Buscar este blog


8 de agosto de 2025

EL LASTRE DEL "AZTEQUISMO"


Recientemente, en una operación de "Pan y Circo", la Presidente Claudia Sheinbaum, --de raíces Judías Ashkenazi de parte paterna y Sefarditas por la materna-- celebró la conmemoración por los 700 años de la fundación de México-Tenochtitlan (la realidad es que, efectivamente, ese es el nombre completo de la ciudad capital del país, pues Carlos V así la nombra cuando otorga el escudo de armas y así se bautizó a la diócesis cuyo primer obispo fue Fray Juan de Zumárraga) que según la leyenda, fue fundada a fines de julio de 1325 cuando los Mexica,  encontraron una señal divina: un águila real devorando una serpiente de cascabel sobre un nopal.

Esa señal, se vino a convertir en el escudo nacional del Estado Mexicano a partir de 1821, con corona como monarquía o sin ella como república, y primero de frente, y ahora, en un diseño afortunado a mi parecer y más original, además de práctico, porque forma un círculo que le hace ser fácilmente reproducido en sellos y monedas, de perfil.

La Presidente, hizo una afirmación además, falaz y propia de continuar con el "mito fundacional" de México, al afirmar que éste, como Nación, existe desde hace tres mil años, antes de que llegaran los Españoles y aún antes de que se fundara la ciudad por parte de la tribu o etnia que le dio su nombre: los Mexica, que no Aztecas, nombre que fue más bien inventado por los autores anglosajones, y en especial estadounidenses, para los que es más fácil pronunciar Aztec y evitar que se confunda con el nombre actual del país situado al sur de sus fronteras, justificándose en aquella leyenda de que hacía provenir a los Mexica de un lugar llamado Aztlán, situado al norte.

En ¿coincidencia? resulta que DC Comics y su compañía de medios madre: Warner Bros., acaba de lanzar una película animada en la que, ante el agotamiento del género y la falta de originalidad de su equipo de guionistas, ponen al personaje de Batman situado en el momento de la llegada de Hernán Cortés y la Conquista, colocando al Hombre Murciélago ahora como un guerrero mexica que defiende al "imperio" indígena en contra de los "malvados españoles" al tiempo que defiende la sana y hermosa práctica del sacrificio de niños a los dioses, en especial a Tlaloc, el dios de la lluvia y de las aguas, (equivalente al grecorromano Poseidón/Neptuno, y al maya Chaac) que requería de las lágrimas de los infantes al ser torturados en forma previa a su muerte para conceder aguas suficientes que fertilizasen los cultivos; lo que a mi modo de ver, y de Matt Walsh, en el vídeo que hace su comentario al respecto, rescatando su catolicismo y dejando atrás su chauvinismo estadounidense, es una forma de justificar igualmente el aborto.

Ya en otro post abordaré la decadencia de los cómics de superhéroes, pero de momento, quiero aquí cuestionar esto del Aztequismo, lo que creo, es uno de los principales obstáculos para nuestro desarrollo, y sobre todo, el irredentismo que se desprende del mismo. Esta idea de que México e la continuidad del llamado Imperio Azteca, es un error y hasta un absurdo. Sin embargo, desde la propia Acta de Independencia de 1821, se planteó que La Nación Mexicana recuperaba su Independencia tras trescientos años de dominación española. De entrada, el haber elegido de nombre para el nuevo país el de México, condenó al país a un centralismo que parte de su identificación con la ciudad, y de hecho, resulta que el nombre se repite: la capital, la entidad federativa que la rodea: Estado de México, y el país entero, y si el actual estado norteamericano de Nuevo México no hubiera sido arrebatado por EUA en 1848, tendríamos una cuarta repetición del nombre. Quizá hubiera sido más afortunado haberle dado el nombre de Anáhuac, mismo que los indígenas de lengua Náhuatl aplicaban a su "mundo conocido" y que quiere decir Tierra entre las Aguas, cuando no, y quizá con mayor justicia, el de Tlaxcala, habida cuenta que esta nación indígena, mucho más avanzada que los Mexica, con un sistema político comparable a una República Aristocrática similar a las de las polis griegas, formado por la fusión de una etnia de habla Náhuatl y otra Otomí, que contaba con un ejército regular y hasta profesional, sustentado en la meritocracia antes que en los linajes y el clasismo, tras aliarse con Cortés participó en la colonización del norte, en Sudamérica, y hasta en Filipinas, sus guerreros se midieron con temibles ronin japoneses, y que fue con la que realmente se dio el mestizaje.

