18 de diciembre de 2024
COSAS EXTRAÑAS QUE ESTÁN PASANDO
15 de diciembre de 2024
EL CAOS
Señoras y señores, lo que hemos estado viendo en los últimos días, es un indicio, un trailer o probadita de lo que se viene para el año 2025, en el que veremos, --y ya incluso así lo parece prever la famosa revista The Economist en su portada sobre las perspectivas para el año que viene,-- un colapso generalizado del orden que conocemos hasta el día de hoy: por un lado, el orden internacional construido en torno al Derecho Internacional Público establecido tras 1945 se está cayendo a pedazos; por otro lado, el orden liberal, esto es el Estado Constitucional de Derecho, igualmente se está desmoronando: no solo por la asunción de regímenes de Izquierda, como ha ocurrido en México, donde es claro que estamos cambiando hacia un régimen autoritario con poder centralizado y concentrado; sino que incluso, en los países considerados como modélicos de dicho sistema democrático, es clara también su transformación en regímenes similares.
Veamos algunos ejemplos de esto:
1.- Hacia el Nuevo Desorden Multipolar:
a) Siria, duro golpe a Rusia e Irán:
Ante la ya casi segura victoria de Rusia sobre Ucrania, la que se acelerará con toda seguridad una vez llegada a la Presidencia de Estados Unidos Donald Trump, la Administración saliente de Biden, mostrando que EUA cuenta todavía con una capacidad formidable de sus órganos de inteligencia y para ejercer su influencia al exterior en áreas estratégicas, tomó por sorpresa tanto a Rusia como a Irán, y súbitamente brindo el apoyo financiero y material a los grupos islamistas y opositores a la Dictadura del Oftalmólogo Bashar El Assad, continuador del régimen laicista, (en la línea iniciada en la vecina Turquía en los años 20 con Mustafá Kemal Atatürk) aunque encabezado por Chiítas, del partido Baa´th, que iniciara bajo su padre Háfez, logrando, en una ofensiva relámpago, una verdadera blitzkrieg, derrocar al régimen que al parecer estaba confiado en que la situación tenía ya tiempo de estar estabilizada. Ahora, parece que el médico sirio, educado en Inglaterra ha recibido asilo en Rusia, a donde ya había enviado a su familia en días pasados.
Para los moscovitas, el derrocamiento de Assad es una derrota estratégica durísima, puesto que pueden perdido su único punto de presencia en el Mediterráneo: la base naval de Tartus y la aérea de Hmeimim, y también han abandonado las otras bases aéreas que habían instalado para apoyar al régimen contra los opositores. Ahora, resulta que la OTAN y EUA en particular, cuentan con una ventaja que disminuye las obtenidas por Putin en Ucrania, además de que lo dejan ver mal, ante un grave error estratégico por parte del mando ruso, que descuidó por completo ese frente y no pudo apoyar efectivamente a su aliado. Si el nuevo régimen en Siria, liderado por Abu Mohamed Al Jawlani, quien encabeza al 'grupo islamista HTS, se mantiene aliado de Occidente, se hará un gsasoducto que partiendo de Qatar y pasando por Arabia, Siria y Turquía, surtirá de gas natural a Europa, haciendo que el Viejo Continente deje de depender energéticamente de Rusia, por lo que si ésta recupera toda Ucrania o la pierde, será en buena parte irrelevante, con lo que el régimen de Putin queda debilitado para influir sobre los países europeos, quienes ahora, quedarán bajo el arbitrio, y la amenaza, del Islam.
Irán, es otro perdedor del juego sirio; nuevamente, queda en evidencia la debilidad del régimen persa, que no solo ha visto ser destruidas a sus milicias aliadas: Hezbollah y Hamas, sino que ahora pierde a su satélite más importante en la zona y ha quedado patente la capacidad de Israel, y de Occidente, para intervenir en su propio territorio donde ha eliminado a líderes terroristas. Esto compromete al régimen de la República Islámica, que puede empezar a tambalearse, al quedar al descubierto su completa falta de fortaleza para sostener su posición como potencia regional.
Y es que al parecer, en días pasados, tomados por sorpresa, y al saber que la posición de Assad era insostenible y amenazaba con desatar una contienda mucho más sangrienta y costosa, rusos e iraníes se reunieron con representantes de Turquía en Qatar, buscando una salida negociada que les permitió, por un lado, pactar el escape del dictador derrocado, y salvar un tanto la cara, garantizando la conservación de alguna presencia militar en el país.
Ahora ¿qué sigue? Esto es producto de una alianza de facto que, seguramente va a reventar y se va a convertir en una lucha de todos contra todos, similar a lo que pasó en Libia. De entrada, el gran ganador es Recep Tayyip Erdogan y Turquía, quien no es aliado fiable ni para rusos ni para norteamericanos; Erdogan sigue su propia agenda y defiende los intereses de su país, para lo cual se aliará o romperá con quien sea necesario y hará lo que haga falta. Claro, en la Siria "liberada" ahora tendrán peso los Kurdos, minoría brutalmente reprimida por los Assad, pero también por los gobiernos turcos desde los tiempos de Atatürk. Israel, por su parte, ya está introduciendo tropas en Siria, ante el vacío dejado por el régimen y la falta de garantías en la zona de amortiguamiento de los Altos del Golán, --y no para expandirse hasta el Éufrates por el pretendido Gran Israel con el que fantasean, no los Sionistas, sino los antisemitas para alimentar sus prejuicios-- con lo que asegurará desalojar a lo que quede de Hamas y Hezbollah que estaba protegido por Damasco, pero además, chocará con las milicias islamistas que forman parte del movimiento triunfante, quienes a su vez, chocarán con los grupos laicos y moderados, y chocará con la propia Turquía.
Y es que recordemos: Erdogan es un Islamista radical, y muy probablemente lo que busca es desbancar a sus enemigos históricos: los Persas, para colocarse como el líder del Islam y unificar a los extremistas en contra de ese punto de unión del odio de los musulmanes: Israel. Dudo mucho que el Estado Judío y sus órganos de inteligencia hayan apoyado esto, tiene toda la pinta de ser otra decisión estúpida de las que han caracterizado a la Política Exterior de EUA desde 1945 a la fecha, con la que potencian a políticos o países que luego se convierten en sus enemigos, o le generan problemas a aliados suyos, como ahora a Israel... y también Europa.
