Desde hace ya tiempo en este blog he hablado acerca de cómo, tal y como lo predijera el autor José Manuel Trueba Lara en su obra La Tiranía de la Estupidez, acerca de que, ante la crisis de las sociedades occidentales actuales, ocasionada por la Globalización, la gente buscaría casi instintivamente a un Diocleciano que instaurara el orden y frenase los cambios que llevan a la crisis y a la debacle del status quo, y hemos dicho aquí, que ese es el caso de Donald Trump, quien, al igual que el romano de origen ilirio, está decidido a realizar reformas profundas del Estado Norteamericano que le permita sobrevivir a una situación mundial en que éste ya no puede ejercer la hegemonía sin oposición como había sido, sobre todo, desde 1991 tras la disolución de la URSS, y hasta 2008, en que la grave crisis económica que azotó a EUA, fue sin duda la primera señal de debilitamiento de su poderío.
Hemos dicho aquí que Trump parecía dejar el problema del Narcotráfico como un problema meramente de México, Venezuela o Hispanoamérica en general y que EUA es una simple víctima de dichos crímenes sin hacerse responsable de su parte: combatir las redes internas, los esquemas de lavado de dinero en sus propias instituciones financieras, y sobre todo, abatir el consumo de enervantes en su población; así, y aunque no ha abordado directamente ninguno de estos puntos, sí ha estado empezando a adoptar medidas que conducirán, en un primer momento, a mantener bajo control ciertas fuerzas disgregadoras al interior de su país, y por otro lado, ir modificando la estructura institucional del Estado Norteamericano que entrará a una nueva era política, con la que, busca, muy probablemente, blindar al país ante los embates de un nuevo orden multipolar, en el que EUA tendrá que repartirse el mundo con Rusia, que inevitablemente resurge como un poder a tomar en cuenta sobre Europa, China, que asciende al podio con su poderío económico y militar, y la India, que se ha decidido, finalmente, por formar un bloque ya más definido con los otros dos imperios asiáticos, como se desprende el viaje de Modi a Pekín para los festejos de los 80 años de terminación de la Segunda Guerra Mundial en Asia, en pleno desafío al neoyorkino.
Así, ha ordenado la federalización del Departamento de Policía de la capital Washington D.C., y ha señalado la posibilidad de enviar a la Guardia Nacional a hacerse cargo de la Seguridad Pública en ciudades como Chicago o Baltimore; esta medida, puede tener dos intenciones, sin duda, por supuesto que es algo dirigido contra los Demócratas, ya que se trata de municipios o condados, como se les conoce en el ámbito anglosajón, gobernados por ese partido, lo mismo que Los Ángeles, ciudad ya bajo control de fuerzas federales que realizan las redadas contra inmigrantes.
Pero también, tiene relación con la cuestión de la seguridad; los Demócratas, que se han hecho con el discurso marxistoide con personajes como Bernie Sanders, Alexandra Ocasio-Cortez, o los propios Obama, e incluso desde los Clinton, quienes de jóvenes fueran parte de esa generación de hippies de los 60, han mantenido una alianza con el crimen, al que consideran una reacción de los oprimidos contra los opresores o víctimas de un sistema injusto que no les dejó opción: en el caso de la capital de la República del norte, es de recordar la nefasta figura del, por supuesto, Demócrata Marion Barry, quien prácticamente se volviera cacique de la ciudad, gobernándola desde que la misma adquirió autonomía de los poderes federales en los años 70 y quien fuera un gran protector de las pandillas afroamericanas que han asolado a la ciudad, y además, fue cachado con las manos en la masa, drogándose, acompañado de una prostituta y hablando con ella de sus corruptelas; aún así, el electorado capitalino, tras una muy breve detención de seis meses, le volvió a llevar al gobierno metropolitano, que ejerció hasta 1999.
Además de ello, Trump no quita el dedo del renglón de irse contra Obama y el que fuera su Fiscal General: Eric Holder, de infausta memoria, ambos fueron responsables del programa Rápido y Furioso, un supuesto operativo para rastrear armas de los cárteles del Narcotráfico en México; en realidad, muy probablemente un negocio redondo de corrupción entre ambos afroamericanos para forrarse de dinero vendiendo armamento a las bandas criminales que, gracias a ello, an asolado a nuestro país, y al propio vecino del norte, desde hace ya casi veinte años. Igualmente le acusa de impulsar los rumores de su supuesta colusión con los servicios de Inteligencia rusos y que el Kremlin había manipulado las elecciones en 2016 para llevarle a la Casa Blanca.
De igual manera, ya señala a George Soros y a su hijo menor Alexander, --el único lo suficientemente loco como para asumir el rol de sucesor de su padre en la agitación social-- como responsables de financiar movimientos violentos tendientes a desestabilizar la sociedad norteamericana y, por supuesto, lavar dinero.
Igualmente, en los últimos días, se allanó a la casa del antiguo asesor de Seguridad Nacional: John Bolton, político belicista, creyente fanático en la supremacía estadounidense y verdadero criminal de lesa humanidad, quien además, se comportara de manera traicionera para con Trump y publicara un libro en el que narrara verdaderos chismes al más puro estilo de Paty Chapoy, tratando de ensuciar la imagen del neoyorkino para las elecciones de 2024.
