, han empezado a despedir personal en un momento en que el desempleo es ya enorme.
Pienso que mucho de la apuración de Obama por iniciar una operación militar contra Siria consistía en que, como un hombre desesperado que acepta volverse sicario para tener dinero con qué mantener a su familia, el mandatario de misteriosos orígenes aceptaba convertirse en el matón o brazo armado de los intereses de las monarquías peninsulares árabes en contra de Assad e Irán, a cambio, las cortes de Riyad, Dubai-Abú Dhabi, Doha y Al-Kuwait le iban a proporcionar financiamiento para realizar el ataque contra Damasco, pero sobre todo, para mantener viva a la administración y rescatar al Presidente que parece ha sido su más fiel aliado, sino hasta sirviente o infiltrado en la otrora Superpotencia. No hubo guerra, no hay dinero y sin éste, tampoco hay guerra, y lo curioso es que los recursos que quedan apenas bastan para pagar sueldos de los militares en activo... y ¿qué pasará cuando este magro ahorro se acabe? Ya trascendió que hubo cierta amenaza de la cúpula militar contra Obama de intervenir en Siria en apoyo de los antes enemigos de Al-Qaeda, y se demostró gran descontento entre las tropas por ello, ¿y si falta ahora el dinero? No cabe duda que Vladimir Putin volvió a demostrar su enorme astucia, al oponerse decididamente a la intervención norteamericana y gestionar una salida diplomática a la que no podía decir que no Washington, dañó gravemente a EUA, pues le eliminó un plan para obtener recursos rápidos de sus aliados. Internamente, los Republicanos aprovecharon esto y al oponerse al Presidente, y en especial al manejo que ha hecho de las finanzas públicas, pusieron en jaque a toda la administración y la han dejado empantanada, mostrando que el afroamericano y sus segundos, en especial el Vicepresidente Biden y el Secretario de Estado Kerry, carecen de toda habilidad para asegurar que la política fluya y han demostrado ser pésimos operadores, como en su momento lo fue Hillary Clinton: los fracasos, tanto al exterior (el descrédito de las Primaveras Arabes y el terrible caso de Benghazi, Libia,m y para colmo, la derrota diplomática ante Putin en Siria) como al interior se acumulan y el Gobierno Demócrata no parece tener la capacidad de romper el estancamiento.
El panorama es preocupante, es más que seguro que el cierre parcial del Gobierno continuará, y dentro de unos días, los Republicanos se opondrán ahora al aumento del techo de endeudamiento. ¿Qué sigue? Pues que el cierre del Gobierno irá aumentando conforme se vayan agotando las reservas de dinero. Hoy, se han mandado a su casa a cerca de 800,000 empleados públicos, los museos públicos han cerrado, lo mismo monumentos nacionales, al no poderse pagar los salarios de quienes se dedican a su custodia y mantenimiento, lo cual es además sumamente grave en un país que en su momento llegó a tener la economía más liberal y con la estructura estatal más reducida y que hoy, encuentra en el sector público a su principal empleador, lo cual además es una señal del crecimiento del gasto público y de la parálisis de la economía privada.
Así, el riesgo de impago de Estados Unidos de su deuda pública puede desembocar en una grave crisis económica mundial en que se caigan las piezas como fichas de dominó: para México, por ejemplo, la situación es seria al haber una gran interrelación entre la economía de ambos países norteamericanos, pero no solo ello, también habrá que ver qué sucederá con los principales acreedores o inversores en la economía norteamericana, incluyendo a China y a los países de la Unión Europea que también tienen nexos cercanos con EUA. Por ello, el derrumbe de la economía norteamericana provocaría una crisis económica mundial bastante dura, ahora bien, esto no quita que los rivales de Washington no estén dispuestos a sobrellevar un trago amargo en lo que se derrumba el coloso americano, o usar de pretexto precisamente la situación caótica que surja del desastre financiero para implementar medidas en la comunidad internacional que aseguren el fin del "patrón dólar" y el papel central de los mercados de Estados Unidos en la economía mundial, y así acabar definitivamente con la hegemonía norteamericana, sabiendo que la caída de su sistema económico le llevará a perder también su primacía en otros rubros, como el militar, insostebible al no tener ya recursos con qué mantenerlo. Si las potencias emergentes logran desbancar al dólar y sustituirlo por un esquema en que ellos se conviertan en el centro, eje y sostén de la economía mundial, devolverán la estabilidad a los mercados y habrán sustituido para siempre a EUA como el punto clave de las finanzas mundiales y hasta creado un nuevo sistema económico internacional de golpe.