Porque con esto, se inclina la balanza a favor de Turquía, Arabia, Emiratos y Qatar, y con ellos, al Islam Sunnita Salafista o Wahabita, mucho más extremo; en la República Otomana, queda claro que Erdogán continuará desmantelando al Laicismo Kemalista, --el único país que queda con un régimen inspirado en la postura modernizadora y pro-occidental de Atatürk es Egipto, y ya se tambaleó temporalmente con las Primaveras Árabes-- y virando hacia el islamismo, mientras continará como quinta columna dentro de la OTAN inundando de inmigrantes, y militantes islamistas, a Europa a la que podrá chantajear con el gas.
Aquí ya nadie lo oculta, al más puro estilo de lo que es en realidad la multipolaridad, cada quien ve por sus intereses y se dirige a chocar con los de los contrarios. Esto es lo que realmente significa ese Orden Multipolar, es como volver a los siglos XVIII, XVII o XVI, donde coexisten muchos puntos de poder, que no colaboran, eso es una ilusión; compiten, y la competencia, es violenta.
b) El fin de la Globalización:
El próximo año verá el fin de la Globalización y del libre comercio, y así lo estamos viendo en el caso de Norteamérica. La amenaza de aranceles por parte de Trump a Canadá y México así como a Europa y tendiente todo a frenar el ascenso de China.
Porque el Libre Comercio y la Mano Invisible del Mercado funcionan siempre muy bien cuando favorecen a uno, pero no cuando favorece a un competidor contra el que no puedo, porque ofrece productos de calidad aceptable, o incluso, buena, y a un precio mucho más accesible que como lo ofrecen los productores tradicionales, y entonces hay que volcarse al proteccionismo y a las restricciones al comercio, a fin de evitar como lo que está pasando en Europa, donde los vehículos chinos están haciendo quebrar a la industria automotriz, como se ve en el caso de la Volkswagen y de Stellantis, y también ha puesto en aprietos a la norteamericana, cuyas marcas van cada vez más a pique.
Desde que Nixon visitó a Mao en 1971, EUA alimentó a un dragón que ahora se ha colado dentro de una cristalería, tras haber crecido a un tamaño enorme, alimentado por la globalización, de la que se aprovechó gracias a su peso demográfico: ser la principal fuente de mano de obra y a la vez, el mayor mercado de consumo del mundo, le llevó a convertirse en la fábrica del mundo y enriquecerse en unas cuantas décadas, ahora, el dragón entra y rompe todos los objetos al interior de la cristalería, mientras los dueños de la misma, no saben cómo acomodarlo dentro, cómo evitar que rompa los objetos y hacerlo todo sin que el dragón se moleste, les rostice con las llamas que salgan de su hocico y los termine por devorar.
Ante ello, la idea que ya esbozaba Biden, pero que Trump pretende echar a andar, es acabar con la Globalización a base de aranceles, tratar de recuperar un poderío industrial que hoy, ante la invertebración de las cadenas de suministro, y ante la interdependencia tejida entre las economías de EUA y de China, es muy difícil que pueda hacerlo, y menos en cuatro años.
Si bien hay quien resalta la fortaleza de la economía estadounidense, caen en el extremo de considerarlo como invencible, inevitable e inconmovible, esto no explica el porqué del verdadero terror que existe a la posible desdolarización y al crecimiento de China o al resurgimiento de Rusia y la búsqueda de truncarlo con la destrucción de la Globalización.
Ante esto, sumado con el probable descarrilamiento de los BRICS tras la derrota en Siria, es claro que no habrá hacia adónde correr, pues no habrá alternativas para quien no quiera aceptar las demandas de EUA, a menos de que quiera romper totalmente con él, para el caso de México, (y de Canadá) es claro que toda posibilidad de buscar relaciones comerciales con un bloque alternativo a Norteamérica han quedado cerradas; Rusia y China habrán de replantear sus estrategias tras la pérdida de Siria, que al primero le abre la posibilidad de ser desplazado en la proveeduría de gas natural e hidrocarburos a Europa por Qatar, y al segundo, le elimina su ambicioso proyecto de reconstruir la Ruta de la Seda como una nueva red comercial ahora global.
Por cierto, para los Hispanistas extremos, creo que la postura de Trump para con Canadá --más después de la humillante y patética actuación de Justin Trudeau, que acudió a arrastrarse a los pies del presidente reelecto de Estados Unidos para pedir clemencia y que no le imponga aranceles, lo que contrastó con la actitud más ecuánime de la Sheinbaum, que incluso le ha valido cierto reconocimiento internacional como defensora del Libre Comercio-- demuestra que la Anglosfera es tan inexistente como bloque como lo es la Hispanidad; queda claro que para los Estadounidenses, los Canadienses, aunque también tengan raíces británicas (pero también francesas en una parte) son tan extranjeros como lo somos los mexicanos, y hasta parece que se les desprecia aún más, como si fueran insignificantes, como algo que no se sabe cómo es que llegó ahí al norte de su frontera, los ven débiles y además, rastreros. Los gringos (no estoy generalizando, es en el sentido genérico para describir esa arrogancia o soberbia que luego se exhibe ramplonamente, sobre todo por los llamados rednecks, el equivalente anglosajón de los nacos en México) podrán sentir cierto desprecio por los mexicanos y vernos con extrañeza como ajenos o subdesarrollados, pero por los canadienses parecen sentir lástima y que no los ven realmente como un país desarrollado, ni en una posición de igualdad con el suyo, sino como una parte más del Tercer Mundo totalmente dependiente de la economía norteamericana y hasta objeto de burla por ñoños y "suaves".
