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15 de noviembre de 2025

INFLUENCERS

 Tipos de influencers | Blog Santander Open Academy

Con la aparición de las redes sociales, en particular aquellas que permiten, como en su momento, en los años 80 lo imaginaran autores u obras de Ciencia-Ficción, como el escritor William Gibson en su novela Neuromante, o en la serie de TV Max Headroom, que cualquier persona se convierta en productor o periodista y suba su vídeo, material o reportaje al Ciberespacio, es que, desde mediados de la primera década de este siglo, apareció la figura del creador de contenido o también llamado influencer, porque presuntamente se pretende ejercer una influencia sobre la opinión pública, o incluso en las conductas de las personas que ven aquello que producen, influencia que será más grande conforme más popularidad tenga entre los espectadores que entran a redes, tales como Youtube, Twitch, X, antes Tweeter o Facebook.

En cierta forma, las redes han "democratizado" la producción audiovisual, lo que ha derrumbado en mucho la figura de la estrella o celebridad, quien antes, hasta los años 90, iniciaba generalmente en la oscuridad, y bajo cierto camino meritocrático, comenzaba a labrarse su carrera generalmente en lugares underground, para después ser captada por alguna gran productora de medios: empresas disqueras, televisoras o estudios de cine. Estos personajes, luego labraban su riqueza sobre las regalías que recibían de los contratos que celebraban con aquellas empresas, que les daban un porcentaje de las ganancias que se obtenían de las ventas de discos o grabaciones, o venta de boletos en las salas de cine. Pensemos en figuras como Marilyn Monroe, Charlton Heston, o ya en tiempos recientes a Stallone, Schwarzenegger o Tom Cruise en el cine, o en la música, en Michael Jackson, Elvis Presley, Freddy Mercury o el recientemente fallecido Ozzy Osbourne.

Pero hoy en día esto ha cambiado, pensemos por ejemplo dentro del Rock and Roll, o Heavy Metal, la banda regiomontana The Warning, de la que he hablado varias veces aquí, es un producto "viral" por la difusión en las redes sociales que fue lo que las ha llevado a crecer, otro ejemplo es la cantautora norteamericana Poppy, e incluso ese experimento que es la banda japonesa Baby Metal, que, aunque surgida de manera más "clásica" como producida por una empresa de medios del Imperio del Sol, labró su fama y difundió su material a través de las redes. Incluso, han estado surgiendo, si los pudiéramos llamar así, grupos actorales que, por ejemplo, producen cortometrajes o sketches de comedia que suben a las redes, pensemos en colectivos como Qué Parió! o Enchufe TV y Backdoor aquí en México, y cada vez más aumentan los llamados "microdramas", cortometrajes para ser difundidos en Tiktok.

Y qué decir de Only Fans, plataforma que, aunque abierta a cualquier clase de contenido, es más bien un medio que a su vez, ha "democratizado" la pornografía y generado la prostitución virtual, que incluso ha llevado a que algunas de las que se venden en dicho medio, hayan amasado enormes fortunas, en lo que es un preocupante síntoma del morbo de muchos en nuestras sociedades que prefieren patrocinar la holgazanería de mujeres que buscan dinero fácil a través del exhibicionismo a cambio de tener material para masturbarse ante la crisis de las relaciones entre hombres y mujeres que vivimos hoy. 

Pero además, basta entrar a plataformas de streaming como Youtube o Twitch, para presenciar una abundancia de "creadores de contenido" que pueden tratar de los más diversos temas, desde cocina, mecánica automotriz, videojuegos, deportes, crítica de cine, crítica musical, psicología, frivolidades en general, cultura pop, o temas más serios, como la divulgación de la Ciencia, de la Historia, Filosofía, Teología, y periodismo y Geopolítica. Incluso, es posible ver que han surgido verdaderos canales, al estilo de los tradicionales de TV, que transmiten a través de estas redes, pensemos por ejemplo en la verdadera cadena informativa Negocios TV de España, fundada por el periodista José Antonio Vizner que anteriormente trabajara para otro medio alternativo de los pioneros en manejarse en este esquema: Intereconomía, hoy El Toro TV.