Desde entonces, los sucesivos gobiernos se han dedicado a impulsar esa idea de identidad entre el México Independiente y el Imperio Azteca, pero además, a éste se le ha revestido de multitud de mitos, romantizaciones y falsas concepciones, y en general, a todo el pasado indígena, al tiempo que al indígena actual, sobre todo tras la llamada Reforma, a medidados del siglo XIX, que privatizó las propiedades comunales, y se les condenó a ser peones condenados a servir en los grandes latifundios y al empobrecimiento, se le desprecia y se le margina. Esto sobre todo se dio con Porfirio Díaz, quien prácticamente ordenó al Arqueólogo Leopoldo Batres no solamente "descubrir" Teotihuacán, sino, prácticamente, construirla. En realidad, mucho de lo que vemos hoy de los restos de esa antigua ciudad, es artificial o falso, una escenografía producto de obras de "restauración" basadas en la imaginación y en el deseo de construir un pasado "imperial" o "épico", que equiparara a México con el antiguo Egipto o Grecia y Roma.

De igual manera, tras la Revolución, el nuevo régimen buscó igualmente continuar con esa construcción de un pasado glorioso, hasta la llegada de Ignacio Marquina, quien, contando con apenas alguna evidencia arqueológica, prácticamente se "imaginó" cómo lucía México-Tenochtitlan:

Archivo:Reconstruction of Tenochtitlan2006.jpg - Wikipedia, la enciclopedia  libre

Esa visión, en buena parte fantasiosa, ha continuado hasta nuestros días, con una reconstrucción como la siguiente:


¡Vamos! En esa animación, el Lago de Texcoco parecería el Mar Caspio o al menos, del tamaño de los Grandes Lagos, cuando en realidad era mucho más pequeño que el Lago de Chapala, por ejemplo, con partes de muy poca profundidad, ya que era más bien un sistema de pantanos antes que un verdadero lago, además de que pareciera en esta "reconstrucción" que la ciudad abarcaba un área parecida a Manhattan. Y es que parte de esa exageración sobre lo que debió ser, parte de los propios Cortés y Bernal Díaz del Castillo con sus descripciones llenas de hipérboles, y de la intención, igualmente, de magnificar sus hazañas, a fin de hacer creer al Rey Carlos I de España y V del Sacro Imperio, que habían subyugado a un imperio similar al Romano. Es curioso que no hubiera habido entre los soldados de Cortés, alguno que hiciera algún dibujo o boceto sobre lo que veía... ¿o acaso si los hubo, los destruyeron conscientemente para no mostrar una realidad mucho más modesta y barbárica que la descrita? Por contraste, quizá una representación mucho más cercana a lo que fue en realidad Tenochtitlan se encuentra en el llamado Mapa de Uppsala, un plano de la Ciudad de México alrededor de 1551, es decir, 30 años después de la toma de la ciudad por Cortés:

MAPA INTERACTIVO DE UPPSALA CIUDAD DE MÉXICO EN 1550

(El mapa puede verse con más detenimiento en este sitio.

Aunque ya aparecen construcciones de estilo europeo, se ve que el lago, en realidad, es mucho más pequeño, de poca profundidad en muchas partes, tanto que se ve a pescadores parados sobre el fondo, con el agua a la cintura mientras extienden sus redes, igualmente, se ven casas pequeñas, que no debían ser muy diferentes a las existentes en 1519, rodeadas de espacios verdes, esto es, de parcelas agrícolas plantadas sobre chinampas o islas artificiales con las que se fue dando el crecimiento de la ciudad desde su fundación. 