Por cierto que, todo esto curiosamente, está sirviendo para fortalecer la posición de la Presidente Sheinbaum no sólo al exterior, sino también al interior en México, no en balde, han comenzado a surgir tensiones entre los grupos internos de MORENA, con acusaciones entre Adán Augusto López Hernández, jefe del grupo fiel a AMLO, y Ricardo Monreal, quien representa a los que podríamos denominar cripto-neoliberales, al interior del Senado, con lo que parece que los segundos buscan minimizar a los primeros, mientras la mandataria parece manifestar ser más cercana a las posiciones del empresariado y de mostrarse favorable a la continuidad con la promoción de la inversión extranjera y la integración norteamericana que al populismo nacionalista de su predecesor y mentor; de entrada, parece estar (a diferencia de Trudeau y otras autoridades canadienses, berrinchando y pataleando) en una posición, si no ya dentro del proceso de negociación con Trump, lo que se manifiesta en la autorización dada para que expertos y observadores militares norteamericanos entren a México, en lo que parece, una aceptación de la Invasión Suave propuesta por el neoyorkino, o más bien ya planificada por los órganos de Inteligencia, en contra del crimen organizado desatado en gran parte del país. No en balde, el próximo embajador será un ex-directivo de la CIA y miembro de las fuerzas especiales boinas verdes. Así que si en las próximas semanas vemos o una serie de "reformas de la reforma" judicial, que la maticen, o incluso, si Trump impulsa una reforma judicial igual de radical en su país, no deberemos extrañarnos, sino que entenderemos que los cambios que se den, estarán consensuados con el vecino del norte, pese a las declaraciones del payaso de Ken Salazar.
2 de diciembre de 2024
¿HACIA DÓNDE IRÁ TRUMP?
Anteriormente, en este Blog, he comentado, haciéndome eco del profesor José Luis Trueba Lara en su obra La Tiranía de la Estupidez, que ante una etapa de crisis como la actual de nuestras sociedades occidentales, se tendería a buscar a personajes casi providenciales que fueran capaces, en cierta forma, de recuperar el orden a través de implementar un régimen autoritario, lo que a semejanza de lo ocurrido en el Imperio Romano a fines del siglo III d.C., se denominaría como el Dioclecianismo, a semejanza de lo hecho por el Emperador Cayo Aurelio Valerio Diocleciano, quien reconvirtió al régimen imperial, ya tendiente de antemano a un progresivo autoritarismo, en una verdadera autocracia.
En México, es claro que estamos pasando por la implementación de ese momento Diocleciano desde el aó 2018, en aras de implantar un régimen autoritario tras 30 años de Neoliberalismo que, en mucho debilitó al Estado.
Pero en EUA también tienen a su propio Diocleciano, que como decíamos, es Donald Trump. A un mes y días de que de inicio su segunda administración, es de observarse, por un lado, que las tensiones no se han disipado pese a sus promesas de poner fin a la Guerra en Ucrania y controlar la situación de violencia en el Medio Oriente; por el contrario, las tensiones se han agravado en los frentes, probablemente porque los grupos interesados en mantener abiertos los conflictos tanto en Europa Oriental como en el Levante y que apoyaron a los Demócratas en el poder en estos cuatro años están buscando estirar la liga hasta quizá romperse, de modo que Trump no pueda echarse para atrás y arruinarles el negocio, aunque apuestan a que la situación se salga de control y estalle algo que no pueda pararse. Tras la demostración de la existencia (porque hay entre los conspiracionistas que dudan de la existencia de los misiles balísticos y de los arsenales nucleares), de los misiles balísticos equipados con varios vehículos de reentrada armados con cabezas explosivas y de su efectividad, el peligro de una tercera conflagración mundial y que además, sea nuclear, es latente.
A esto, hay que agregar que la situación al interior de EUA está lejos de calmarse. El propio Putin le ha advertido a Trump que aún no puede cantar victoria y que sigue encontrándose en riesgo en este periodo de transición entre el mandato de Biden y el suyo, y yo diría que aún asumiendo la Presidencia el 20 de enero, seguirá en riesgo; recordemos conocida Historia norteamericana de muerte de Mandatarios en funciones o atentados en su contra. Pero además, el propio magnate neoyorkino se ha encargado de enajenar a ciertos aliados y simpatizantes con decisiones que ha venido a tomar que denotan una política que podríamos calificar claramente de Diocleciánica.
El simple nombramiento de el cubanoamericano Marco Rubio como Secretario de Estado muestra la intención de Trump de "enrocar" a Estados Unidos que se bate en retirada y decide encerrarse en sí mismo en una posición netamente defensiva dentro del continente americano, probablemente dirigiendo sus proyectiles contra los regímenes de Izquierda extendidos al sur del Río Bravo y/o simpatizantes de las potencias rivales, así como tratar de controlar la enorme ola de adicciones que minan por dentro a una sociedad que buscó torturarse a sí misma enmedio de su bienestar. Aún así, sus amenazas de imponer aranceles, en un 25% a sus dos principales socios comerciales y vecinos: Canadá y México, y un 10% a China y otro tanto a Europa, amenaza a los BRICS enteros y a cualquiera que se atreva a diseñar o adoptar otro sistema de pagos internacionales o moneda de respaldo distinta al dólar evidencian que, al igual que el guerrero romano de origen Ilirio, y para sorpresa de los Libertarios como Milei, Trump plantea una economía controlada por el Estado e instrumentada a través de la coacción. Es claro también que Trump no apuesta por un nuevo orden multipolar basado en la cooperación; (como lo dijimos antes, tampoco lo proponen en realidad Putin o Xi) apuesta por mantener la hegemonía de EUA, si bien no por la violencia --en principio-- sí a través del chantaje y la amenaza de aislar a quien no doble la rodilla ante los billetes verdes.
Aunque pudiese parecer mera demagogia, hay muchos indicios de que el mandatario reelecto está hablando en serio, pero no tiene mucha conciencia de lo que implicaría implementar estas medidas, y mucho me temo que los que hemos simpatizado con él, nos veamos desconcertados ante la deriva que tome su próximo gobierno. Por un lado, creo que tendrá un influjo positivo en México: la amenaza de Trump le ha permitido a Claudia Sheinbaum desmarcarse un tanto del nacionalismo aislacionista de su antecesor y mentor AMLO y presentarse como defensora del Libre Comercio, de los beneficios obtenidos por México gracias a la Globalización, y asumir una postura asertiva que le ha valido el reconocimiento de muchos medios extranjeros, europeos e incluso... norteamericanos. Esto, probablemente le permita a Sheinbaum poner coto a la influencia de Obrador en el Legislativo y evitar que los radicales de su partido continúen con una serie de reformas extremas que ponen en riesgo al Estado de Derecho, además de que la oportunidad de negociar con el neoyorkino, abierta tras la respuesta dura dada por ella a aquellas amenazas, quizá le den vía para matizar y rebajar aquellas más riesgosas, como la del Poder Judicial, más cuando debe demostrar congruencia con su defensa del libre comercio y la integración norteamericana, además de impulsar a ahora sí asumir una lucha contundente contra el crimen organizado, ante el posible uso de la fuerza en contra de los carteles, lo que posiblemente se dirija a un "cambio de régimen en México" de no encontrarse la cooperación necesaria. (Aunque honestamente, dudo que se llegue a ese extremo y creo que hay muchas más posibilidades que entre la Sheinbaum y Trump nazca un entendimiento mutuo a que se abra una mayor confrontación, sería largo de explicar aquí porqué lo veo así).