Al interior, no cabe duda que la tensión crece cada vez más, y aunque algunos reportes que maneja RT Noticias (medio ligado a los intereses del Kremlin) son sin duda exagerados, ciertamente sí parece haber indicios de que las fuerzas de seguridad en nuestro vecino del norte se preparan para alguna especie de disturbios o conmociones ante una situación social que puede complicarse, hechos como el tiroteo hacia una mujer que rompió un cerco de seguridad, presuntamente una perturbada mental, o la autoinmolación de un hombre en el National Mall que recuerda al hecho que originó la rebelión tunecina contra Ben Alí, o incluso la búsqueda de once condados de separarse de Colorado y constituir un nuevo estado de la federación norteamericana, parecen ser indicativos de una situación que se tensiona cada vez más, aparte de la ya aparentemente insondable y ancha división entre Republicanos y Demócratas, nunca antes vista.
No nos queda más que observar y esperar. Estemos atentos, puede que vivamos un momento decisivo de la Historia.
Pero hoy en día la situación es realmente preocupante y uno comprende la cara de Soetoro y de los demás políticos norteamericanos ante lo sucedido, porque a diferencia de los tiempos clintonianos no hay ni un ochavo en caja, y la cuestión del presupuesto va acompañada a que, en 7 días, se discuta nuevamente el elevar el techo máximo de endeudamiento de la república del norte, en este sentido, lo impulsado por los Republicanos y más por el Tea Party liderado ahora por un hispano, el legislador Ted Cruz (y luego los tachan de racistas) tiene que ver con una petición al gobierno de Obama de un uso responsable de los recursos y poner fin al brutal endeudamiento público de EUA (que, ciertamente, empezó con Bush Jr. para el financiamiento de las guerras), el Obamacare, pese a todas las buenas intenciones que pueda tener implica el uso de grandes cantidades que no existen en los activos del Gobierno Federal, prácticamente porque los mismos no existen, y para sustentarlo, habría que pedir dinero prestado, que es lo que ocurre, simplemente, el gobierno norteamericano tiene que solicitar empréstitos para tener con qué pagar los intereses de los créditos vencidos.
Y es que, pese a que los corifeos de Obama tanto en la prensa norteamericana como en el extranjero; --simplemente, en los medios mexicanos Soetoro cuenta con muchos seguidores que le tienen una inexplicable devoción, pese a las deportaciones masivas de mexicanos, la venta que hizo su gobierno de armas a carteles del Crimen Organizado en nuestro país, y su evidente desinterés por lo que ocurra al sur del Río Bravo-- la posición en contra de las reformas al sistema de salud estadounidense no carece de razones: por un lado, la incosteabilidad del proyecto y el que para financiarlo habría que aumentar todavía más el colosal endeudamiento público, la afectación a las pensiones de los jubilados y también el incremento en el costo de las primas de seguros y que parte del costo lo absorberían las empresas (al estilo mexicano, en que los patrones deben pagar una cuota para el sostenimiento del sistema de Seguridad Social) lo que ha provocado que muchas de tamaño mediano y pequeño, presionadas por la enorme montaña impositiva que ha representado la administración del afroamericano, además de los elevados costos de producción, han empezado a despedir personal en un momento en que el desempleo es ya enorme.
Pienso que mucho de la apuración de Obama por iniciar una operación militar contra Siria consistía en que, como un hombre desesperado que acepta volverse sicario para tener dinero con qué mantener a su familia, el mandatario de misteriosos orígenes aceptaba convertirse en el matón o brazo armado de los intereses de las monarquías peninsulares árabes en contra de Assad e Irán, a cambio, las cortes de Riyad, Dubai-Abú Dhabi, Doha y Al-Kuwait le iban a proporcionar financiamiento para realizar el ataque contra Damasco, pero sobre todo, para mantener viva a la administración y rescatar al Presidente que parece ha sido su más fiel aliado, sino hasta sirviente o infiltrado en la otrora Superpotencia. No hubo guerra, no hay dinero y sin éste, tampoco hay guerra, y lo curioso es que los recursos que quedan apenas bastan para pagar sueldos de los militares en activo... y ¿qué pasará cuando este magro ahorro se acabe? Ya trascendió que hubo cierta amenaza de la cúpula militar contra Obama de intervenir en Siria en apoyo de los antes enemigos de Al-Qaeda, y se demostró gran descontento entre las tropas por ello, ¿y si falta ahora el dinero? No cabe duda que Vladimir Putin volvió a demostrar su enorme astucia, al oponerse decididamente a la intervención norteamericana y gestionar una salida diplomática a la que no podía decir que no Washington, dañó gravemente a EUA, pues le eliminó un plan para obtener recursos rápidos de sus aliados. Internamente, los Republicanos aprovecharon esto y al oponerse al Presidente, y en especial al manejo que ha hecho de las finanzas públicas, pusieron en jaque a toda la administración y la han dejado empantanada, mostrando que el afroamericano y sus segundos, en especial el Vicepresidente Biden y el Secretario de Estado Kerry, carecen de toda habilidad para asegurar que la política fluya y han demostrado ser pésimos operadores, como en su momento lo fue Hillary Clinton: los fracasos, tanto al exterior (el descrédito de las Primaveras Arabes y el terrible caso de Benghazi, Libia,m y para colmo, la derrota diplomática ante Putin en Siria) como al interior se acumulan y el Gobierno Demócrata no parece tener la capacidad de romper el estancamiento.
