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10 de enero de 2010

POTENCIAS EMERGENTES: EL ISLAM (II) AUGE, CAIDA Y RESURGIMIENTO



Mediante un enlace que puse a la entrada anterior en Facebook, una lectora que ha viajado por países islámicos me recordó que hay algunos puntos muy muy importantes sobre el Islam, que aparte, vienen inspirados en su experiencia personal, he aquí una transcripción de su mensaje:



"El islám es una religión que se basa en la paz interna, y en el agrado de las acciones propias hacia Allah, es decir hacer el bien y como dirían las mamás: portarse bien. El rechazo hacia occidente recae en la decadencia en la que se vive (en pocas palabras: sexo, drogas y rock & roll, y no nos olvidemos del alcohol). Practicas que el islam limita o prohibe, y al ver la influencia que occidente tiene actualmente en las practicas de los jóvenes, su rechazo aumenta.
Quizá pienses que es una razón un poco tonta, pero no sé si habrás tenido la oportunidad de conocer a algún musulmán o visitar un país musulmán (y añado: no todos los árabes son musulmanes, ni todos los musulmanes son árabes, por ejemplo Pakistán es un país musulmán pero no árabe) para darte una mejor idea de como viven y sobre todo como piensan.
El rechazo hacia Occidente se basa en el estilo de vida mayormente, aunque la contradicción es que en países como Qatar, EUA, tiene una de las más grandes bases militares del Medio Oriente (cuando Qatar es un país ultraconservador), así que en resumidas cuentas se trata de dos cosas: sumisión y poderío económico por parte de EUA hacia quien se deje.
El islam es una práctica muy demandante, pero aún así es una práctica muy pacifica, Al Qaeda y el Taliban no pueden llamarse Musulmanes ya que en el Islam está prohibido atentar con otras vidas, así ue realmente la concepción del Islam que se nos ha vendido es totalmente incorrecta, o al menos imprecisa e incompleta."

Muy de acuerdo con lo señalado por esta lectora, que nos recuerda algunas cuestiones: el Islam tiene un mensaje fundamentalmente de paz, alguna sura o versículo del Corán señala que quien mata a una persona elimina a toda la humanidad, sin embargo, al igual que como ha ocurrido con el Cristianismo, que luego sirvió, por ejemplo, a los reyes de España para justificar la conquista de América, (finalmente, fue un factor ideológico en aquella epopeya) o que la revolución socialista para liberar a los proletarios sirvió para impulsar y justificar las conquistas de Stalin y su cruel dominación sobre Europa del este, y finalmente la expansión de la Democracia y la Libertad ha servido de maravilla para justificar el proyecto imperial norteamericano, así, desde los Omeyas y Abasidas, el Islam se convirtió en una potencia conquistadora, en parte, la influencia recibida de la ideología persa y mesopotámica, centrada en la concepción del gobernante como un representante de la divinidad y responsable de extender el "domino de la verdad", como lo señala Tom Holland en su obra "Fuego Persa", en la que relata precisamente las Guerras Médicas, a fin de fortalecer a Ahura Mazda en contra de Ahriman (págs. 70 y 370 entre otras).

La idea permeó en el Islam y se convirtió en la idea del Jihad como la conquista de territorios para la fe.Esto les llevó a la conquista hasta de gran parte de España y que sólo fueran parados los ejércitos del Islam por las armas de los Francos encabezadas por Carlos Martell. Mahoma había sido un guerrero a su vez, y si bien tomó las armas para la defensa de la comunidad de creyentes y de él mismo y su familia, la lucha contra los ricos comerciantes de la Meca significó al final, la unificación de la península arábiga. Sin embargo, las conquistas que se realizaron no fueron en guerras defensivas, sino en verdaderas campañas dirigidas con esa finalidad, amuchas veces con motivaciones económicas y no religiosas.
1.- Auge:
El Islam conocería dos periodos de gran esplendor: primero, los califatos Omeya y Abasidas, el primero de fines del siglo VII al siglo IX, el segundo, del siglo IX al XIII y el Califato Fatimita del siglo XI al XII.Igualmente, el Califato de Al Andalus en Córdoba, España, llevaron al Islam al pináculo del desarrollo económico, científico, urbano y militar, Bagdad fue una ciudad que maravilló a propios y extraños bajo el reinado de Harun Al Raschid, famoso por ser protagonista de las Mil y Una Noches, mientras Europa, en la Alta Edad Media, se encontraba sumida en la pobreza y asolada por las invasiones normandas, magiares y eslavas, el Imperio Carolingio, falto de recursos, no podía asegurar la unidad de la Cristiandad, que se fragmentaba en el Feudalismo, mientras los monjes irlandeses y de Europa continental luchaban por salvar lo que quedaba de la cultura clásica.

