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28 de marzo de 2012

MATANZAS: DE AFGANISTAN A TOULOUSE



Tras haber dedicado los anteriores dos posts a la visita de quien nos vino a hablar de cosas santas, es hora de hablar de cosas que no lo son nada.

La semana pasada, Francia fue conmovida por la muerte de tres niños y un adulto en un colegio judío de la ciudad de Toulouse, al principio, se difundió que el autor del atentado había sido alguien vinculado a la ultraderecha, al nacionalismo exacerbado tipo el multihomicida noruego Anders Berwick que el año pasado con la masacre de militantes de Izquierda en Oslo, todos compatriotas suyos, de sangre escandinava, pretendió protestar contra la entrada de inmigrantes, fundamentalmente de Medio Oriente en la otrora orgullosa patria de los rubios Vikingos.

El achacar la matanza a ultranacionalistas no era difícil, en la Francia cada vez más multiétnica, donde los elementos latinos tienen una baja natalidad y se ha abierto a la inmigración desde mediados del siglo XX con la Independencia de Argelia, volviendose la oportunidad para que muchos magrebíes y africanos, tras las independencias y el fin del Imperio Francés, ha surgido un movimiento que busca de alguna manera "recuperar" Francia para los Franceses, este pueblo latino surgido de la fusión entre Galorromanos y las tribus germánicas de los Francos y los Burgundios (en Borgoña) y que se labró una historia, junto a Italianos, Alemanes, Españoles y Británicos como constructores de lo que hoy es Europa, muchas veces, tomando un rol central en ello. Actualmente, ese movimiento ha tomado apoyo electoral a través del Frente Nacional, partido político que cuenta cada vez con mayores simpatías populares y ha sido liderado por Jean Marie Le Pen y su hija y actual candidata a la Presidencia de la República: Marine Le Pen.

Sin embargo, resultó extraño que en vez de dirigirse el ataque contra los inmigrantes se haya hecho contra Judíos, mismos que tienen en Francia hondo araigo desde tiempos medievales, sino es que desde antes, cuando la Provincia Romana de Galia recibió un enorme número de Israelitas que huían de la destrucción de Jerusalén en el año 70 d.C., ese movimeinto migratorio sirvió en mucho para la difusión del Cristianismo en el Imperio Romano Occidental. Ciertamente, el país del gallo ha sido escenario de casos terribles de persecuciones contra los judíos--prefiero no hablar de "antisemitismo", resulta totalmente una incorrección hablar de que los árabes son antisemitas, cuando la mayoría de los pueblos de Medio Oriente, de lengua árabe, como los Egipcios, Iraquíes, Sirios o Jordanos son de raza semita igual que los judíos y el árabe mismo es una lengua semita que comparte un mismo tronco con el hebreo-- como el famoso caso Dreyfuss, mismo que fue detonante para el inicio del movimiento sionista internacional, o la cobarde entrega de prisioneros judíos a los alemanes nazis por el Régimen de Vichy del Mariscal Pétain durante la II Guerra Mundial, ambos hechos provocaron que la población judía abortara un muy avanzado proceso de integración con el resto de los Franceses y que, salvo excepciones, adoptaran una mentalidad nacionalista judía. Recientemente, para algunos, como el jurista mexicano Alfredo Trujillo Betanzos ha encontrado una gran similitud entre la verdadera cacería desatada contra Dominique Strauss-Kahn (representante de la población judía secularizada y asimilada completamente a la identidad francesa) y sus presuntos escándalos sexuales, y lo ocurrido hace poco más de 100 años con el capitán Alfred Dreyfuss.

Poco después, sin embargo, y quizá provocando un mayor espanto, se confirmó que el atentado no lo perpetró ningún nacionalista francés, sino un joven musulmán, nacido en Francia pero de origen argelino, y que aducía ser elemento de Al Qaeda destacado en el país europeo.

