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21 de abril de 2025

FRANCISCO I

 Papa Francisco: Muere Hoy el Sumo Pontífice Anuncia de Última Hora El  Vaticano | N+

Ha fallecido Jorge Mario Bergoglio, el Papa Francisco I. Es cierto que sólo a Dios corresponde juzgar, y más a quien ha sido su vicario en la Tierra, pero es cierto que, curiosamente tras el Concilio Vaticano II, se han acostumbrado hacer juicios históricos muy duros sobre los Papas renacentistas y medievales, retratándoles como pontífices entregados al juego político y a las ambiciones del poder y la corrupción. Bueno, creo que desde un punto de vista histórico, igualmente estamos autorizados a hacer una crítica de lo que ha sido este pontificado que termina, sin duda, el más controversial de los últimos tiempos.

Así, creo que Francisco I ha sido uno de los peores Papas de la Historia. Pero hay una serie de razones para dar esta, lo sé, dura valoración. En mucho, tenemos que entender que Bergoglio, lo mismo que sus antecesores Benedicto XVI y Juan Pablo II, fue un hijo de su tiempo; si Ratzinger y Wojtyla vivieron su juventud bajo la sombra de la Segunda Guerra Mundial y conocieron los totalitarismos Nacionalsocialista y Comunista, Bergoglio fue parte de la generación de los años 60, contemporáneo de figuras como Jane Fonda, Alain Delon, John Lennon, Jim Morrison, Bob Dylan, Mick Jagger o Roger Waters entre otras muchas, que las que siguen vivas, en el crepúsculo de su vida aún siguen sosteniendo una postura y un discurso revolucionario, pero incongruente con su lujoso y despreocupado estilo de vida, así como la demagogia, el populismo y la ambivalencia del Peronismo argentino y las Dictaduras militares (con las que colaboró). A todo eso, ha de sumarse la funesta influencia de la Teología de la Liberación que impregnó de buenas dosis de Marxismo a la Compañía de Jesús bajo el mando del Padre Arrupe, y sin duda el propio clima del Concilio Vaticano II y la crisis subsecuente.

Además de ello, es claro que Bergoglio no contaba con la altura intelectual de sus predecesores, ni con una formación académica de calidad, llegando sólo a estudios de Química a nivel técnico. Pero en fin, Jesús llamó a pescadores, no a Senadores Romanos ni a miembros del Sanhedrín. Como sea, según siempre se ha manejado, fue la Administración Obama, así como toda la caterva de Globalistas financieros que presionaron al Cónclave como lo habían hecho para que Benedicto XVI, quien como el también hoy fallecido Mario Vargas Llosa lo dijera, estorbaba a sus planes, renunciara tras una incansable campaña de acoso y derribo en su contra en que se le acusó de tibieza contra los abusos sexuales, o hasta de haber sido militante Nazi en su momento, y se aseguraron de que el argentino saliera electo, más que porque él fuera parte de una conspiración en ese sentido, porque resultaba alguien con un perfil a modo de las ideologías impulsadas desde Davos, Bruselas y Wall Street. Esto no es de extrañarse, como ya en su momento lo dije al referirme a la película reciente protagonizada por Ralph Fiennes, desde la Edad Media las elecciones papales han sido foco de intrigas y luchas, que no obstaculizan la acción del Espíritu Santo, sino hasta guiadas por él.

Bergoglio, durante los 12 años que estuvo al frente del Papado, y contrario a un Benedicto XVI que fue crítico contra el mundo globalista, de mercantilismo, aborto, adulterio y perversión, o un Juan Pablo II que combatió al Comunismo y al en ese entonces, verdadero imperialismo ruso, trató de ser un Papa condescendiente,  y que dijera a todo el mundo aquello que quería oír, impulsado por sus propias concepciones del Cristianismo y de la Iglesia, casi casi como si fuera una ONG, asistencialista y "buenista", así, Francisco se caracterizó por un discurso ambiguo, en el que parecía tratar de contentar a todo el mundo; en parte, por su visión del Cristianismo y de conceptos como la misericordia meramente sentimentales e incluso irracionales, Bergoglio pasaba por encima del magisterio y la tradición, en mucho, por que muy probablemente las desconocía, o no las entendía, y su visión no de ir contra el mundo, sino tratar de abrirse al mundo en su ideal de joven hippie sesentero.

La verdad, a su mediocridad intelectual sumó lo que no puede calificarse más que de cobardía, como fue el pacto hecho con el gobierno "comunista" chino, (En China, hay que decirlo, la hostilidad al Evangelio no es gratuita, la brutal y genocida Rebelión Taiping a mediados del siglo XIX, poco conocida y estudiada en Occidente, provocada por un líder sectario que predicaba una versión delirante y violenta del Cristianismo, aún tiene ecos que resuenan con terror en el Celeste Imperio) en que prácticamente entregó a la Iglesia Católica China, que ha dado tantos mártires por oponerse al totalitarismo de Mao y sus sucesores, a las autoridades del Partido Comunista, quien, como en tiempos del Real Patronato Indiano, presentará a la Santa Sede candidatos a ocupar las sedes episcopales --dóciles a los dictados de la Ciudad Prohibida--, y exigirá a sacerdotes y prelados un juramento de lealtad, en lo que ha sido señalado como una traición.

Sus constantes guiños a "bendecir" parejas homosexuales, o de divorciados vueltos a casar, su impulso al ecologismo y otros elementos de la agenda Globalista, como la migración, pueden ser vistos igualmente como intentos de quedar bien con el mundo para evitar conflictos y controversias; de alguna manera, al inicio de su reinado, Francisco I buscó retomar una imagen de Papa activo, cercano a los jóvenes e impulsor de una renovación de la Iglesia al estilo de Juan Pablo II, pero no lo logró, su falta de carisma en contraste con el polaco y de aura de sabiduría como la de Benedicto XVI, así como la ambigüedad de su discurso que le llevó a chocar con muchos católicos conscientes y sectores más tradicionales, lo fueron relegando cada vez más hacia la irrelevancia, misma que compensaba con un estilo de gobierno de la Iglesia autoritario, copiado del estilo político caudillista propio de Buenos Aires, cuando no suscitó un poco solapado rechazo (lo admito, yo no lo tragaba al principio, y aún hasta hoy también me he sentido más Papa que el Papa ante muchas de sus declaraciones y hechos). Tampoco logró evitar persecuciones y ataques a la Iglesia con su contemporización; por el contrario, las persecuciones al Cristianismo aumentaron bajo su pontificado al ser percibido éste como débil, junto con manifestaciones de abierto Satanismo en sedes de gobiernos locales en EUA y hasta en partidos de fútbol en Europa.

Cobardía también el pretender ceder al gobierno vengativo y fanático socialista de España el Valle de los Caídos, que en sí es un monumento a la reconciliación entre los españoles y no glorificación de Francisco Franco, quien defendió al Cristianismo de los Comunistas, Anarquistas y demás locos que conformaban el Bando Republicano en la Guerra Civil Española.

En definitiva, creo que tras el glorioso pontificado de Juan Pablo II Magno, y el  incomprendido Benedicto XVI el Sabio, a quien el mundo no quiso escuchar, Francisco I será el Ambiguo, cuyo discurso y mensajes, en vez de confirmar en la fe a sus hermanos, como le ordenara Jesús a San Pedro, difundió confusión, por sus mensajes y gestos combinados con retractaciones, explicaciones de "lo que quise decir fue..." a toro pasado, intentos de silenciar a quienes remitían a la sana doctrina como Viganó, Burke o Schneider y le corregían como San Pablo hizo con el mismo Pedro, generando muchas dudas y conflictos espirituales, cuando no, divisiones en la misma Iglesia que luego no supo restaurar.

Sin embargo, hay una parte positiva en este desastre, eso es innegable como el hecho de que fue Vicario de Cristo en la Tierra legítimamente, por lo que creo que, al reconocer esto, este post no agradará ni a Francisquistas practicantes de la Papolatría que no comprenden el Dogma de la Infalibilidad Papal, mismo que sólo se produce cuando habla ex Cathedra y declara un dogma, o que creen que por el hecho de ser elegido para el trono petrino, ya se convierte en santo en automático, y fueron capaces de casi hacerse hinchas del equipo San Lorenzo de Almagro porque el pontífice era aficionado de dicho club; como tampoco a los radicales que desearían volver a una Iglesia, según ellos Medieval, y ver a un Papa coronado con tiara, sobre silla gestatoria y fulminando anatemas (de los que ellos están seguros se salvarían pues son puros y perfectos).

Así, creo que en primer lugar, Francisco I hizo muy bien en recordar que la Iglesia es hospital de pecadores y no museo de perfectos, en recordar que el Cristianismo no es solo una colección de dogmas y doctrinas, sino, ante todo, un modo de vida y que debe reflejarse en la relación con los demás, siendo él un hombre común, supo hablarle a éste, que no entendía los elevados discursos teológicos y filosóficos de Ratzinger, de igual manera, recordó que Cristo buscó a los marginados y expulsados, (si bien Francisco I parecía a veces ser muy condescendiente con el pecado y no llamar a la auténtica conversión, o más bien, no se atrevía a hacerlo por miedo a que lo señalaran contrario a la libertad de decidir y demás, por lo que se quedaba intencionalmente a medias) antes que a gente encumbrada, autocanonizada y de "buena conciencia" o puritana. 

También, Francisco buscó poner freno a grupos extremistas que ante el motu proprio "Summorum Pontificum" pretendieron secuestrar en exclusiva y utilizar la Misa Tradicional o de "rito tridentino", como bandera para causas políticas poco cristianas, antisemitas, racistas o totalitarias, o derrotadas en el pasado, pero amantes del boato, la pompa y el formalismo; también, puso coto a cierto grupo más sectario que católico, adicto al poder y al dinero, clasista y excluyente, por no decir también, muchas veces hipócrita que dándosela de defensor de la tradición ha apoyado a políticos woke por así convenir a sus negocios, y cuyos abusos han arruinado vidas y reputaciones.

Creo que las repetidas súplicas de Francisco a los fieles porque se rezara por él eran sinceras, era porque tenía una plena conciencia de sus defectos y carencias para ocupar el trono de San Pedro; mi pregunta es cuántas veces y cuántos realmente rezamos por él, y no contra él, y si sus errores, soberbias y pecados no tuvieron mucho que ver con que muchos no lo comprendimos, le dimos la espalda y le negamos nuestros rezos. y nuestra fe, por sentirnos más católicos y más perfectos que él... de eso no nos hagamos, también hemos de rendir cuentas. Jorge Mario Bergoglio, creo yo, fue un hombre de fe sincera, entendida en la cortedad de sus miras, y acorde con una visión del mundo fruto del ambiente en que se formó y vivió y del que no se pudo desprender.

Señor Jesús, que has llamado a tu presencia al Papa Francisco, gracias por el don de su pontificado. Cuando estuvo entre nosotros, mostró incansablemente a la Iglesia tu constante misericordia hacia los pecadores. Concédele ahora tu misericordia y haz que descanse eternamente contigo en tu Reino. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.

DESCANSE EN PAZ.

Y oremos por el próximo cónclave.

18 de abril de 2025

BALANCE DEL TRUMPISMO I

 Trump aumenta su liderazgo en encuestas tras las imputaciones de este mes -  Noticias El Periódico Tarija

A dos meses de su retorno a ocupar el Poder Ejecutivo en el vecino del Norte, y en lo que ha sido una actividad frenética y una avalancha de acontecimientos, es que podemos ir haciendo un balance de lo que ha sido este breve tiempo que parece estar redifiniendo el panorama geopolítico y económico global para los próximos años.

Aclaro, ésta, una mera apreciación subjetiva sobre lo que me han parecido las medidas y acciones de un hombre que parece estar siendo impulsado por un deseo narcisista de pasar a la Historia, --como tantos otros personajes a lo largo de los tiempos-- y también, es el primer caso de caudillismo que aparece en EUA. Es decir, de un "líder carismático" alrededor del cual se estructura todo un movimiento político, algo que, en el caso de México, tenemos larga experiencia, donde los grupos políticos se han estructurado alrededor de nombres o apellidos (Santannismo, Juarizmo, Maderismo, Porfirismo, Zapatismo, Carrancismo, Cardenismo, Salinismo, Foxismo, Villismo, Obradorismo...) y en general propio de todos los pueblos de origen latino, algo que nos viene quizá desde Mario, Sila, Craso o César, y que en Europa se ha traducido en movimientos como el Franquismo o el Bonapartismo o el Gaullismo, y que en el mundo anglosajón no se veía quizá desde los tiempos de Oliver Cromwell.

Trump sigue siendo, como todos los caudillos populistas que han venido a gobernar países occidentales en los últimos años ante el agotamiento de la Democracia Liberal, pensemos en Javier Milei, o incluso en AMLO, un personaje polarizante y que es difícil observarlo y comentar acerca de sus acciones de manera objetiva: o se le adora, o se le detesta, no hay términos medios casi; recientemente, he visto en Youtube cómo algunos comentaristas que habían asumido visiones más o menos objetivas, como el matrimonio del canal The Mexican Family, durante el proceso electoral norteamericano de 2024 se decantaron por el neoyorkino ante los excesos belicistas y el wokismo de Biden, Kamala Harris y los Demócratas; mas una vez se dio el triunfo electoral, y comenzó con sus amenazas y aranceles contra México, su país de origen y Canadá, país en el que residen, se convirtieron en feroces críticos, hasta el extremo, del magnate ahora mandatario.

En contraste, el venezolano John Patrick Acquaviva, si bien no ocultaba su simpatía por Trump, mantenía una labor seria y referida a los hechos, sin embargo, en las últimas semanas se ha convertido en un panegirista que ve casi en el hecho de que el Presidente norteamericano entre al baño a orinar, parte de un magistral plan para asegurar que Estados Unidos, la nación perfecta y defensora de las libertades y Democracia, siga dominando al mundo por los siglos de los siglos... seguramente, y como lo mencioné en su momento, como todos los miembros de la oposición venezolana al régimen Chavista, se agarran del clavo ardiendo de la esperanza en que será EUA, liderado por el neoyorkino, quien derrocará a Nicolás Maduro... la verdad, creo mucho más probable que Trump llegue a acuerdos con éste antes que a derrocarlo, cuando eso ocurra, el periodista exiliado en Inglaterra --país del que no para de quejarse, y me lleva a preguntar porqué no intenta mudarse a la ciudad en la colina, patria de los libres y hogar de los valientes,-- quizá se lleve la mayor decepción de su vida, aunque por lo pronto, cree ver en la errática y desastrosa política arancelaria, la victoria más grande de todos los tiempos y obra de un genio extraordinario a la altura de Octavio Augusto, Constantino o Carlomagno.

Así, tratando de ser equilibrado, podríamos ir revisando las acciones del Presidente Norteamericano, balo lo que es mi mera y subjetiva apreciación. Este es el primer post que dedicaré a hacer un balance de ello, dado que la actuación del Presidente norteamericano ha sido, en tan poco tiempo, enorme, de actividad frenética y ha afectado muchos aspectos tanto al interior como al exterior de su país:

El fin del Wokismo:

Indudablemente la victoria de Trump fue positiva y hasta providencial a cambio del desastroso proyecto Demócrata encabezado por personajes como Barry Soetoro/Barack Obama, Joe Biden, el matrimonio Clinton y Kamala Harris. Su subordinación a los meros intereses financieros, y la implementación sin cortapisas de las ideologías Woke o Progresistas, amenazaban con imponer un totalitarismo absoluto sobre todos los aspectos de la vida, eliminando la libertad de pensamiento, de expresión, de conciencia y de culto, además de que consistía en un factor de división social, de destrucción de las familias y de evidente corrupción de la niñez.

Quedó bastante demostrado que a la mayoría de las personas este discurso les ha hartado y que ha sido una de las principales razones por las que se propició el triunfo de Trump; si los Demócratas no han aprendido esto, e insisten en seguir con ello, como todo parece que seguirán empecinando en este tipo de causas aberrantes y estúpidas, tal y como pudo verse en la aparición de Bernie Sanders en el Festival Musical de Coachella, lo que muestra que igualmente siguen ligados a las "élites" del Espectáculo y la Farándula, totalmente divorciadas del americano promedio, entonces, aunque Trump detone una bomba nuclear en el corazón de Nueva York, la gente votará por él por ser el rechazo de esas ideolgías.

Su última medida: despojar de fondos federales a la Universidad de Harvard, ante la negativa de sus directivos de dejar de impulsar posiciones ideológicas de la Izquierda Progresista y tolerar actos antisemitas de supuesto apoyo a la Causa Palestina pero que desembocaron en agresiones y abiertos boicots de profesores y directivos hacia los alumnos de religión judía, es visto como una intromisión en la vida de dicha Casa de Estudios. En realidad, es una sanción necesaria para una institución que había adquirido un gran prestigio a lo largo del siglo XX, pero que se convirtió en un bastión ideológico que poco contribuye ya a la formación de profesionales calificados y a la investigación en Ciencias y Humanidades, pero sí en reclutamiento de cuadros para el desnortado Partido Demócrata, generación de activistas de ONG violentas que habían vivido de subvenciones de gobiernos y oscuros intereses financieros o extranjeros, y buenos para nada con maestrías en Psicología de Batman, o Estudios de Género, que sólo han engrosado las filas del personal de Starbucks y otras cadenas de comida rápida, cuando no, siguen mantenidos de sus padres a los 40 años.

Búsqueda de paz en Ucrania:

Trump tiene claro que la expansión de la OTAN hacia el este fue un error, y que aquello sólo provocó a Rusia, quien tuvo que salir a defenderse; además, tiene igualmente perfectamente identificado como una de las causas de los actuales problemas económicos de EUA, que no son leves, además de que, probablemente, la razón de la guerra fue el encubrir las corruptelas de la familia Biden en Ucrania en torno a la explotación del gas natural.

Sin embargo, parece que a pesar de haber prometido lograr la paz en poco tiempo tras tomar la Presidencia de la República, esto no será así, y esto tiene que ver, principalmente, con la situación actual del conflicto; en primer lugar, a Putin ya no le conviene llegar a la paz, puesto que es evidente que va ganando la guerra, e incluso, parece que tras lograr expulsar (o más bien, exterminar,) del territorio de la región de Kursk a las tropas ucranianas que habían entrado, ha bajado el ritmo de sus ofensivas, muchos dicen que porque Rusia está agotada, más bien creo, ha sido porque no tiene ninguna prisa, y entre más lento vaya, y Trump se pierda más en los conflictos de tipo económico que ha desatado para su país y Occidente en general, más daño puede hacer, como en el propio 2022 que pudo haber tomado Kiev en los primeros días de la guerra, pero ordenó la retirada, para emplear la estrategia de desgaste que ha seguido con tanto éxito para hundir a la propia Alemania y toda la Unión Europea, destruir lenta y cruelmente a la antigua provincia y lugar de origen del Imperio Ruso, y hacer gastar a los estadounidenses hasta quedar secos.

Además de que, seguramente, al haber estado peleando mayoritariamente con grupos mercenarios, drones y bombas guiadas, las pérdidas humanas que ha tenido Rusia han sido mínimas, muy lejos del casi millón de muertos que alegan los ucranianos, lo que más bien debe ser su caso.

Trump a mi parecer, ha perdido la iniciativa para conducir la negociación y lograr la paz, además de que, antes que confiar en personal diplomático, se ha basado en las habilidades negociadoras de un agente inmobiliario de Nueva York: Steve Witkoff, (por ser gente de su entera confianza, antes que un profesional) quien, al parecer, ha sido verdaderamente "devorado" por Sergei Beseda, veterano agente del FSB (antes KGB) y quien lleva la batuta de la negociación en Riyadh de parte del Kremlin. De este modo, es muy seguro que ambos neoyorkinos quedarán relegados a ser meros comparsas de los dictados de Putin, quien sólo necesita esperar para que Ucrania termine de derrumbarse y... probablemente reincorporarla totalmente a Rusia, como naturalmente corresponde, quizá cediendo a Polonia y Hungría aquellas regiones que históricamente les pertenecieron.

Canadá:

Trump ha resucitado la idea del Destino Manifiesto y la Doctrina Monroe, y ha hablado directamente de la anexión tanto de Canadá como de Groenlandia.

El caso canadiense es particularmente llamativo: en primer lado, develó la realidad del país de la hoja de maple como un país en vías de desarrollo disfrazado por mucho tiempo de Primer Mundo, pero que no ha podido construir una planta industrial propia, sus pequeñas innovaciones o desarrollos tecnológicos han terminado en nada --recuérdese el caso de Blackberry y cómo tras 2 o 3 años fue arrollado por Apple-- y vive fundamentalmente de actividades primarias: minería, extracción de petróleo y gas natural, agricultura, ganadería y silvicultura, o generación de energía con hidroeléctricas, todo lo cual se encuentra limitado por el clima ártico que ha impedido el crecimiento de población, lo que la ha llevado a depender de la migración, sobre todo de los resilientes hindúes y asiáticos, cuando no, de la manufactura de componentes para la industria aeroespacial y automotriz norteamericana en el contexto del Tratado de Libre Comercio con EUA y México.

Es sabido que el largo gobierno de Justin Trudeau fue nefasto para Canadá y aquí hemos narrado muchos de sus hechos, Trump lo demolió en poco tiempo y propició su salida del Ministerio,  sin embargo, la continuación de una política tendiente al acoso y derribo empleada contra el presunto hijo de Fidel Castro, aparentemente dirigida a coaccionar a los canadienses para renunciar a su Independencia y someterse al dominio de Washington, ha provocado un efecto contrario al que quizá esperaba el magnate: Pierre Poilievre, líder de la Oposición Conservadora, que se unió a las críticas de Trump contra Trudeau, fue quedando como un servil imitador de Trump, mientras que, de salida, Trudeau comenzó a apelar al patriotismo, lo que increíblemente, sirvió para que no saliera del gobierno con la denostación que merecía; mientras que como sucesor, fue nombrado, al frente del Partido Liberal a un tecnócrata de peso completo: Mark Carney, quien fue gobernador tanto del Banco Central canadiense como del Banco de Inglaterra en periodos críticos. Carney no tendrá experiencia en puestos de elección popular, pero resultó no ser un "chupatintas" callado y nerd, sino que asumió el Ministerio con enjundia y asumiendo un discurso nacionalista y antiamericano. Además, astutamente, y sabiendo que debe aprovechar el momento y no dar tiempo a un desconcertado Poilievre, que ha quedado sin saber qué hacer, si asume un discurso nacionalista, parecerá que apoya a Carney, si se opone, queda como traidor. Así que el ex-banquero ha decidido adelantar elecciones parlamentarias acertadamente.

Trump cometió el mismo error que los Hispanoplanistas como les llama Fernando Díaz Villanueva y creer que la Anglosfera, lo mismo que la Hispanidad, constituyen bloques monolíticos y que no existen diferencias entre sus países y tienen unidad de objetivos, no es así: canadienses y estadounidenses hablarán el mismo idioma, habrán venido de la colonización británica y comparten un evento seminal como fue la Guerra de los 7 Años, pero desde la Guerra de Independencia de EUA, y sobre todo, la Guerra de 1812, los canadienses tomaron una identidad propia y vieron a los gringos como enemigos de los que había que cuidarse. Hoy, más que nunca, han refrendado esa visión.

Muy probablemente, Trump no pensaba realmente en anexarse Canadá, sino simplemente derribar a Trudeau y así, renegociar el Tratado de Libre Comercio y un proceso de integración regional con alguien a modo como Poilievre, sin embargo, parece que ha provocado lo contrario.

Groenlandia:

Trump encontró en la situación estratégica de la isla congelada la forma perfecta para reventar la OTAN, misma que se ha convertida en una carga enormemente pesada para EUA, siendo quien, prácticamente, la mantiene.

Realmente la idea de anexar Groenlandia a EUA no es una ocurrencia del magnate, sino que la misma arranca desde el sucesor de Lincoln: Andrew Johnson, en la misma época en la que se hizo la compra de Alaska; ya en el siglo XX, se hicieron ofertas por la isla, pero Dinamarca las rechazó todas. 

Como ya lo planteamos en su momento, la importancia de Groenlandia se enmarca en los aspectos de su posición estratégica, sin ir más lejos, por ello en que existen desde la Segunda Guerra Mundial bases militares norteamericanas en la isla, con acuerdo de la Corona Danesa, la cual nunca ha sabido qué hacer con ella, fundamentalmente porque Dinamarca carece de los recursos materiales y humanos para convertirse en una potencia moderna; hoy en día, convertida en destino de la inmigración masiva islámica y africana, de un castrante Estado de Bienestar, parte de la Unión Europea, presa del Wokismo y de la falta de natalidad, es claro que está lejos de convertirse en un poder por derecho propio en el Ártico capaz de oponerse o rivalizar con Rusia por el aprovechamiento de los abundantes recursos polares. En ese sentido, es entendible la posición de Trump.

Es posible que EUA termine, al mediano plazo, y quizá ya no lo vea Trump, por hacerse con la isla, si adopta un "método texano" para hacerlo, ya que, a pesar de tener la baja población de 57,000 personas, la mayoría de origen Inuit o Esquimal, aunque también hay una buen número de daneses que sabrá Dios porqué decidieron vivir en un desierto de hielo y nieve, y de qué, realmente, no cuentan con la posibilidad de construir un sistema económico que pueda sustentar un Estado independiente y viable, han buscado gradualmente la autonomía y hasta conformar un Partido Independentista. Sin embargo, la urgencia y ansiedad con la que Trump, y el Vicepresidente J.D. Vance han manejado el tema, enajenaron la posición de los Independentistas hacia un posible acercamiento a EUA como opción a seguir dependiendo de Copenhague, por lo que quizá, opten por anexarla manu militari.

Si lo hicieran, de inmediato provocarían la ruptura de la  OTAN, ya de por sí, la política de aranceles y de "guerra comercial" contra China, y el conservadurismo contrastante de la Administración Trump contra el Wokismo de las élites europeas, están haciendo crecer la animosidad de los mandatarios del Viejo Continente, como la propia Úrsula Von der Leyen, Pedro Sánchez, Emmanuel Macron o Keir Starmer para con el actual ocupante del palacio presidencial de la Avenida Pensilvania, algo que por supuesto, brinda alegrías en Moscú.                                                                                                                                            

J.D. Vance:

La designación del abogado y anteriormente Senador por el estado de Ohio, James David Vance, a mi parecer es un acierto en muchos aspectos, sin embargo, creo que el joven Vicepresidente es alguien aún muy "verde" en muchos rubros y por lo que he observado de su actuar público, trae muchos pendientes que debe trabajar, y que, en su momento, si quiere tener posibilidades de ocupar la primera magistratura de nuestro vecino del norte, deberá, en su momento, independizar su imagen y su discurso, del magnate neoyorkino.

En primer lugar, como católico, no puedo dejar de simpatizar con él ante su conversión del Protestantismo más pedestre y vacuo, me parece un tipo con grandes cualidades en cuanto a que posee firmes convicciones religiosas y morales, y que ha sido un ejemplo de cómo salir de la miseria y lograr desarrollarse como persona y profesionista a partir de un origen y un entorno hostiles. Su discurso en que dijo sus verdades a la Unión Europea, y cuestionó la deriva autodestructiva y totalitaria de la Inglaterra actual, es sin duda valiente, directo y necesario. Sin embargo, Vance no ha dejado de mostrar también varios defectos serios que puede que no lo hagan ser un futuro líder idóneo para una súper potencia situada en un momento de crisis política, económica y social (que él mismo describió y criticó en su autobiografía Hillybilly Elegy, título que se podría traducir en "mexicano" como Elegía del Güero de Rancho, o del Naco, aunque el equivalente a este término más correctamente sería Redneck, Hillybilly sería como del que vive en medio de los montes, o en el cerro, ya que él proviene de la región de los misteriosos y aislados Montes Apalaches).

De entrada, por muchas de sus declaraciones, se ve que Vance, como decimos en México, "no puede negar la cruz de su parroquia" y se ve que arrastra una profunda ignorancia sobre el mundo y otros pueblos y culturas, con todo y que su esposa sea de origen Hindú, aunque nacida en EUA. El hecho de hablar despectivamente, por ejemplo, de los chinos, como simples "granjeros" peasants viniendo de alguien que salió de un entorno rural y todavía peor, de un contexto familiar desastroso, resulta incongruente y poco caritativo. Igualmente, y pese a su catolicismo, arrastra ese no patriotismo, sino fanatismo que lleva a muchos gringos del ámbito campestre a considerar que nada importa más allá de su país y a sentir un profundo desprecio por todo lo que no sea America, surgido precisamente de la doctrina calvinista del Destino Manifiesto, he observado que muchos católicos conversos del ámbito anglosajón arrastran muchos defectos del Protestantismo --lo he visto también en el ex-Pastor Anglicano/Episcopaliano y teólogo Taylor Marshall, e incluso en otros Tradicionalistas provenientes de EUA-- aparte de sentirse "más papistas que el Papa", capaces de enseñarle el Padrenuestro al Señor Cura,  mejores católicos y elegidos de Dios como Calvinistas, traen las obsesiones puritanas con el sexo y con la escrupulosidad, resultando en muchas actitudes de Vance (el tratar de moverse lo menos que se pueda, apretar las manos o los puños, rigidez al estar sentado o parado) que arrastra muchos prejuicios y conflictos de conciencia, en sus decisiones y actos.

Para colmo, no trae buenas relaciones públicas, que se nota en el nerviosismo evidente que le llevó a hacer el ridículo en una entrega de trofeos a equipos deportivos colegiales en que, por torpeza, destruyó una de las preseas, o a aparecer en entrevistas excesivamente maquillado, lo que demuestra un pésimo equipo de manejo de medios para el Vicepresidente.

Ante todo esto, creo que se puede determinar que Trump escogió como compañero de fórmula a Vance tras la experiencia que tuvo con Mike Pence en su periodo presidencial anterior: Pence era un viejo cuadro del Partido Republicano con décadas de militancia, hecho y, maleado, por una larga carrera política; si bien Vance al inicio fue un gran crítico de Trump, al que comparaba con Hitler, su cambio de percepción quizá se explique por las propias razones que llevaron a ponerlo como "segundo al mando" de la Administración: joven, sin mucha experiencia política, no responde a los cuadros y mandos tradicionales del partido, y por los escrúpulos y conflictos morales que pasan por su cabeza, puede resultar alguien maleable para el mandatario. Trump desea contar con un gabinete y colaboradores que, más que por sus méritos, sean distinguibles por ser fieles a su persona o sean manejables por él y no se opongan a sus dictados. 

Todo eso me hace dudar que, para 2028, Vance se presente como abanderado del Partido Republicano, lo noto todavía muy inmaduro. En lo particular, me simpatiza, pero le hace falta ganar experiencia y armar su propio discurso con independencia al neoyorkino, además de frenar su impulsividad y ganar más conocimiento de la realidad geopolítica y de otros países. Quizá se convierta en la carta fuerte del partido pero hasta para las elecciones del 2032.

Ya me extendí demasiado, en un próximo post, continuaré dando mi opinión sobre la actual Administración de Trump, misma que, podemos decir, está llena de claroscuros. Sin embargo, puedo afirmar que mucho de lo que nos parece incomprensible está motivado por el desastre que las Presidencias anteriores, desde Bill Clinton en los 90, dejaron para su país. ¿acertará o estará cometiendo errores? Es muy pronto para saberlo. Sigamos expectantes.



6 de abril de 2025

EL DÍA QUE MURIÓ LA GLOBALIZACIÓN


El día 02 de abril de 2025 pasará a la Historia como el día en que murió el último proceso de Globalización (el mundo ha estado en procesos sucesivos de integración comercial, social y económica: desde la expansión Persa en el siglo VI a.C., el Periodo Helenístico del siglo IV al II a.C., la Romanización, del siglo II a.C. al V d.C., las conquistas Mongolas en el siglo XIII, la Conquista de América de los siglos XVI a XVIII, la Belle Epoque de 1870 a 1914 y finalmente, el último, de 1945, acelerado a partir de 1989 hasta apenas hace 2 días.

El que le ha puesto cierre es Donald Trump, quien de esta manera, igualmente pone fin a la utopía surgida de los desvaríos idealistas de Immanuel Kant, quien pensara que el comercio internacional era la clave para establecer la paz entre las naciones, así como con la creación de instituciones supranacionales que arbitraran las diferencias. La puesta en práctica de sus ideas, a partir de la fundación de la Santa Alianza y la celebración de congresos y conferencias internacionales desde 1815, terminó por madurar con la creación de la ONU en 1945 y de todo un sistema económico que descansaba en el poderío de Estados Unidos de América a guisa de músculo rector y garante a través de su moneda: el dólar, y de sus fuerzas armadas, para tratar de establecer un orden basado en reglas, esto es, en el Derecho Internacional Público, tampoco ha demostrado ser tan efectivo para ello: por el contrario, como bien lo predijera Samuel Huntington en los años noventa, refrendó las diferencias culturales y generó tensiones, cuando grandes áreas civilizatorias, como el Islam, o la Rusia post-comunista que ha regresado a sus raíces Cristiano-Ortodoxas y eslavas, vieron amenazados sus estilos de vida y valores culturales por la norteamericanización del mundo a través de la Globalización.

Sin embargo, a partir de los años 80 con la llegada de los Neoliberales al poder como Ronald Reagan o Margaret Thatcher, y ante el declive del modelo rival: el comunista impulsado por la Rusia Soviética, Estados Unidos empezó a perder un tercer pilar que le garantizaba la preeminencia en el mundo de posguerra: su inmensa fortaleza industrial y su capacidad innovadora en la tecnología detrás de ella. Contrario a lo que Trump dice, y que es lo que molesta más, pues en cierta forma, tiene mucha razón en implementar las medidas arancelarias con las que está derrumbando al sistema global construido, EUA no ha sido víctima de países gobernados por maquiavélicos que han abusado de él; esto es una expresión de lo más cínica e hipócrita --muy propia de la mentalidad protestante, de la que costará mucho deshacerse, pese a la conversión al Catolicismo de Vance y otros prominentes miembros de su gabinete-- proviniendo del dirigente de un país que en 250 años ha realizado el genocidio de la población indígena, mantenido hasta mediados del siglo XIX a la esclavitud y luego la segregación racial por otro siglo, robado territorio a sus vecinos, invadido multitud de países, apoyado dictadores y golpes de Estado. No, Estados Unidos se desindustrializó por la decisión de sus propios gobernantes y la codicia infinita de su empresariado.

Desde 1970, fueron Nixon y Kissinger quienes establecieron una extraña alianza con el despiadado régimen de Mao Tse Tung en China con tal de fracturar el Bloque Comunista y tener un "amigo" sólo separado de su rival eslavo por el Río Amur; desde entonces, las inversiones norteamericanas fluyeron sobre Pekín, los intercambios académicos florecieron entre ambos lados del Pacífico, y generosamente transfirieron tecnología al Celeste Imperio, que salía del Siglo de las Humillaciones y empezaba a despertar para hacer realidad la profecía de Napoleón. Los industriales norteamericanos veían en China innumerables ventajas: abundancia de recursos naturales, y sobre todo, humanos: el coloso asiático era a la vez la mayor fuente de mano de obra como el más promisorio mayor mercado de consumo del mundo, había que dar aprovechar tantos millones y millones de manos a las que se podía pagar salarios bajos, por la mera oferta y la demanda, pero a la vez, favorecer su prosperidad para que esas mismas manos comprasen masivamente.

Y no se detuvieron en eso, EUA empezó, sobre todo durante los años 80, a celebrar tratados comerciales con otros países, a los que trasladaba industrias a cambio de consumir e inundar el mundo de dólares, tal y como lo describe con claridad en el vídeo con el que se abre esta entrada, el buen Youtuber y analista mexicano Juan José Cruz en su canal Servimat Info, e igualmente lo explica el periodista venezolano exiliado John Patrick Acquaviva: para los empresarios gringos, el poner fábricas en México, Canadá, la India, Brasil o la propia China, implicaba bajar los costos de producción y así maximizar sus utilidades, de donde empezó a darse un fenómeno brutal de acumulación de riqueza por parte de los miembros de las élites empresariales, y sobre todo, financieras, quienes manejaban los dineros que sostenían toda esa expansión global, y de crecimiento de la desigualdad en EUA a niveles propios del Tercer Mundo, para los gobiernos de Reagan, Bush padre, Clinton, Bush Jr. y Obama, aquello les permitió dar solución a las demandas de la sociedad que, durante los años 70, se había visto golpeada por la inflación provocada por la crisis petrolera y el alto precio de los hidrocarburos: llegaban productos bajos y asequibles para los consumidores, lo que mantenía al pueblo contento con su gobierno.

Si bien es cierto que apareció el famoso Sillicon Valley, en California, el mismo fue regenteado por jóvenes talentos de los negocios y la informática, que pronto, manteniendo su dirigencia en EUA, trasladaron su producción y buena parte de su área de desarrollo, al extranjero, el Iphone puede aparecer como diseñado en el pueblo de Cupertino, pero muchas de las contribuciones para hacerlo provenían en realidad de la India, Singapur, China o Japón, y ni se diga de varios de sus componentes, como chips y semiconductores cuya producción monopolizó Taiwán.

A cambio, se cerraban industrias en el territorio nacional estadounidense: Detroit, de ser la Meca del Automóvil, se fue convirtiendo en una ciudad fantasma con colonias y barrios enteros convertidos en modernas zonas arqueológicas, la potente zona industrial del Cinturón del Óxido, como el estado de  Pensilvania, empezó igualmente a caerse a pedazos, precipitando a enormes masas de desempleados a encontrar refugio en los brazos del alcohol y las drogas y en la delincuencia como medio de sobrevivencia. Ante ello, y una realidad en que las empresas generaban riqueza, pero no Estados Unidos, se vino el recurso a la deuda.

Así, surgió el poder financiero de Wall Street y colosos bancarios como Blackrock, Blackstone o Vanguard, JP Morgan, etc. y una Reserva Federal que imprimía billetes como volantes o boletos de transporte público, carentes de respaldo real, más allá de la supuesta fortaleza del país emisor, y ante la demanda de dólares de parte de todos los países surtidores de productos y servicios para EUA, que, en realidad, se fue quedando hueco. Ahora, Trump se ha dado cuenta que su país está al borde de la Quiebra absoluta: las arcas, en realidad, están vacías.

La política de este segundo mandato de Donald Trump, así, debe verse como un último intento desesperado de evitar que EUA se derrumbe. El mandatario es un auténtico patriota, de eso no cabe duda, y está dirigiendo sus esfuerzos a recuperar, y a retener, hasta el último centavo de dólar que pueda, veamos esto punto por punto:

  • La Inmigración Ilegal: Aunque es cierto que la mayoría migrantes que llegan a EUA lo hacen con las intenciones de trabajar y obtener recursos para sus familias o su futuro en sus países de origen, --aunque por supuesto hay muchísimo delincuente y malas personas también entre ellos-- los mismos representan tanto una carga como una fuga inmensa de riqueza de su país: desde las remesas que terminan sustentando buenos porcentajes de las economías de México, Centro y Sudamérica, mientras sus indolentes y corruptos gobiernos ven así solucionado el problema de creación de empleos pasándoselo al país del norte, hasta una enorme corrupción interna en los tres niveles de gobierno estadounidenses: ante falsificaciones de documentos, suplantación de personas y otros actos que les llevan hasta incluso, obtener pensiones del Estado, créditos hipotecarios y educativos, generan un inmenso hueco en las finanzas públicas y un verdadero mercado ilícito o economía subterránea.
  • La reducción del aparato gubernamental: La creación del DOGE, saltándose su constitucionalidad, y puesto en manos de Elon Musk pretende el eliminar dependencias, (llamadas en EUA Agencias) que resultan francamente inútiles, que han alimentado a multitud de generaciones de parásitos "enchufados" al Estado o que han servido para fines non sanctos, como la famosa USAID, o la Secretaría de Educación, ahora en proceso de liquidación bajo la atenta mirada de la promotora luchística Linda McMahon, que fue un nido de financiación a ideólogos en las instituciones educativas, u otorgante de créditos incobrables a jóvenes que estudiaron licenciaturas que terminaron trabajando en Starbucks. Para Trump, eso se acabó, se terminó el financiar a Harvard para que termine siendo semillero de radicales islamistas, marxistas, activistas de la locura homosexualista o de plano Neo-Nazis que cometan actos antisemitas, por ejemplo.
  • Fin al Intervencionismo exterior: Si bien Trump ha lanzado ataques contra los Hutíes de Yemen, lo ha hecho porque tales piratas islámicos constituyen una seria amenaza al comercio mundial, Trump no desea eliminar éste, sino desea que EUA se convierta en potencia exportadora, y para asegurarlo, necesita limpiar una ruta como es el Índico-Mar Rojo-Canal de Suez-Mediterráneo, de esa plaga que, con el pretexto de "luchar por los Palestinos", en realidad sirve a los intereses de Irán, dedicándose al pillaje, a la extorsión y al robo de mercaderías, lo que seguramente, ha contribuido al enriquecimiento de su líderes y de más de un clérigo chiíta persa. Por lo demás, el cierre de USAID implica el dejar de financiar movimientos políticos e ideológicos enriqueciendo a "activistas" en el resto del mundo, dejar de intentar modificar instituciones en otros lados, provocar golpes de Estado y cambios de régimen, todo lo cual era una cascada de dinero que se iba hacia la nada.
  • El Narcotráfico: Creo que Trump tiene bien claro que es imposible acabar con el tráfico de drogas hacia EUA, pero bien busca quizá controlarlo, y evitar que toda la ganancia del negocio se vaya fuera de su país. De igual manera, cínicamente prefiere echarle la culpa a otros del problema, sin decir nada sobre cómo disminuir la demanda de las sustancias entre sus gobernados, ni reconociendo que ha sido EUA quien armó a los carteles... se le vio muy sonriente al lado de Obama en su toma de posesión, cuando Soetoro, y su entonces Fiscal Erick Holder, fueron quienes hicieron una gran venta de armamento pesado a las organizaciones criminales mexicanas con el programa Rápido y Furioso, y parece no acusarlo de terrorista.  Aún así, el que intervengan en México con o sin el permiso --parece que hay más que una complaciente anuencia de la Presidente Sheinbaum para ello-- fuerzas norteamericanas debe verse como cierto reconocimiento de que mucha culpa tienen ellos en el desmadre y ya era hora de que viniesen a ayudar a recogerlo.
  • Los Aranceles: Y finalmente, la polémica medida del pasado 02 de abril... Trump está, en realidad, castigando a las empresas codiciosas y antipatrióticas que buscando costos bajos y ganancias altas, dejaron a los gringos sin empleo, endeudados y empobreciéndose, y al país sin dinero, al trasladarse al exterior. Esto hay que reconocerlo, México, por ejemplo, quizá y pese a nuestras eternas quejas, sea el mayor beneficiario del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, pero eso no fue por malévolos engaños de la bruja mexicana para que la inocente Blanca Nieves estadounidense se comiera la manzana del tratado, sino por que ésta, decidió darle a la primera la semilla para que sembrase el manzano. Ahora, lo que Trump desea es que las frutas salidas de ese árbol regresen a su huerto.
Es cierto que las tasas que sacó en esas tablas que le hacían parecer como un Moisés sosteniendo los nuevos mandamientos del comercio mundial en buena medida están fijadas arbitrariamente, casi al azar --a grado tal que incluso gravan a islas deshabitadas con las que, por supuesto no hay comercio alguno-- y en mucho, golpean a los hasta hace poco, mayores aliados de EUA: la maltrecha Inglaterra recibe un 10%, Israel, pese a haber eliminado los aranceles a los productos norteamericanos fue golpeado con un 17%, y a Vietnam, el viejo enemigo convertido en el más fiel aliado en Asia por la rivalidad contra China, se le propinó un 46% que lo devolvería a los tiempos de los arrozales que conoció Ho Chi Minh, y ahora, pide humildemente una negociación en algo que seguro hace que el General Giap se revuelque en su tumba.

Esto no es un acto de locura de Trump, es sin embargo, una medida desesperada, una jugada del todo por el todo. ¿Tendrá éxito? Es muy pronto para saberlo, pero lo que sí, evidencia que EUA está atravesando por severos problemas económicos causados por un proceso de Globalización que ya no le beneficia, sino que le ha provocado graves afectaciones. En cierta forma, lo que está pasando se asemeja a aquel partido de fútbol entre niños en que, cuando se da cuenta que su equipo va perdiendo, el niño que es dueño de la pelota, la recoge y se la lleva, enojado porque no puede ganar. Estados Unidos aquí, igualmente, no puede competir con los chinos, y por eso decide poner fin a la Globalización, que terminó por construir la monstruosidad pekinesa, y quién sabe si pueda hacerlo aún reinstalando todas sus industrias en su territorio, por lo que cabe pensar varias cosas al respecto:

¿Que pasaría, por ejemplo, si ante la afectación por aranceles de la empresa de ropa deportiva Nike decide regresar toda su producción a Estados Unidos proveniente de Vietnam? De entrada, la empresa se verá afectada por la elevación de sus precios para cubrir el arancel,  después, tendrá que hacer el proceso de desinstalación de su planta industrial en el país asiático, trasladarse de regreso a EUA, la construcción y arranque de sus nuevas fábricas en su país de origen, y operar en EUA con una mano de obra más cara y más elevados costos de producción. la pregunta es si Nike sería competitiva con empresas que China u otros países, incluso el propio Vietnam, lanzaran tras haber aprendido el know how durante la permanencia de la marca en su territorio, y que podrían mantener los bajos costos de producción y ofrecer precios más bajos. En ese sentido, quizá EUA dejaría de adquirir productos del exterior, y tendríamos un EUA que habría adoptado la --fracasada-- política de sustitución de importaciones que, por ejemplo, fue implementada en México y otros países hispanoamericanos desde los años 50 a 80, tratando de crear industrias nacionales autosuficientes, lo cual era utópico. Cierto, EUA tiene muchos más recursos y más habitantes que nuestros países, pero aún así, tampoco puede estar totalmente aislado y sólo producir y consumir lo propio.

Fuera de EUA, continuaría existiendo el comercio global, pero la hasta ahora superpotencia se aislaría en un modo casi Bolivariano o hasta casi norcoreano, más si los enemigos de la potencia angloamericana decidieran, precisamente, dejar de comerciar con él, y sólo mantener relaciones entre ellos. A lo mejor perderían el apetitoso mercado gringo, pero buscarían subsanarlo manteniendo y tejiendo relaciones globales brincándolo, y que se centrarían ya no en torno a Washington y Nueva York, sino alrededor de Pekín y Shanghai

¿O acaso, para volver competitiva a la industria norteamericana, buscará reducir los costos de producción en EUA? Esto es: bajar salarios, y en cierta forma, ¿empobrecer a los estadounidenses, para convertirlos en mano de obra atractiva? ¿Reducir el valor del dólar a fin de que deje de ser usado como reserva mundial y así, evitar que los extranjeros acumulen reservas en la moneda nacional norteamericana? ¿Renegociar la deuda externa de EUA con China, otros Estados e instituciones? Lo que simplemente consiste, como algunos plantean, pretende usar los aranceles como arma para presionar y negociar, algunos, como el mencionado Juan José Cruz, plantean que lo que quiere, es una especie de "rescate" de la economía norteamericana con la compra de deuda disfrazada de inversión extranjera en EUA. 

Como sea, aún no están claros los objetivos, ni cuáles serán los resultados de la política que ha iniciado Trump. Por supuesto, esto lo está alejando aún más de Europa, aunque realmente, Trump sabe que la Unión Europea dominada por partidos y políticos socialdemócratas, controlados por los intereses financieros de la propia Wall Street y de la City londinense, que han impulsado la ideología woke, a los que el neoyorkino pretende desplazar en favor de los industriales y desarrolladores de tecnología que producen riqueza real y no meras especulaciones con asientos contables electrónicos, es su enemigo, mayor que Rusia o la propia China. La presión económica que puede ejercer sobre los europeos, puede conducir a que éstos al fin, decidan alzarse en contra de regímenes cada vez más totalitarios disfrazados de Democráticos, lo que se ve en la intervención en las elecciones rumanas o en la inhabilitación a Marine Le Pen para contender por la Presidencia de la República Francesa, ante la oposición que significan para la dictadura ideológica impulsada por banqueros.

En fin, estamos ante el inicio de una montaña rusa geopolítica y económica con un pronóstico reservado, que puede tener repercusiones durísimas e imprevisibles tanto al interior como al exterior de EUA. Sólo nos queda ser espectadores, esperar hacia dónde van los acontecimientos, y finalmente, adaptarnos al nuevo mundo que se encuentra emergiendo: un mundo post-globalización.