Sin embargo, el Islam, al igual que todas las civilizaciones de Medio Oriente que le precedieron padeció de los mismas características, sustentada en su base agrícola alrededor de las zonas fluviales y fértiles de la Creciente Fértil: Irak, Siria, Palestina y Egipto y el comercio terrestre por la Ruta de la Seda y por mar en el Mediterráneo. Así, tras un desarrollo inicial acelerado, después entró en una etapa de estancamiento; por el contrario, los Europeos, una vez terminadas las invasiones con la conquista normanda de Inglaterra en 1066, empezaron a despegar en materia económica y a buscar la expansión comercial y comenzó un desarrollo en el pensamiento, en las ciudades, el arte y la ciencia y tecnología que desembocaría en el Renacimiento en el siglo XV.

Políticamente, el Islam se fragmentó y en 1258, tocando fondo, el último Califa Abasida fue asesinado por los mongoles que tomaron Bagdad. Sin embargo, los pueblos mongólicos tomaron la estafeta de los pueblos de lengua árabe y persas que habían tenido el protagonismo del Islam: los turcos principalmente que bajo la tribu de los Selyúcidas habían llegado a Medio Oriente, se habían islamizado y fundado sultanías o Estados sometidos al Califato Abasida o controlado al reino de Persia en el siglo XI, se convirtieron en los principales pueblos musulmanes en cuestión política, mas no sería hasta el surgimiento de los Otomanos y su conquista de Constantinopla que no volvería un periodo de esplendor para los musulmanes.

Con Selim I, el Sultanato Otomano se convirtió en Califato, reconociéndose su autoridad religiosa en todo el Islam sunnita y así sería de 1517 y hasta 1920, en que desaparecería la figura, de esta manera, el soberano otomano era respetado incluso en zonas donde no ejercía su dominio directo o soberanía (sultanya) como la India, Indonesia o Malasia y el Centro de Asia.Por el contrario, así como los califatos árabes se expandieron en España, los Otomanos se expandieron en los Balcanes, dominando a pueblos eslavos, a griegos, rumanos y húngaros. Durante su régimen, se desarrolló el Derecho Islámico como nunca antes, gracias a que los sultanes buscaron organizar al Islam un poco a la manera del Cristianismo Ortodoxo, así, crearon un cargo, el del "Sheik Ul Islam" ocupado por el Imán o clérigo más connotado, encargado de dar las interpretaciones últimas al Derecho y Legislación, así como de resolver controversias religiosas. El arte y la forma de vida alcanzó un alto refinamiento y el ejército y marina eran temibles, conformados por guerreros de todos los pueblos del Imperio y en los que destacaban los Jenízaros o Guardias imperiales, de los que ya hemos hablado.

Sin embargo, en medio de tanto esplendor, el imperio musulmán mostraba signos de debilidad y los europeos comenzaban a fortalecerse, sobre todo tras el descubrimiento de América. Los Otomanos controlaban el Mediterráneo, pero carecían de barcos para navegación océanica, razón por la cual, aunque los primeros grandes piratas de la edad de oro en que el objetivo era España fueron los hermanos Horuck y Jeredín Barbarroja, no podían más que atacar los puertos españoles en Europa, a la espera de la llegada de los convoyes; pronto, franceses e ingleses atacarían en el Atlántico a los barcos hispanos, dejando a los islámicos sin presa. Las grandes riquezas americanas infundieron nuevos bríos a España, Portugal y las otras potencias europeas, igualándose al poder Otomano, al Safávida en Irán y al Mongol en la India, y pronto superándolo.