Mohamhed Merah, a quien vemos en el video que inicia esta entrada, señaló que condujo los ataques en contra de los niños judíos en respuesta a una masacre ocurrida días antes, en Afganistán,, donde un soldado norteamericano, sufriendo de Síndrome de Estress Postraumático, ante una guerra que se está revelando como más larga, estéril y ominosa para EUA que Vietnam,  cayó en un estado de desesperación y paranoia, si bien impulsado por la soberbia del conquistador y ocupante, amenazado por un entorno hostil, lejos de ser como el dibujado por las series de TV en que los afganos agradecidos expresan su estima a los humanitarios militares norteamericanos que sólo se dedican a construir escuelas, que le hizo abrir fuego, entrando a las casas, en contra de 17 afganos, 3 de ellos menores de edad, ahora, el militar, antes considerado un soldado modelo y condecorado por su valor, se encuentra esperando la corte marcial que le puede condenar a muerte por evidente crimen de lesa humanidad, sacrificado a fin de mantener la imagen de su país como paladín de la Libertad y los derechos humanos, mientras los líderes, los que le enviaron a Afganistán a matar o a morir y a trastonarse la mente en la horrible dimensión de la guerra, ellos, los verdaderos criminales, siguen libres e impunes.

No es de extrañarse además, que Merah haya sido parte de toda una serie de operaciones terroristas planeadas en contra de Francia desde tiempo atrás, Al Qaeda, (la pertenencia de Merah a esta organización es innegable, pues realizó diversas visitas a la frontera Afgano-pakistaní, sede de su centro de poder) con o sin Bin Laden ha señalado a la antigua Galia como posible blanco, ante la presencia de tropas francesas en Afganistán como parte de la misión de la OTAN, aunque bajo la Presidencia de Jacques Chirac, se manifestó en contra de la aventura militar de Bush en Irak, junto a Alemania y a Rusia. Hoy, sin embargo, bajo el mandato de Nicolás Sarkozy, Francia se ha alineado con el Estados Unidos de Obama, y eso ha propiciado que se haya puesto en la mira de los terroristas islámicos, que, por otro lado, no tienen difícil el entrar a ese país, puesto que se pueden confundir entre la creciente población musulmana en el mismo.

Y es que este acontecimeinto puso de relieve el problema que los Le Pen han señalado, a veces en forma directa y franca, a veces, pasándose al extremo y con lamentable odio o prejuicio verdadero: ¿qué tan posible será integrar a la sociedad francesa a los inmigrantes? ¿qué tan posible será convertir en europeos a quienes no lo son de origen y poseen una civilización o cultura propia impermeable a la europización? Ya en el pasado, algo que olvidan los partidarios de la "Alianza de Civilizaciones", el Islam dominó partes de Europa: el sur de España del 711 a 1492 y los Balcanes de 1453 a 1870 y núnca logró ser parte del Viejo Mundo; incluso, aunque el Imperio Otomano fue llamado con burla, en el siglo XIX: "el hombre enfermo de Europa", quedaba claro que se trataba de una potencia asiática, cuyos dominios europeos eran producto de una intrusión anómala y violenta, como lo fue la invasión de Grecia por los ejércitos de Jerjes en la antigüedad y que no convirtió al Imperio Persa en Europa, como lo prueba el actual Irán, recordemos que "Europa" más que una realidad geográfica, es un concepto cultural.

También esto muestra la honda división interna entre los musulmanes franceses, que algunos autores califican de "guerra civil fría" al encontrarse enfrentados aquellos que han optado por fortalecer sus creencias religiosas, sus normas de conducta, y en definitiva, toda su cultura islámica proveniente del Medio Oriente y Norte de Africa en oposición a un país occidental secularizado, hedonista y materialista que les pide abandonen su forma de vida tradicional, y un sector, también grande, de musulmanes que deciden adaptarse al modo de vida occidental y diluir, un tanto, su identidad para confundirse e integrarse en el proyecto de una "Francia mestiza", como hace poco tanto Sarkozy en su búsqueda de la reelección, como el candidato socialista Francoise Hollande, lo proclamaron en sus campañas, días antes de que ocurriesen los lamentables hechos en Toulouse.

