Tal parece que Trump ha decidido de alguna manera "poner en orden" a su extranjero cercano, es decir, al Continente Americano ante la cada vez mayor injerencia al interior del mismo, de los rivales de EUA, principalmente China, a través de sus inversiones, Rusia e incluso Irán a través del apoyo político que han mostrado hacia regímenes precisamente de Izquierda que, en los últimos veinte años, se han adueñado del poder al sur del Río Bravo, y por supuesto, no debemos creer que ha quitado el dedo del renglón sobre Canadá y sus ambiciones para con el país del extremo norte continental.
Así, tenemos en un primer caso, la situación desatada con Brasil y en especial, con el régimen de Luiz Inácio Lula da Silva, actual Presidente de Brasil. De entrada, no olvidemos que efectivamente Lula es un personaje inmensamente corrupto; que si bien comenzó su carrera como un líder sindical que efectivamente reivindicaba justamente los derechos de los obreros en el coloso sudamericano, con su entrada en la política y su llegada a la Presidencia que abarcó de 2003 a 2011, se convirtió de ser un humilde tornero, en millonario, y lo mismo pasó con su sucesora, Dilma Rousseff; siendo especialmente de notar el escándalo de la constructora Odebrecht, y de lo que tanto él como su pupila política salieron bien librados gracias a la cooptación que tiene la Izquierda brasileña del Poder Judicial, contando especialmente con el Juez de la Corte Suprema, Alexandre de Moraes, quien descaradamente actúa con total parcialidad mostrando sus simpatías y sesgos ideológicos.
Precisamente, de Moraes es quien, actualmente se encuentra a cargo de la causa en contra del expresidente Jair Bolsonaro, en quien Lula, evidentemente ve un peligro para el mantenimiento de la hegemonía de la Izquierda en Brasilia y a su poder personal. Trump, ante lo que es claramente una persecución política disfrazada de proceso penal en contra del ex-mandatario, señalado de ser de Ultraderecha, ha decidido implementar sanciones arancelarias en contra de Brasil, aunque quizá no de una forma muy atinada, habida cuenta que, en realidad el comercio entre ambos gigantes continentales cuenta con un superávit a favor de los angloamericanos, y que las exportaciones agrícolas de los amazónicos son fundamentales para ellos; razón por la cual originalmente había planteado ponerlas en un 50% y después las redujo a un 10%... otra muestra del TACO: Trump Always Chickens Out.
Pero en realidad, hay algo más allá de defender a Bolsonaro, de hecho, creo que también le está enviando un mensaje a éste: y es que se trata de presionar y hacer todo lo posible por sacar a Brasil de los BRICS, la alianza económica fundada precisamente por Lula, junto a Putin y en su momento el Presidente Hu Jintao de China, luego sucedido por Xi Jinping, mucho menos pro-occidental que éste, y quien se ha tomado más en serio la conformación del bloque.Así, tanto Xi como Lula han anunciado enormes inversiones para el desarrollo de un ferrocarril transcontinental que cruce de las costas atlánticas brasileñas a las del Pacífico peruano, además de que Brasil tiene como principal socio comercial a China.
Y es que, en su momento, Bolsonaro tampoco le hizo ascos a los BRICS. Muy probablemente, además de las grandes ventajas que para la economía brasileña daba el unirse al bloque, se dio cuenta de las grandes semejanzas ideológicas existentes entre él y Putin, e incluso con Xi y el Partido Comunista Chino, que igualmente tiene un sesgo innegablemente conservador. De hecho, lo que debería parecer extraño es que Putin, quien se ha desmarcado totalmente del Comunismo Soviético, resucitado el Cristianismo Ortodoxo como base moral y espiritual de la sociedad rusa, que ha fomentado el Libre Mercado y aparece como defensor del Libre Comercio, haga que sus medios de comunicación como RT o Sputnik, o la inefable Inna Afinogenova, salgan dando rancios discursos "antiimperialistas" y anticapitalistas propios de la Guerra Fría y que parecen redactados por el Komintern. Esto se explica porque se busca llegar a la Izquierda Latinoamericana, que se ha quedado en aquella época, a través de su Anti-Americanismo. Qué mejor que mantenerlos "engañados" o ilusionados con que Moscú sigue apoyando posturas marxistas como en los años 60, si así los mantenemos dentro del eje anti-Washington y logramos acceso a los recursos de la región y a sus mercados.
Y no solo eso, existe ahora el rumor de que el Kremlin estudia la posibilidad de instalar misiles hipersónicos en Venezuela para defender al régimen, sobre todo tras la orden de Trump de desplegar submarinos nucleares en contra de Rusia tras el pueril intercambio de insultos y amenazas entre el mandatario norteamericano y el ex-Presidente ruso y "delfín" de Putin Dimitri Medvedev. Sin embargo, quizá esto será parte de la negociación que habrán de tener en próximos días ambas potencias.
Así que probablemente, Trump le manda el mensaje a Bolsonaro de que, de lograr "rescatarlo" de las garras de De Moraes, de generar inestabilidad y conseguir, si no el derrocamiento, sí que Lula o su nuevo sucesor designado no se reelija, y que vuelva al futurista Palacio de Planalto, en agradecimiento, habrá de romper con los BRICS, aunque el país pierda las ventajas que podría dar el pertenecer a este bloque y someterse a una relación monógama con EUA y de total subordinación.
Por otro lado, viene el anuncio de un aumento de la recompensa a quien brinde información para la captura de Nicolás Maduro, Presidente de Venezuela, a quien se acusa de sus --innegables-- nexos con el Narcotráfico, resulta un tanto curioso y tal vez sea más retórica propagandística que realmente el anuncio de una intervención en Caracas. De entrada, es ridículo que se pida información para la captura de Maduro cuando todo mundo sabe que se encuentra en el Palacio de Miraflores, sede del Poder Ejecutivo venezolano, en el centro de la ciudad de Caracas. En segundo lugar, Trump sale ahora con que no reconoce al Gobierno de Maduro, cuando ya ha establecido negociaciones que le han apuntalado en el poder y prácticamente eliminando los cuestionamientos sobre el presunto fraude electoral con el que derrotó a lo que en realidad parece ser una disidencia controlada como lo es la "Oposición" encabezada por María Corina Machado y su candidato-títere Edmundo González. De entrada, ha intercambiado venezolanos deportados por aparentes agentes norteamericanos en Venezuela, y ha consentido a las grandes petroleras norteamericanas, principalmente Chevron, que son el principal sostén del régimen, para que sigan disfrutando de sendas concesiones para la explotación de hidrocarburos en el país sudamericano.
De alguna manera, más parece que Trump encuentra en esta medida un distractor para sus escándalos, principalmente el relacionado con Jeffrey Epstein, del que todo indica, va a salir como diría el poeta sobre las aves que cruzan el pantano, manchado algo de lodo, pero volando. Maduro por su parte, y fiel a su carácter, se ha sumado al circo y ya prometió una recompensa igual a la que pende sobre su cabeza, pero para quien revele los expedientes relativos a Epstein... ése es el nivel de la política actual.
Por último, tenemos la firma de una orden ejecutiva que implica que las fuerzas armadas norteamericanas puedan actuar contra los carteles del narcotráfico en América Latina, algo que en muchos despierta las alarmas de una invasión estadounidense a México. Posteriormente, salió el embajador de EUA, quien se la pasa reuniéndose con la Presidente Sheinbaum, cuando no hasta se trae legisladores y empresarios del norte al Palacio Nacional, diciendo que lo que implica tal orden es la cooperación en la lucha contra el crimen organizado.
A mi parecer, --puedo estar equivocado-- creo que es claro que todo va en torno al pacto entre Don y Clau del que he hablado aquí, Clau actúa en realidad como una "virreina" de MAGA, y lo que está ocurriendo es un plan conjunto para "depurar" al régimen de MORENA. No va a haber un cambio de régimen o un derrocameinto de ella, sino, probablemente, un retiro de aquellos elementos que, por ideología, intereses o complicidades con el crimen que no desean someterse a cierto control, no quieran someterse a los dictados que el igualmente nuevo régimen norteamericano establezca para México y su aplicación por el Gobierno de la Presidente. Dudo mucho que, por ejemplo, AMLO acabe en la cárcel, más bien, se le permitirá exiliarse en España, donde ya van muy avanzados los preparativos para ello, como lo mencionaba en el post anterior, Ricardo Monreal ha anunciado su retiro de la vida política una vez termine su periodo como Senador, y el hijo mayor del expresidente, Andy López Beltrán, ha sido exhibido en su vida lujosa de magnate (El abuelo de AMLO pudo llegar en situación de miseria desde España, pero su familia se hizo como muchos otros terratenientes tabasqueños, con plantaciones y negocios en Chiapas, y si a eso se suma la corrupción y negocios presumiblemente ilícitos, que le permitieron vivir haciendo campaña sin trabajar, ahora son potentados) y eso ha derrumbado su imagen pública que le aleja de toda ambición presidencial.
