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25 de diciembre de 2020

DE ÉLITES, EL DEEP STATE Y EL "GRAN RESET"

 Los globalistas de Davos y su gran reset digitálico post-Trump: el gobierno  mundial | Alfredo Jalife

Como parte de las incertidumbres, informaciones y desinformaciones que siguen circulando en las redes, está toda la polémica en torno al Gran Reset, mismo que es impulsado por el Foro de Davós, detrás del cual, como siempre, se manejan los nombres o apellidos de siempre: Soros, Rotschild, Rockefeller, Gates, etc. 

Primero que nada: la existencia de una élite no tiene nada de paranormal, secreto o misterioso; siempre han existido élites que controlan los sistemas políticos o los Estados; ahora bien, como ya lo había dicho anteriormente, desde la instauración del sistema democrático-representativo y el liberalismo económico, el poder político quedó formalmente separado del poder económico; como lo había comentado antes, en el Antiguo Régimen, el poder era ejercido por la Nobleza, quien era la poseedora de la tierra, la principal fuente de riqueza en una economía agraria. Posteriormente, con la instauración de la Democracia, en su primera época, se buscó restringir el derecho al voto a lo que es el voto censatario, en el que solamente podían ejercer su derecho al sufragio quienes contaran con cierto nivel de ingresos o propiedades inmuebles; aunque la base del electorado fue ampliándose, a fin de que el sufragio terminase por ser universal.

Sin embargo, el reconocer que quienes ejercen el verdadero poder en el Estado son aquellos que tienen el poder económico, sería antidemocrático. Por esa razón, es de entenderse que desde que empezó a fraguarse la Revolución Ilustrada en el siglo XVIII en el ámbito de la burguesía dueña del capital y que fue la principal impulsora y beneficiaria de la Revolución Industrial, se gestaran en ella formas de organización secreta o conspiradora, como fue la Masonería; no podían quedar visibles como los que realmente tomasen las decisiones, ni mucho menos, que preparasen movimientos en contra del orden establecido. Desde entonces y hasta la actualidad, ha sido precisamente el ámbito empresarial quien ha impulsado los mayores cambios tecnológicos y económicos que el mundo occidental, principalmente, ha presenciado. La Democracia, hasta ahora, ha sido, como bien lo dice el filósofo español Jesús G. Maestro, la manera en que las élites que se han venido a conformar, responsabilizan a los pueblos de los errores que cometen al dirigir a la sociedad. En pocas palabras, la Democracia, en cada vez mayor medida, se ha vuelto la manera de enmascarar una Oligarquía.

Las masas son perpetuamente manipuladas para votar por una u otra opción política, o los partidos, mismos que son la forma en que se organiza la Clase Política, la cual, a su vez, depende de las llamadas Elites del Poder, quienes ejercen un verdadero poder de facto, pero que prefiere no resultar evidente, sobre la Clase Política, beneficiándose mutuamente. Ya en los cargos públicos, los supuestos representantes populares no actúan realmente en la defensa y acorde con el Bien Común y la defensa de sus electores, sino suelen responder a los intereses de las élites que les han apoyado para hacerse con el poder, y actúan de conformidad con su agenda... dudo mucho, por ejemplo, que en España la mayor parte de la gente de Cataluña pensase en separatismos o cometer la estupidez de prohibir el idioma Castellano, lengua de alcance mundial, en aras de promover su dialecto que fuera de su región no se habla; o que realmente la población de EUA, en algún momento fuese mayoritariamente favorable al aborto o dar patente de naturalidad a la homosexualidad; sin embargo, legisladores y aún jueces que son electos se pronunciaron de esa manera.

Actualmente, estamos en medio de un nuevo proceso de cambio "revolucionario", podríamos decirlo; al menos así hemos estado desde el derrumbe de la Unión Soviética, la Pandemia del Coronavirus, que es muy real, ha aparecido como un catalizador para acelerar los cambios sobre todo en el aspecto económico y social.

Sin embargo, no todos los cambios que se han vivido desde el siglo XVIII a la fecha han sido planificados de manera infalible por una élite omnisciente y omnipresente, como quieren muchos teóricos de la conspiración... conspiraciones existen, acuerdos "en lo oscurito" y políticas seguidas por grupos o individuos para la consecución de determinados objetivos también, pero quizá muchas veces los hechos y las circunstancias los rebasan u ocurren imprevistos, y también hay que recordar que las élites no son grupos homogéneos, se pueden dar entre sus miembros disensos, rivalidades y competencia, siendo esta competencia la que mayoritariamente ha impulsado los cambios antes que acuerdos: pensemos en los avances informáticos motivados por la competencia entre Microsoft y Apple, entre Bill Gates y Steve Jobs, y cómo el primero tuvo en la primera década del 2000, una desventaja al no haber comprendido a tiempo el desarrollo del Internet, su navegador Internet Explorer, fue universalmente despreciado, mientras que Google crecía y su navegador Chrome se hacía con el mercado frente a sus narices.

Mucho de lo que vemos, ocurre, en primer lugar por la tendencia natural al deterioro de la Democracia y su conversión en una Oligarquía plutocrática, un fenómeno que ya desde la Antigüedad lo habían apreciado y estudiado Platón, Aristóteles y Polibio, y esto nuevamente se repite frente a nuestros ojos; es irremediable, y como dice el propio autor español que he mencionado, estamos contemplando el fracaso de la Democracia que, en su lugar, nos está llevando hacia el autoritarismo de la élite globalista, sobre todo financiera, misma que no lleva a cabo actividad productiva alguna, sino que solamente se enriquece del manejo de dinero, un dinero cada vez más abstracto y que sólo existe en asientos contables digitales.

Este cambio económico consiste en el llamado Gran Reset, mismo que es magistralmente resumido por el periodista español Javier Esparza, evidentemente, no todo es parte de un plan diseñado desde tiempo inmemorial, sino que los cambios son resultado de los avances tecnológicos: la frase "No tendrás nada pero serás feliz" no implica necesariamente la instauración del Comunismo... para nada, la relación que tienen las elites con el Marxismo es de emplear a éste como una herramienta en el aspecto social, como se ha visto de parte de los movimientos identitarios, fruto de aplicar la idea de la "lucha de clases" entre oprimidos y opresores a todos los aspectos de la vida humana, pero en la cuestión económica nos encontramos ante una evolución del capitalismo hacia una nueva posición, si se quiere, inédita o no prevista por teórico alguno, salvo Alvin Toffler.

Es decir, estamos entrando en un capitalismo que no se sustenta ya en la idea de propiedad privada, sino en el crédito, y en la completa prestación de servicios, y es algo que ya estamos viendo: por ejemplo, un caso que me acaba de ocurrir; yo cambié de automóvil sin haber completado el pago del precio de mi vehículo anterior, esto fue porque yo poseía un auto que adquirí vía crédito en 2018, sin embargo, hace apenas dos meses, me llamaron de la propia concesionaria para proponerme cambiar mi coche por uno nuevo, entregando el anterior, que quedaba liquidado por sí mismo, y pagar un auto de gama más alta y evidentemente último modelo, manteniendo las condiciones como si siguiera pagando el anterior, con el mismo monto de mensualidades, sin enganche ni comisión por apertura del crédito.... en unos dos años y medio o tres, me volverán a hacer la propuesta para cambiar el auto actual por otro nuevo en 2023... en pocas palabras, el carro nunca será de mi propiedad, como no lo fue el anterior, sino que estamos ante un esquema de arrendamiento financiero; por supuesto, yo me podría negar a la proposición y continuar pagándolo hasta terminar de liquidarlo, y entonces sí sería mío, pero si no, el carro seguirá siendo de la concesionaria y yo, un simple arrendatario.