En otro paréntesis: esta crisis parece desvelar que algo está ocurriendo en Canadá, donde la reacción de su gobierno encabezado por Justin Trudeau y aún por el Premier (cargo equivalente al de "Gobernador") de la Provincia de Ontario, Ford, ha sido histérica y de llamados destemplados a sacar a México del acuerdo comercial, y es que el país de la hoja de maple no está pasando por su mejor momento: al autoritarismo desnortado de Justin Trudeau, se suma una creciente crisis económica, la inmigración descontrolada y que, al parecer, también traen una cada vez mayor presencia del Narcotráfico que ha pretendido ocultarse; muy posiblemente, piensan que sin México, las oportunidades de traer a su suelo industrias norteamericanas le permitirán salvar la situación, aunque lo dicho por Trump parece que no va en el sentido de darle oportunidad alguna.
Mucho me temo que en el Presidente reelecto pesan varias cosas que son de preocuparse para el futuro de EUA y de Occidente en general: por un lado, Trump se adscribe a la creencia del "Excepcionalismo Norteamericano" y creo que igualmente, el haber sobrevivido milagrosamente al atentado contra su vida le ha generado alguna concepción de sí mismo como de enviado por la Providencia Divina para rescatar a EUA, el nuevo pueblo elegido para la liberación del mundo y que es más y mejor que cualquier otro. Finalmente, y aunque haya demostrado varias veces su simpatía por el Catolicismo que profesa su actual esposa Melania, no puede escapar de su origen en el Protestantismo y sus creencias fanáticas tales como la predestinación, derivada en el Destino Manifiesto, que han impulsado a EUA tanto como la idea de la Jihad ha impulsado a las potencias islámicas desde Mahoma. No es de extrañarse que en muchos de sus seguidores o simpatizantes, dentro y fuera del propio país, se le vea como una figura mesiánica, un líder universal invencible que tiene razón en todo y es prácticamente infalible, casi como algo religioso, sin analizarlo desde una óptica más serena y neutra.
Así, si bien la asunción de Trump ya está teniendo efectos positivos como es la gradual extinción del Wokismo, y el temor patente tanto en figuras políticas, que, por ejemplo, esté llevando a Biden a conceder el Perdón Presidencial a su hijo Hunter para garantizarle impunidad y que no sea llevado ante la Justicia por el Republicano cuando llegue a la Presidencia, o a muchas figuras del espectáculo, probablemente igualmente implicadas en redes delincuenciales y de corrupción como se ha desprendido de los casos de Epstein y Sean Diddy Combs, lo que indica que Trump hará muy probablemente una verdadera y muy necesaria purga en grupos autoconcebidos como élites y que no son más que mafias y que se encontraban ya corrompiendo a la sociedad profundamente con pretextos ideológicos y en realidad impulsados por el negocio del vicio, el capítulo económico es el que parece venir tormentoso.
Justo cuando el orden internacional construido desde 1945 se derrumba en el caos más absoluto, en una regresión a la situación similar en que se estructuraron las relaciones entre los Estados del siglo XVI a la Segunda Guerra Mundial, es claro que la Globalización se desmorona y en su lugar, los Estados trataran de velar por sus intereses nacionales, aún oligarcas y potentados como Musk, los Soros y demás que fantasearon en su momento con la construcción de un orden supranacional dirigido por las multinacionales, habrán de ligar sus objetivos a los destinos de los Estados, que vuelven a ser los protagonistas, y tendrán que ceder el escenario a los políticos y gobernantes. El libre comercio llegará a su fin, y probablemente las cadenas de suministro o se desmantelarán o se reconfiguraran y habrá cambios de bloques y de alianzas.
¿Podrá Trump convertir a Estados Unidos en cuatro años en una potencia autosuficiente? ¿Cumplirá con sus amenazas y evitará la desdolarización? ¿Cómo lo contrarrestarán las potencias emergentes? ¿Evitará que la destrucción de las cadenas de suministro tengan impacto en su país? ¿Podrá mantener la fidelidad de sus aliados europeos o no se arrojarán estos en brazos de Rusia, impulsados por el desdén del neoyorkino y por el miedo hacia Moscú? Son preguntas que, a partir del 20 de enero, empezarán a ser respondidas.
Agárrense de sus asientos, esto apenas empieza.
23 de noviembre de 2024
EL MUNDO AL LÍMITE
16 de noviembre de 2024
EUROPA EN CAÍDA LIBRE
Si como mencioné en el post anterior, la victoria electoral de Donald Trump y su regreso a la Casa Blanca ha ocasionado una conmoción enorme en todo el mundo, y se enmarca en el cambio de orden vigente, --quién sabe si no también veremos en EUA un cambio sustancial del orden político, pues al menos, ya ha anunciado algunas reformas drásticas, incluso a nivel constitucional que propondrá, y obtendrá, al tener la mayoría asegurada en ambas cámaras del Legislativo-- que sin duda, truncarán o modificarán, al proceso de Globalización que, desde los años 90 parecía conducir al mundo a una integración completa en lo económico, comercial, y hasta político.; sin embargo, es claro que en adelante, lo que se implantará será la fragmentación, quizá en bloques, o más bien, entre los distintos Estados en la búsqueda de su interés nacional, como era hasta antes de la Segunda Guerra Mundial; el comercio será únicamente un medio para lograrlo.