Y aquí es donde tenemos que ver algunas cuestiones: no es lo mismo, por ejemplo, ver que una persona decida montar su canal de Youtube con sus propios medios, pensemos, por ejemplo, en el crítico musical de Rock conocido como Don Manuel Amusia (el apellido es pseudónimo y hace referencia a una condición patológica de una persona que no puede distinguir la música, de cualquier género, del ruido, por un defecto neurológico, comparable al daltonismo en la visión) quien lleva ya más de diez años grabando o transmitiendo desde su casa, con una cámara de su computadora y un micrófono adaptado, y sólo hasta años recientes ha adquirido el patrocinio de algunas promotoras musicales que organizan conciertos y festivales que luego le acreditan como miembro de la prensa en sus eventos, aún así, el señor monetiza y ha logrado obtener ingresos de sus vídeos, pero manifiesta tener una enorme libertad para hablar de lo que quiere en sus vídeos, antes lo veía más, pero últimamente ya también pretende ser el "Dr. Corazón", psicólogo improvisado del barrio o se pone a hablar con su hermana de los recuerdos de la infancia, a mi, ese contenido ya no me interesa, pero evidencia la libertad de la que goza para hablar en su canal, algo que recalca en cada momento, y eso sí me parece muy bien.

Sin embargo, aquí empiezan algunos cuestionamientos hacia la figura de los influencers: de entrada, hay muchos que no tienen conocimientos reales sobre los temas de los que hablan; por ejemplo, algo que se le achaca mucho al propio Sr. Amusia, entre otros que tratan del tema, es que él, pese a que sabe mucho sobre la historia del género musical del que habla, de chismes y noticias en el mundillo, o tener contactos con promotoras y gente en la industria, carece de conocimientos técnicos de música, producción y marketing en ello, a diferencia, de por ejemplo, otros personajes como el productor musical estadounidense Rick Beato, el músico inglés Justin Hawkins, o el igualmente experto español conocido como Shaun Track, por lo que sus críticas son enteramente subjetivas en torno a si le gusta tal o cual obra y en ese sentido, ha sido muy cuestionado por su apego a bandas clásicas y estilos antiguos, alguna misoginia y ser impermeable a nuevos estilos en la evolución actual del Heavy Metal y el Hard Rock sin contar con un criterio objetivo para juzgar las obras musicales sobre las que habla.

Pero esto es mucho más serio cuando se habla de temas como, por ejemplo el delicado tema de la Política Internacional, o nacional de México, EUA, Argentina, Europa, Israel, Ucrania o Rusia, en un momento sumamente peligroso para todos estos países y el entorno global en general, mismo que se encuentra en un momento tan crítico o coyuntural como el actual. Y además de esto, que no cualquier lego puede hablar públicamente y alcanzar cierta influencia pública sobre estos temas, también existe la cuestión respecto a qué intereses pueden estar detrás de apoyar o denigrar a alguno de estos influencers, o en que algunos de ellos monten canales profesionales con grandes equipos de periodistas, producción de primer nivel, corresponsales y reporteros.

Ya hemos hablado de Negocios TV, y seguramente detrás del proyecto de Vizner existen inversionistas y lobbies financieros; como sea, este canal pretende tener un punto de vista un tanto objetivo y centrado, aunque muchas veces adolece de encontrar columnistas o colaboradores en el ramo de opinión de calidad, dando cabida incluso a conspiranoicos o gente poco seria (como Alfredo Jalife quien para referirse a los Judíos Ashkenazi les llama Khazaros, pueblo que se convirtió al Judaísmo en el siglo VIII, y que sí, forman parte de la mezcla racial de muchos judíos actuales con el indudable aporte y base hebrea semita, decirles así, equivale a aceptar que los mexicanos somos todos Aztecas exclusivamente, todo lo cual es pura pose para parecer intelectual y ocultar su antisemitismo). Luego aparece un canal como La Magia de la Bolsa, que es una verdadera contradicción, dirigido por Alberto Iturralde, quien a su vez es presidente de una Casa de Bolsa española, resulta apuntar siempre sus dardos contra las grandes gestoras de fondos de inversión como Blackrock o Vanguard, acusándolas de ser parte de las conspiraciones más populares de la actualidad, para luego, recomendar hacer inversiones en Bolsa, donde necesariamente, muchas de las operaciones que aconseja, deben pasar por aquellas mismas empresas que son blanco de sus críticas... ¿qué sentido tiene eso?

