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13 de junio de 2020

ENTENDIENDO A GEORGE SOROS

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El nombre que aparece en todos lados detrás de movimientos "progresistas", y actualmente se le señala como un conspirador detrás de la pandemia del Coronavirus y de las violentas protestas dirigidas contra el Gobierno de Donald Trump en EUA, es siempre el de George Soros, quien parece ser retratado, por un lado, como una especie de villano de James Bond que planea adueñarse del mundo, por otros, es señalado como una especie de Anticristo, para otros, con ínfulas antisemitas, es la cara del Sionismo y de los intereses Judíos deseosos de destruir al Cristianismo y su herencia --pese a que Soros le ha importado un bledo su judaísmo de origen, que no practica, aparte, pues se ha declarado ateo varias veces, y si alguna vez salió su hijo diciendo que era un orgullo para su padre ser Judío, era parte de su estrategia para quedar bien con la opinión pública israelí, dada su abierta confrontación con Benjamín Netanyahu, quien le tiene prohibida la entrada al país, lo mismo que Víctor Orban se la impide en Hungría, de donde el anciano financiero ha sido desconocido por sus raíces hebreas y magiares por igual-- y para otros es la cabeza del Globalismo, buscando la implantación de un Nuevo Orden Mundial orwelliano y a la vez, inspirado en Aldous Huxley.

Yo, ya lo he dicho, en materia de Teorías de la Conspiración soy bastante cauto. Es cierto que no puede negarse la influencia de este financiero húngaro naturalizado británico y estadounidense tiene actualmente en diversas causas sociales, todas alineadas a la Izquierda y muchas de ellas son realmente controvertidas.

Pero, antes de irnos a la fácil acusación y señalamiento contra el personaje de satanista, masón o Illuminati, que puede o no serlo, hay, antes que nada, entenderle; por supuesto yo no lo defiendo ni justifico, estoy totalmente en contra de este sujeto y sus propuestas, y creo que la aplicación de las mismas va a desembocar, necesariamente en un desastre, como lo hacen todas las utopías. 

Para empezar, lo que demuestra que Soros no es un conspirador de oscuras logias y lenguajes crípticos de aliados inconfesables con los que conversa en oscuros conciliábulos, es que él mismo ha hecho públicas sus ideas y sus planteamientos sociales, políticos y económicos, no lo oculta, ni lo disimula. Buen conspirador en el secreto es quien publica libros y los difunde en los que plasma los puntos claves de su doctrina y su plan de acción... En mi opinión, si bien no se le puede calificar de gran pensador en los terrenos filosóficos y económicos, --pese a que él personalmente se pretende ostentar como un "nuevo Kant"-- materias en las que tiene una amplia formación profesional, sí me parece que tiene convicciones firmes y objetivos claros en los que realmente cree. Aunque también, me da la impresión que aunque en el fondo, se haya construido una visión del mundo y pretenda hacerla pasar como la receta para resolver los problemas económicos, políticos y sociales de la humanidad al inicio del siglo XXI; también creo que en mucho, él aparece como quien ofrece un producto. Pero vamos por partes:

Pude deducir parte de las ideas clave y las intenciones de Soros después de releer unas partes de dos de sus obras con las que cuento en mi biblioteca personal: el primero es La Crisis del Capitalismo Global; la Sociedad Abierta en Peligro y el segundo, La Burbuja de la Superioridad Norteamericana. Ambas, dan la pauta para entender su pensamiento y su accionar, así como hacia dónde se encuentran dirigidos los movimientos en los que se encuentra envuelto.

Hay que tomar en cuenta sus antecedentes: el padre de Soros, siendo judío, fue un leal oficial en el ejército Austrohúngaro de la Primera Guerra Mundial, partidario de la monarquía multinacional de los Habsburgo, que incluso, ante la diversidad de lenguas que se hablaban al interior del Imperio, era adepto del Esperanto, lengua artificial inventada a fines del siglo XIX con miras de convertirse en una lengua universal y que no ha pasado de ser un interés de geeks, con Soros incluido. Esto nos da la idea de que su padre le inculcó un ideal universalista que se opone a la idea de los Estados Nacionales. 

En la Hungría ocupada por la Alemania Nazi, durante la II Guerra Mundial, y como lo dice en el prefacio del primero de sus libros que aquí he citado, él debió haber tenido experiencias terribles --se dice que para sobrevivir, siendo todavía un niño, se convirtió en un delator para los alemanes, de sus correligionarios...-- y después, bajo la ocupación soviética, él contempló que ambos regímenes "tenían una característica en común: afirmaban estar en posesión de la verdad definitiva e imponían sus ideas al mundo por medio de la fuerza..." De esta personal confesión de su visión de los dos totalitarismos hegelianos que conoció de primera mano, se desprende tanto el terror que le produce el Nacionalismo por un lado, y por otro, también el desprecio que siente por el Colectivismo; por ello, es erróneo que se le sitúe o se le endilgue la etiqueta de "comunista" o "socialista" porque no lo es, aunque sí ha tomado elementos del marxismo, pero es que una cosa es utilizar las herramientas de análisis de Marx, como la Dialéctica o el Materialismo Histórico, y otra, el ser Socialista o Comunista.

Posteriormente, vino su formación universitaria en la London School of Economics, donde se volvió discípulo de Karl Popper, y de quien adoptó el concepto de "falibilidad" o "falsabilidad". ¿En qué consiste? Para el alemán, miembro de la Escuela de Frankfurt, un conocimiento es válido sólo si puede ser refutado; es decir, que cuente con elementos que puedan demostrar lo contrario, y por consiguiente, ser sustituida por otra teoría más fuerte, digamos. Por ejemplo, la teoría geocéntrica de Claudio Ptolomeo es refutable porque existen elementos y evidencias que la contradicen, le teoría copernicana fue superada a su vez por Kepler y Newton que fueron encontrando diferentes evidencias y contando con medios para completar las observaciones de los fenómenos astrofísicos; hasta ahí, todo tiene sentido.

El problema con el pensamiento de Soros es que esto lo aplica a la dimensión moral, e incluso, siguiendo la herencia del idealismo alemán iniciado con Lutero, para cuestionar la validez de la razón. Soros, para empezar, no considera la existencia de una moral objetiva ni tampoco la existencia de la verdad objetiva, para él se trataría de imposiciones por fuerzas externas al individuo: ya sea la Iglesia o el Estado; cuestiona a la Ilustración del siglo XVIII, y proveniente de ella, a Kant, por no romper del todo con estos conceptos universales heredados del dogmatismo cristiano, puesto que la Ilustración aún pretendía encontrar un Derecho y una Moral naturales, pero además, por fiarse de la razón como instrumento para lograrlo. Para Soros, la razón es insuficiente y falible para conocer la realidad al completo, y por tanto, para dilucidar un orden moral objetivo, o la verdad objetiva, recuérdese que para el reformador alemán, la razón era "una prostituta de Satanás" precisamente por que no se sustraía a la posibilidad del error.

Así, el pensamiento del financiero húngaro se despeña por los abismos de un subjetivismo irracional, y que encuentra sus bases en el aspecto sentimental y en el consenso, considerando peligrosas las identidades construidas sobre aspectos o elementos externos como las nacionalidades, a las que considera peligrosas y causantes de conflictos, junto con los dogmatismos morales, religiosos o sociopolíticos, donde entramos que él busca la creación de identidades generales que no estén supeditadas a factores externos a los individuos, sino que surjan de ellos; por ello, tenemos el impulso que da Soros a través de sus fundaciones a movimientos identitarios que surgen de percepciones subjetivas individuales que son compartidas por grupos, muchas de ellas, irracionales, pero que se sustentan en emociones, sentimientos o instintos: homosexuales, mujeres feministas, razas, inmigrantes, etc. de hecho, apoya la inmigración como vía de demolición de identidades nacionales, y en sociedades heterogéneas como la de EUA, conformada por poblaciones de diversos orígenes, y sin una cultura o identidad común, busca generar la separación en grupos, todos ellos, tienen en común, el que se estimula en ellos una concepción de ser oprimidos o discriminados y buscar, de alguna manera, una reivindicación.

Pero además, se maneja la extensión de estos colectivos más allá de una esfera nacional para aparecer como movimientos globales; a la larga, lo que plantea Soros en política es la eliminación, o mejor dicho, superación de los Estados Nacionales por un Estado Global debajo del cual existan estas identidades generales que no obedecen a factores externos, sino a percepciones subjetivas de las personas enmarcadas en ellas.

De igual manera, para él, el error de EUA, como se desprende de La Burbuja de la Superioridad Norteamericana, y lo que criticaba a los Neoconservadores, partidarios de una posición ideológica surgida del Trotskismo, que ostentaron el poder con Bush Jr. en la primera década del actual siglo, es buscar una posición hegemónica y difundir una serie de valores universales que, para él, no son tales, sino meras percepciones subjetivas; para él, EUA debe trabajar en consonancia con las autoridades internacionales; Soros fue el impulsor de la llamada Declaración de Varsovia en el año 2000, suscrita por la Administración de Bill Clinton, y en la que se proponía crear un modelo en que las Naciones Unidas irían asumiendo un papel más cercano al de una autoridad supranacional con capacidad para intervenir al interior de los Estados para hacer valer una serie de principios y posturas basadas en su idea de la "Sociedad Abierta". La actual crisis, sin embargo, parece que está debilitando a esta "Doctrina Soros", al quedar al descubierto la manipulación que China ha hecho sobre la Organización Mundial de la Salud, el Brexit y la debilidad creciente de la Unión Europea, y el cada vez mayor descrédito de la ONU en general.

En definitiva, las ideas de Soros parecen surgir de una interpretación muy ligera y apresurada de las ideas de Popper, uno de los pensadores más débiles de la Escuela de Frankfurt, que sirven de fundamento a las muy particulares convicciones de un personaje, que sin duda, no deja de ser brillante, pero igualmente no cabe duda que se trata también de alguien perturbado, probablemente afectado por las horribles experiencias que tuvo que vivir en su país natal durante la II Guerra Mundial en su niñez y adolescencia,  y que al no poder superarlas, vino a volverse un sujeto indudablemente perverso, porque si bien, al principio pudo verse impelido por la idea de diseñar un mundo perfecto en el que jamás volviesen a darse conflictos con la violencia y la magnitud de lo que le tocó vivir, llegó a convencerse de que lo propuesto por él mismo no es más que una utopía, que ha decidido convertir sus ideas y planes en una especie de mercancía con la que de alguna manera, lucra.

Y es que, tampoco creo que Soros sea la versión real de Stavros Blofeld o Auric Goldfinger; creo más bien, que se trata de un profesional de la agitación política y un mercader del caos.

Primero que nada, es claro que las posturas de Soros distan mucho de ser un vehículo para la concordia y la eliminación de barreras entre los seres humanos, por el contrario, contribuye a la división y a la fragmentación de las sociedades entre posturas irreconciliables; simplemente lo vemos en el caso de EUA en las últimas semanas, el coloso del norte ha demostrado lo irrealizable de llegar a conjuntar una sociedad única partiendo de elementos heterogéneos que no se mezclen en forma alguna; por el contrario, en Hispanoamérica sí se dio una integración partiendo de elementos europeos, indígenas y africanos, entre otros, pero a través de la existencia de un orden externo y de valores igualmente externos planteados por la Monarquía Hispánica y la Iglesia Católica durante el periodo Virreinal. Por esa razón, quizá resulte tan afrentosa para Soros la Hispanidad, por haber sido un vehículo de integración exitoso que hubiera sido imposible de darse partiendo de subjetividades... es la refutación viviente de sus teorías.

Pero entonces, ¿qué es lo que pretende? Simplemente dividir y causar inestabilidad y caos; es de recordar cómo Soros se aprovechó de la crisis económica vivida por Gran Bretaña a fines de la Era Thatcher en 1991, lo que le hizo conocido por primera vez, aprovechando la depreciación de la Libra Esterlina para enriquecerse, posteriormente, parece que él se vio beneficiado igualmente con la debacle del Gobierno de Fernando de la Rúa en Argentina, y los famosos cacerolazos; pero igualmente como él puede provocar inestabilidad para comprar acciones baratas en las Bolsas y vender caro; también puede que muchas veces no trabaje por su cuenta, sino que incluso, sea "contratado" por Estados y grupos políticos para verse beneficiados; puede que mucha de su fama de cerebro de una conspiración mundial sea hasta alentada por él mismo como una forma de hacerse publicidad. Su falta de discreción contrasta con la idea de ser él una especie de "eminencia gris", para algunos, puede que en realidad sea un testaferro de Rockefeller o de alguien más, yo diría que puede que esa familia de industriales estadounidenses sea parte de su cartera de clientes en sus servicios de provocador de inestabilidad política.

Por ejemplo, se habla de los nexos del actual Gobierno de España con las Fundaciones del magnate; ¿no podría ser que, en vez de depender de éste, Sánchez e Iglesias no se hayan hecho con los servicios de un tipo que más que tener el ideal de crear una sociedad perfecta, plena de igualdad y de paz, les da la receta para crear conflictos y aplicar el adagio de "divide y vencerás"? Es muy posible que en realidad, Soros es un asesor, y pone al servicio de ellos sus Fundaciones y agitadores para financiar los regionalismos catalán y vasco, grupos identitarios de feministas y homosexuales, transexuales y demás, para sus proyectos, a cambio de contratos del gobierno para empresas en las que invierte junto con otros negocios que le reporten pingües beneficios.

La prueba de que el propio Soros sabe que sus propuestas son utópicas, o un mero discurso con el qué obtener un lucro, está en su propia familia, nada del otro mundo, tiene hijos y nietos con los que conformó una familia muy normal, más allá de haberse casado en dos ocasiones, --siendo uno más de muchos divorciados vueltos a casar-- mientras lanza declaraciones incendiarias de "abolir la familia", con lo que consigue su objetivo: generar polémica, permanecer en los reflectores y avivar fuegos entre "progresistas" y "conservadores", realmente, no creo que él tenga la intención de que estos últimos desaparezcan, ni tampoco la Iglesia Católica, sino que, más bien, quiere que sean unos más de los grupos en liza de su sociedad global fragmentada y en conflicto permanente, sin ir más lejos, actualmente en la Iglesia se han formado grupos identitarios al más puro estilo sorosiano: Modernistas y Tradicionalistas que se encuentran en pugna bajo el pontificado de Jorge Mario Bergoglio.

Como sea, George Soros es parte de la oligarquía que ha surgido de un mundo que se centró en el Mercado sin moral como único referente; esa oligarquía está dispuesta, no a dirigirnos al Comunismo como algunos piensan, pero sí a un sistema mercantilista o de Crony Capitalism, lo que ocurre en EUA, por ejemplo, es la lucha representada por las elites que han consolidado un gran poder político a la par del económico: Hollywood, Wall Street, Silicon Valley; y que no desean a alguien como Donald Trump en la Casa Blanca pretendiendo retomar los postulados de la Economía de Libre Mercado y libre competencia, lo que desean es permanecer en la cúspide sin que surjan posibles competidores que les representen obstáculos o los desbanquen, estableciendo una alianza con la Clase Política, representada en este caso por el Partido Demócrata y algunos miembros del Republicano. No les interesa acabar con la desigualdad, sino mantenerla y ahondarla con montón de colectivos que dependan de la asistencia gubernamental.

La crisis que actualmente vive el mundo occidental se debe más que nada, a los intentos de esa oligarquía por no perder su preeminencia y para ellos está su alianza non sancta con China, su apoyo a regímenes autoritarios --en México, AMLO apuesta por hundir a los pequeños y medianos emprendedores, mientras los grandes, como Azcárraga, Slim o Salinas Pliego y otros favorecidos con adjudicaciones directas del Gobierno Federal y perdones fiscales prosperan más que nunca-- y a la violencia política desatada, o el control de la información y limitación a la libertad de expresión en redes sociales. Soros no es más que parte de esa oligarquía y uno de los que defienden con más virulencia su hegemonía. Lo que hemos visto en las calles últimamente no es una revolución para cambiar el sistema, sino para mantenerlo. Desgraciadamente, muchos están ciegos ante ello.




3 comentarios:

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo conque todos estos grupos de poder no quieren una sociedad capitalista (pues perderían poder) sino mercantilista (al estilo keynesiana, mercantilista o corporativista) sin embargo también hay que aclarar que como dijo el finado economista Milton Friedman: "Estados Unidos desde hace mucho que dejó de ser un país capitalista. Si quieren ver como funciona el capitalismo de verdad tienen que ir a Hong Kong"... y eso lo dijo en los 70s, de hecho hay quienes mencionan que EUA dejó de ser capitalista (para volverse en la viva imagen del mercantilismo) cuando se creó en ese país el Banco Central de la Reserva Federal, y si bien Reagan y ahora Trump han hecho en cierta forma avances en regresar a una verdadera economía capitalista estos han sido bloqueados por grupos de poder que no quieren perder sus privilegios.

En cuanto a Soros pues igual está muy sobrevalorado su poder, ciertamente el ha apoyado a dictadores comunistas (uno de los casos más sonados son sus máquinas para votar electrónicas que le vendió a Nicolás Maduro y con las cuales ha estado haciendo fraude y reeligiendose durante años, y las cuales también fueron usadas en muchos estados de la Unión Americana en 2016 y 2018 y que fueron acusadas por muchos como fraudulentas y por cambiar votos de Trump y republicanos en favor de los demócratas), pero no es que el tipo apoye el comunismo sino porque como bien dices apoya el mercantilismo y quiere ser un empresario privilegiado por el poder político, sea en EUA o en China (con contratos o licitaciones preferenciales, subsidios, apoyos, etc.), nuevamente parafraseando a Friedman: "Los izquierdistas quieren socialismo para los demás pero capitalismo para ellos; los empresarios quieren capitalismo para los demás pero privilegios especiales para ellos (o sea mercantilismo)", y en eso Soros no es el único o siquiera el principal: ahí están Azcárraga, Salinas Pliego, Slim, Rockefeller, Rostchild, Bill Gates, la familia Mendoza en Venezuela, etc.

misteryhouse dijo...

Ándale, ve lo que pasó en Dijon, Francia: chechenos y arelinos se agarraron a balazos con armas largas.

YORCH dijo...

Concuerdo con ambos comentarios, y como lo he plasmado en el último post, se trata de consolidar una oligarquía global que subordine a los Estados a intereses privados. Y sí, el conflicto entre chechenos y argelinos en Francia, (musulmanes Vs. musulmanes) por el control del crimen organizado en el país europeo, es una muestra de la alta conflictividad social que se genera con sociedades fragmentadas y elementos extraños en países que no tendrían porqué sufrir dichos problemas ni rivalidades.