Acabo de enterarme vía Twitter (son las 11:30 am del viernes cuando comienzo a escribir) de la renuncia de Hsni Mubarak a la Presidencia de la República Arabe de Egipto, (Al-Jhamariya Al-Arabiya Al-Mizriya) tal es el nombre oficial actual de la Nación más antigua del mundo que adoptó desde la proclamación de la República en 1952 de la mano de la Liga de Oficiales Libres, después Partido Unión Arabe Socialista y hoy Partido Nacional Democrático; brazo político de las fuerzas armadas egipcias.
Es un día de regocijo para los egipcios que saludan la liberación tras los 30 años del yugo impuesto por Mubarak al país del Nilo. Vuelvo a insistir, Don Hosni nunca fue un tirano sanguinario que se sostuvo en el poder a través de la violencia como un Saddam Hussein, Stalin, Fulgencio Batista, los Somoza o un Hitler entre tanto monstruo que ha gobernado y esquilmado pueblos a lo largo de los siglos; se trató más bien de un hombre bueno en origen con un innegable talento diplomático y político para sortear los difíciles acontecimientos de una de las zonas más calientes del planeta con habilidad y oficio, buscando ser un balance entre el Mundo Musulmán y ese extraño incrustado en la región que es el Estado de Israel en una suerte de equilibrista y que por ello fue apoyado para mantenerse en el Gobierno de Egipto tanto por Judíos como por Norteamericanos durante 30 años, donde el ex-piloto de caza se apoltronó y dedicado más a su papel de árbitro y mediador de las tensiones, olvidó que su tarea principal era para con su pueblo, al que dejó abandonado en el atraso y el subdesarrollo.
Ahora, el mundo se pregunta ¿Y ahora, qué? En términos de respeto a la Soberanía Popular, los acontecimientos de la Plaza Tahrir y el derrocamiento de Mubarak son dignos de celebrarse y uno esperaría que algo similar ocurriera en la vecina Libia, donde un criminal como el extravagante Gaddaffi ya suma más de cuarenta años en el poder, o en Cuba, donde los hermanos Castro llevan 50 años de "Robolución" o que el pueblo venezolano hiciese lo mismo contra Chávez, e incluso que aquí en México el Pueblo derrocase, no solamente al espantoso gobierno panista de 10 años de desastres, sino a toda la clase política formada por partidos políticos que en realidad son bandas de ladrones y todo su "establishment" de delincuentes en los medios de comunicación, sindicatos y demás conexos. Cuando un sistema político ha dejado de responder a los intereses del Pueblo, éste puede cambiarlo por otro, tal y como lo planteó hace casi 800 años Santo Tomás de Aquino, origen de la Teoría de la Soberanía del Pueblo y lo refrendaron los Iluministas franceses en el siglo XVIII como Rousseau o Montesquieu, y lo aplicaron Jefferson y los demás próceres de la Independencia Norteamericana (con todo y sus hipocresías y dobles discursos).
Sin embargo, creo que resulta muy peligroso para los intereses norteamericanos e israelíes que efectivamente el movimiento popular se haga con el poder: las fuerzas que lideraron el alzamiento son ambas antiamericanas y antiisraelíes: de un lado, la Hermandad Musulmana, el partido fundamentalista islámico más antiguo de todo el Medio Oriente y que cuenta con una enorme y poderosa base social en el país del Nilo, evidentemente no quiere que Egipto siga siendo un garante de los intereses norteamericanos y quiere apoyar la causa de los vecinos Palestinos contra los Judíos, abiertamente hablando de revisar el tratado de Campo david firmado por Sadat, además, sus nexos con Al-Qaeda están por verse, cuando recordamos que el Dr. Aymán Al-Zawahiri, segundo al mando de dicha organización, empezó como activista de la Hermandad en su natal Egipto. Por el otro lado, tenemos a los laicos nacionalistas civiles, que tienen como cabeza visible a Mohamhed El-Baradei, quien por supuesto, se ganó la enemistad de Washington al haber sido quien más fuertemente denunció, en su calidad de Secretario General de la Agencia Internacional de Energía Atómica, a las mentiras de Bush sobre las armas de destrucción masiva supuestamente poseídas por Irak para justificar la invasión, y después destacó por su defensa y minimización del programa nuclear de Irán. En sus declaraciones durante los pasados 18 días de disturbios, Baradei llamó a EUA a sacar las manos del país y de la región.
No es de extrañarse que quien más ha festinado la caída de Mubarak haya sido Mahmoud Ahmadinejhad, el astuto Presidente de Irán, pues el evento coincide con el aniversario de la Revolución que en 1979 derrocó al Sha Mohamhed Reza Phalevi e instauró la República Islámica, lo que a algunos les hace sospechar si Irán estaría detrás del movimiento, incluso se habla de China, que últimamente ha estado muy interesada en intervenir en Africa.
