La noche del domingo, los Legisladores norteamericanos llegaron al fin a un acuerdo respecto a elevar el techo de endeudamiento de EUA, el lunes se aprobó por la Cámara Baja y el martes por el Senado del Congreso de la república del norte, lo que constituye, por el momento, un alivio para la situación económica tanto de ese país como del resto del mundo. Se trató de un arreglo que más que tomar en cuenta las necesidades del país tomó en cuenta las previsiones electorales de los dos partidos políticos: Demócratas y Republicanos, que quisieron llegar a un término medio que les permitiese evitar el cargar con culpas y ganarse impopularidad; la realidad, solo aumenta los problemas de EUA a largo plazo y la capacidad de influencia al interior, de sus principales acreedores, fundamentalmente China, que ahora abrirá más la caja para continuar con los empréstitos a la Hacienda Pública estadounidense.
Pero vayamos por partes: empecemos diciendo que el techo de endeudamiento es una medida que muy pocos Estados establecen, entre ellos EUA, y que es, sin duda, una herramienta muy útil para evitar que el Gobierno se endeude al extremo y que en vez de ello, racionalice el gasto: en México, el Gobierno Federal no cuenta con un techo de endeudamiento, pues eso no está dispuesto en la Ley de Presupuesto, Contabilidad y Gasto Público aunque sí alunas entidades federativas y municipios, como la capital del país, y eso llevó a que durante las administraciones de Luis Echeverría y López Portillo el endeudamiento se disparara a niveles astronómicos: no es para menos, ambos presidentes, seguidores fieles de las teorías de John Maynard Keynes, se apegaron a sus postulados de la construcción de un Estado de Bienestar, que implicaba la intervención directa del Estado en la economía y el brindar asistencia en diversos aspectos a los ciudadanos: seguridad social general, fondos de pensiones altos, construcción y créditos para vivienda, empresas paraestatales que crearan empleos, etc. La verdad estos dos presidentes de infausta memoria para los mexicanos no fueron los únicos en seguir esta tendencia, incluso en el Primer Mundo fue una práctica generalizada y se crearon las semillas de lo que ahora está estallando en Grecia, en España, en Inglaterra y en EUA, donde, desde Roosevelt y su "New Deal" tras la Gran Depresión de 1929, se empezaron a aplicar, aunque en menor medida, las tesis keynesianas de que el gasto público es generador de actividad económica y por tanto de riqueza.
Sostener este gasto público es oneroso, y existen sólo dos formas de hacerlo: impuestos elevados o créditos. Lo primero, es impopular, lo segundo deriva su pago tambièn a travès de impuestos, pero lo aplaza al futuro, por lo que es muy adecuado para obtener resultados electorales a corto plazo, y así, subió el endeudamiento. El techo de endeudamiento sin embargo, muchas veces es una defensa tramposa, puesto que basta con elevarlo según se aumente el gasto, aunque esta elevación está a cargo del Legislativo, lo que implica que éste se encuentre en la misma sintonía que el Ejecutivo. De esta forma, tal y como puede verse en la gráfica que figura al inicio de esta entrada, desde 1980 ha aumentado progresivamente el gasto público en EUA, y a la par, se ha elevado el techo del endeudamiento, tal y como se presenta en esta estadística, en 1995 el endeudamiento superó el techo, pero esto no causó tanta conmoción, pues de inmediato Clinton y su hábil manejo económico superaron el problema, aparte de que el endeudamiento era nada comparado con las cifras actuales.
A pesar de que se aprobó un aumento del techo otros 2.1 millones de millones de dólares, en un acuerdo que dejó satisfechos tanto a Republicanos como a Demócratas, pues distribuía equitativamente los "daños electorales" puesto que los primeros obtienen un recorte al gasto público, con la promesa de que el mismo irá disminuyendo para, dentro de 10 años, colocarse dentro de los márgenes propios de la administración del General Eisenhower (lo que es más que irrealizable tras casi 50 años de engorda del Estado, desde la época de Lyndon B. Johnson y su "Big Society" que estableció los primeros programas de beneficiencia social), mientras que los del partido en el poder obtuvieron el no quitar de plano las medidas asistencialistas ni los rescates financieros, la comunidad internacional no aparece muy convencida al respecto; en estos dos días, las bolsas de valores se han hundido, ante lo que se mira como recortes insuficientes al gasto del gobierno norteamericano y las condiciones para que elendeudamiento, en vez de bajar, continúe subiendo, lo cual es muy preocupante, además de ello, el pánico de los inversionistas, e incluso de los países, ha llevado a que el precio del oro se dispare, puesto que todo mundo, buscando una tabla de salvación, la encuentra en el metal precioso, cabe señalar que los países que mayores reservas de este metal tienen son los emergentes del BRIC.
Y aquí entramos al segundo de los temas: España es la que muestra como ningún otro país de la Unión Europea las consecuencias de esta crisis: con la prima de riesgo de inversión en España disparada, y el precio de los bonos de su tesoro (títulos de crédito cotizables en bolsa mediante los cuales el Estado obtiene financiamiento) se desploma, tomando como referencia a los bonos de deuda alemanes, los más sólidos de todo el viejo continente, el país ibérico entra también en una crisis política: Zapatero, al final, se ha rendido, y ha llamado a elecciones para el 20 de noviembre próximo; se había resistido a ello, pese a los resultados en el pasado proceso electoral autonómico y municipal, y que había ya transferido el mando del PSOE a Alfredo Rubalcaba desde hace unos meses, en lo que fue su evidente designación de sucesor y candidato, pero quizá lo que le orilló a esta decisión de adelantar los comicios fue la total pérdida de apoyos en los medios que tradicionalmente habían sido puntales de la Izquierda ibérica como el diario "El País" y el grupo de medios PRISA al que pertenece ese influyente tabloide, y que de repente sacó editoriales en contra ya de un gobierno que ha sido realmente desastroso para España.
Hoy, en pleno naufragio, Zapatero está tambaleándose entre la indecisión y el dolo de dejarle todo a quien le suceda, ya sea Rubalcaba o más probablemente Mariano Rajoy y el Partido Popular.Entre tanto, ha dejado una España económicamente quebrada, con un desempleo enorme, socialmente confrontada al revivir las pasadas querellas de la Guerra Civil, radicalizada al despertar las ideologías más extremas de la Izquierda y como respuesta, el conservadurismo más ultramontano, rota al haber alentado los separatismos y regionalismos de las diferentes comunidades autónomas, y en especial de Cataluña, País Vasco y Galicia, aparte de haber contribuído a la pérdida de identidad nacional con su secularismo a ultranza y su apertura a la "Alianza de Civilizaciones" que le vino de mil maravillas a Erdogan y Mohamhed VI para meter inmigrantes a la Unión Europea vía España.
España está a la deriva, ¿podrá tomar el timón la nueva administración? Ya lo veremos, de momento, el futuro no es alentador...
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El Triunfo de Erdogan:
Precisamente el promotor de la "Alianza de Civilizaciones" Recep Tayyip Erdogan, Primer Ministro de Turquía acaba de dar un paso gigantesco para desmantelar la farsa pro-Occidental de Mustafá Kemal Atatürk, al lograr el cese de todo el alto mando de las fuerzas armadas, que habían sido los garantes del carácter laico del Estado Turco desde 1920 a la fecha.
Era de esperarse y no es nada sorpresivo: Erdogan y su Partido de la Justicia y el Desarrollo tienen el apoyo sin precedentes de su población, si bien en las últimas elecciones no alcanzó el número de escaños necesarios para reformar la constitución y devolverle a Turquía su verdadero carácter islámico y medio-oriental, en vez de un artificial contexto europeo y secular, cuenta con el reconocimiento a una hábil gestión económica y una cada vez mayor intervención en los asuntos de la región, actuando como contrapeso de Israel en la defensa de la causa palestina. El pueblo quiere volver a sus raíces y a integrarse a su región, no a una Europa, en la que si bien desearían entrar para tener influencia, han sido repetidamente despreciados y negados pese a que han hecho todo lo posible por parecer occidentales.Por ello, los triunfos de Erdogan son en realidad pasos a una democratización de Turquía aunque quizá sus resultados o consecuencias no sean del agrado de los "demócratas" occidentales, por el contrario, el sistema establecido por Atatürk se sustentaba en la fuerza y el autoritarismo de una casta militar que daba golpes de estado, insurrecciones y violencia al fin de lograr los fines planteados por ese dictador. Ahora, por el contrario, se ve que por primera vez en 90 años, la autoridad civil ha sido más fuerte que la militar, y ha logrado porvocar la dimisión de los generales incómodos... todo un golpe a la inversa.
La reaparición de Turquía por tanto, como una potencia plenamente islámica tendrá repercusiones trascendentes en todo Medio Oriente y aún en Europa: por cierto, si ilusos como Zapatero veían en Erdogan a un "islamista moderado" hay noticias: No hay moderación en el Islam... eso también habrá que tomarlo en cuenta.
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