Así, aunque los guerreros del Islam amenazaran a Viena en dos ocasiones, la Batalla de Lepanto empezó a mostrar las debilidades de los mujhaidin, como el que sus galeras tuvieran cañones pequeños y dependieran de catapultas y arqueros mientras eran bombardeades inmisericordemente por los cañones potentes de las galeazas venecianas y sus cubiertas barridas por el fuego de mosquete de los españoles. En el asedio de Malta, las enormes masas de Jenízaros e infantes árabes, egipcios y norteafricanos se lanzaban valientemente contra los bastiones con el sable o la cimitarra en la mano, para chocar contra cañones y certeros arcabuces que les envíaban directamente con las huríes en el paraíso, multiplicando la fuerza de sus escasos defensores; aun cuando en 1453 Mohamhed II dispuso de los mejores artilleros para bombardear Constantinopla, ya para el siglo XVII los cañones de las armas musulmanas eran prehistóricos e ineficaces y las masas de infantería armadas de cota de malla y escudos decorados con filigranas igual de inútiles contra los ordenados tercios y regimientos que defendieron Viena y los antiguos jinetes que habían derrotado a los Cruzados montados en sus hermosos caballos árabes no podían hacer nada contra los "Húsares alados" de Jean Sobiezki, rey de Polonia que combinando escopetas y espadas los arrollaron, liberando a la capital austriaca del cerco.