En el caso de EUA, aparece un canal denominado The Young Turks, dirigido por un inmigrante turco de nombre Cenk, quien aparte de ostentarse como más estadounidense que George Washington, dirige su retórica en contra del "Genocidio Palestino" cometido por Israel, impulsando al antisemitismo, sin embargo, escogió mal el nombre de su canal o exhibe un cinismo descarado, no solo porque él ya dejó muy atrás la juventud, sino porque los Jóvenes Turcos fueron un movimiento islamista y nacionalista que se hizo con el poder sobre el decadente Imperio Otomano a inicios del siglo XX, dirigido precisamente por militares menores de 30 años entonces, entre los que se encontraban personajes como Ismail Enver o Mustafá Kemal, más tarde apodado Atatürk, y que fueron responsables del Genocidio Armenio y de la expulsión de la milenaria población griega de Asia Menor. El tal Cenk, siempre que termina sus vídeos, pide donaciones, sin embargo, la magnitud y la calidad profesional de su canal indica que cuenta con recursos que van mucho más allá de los $5.00 dólares que pueda aportar el espectador promedio.

Muchos de estos canales, pensemos también en otro similar al de los Young Turks: Breaking Points, en el cual hay una fuerte presencia de hindúes, y aunque se digan conservadores, de repente se han vuelto defensores de la Causa Palestina, o de repente, y pese a que por años se ha hablado de los vínculos entre el régimen Chavista en Venezuela y el Narcotráfico, y de los fraudes electorales que han sostenido a la dictadura por 25 años, ahora los niegan y prácticamente canonizan a Maduro y le victimizan, o al unísono, demandan la apertura de los archivos del caso Epstein. Hemos hablado aquí también de las sorprendentes y coincidentes similitudes existentes entre canales como Redacted y The Mexican Family, tanto en que ambos son dirigidos por matrimonios expatriados (el primero, dos periodistas norteamericanos residentes en Portugal, el segundo, dos ex académicos mexicanos de la Universidad Veracruzana ahora residentes en Canadá), como en su formato y contenido y casi hasta en imagen y escenografía, contando igualmente con estudios profesionales que no es de creerse se financien con los recursos de simples familias de clase media que además, parece que no se dedican a otra cosa más que a hacer sus vídeos para Youtube.

Hay casos de Influencers que han saltado a los medios mainstream, pensemos en el caso de Chumel Torres y su espacio El Pulso de la República que ahora se transmite por Grupo Fórmula, la verdad, no me explico ese salto: lo intenté ver una vez y no aguanté más de 5 minutos cuando lo único que hacía este chico era carcajearse a risotadas escandalosas con un colaborador sin poder entender cuál era el chiste y sin dejar clara cuál era la nota que fue tan hilarante para él. En otros casos, han sido comunicadores de renombre de medios tradicionales que, tras su despido, han recalado en el Internet, como Joaquín López Dóriga, o quienes se mantienen en ambos ambientes, como Carmen Aristegui.

En Estados Unidos, especial mención merece el caso de The Daily Wire, el de Tucker Carlson y de Candace Owens, mismos que se encuentran ahora en el candelero ante la aparición de otro influencer polémico: Nick Fuentes y el preocupante terremoto que ese joven mexicoamericano está generando en el panorama político de nuestro vecino del norte.

Tucker Carlson me parece el caso más claro de un comunicador que, habiendo sido la cara visible de la cadena televisiva a la que pertenecía: Fox News, se convirtió en un "divo" que pensaba que el canal tenía tanto rating debido a que la gente buscaba verlo a él, él era la televisora, y no es así; pensemos en el caso en México, salvando distancias y tamaño, el periodista Jacobo Zabludovsky, decano del periodismo televisivo en nuestro país y comparable a Walter Cronkite en EUA, ha sido hasta el día de hoy señalado por su colusión con el sistema del PRI de los años 60 a 90; bueno, realmente no era una decisión unilateral de él, tenía que seguir la línea editorial que su empresa: Televisa, le marcaba, acorde con las posturas políticas propias de la familia Azcárraga, su propietaria, y que era realmente, y sigue siendo hasta el día de hoy, muy gobiernista con independencia del partido en el poder. Una vez fuera de dicha cadena, Zabludovsky continuó en la radio hasta su muerte, mostrando realmente sus propias convicciones y una faceta mucho más crítica e incluso, centrada y equidistante hacia todos los partidos.

En el caso de Carlson, realmente él seguía la línea editorial de la Fox, empresa dirigida por el australiano conservador Rupert Murdoch. Y la gente que comulgaba con la ideología de éste y su cadena, la veía, no por Tucker, sino por el contenido en general de la cadena y que igualmente difunden otros comunicadores como Laura Ingraham, Bill O´Reilly o Gregory Gutfeld. Sin embargo, es claro que Tucker creyó ser más importante que la empresa y, al parecer, quiso negociar un contrato archimillonario con ésta, ante lo cual, Murdoch simplemente lo mandó a volar

Carlson en vez de buscar trabajo en algún otro medio, como por ejemplo Sky News, una empresa más pequeña pero con una visión similar a la de Fox, donde hubiera servido para catapultar dicho medio, decidió convertirse en influencer y montar su propio canal, y aquí empezó una extraña deriva en la que se encuentra: primero, quiso dar un golpe con la entrevista a Putin, de la que hemos hablado aquí, la verdad, en vez de entrevista, fue casi un monólogo en que el líder ruso prácticamente se devoró al comunicador gringo, quien, por contraste a lo que anteriormente había mostrado en su carrera, tomó una postura meramente pasiva, e incluso aduladora hacia el peterburgués. Además de ello, poco a poco fue asumiendo una posición claramente no solo crítica contra el Estado de Israel y sus políticas, sino abiertamente antisemita, como claramente lo señala el historiador Victor Davis Hanson que ha culminado con la entrevista a Nick Fuentes --de quien bien valdría la pena hacer un artículo específico sobre él-- así como crítica a la Administración Trump. Mucho se habló durante la campaña electoral de éste que Tucker parecía querer candidatearse para ser Vicepresidente o que le dieran algún cargo en el nuevo gabinete, como ocurrió con otros compañeros suyos en la Fox: Peter Hegset, que de comentarista de noticias pasó a ser Secretario de Guerra, o Kash Patel y Dan Bongino, que igualmente pasaron de ser editorialistas en la misma cadena, habiendo sido antes igualmente influencers, a ser los directivos del FBI.

Carlson aparentaba humildad y parecía negar tener aspiraciones políticas --no extrañas a su familia, su padre ocupó un alto cargo en el gobierno de Ronald Reagan, y él mismo buscó iniciar su labor profesional en el departamento de comunicación social de la mismísima CIA-- y finalmente no fue invitado a la mesa, y al parecer, eso le generó algún tipo de resentimiento hacia el magnate neoyorkino. Pero hay algo más: aunque Tucker venga de una familia de posición económica acomodada, no cuenta con los recursos para él mantener un esfuerzo periodístico y de comunicación por sí mismo, como en los casos que he descrito en párrafos anteriores, es muy sospechoso de que reciba fondos de algún lado a cambio de tomar ciertas posturas editoriales, que ya señalé antes pero que aquí puntualizo:

  • Crítica a Israel por la campaña de Gaza, que ha ido escalando a una retórica neo-nazi antisemita señalando a los Judíos de ser culpables de cuanta cosa negativa pueda existir en el mundo.
  • Apoyo a Rusia y China como deseando el propio fracaso de su país ante esas potencias rivales.
  • Súbita defensa, aún siendo de Derecha, del régimen venezolano y de otros provenientes de la Izquierda, particularmente en Hispanoamérica, prácticamente negando el peso y el peligro del Narcotráfico en ellos.
  • Difundir teorías de la conspiración sobre la muerte de Charlie Kirk, apuntando ya sea a Israel o a un "trabajo interno" del conservadurismo norteamericano.
  • Ataque, en conjunto con los medios woke a Trump por sus presuntos vínculos con Epstein y sus delitos.
  • Señalar a Epstein no como un pedófilo y proxeneta, con una agenda criminal propia, sino como un agente exclusivo de Israel.
  • Plantear una agenda supremacista angloamericana que va más allá del patriotismo.
  • Dirigir una campaña de acoso y derribo contra el medio Daily Wire, y en específico con su líder editorial, el judío Ben Shapiro, incluso acusándolo infundadamente de estar detrás del asesinato de Kirk y otros crímenes.
  • Promover una serie de contenidos conspiranoicos que apelan al fanatismo protestante del redneck promedio norteamericano, sobre el próximo fin del mundo, ataques demoniacos, la inminente llegada del Anticristo, una probable invasión extraterrestre por el cometa 3I/Atlas, organizaciones secretas y demás pavadas, con obvia intención de generar distractores y desinformación.
Y es que aquí vienen las preguntas sobre el financiamiento de los influencers y "medios alternativos" que aparecen en las redes: en México, hemos visto en los últimos tiempos los asesinatos de varios de ellos, incluso algunos transmitidos en directo, porque resulta que se han prestado al lavado de dinero o a servir de "mensajeros" a enemigos y rivales de sus verdaderos empleadores. Es claro además que de entrada, una objetividad completa y una posición centrada es algo utópico, no puede ser, cada quien escribe o hace vídeos desde la forma en que ve el mundo como consecuencia de sus convicciones, educación, formación moral, conocimientos y cultura, en ese sentido, es de agradecer que por ejemplo, medios como Sin Embargo, Chamuco TV, Atypical TV, o Latinusno oculten sus simpatías ya sea por MORENA o por la oposición y sea evidente de donde vienen sus financiamientos, la sinceridad y el no negar "la cruz de su parroquia", en estos tiempos, es algo hasta encomiable, actitud que por ejemplo, sigue el Ing. Juan José Cruz en su canal SERVIMAT. Info, quien no niega tener cierta simpatía por la Izquierda pero que no ha escatimado en señalar en qué cosas está de acuerdo con tal postura y en otras ocasiones en lanzar críticas duras contra la misma y dar la razón a opuestos, además de hacer análisis documentados y serios la mayoría de las veces.