Igualmente, Trump está poco a poco socavando la autonomía de la Reserva Federal, el banco central de EUA, encargado de la política monetaria del país; que, ojo, en el caso de Estados Unidos, esto quizá no sea realmente nocivo, ya que este banco central tiene una conformación muy diferente a la de órganos similares en el resto del mundo: el Banco de México, por ejemplo, conocido por sus siglas BANXICO, es un órgano constitucional público autónomo, es decir, en sus decisiones no entra el Poder Ejecutivo, ni el Congreso, ni los tribunales; sin embargo, es parte del Estado; en nuestro vecino del norte, en cambio, resulta que la FED, está conformada como una sociedad de bancos regionales, es decir, hay Bancos de la Reserva Federal instalados en distintas ciudades, y aunque el Estado es accionista de dichos bancos regionales, también son socios de los mismos los principales y más ricos bancos privados del país, y forman mayoría, de donde se tiene que la política monetaria es dirigida por los grandes barones de la banca, y no son tomadas como decisiones de política pública, del Estado.
Así que, el despedir a una de las gobernadores de la FED, aduciendo que la misma había adquirido una casa de manera ilegal (caso curiosamente parecido al escándalo actual del senador mexicano Fernández Noroña, uno de los heraldos de AMLO que había sido puesto como celador de Sheinbaum) implica el inicio de la toma del poder por gobernadores afines a las ideas del mandatario, quien así va debilitando la independencia del Presidente de la Junta de Gobierno del Banco: Jerome Powell, de quien se ha quejado muchas veces y pedido su renuncia.
Además de lo anterior, se está haciendo una redistritación del mapa electoral de EUA para las próximas elecciones intermedias para 2026, lo que probablemente asegure resultados favorables para que el Partido Republicano gane ahora sí, una aplastante mayoría en el Congreso y en las gubernaturas y parlamentos estatales que estén en liza, y quizá no haría falta, la realidad es que los Demócratas están fritos: en primer lugar, neciamente siguen anclados en el discurso woke pese a que el mismo ya tiene hartos a los estadounidenses, y así se desprende de los pobres resultados de taquilla de las producciones de Hollywood que siguen insistiendo en ese mensaje, como ha pasado con las últimas entregas de Superman o Los Cuatro Fantásticos, con todo y que en ellas lo manejaran sutilmente, y si además, queda clara la alianza entre ese Partido y actividades criminales contra las que no tomó medidas cuando ocupó el gobierno bajo Clinton, Soetoro/Obama o Biden, además de que los Demócratas han quedado ya en silencio y dejado de insistir en que se revele la Lista de Epstein, por la sencilla razón de que muchos de ellos se encuentran en ella, es que será muy difícil que Trump sea derrotado en tales comicios, y muy probablemente, ante la evidente inepcia y corrupción de Gavin Newsom, hasta ahora la carta más fuerte del Partido del Burro para llegar a la Oficina Oval en un futuro, nada impedirá que el futuro abanderado del Elefante mantenga el poder.
Para colmo, el reciente asesinato de niños católicos durante una misa en su colegio en el estado de Minnesota, por parte de un transexual enloquecido y metido en cultos satánicos, refrenda el hartazgo ante las políticas woke, ya que es prueba plena de que los Demócratas han convertido en derechos a lo que son trastornos de la personalidad o simplemente, enfermedades mentales. Además de ello, las reacciones evidentemente llenas de odio hacia el Catolicismo, y aparte, inmensamente estúpidas e insensibles de personajes como la ex-vocera presidencial Jen Psaki y el propio alcalde de Minneapolis y otros políticos Demócratas, está terminando de enterrarlos, hasta pareciera que eso es lo que buscan, y bien merecido lo tendrán, ese Partido, que siempre ha sido de las élites, primero fundado por las aristocracias esclavistas del sur, como el hipócrita perverso de Thomas Jefferson, y que luego, de manera falsa apoyaron a minorías, como los católicos, llevando a la Presidencia de la República a John F. Kennedy, e incluso a Biden, pero en realidad, los utilizaron para sus fines de quedarse con el poder, contrario a los derechos de los afroamericanos tras haber defendido la esclavitud, y siempre favorable a todas las causas más antinaturales, antihumanas, belicistas, genocidas y malignas. Más que partido político, es una verdadera organización criminal que ojalá, llegue a ser disuelta.
Aunque es probable que para el 2028, el régimen en EUA sea ya muy diferente; si Trump consigue en las elecciones intermedias por celebrarse, es muy posible que cuente con la fuerza suficiente para reformar la Constitución norteamericana, y se quite, por ejemplo, los obstáculos que hasta ahora le ha puesto el Poder Judicial, en tribunales menores, porque la Suprema Corte se ha plegado ante él, a medidas tales como los aranceles y las cuestiones migratorias, aunque, hasta ahora, parece estar haciendo caso omiso a las resoluciones judiciales en esas materias.
Para algunos, es muy posible que Trump, quien al parecer está padeciendo problemas ya serios de salud, agravados por la edad, esté siendo la puerta para que, a partir de su sucesor, se de la adopción, en EUA, de un régimen autoritario en parte, pero sobre todo tecnocrático, parecido al de China, un modelo casi empresarial antes que político y que ha demostrado su eficiencia en logros económicos y de seguridad, aunque ciertamente, en detrimento de la libertad... aunque deberíamos preguntarnos si no es que la libertad humana ha estado hasta cierto punto sobrevalorada, y no requiere más bien de ser controlada o encausada a fin de evitar las desviaciones hacia el crimen y el mal, lo cual debe ser combatido a fin de lograr establecer un futuro mejor.
De igual manera, la Democracia ha demostrado sus límites y que no es un dogma, no puede dejarse en manos de las masas ignorantes el elegir a gobernantes que les endulzan el oído con promesas y dádivas, sino que las decisiones deben ser tomadas por aquellos que tengan los conocimientos y la experiencia, así como la voluntad y la capacidad de servicio. Esperemos los acontecimientos y veamos hacia dónde vamos.