De las hipérboles y exageraciones de Cortés, Bernal y otros cronistas, se desprendió la idea de que los indígenas contaban con una civilización "muy avanzada", la ausencia de enfermedades infecciosas como la viruela, llevó a creer en el mito de que igualmente la higiene de los indigenas era superior a los "sucios europeos medievales" a lo que se sumó las reivindicaciones de cronistas como Fernando de Alba Ixtlixóchitl, quien narró la biografía de su antepasado Nezahualcóyotl, Rey de Texcoco, de una forma que, sospechosamente, se parece en buena parte a la del Rey David narrada en los libros de Samuel de la Biblia, y hasta dio a conocer poemas supuestamente compuestos por el caudillo acolhua, lo cual, simplemente, no podía ser, los indígenas de cultura Náhuatl no contaban con una escritura verdadera, y ni siquierase podrían considerar jeroglíficos, sino más bien el empleo de dibujos que, a manera de un cómic, servía como recurso mnemotécnico para guardar información. Los Mayas, por el contrario, sí desarrollaron una escritura que podría considerarse equivalente a la cuneiforme de Mesopotamia y descifrada hasta los años 60 por el erudito ruso Yuri Knórozov, pero al tiempo de la Conquista, y como al parecer su conocimiento había permanecido como exclusivo de la nobleza y el sacerdocio, con la decadencia que sufrieron las ciudades-estado a partir del siglo XII, y la reversión a pequeñas aldeas agrícolas diversas y ciudades pequeñas aisladas, ya se había perdido la capacidad de leerla; por ejemplo, el poema épico sagrado de los Mayas, el Popol Vuh, se conservó gracias a chamanes (ya no sacerdotes) que le habían memorizado a base de recitaciones, a grado tal que en una parte mencionan que el libro ya no existía, y lo pusieron en tinta y papel con la escritura alfabética aprendida de los misioneros españoles.

Sin embargo, no deja de ser contrastante, las Universidades de Bolonia, Salamanca, la Sorbona y Oxford fueron fundadas antes que la Ciudad de México, o antes de que los Incas comenzaran su expansión más allá del Cuzco, y mientras que para 1325 se contaba en Europa, Medio Oriente y Asia con una Historiografía ya científica y establecida acerca de los hechos de esa época y anteriores, en Mesoamérica, para narrar la fundación de una ciudad se recurría a los mitos, tal y como en la Época Clásica, 1300 años antes, para relatar la fundación de Roma por los gemelos Rómulo y Remo, hijos de Marte/Ares y descendientes de Eneas el Troyano, hijo de Afrodita/Venus.

Con esto tampoco debemos caer en la tesis opuesta de que se trataba de prácticamente cavernarios, y que el atraso que denota Walsh en su vídeo, en el que se encontraban los pueblos nativos de América, de que por ejemplo, siguieran usando herramientas del Neolítico cuando en Europa ya existía la imprenta de tipos móviles se debía a que, de alguna manera, eran idiotas. El científico norteamericano Jared Diamond en su obra ya clásica Armas, Gérmenes y Acero es claro, debido a las particulares condiciones del continente americano, como su carácter angosto y a diferencia de Eurasia extenderse de norte a sur en vez de este a oeste, llevó a una más lenta aclimatación de especies vegetales aprovechables, como el maíz, la ausencia de animales domesticables que pudiesen ayudar en el transporte y la accidentada geografía, propiciaron el aislamiento de distintas áreas y la dificultad de la difusión de innovaciones e ideas. En esas condiciones, haber creado civilizaciones como la Maya o las Andinas, tuvo su mérito.

Así, no carecieron de avances, incluso algunos no empleados todavía en Europa en aquel entonces: una medicina que se centró en el estudio de la herbolaria, la rotación de cultivos, y el conocimiento de que las leguminosas, como el frijol, contribuían a nutrir las tierras, por lo que las sembraban con el maíz, el cual es una especie vegetal totalmente artificial, un transgénico derivado del teocinte y otras gramíneas mezcladas para hacerle comestible y más productiva, pero que es empobrecedor como todo cereal, las chinampas mismas, aunque se podía comparar a lo hecho en Venecia, sin embargo, en la ciudad lacustre italiana, no se hizo con la intención de dedicarlas a la explotación agrícola intensiva, en cuanto a los avances en materia de Astronomía, habría más bien que hablar de Astrología, ya que se trataba de observaciones del cielo a las que se les daba un carácter o significado sobrenatural, no un estudio sistemático y de las causas de los movimientos de los cuerpos celestes. También es de reconocerse sus logros en materia de ingeniería civil o arquitectura, aunque los mismos quizá eran equivalentes a los de Egipcios y Mesopotámicos, o, como en el caso de los Andinos, a la Grecia Micénica, igual con edificaciones ciclópeas, con piedras enormes, de cortes precisos y sin uso de cemento o argamasa para pegarlas. La presencia de esas construcciones no son muestra de avance, sino de atraso, mientras que los europeos construían enormes bóvedas y espacios cerrados grandes, como se veía en las catedrales y la Basílica de San Pedro en construcción en los mismos años en que Cortés hacía sus hazañas.

