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13 de marzo de 2009

EL RESURGIMIENTO DEL ROCK PROGRESIVO




El Rock Progresivo es probablemente el género dentro del Rock and Roll más polémico y quizá menos comprendido, pero a la vez el más complejo y que exige una mayor preparación por parte de sus ejecutantes, es a su vez, el más ambicioso y el que entra a mayor profundidad en cuestiones sociales, políticas y hasta filosóficas y teológicas. Este género surgió a fines de los años sesenta de la mano de grupos tales como Velvet Underground, King Crimson, Pink Floyd y Jethro Tull, a los que seguirían bandas como Yes, Emerson, Lake and Palmer o Genesis en los setenta.

Se trata de un género que generalmente no ha tenido una gran aceptación, pues su estilo, definido por un gran barroquismo y complejidad instrumental, largas composiciones que superan los 4 minutos, álbumes conceptuales que giran en torno a una temática generalmente de crítica social, el virtuosismo desplegado por los músicos expresado en solos o en amplias partes instrumentales de cada canción, o los cambios de ritmo o progresiones que le dan su nombre al género en cada pieza, hacen que no sea del todo accesible para el gran público. La gente habituada al "mainstream" o rock de géneros más "digeribles" o comerciales frecuentemente lo considera o un género demasiado "fumado" por su inclinación a la psicodelia, lo relacionan con el Heavy Metal por los guiños que al mismo hay de parte de algunas agrupaciones históricas o actuales, o de plano les parece aburrido y hasta depresivo.

Esto ha implicado que el Rock Progresivo siempre tenga un público muy selecto y no sea dado a los conciertos masivos o a que sus bandas tengan inmensos números de seguidores; sin embargo, hay excepciones: Pink Floyd o Genesis sí gozaron de una fama mundial masiva, gracias, en el primer caso a su mensaje social y psicológico, así como a lo espectacular de sus conciertos, y en el segundo, a su sensibilidad pop, sobre todo a partir de la etapa de Phil Collins como frontman.

Por otro lado, el Rock Progresivo parecía confinado al pasado, a las décadas de los setenta y ochenta, condenado a bandas de indudable calidad, pero que envejecían y además, quedaban oscurecidas por los nuevos géneros musicales que surgían en los 90: Grunge, Brit-Pop y Alternativo, mas no fue así, en la década de los 90 surgieron bandas que supieron darle continuidad al género con una gran originalidad, como el caso de Dream Theater o Tool que fusionaron el Progresivo con el Heavy Metal, lo que propició la llegada de una nueva generación de seguidores y la continuidad del género.

De igual forma, el fenómeno Marillion mostró no solo ser un caso singular de sobrevivencia de una banda que parecía desaparecer sin el apoyo del "mainstream" y al cambio de vocalista ante la pérdida del creativo y espectacular Derek Dick alias Fish, por el melódico y sentimental Steve Hogart también demostró ir adelante en la experimentación de nuevas formas de manejar el negocio de la música, y así, entre sus últimos discos tenemos los producidos por los propios fans, la distribución vía internet y el financiamiento de tours por los fans también. Eso ha llevado a que la banda inglesa, pese a no contar con una gran disquera, ni tener el apoyo de la mercadotecnia o de los medios masivos de comunicación, se mantenga con altas ventas de sus discos y en los primeros lugares de popularidad sin ganar grammys o brit-awards, y eso sí, haciendo una música de altísima calidad.

Recientemente, sin embargo, han aparecido nuevas bandas que ponen al Progresivo en el gusto de la gente nuevamente, como los islandeses Sigur Rós, los hispanos Mars Volta y en Inglaterra entre otras muchas bandas es de destacar Muse, quienes están llevando al Progresivo , al menos en su caso, a volverse un fenómeno masivo incluso con pegue entre los adolescentes: el trío formado por Matt Bellamy, Dominic Howard y Chris Wolstenholme, en escasos años han logrado cotas de fama mundial y llenado el Wembley dos veces, gracias a que han sabido fusionar el sonido progresivo con tintes que recuerdan de inmediato al Brit-Pop, al rock experimental de Radiohead (una de sus influencias mayores) y algunas pinceladas de Heavy Metal o Hard Rock, recordando en su sonido un tanto a Rush en su época más cruda.

En fin, el Rock Progresivo tiene al parecer un futuro brillante y promisorio, y nos tocará a nosotros los fans el continuar disfrutándolo y extendiéndolo, para los que no lo han descubierto todavía, los invito a que escuchen a estas bandas, pueden empezar con Muse, para luego descubrir lo que han hecho y hacen grupos como Rush, Marillion, Pink Floyd, Roxy Music, etc. o artistas como Roger Waters, David Gilmour, Peter Gabriel o Fish.

Cuando fue el concierto de Keane, no pude evitar sentir tristeza al oir a unos chavos preparatorianos del público que deseaban ir a ver a Peter Gabriel no por él, sino para ver a Travis, el grupo Brit-Pop que le está abriendo los conciertos, las nuevas generaciones no saben quién es Peter Gabriel ni cuál ha sido su obra, es lamentable, y lo peor, no saben de lo que se están perdiendo...