Lo mismo ocurre con los servicios de streaming de contenidos audiovisuales, como Spotify, Netflix o Disney Plus, nunca adquirimos la propiedad sobre un disco que contenga las grabaciones de la música o las películas que queremos, sino que las bajamos de la red, en otras palabras, las rentamos, con lo que la propiedad ya no es necesaria... ahora imaginemos que este esquema se extiende a muchas otras cosas, incluso, la vivienda puede que evolucione y ya no se ajuste a la búsqueda de adquisición de inmuebles, sino a su arrendamiento... finalmente se trata de una mayor concentración de riquezas en un menor número de manos, lo cual, ya ha venido dándose, aparejada, sin embargo, a una reducción de la pobreza en el mundo; esto es, al día de hoy, la pobreza es menor que hace cien o doscientos años, aunque la desigualdad se ha incrementado. De ahí que, muchas personas, podrán ser "felices", esto es, tendrán satisfechas sus necesidades, sin ser propietarias de nada, siempre y cuando paguen los servicios que adquieran... 

Esto no tiene porqué ser malo en sí mismo, aunque, claro, tiene la ligera --estoy siendo sarcástico-- inconveniencia de que la masa de propietarios de lo que sea, será cada vez menor, y el resto de la población será meramente arrendataria, usufructuaria o poseedora de los bienes, por supuesto, siempre a título oneroso y dependiente del crédito. Convirtiéndose éste, o la deuda, en la principal forma en que las élites financieras ejercerán en adelante su dominación sobre individuos y Estados.

Por lo tanto, pese a que muchos tilden a los Globalistas de "Comunistas", esto es inconcebible, George Soros, por ejemplo, es contrario a la implantación de un régimen como el Soviético, y nada está más lejos de sus intenciones que el establecerlo, aquí no se trata de establecer un sistema estatista y con propiedad colectiva; se trata más bien, de concentrar la propiedad y la riqueza en grandes corporaciones privadas, es decir, en llegar a un sistema económico controlado por oligopolios, que emplean al Estado como un instrumento para la aplicación de políticas tendientes a su beneficio, lo que deriva en una dilución del mismo. En pocas palabras, se trata de llegar al extremo máximo del Capitalismo, que resulta tan semejante al totalitarismo de Izquierdas porque los radicalismos, o los dos puntos últimos del espectro siempre terminan por parecerse.

Una visión muy clara de esto, que no es nada ni Apocalíptica, ni conspiranoica, la expone un excelente youtuber mexicano, conocido como Esquizofrenia Natural, con la que yo concuerdo bastante, sacudiendo un tanto los alarmismos... aunque ojo, tampoco digo que esto sea lo mejor que nos pueda pasar y no tenga un aspecto sumamente negativo, como fundamentalmente lo es, la pérdida de la libertad.

Porque, finalmente, lo que se busca es la disolución de los Estados en pos de entidades decisorias globales o internacionales encargadas de regular la vida económica y social a favor de la dictadura del Mercado, y para ello se estimula la tendencia a la fragmentación social que provoca la Democracia por sí misma, mediante tantas agrupaciones "gentilicias" como las denomina Maestro, identitarias, que sólo puedan ser gestionadas por autoridades internacionales y que además, representan mercados y nichos para los poderes corporativos. Para éstos, solo somos masas de consumidores y/o de mano de obra, y de masas de esclavos a base del crédito. Lo que pretenden implantar es el llamado Capitalismo de Vigilancia, según lo plantea la profesora de Psicología Social de Harvard Shoshana Zuboff, y que ya en buena medida se aplica en China, que parece servir de ejemplo, mientras que, con la existencia de multitud de grupos con sus distintas identidades y preferencias, se mantiene la idea de sociedades diversas, plurales y democráticas.

Al final, lo que se busca es mantener viva una economía consumista que ha resultado depredatoria de los recursos y que ha enriquecido a estas élites; como quizá las posibilidades de producir y generar riqueza con estos son cada vez menores, se busca sustentar todo en los servicios y las finanzas, en pocas palabras, en la compraventa de nada, de dinero ficticio sustentado en nada.

¿Qué alternativas hay al respecto? Primero que nada, lo que los Globalistas están construyendo es una utopía, y éstas, por lo general, fracasan; por supuesto, el fracaso será estrepitoso, creo que han desatado dos monstruos contra los que no van a poder: el Islam y China. El mundo musulmán, por su parte, no se traga las tesis progresistas ni el perder sus particularidades a favor de una cultura global de cartón en la que todo quepa y sea uniforme para los criterios de producción; en cuanto a China, ésta se mueve sobre la lógica del Estado y puede llegar a buscar la subordinación de las grandes corporaciones a sus dictados y su Supremacía; por otro lado, las élites distan de ser homogéneas y uniformes, pueden tener intereses comunes, pero a la vez, pueden también tener conflictos entre sus miembros y rivalidades feroces, y coexistir numerosos proyectos y no solo uno. Ya ocurrió en su momento, la URSS implotó y cayó sobre sí misma. El imperio de los Rockefeller, Soros, Disney, Branson, Gates, Rotschild y demás, igualmente caerá cuando se descubra que está construido sobre el vacío.

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La Anti-Navidad:

Como parte de esos proyectos globalizadores, el ataque al Cristianismo no cesa, (el Cristianismo estorba por su doctrina moral que predica el dominio de las pasiones, y no solo las sexuales, mientras que el consumismo vive del desenfreno, para empezar, esto me daría tema para otro post) y sobre todo, en estas fechas, respecto de la Navidad: medios como El País de España, redes sociales y demás, no cesan de repetir una y otra vez que la fiesta del Nacimiento de Cristo fue en realidad tomada por la Iglesia de los Romanos, --y aquí entran en contradicción-- primero decían que por la Fiesta del Sol Invictus instaurada por el emperador Aureliano en 275 d.C. y como ya no pega esa teoría, puesto que parece que más bien el gran Restitutor Orbis (un gran César, que salvó al Imperio de desintegrarse en la "Crisis del siglo III" tras derrotar al Reino de Palmira y al autodenominado Imperio de las Galias), estableció dicha festividad para honrar al dios Helios, hijo de Hyperión, como un intento de contrarrestar la creciente extensión de la fe Cristiana, ahora se sacan lo de las fiestas de la Saturnalia, y no falta el listillo que ande felicitando a todo mundo diciendo Io Saturnalia, para verse culto y "liberado" del supuesto oscurantismo de la Iglesia...

Entonces... ¿qué necesidad habría tenido Aureliano de celebrar a Helios cuando ya se festejaba la Saturnalia?

Al ver a esos sujetos, me queda claro que las Redes Sociales han sido magníficos instrumentos para estupidizar a la gente, y por supuesto, yo me abstengo de contestar a los imbéciles que tratan de felicitarme por algo que no celebro... es como si yo los felicitara por el Ramadán.

Así que aquí, sin complejos, yo les deseo a mis lectores ¡UNA FELIZ NAVIDAD! Y que la Luz de Cristo nazca en sus hogares.

13 de diciembre de 2020

¿QUÉ ESTÁ PASANDO EN ESTADOS UNIDOS?

EEUU | Corte Suprema impone empleados gays y trans a empresas cristianas -  Evangelico Digital

Una cosa que todos los abogados aprendemos en la facultad de Leyes es que existen dos clases de verdades: la Verdad real, y la verdad legal o jurídica. La primera, es la adecuación de la mente con la realidad, como la definiera Aristóteles, la segunda, consiste en los hechos que se logran demostrar en Juicio, y que deben estar sustentados en pruebas.

A mi modo de ver, y creo de mucha gente, la Verdad sobre lo que ocurrió en EUA es que Donald Trump había ganado las elecciones, pero que los Demócratas, apoyados por las oligarquías financiera, mediática y del espectáculo, así como los intereses de China, provocaron un fraude electoral mayúsculo para lograr que el dueto de Joe Biden y Kamala Harris se hicieran con la Casa Blanca en las elecciones del pasado 03 de noviembre de este año... Sin embargo, lo difícil es demostrarlo legalmente y que el fraude se convierta por tanto, en una verdad jurídica tan fuerte que pueda llevar a la anulación de los comicios.

Y es que el fraude pudo haber sido descarado, pero a la vez, fue planeado y realizado usando las debilidades del sistema electoral estadounidense, mismo que cuenta con diversas falencias que fueron aprovechadas, y utilizadas contra él mismo. Veamos por ejemplo, el caso de la improcedencia de la impugnación que el estado de Texas había planteado y a la que se habían sumado otras 17 entidades federativas de la república del Norte; consistía en una demanda que estos estados plantearon contra las reformas efectuadas por los estados clave en el proceso: Michigan, Pensilvania, Wisconsin, Carolina del Norte y Georgia, a sus legislaciones electorales que, todo indica, fueron dirigidas a reducir las normas de seguridad para el voto electrónico y el voto por correo, modalidades de sufragio en las que se dieron las principales irregularidades, según se ha señalado por el equipo jurídico de Trump. La Suprema Corte desestimó dicha demanda, en mi opinión, correctamente, al estimar que Texas carecía de legitimidad para demandar contra actos de los legislativos estatales de otras entidades de la federación norteamericana.

Sí, hay mucho youtuber que ahora ataca a ministros de la Corte norteamericana conservadores como Clarence Thomas o a los apoyados por Trump: Kavannaugh y Barrett tildándoles de traidores, cuando, la realidad, es que no podían resolver de otra manera, por el contrario, si resolvían admitiendo esta impugnación, habría sido evidente su colusión con el todavía mandatario, y un sesgo favorable completamente a éste, lo que echaría por tierra la independencia del Poder Judicial respecto del Ejecutivo. En el sistema federal de EUA, resulta claro que si bien los cincuenta estados conforman un solo ente, cada uno es autónomo, y un gobierno estatal no puede cuestionar los actos de otro, salvo cuando se trate de actos que impliquen una invasión a su esfera propia, como un conflicto de límites entre las entidades, o que por ejemplo, los órganos policiacos o de seguridad de un estado actúen en otro sin contar con un acuerdo de colaboración o alguna autorización para ello.

En el caso de EUA, lo hemos dicho, se tiene previsto un sistema electoral del siglo XVIII que se pretende aplicar a la complicada realidad política y social del siglo XXI, un contexto muy diferente al en que vivieron los autores de la Independencia estadounidense y constituyentes en Filadelfia. Es como si un hombre de 40 años de edad, 1.90 m de estatura y 150 kg de peso, pretendiese vestirse con el traje que usó en su primera comunión, tres décadas atrás. Así, se contempla que cada estado, y cada condado organiza y supervisa aún las elecciones federales que afectan a todo el país, esto también tiene una razón: las elecciones presidenciales son indirectas, y se vota en cada estado para designar electores por cada entidad federativa, por lo que cada estado establece sus propias normas para la celebración de los comicios y la designación de sus representantes en el Colegio Electoral. 

Así, aunque en Alabama, Georgia o Wisconsin se elija al mismo tiempo al Presidente de la República, las boletas electorales serán muy diferentes en cada estado, con requisitos diferentes en cada estado, y aún dentro de cada uno de ellos, en un municipio se usarán boletas impresas, y en otro, se usarán urnas electrónicas (mismas que en EUA se vienen usando desde los años cincuenta), mientras que se permite el uso del voto por correo a los residentes en el extranjero o a aquellos que por no estar presentes el día de la jornada electoral, lo pueden anticipar enviándolo a los comités electorales municipales.

Además, es de recordar que en el Derecho Anglosajón o Common Law, vigente en EUA, los precedentes judiciales son la fuente del Derecho más importante de todas, y haber aceptado a trámite la demanda texana hubiese sentado un antecedente un tanto peligroso en que un estado podría atreverse a cuestionar las reformas legales que implementase cualquier otro, en cualquier materia, lo cual pondría en riesgo al Pacto Federal, ya que implicaría promover el intervencionismo de los estados en asuntos internos de otros, destruyendo su autonomía interna. En este caso, las particularidades del Federalismo Norteamericano jugaron a favor del Partido Demócrata, o más bien, éste supo aprovechar esas características.

Lo ideal habría sido que en esos estados, se cuestionase a nivel interno la constitucionalidad de las reformas electorales implementadas, o la contratación a Smartmatic y Dominion para la instalación de urnas electrónicas y el software para el cómputo de los votos, mas eso no ocurrió, después de todo, las irregularidades denunciadas se presentaron en estados bajo gobierno demócrata o en los que el "partido del burro" contaba con el control sobre las Legislaturas estatales y los condados clave, de esta forma, pudieron realizar modificaciones a la normatividad electoral, y el que se exhibieran boletas llegadas por correo, carentes de requisitos y medidas de seguridad para cualquiera con dos dedos de frente, podrían ser perfectamente legales ante disposiciones bastante laxas y que, bajo la amenaza de la Pandemia del Coronavirus impulsaron el envío del voto anticipado por correo para "evitar aglomeraciones que aumentaran los contagios", precauciones que, cuando se trató de las manifestaciones violentas de Black Lives Matter, no importaron.

Aún así, por supuesto que hay indicios de que las elecciones fueron fraudulentas, y aquí algunos de ellos, mencionados no necesariamente en orden de importancia:

  1. La cargada de muchos sectores en contra de la figura del Presidente Trump, desde la campaña electoral de 2016 en las que resultó electo originalmente: todos los medios masivos de comunicación, las empresas tecnológicas, financieras y administradoras de redes sociales... es decir, se desató una campaña permanente, durante cuatro años, de desprestigio y de sesgo en contra del neoyorkino, a quien no bajaron de racista, xenófobo, fascista y compararon con Hitler, pese a que bajo su mandato, mejoraron las condiciones económicas y de empleo para Negros e Hispanos, no emprendió ninguna guerra, buscó un acercamiento diplomático con Corea del Norte y logró, con su mediación, la normalización de relaciones entre Israel y algunos países islámicos. 
  2. La censura que se desató en contra del propio Jefe de Estado en funciones de EUA tanto por los medios masivos tradicionales, como las principales cadenas televisivas y periódicos o las administraciones de redes sociales como Facebook y Twitter, cada vez más enfocados a permitir solamente contenidos de Izquierda Progresista.
  3. El apoyo popular del que se vió, goza Trump, tanto durante la campaña, como en las manifestaciones multitudinarias llevadas a cabo en protesta contra el fraude electoral, y que han resultado plurales, sin sesgos racistas, sino con presencia de gente de los más diversos orígenes. 
  4. la tendencia mostrada por Trump la noche de la elección era a la alza, sobre todo en estados como Pensilvania, para, repentinamente, detenerse el conteo de votos y llegar las andanadas de votos por correo, todos ellos a favor de Biden.
  5. Trump mejoró la votación recibida en este año al 2016; históricamente todo Presidente que busca la reelección y mejora su votación de un proceso a otro, gana la reelección; sin embargo, esto no ocurrió en el caso concreto. Incluso, Trump habría mejorado su votación entre mujeres, afroamericanos e hispanos; mientras que el voto a Biden se habría concentrado entre los varones anglosajones.
  6. Biden casi no hizo campaña, no es carismático ni lanzó mensajes de impacto; sin embargo, obtuvo 80 millones de votos, con lo que se habría convertido en el candidato más votado de la Historia de EUA, superando incluso a Obama, de quien los Demócratas presumen su carisma y su emotiva oratoria... no parece plausible.
  7. La amenaza de los Demócratas a través de movimientos como Antifa y Black Lives Matter, que parecen fungir como sus grupos de choque, similares a los SA Nazis en la República de Weimar o las Camisas Negras de Mussolini, de ejercer la violencia en contra de una posible nueva presidencia de Trump o sus partidarios. Aunque oficialmente no reconocen la relación con dichos grupos vandálicos, tampoco los condenan, sino parecen edulcorarlos.
  8. Existen indicios de que detrás de Dominion y SmartMatic, empresas que instalaron las urnas electrónicas e hicieron el software para el cómputo de votos en varios estados, se encuentra el régimen Chavista venezolano, China y los intereses financieros globalistas (como Soros).
Sin embargo, también existen algunas cuestiones del lado de Trump que tampoco me cuadran:

  1. Aunque hasta ahora están saliendo a la luz las investigaciones que el Departamento del Tesoro de EUA está investigando a Hunter Biden, hijo del abanderado Demócrata, por cuestión de impuestos no declarados por un enriquecimiento inexplicable, y que esto puede significar que aquella noticia relativa a los datos encontrados en la lap top abandonada que presumiblemente era de su propiedad, tiene algo de cierta, aunque cuesta un poco creer la veracidad completa de esa historia; es decir, ¿el joven Biden puede ser tan estúpido como para dejar en un taller de reparación de computadoras a su ordenador portátil y no recogerlo, sabiendo que en el mismo se contaba con información sensible y comprometedora tanto para él como para su padre? Aunque Hunter pueda ser un adicto y por ello no pueda quizá tener control sobre todas sus acciones, sabiendo ello ¿no le tendrían rodeado de administradores, alguna especie de curadores, gente que le cuida, guaruras o gente encargada de gestionar sus asuntos y proteger información potencialmente peligrosa, que ni siquiera extrajeron, fotos, archivos y datos de su disco duro en alguna copia de seguridad, antes de repararla? o incluso ¿de llevar a la máquina a arreglar con alguien de confianza?.. ahora bien, la censura que al respecto ejercieron medios y redes sociales ajenas al diario New York Post, deja que sospechar, pero no del todo, puede que, efectivamente, se haya desestimado la publicación de la nota ante lo extraño o poco creíble del supuesto.
  2. El uso de "teorías de la conspiración" a través del movimiento viral de Q-Anon en Internet o redes sociales como estrategia de propaganda. Desde la difusión de los correos electrónicos de Hillary Clinton y el Pizzagate, se empezó a construir una imagen pseudomesiánica de Trump, a grado tal que en algunos círculos o youtubers hispanos, le califican al actual mandatario norteamericano como El Titán Patriota... enfrentado a una élite maligna; es cierto, como ya lo mencioné anteriormente, sí se ha construido una oligarquía con intereses en desarrollar la Globalización y dividir a la sociedad a través de la generación de "grupos gentilicios" como los denomina el filósofo español Jesús G. Maestro, más como una evolución natural de la Democracia hacia su corrupción, siguiendo los fenómenos políticos estudiados ya en el pasado por Aristóteles, que por algo consciente... es curioso, después del 03 de Noviembre, parece que la actividad de Q-Anon, ha disminuido, sino es que desaparecido... Esta forma viral de propaganda llegó a anunciar cosas extremas, desde la presunta prisión de la Reina Isabel II de Inglaterra o del Papa Francisco I por supuesta pedofilia, un intento de linchamiento en redes, con acusaciones de lo mismo en contra del actor Tom Hanks, o incluso, de que John Kennedy Jr. se encontraba vivo y actuando a favor de Trump, o todavía más allá, que el actual inquilino de la Casa Blanca contaba con el apoyo de extraterrestres que, con el uso de rayos desde sus naves, habían incendiado edificios de empresas y del gobierno en China... de todo esto ya hablé en un post anterior.
  3. Permanentemente, ya sea desde el caso de Jeffrey Epstein y hasta ahora con las impugnaciones electorales, Trump y sus colaboradores se la han pasado anunciando próximas acciones que serán sísmicas, la captura de "peces gordos", acciones que implicarán la caída de sus oponentes políticos y ahora, la demostración del fraude electoral... sin que nunca llegue nada; como he dicho, aunque hay muchos indicios que efectivamente existieron irregularidades que favorecieron a Biden, el gran problema es que puedan acreditarlas jurídicamente, y hasta ahora, no han podido hacerlo, ni soltado bomba alguna que lleve a anular los comicios... hace pocos días, se aseguró, por los youtubers partidarios de Q-Anon, de un supuesto operativo en Alemania en el que se habrían decomisado servidores en los que se procesaron los resultados electorales para favorecer al candidato Demócrata, en el transcurso del cual, incluso, la Directora de la CIA, habría muerto... argumento propio de una nueva versión del videojuego Call of Duty.
  4. No es de negarse que la forma en que el Presidente enfrentó la pandemia, tomándola a la ligera, o de plano, desestimándola, llevó a que mucha gente pudiera tomarla en su contra, lo mismo aquellos que se tragaron la propaganda impulsada desde Hollywood y las redes sociales. Puede bien darse que haya existido una oleada de votos, no a favor de Biden, sino en contra de Trump que favoreciera al demócrata por aquella idea del "voto útil".
  5. Ahora, resulta que una de las abogadas del equipo de Trump, la prestigiosa, pero mediática profesional Sidney Powell, propone que el mandatario aplique una orden ejecutiva emitida en 2018 aplicando la Ley Marcial ante la injerencia extranjera en las pasadas elecciones... esto sería extremo y mostraría una necedad y ambición completa del actual Presidente por quedarse en el poder... lo dicho, ante la amenaza del totalitarismo Globalista, la alternativa es el autoritarismo populista de corte nacionalista... estamos entre Escila y Caribdis.
En mi opinión, creo que es ya prácticamente inevitable la Presidencia de Biden; sí, creo que esto será nefasto para EUA y el Mundo Occidental; me parece correcto que Trump haya intentado impugnar los resultados y contaba con el derecho de hacerlo; sin embargo, creo que su equipo jurídico debe evaluar muy bien las posibilidades con que contaba para llegar a hacerla efectiva, centrarse en lo meramente jurídico y no apostar por la búsqueda del escándalo mediático, generar expectativas falsas, abonar a la confusión con la difusión de tesis conspirativas irreales o exageradas, o aferrarse a la silla presidencial; todo este circo, iniciado por los Demócratas y , pero que no ha sido enfrentado con seriedad o madurez por el Presidente, ni por el Partido Republicano, mismo que muestra divisiones y conflictos internos, lo que amenaza con que perderán las elecciones a senadores a celebrarse en el estado de Georgia en enero próximo, lo que permitirá a los Demócratas tener la mayoría en la Cámara Alta y que Kamala Harris eche a andar su agenda radical y cumplir con los compromisos adquiridos con la oligarquía y los intereses extranjeros presuntamente implicados, aceptar el encumbramiento de China, reiniciar una política condescendiente con el expansionismo de Irán, y hasta aceptar al régimen dictatorial venezolano.

De entrada, todo esto ha dañado la credibilidad en Estados Unidos y su sistema electoral, así como su entero sistema político. Es el principio de su final como gran potencia mundial. Lo dicho: viene la noche bajo el despotismo asiático.

12 de diciembre de 2020

MARADONA

Diego Armando Maradona, con la majestuosa estampa de sus años de juventud, durante el Mundial de 1982.

He de confesar que Diego Armando Maradona Franco siempre me pareció un sujeto antipático, la encarnación misma de todos los prejuicios que se tienen en contra de los argentinos, quienes a menudo, son retratados como un cúmulo de soberbia, narcisismo, egolatría, sensiblería e histrionismo, todo lo cual, el astro del fútbol parecía confirmarlo.

No puede negarse que el sujeto fue un genio como deportista, con una mente creativa y clara al momento de estar en la cancha, poseía una enorme inteligencia motriz, que le permitió convertirse, después del brasileño Edson Arantes Do Nascimento Pelé, en una de las más grandes figuras del Fútbol Soccer, y del deporte profesional en general. Sin embargo, su vida personal fue un verdadero desastre por donde se le vea, presa de diversas adicciones, una escandalosa vida sexual, en la que al parecer, incluso se lió con menores de edad, fue manipulado y usado como vehículo de propaganda por dictaduras y movimientos populistas de Izquierda, como el régimen venezolano o la dictadura de Fidel Castro, despotricando contra las riquezas del Varticano mientras gozaba de los lujos de Dubai, entre otras extravagancias, excesos y abusos, en los que llegaron a ser víctima sus propios hijos ilegítimos, que tuvieron que pasar por largos procesos judiciales para ser reconocidos.

En su descargo, puede alegarse que Maradona provenía de un origen muy humilde, con una infancia vivida en la pobreza y la ignorancia, y de la que salió a base de darle patadas a un balón, nunca estuvo preparado para el éxito ni mucho menos para lidiar con la fama y la repentina enorme riqueza que acumuló fruto de millonarios contratos con equipos del calibre del Barcelona o del Nápoles, patrocinios y acuerdos publicitarios, entre otras cosas. Deslumbrado por la notoriedad alcanzada y la riqueza para él, casi infinita que había logrado tener de un momento a otro, rodeado de lambiscones, aduladores y ambiciosos, se precipitó al despeñadero de los vicios sin freno y se hinchó de soberbia.

Pero ¿porqué la figura de Maradona despertó tanto fanatismo en Argentina? El Pelusa o es adorado como un dios pagano, con la creación de una Iglesia Maradoniana en la que se le rinde culto, o bien es denostado por su vida personal hasta el extremo en el que hasta se pretende negar el mérito de lo alcanzado en los estadios del mundo. Para entenderlo hay que echar un vistazo a la Historia reciente de Argentina, como algunos lo han señalado.

Maradona es señalado como el único que le ha dado alegrías a Argentina en los últimos ochenta años... y es cierto, la Historia del país sudamericano es la de una nación que, tras un comienzo inestable, después de la Independencia respecto de España, se vio dividida en regiones controladas por caciques y jefes militares que la llevaron casi a su fragmentación. Pero, a partir de la constitución federal de 1853, Argentina inició un vertiginoso ascenso hacia la estabilidad y el desarrollo económico. Desde la década de 1890 y hasta los años veinte del siglo XX, fue una de las economías más potentes del planeta y uno de los países con el nivel de vida más alto, por ello, se convirtió en un imán para la migración, particularmente europea, lo que se refleja en apellidos italianos, anglosajones, alemanes o eslavos que conviven con los hispanos. Maradona mismo, por ejemplo, era de origen gallego y croata, además también de contar con ascendencia mapuche, o actualmente, causa sensación en la farándula de la pandemia la actriz Anya Taylor-Joy, de orígenes británicos y españoles asentados en el cono sur, y qué decir de figuras políticas como el sirio Carlos Saúl Menem o el croata Nestor Kirchner.

Sin embargo, a partir de los años treinta, Argentina ha sido presa de populistas, regímenes militares cleptocráticos y un enorme estancamiento, que llevó a seguir dependiendo de su potente agricultura y de su ganadería, pero sin generar industrias de la transformación, ni presencia real en el comercio internacional o las finanzas, además de pésimas gestiones en materia económica, cada una peor que la anterior, fue precipitando al país sudamericano al empobrecimiento y a perder su lugar en el mundo desarrollado. Argentina quizá tocó fondo con la derrota ante el Reino Unido por las Malvinas en 1982, tras ello, vino el Campeonato del Mundo celebrado en México en 1986, y en él, Maradona se convirtió en el héroe que la deprimida Argentina necesitaba. El partido frente a Inglaterra, mostró los contrastes de Maradona: primero firma una de las jugadas individuales más hermosas de la Historia del Fútbol, partiendo desde media cancha y evadiendo a prácticamente todo el combinado británico, para anotar un gol; posteriormente, mete un gol con la mano, que él negó, diciendo que ese gol había sido anotado por "la mano de Dios". Hasta el día de hoy, Peter Shilton, quien fuera el portero de la selección inglesa en aquel torneo, sigue denunciando la trampa, y cómo el arbitraje hizo ojos ciegos a una trampa sumamente evidente que fue capturada por las cámaras. Increíblemente, los medios y comentaristas corrieron a defender al argentino y a tildar a Shilton de rencoroso y de "no saber perder"... indicativo de los tiempos actuales en que la honestidad y las virtudes morales no son apreciadas; y sí la viveza, y la habilidad para tranzar y avanzar.

Si la FIFA hubiese actuado en respeto a las reglas del Fútbol, Maradona debió haber sido expulsado y Argentina descalificada de la copa; pero no fue así, probablemente temieron meterse contra el que, en aquel entonces, era la máxima figura y la más popular de ese deporte a nivel mundial.

¿Qué actitud debemos tener con Maradona? Como deportista, debe ser recordado por sus logros y sus aportes al desarrollo del Fútbol. Como persona y fenómeno mediático, creo que debe ser visto como un ejemplo de cómo la fama y el éxito destruyen a las personas que no se encuentran preparadas para ello, así como una muestra de cómo los medios contribuyen a esa destrucción, y cómo también ocultan los aspectos oscuros de aquellos que se convierten en sus objetos de explotación: deportistas famosos, estrellas de cine o de la música y también políticos y figuras empresariales. Un mundo corrupto, sin duda; a Maradona su talento lo elevó, pero los intereses y la corrupción del deporte profesional, de los medios y los intereses políticos de ciertos regímenes dictatoriales que lo vieron como un instrumento de propaganda,y lo supieron manejar a través de los vicios, y le brindaron igualmente impunidad, todos ellos lo hundieron. Claro, él no fue una víctima inocente, pudo decir "No", pero se dejó deslumbrar por los oropeles que le ofrecían.

Que Dios tenga misericordia de su alma.

8 de noviembre de 2020

EL DERRUMBE DE EUA

Elecciones Estados Unidos 2020 | HispaniaMagna

Pertenezco a una generación privilegiada; pude ver en 1989 cómo se derrumbaba el Imperio Ruso/Soviético; no por una guerra ni vencido por su gran rival norteamericano, sino por sus propias debilidades internas, arrastradas desde el siglo XVIII y agravadas por el estatismo comunista; las consecuencias fueron terribles: perdieron no solamente su zona de influencia en Europa Oriental, gran parte de su peso en el mundo y hasta vio reducido su territorio nacional con la pérdida de las otras 14 repúblicas soviéticas, regresando a las ya de por sí inmensas extensiones dominadas por Moscú en la época de la entronización de Pedro el Grande.

Y, desde el 2001, he visto el proceso de declive y decadencia irreversible de Estados Unidos, y con él, de la Civilización Occidental. Hoy, estamos viendo la verdadera debacle del coloso del norte, víctima, igualmente, de sus debilidades internas, que viene arrastrando desde el momento mismo de su Independencia, debilidades que, igualmente, se presentan en todo nuestro hemisferio, EUA viene a ser un reflejo de toda nuestra civilización, conformada por Europa, América,  y partes de Oceanía como Australia y Nueva Zelanda.

