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11 de abril de 2021

MÉXICO, ENTRE LA IRRELEVANCIA Y EL AISLAMIENTO


Gracias a la Pandemia, durante el año 2020, me dediqué a sumergirme en la red social Youtube, misma que, todavía, se mantiene como un vehículo para la publicación de contenidos interesantes, junto con, claro está, muchísima basura de influencers inanes que buscan obtener sus 15 minutos de fama, como diría Andy Warhol. Sin embargo, yo he buscado contenidos interesantes, y gracias a ello, pude conocer algunos canales, a mi juicio, muy buenos, como los de la Fundación Gustavo Bueno, del profesor Jesús G. Maestro, o del historiador Francisco Gijón, así como al gran profesor universitario y psicólogo canadiense Jordan Peterson, y en particular, durante el accidentado proceso electoral de Estados Unidos, comencé a seguir tanto a Fox News, y en especial al periodista Tucker Carlson, como a un joven periodista independiente venezolano, exiliado en Inglaterra, de nombre John Patrick Acquaviva, quien la verdad, ha hecho unos análisis sumamente objetivos y coherentes sobre las pasadas elecciones presidenciales en nuestro vecino del norte, así como los primeros meses de la presidencia de Joe Biden. Acquaviva simpatizaba con Trump por su discurso conservador, sin embargo, no ha dudado en señalar como fanatismo ridículo el de aquellos que le dan al ex-presidente el epíteto de Titán Patriota, y ha desmontado y señalado las conspiranoias de Q-anon como parte de estrategias de desinformación.

En particular, tanto Carlson, como Acquaviva, o el canal australiano de noticias Sky News, mas aparte los programas que han dado seguimiento a la crisis sanitaria desde el año pasado, del canal de Iker Jiménez, en especial los conducidos por el doctor José Miguel Gaona, han abordado temas concernientes a la crisis migratoria en la frontera entre México y EUA; sin embargo, hay algo en común en todos estos medios: se habla de dicha crisis desde el lado norte de la frontera marcada por el Río Bravo desde el Tratado de Guadalupe Hidalgo en 1848... pero nadie habla de lo que ocurre al sur, donde se encuentran estacionadas grandes masas de migrantes mexicanos y sobre todo, centroamericanos, animados a cruzar la frontera por las promesas de instaurar una política de "fronteras abiertas" por parte del actual mandatario estadounidense.

Según se ha estado narrando, existe una verdadera crisis humanitaria con relación a estos migrantes que presionan por entrar a territorio norteamericano, ha continuado la separación de sus familias, que ha llevado a enjaular a niños, sin respeto por cualquier medida sanitaria ante la pandemia del COVID-19, en aplicación a las medidas migratorias que fueron establecidas bajo el mandato de Barack Hussein Obama y que Trump no abrogó, y que fuera fuente de enormes críticas y ataques en contra de éste para refrendar su carácter racista y autoritario, acusaciones que han sido base de la furibunda campaña que sufrió desde su candidatura y hasta el accidentado final de su mandato por los medios mainstream.

Curiosamente, en México nadie habla de situación alguna que se presente en la frontera norte, y como lo dije, ninguno de los medios sean formales, o alternativos, que he mencionado, se refiere en modo alguno a nuestro país, o al gobierno de Andrés Manuel López Obrador y su política en torno al tema; curiosamente, cuando el periodista Tucker Carlson comenzó a hacer la cobertura respecto a la crisis migratoria, viajó a la frontera, pero luego, no se trasladó a México para ver cuál era la actuación o la política a seguir por las autoridades mexicanas respecto a lo que ocurre en la zona fronteriza, sino que... ¡Viajó a el Salvador, a entrevistar al Presidente Nayib Bukele! Es cierto, el país centroamericano parece ser el origen, junto a Honduras, de las más recientes oleadas migratorias y era importante conocer al carismático mandatario de origen palestino y musulmán, acerca de su ambicioso proyecto de políticas de desarrollo --mismo que se ha nutrido de recursos que AMLO ha desviado de la resolución de problemas en México, para enviarlos al vecino sureño, toda vez que el joven mandatario se encuentra ligado al Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional, antiguo movimiento guerrillero de Izquierda, y por tanto, miembro del Foro de Sao Paulo. Por cierto que Carlson, lamentablemente, usa la "Leyenda Negra" antiespañola para justificar la pobreza de Centroamérica, lavando a EUA de muchos de los conflictos que asolaron y empobrecieron la región desde la Independencia, como la actuación del aventurero William Walker, o los intereses de la empresa United Fruit, y el enfrentamiento contra la URSS durante la Guerra Fría, en el que ambos imperios chocaron indirectamente por el control del estratégico punto geográfico; pero hay que entender que Carlson tiene la formación típica de un gringo conservador: nacionalista y con la idea de su país como "defensor de la Libertad y la Democracia", así que no va a reconocer los pecados de sus gobiernos a lo largo de la Historia, salvo que sean de los Demócratas, por supuesto, y que no hayan sido objeto de su apoteosis como próceres, como el caso de Franklin D. Roosevelt o los Kennedy.