El panorama es preocupante, es más que seguro que el cierre parcial del Gobierno continuará, y dentro de unos días, los Republicanos se opondrán ahora al aumento del techo de endeudamiento. ¿Qué sigue? Pues que el cierre del Gobierno irá aumentando conforme se vayan agotando las reservas de dinero. Hoy, se han mandado a su casa a cerca de 800,000 empleados públicos, los museos públicos han cerrado, lo mismo monumentos nacionales, al no poderse pagar los salarios de quienes se dedican a su custodia y mantenimiento, lo cual es además sumamente grave en un país que en su momento llegó a tener la economía más liberal y con la estructura estatal más reducida y que hoy, encuentra en el sector público a su principal empleador, lo cual además es una señal del crecimiento del gasto público y de la parálisis de la economía privada.
Así, el riesgo de impago de Estados Unidos de su deuda pública puede desembocar en una grave crisis económica mundial en que se caigan las piezas como fichas de dominó: para México, por ejemplo, la situación es seria al haber una gran interrelación entre la economía de ambos países norteamericanos, pero no solo ello, también habrá que ver qué sucederá con los principales acreedores o inversores en la economía norteamericana, incluyendo a China y a los países de la Unión Europea que también tienen nexos cercanos con EUA. Por ello, el derrumbe de la economía norteamericana provocaría una crisis económica mundial bastante dura, ahora bien, esto no quita que los rivales de Washington no estén dispuestos a sobrellevar un trago amargo en lo que se derrumba el coloso americano, o usar de pretexto precisamente la situación caótica que surja del desastre financiero para implementar medidas en la comunidad internacional que aseguren el fin del "patrón dólar" y el papel central de los mercados de Estados Unidos en la economía mundial, y así acabar definitivamente con la hegemonía norteamericana, sabiendo que la caída de su sistema económico le llevará a perder también su primacía en otros rubros, como el militar, insostebible al no tener ya recursos con qué mantenerlo. Si las potencias emergentes logran desbancar al dólar y sustituirlo por un esquema en que ellos se conviertan en el centro, eje y sostén de la economía mundial, devolverán la estabilidad a los mercados y habrán sustituido para siempre a EUA como el punto clave de las finanzas mundiales y hasta creado un nuevo sistema económico internacional de golpe.
Al interior, no cabe duda que la tensión crece cada vez más, y aunque algunos reportes que maneja RT Noticias (medio ligado a los intereses del Kremlin) son sin duda exagerados, ciertamente sí parece haber indicios de que las fuerzas de seguridad en nuestro vecino del norte se preparan para alguna especie de disturbios o conmociones ante una situación social que puede complicarse, hechos como el tiroteo hacia una mujer que rompió un cerco de seguridad, presuntamente una perturbada mental, o la autoinmolación de un hombre en el National Mall que recuerda al hecho que originó la rebelión tunecina contra Ben Alí, o incluso la búsqueda de once condados de separarse de Colorado y constituir un nuevo estado de la federación norteamericana, parecen ser indicativos de una situación que se tensiona cada vez más, aparte de la ya aparentemente insondable y ancha división entre Republicanos y Demócratas, nunca antes vista.
No nos queda más que observar y esperar. Estemos atentos, puede que vivamos un momento decisivo de la Historia.
2 comentarios:
Aquí si difiero. El gobierno en EUA está detenido porque Boehner, que representa a una fracción del Partido Republicano, quiere volver a negociar el programa de Obamacare, y como medio de presión, no ha asignado el presupuesto que ya está autorizado. Por eso está ¨cerrado¨ el gobierno -federal-. Desafortunadamente para los republicanos, la ley ya fue ratificada por las dos cámaras y declarada constitucional por la Suprema Corte. Estoy de acuerdo con Obama, no se puedo negociar de esta manera.
Del impago, lo que dicen que puede pasar es que Obama va a pagar -porque técnicamente puede- a pesar de correr el riesgo de algún ¨impeachment¨. Si llega a pasar eso, va a quedar como héroe; pero lo más probable es que no, porque no van a reunir los votos para juzgarlo ante las cámaras. De cualquier manera, los republicanos -y Boehner- ya dijeron que no van a dejar que haya impago.
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