Los mexicanos no tenemos Historia, tenemos una mitología rica y compleja para explicar nuestro pasado y concluir que estamos jodidos como consecuencia del mismo y que núnca ha sido nuestra culpa, sino la de otros la que nos ha llevado hacia la postración, pero nos consolamos, pues según los mitos y leyendas con las que siempre se nos ha adoctrinado, nuestros heróicos próceres siempre defendieron a los pobres, la justicia y la verdadera libertad y por eso fueron derrotados por las malvadas fuerzas opresoras que siempre han conspirado contra México desde el exterior.
Así, nos creemos que Miguel Hidalgo es el Padre de la Patria, que Hernán Cortés es el villano más grande de todos los tiempos, que antes de la colonización española el Imperio Azteca era un vergel idílico donde todos vivían en paz y hermandad, e incluso, creemos que los aztecas eran lo mismo que los mexicanos, por eso, decimos "nos conquistaron" los españoles o "nos trajeron" los españoles, y hasta eso lo dice gente rubia y ojiazul, que probablemente se sienta descendiente de Quetzalcóatl (el dios rubio y barbado) y no reconoce su origen indudablemente europeo; nos creemos que Benito Juárez es el superhéroe nacional que defendió la soberanía y la legalidad, que Porfirio Díaz fue un tirano explotador del campesino, Iturbide un loco extravagante que se coronó emperador por sus ansias de poder, etc. etc.
Así, el día de hoy asistimos a la conmemoración de los hechos que han derivado en la creación de un mito: el mito del 68, el movimiento estudiantil y la llamada masacre de Tlatelolco, y vemos cómo precisamente se está elaborando una mitología que ha rebasado a la Izquierda mexicana y se ha consagrado como una especie de evento seminal en la Historia de México, cuando, en realidad, no lo fue.
De esta forma, de haber sido un evento que demostró, según las izquierdas, el rompimiento del régimen priísta surgido de la Revolución con las verdaderas causas del pueblo, su entrega a los intereses norteamericanos y la represión que luego continuaría en la década de los 70 con la llamada "Guerra Sucia", ahora se proclama que fue un movimiento que luchó por pedir democracia (¿mostrando como ejemplo de Democracia al régimen de la familia Castro en Cuba?) y que marcó el principio del fin del priísmo, cuando este sistema político mostró excelente salud durante mucho tiempo más y no llegó a su final sino hasta 32 años después, lo que situaría al movimiento prácticamente a la mitad de la existencia del régimen (la realidad, el principio del fin fue la crisis económica de 1982 y el terremoto de 1985, eventos que mostraron la ineficiencia y corrupción del régimen).
La realidad es mucho menos heróica y mucho menos trascendente: en primer lugar, dentro del contexto de la Guerra Fría, 1968 fue un año muy importante por que el mundo vivió muchos eventos similares promovidos por uno u otro bando con tal de doblegar al contrario: los rusos se enfrentaron a la "Primavera de Praga" que fue brutalmente reprimida por el Ejército Rojo y fuerzas del Pacto de Varsovia, en París se vivió el famoso "Mayo Francés" que terminó con la dictadura personal ejercida por Charles de Gaulle desde la Segunda Guerra Mundial, en EUA se dieron movimientos estudiantiles contrarios a la Guerra de Vietnam y en China, la "Revolución Cultural" que no tenía más finalidad que purgar a la clase política de rivales potenciales al poder autocrático de Mao Tse Tung constituyó un movimiento estudiantil patrocinado por el propio gobernante y que llevó a contar a miles de muertos.
Por otro lado, el movimiento estudiantil de 1968 fue un evento focalizado en la ciudad de México, que más para el "orgullo chilango" que decir que un evento ocurrido exclusivamente en sus calles y plazas tuvo trascendencia nacional y para la posteridad, pero además, surgió y postuló como banderas una serie de nimiedades que hoy en día, a retrospectiva, uno tiene o la sensación de que quienes se unieron al movimeinto fueron una serie de borregos que ni sabían a lo que iban o que se unieron al mismo únicamente "por armar desmadre" y para lograr los ideales hippies (en México se les decía existencialistas) de amor libre, drogas y rock and roll.
Así, muchos murieron en la Plaza de las Tres Culturas por la liberación de los "presos políticos" de la huelga ferrocarrilera de 1958 (algo que ni les iba ni les venía a la mayoría de los estudiantes, niños para cuando aquél evento había ocurrido), por la destitución de Corona del Rosal (cuyo pecado era ser muy "mocho" y rígido en el mantenimiento del orden público de la ciudad, a la que había embellecido, continuando la obra del famoso regente Uruchurtu), regente capitalino y la desaparición del cuerpo de granaderos que agredía a la juventud (actualmente tan empleado por el gobierno izquierdista del DF que se dice heredero del movimiento, en casos como el del New's Divine para agredir a la juventud) originado todo por una de las clásicas broncas entre una prepa de la UNAM y otra del Politécnico surgida tras un partido de fútbol.