¿Esto porqué ocurre? En mucho por la habilidad de AMLO para posicionarse políticamente; el anciano tabasqueño resultará ser en buena parte un incompetente como gobernante, pero sin embargo, es un astuto político que ha buscado, y logrado, en buena medida, colocarse en una posición en que desconcierta a los diferentes actores en cuanto a su rol y sus vínculos internacionales, que han llevado a que exista un verdadero desinterés, o poca atención, a lo que sucede en México.

En primer lugar, en México, la oposición, y mucha gente común, esperó que Biden ganara la Casa Blanca y Trump fuera sacado de la Presidencia como fuere y sin importar los medios: el magnate norteamericano era percibido como un aliado de AMLO y su principal sostén; en contraparte, tanto Trump, como los medios simpatizantes con él, creen que el Peje fue un gran aliado, y hasta amigo, y se han deshecho en elogios hacia él. De este modo, los medios opositores a AMLO en México, casi casi esperan de Biden una intervención tendiente a derrocar al tabasqueño de la primera magistratura, que le persiga por sus muy aparentes nexos con el crimen organizado, pretendiendo implantar en el vecino del sur a una narcodictadura de tipo chavista, de ahí que los medios incluso opositores o alternos en México, cierren los ojos ante las evidencias de los problemas de senilidad del mandatario estadounidense, de las cuáles no hablan.

Sin embargo, no solo por cuestiones de salud, es que eso no va a ocurrir: ideológicamente, AMLO es más cercano a Biden y a Kamala Harris que a Trump, aunque hay que reconocer que ante éste se presentó coincidiendo como un nacional-populista, sin que el entonces inquilino de la Casa Blanca se enterase de que el nativo de Macuspana se encontraba rodeado o de Progresistas como Olga Sánchez Cordero, o de radicales marxistas, como Fernández Noroña, enviándole al pragmático Marcelo Ebrard, su canciller, tipo ciertamente Progre, pero que es capaz de venderse como continuador de las políticas más racionales de gobiernos anteriores. AMLO seguramente se ganó a Trump con su aversión al mundo globalizado y su desconfianza hacia las "energías limpias", y también midió y se dio cuenta del desinterés y desconocimiento del neoyorkino respecto a la política exterior, salvo para zafarse de compromisos, como lo hizo en Medio Oriente. Con lo que se sintió libre para actuar sin la presión de EUA, y así lo hizo, quedando clara la impunidad de varios carteles que aparentemente gozan del apoyo gubernamental en México sin que la DEA, o la Administración Trump, hiciese nada al respecto.

En el caso actual, si Biden gozó del apoyo de las triquiñuelas de la empresa Smartmatic para manipular el proceso electoral en su favor, y que ésta se encuentra vinculada al régimen venezolano, con el cual AMLO tiene relación, y algunos refieren que dicha empresa intervendrá en proyectos de creación de identificaciones digitales para la ciudadanía, mismos que son impulsados por el partido MORENA, sería difícil ver que el viejo demócrata y su vicepresidenta se vayan contra un "compañero de lecho" como lo es López Obrador, quien al igual que ellos, llegó al poder y se sostiene apoyado por intereses privados de las elites globalistas, encarnados en México en Carlos Slim, Ricardo Salinas Pliego y Emilio Azcárraga, y quién sabe si también por los intereses chinos.

Así, los medios conservadores que, en EUA tomaron partido por Trump, no investigan las derivas autoritarias de AMLO en México, ni sus políticas energéticas que golpean a los intereses norteamericanos, porque lo verían como un ataque a la figura que aún pretende resurgir como líder opositor y probable aspirante presidencial en 2024 o antes ante un eventual colapso de la Administración Biden-Harris, y porque sería reconocer que Trump ha hecho alianzas poco recomendables. 

Para el otro bando, López Obrador puede representar parte de "los nuestros", incluso, quizá esta política de fronteras abiertas puede servir a las redes de trata de personas vinculadas a los cárteles del Narco con los que el Partido Demócrata y las élites que lo patrocinan tienen intereses, por lo que nadie osa levantar la mano.

AMLO ha sido un hábil estafador, tras ver la deriva de lo que hasta el momento ha sido su mandato, me parece que si bien no hay que subestimarlo, tampoco hay que sobreestimarlo; en mucho, me parece que él y Biden vienen a ser en buena parte casos paralelos y se trata de personajes que han llegado al poder aupados en buena medida por los Globalistas: ambos carecen de un programa real salvo el frenar, o de plano derrumbar, el crecimiento económico de sus países, y principalmente proteger y permitir la consolidación de monopolios privados y corporativos; ambos, buscan crear un sistema autoritario, en el caso de México, dudo que AMLO desee eternizarse él en lo personal en la Presidencia, sabe bien que su salud está mermada, y aparte está muy avejentado para la edad que tiene; mas no de reconstruir algo similar al régimen del PRI, reinstaurando un Partido hegemónico, que, por otro lado, parece ser lo que busca el Partido Demócrata mediante la entrada masiva de inmigrantes convertidos en clientes electorales, y la oposición a reformas tendientes a establecer un sistema electoral moderno y sobre todo, confiable, como ha sido el ataque a la Ley Electoral de Georgia, misma que plantea la creación de una credencial de elector, lo cual ha sido tildado de racista o limitativo de derechos, y ha llevado a que la entidad federativa sea boicoteada por Hollywood y hasta el deporte profesional, con la cancelación del Juego de Estrellas de las Ligas Mayores de Beisbol a llevarse a cabo en Atlanta, lo cual deja ver toda la intención de los Demócratas de la implementación de restricciones a la posibilidad de plantear fraudes electorales.

Ambos, Biden y AMLO, son ancianos con problemas de salud, incompetentes que son en mucho, la fachada de camarillas corruptas e impunes de sus familias, como en el caso de Hunter Biden, cuyo escándalo de la computadora y su historial de negocios sucios con China, drogas, alcoholismo y prostitución parece estar resurgiendo, y parece ser auténtico, y el caso de José Ramón López y su vida de magnate recientemente adquirida, lo manifiestan, y de radicales políticos protegidos por intereses empresariales, quienes realmente ejercen el poder, con la salvedad que el tabasqueño tiene una verdadera megalomanía y narcisismo con los cuáles busca pasar a la Historia y parece sentirse genuinamente como un caudillo histórico; ambos, también, han contado con el apoyado en masas de fanatizados y resentidos sociales y su discurso se ha dirigido a estimular dicho resentimiento y división en sus sociedades.

Volviendo al caso mexicano, AMLO ha desconcertado a tirios y troyanos por igual, le ha prendido una veladora a Dios y otra al diablo, como resultado, se ha asegurado que ni la Izquierda Internacional del Foro de Sao Paulo, ni los Demócratas en EUA, estén en su contra, pero tampoco tan a su favor, como ha logrado que los Republicanos y Conservadores en el vecino del norte, tampoco estén en su contra y no se decidan abiertamente a mostrarse a su favor, ha logrado que la oposición mexicana, carente de liderazgos, mire con esperanza a Biden, pese a que éste, en mucho, representa todo lo contrario a lo que ellos defienden, y no busque una relación internacional con quienes deberían ser sus aliados naturales, aislando a México, resultando pasmoso ver como, al revisar los medios internacionales de los que hablé al principio, existe un enorme desconocimiento de lo que ocurre en nuestro país, sea en EUA o España, incluso pese al indudable papel estratégico de nuestro país y su frontera con el tambaleante coloso del norte.

Así, AMLO sabe que tiene las manos libres, el peligro de él, creo yo, no es que quiera implantar un régimen comunista, porque realmente, él carece de ideología y de compromiso más allá de su ego y buscar el ilimitado enriquecimiento propio, de sus hijos, patronos y cercanos, él buscó siempre la presidencia y lo que quiere es hacerse un lugar en la Historia, el peligro que hay, es que quiera ser un nuevo Juárez, o como un nuevo Lázaro Cárdenas y haga algo, con sus obras faraónicas e inútiles, o haga alguna expropiación o nacionalización de industria con la que termine de quemar incienso a su enorme ego y de hundir a nuestro país. El problema es que en México, aunque votemos en las próximas elecciones a gobernadores y al Legislativo Federal, en contra de MORENA, puede que no haya alternativas, si no es AMLO, las elites auparán a algún otro caudillo aspirante a tiranuelo tropical: ¿ya se olvidaron que el Gobernador de Jalisco Enrique Alfaro, quien ha pretendido erigirse en líder opositor, ha manejado un discurso casi idéntico de confrontación y de presentarse como un mesías que quería "refundar Jalisco"? ¿Que hasta antes de la Pandemia, su proyecto consistía en reformar la constitución local para estructurar al estado a su imagen y semejanza? 

Como siempre lo digo: vivimos tiempos interesantes.

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Por cierto, el caso de Bukele es interesante, porque, pese a formalmente ser parte del FMLN, un movimiento marxista, sus políticas apuntan a un signo totalmente opuesto, incluso, en su estrategia de lucha contra las maras, parece más cercano a Bolsonaro en Brasil o a Duterte en Filipinas, un giro realmente inesperado, y que muestra las divisiones y contradicciones internas de la Izquierda Internacional, que afortunadamente, existen.

3 comentarios:

misteryhouse dijo...

Conclusión: en el problema que nos metimos porque 30 millones de personas votaron por Andrés Manuel López Obrador estamos solos, nadie va a meter las manos por nosotros, así que nadie más que nosotros debe tomar las medidas necesarias para lanzar al tirano de pueblo rascuache a patadas a la brevedad posible. El desinterés de Estados Unidos y del resto del mundo es la prueba de ello.

Anónimo dijo...

Siempre interesante, ameno, con contenido y analizado. ¡Un gusto venir y darse una leída por estos lugares! También lindo el artículo de Pascuas; pero esas cosas son desde y serán "secula seculorum". Saludos. Gerald.+

Chicos que lloran dijo...

Ojalá en un próximo artículo pueda hablar sobre la crisis en la frontera entre Rusia y Ucrania.