Europa entraba en la Revolución Industrial en el siglo XVIII, mientras que en Estambul, en Bagdad, en el Cairo y en la Meca se vivía igual que habían vivido los babilonios en los tiempos bíblicos, pronto, el Imperio Otomano se convertía en "el hombre enfermo de Europa" y las potencias europeas se empezaban a saborear el sabroso botín, de repartirse a sus territorios, pueblos y recursos, en especial, a partir del siglo XIX, el petróleo, que se convirtió en el recurso fundamental para la industrialización.
2.- Caída:
Durante los siglos XIX y XX el Islam conocería la colonización europea y el reparto de sus territorios entre las grandes potencias: Inglaterra y Francia, principalmente, que le fueron arrancando pedazos: los franceses se quedaron con Argelia y se repartieron Marruecos con los españoles, Italia se apoderó de Libia y los Austriacos y Húngaros de los Balcanes, los ingleses sofocaron los intentos autonómicos de Mohamhed Alí en un primer intento de un mnovimiento nacionalista en Egipto y no se lo devolvieron al Sultán, sino que se quedaron con él, y después se lanzaron contra Sudán. con la Primera Guerra Mundial, los ingleses enviaron al famoso Lawrence de Arabia a apoyar a la familia principesca Saud, que desde el siglo XVIII, con su visión altamente integrista del Islam, el Wahabismo, se habían mantenido como rebeldes a la autoridad del Sultán, apoderándose de las ciudades santas de la Meca y Medina. Tras la derrota, ingleses y franceses se dividieron los últimos despojos del sultanato con el Acuerdo Sykes-Picot, creándose además una serie de países artificiales que jamás habían existido por ser todos parte del imperio islámico.
Los musulmanes se vieron reducidos al sometimiento a los europeos, vieron como sus tesoros arqueológicos e históricos, como en Egipto, eran expoliados y llevados lejos de su tierra, y sobre todo, la humillación. Por otro lado, buscaron dar respuestas a lo que ocurría:
1.- El Nacionalismo Laico: Fue Mustafá Kemal, general turco quien, siguiendo una tendencia vigente desde el siglo XIX en el llamado "Taazimat" o "Actualización" y que se expresó con el movimiento de los "Jóvenes Turcos" a inicios del XX, pretendió modernizar a Turquía, ya sin posesiones imperiales, derrocando a los Otomanos y creando una República, además separando la religión del Estado y pretendiendo que los turcos adoptasen una cultura e imágen meramente europeas, incluso en la forma de escribir, de vestir y hasta el calendario donde adoptó el gregoriano.
Lo hecho por "Atatürk" (Padre de los turcos), llamado así por el nacionalismo con el que pretendió distinguir a los turcos del resto de los musulmanes, generó eco en los pueblos de lengua árabe, como en Egipto, Siria e Irak, donde surgirían movimientos como el del Partido Baa´th, al que perteneció Saddam Hussein y al que pertenece el gobierno sirio, o el movimiento de los coroneles egipcios encabezado por el célebre Gamal Abdel Nasser, que si bien no llegaron a los extremos de Kemal en cuanto a cambiar el carácter total de sus sociedades, creyeron que adoptando modas, criterios y sistemas políticos occidentales se daría la modernización y el progreso de sus pueblos, la realidad es que no lo han logrado, ni siquiera Turquía, donde puede haber zonas altamente europizadas como Estambul, pero la población de Asia Menor y de las áreas rurales se concibe más islámica y se siente más cercana a los vecinos musulmanes que a los europeos, que no han aceptado ni aceptarán a los turcos como sus iguales, lo que ha estimulado el creciente retorno turco a la identidad musulmana.
La pérdida del Califato, por otro lado, llevó a que en el Islam actual impere el libre examen sobre el Corán, lo que ha sido un factor decidido para el surgimiento de grupos con visiones violentas sobre la doctrina de Mahoma.
Pero quizá lo que será recordado como un "punto de inflexión", fue la creación del Estado de Israel en 1948 y la expulsión de los Palestinos. Israel ha servido como un punto unificador de los musulmanes y ha venido a defenir el enfrentamiento del Islam con Occidente.
3.- Resurgimiento:
Muchos dicen que el Islam debe tener su Renacimiento, su Ilustración y su revolución Industrial para eliminar la religiosidad de la sociedad y lograr el progreso. Los que así piensan lo hacen desde el punto de vista eurocentrista y creer que en todos lados es lo mismo. No es así, no habrá ninguno de esos movimientos al estilo occidental porque las sociedades musulmanas son diferentes, si se quiere tener una idea del pensamiento político y social islámico es recomendable leer los "Prolegómenos a la Historia Universal" del tunecino Ibn Khaldun, escritos en el siglo XIV, tras el ocaso de los Califatos Arabes pero a inicio del encumbramiento Otomano y uno se da cuenta de la enorme diferencia entre los pueblos islámicos y los occidentales, si hay un renacimiento entre los musulmanes, y se está dando, ese renacimiento será islámico y no de otro signo.
Actualmente el Islam renace por los siguientes factores fundamentales:
1.- El bono demográfico, que hace que sean pueblos con alta natalidad y un enorme número de jóvenes que le dan gran vitalidad al Islam.
2.- La migración, precisamente el bono demográfico y la necesidad de mano de obra en la cada vez más avejentada Europa permite a los musulmanes el expandirse en el Viejo Continent y tener cada vez mayor presencia social.
3.- El desarrollo económico, sobre todo en las Petromonarquías del Golfo Pérsico, que está permitiendo una mejora en las condiciones de vida y un mayor peso en la economía global: capitales qataríes, de Emiratos, kuwaitíes, de Bahrein o sauditas se hacen presentes en Europa y EUA, donde compran equipos de fútbol, aerolíneas y medios de comunicación que muestran, como Al Jazeera, la visión musulmana al mundo.
4.- La propia decadencia occidental: los migrantes y los que se encuentran en Occidente, al mirar hacia éste solo contemplan libertinaje, alcoholismo, drogadicción, promiscuidad, homosexualidad, etc., al ver esto, no se sienten atraidos, como en su momento Atatürk por nuestro modo de vida, todo lo contrario, reafirman que sus códigos éticos son los correctos y nos ven como la imagen misma de la decadencia. Las comunidades islámicas europeas, por ejemplo, reafirman sus características propias por temor a contaminarse de los europeos.Incluso, se están dando las conversiones al Islam por parte de gente decepcionada del Cristianismo.
5.- Las agresiones occidentales: Israel, Afganistán (en su momento también rusa) e Irak, constituyen conflictos que unifican a los musulmanes y les hacen olvidar sus nacionalismos artificiales, es donde han surgido grupos militantes como Al Qaeda, los Talibán, Hamas y Hezbollá, donde actúan musulmanes del más diverso origen étnico, no en balde, ya se habla de la restauración del Califato a largo plazo.
El Islam se está convirtiendo en una potencia en su conjunto: cada vez es más fuerte y tiene una mayor influencia en el mundo como fuerza ideológica y están surgiendo potencias musulmanas como Irán, Emiratos o Arabia Saudita y Turquía, sin olvidar que Pakistán es ya una potencia nuclear.Incluso, de la mano de Hugo Chávez y Evo Morales está penetrando en Latinoamérica, Occidente, entre tanto, es cada vez más decadente en su marasmo hedonista, nunca ha comprendido al Islam y nunca ha logrado suprimirlo.
Occidente pretende ser más fuerte que el Islam, yo, creo que es al revés, mientras no rescatemos los valores fundacionales de nuestra civilización esto seguirá así, y mientras no respetemos al otro, en este caso, al Islam, sin agredirlo ni pretender cambiarlo, no tendremos una relación pacífica y estable con él; lamentablemente, carecemos de líderes sabios que se den cuenta de esto.

1 comentario:

YORCH dijo...

Aquí es un espacio de libre expresión, y el anterior fue un comentario desde la óptica del New Age!!