Sin embargo, todo eso llevó a muchas limitaciones y al estancamiento, tras la aparición de la vida urbana con los Olmecas hacia el 1500 a.C., y después, la aparición de la construcción de pirámides con base al talud-tablero, prácticamente el desarrollo se estancó hasta 1521, habiendo apenas indicios de entrada en la Edad del Bronce en los Andes y en Michoacán, que gracias a ello pudo derrotar a los Mexica, (quizá si Colón, en vez de haber llegado a América en  1492 ha llegado en 1892, habría encontrado a los pueblos andinos ya en un estado similar a la Grecia Arcaica, y en Mesoamérica una civilización con una metalurgia en proceso de extenderse y asentarse) cuando no, para la llegada de Cortés, sobre todo dentro del llamado Periodo Postclásico, iniciado hacia el año 900 d.C., las sociedades indígenas se encontraban en un proceso de decadencia, siendo, precisamente los Mexica, el mayor ejemplo de ello.

Los mal llamados Aztecas, eran en realidad un pueblo bárbaro llegado del norte, o como se les decía en Náhuatl: Chichimeca, esto es "quienes viven como perro", o sea nómadas, que vivían de la caza de ciervos, bisontes y lo que se moviera, y que siguiendo las migraciones de sus presas, se fueron yendo hacia el sur, incluso es probable que no hablaran Náhuatl originalmente, sino que luego adoptaron tal lengua al contacto con pueblos más "cultos" como los Toltecas, En lo que tiene razón el cronista Ixtlixóchitl es que buena parte de las construcciones de Tenochtitlan se debieron a los Texcocanos y al Rey Nezahualcóyotl,  por otro lado, y si bien todos los pueblos indígenas practicaban el sacrificio humano, éste era esporádico, no así entre los Mexica, que lo practicaron de manera sistemática, intensiva y masiva, a fin de establecer un régimen de terror sobre los pueblos a los que no conquistaban e incorporaban a  una entidad política mayor, sino únicamente les obligaban a pagar pesados tributos o impuestos, pero sobre todo, a destinar gente a ser sacrificada principalmente en honor de su dios tutelar: Huitzilopochtli, el Colibrí Siniestro, dios de la guerra, y a las divinidades que habían adoptado del panteón de los pueblos nahuas, como Quetzalcóatl, Tlaloc, Tezcatlipoca, Mixcóatl, entre otros. 

No cabe aquí el aplicar un relativismo moral y decir que en aquella época y circunstancia aquello era entendible, los propios indígenas tenían claro que el homicidio era algo negativo y en sus sistemas jurídicos consuetudinarios sancionaban el asesinato, entendiendo por éste el privar de la vida a alguien sin una finalidad religiosa, y lo hecho por los Mexica era visto como algo tan horrible y despreciable, que explica el entusiasmo con el que no solo los Tlaxcaltecas, sino otro buen número de pueblos engrosaron las filas del ejército de Cortés y fueron quienes, principalmente, llevaron la guerra y tomaron Tenochtitlan. De una fuerza de 100,000 hombres, solo alrededor de 1,500 eran españoles o procedentes de alguna otra parte de Europa.

Pero además, la presencia de los Mexica en la Historia Prehispánica es casi anecdótica. Su hegemonía, ganada tras una época caótica que siguió al desmoronamiento de la supremacía Tolteca en el siglo XII sobre la región central de lo que hoy es México apenas duró, de 1428 a 1519, es decir, 91 años que siguieron a cien como feudatarios de los reyes Tepanecas de Azcapozalco. Además, su dominio se concretó a una región que hoy en día equivaldría a una quinta parte del país:

México: Mexicas o Aztecas

¿Porqué ese afán de identificarlos con el México actual, cuando en realidad en la zona identificada por los Antropólogos e Historiadores como Mesoamérica, había una diversidad de pueblos, etnias e identidades políticas, lenguas, costumbres y religiones? A lo que además debería sumarse el área conocida como Aridoamérica, en la que habitaban pueblos nómadas todavía más primitivos.