Hay muchos síntomas que nos indican que Europa en general, como el Bloque conocido como Unión Europea, como varios de sus principales naciones, en particular el cuarteto de las históricamente grandes potencias del Viejo Continente: España, Francia, Inglaterra y Alemania, junto con algunos de sus adláteres, como Holanda o Suecia, muestran síntomas indudables de un declive acelerado y doloroso, sin que, a pesar de posibles cambios políticos, estos lleven a un auténtico rescate o salvación de los pueblos europeos al corto o mediano plazo; y quién sabe si realmente tengan remedio.
Lo ocurrido en Valencia hace apenas unos días muestra la postración actual de aquella potencia que llegó a fundar el primer Imperio global en el que nunca se ponía el sol, ahora enfrentándose a una situación propia del Tercer Mundo, a la que, en algunas regiones de México estamos tan acostumbrados. Los gobiernos "democráticos" llegados tras la muerte del Generalísimo Franco han demolido y descuidado diversas obras hidráulicas que se hicieron bajo su dictadura con las que no solamente se salvó a la ciudad de inundaciones ante la crecida de los ríos, sino que brindó posibilidades de regadío y disponibilidad de agua para las zonas agrícolas, industria y el propio consumo humano. Sin embargo, como Franco está demonizado como un "dictador fascista", sus obras también lo son, además de que son contrarias al medio ambiente, como lo es igualmente la actividad agrícola. Así, la ciudad de Valencia y sus suburbios como Paiporta, pasaron de ser parte del Primer Mundo a un muladar tercermundista lleno de lodo por decisiones de los políticos defensores de la Democracia, la Ecología y la Diversidad. Ante las demandas y protestas de los afectados, Pedro Sánchez y otros funcionarios democráticamente electos huyeron despavoridos, sólo el Rey Felipe VI y la generalmente polémica Reina Letizia Ortiz se quedaron para consolar a los habitantes y brindar la ayuda de parte del Estado.
Inglaterra, hace 900 años con Ricardo I Corazón de León acudió a Medio Oriente al frente de la Tercera Cruzada para frenar la expansión del Islam; hoy esta doctrina ha llegado a la propia isla de Gran Bretaña y amenaza con apoderarse de la misma, lo que está provocando conflictos sociales cada vez más fuerte, entre los inmigrantes provenientes del Medio Oriente y que traen consigo una doctrina que no solamente es religiosa e incompatible con la cultura británica de raigambre cristiana pese al cisma anglicano, sino imperialista e impositiva, dispuestos a cambiar al reino insular en un emirato o república islámica.
Francia se derrumba bajo el gobierno de Emmanuel Macron, quedando en evidencia con las peores Olimpiadas de la Historia, donde se mostró una enorme corrupción, desatada para sustentar objetivos ideológicos, una ciudad de París insegura, sucia, contaminada, dominada por los inmigrantes, y un proceso electoral para la renovación del Poder Legislativo sucio y tramposo a fin de favorecer a algunos y evitar la llegada al poder del Partido de Marine Le Pen, contrario a los intereses de la banca y de las grandes multinacionales que apoyan al Globalismo del que el mandatario galo, antiguo ejecutivo, precisamente bancario, es un principal impulsor.
Alemania es quizá el caso más patético, al ver cómo su poderío industrial se desmorona producto de su posición en el conflicto ucraniano y alinearse sin ningún tipo de obstáculo a la política de EUA, con los costos de la energía por las nubes, con la apuesta por fuentes ecológicas caras e ineficientes, el cierre de fábricas y la amenaza de quiebra de una emblemática empresa como la Volkswagen, la inmigración desbordada, la natalidad por los suelos y sin capacidad para revivir un poder militar que le permita tener una política de defensa propia, los germanos avanzan hacia la pauperización, la irrelevancia e incluso, la próxima desaparición de Alemania como Estado y Nación
la decadencia de las otrora grandes potencias europeas se deriva primordialmente de dos factores, no de una conspiración del Club Bilderbeg, los Iluminati, los Sionistas o hasta los Pleidianos o quien quieran: esto deriva primordialmente de 80 años de una serie de clases políticas pachorrudas que en mayor o menor medida, fueron subordinándose a los intereses norteamericanos a cambio de que EUA se fuese haciendo cargo de la seguridad de los países europeos y también sus economías se fueran imbricando con la norteamericana. En mucho, los ahora miembros de la Unión Europea, desde la posguerra y con el Plan Marshall, fueron renunciando a su independencia, cediendo la dirección de su política de seguridad y defensa a EUA, y también la dirección de sus políticas económicas, subordinada a los intereses de Washington que fue limitando en cierta forma, la libertad para comerciar y relacionarse con otras potencias rivales de la situada al otro lado del Atlántico, aunque fuera en detrimento de las propias.
No en balde, por ejemplo, se sospecha de la implicación de los servicios secretos norteamericanos y de Henry Kissinger, en el asesinato del Almirante Carrero Blanco en España, quien se oponía al ingreso del país ibérico en la OTAN y quien, tras la muerte de Franco y la entronización, acorde con la sucesión pactada del Caudillo, de Juan Carlos I como Rey, hubiera quedado como Jefe de Gobierno y habría guiado al nuevo régimen hacia la consolidación de España como potencia industrial por derecho propio, el planteamiento de una política propia de defensa, incluso con la búsqueda de poder nuclear, y por supuesto, intentar recuperar su influencia y la integración económica con su antiguo Imperio americano, lo que habría llevado a chocar con EUA. Tras la muerte del Almirante, y la posterior del Generalísimo, vino una transición presumiblemente guiada desde el exterior, que llevó a la desindustrialización de España con su ingreso en la Unión Europea y su subordinación a la OTAN en el terreno militar.
Ahora, con Biden, por ejemplo, y con el pretexto de la Guerra en Ucrania, parece que decidió seguirse una política de desindustrialización de Alemania, al elevar a niveles prohibitivos los costos energéticos con la ruptura a la que se vio obligada Berlín al seguir los dictados de la OTAN en contra de Moscú, y llevar al rompimiento de la relación entre Alemania y el gigante eslavo, siguiendo las ideas de Mackinder, respecto a evitar el control ruso del Hearthland, que en mucho ha obsesionado a Británicos y Norteamericanos desde el siglo XIX, en que los Ingleses rivalizaron con los moscovitas por el dominio de Asia Central, en el llamado Gran Juego, pero que venía ya desde mucho antes, y no solo por los anglosajones: los Zares germanófilos Pedro III y Pablo I fueron derrocados y eliminados por los más afrancesados Catalina II (con todo y que ella era de origen alemán, pero enemiga de Prusia) y Alejandro I (quien terminó derrotando a Napoleón, pero asumiendo una postura nacionalista eslava, contraria a lo germano, lo anglo y lo galo por igual) y hacer que las empresas germanas no pudiesen competir, ¿para qué? Por la desesperada necesidad de reindustrializar a Estados Unidos, algo en lo que es claro y expreso, que Trump continuará.