Así que en mi opinión, creo que les van a dar atole con el dedo a los egipcios. La salida de Mubarak sin duda estuvo concertada, como y es una repetición de lo mismo de siempre: la República fue instaurada por los militares, los 4 presidentes: Naguib, Nasser, Sadat y Mubarak han sido militares, y el último acto de Don Hosni fue cederle el mando al Consejo de las Fuerzas Armadas integrado por el propio General Omar Suleiman, su ex-vicepresidente, y antiguo Jefe de los Servicios de Inteligencia, el Mariscal Hussein Tantawi, el Teniente General Sami Hafez Hanan, Jefe de Estado Mayor, el Comandante de la Fuerza Aérea: Reda Mahmoud Hafez Mohamhed, el de la Marina: Mohab Mohamhed Hussein Mamish y el Comandante de la Defensa Antiaérea: Abdel Aziz Seif Eldeen; si vemos los perfiles de todos ellos, veremos que se encuentran todo conectados a intereses foráneos, principalmente de EUA y Occidente, según lo publica Al-Jazeera. Recordemos que el ejército egipcio recibe al año 1,300 millones de dólares de lo que no es más que un soborno para garantizar la seguridad de Israel y el mantenimiento del tratado de 1979.
Es seguro que no se podrá mantener el régimen "nasserista" de un Presidente omnipotente y vitalicio, pero seguramente el plan es establecer un régimen de "Democracia controlada" al estilo de la que funcionó en Turquía tras la muerte de Atatürk y hasta la llegada de Erdogan y su Partido de la Justicia: laicidad, sistema de partidos y política pro-occidental garantizadas por la fuerza del ejército, única institución fuerte y autónoma en el Estado y que en Egipto es la única que queda... a los norteamericanos les funcionó de maravilla en el caso de la nación otomana, hasta que se instauró la verdadera Democracia y los islamistas llegaron al poder, apoyados por la gran mayoría del electorado y ahora, han eliminado la fortaleza de las fuerzas armadas y asegurado el control del Estado, precisamente gracias a una auténtica democratización. Es lógico: los intentos por establecer regímenes occidentalizados en el mundo islámico, dese Atatürk a Saddam Hussein y de éste a Nasser han desembocado siempre en dictaduras en que, con calzador han intentado transformar a sus pueblos en copias malas de Occidente; siempre que los pueblos islámicos se han levantado a favor de la Democracia, esto va hacia la recuperación de sus raíces y su forma de ser, desde Mossadegh y el Ayyatola Khomeini en Irán hasta Erdogan en Turquía.
En Egipto puede pasar algo parecido, y de hecho parece que entre los organizadores de la protesta, entre los manifestantes y sobre todo en la Hermandad Musulmana está cundiendo la idea de que las cosas cambiaron para que todo siga igual: el ejército ha sido el que ha ejercido el poder desde 1952 y lo seguirá haciendo a fin de garantizar que el país del Nilo no se vuelva en contra de EUA e Israel y sus intereses en la región... pero la pregunta es: ¿Podrán mantener ese tinglado por mucho tiempo? No lo creo; de hecho, el tratar de mantener las cosas de esta forma y no dejar que los egipcios espontáneamente constituyan un nuevo régimen, aún islámico al estilo Irán será agravar las cosas y permitir la radicalización del movimiento tanto en su vertiente religiosa como en la nacionalista y ahora sí, provocar una Guerra Civil o un incendio que trascienda las fronteras egipcias; el abrir a que la Hermandad Musulmana participe en el proceso puede hacer que este movimiento se vea obligado a moderarse y a negociar con otras fuerzas y con el exterior.
Pero el incendio ya se está extendiendo: Argelia, país con un régimen supuestamente en proceso de democratización y pro-occidental está sufriendo ya disturbios. En 1996, los islamistas radicales habían ganado las elecciones, pero las presiones norteamericanas y europeas llevaron a la nulidad de los comicios y la ilegalización de los partidos islamistas; hoy, quizá han vuelto por sus fueros inspirados por el ejemplo egipcio. En Jordania, donde Abdallá II y la glamourosa Rania gobiernan bajo la tutela e influencia estadounidenses están sometidos a una cada vez mayor presión de los líderes tribales y los radicales, lo que aumenta el nerviosismo de los Israelíes; irónicamente, aquellos regímenes dictatoriales o absolutistas como el Saudita, el de Emiratos o de Qatar (que a través de Al Jazeera fomentó mucho el movimiento en Egipto) o el de Gaddafi en Libia que han logrado independizarse un tanto de la influencia norteamericana, que apoyan a los Palestinos y practican un Islam conservador y fundamentalista, se encuentran libres de disturbios.