Porque se ha buscado incentivar la concepción del mexicano como el permanentemente derrotado y víctima de las injusticias a la espera de un mesías, que puede ser Miguel Hidalgo, Agustín de Iturbide, Antonio López de Santa Anna, Benito Juárez, Maximiliano de Habsburgo, Porfirio Díaz, Francisco I. Madero, Lázaro Cárdenas o Andrés Manuel López Obrador. Este último, nieto de españoles, y quien tanto despotricara en contra de la Conquista Española, al parecer, ante su posible caída o retiro de la política tras bambalinas en la que estaba, derivado de las revelaciones de Ovidio Guzmán, el Mayo Zambada y García Luna, ante la Administración de Trump, se encuentra preparando su exilio en el país europeo; de entrada, su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller, que tanto exigía disculpas de Felipe VI por la conquista, ahora le jura lealtad y obediencia como su monarca y señor natural, al fin de obtener la nacionalidad hispana.

Y es que, como ya alguna vez lo dije aquí, el indigenismo es propio de los whitexicans, (como el propio director de la película de Batman) de los criollos, descendientes de europeos o de otras comunidades de inmigrantes que buscan asumir una identidad que, de alguna manera, les "certifique como mexicanos": la germano-española Frida Kahlo se vestía de tehuana, o la irlandesa Lila Downs canta en Zapoteco, y la libanesa Salma Hayek pretende encarnar al espíritu de una deidad indígena en una película de Tarantino. (Entre tanto, la actriz y modelo indígena Yalitza Aparicio no duda en posar para marcas europeas, buscando precisamente integrarse en el mundo occidental). No acabamos de asumir que México, al igual que todos los demás países que conformamos este continente, somos producto de la expansión de España, Inglaterra, Portugal y Francia principalmente, y de oleadas de inmigrantes de muchos lados que encontraron en éste, el continente vacío como le decía Carlos Fuentes, pues hasta los indígenas son en realidad, inmigrantes, y que al igual que Argentinos, Estadounidenses, Canadienses o Brasileños, tenemos el gran problema de construirnos una identidad que nos diferencie de nuestras "Madres Patrias" y lugares de origen. Los gringos han intentado crearse un ser en torno de una serie de ideales políticos y económicos, aunque al final, las contradicciones entre estos y la realidad, les hace tambalear, por lo que siempre buscan un enemigo contra el cual unirse; los argentinos sólo tienen el fútbol para impulsar un sentimiento de unidad, lo mismo que los brasileños y su carnaval. Canadá, por su parte, es un limbo que sólo explica su existencia buscando ser una especie de antítesis de EUA.

Y en México, se ha tratado de crear una identidad diferenciada de España con la asunción de la identidad Azteca, con la adopción de la leyenda negra para explicarnos como opuestos al país ibérico. Pero eso nos lleva a identificarnos con el derrotado, con el "campeón sin corona"y a esperar siempre a un salvador. Para EUA, eso nos lleva a que jamás tengamos orgullo y nunca nos sintamos iguales en dignidad a ellos, porque siempre seremos los conquistados y sometidos, incluso lamentando nuestra cultura hispánica y anhelando que los Ingleses nos hubieran conquistado. También, el acusar a España y a la Iglesia Católica de los típicos rubros de siempre esgrimidos desde el siglo XVI limpia la conciencia de EUA del exterminio de sus indígenas --no fue Inglaterra, los británicos buscaron imitar la estrategia española e igualmente labraron alianzas con distintas etnias, su destrucción comenzó con la Independencia del coloso del norte-- y de la quiebra moral del Protestantismo.

Así, mientras no nos liberemos del Aztequismo y del culto a la derrota, y de enaltecer el salvajismo, la violencia y la crueldad de un pueblo primitivo, celebrado además como un "acto de resistencia", no asumiremos nuestra dignidad y quizá nos libraremos de la maldición del caos, violencia y sangre que nos ha acompañado desde la Independencia, dejando de estar esperando un caudillo salvador que nos regrese a una gloria imperial que jamás existió. 

No hay comentarios: