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29 de agosto de 2011

TRAGEDIA EN MONTERREY...¿HEMOS TOCADO FONDO?


El día 25 de este mes, miembros de un comando del crimen organizado atacaron arteramente al "Casino Royale" en la ciudad de Monterrey, capital del Estado de Nuevo León, al parecer, se trató de una operación encaminada a una de las más viejas actividades mafiosas: la extorsión expresada con la sentencia "si no pagas por la protección, te las verás con mis muchachos", algo en lo que iniciaron sus pasos criminales personajes tales como Al Capone, Frank Nitti o Lucky Luciano, así, tal parece que el propietario de la casa de juego no pagó la protección, es más, decidió pagarla a la banda rival, y el ofendido y traicionado capo mandó quemar la negociación, solamente que con la gente dentro, muy viciosa de los juegos de azar y apuestas, eso sí, pero ajena e inocente a las disputas por el poder de facto, un poder más verdadero que el que ejercen nuestras instituciones y los politicastros que las ocupan y que cada vez aparecen más ávidos por ostentar esos títulos y sus beneficios económicos, aunque cada vez aparecen más etéreos e inútiles, que se da entre los llamados "Zetas" y el "Cártel del Golfo".

Ambas bandas continúan con sus luchas ante la pasividad de un Gobierno que ha sido rebasado en todos los aspectos: las policías, ineptas y corrompidas, los Ministerios Públicos igualmente disfuncionales, y Jueces corrompidos en muchas ocasiones, en otras, atados a un procedimiento penal excesivamente formalista, anacrónico y anquilosado, no constituyen herramientas idóneas para hacer frente al crimen: el error de Calderón fue ese, precisamente que se lanzó a la guerra contra el crimen organizado sin haber preparado antes a las instituciones para hacer un combate al crimen en forma legal, ordenada y efectiva, pero el ir haciendo una reforma gradual de las instituciones de Justicia no era rentable electoralmente, y apostó a golpes de efecto cortoplacistas que no le han beneficiado en modo alguno y por el contrario, se le regresaron como búmerang.

En definitiva, la lucha de Calderón ha contribuído como nada al debilitamiento de las instituciones y al Estado de Derecho en nuestro país, debilitamiento que, sin duda, inició con la "democratización" tras la victoria del PAN en el año 2000, tampoco me voy a poner del lado del PRI, pues mucho del crecimiento de las organizaciones criminales se realizó gracias a la complicidad con autoridades y personajes de ese régimen, sino porque, fundamentalmente, existió una pésima trancisión, a diferencia de lo ocurrido en Chile, o aún en España con todos sus defectos, y ahí la responsabilidad y culpa radica en toda la clase política mexicana, mezquina y miope, y sobre todo, tendiente a satisfacer únicamente sus intereses, incluso particulares. El ejemplo clarísimo está en la autorización de los casinos y casas de juego aprobada bajo el Gobierno de Vicente Fox y a iniciativa del entonces Secretario de Gobernación Santiago Creel y ahora pre candidato presidencial, quien actuó mucho bajo la presión de Televisa, interesada en entrar al mercado de los juegos de azar con especies de loterías electrónicas que ha lanzado para supuestos fines benéficos, y que abrió la puerta también a los casinos, prohibidos en México desde la época de Lázaro Cárdenas, quien, en su momento, les había expropiado y convertido en escuelas.

Para los defensores de una libertad sin límites, que entonces no es libertad, sino libertinaje, lo hecho por el General michoacano no fue sino atentatorio de la libertad de decisión del individuo a actuar con responsabilidad y acudir, bajo propia cuenta y riesgo a los garitos, pues finalmente "es algo que no daña a los demás", la justificación que esgrimen para todo, hasta para drogarse; sin embargo, evidentemente sí habrá consecuencias y las hay, además del trasfondo de los juegos de apuestas, sobre los que flota permanentemente la sombra del crimen organizado, y la generación del vicio del juego o ludopatía, que tiene implicaciones sociales y económicas serias, y que ya en nuestro país se están mostrando, sobre todo en mujeres mayores de clase media alta, que han encontrado en el juego un placebo al que ilusoriamente  consideran un remedio a su soledad, a sus problemas matrimoniales o una simple distracción de una aburrida rutina de ama de casa, y esto sucede en todos lados: no olvidemos que Las Vegas, EUA, fue creada a iniciativa de un gangster: Bugsy Seagel, y fue tolerado debido a que no había otra forma de desarrollar al Estado de Nevada, verdadera tierra de nadie, pedazo de desierto estéril en el que ninguna actividad productiva es posible y que es terreno idóneo para pruebas de bombas nucleares sin consecuencias; sin embargo, es evidente que  la única actividad económica de esa ciudad es el vicio, sea cual sea éste, y el lavado de dinero.

Sin embargo, ninguna actividad criminal o destructiva funciona si no es porque hay quien la fomenta, y ahí es donde radica la responsabilidad, rotunda y completa, de la sociedad: no habrìa narcotràfico sin consumidores, y no habría casinos sin jugadores, resultando realmente alarmante que aún viendo la masacre en el Casino Royale, la gente siguiera acudiendo a los mismos centros de apuestas ubicados enfrente, o en diversas partes del país, y que los mismos sigan prolifernado y tengan gente que los visite desde la mañana temprano y hasta media noche, que desayunen y coman mientras son esquilmados, y que la gente sea tan imbécil que piense que van a ganar, cuando la regla número 1 de los casinos es: "La casa nunca pierde".

Pero viendo todo desde una perspectiva amplia, México está como está, presa de la violencia y la corrupción por la misma sociedad: si los políticos, los militares, policías, y hasta el clero están corrompidos no es sino porque la sociedad de la que emanan sus integrantes está enferma y corrompida desde hace muchos años, y si hay delincuentes feroces capaces de hacer hechos tan inhumanos es porque han emanado de la propia gente. En México, desde siempre se ha dado una glorificación del violento y del rebelde, del que quebranta la Ley; en otro post, mencionamos cómo existen desde antaño las leyendas sobre bandidos caballerosos o bondadosos que robaban a los ricos para darle a los pobres, los mismos héroes nacionales han sido todos aquellos que rompieron con el orden e impulsaron los cambios mediante la violencia, en la farándula se estimula la ignorancia, el actuar según los impulsos, la vulgaridad, y el sistema educativo está enmanos de maestros a los que únicamente les interesa su actuación política y sus prestaciones económicas, mas no realizar su labor. En un círculoo vicioso, la clase política, desde el momento mismo de la Independencia se dedicó a luchar por el poder y a satisfacer sus intereses propios, y fue minando poco a poco los valores espirituales, morales y sociales de los mexicanos, así se explica que para 1810 la Nueva España tenía todo para ser una Potencia Mundial por sí sola, pero para 1850 se encontraba empobrecida, perdiendo la mitad de su territorio y envuelta en conflictos internos, entre sus políticos que se arrebataban unos a los otros el poder como los niños de preescolar los dulces, mientras los políticos envilecían y embrutecían al pueblo, éste generaba políticos corruptos y venales. Pero esto no es privativo de México y lo decíamos al hablar de los disturbios en Inglaterra: en toda nuestra civilización Occidental existe una grave crisis social.

Y es que desde los años sesenta se estimuló la imagen de la rebelión y de la ruptura con el orden establecido y el ataque o ridiculización de la autoridad, desde los movimientos estudiantiles de 1968 o la forma de vida y los escándalos de las estrellas de Rock, en las que sus vicios, como el consumo de drogas, no es visto o tratado como un vicio que llevó a que grandes talentos como Jim Morrison o Jimmy Hendrix murieran prematuramente, sino como algo que los hace más glamourosos o como muestra de esa inconformidad social que predicaban. Hoy en día, una figura demencial como Lady Gaga es vista con gracia y aplauso, mientras la programación de Disney Channel o Nickelodeon muestra a figuras de autoridad como los padres, los maestros y los adultos en general como personajes ridículos y merecedores de burla, en vez de respeto, y como ideal volverse figuras del espectáculo sin requerir de estudio y trabajo que son cosas aburridas; todo esto, igual que en nuestro país, ha sido hasta fomentado por las autoridades mismas que así han obtenido docilidad de sus gobernados a base de tenerlos contentoss satisfaciendo sus instintos e impulsos, pues en eso, finamlemente, ha radicado el "Estado de Bienestar" ya sea falso como en México o mejor hecho como en Europa.

Ante todo esto, la mentalidad de que todo se puede obtener fàcilmente, mediante la fuerza, la amenaza y el crimen se ha extendido, en México, la pobreza y la inoperancia de la Ley ha sido un detonante para el crecimiento de la delincuencia, en Inglaterra, el desmantelamiento del tinglado benefactor provocó la reacción violenta.

En México, tanto Gobierno como sociedad hemos hecho todo lo posible por destruir el orden juridico y el orden moral que nos sustentaba, en Occidente, en general, este esfuerzo suicida continúa, hasta en tanto no se haga un esfuerzo conjunto de autoridades y ciudadanos por recuperar la cordura, por hacer a un lado los intereses particulares y electorales, y se vea por el bienestar de las generaciones futuras, no se podrá poner fin a la espiral de violencia y disolución que vivimos; al contrario, irá a peor cada vez y sólo quedará, como ahora, quedarnos a lamentarnos.



1 comentario:

Alexander Strauffon dijo...

Un recuerdo e imágenes de dos desastres naturales y los daños que dejaron a su paso : el Huracán Gilberto, y el Huracán Alex.

https://alexanderstrauffon.blogspot.com/2010/07/Huracan-Alex-y-Huracan-Gilberto-Monterrey-Mexico.html