A todo esto, EUA luce debilitado en la región, su influencia se tambalea. La actuación de Obama ha sido titubeante e indecisa, sería bueno saber cómo respondería ante un resurgimiento islámico en forma en toda la región. Las cosas, sin duda, están muy interesantes y preocupantes, veamos que pasa.
Para finalizar un recuerdo de los 80, la canción "Walk Like an Egyptian" de las Bangles, grupo de rock femenino bastante famoso en esa época de mi niñez (aún hoy siguen en activo y aunque ya cincuenteando, lucen despampanantes) con un tema que hoy podría ser un himno revolucionario, ¿no creen?
Ahora, el mundo se pregunta ¿Y ahora, qué? En términos de respeto a la Soberanía Popular, los acontecimientos de la Plaza Tahrir y el derrocamiento de Mubarak son dignos de celebrarse y uno esperaría que algo similar ocurriera en la vecina Libia, donde un criminal como el extravagante Gaddaffi ya suma más de cuarenta años en el poder, o en Cuba, donde los hermanos Castro llevan 50 años de "Robolución" o que el pueblo venezolano hiciese lo mismo contra Chávez, e incluso que aquí en México el Pueblo derrocase, no solamente al espantoso gobierno panista de 10 años de desastres, sino a toda la clase política formada por partidos políticos que en realidad son bandas de ladrones y todo su "establishment" de delincuentes en los medios de comunicación, sindicatos y demás conexos. Cuando un sistema político ha dejado de responder a los intereses del Pueblo, éste puede cambiarlo por otro, tal y como lo planteó hace casi 800 años Santo Tomás de Aquino, origen de la Teoría de la Soberanía del Pueblo y lo refrendaron los Iluministas franceses en el siglo XVIII como Rousseau o Montesquieu, y lo aplicaron Jefferson y los demás próceres de la Independencia Norteamericana (con todo y sus hipocresías y dobles discursos).
Sin embargo, creo que resulta muy peligroso para los intereses norteamericanos e israelíes que efectivamente el movimiento popular se haga con el poder: las fuerzas que lideraron el alzamiento son ambas antiamericanas y antiisraelíes: de un lado, la Hermandad Musulmana, el partido fundamentalista islámico más antiguo de todo el Medio Oriente y que cuenta con una enorme y poderosa base social en el país del Nilo, evidentemente no quiere que Egipto siga siendo un garante de los intereses norteamericanos y quiere apoyar la causa de los vecinos Palestinos contra los Judíos, abiertamente hablando de revisar el tratado de Campo david firmado por Sadat, además, sus nexos con Al-Qaeda están por verse, cuando recordamos que el Dr. Aymán Al-Zawahiri, segundo al mando de dicha organización, empezó como activista de la Hermandad en su natal Egipto. Por el otro lado, tenemos a los laicos nacionalistas civiles, que tienen como cabeza visible a Mohamhed El-Baradei, quien por supuesto, se ganó la enemistad de Washington al haber sido quien más fuertemente denunció, en su calidad de Secretario General de la Agencia Internacional de Energía Atómica, a las mentiras de Bush sobre las armas de destrucción masiva supuestamente poseídas por Irak para justificar la invasión, y después destacó por su defensa y minimización del programa nuclear de Irán. En sus declaraciones durante los pasados 18 días de disturbios, Baradei llamó a EUA a sacar las manos del país y de la región.
No es de extrañarse que quien más ha festinado la caída de Mubarak haya sido Mahmoud Ahmadinejhad, el astuto Presidente de Irán, pues el evento coincide con el aniversario de la Revolución que en 1979 derrocó al Sha Mohamhed Reza Phalevi e instauró la República Islámica, lo que a algunos les hace sospechar si Irán estaría detrás del movimiento, incluso se habla de China, que últimamente ha estado muy interesada en intervenir en Africa.
Así que en mi opinión, creo que les van a dar atole con el dedo a los egipcios. La salida de Mubarak sin duda estuvo concertada, como y es una repetición de lo mismo de siempre: la República fue instaurada por los militares, los 4 presidentes: Naguib, Nasser, Sadat y Mubarak han sido militares, y el último acto de Don Hosni fue cederle el mando al Consejo de las Fuerzas Armadas integrado por el propio General Omar Suleiman, su ex-vicepresidente, y antiguo Jefe de los Servicios de Inteligencia, el Mariscal Hussein Tantawi, el Teniente General Sami Hafez Hanan, Jefe de Estado Mayor, el Comandante de la Fuerza Aérea: Reda Mahmoud Hafez Mohamhed, el de la Marina: Mohab Mohamhed Hussein Mamish y el Comandante de la Defensa Antiaérea: Abdel Aziz Seif Eldeen; si vemos los perfiles de todos ellos, veremos que se encuentran todo conectados a intereses foráneos, principalmente de EUA y Occidente, según lo publica Al-Jazeera. Recordemos que el ejército egipcio recibe al año 1,300 millones de dólares de lo que no es más que un soborno para garantizar la seguridad de Israel y el mantenimiento del tratado de 1979.