Y ¿porqué el blanco fueron Judíos? Porque el Estado de Israel es el punto que inició el renacimiento islámico; sin la fundación forzada del Estado Judío, el Islam, hoy día se estaría diluyendo, y lo iniciado por Atatürk en Turquía, que luego tuvo réplicas con Nasser en Egipto o Saddam Hussein en Irak y el propio Gaddafi en Libia, habría triunfado y se habría logrado "occidentalizar" o hacer más liberal al Islam en una gran parte; sin embargo, el Estado Judío, el desplazamiento de los Palestinos y el patrocinio constante y descarado de Occidente al experimento, desde 1948 ha servido para que los pueblos musulmanes se hayan unido en contra de lo que consideraron, fue una intrusión en beneficio de intereses ajenos a los propios en sus tierras, de hecho, la postura sobre los Judíos entre los Musulmanes no es tanto de racismo y deseos de exterminio total, ni lo puede ser, ya que islámicos e israelitas se conciben como pueblos hermanos que parten del patriarca Abraham, y tuvieron una larga historia en que los primeros convivieron, protegieron y dieron amplísimas libertades a los segundos: ahí están los casos del Califato de Córdoba y el de cómo muchos de los judíos expulsados de España fueron recibidos en el Imperio Otomano a fines del siglo XV, en ambos Estados musulmanes, los Judíos llegaron incluso a desempeñar altos cargos gubernamentales. Simplemente, lo que quieren es suprimir al Estado de Israel y devolver los territorios a los Palestinos, considerando, no sin razón, que Israel es un problema occidental y la certificación del fracaso de las sociedades europeas en la integración de los Judíos a ellas. En pocas palabras, consideran que Israel es un ghetto gigante, señalando que los Judíos inmigrados a ese territorio deberían, ahora sí, integrarse a Europa.

Esta postura, que correctamente sería "anti-sionismo", es incluso compartida por algunos Judíos, además del lingüista Noam Chomsky, o a Yakov Rabkin, y su libro "Contra el Estado de Israel", que señalan que el Judaísmo debe ser concebida actualmente más como una religión que como una raza o identidad nacional propia, excluyente y que, a través del Estado de Israel, ha mostrado ser bastante agresivo y fanático, justo como aquello de lo que huían en Europa, particularmente, el Nazismo.

Gracias al Estado de Israel, los musulmanes han tenido un enemigo común: los nacionalismos laicos en Egipto, Irak, Libia o Siria se alejaron de Occidente, con quien hubieran podido tener apoyo y entendimiento, se confrontaron con EUA y se condenaron a derrumbarse, debatiéndose entre el nacionalismo propio de sus países y la identidad común árabe e islámica. Ahora, ese desplome ha ocurrido efectivamente y la "Primavera Arabe" lanza sombras oscuras tanto sobre Israel como sobre un Occidente que no sabe qué hacer ni cómo enfrentar a un Islam radicalizado y resurgente.

En resumidas cuentas, este hecho muestra la realidad de las teorías de Huntington del Choque de Civilizaciones, la complejidad de estos conflictos son sin duda, los síntomas de los dolores del parto de un mundo nuevo, en el que el balance de poder será muy diferente al que hemos conocido.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Agradezco la referencia que haces a mi artículo y me parecen muy interesantes las ideas que has expuesto

saludos

ALFREDO TRUJILLO

YORCH dijo...

No hay de qué Lic. Trujillo, al contrario, es un honor para mí que haya leído mi blog, por cierto que yo también soy barrista y leí su excelente artículo en la revista de nuestro colegio profesional. Muchos saludos!!