Pero en el caso de Carlson, Candace Owens y otros más, como el tal Cenk y sus Young Turks, es luego bastante oscuro el verlos tener de patrocinadores a quienes ofrecen productos por demás innecesarios o ridículos, ya sea cobertores eléctricos, escuelas pequeñas perdidas en regiones apartadas de EUA que ofrecen "educación cristiana" en vez de las corrompidas universidades de la Ivy League, productos de carne de avestruz o almohadas de fibras de bambú y servicios de encriptación por VPN, y es muy curioso ver que por ejemplo, alguien a quien yo veía mucho: el venezolano John Patrick Acquaviva, desde que empezó a tener ese tipo de patrocinadores, a partir del inicio de este año, pasó de tener una postura bastante centrada al hablar de la política estadounidense, a ser tan lambiscón de Donald Trump que hasta da asco, pues prácticamente habla de él como si fuese un mesías o profeta.

Así que cabría de pensar si no están recibiendo financiamientos tal vez hasta ilícitos que son lavados, incluso provenientes del exterior tendientes, por ejemplo, a destruir el peso del lobby judío, en EUA, se habla de Qatar, y de la propia Rusia, China o hasta Irán detrás de estos recursos que reciben estos creadores de contenido, que últimamente, por ejemplo, buscan abiertamente destruir la influencia que había ganado un medio alternativo como The Daily Wire, medio que se formó curiosamente, por la unión de comentaristas judíos y católicos, como Ben Shapiro, y Matt Walsh o Michael Knowles, o el judío convertido al anglicanismo episcopal Andrew Klavan. Este medio había sido bastante influyente en la opinión pública conservadora estadounidense y fundamental para las dos elecciones de Trump, pero ahora prácticamente se busca ponerle en crisis, incluso por quienes alguna vez colaboraron con él, y ahora se comportan de manera arteramente traidora en su contra, como la propia Owens (mujer que creo, padece de algún problema psiquiátrico) y la joven prima lejana católica de Shapiro: Bret Cooper (quién salió por diferencias económicas con la directiva al creerse, como Tucker, la gran diva).

Para concluir, creo que urge que sea lectura obligatoria el libro del erudito español Jaime Balmes el Criterio, para, precisamente, formar un criterio objetivo que nos permita separar el trigo de la paja cuando vemos a los contenidos que se ofrecen en las redes, para no tragarnos cualquier cosa, y comprender desde qué punto de vista nos están hablando. Hay mucho contenido que vale la pena en las diferentes plataformas, y hay que saber identificarlo y valorarlo, pero también tener cuidado con los difusores de odio, desinformación, supercherías, prejuicios y extremismos, y algo muy importante: debemos rescatar la palabra escrita y la lectura, y antes de tener al Internet como nuestra principal fuente de conocimientos, información y opinión, acudir a los libros, y sobre todo, a los clásicos, eso más que nada, nos librará de ser manipulados en esta enorme guerra por las mentes y corazones de la gente que se libra en las redes entre diferentes grupos de poder, ninguno de ellos quiere, porque les teme, a las mentes formadas y libres.

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