En Francia, tras Charles De Gaulle, quien buscó que su país recuperara la grandeur, y tomase una política propia y autónoma, lo que incluyó incluso la salida de Francia de la OTAN, los gobiernos siguientes al altísimo general se fueron subordinando a los intereses atlantistas, resignándose o incluso buscando, que francia se volviese una potencia segundona con mera retórica grandilocuente, tocando fondo con los sucesivos gobiernos de Sarkozy, con quien París volvió a la Alianza Atlántica, Hollande y por supuesto, Macron, participando en el enorme crimen de la destrucción de Libia o ahora, siendo el más furibundo centro del eje antirruso.
E Inglaterra, tuvo su último gobierno verdaderamente independiente con Margaret Thatcher, con quien la isla se mantuvo como aliada en plan de igualdad con su antigua colonia; después, bajo John Major, y sobre todo a partir de Tony Blair, vino la subordinación completa a los dictados de Washington. Reino Unido ha seguido a EUA en todas sus aventuras desde entonces: Irak, Afganistán, Libia, Ucrania, sin rechistar ni cuestionar.
Y ante esa pereza de los políticos europeos que se entregaron a los intereses norteamericanos, vino el centrarse en decisiones y medidas en las que hicieron primar las ideologías antes que las necesidades de su sus pueblos, en mucho, porque como ya lo he repetido en ocasiones anteriores en este blog, cuando tienes los problemas reales resueltos, o al menos, aparentemente solucionados, queda el crear nuevos problemas, aunque sean ficticios, con tal de justificar la existencia de un sistema de Democracia de partidos en el que se viva una permanente búsqueda del cambio: el calentamiento global, la agenda LGBTQ, inmigración, etc., se convirtieron en puntos centrales de los programas de gobierno, mismas que además, parecían también venir de EUA, pero igualmente de los poderosos lobbies financieros Globalistas; al final, todo esto ha debilitado a los países miembros del Bloque, ha reforzado la existencia y el poderío de una burocracia supranacional que ahoga las libertades individuales y el desarrollo económico de sus habitantes, y que al final, ni siquiera ha beneficiado directamente a la potencia americana, sino a China, a la propia Rusia, y hasta a las potencias islámicas que prácticamente les chantajean con el arma de la migración.
Pero ahora, ¿Qué puede pasar? Aunque pueda parecer puramente negativo, --lo mismo que para México, y luego lo comentaré-- puede ser positivo, pero también peligroso:
Por un lado, el deseo de Trump de que EUA se encierre en sí mismo y abandone las aventuras exteriores, puede llevar a que los europeos ahora sí busquen contar con gobiernos realmente independientes que vean por sus intereses, que la Unión Europea, tal y como la conocemos, deje de ser una integración asfixiante para convertirse en una alianza que mantenga el libre comercio pero en el que los miembros puedan planear estrategias de defensa común y de relaciones económicas que realmente les beneficien, y que hagan esto aún en oposición y en contra del propio Estados Unidos.
De entrada, ya vemos el primer paso, el hasta ahora cobarde y torpe Olaf Scholz, ha decidido reanudar el contacto con Vladimir Putin de Rusia, mientras que Macron, en uno de sus conocidos cambios de timón, parece llamar a todo el Bloque Europeo a prepararse para la embestida de aranceles norteamericanos con los que Trump parece amenazar a todo el mundo, ya que el neoyorkino, lo que parece, es querer poner fin a la Globalización y poner en primer lugar, como lo dice su lema de campaña, Make America Great Again, poner el interés nacional por encima de cualquier búsqueda de interés colectivo o bloque. Igualmente, y aunque no abandonan la postura antirrusa, Macron y Starmer parecen hablar de renovar la alianza francobritánica sin contar con EUA, para una defensa compartida, planteada hasta ahora, en contra de Rusia.
Y aquí viene lo peligroso: como ya lo decía en un post anterior, el orden internacional surgido en 1945 está derrumbándose ante nuestros ojos y lo que vemos surgir es un mundo multipolar, y por ello, más caótico, inestable y belicoso. Así, las alianzas serán cambiantes y los buenos pasarán a convertirse en malos y viceversa para unos y otros. Me pregunto si no veremos un alejamiento de Europa, al que llegarán gobiernos de partidos con visiones más nacionalistas, o la conversión de líderes Globalistas, que verán a Trump como enemigo, en sus opositores, e incluso, dispuestos a hacer alianza con Rusia o China y otros miembros del hasta ahora Eje del Mal con tal de derribar a la todavía potencia hegemónica y a la que consideran ahora como descarriada.
Veamos cómo evoluciona esto, se pondrá interesante.
9 de noviembre de 2024
AURORA AKSNES
Entre los muchos temas que a lo largo de todos estos años he tocado en este blog, está la música; como bien saben, mis gustos musicales se decantan más por el Rock en general, y ya más específico, mis géneros favoritos son el Rock Progresivo, y el Heavy Metal, y por supuesto, todo lo que se engloba dentro del término demasiado amplio, llamado Música Clásica, así como hay géneros que no soporto, aunque se les identifique como parte del folklore mexicano, mismo que fue creado o inventado tras la mal llamada Revolución, en la búsqueda de crear una identidad nacional propia; siempre lo he dicho, de Alaska a la Patagonia, los países americanos somos producto de la conquista y colonización o poblamiento hecho por unas cuantas potencias europeas: España, Portugal, Inglaterra, Francia y por ahí colada, Holanda, y hemos pasado los últimos 200 años tratando de hacernos los diferentes a nuestras Madres Patrias, incluyendo con la creación de géneros musicales artificiales que pretendemos hacerlos pasar como tradicionales, sea la Milonga, la Salsa, la Bachata, el Mariachi, la horrorosa Banda, o el Country.
Pero dentro de la evolución en conjunto de la Civilización Occidental, con la invención del fonógrafo por Thomas Alva Edison, surgió la música popular y comercial, de la que surgirían como una evolución de géneros, esos sí espontáneos y de una conjunción de influencias de lo más disímbolas, como la música celta traída a América por los inmigrantes irlandeses y escoceses, por un lado, y la traída por los esclavos africanos, lo que dió origen al Jazz, al Blues, al Swing y al Rock; y un subproducto de todos ellos que se le denomina como Pop, abreviatura de popular.
Aunque el Pop ha tenido creadores e intérpretes muy variados, pues internamente, este nombre engloba a multitud de movimientos musicales y estilos, y algunos han hecho Historia, como el que se considera su Rey, el fallecido, incomprendido y difamado Michael Jackson. Sin embargo, en los últimos 20 años, el Pop empezó a decaer en calidad, si bien siempre ha sido una caja donde ha entrado música muy pegadiza y comercial, muchas veces repetitiva, protagonizada por figuras con imágenes atractivas y fáciles de vender, a partir quizá de fines de los 90, aquello empezó a volverse la norma, con intérpretes efímeros, canciones olvidables y muchas veces poco talento, agrandado por el empleo de artilugios como el Auto Tune, aquello se ha hecho patente con varias representantes femeninas, muchas de ellas, además, víctimas de abusos o de explotación laboral para luego ser dejadas en el olvido, piénsese en Britney Spears, quien tras haber estado de moda a fines de los 90 y primeros años del 2000, se la ha pasado lidiando con problemas de salud mental y legales incluso en contra de su propia familia, y hemos visto desvanecerse en el olvido a cantantes como Christina Aguilera o la cada vez más apagada Katy Perry.
Recientemente, se ha dado el fenómeno de la norteamericana Taylor Swift, quien sin embargo, empieza a tambalearse, no solamente porque ya pasa bastante la treintena y se hace, por tanto, menos fácil identificarla con las adolescentes despechadas que por el tema repetido en sus letras, son su público objetivo, sino porque prácticamente hipotecó su carrera al destino del Partido Demócrata, y con ello, es ahora parte del hundimiento de dicho instituto político, además de que la Industria ya le tiene una sustituta: la más joven y sexualizable Sabrina Carpenter. Y aparte tenemos a la británica de origen bosnio Dua Lipa, más reconocible por sus atractivos que por su obra.
Sin embargo, hay gente con verdadero talento que da la esperanza de que el arte puede resistirse a ser devorado por la industria y aún así, tener éxito; durante la Pandemia, me apareció la imagen de una joven rubia y menuda, vestida con un estilo hippie modernizado, si pudiera describirlo así, pero que me impactó por la extraordinaria voz con la que entonaba canciones reflexivas con un gran sentimiento, aparentemente nostálgicas pero que denotaban una gran alegría de vivir en el fondo, y me fui enterando que la chica en cuestión se llama Aurora Aksnes, conocida más habitualmente sólo por su nombre de pila y que es proveniente de Noruega.
Desde entonces comencé a escuchar sus canciones y ver sus presentaciones en vivo grabadas en vídeo y subidas a las redes y finalmente, hace unos días tuve la oportunidad de verla en concierto aquí en Guadalajara, Jalisco, México, en el Auditorio Telmex, donde, lo primero que me sorprendió, fue que el recinto estaba repleto, fue un sold out, y me dio gusto de que fuera más conocida en mi ciudad de lo que yo creía, pues pensaba que era más underground, dado el Pop alternativo que, podríamos decir, es su estilo; pero me he dado cuenta también que ya había venido antes a México y a Guadalajara en particular, aunque en las ocasiones anteriores había venido a foros más pequeños, como el Teatro Diana.
¿Qué puedo decir? Fue impresionante, la chica tiene un talento innegable, cuenta con una capacidad vocal increible, despliega una enorme energía en el escenario, sin descansar de exhibir sus habilidades para el baile, sustentadas en una evidente formación en el ballet clásico y la danza contemporánea, un carisma enorme y un sentido del humor chispeante y natural. Lo que quizá se le pueda señalar es que se encuentra muy anclada en el discurso woke, en torno a temas como el Ambientalismo, la agenda LGBTQ, o el feminismo y hasta el slogan del Free Palestine, mucho probablemente debido a que es hija de su tiempo --cuenta apenas con 28 años-- y desde la educación primaria, en un país en el que el discurso de Izquierda se arraigó tanto como lo es Noruega, aquellas ideologías le fueron implantadas, y quién sabe si ha tenido también que claudicar al mismo para no ser "cancelada", veremos si los recientes cambios políticos no muestran que, en realidad muchos artistas tanto en la música como en la actuación, no se han visto obligados a ser comparsas de los monstruos ideológicos posmodernos ante la amenaza de perder oportunidades de trabajo y desarrollo.
(Me viene a la mente el dueto de las rusas T.A.T.U., quienes exhibían su pretendido lesbianismo durante la época de Yeltsin, pero tras llegar Vladimir Putin al Kremlin se convirtieron en felices esposas de varones tradicionales y ejemplares madres de familia).
Sin embargo, la mayoría de sus canciones, escritas por ella desde que era adolescente, tocan temas profundamente humanos: desde la lucha contra el estrés cotidiano, como en Some Type of Skin, una canción genial:
El superar la tristeza para no dejar de disfrutar la vida, como es en la extraordinaria The River:
El optimismo:
7 de noviembre de 2024
EL RETORNO DE TRUMP
Pues los resultados de las elecciones presidenciales, y también para la renovación de ambas cámaras del Congreso de Estados Unidos, han arrojado resultados muy similares a lo que vimos en México el mes de junio pasado: Donald Trump, a pesar de toda una campaña que incluyó intentos de procesarlo penalmente y encarcelarlo, además de dos intentos de asesinato, el primero muy cercano de lograr el objetivo y posiblemente un tercero, más la demonización por los medios que difundieron presuntos resultados de encuestas que planteaban que la contienda sería pareja entre el ex-Presidente y la abanderada Demócrata, se ha hecho de nueva cuenta con la Presidencia de la República del norte con una amplia mayoría tanto en el voto popular como en los votos electorales por estado que, como sabemos, son los definitorios para la conformación del Colegio Electoral que decide quien es el nuevo residente del palacio presidencial situado en la Avenida Pensilvania número 1600 de la ciudad de Washington, D.C. en ese complejo y anticuado sistema electoral que no ha cambiado desde fines del siglo XVIII. Incluso, el Partido Republicano contará con la mayoría tanto en el Senado como en la Cámara de Representantes, lo que le dará garantía de gobernabilidad al Presidente reelecto y la capacidad de legislar cómodamente.
Aún así, queda todavía bastante tiempo de aquí al 20 de enero de 2025 en el que concluirá el desastroso mandato de Joe Biden y se dará la toma de protesta del nuevo titular del Poder Ejecutivo, así que todavía no hay que adelantar vísperas, Trump no podrá tomar decisiones efectivas ni hacer los cambios necesarios para que EUA recupere el rumbo... y subsiste el riesgo de que no llegue a la fecha, además de ver que los radicales de la Izquierda Woke no le hagan un infierno en los próximos cuatro años, de lo que ya tuvo una probada en su administración anterior, con la actuación de Black Lives Matter y Antifa.
Trump se ha puesto la tarea de recuperar el rol de Estados Unidos como súper potencia, actualmente cuestionado por el resurgimiento de China y Rusia como grandes potencias y otras más que se encuentran creciendo como producto de la Globalización, para ello, el neoyorkino pretende reindustrializar a su país y prácticamente echar abajo gran parte de los acuerdos de libre comercio con la imposición de aranceles, no solamente a México o a China, sino incluso a Europa.
Por supuesto, no debe olvidarse que Trump fue electo para resolver los graves problemas que las disparatadas derivas ideológicas de los Demócratas han causado desde los años 90 y sobre todo bajo Obama, y la terrible serie de fracasos y aventuras bélicas sin sentido del caótico mandato de Biden. Sin embargo, muchos creen que es deber del Presidente de EUA arreglar los problemas de otras partes del mundo, algo a lo que han malacostumbrado tantas intervenciones en el exterior hechas por los gobiernos norteamericanos desde 1941 a la fecha, y sobre todo durante la Guerra Fría, en que nuestro vecino del norte se erigió como garante de un orden internacional en oposición al totalitarismo comunista. Sin embargo, aquel papel, en el que no claudicó tras el derrumbe del régimen bolchevique en Moscú en los años 1989 a 1991, sin que, por otro lado, EUA se atreviera nunca a ser un verdadero imperio, terminando por cometer multitud de desatinos que a la larga, le pasaron factura. Trump está decidido a poner fin a eso, su idea es que si su patria es la ciudad en la colina, el faro de la libertad o ser el mejor país de la Historia, lo tiene que demostrar más por su compromiso con la Libertad, con el orden y con la construcción también, de un verdadero sistema internacional basado en la cooperación y no en la fuerza, donde, por supuesto, regímenes como el de los clérigos chiítas persas, anclados en un expansionismo del siglo V a.C., no tienen cabida.
De igual manera, las acciones del gobierno de una potencia como EUA con proyección global tendrá repercusiones que pueden ser positivas o negativas; ni modo, en México, probablemente paguemos el haber pasado casi cuarenta años de dependencia de la inversión extranjera y de no desarrollar la creatividad y el verdadero emprendimiento que nos convirtió en un mero maquilador y receptor de capitales golondrinos, que llevó a un sistema Neoliberal defectuoso y clasista que llevó a las mayorías desesperadas a confiar en un caótico, radical y carente de objetivos más allá del poder, proyecto de Izquierda; en Europa, van a pagar el haberse dormido en los brazos de EUA como si fuese su niñera por 80 años, y llenarse de políticos mediocres, ratoniles y ladrones como los que regentean la Unión Europea y se subordinaron a los caprichos de los gobernantes de Washington, aunque les impusieran delirios o idioteces como el senil Biden y su corte de dementes.
De entrada, es posible que se de un cese a las guerras que han ensangrentado al mundo en esta pesadilla de cuatro años, con un restablecimiento de las relaciones entre EUA y Rusia, una competencia "limpia" en el orden económico con China, el reconocimiento de que la independencia ucraniana carece de sentido y fundamento y que lo que hicieron criminales como Victoria Nuland o Anthony Blinken, quienes, esperemos sean llevados tras las rejas... o quizá merezcan algo más drastico, fue atizar una guerra civil entre la primera de las ciudades rusas: Kiev, y su heredera actual: Moscú, con la eliminación de un parásito como Zelensky, quien de antemano lo digo, murió el 05 de noviembre, lo que vemos hoy es un zombi o un fantasma encarnado.
En otros terrenos, probablemente el triunfo de Trump lleve a la paulatina eliminación de los disparates ideológicos del Wokismo, a ganar la llamada batalla cultural, lo que será difícil y tardado; bien hará el mandatario si inicia una verdadera purga, con investigaciones de las tramas de corrupción, vicios y abusos que ocurren en Holywood según se desprenda de los casos de Epstein y Combs, poner limitaciones a la capacidad de influir de empresas como Disney o BlackRock, y sujetarlas al imperio de la Ley, y no tener miedo de encarcelar --o remitir a algún psiquiátrico-- a magnates como Bill Gates si se descubre su implicación en esas tramas.
Pero seamos realistas, dudo mucho que Trump pueda llegar a ser llamado como en su momento, el emperador Aureliano, que salvó al Imperio Romano de la disgregación a mediados del siglo III, como el Restitutor Orbis, o sea, el "Restaurador del Mundo"; para mi, la decadencia de nuestra Civilización Occidental es imparable, y muchos de estos males ya se encuentran enquistados en la mente de, sobre todo, las generaciones más jóvenes --aunque, en un indicio de esperanza, los votantes que participaban en sus primeros comicios le dieron la espalda a la Harris y su venenoso mensaje-- pero sí puede ser un Diocleciano o Constantino que ponga las condiciones para que lo más valioso de nuestro mundo sea salvado y heredado a aquellos pueblos que nos sucedan en la Historia.
Aún así, esperemos a que llegue el 20 de enero de 2025; y en el ínter, veamos quiénes entienden que habrán de adaptarse a esta nueva etapa, y lo hacen efectivamente, y quiénes no lo entienden y por tanto, perecen; lo malo, que se llevarán a sus pueblos consigo.