Es seguro que no se podrá mantener el régimen "nasserista" de un Presidente omnipotente y vitalicio, pero seguramente el plan es establecer un régimen de "Democracia controlada" al estilo de la que funcionó en Turquía tras la muerte de Atatürk y hasta la llegada de Erdogan y su Partido de la Justicia: laicidad, sistema de partidos y política pro-occidental garantizadas por la fuerza del ejército, única institución fuerte y autónoma en el Estado y que en Egipto es la única que queda... a los norteamericanos les funcionó de maravilla en el caso de la nación otomana, hasta que se instauró la verdadera Democracia y los islamistas llegaron al poder, apoyados por la gran mayoría del electorado y ahora, han eliminado la fortaleza de las fuerzas armadas y asegurado el control del Estado, precisamente gracias a una auténtica democratización. Es lógico: los intentos por establecer regímenes occidentalizados en el mundo islámico, dese Atatürk a Saddam Hussein y de éste a Nasser han desembocado siempre en dictaduras en que, con calzador han intentado transformar a sus pueblos en copias malas de Occidente; siempre que los pueblos islámicos se han levantado a favor de la Democracia, esto va hacia la recuperación de sus raíces y su forma de ser, desde Mossadegh y el Ayyatola Khomeini en Irán hasta Erdogan en Turquía.
En Egipto puede pasar algo parecido, y de hecho parece que entre los organizadores de la protesta, entre los manifestantes y sobre todo en la Hermandad Musulmana está cundiendo la idea de que las cosas cambiaron para que todo siga igual: el ejército ha sido el que ha ejercido el poder desde 1952 y lo seguirá haciendo a fin de garantizar que el país del Nilo no se vuelva en contra de EUA e Israel y sus intereses en la región... pero la pregunta es: ¿Podrán mantener ese tinglado por mucho tiempo? No lo creo; de hecho, el tratar de mantener las cosas de esta forma y no dejar que los egipcios espontáneamente constituyan un nuevo régimen, aún islámico al estilo Irán será agravar las cosas y permitir la radicalización del movimiento tanto en su vertiente religiosa como en la nacionalista y ahora sí, provocar una Guerra Civil o un incendio que trascienda las fronteras egipcias; el abrir a que la Hermandad Musulmana participe en el proceso puede hacer que este movimiento se vea obligado a moderarse y a negociar con otras fuerzas y con el exterior.
Pero el incendio ya se está extendiendo: Argelia, país con un régimen supuestamente en proceso de democratización y pro-occidental está sufriendo ya disturbios. En 1996, los islamistas radicales habían ganado las elecciones, pero las presiones norteamericanas y europeas llevaron a la nulidad de los comicios y la ilegalización de los partidos islamistas; hoy, quizá han vuelto por sus fueros inspirados por el ejemplo egipcio. En Jordania, donde Abdallá II y la glamourosa Rania gobiernan bajo la tutela e influencia estadounidenses están sometidos a una cada vez mayor presión de los líderes tribales y los radicales, lo que aumenta el nerviosismo de los Israelíes; irónicamente, aquellos regímenes dictatoriales o absolutistas como el Saudita, el de Emiratos o de Qatar (que a través de Al Jazeera fomentó mucho el movimiento en Egipto) o el de Gaddafi en Libia que han logrado independizarse un tanto de la influencia norteamericana, que apoyan a los Palestinos y practican un Islam conservador y fundamentalista, se encuentran libres de disturbios.
A todo esto, EUA luce debilitado en la región, su influencia se tambalea. La actuación de Obama ha sido titubeante e indecisa, sería bueno saber cómo respondería ante un resurgimiento islámico en forma en toda la región. Las cosas, sin duda, están muy interesantes y preocupantes, veamos que pasa.
Para finalizar un recuerdo de los 80, la canción "Walk Like an Egyptian" de las Bangles, grupo de rock femenino bastante famoso en esa época de mi niñez (aún hoy siguen en activo y aunque ya cincuenteando, lucen despampanantes) con un tema que hoy podría ser un himno revolucionario, ¿no creen?
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