La intervención ya está en marcha, y seguramente que ya órganos de inteligencia de EUA se encuentran operando en México en la campaña, mucho más agresiva, que el Secretario Omar García Harfuch ha desatado contra organizaciones criminales, y por otro lado, todo este anuncio sirve a Trump para, a través del chantaje, mantener dentro del redil a la 4T y evitar cualquier radicalización que vaya contra los intereses norteamericanos.
Ahora bien, el próximo 15 de agosto se espera la primer reunión cumbre de Donald Trump con Vladimir Putin, en la que, seguramente se decidirá el destino de Ucrania; ahí, probablemente, se jugará también el destino del régimen chavista y de buena parte de la Izquierda Latinoamericana, incluyendo al Brasil de Lula y su rol dentro de los BRICS. En cuanto al Narcotráfico, ya he dicho que EUA ha sido siempre bastante hipócrita y cínico, en el caso de Trump, el echar la culpa total de este flagelo a México y demás países, cuando esto ha sido ocasionado por la demanda que existe en la sociedad norteamericana de enervantes. El Narcotráfico no se va a eliminar por hacer matanzas de capos o de políticos coludidos con éste. Si hay demanda, otros ocuparán el lugar de los proveedores muertos y el problema no cesará.
Pero es que Trump sabe que es imposible y no desea, la supresión absoluta del narcotráfico; sabe que éste es una fuerza real que puede ser utilizada como arma o herramienta de política para obtener concesiones del Gobierno Mexicano, o intervenir en los sudamericanos. Por su parte, es claro que China, en una especie de venganza por la Guerra del Opio, está detrás de la crisis del fentanilo; ésta pudo nacer de las horribles y atroces políticas de las farmacéuticas norteamericanas, pero los chinos son ahora quienes exportan los precursores químicos a los carteles para la fabricación del estupefaciente, lo cual lo hace con la clara intención de debilitar la sociedad estadounidense, y en Rusia, siempre se ha manejado que Putin logró, tras el caos de los años de Yeltsin, controlar a la Bratva, la "mafia rusa", y es ahora un brazo más del poderío ruso.
En ese sentido, la Izquierda en nuestros países se ha aliado con el crimen, no solo por el negocio, sino porque es visto como una fuerza política con la que pueden intervenir y atacar a EUA, sobre todo, esto queda patente en lo que es el régimen Chavista en Venezuela, e incluso, el cubano, así como una fuente de financiación para sus movimientos; pero ahora, parece que Trump ha comprendido tal importancia y papel del Narcotráfico y quiere controlarlo y usarlo en beneficio de los intereses de su país.
La próxima semana, en Alaska, veremos que mucho de esto estará en discusión. Es probable que Trump entregue Ucrania a Rusia, habiendo hecho un movimiento diplomático excelente al lograr la paz entre los eternos rivales de Armenia y Azerbaijan, y que ambos se volcaran en alianza favorable a Washington, para el tránsito de los hidrocarburos azeríes hacia el Mediterráneo y las empresas norteamericanas, lo cual va en detrimento de los intereses rusos y le ha acorralado, lo mismo que a Irán, al alejar a su aliado Azerí.
¿Buscará ahora Trump que Putin le entregue Venezuela? ¿Que Brasil salga del BRICS? ¿Todo a cambio de cederle Ucrania? ¿Que Rusia deje de apoyar a la Izquierda en nuestros países? ¿Que Rusia se desmarque de China y haga que ésta deje de proveer de materias primas a los Narcos? ¿O que le haga parte del negocio?
Como sea, veremos la primera cumbre entre dos de los más importantes líderes actuales, y sus decisiones, sin duda, impactarán lo que pase en nuestro continente, afectando nuestro futuro.