Pero también hay que ver que ese movimeinto creció como lo hizo debido a los intereses de por medio, en la lógica de la Guerra Fría se movían en México agentes tanto de la CIA como de la KGB y resulta que ahora se censura a Luis Echeverría por haber colaborado con los norteamericanos y en revistas como "Proceso" se le tilda hasta de traidor, pero, bueno, los que colaboraban con la KGB tampoco eran muy defensores de la Soberanía Nacional que digamos, sino más bien del imperialismo ruso nacido con Pedro el Grande, refinado por Catalina II, expandido por Alejandro I, ideologizado por Stalin y defendido por Brezhnev.
Ahora bien, el Gobierno hizo todo lo posible por llegar a un entendimiento con los líderes del movimeinto con una comisión presidida por un intelectual de calibre como fue Salvador Novo, y fueron los estudiantes quienes no lo aceptaron; ante la inminencia de los Juegos Olímpicos y el temor fundado de que la situación se saliera de control para ese momento, el Gobierno de Díaz Ordaz no tuvo más remedio que, actuando por razón de Estado, aplicar la fuerza y poner fin, de una vez por todas, a un movimiento que, además de tener una pobre justificación, había llevado a pérdida en negocios, destrucción de propiedad por actos vandálicos, y tenía a la ciudad de México presa del caos y del desórden más absolutos. Ante una situación así, el Presidente Díaz Ordaz y el Secretario Echeverría no dudaron en actuar de esta forma, aunque pasaran a la historia como villanos.
¿Y qué pasó con los líderes? No deja de sonar plausible la hipótesis de que ellos mismos promovieron la violencia y fueron quienes iniciaron los tiros ese 2 de octubre, teoría que surge de algunos de los vídeos que se conservan de aquella fecha y en los que aparentemente, los soldados y tanques se encontraban acordonando la manifestación y de repente los disparos surgieron de los "estudiantes", aunque se achaca que fue una trampa fraguada contra el ejército por el llamado "Batallón Olimpia" de la Dirección Federal de Seguridad: se dice que los líderes necesitaban mártires con qué justificar la cerrazón del Gobierno y hacer el llamado, ahora sí, a la rebelión armada. Lo curioso es que ninguno de ellos se vio afectado ni murió, pasaron un tiempo en Lecumberri, pero después todos, todos ellos, u ocuparon puestos públicos en el sistema priísta al que tanto decían aborrecer o se convirtieron en académicos respetados: Luis González de Alba, Sócrates Campos, Cabeza de Vaca, Pablo Gómez, Heberto Castillo, Rosario Ibarra, todos han sido diputados, senadores, maestros de la UNAM, miembros de esto, miembros de lo otro, acreedores de becas y premios por parte del Estado y dejaron de ser verdaderos problemas para el Estado, sumándose a la bola de intelectuales que hacían una crítica subvencionada por el propio sistema político (Monsiváis, lapropia Poniatowska, cuyo hermano Jan murió en las manifestaciones y comenzó con el mito con su libro "La Noche de Tlatelolco", señalado de plagio por el propio Luis Glez. de Alba, Carlos Fuentes, Germán Dehesa u Octavio Paz fueron maestros en ello).
Pero, para terminar, debemos preguntarnos qué herencia nos dejó el 68 y qué nos enseña la generación del 68, quienes al momento de tales acontecimientos contaban con entre 18 y 30 años de edad: pues bien, si hay una fecha que indique el inicio de la decadencia occidental es ese año: en el mayo francés empezó la defensa del libertinaje moral y sexual, fue la primer generación que en forma masiva experimentó con las drogas, y fue la primer generación que mostró el rechazo hacia todo lo que significara orden, disciplina, sacrificio y virtud en pos del hedonismo como verdadera encarnación de la felicidad.
Los resultados están a la vista, la generación de los 60 a pesar de haber proclamado su amor a la naturaleza es la que ha destrozado el ambiente, es la que, por su falta de valores morales, ha difundido no solo la promiscuidad, sino también la falta de ética en el aspecto económico y legal, el crimen y las crisis financieras no se explican sin la erosión de la Etica iniciada en aquellos años, en resumen, los jóvenes de hoy deberíamos romper con la herencia de los sesenta, aunque hay que reconocer que tuvo cosas positivas como su herencia musical, y con esa generación de jóvenes, (hoy rucos amargados, tipo John McCain o rucos orates como Keith Richards) encandilados por el marxismo, las loqueras psicodélicas de John y Yoko o los disparates (reconocidos por él mismo como tales antes de morir) de Jean Paul Sartre, pero debemos romper con esa estela en lugar de seguirla.
Soloasí, restauraríamos un poco de la cordura que entonces se perdió.
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