¿Qué está pasando? Todo indica que se está dando una especie de golpe de Estado que están propinando los Demócratas, y más bien, detrás de ellos, la oligarquía que se ha apoderado de Estados Unidos, y que ha llevado finalmente, al desplazamiento del Sistema Democrático hasta ahora vigente en nuestro vecino norteño. Primero que nada, he de decir que realmente esto no me sorprende; era cuestión de tiempo, estamos viendo cómo las teorías de Platón, Aristóteles y Polibio sobre las formas puras e impuras de Gobierno y los cambios cíclicos entre ellas, estos filósofos clásicos siempre consideraron que la Democracia era una forma de Gobierno impura y que, a la larga, lleva a su sustitución por una Oligarquía, que busca el poder político a fin de proteger sus intereses y beneficiarse de la manipulación de las masas, misma que se logra con la Democracia a través de demagogos, que posteriormente pueden convertirse en Tiranos, siendo la Tiranía, la peor forma posible de Gobierno, más cuando el tirano ejerce el poder única y exclusivamente en beneficio propio y no ejerciendo un poder autoritario en defensa del orden y evitando el caos desatado por las masas incontroladas.

Lo que estamos viendo en EUA y en Occidente en general, es la llegada al poder de una serie de gobiernos autoritarios, que pueden ser ya sea de una vertiente nacional-populista (donde indudablemente, hay que decirlo, se inscribiría Trump de obtener el reconocimiento de su victoria electoral) o bien, la instauración de un autoritarismo de vertiente globalista, con la imposición de una forma de pensar única: lo "políticamente correcto", la ideología de género, la inclusión y el multiculturalismo, y el ejercicio de la censura más grosera y el ostracismo hacia todos aquellos que no comulguen con la ideología permitida y promovida como revolucionaria y antisistema, cuando la misma es postulada y promovida por grandes corporaciones e intereses que son quienes realmente manejan el sistema.

Esta oligarquía ya la describía el sociólogo norteamericano Cecil Wright Mills en la década de los años cincuenta, como lo recordábamos en la entrada anterior, se conformó por las élites financiera, del espectáculo, del complejo militar-industrial, el crimen organizado y recientemente por las tecnológicas, y por supuesto que interviene en la toma de decisiones de los Gobiernos. Es un hecho natural, podríamos decirlo, ya que desde la Independencia misma de Estados Unidos y de la Revolución Francesa, en Occidente se pretendió desligar al poder económico, al ideológico y al político.

Me explico: en el Antiguo Régimen, todavía, en el siglo XVIII, se mantenían vigentes muchas instituciones del Feudalismo medieval, esto hacía que la clase política de aquel entonces, la Nobleza, fuese además de la depositaria del poder, la propietaria de la tierra, el principal factor de producción en las sociedades agrícolas; del mismo modo, y aunque la misma Iglesia había impulsado su separación respecto del Estado desde los tiempos de los Papas Gregorio VII y Bonifacio VIII, tenía una alianza con el Poder, lo que en los países protestantes, después de la Reforma Luterana, fue a más, con la constitución de Iglesias Nacionales, como en Inglaterra o los países escandinavos y por supuesto, los principados alemanes que apoyaron al heresiarca Wurtemburgués. Sin embargo, la Ilustración y estas Revoluciones impusieron el camino hacia la Democracia Representativa, en la cual, en teoría, cualquier persona podría ser electa para el ejercicio de un cargo de autoridad en ejercicio de la representación popular, además de mantenerse como un Estado Laico, separado de cualquier doctrina religiosa.

Sin embargo, es claro que estas Revoluciones, tanto la Norteamericana, como la Francesa, y las posteriores independencias hispanoamericanas, desde una óptica un tanto marxista, fueron impulsadas por una nueva clase social que se había adueñado del poder económico gracias a la incipiente Revolución Industrial: la Burguesía, dueña de los nuevos factores de producción: las máquinas, y sobre todo, del capital. Basta ver que en el fondo, a Jefferson, a Robespierre, a Bolívar y a Hidalgo los movía el principal motivo: los regímenes monárquicos inglés, francés o español les afectaban sus bolsillos con impuestos que mantenían a clases nobiliarias cada vez menos productivas y más parasitarias.

Esta Burguesía, fue la que creó el Estado Liberal, y con él, la Democracia representativa, sin embargo, no podía, por los mismos principios doctrinarios del nuevo régimen, aparecer abiertamente como detentadora del poder político, sino que éste era supremo y por el contrario, subordinaba a los poderes económicos mediante el orden jurídico, a sus dictados y a cumplir ciertas reglas para el mantenimiento de las libertades y derechos ciudadanos que garantizaban más o menos el acceso a las oportunidades de ascender en la riqueza... pero eso, ha cambiado. Aunque también sería torpe negar que los grandes industriales y comerciantes no ejercieron influencia en la toma de decisiones políticas a fin de sostener sus intereses ya en el pasado, incluso este fenómeno es mucho más antiguo: quizá la Cuarta Cruzada, en el año 1204, pueda ser considerada como la primer guerra que se movió por intereses puramente financieros, Venecia era ya, a fines del siglo XII, una potencia económica que destacaba de entre el mundo feudal que le rodeaba y controlaba el comercio en el Mediterráneo a la vez que amasaba grandes cantidades de riqueza consistente en oro y plata, que luego prestaba, por ejemplo, a la Corte del Imperio Romano de Oriente, y en específico, a las facciones de la atribulada familia Comneno, poseedora del trono y de las intrigas de los Césares tan vivas entonces como en los tiempos de Livia, Mesalina y Agripina. Precisamente por asegurar el cobro de una deuda de un pretendiente al trono imperial con la Serenísima República de San Marcos de Venecia, fue que la Cruzada se desvió por deseos del Dux Enrico Dandolo (especie de Presidente de dicha república) de su objetivo de atacar al Islam en Palestina y terminó tomando Constantinopla, hiriendo ya, fatalmente, de esa manera, al verdadero Imperio Romano, que hasta entonces todavía era la mayor potencia europea.

Los venecianos y cruzados impusieron, al más puro estilo de lo que hemos visto en Irak o Libia en los últimos años, un cambio de régimen, fundando un Imperio Latino de Constantinopla, como un Estado cliente al que sostenían como un títere para sus intereses comerciales y sometido por la deuda eterna con la ciudad de los canales, y las familias patricias romano-orientales tuvieron que exiliarse, los Comneno trataron de crear un gobierno imperial alterno en Trebizonda, pero la Iglesia Ortodoxa no los reconoció y los Láscaris se proclamaron nuevos sucesores de Augusto en Nicea, siendo quienes finalmente, tendrían éxito en organizar una resistencia que luego usufructuaría Miguel VIII, ya de la familia Paleólogo, quien retomaría la capital, pero sería un imperio moribundo, debilitado y esquilmado por las especulaciones venecianas y que para oponerse a ellas, el nuevo César debió permitir la entrada de sus competidores de Génova, lo que le permitió sobrevivir al Imperio por  doscientos años, siendo fagocitado por los Otomanos que le terminarían por destruir, tras haber sido desechado por los banqueros y mercaderes italianos.

La Globalización, desde la década de los 90, o si se quiere, desde fines de los años 80, ha impulsado como nunca el enriquecimiento de ciertos sectores de la actividad económica y que los mismos ya no se encuentren constreñidos por las reglas nacionales o las fronteras de los países. Estos sectores precisamente han sido el Financiero, el Tecnológico y el del Entretenimiento, todos ellos basados originalmente en EUA, principalmente en Nueva York y en California, estados identificados tradicionalmente con el Partido Demócrata. De ahí las grandes riquezas de personajes como el tan trillado George Soros, Bill Gates o el poderío de una corporación como Disney, y también la capacidad para influir e imponer ideologías y cambios sociales que la gente adopte como posturas antisistema, cuando en realidad se vienen ofertadas dentro del propio sistema político-económico hipertrofiado en su degeneración hacia la imposición del poder de estos entes privados por encima de los Estados, que por supuesto, desean hacer cambios sociales pero para beneficiarse ellos y sobre todo, anquilosar las sociedades y fosilizar, en realidad, toda posibilidad de ascenso social de nuevos actores, eliminando la creatividad, la independencia y la imaginación, y hasta la fertilidad de los mortales, desde una posición soberbia en que se ven a sí mismos claramente como una casta superior que lo merece todo y que es capaz de someter al resto, --bola de pobres inútiles-- a su voluntad.

Por ello, es que ejerce en esas élites un gran atractivo el régimen chino y lo que ha logrado en poco tiempo: construir una "jaula de oro" para su pueblo, en el que éste cuenta con la plena libertad de consumo y de enriquecerse, sin que esto lleve a que la élite gobernante, encarnada en el Partido Comunista, se vea amenazada de perder el poder por una masa de personas que se mantienen contentos, besando el yugo y lamiendo los barrotes sabor a caramelo que les han puesto al rededor; lo que las élites nos ofrecen ahora, es un mundo con plena libertad de consumo y libertad de entretenimiento y un libertinaje sexual carente de responsabilidad, a cambio, solamente, nos están arrebatando nuestra libertad de pensamiento, de conciencia, de creencia, de creatividad y de expresión. Muchos, sin embargo, así estarán felices porque habrán aprendido a conformarse en creer que la Libertad únicamente consiste en creerse ser mujer, perro o cualquier cosa sin serlo realmente y follar hasta con piedras...

No en balde, es lo que propone el Foro Económico Mundial de Davós...

Más tarde volveremos a este tema de las oligarquías que manejan todo, y esto no lo hacen porque sean parte de un culto secreto o sean extraterrestres, es simple y sencillamente la peligrosa combinación de soberbia con codicia y la estupidez que deriva de ellas, sí, porque lo más probable que pase es que China, que se mueve por el resentimiento contra Occidente y sus élites por el infernal periodo que medió entre las Guerras del Opio en 1840 y la llegada al poder de Mao y los Comunistas en 1949, terminen por quitarles todo, arruinarlas y someterlas, y de paso a todo nuestro hemisferio, en un golpe de mano tras haberlas usado.

La idea de que el sistema electoral estadounidense es perfecto y se encuentra garantizada su limpieza, es en realidad, un mito; es cierto que, en general, desde la elección de George Washington, las elecciones se han celebrado por lo general con seguridad y transparencia, y los contendientes que no se han visto favorecidos por el voto, han terminado por aceptar los resultados, aunque, en realidad, sí se han presentado y recordado prácticas electorales irregulares; en su formidable estudio biográfico sobre la Familia Kennedy, Peter Collier y David Horowitz señalan cómo el fundador de la familia: Patrick Kennedy, recién llegado de Irlanda a mediados del siglo XIX, se vinculó con el Partido Demócrata en la participación de operaciones de coacción y compra de votos; algunos plantean también que la muerte por aparente congestión alcohólica del gran escritor Edgar Alan Poe se debió a las borracheras que promovían los políticos en las personas para hacerlas votar una y otra vez, sin que hubiese en aquella época, controles sobre la identidad y la adscripción electoral de los votantes.

De igual manera, la victoria de John F. Kennedy hasta el día de hoy gravita sobre la sospecha de haber sido obtenida gracias a las alianzas de su padre Joseph Kennedy con el crimen organizado y el sindicalismo, con la coacción a los agremiados, fraude y compra de votos. Sin embargo, Richard Nixon, apostando por la gobernabilidad y la estabilidad del país, reconoció el triunfo del joven Demócrata, cuyo hermano se lanzaría en una guerra contra aquellos poderes que le habían impulsado a la Casa Blanca. 

En tiempos mucho más recientes, en la elección del año 2000, el candidato republicano George Bush Jr. se impuso al demócrata Al Gore gracias a un sospechoso recuento en el estado de Florida, gobernado entonces por el hermano del nominado del elefante: Jeb Bush; y abundaron las acusaciones, por ejemplo, de manipulaciones en urnas electrónicas y boletas electorales trucadas o impresas de forma ambigua entre ambos institutos políticos.

A pesar de ello, ha imperado un espítritu de buena fe, así como la tradicional resistencia de los anglosajones a las modificaciones legales que no sean hechas por la judicatura mediante la interpretación legal, han llevado a mantener un sistema electoral primitivo, basado en un sistema de elección indirecta, como todas las constituciones de primera generación (basta ver las constituciones de la Revolución Francesa o la carta gaditana de 1812) en los que se tenía que lidiar con un electorado que en un gran número era analfabeta, y en que además, tras haber constituido una Federación, se buscaba, por la llamada "transacción de Connecticut" equilibrar el balance de poder, o el peso de los diferentes estados; sin embargo, la incorporación tanto de Florida tras su compra a España, y la adición de Texas como California tras la Guerra con México, rompió los equilibrios, a la larga, serían estos, entidades a las que se les concedería un número mucho mayor de votos electorales, a grado tal que California, por ejemplo, cuenta con 55 votos electorales, supuestamente debido a que se han convertido en los estados más poblados, pero también, una evidente compensación por el peso económico que tienen estas entidades para la Federación; piénsese que simplemente, el Golden State sería por sí mismo, la quinta economía mundial.

De este modo, en realidad existe una enorme disparidad e inequidad, quizá no para los estados como entes en sí mismos, sino para los habitantes como ciudadanos todos ellos del mismo ente federado. Ya en 1986, el famoso internacionalista George F. Kennan, el llamado Padre de la Guerra Fría, en un artículo llamado En el Espejo Estadounidense, escrito como comentario al libro Los Ciclos de la Historia Americana del historiador Arthur Schlesinger, hacía eco de las observaciones de ese autor, en torno a la necesidad de reformar la Carta de Filadelfia, o de plano, emitir, una nueva Constitución en la que se adoptara el principio del sufragio universal directo para la elección del titular de la Primera Magistratura de la Nación. Es curioso, en el proceso electoral pasado de 2016, ante la derrota en el voto electoral de Hillary Clinton, pero la obtención de la mayoría del voto popular, los Demócratas clamaban por esa reforma, hoy, por el contrario, manifiestan su apego y defensa al sistema electoral vigente.

De esta forma, en el sistema electoral norteamericano no encontramos todo aquello que, en México, se ha venido implementando desde hace treinta años para asegurar procesos electorales limpios, transparentes y confiables, y aún en otros países: un órgano electoral autónomo que organiza los procesos, emite la papelería electoral, implementa un software para el cómputo de sufragios y se cuenta con una credencial de elector que identifica al votante al momento de presentarse ante las urnas, se organiza un sorteo entre los ciudadanos para designar a los representantes de casillas, se permite la entrada de observadores electorales independientes que pueden ser nacionales o extranjeros para dar fe de la limpieza del proceso, y se identifica al votante que ejerció su derecho no con una calcomanía que se cae que dice "voté", sino con una mancha de tinta indeleble en el dedo pulgar, para evitar que la misma persona se presente a sufragar de nuevo.

Por el contrario, en EUA, la organización de los comicios, aún los federales, es competencia de los gobiernos estatales, siendo las Secretarías de Estado (equivalentes a las Secretarías Generales de Gobierno de los estados de nuestra fake federación mexicana) de cada una de las entidades federativas las que hacen toda la labor de organización, preparación y vigilancia de los comicios... a nivel municipal, en cada Condado se organiza una comisión electoral, dependiente de cada Ayuntamiento. Esta situación, entonces, hace que en nuestro vecino del norte se presente la situación que generaba en México la situación previa a la creación del Instituto Federal Electoral (IFE), en que era el Gobierno Federal, a través de la Secretaría de Gobernación (equivalente a la Secretaría de Estado en EUA) organizaba el proceso, fiscalizaba los gastos electorales de los partidos, los registraba, así como a sus candidatos, formaba el padrón electoral, imprimía las boletas y contaba los votos, lo cual tuvo su punto culminante en la elección de 1988, y las acusaciones de fraude electoral con el que Carlos Salinas de Gortari llegó a la Presidencia de la Nación, siendo protagonista de ello Manuel Bartlett, entonces Secretario de Gobernación del gabinete de Miguel de la Madrid y actual colaborador de AMLO, y su famosa "caída del sistema".

En cierta forma, creo que EUA está viviendo su 1988; es claro que no hay garantías de imparcialidad en la celebración de los comicios cuando los gobiernos estatales organizan las elecciones, aún las federales, en cada uno de sus estados; pensemos en Pensilvania, donde el gobernador, Tom Wolf, es del Partido Demócrata y su gobierno, estuvo a cargo de organizar el proceso y... contar los votos.

Pero esta elección, como ya lo apuntaba en el post anterior, ha mostrado al mundo, de manera descarada, la colisión de intereses que están en juego actualmente por el control de EUA; no nos vayamos con lo que dicen mucho youtuber en la línea de las conspiraciones de Q-Anon o el Pizzagate, simplemente veamos claro que Donald Trump se confrontó a los intereses de las oligarquías de las que hablaba párrafos arriba, como dice el excelente experto en Geopolítica, el Coronel español Pedro Baños, son los que pretenden continuar con la Globalización y convertirnos en una masa sin identidades individuales ni nacionales, ni familiares, sólo consumidores y productores para el logro de su utopía ultraliberal; pero que en realidad, le están poniendo a China, el "Celeste Imperio", el mundo en charola de plata.

Trump lo que quiso hacer, en pocas palabras, fue restaurar al Estado en su supremacía sobre los entes privados más poderosos, que han impulsado la Globalizacióny someterlos al imperio de la Ley, mientras restauraba el poder nacional de EUA frente a China y el Islam ; estos poderes por supuesto, no se la iban a poner fácil, y por el contrario, se han mostrado totalmente detrás del pucherazo electoral, como dicen los españoles, que hemos presenciado en todos los medios; es clarísmo cómo estos han divulgado una imagen distorsionada y negativa del personaje, quien hasta antes de manifestar su deseo de contender por la primera magistratura del país en 2015 era venerado por la TV, por Hollywood y el mundo empresarial, lo mismo que su ahora jefe del equipo jurídico de su campaña, Rudolph Giuliani, ex-alcalde de Nueva York y quien devolvió la prosperidad y seguridad a la Gran Manzana durante su mandato, y que además enfrentó con decisión y seguridad la crisis del 11 de septiembre de 2001, llegando igualmente a tener cameos en producciones cinematográficas y televisivas y admirado por todos, para ser ahora objeto de burla de Sasha Baron Cohen en Borat 2.

¿Qué pasará? Todos ya dan a Biden por ganador, Trump va a impugnar la elección, y parece que tiene bases para ello, sobre todo por las denuncias de los votantes muertos y el manejo de los sufragios por correo... La moneda está en el aire, y la tensión, al interior de EUA, está al límite. Como sea, Estados Unidos ha perdido; se valide el triunfo de Biden, o se anule el proceso electoral, se anulen votos y el triunfo legal corresponda a Trump, ya no es la Democracia que era, ha quedado desvelado --con el descaro de censurar al primer mandatario, los propios medios de comunicación y las redes sociales-- los intereses poderosos que están detrás de los procesos políticos, y reducido a ser una especie de Honduras gigante. La posible violencia política permanece como una posibilidad. Señoras y señores, estamos viendo la caída de EUA como superpotencia y en el umbral, al parecer, de una era dominada por China y su séquito de potencias asiáticas: Rusia, Irán, la India, Arabia Saudita, Turquía, Japón, las dos Coreas, que infundirán en el mundo sus distintos modelos de despotismo.

Preparémonos, la noche ha caído y será larga.

2 de noviembre de 2020

A LA VÍSPERA DE LAS ELECCIONES PRESIDENCIALES DE EUA, ¿QUÉ REPRESENTA TRUMP?


Hace apenas un momento, me preguntaba en Facebook: "¿Qué tan jodidos tenemos que estar como civilización para que la última esperanza de que a este mundo no se lo cargue una Izquierda destructora, encabezada por corruptos y viciosos y aparte vendidos a los intereses del dinero y de los imperios asiáticos como China, sobre todo, y también Rusia e Irán, sea un millonario zafio, inculto, narcisista y ególatra? Aunque hay que reconocerle que, pese a esos defectos ha tenido sentido común, ha defendido la razón y la verdad... Pero: ¿Dónde quedaron los grandes liderazgos auténticos de antaño? ¿Tan mal hemos quedado? Y a pesar de todo esto, espero que Trump quede reelecto mañana... si no hay fraude o algo peor para favorecer a Biden."

Quisiera precisar mi reflexión: sí, ciertamente Trump no es un dechado de virtudes y está lejos de ser el Titán Patriota con casi aura sobrenatural del que hablan los seguidores de esa red de propaganda viral en Internet denominasda Q-Anon, que en un post anterior, señalé, ha llegado en sus diatribas a rangos exagerados y hasta ridículos, Trump no es culto, es, en buena medida, un patán, es un narcisista y un ególatra; pero ¡vamos! como lo señala Tucker Carlson en el vídeo con el que abro esta entrada, precisamente por todo ello es que es la persona necesaria, en este momento, para enfrentar la situación actual y ponerle un alto a los proyectos de las élites globales que, asentadas en EUA, parecen dirigir al Mundo Occidental hacia un desastre caracterizado por su subordinación a los intereses de China, y a la asunción de regímenes autoritarios de Izquierda afines a Pekín, destinados a debilitar rivales de la Ciudad Prohibida y empobrecer a aquellos países donde el dragón plantea devorar recursos y materias primas para sustentar un claro proyecto de hegemonía imperial como nunca antes lo ha buscado el Reino del Medio.

Cierto, Trump no se acerca a un Winston Churchill, a un De Gaulle, a un Lincoln, un Reagan o un Roosevelt, y es una representación de la devaluación de los liderazgos que hemos venido sufriendo progresivamente en nuestros países desde los años sesenta. La realidad es que sus rivales no son mejores que él, como el propio periodista de Fox News, lo menciona, incluso, es mejor que ellos...

EUA fue copado, como el sociólogo Cecil Wright Mills ya lo apuntaba en los años de la Posguerra en la década de 1950, por una serie de élites que constituyeron una oligarquía que terminó por corromper a la Democracia más antigua de Occidente, para subordinarla a sus intereses: la industria militar, la casta financiera de Wall Street, el Imperio Mediático y del entretenimiento en Hollywood, los cuerpos académicos de las Universidades de la llamada Ivy League, sustentados en el prestigio alcanzado en la investigación científica y social, y la más reciente industria informática tanto del Hardware, como más importante, del Software del Valle del Silicio, California, además del Crimen Organizado, se erigieron en los verdaderos mandamases del sistema, hubo quienes quisieron enfrentarlos, como los hermanos John y Robert Kennedy, y tuvieron un triste fin, y otros tuvieron que condescender con ellos a fin de mantenerse, no solo en el poder, sino con vida. Se trata de una oligarquía que ha desdeñado a la propia patria para expandirse globalmente y beneficiarse del resto del mundo mediante el proceso de Globalización y que asentó su dominio sobre la corrupción, el vicio que extendió entre la gente y la dictadura sempiterna del mercado. No tienen compasión, ni amor, les mueven los más bajos instintos y la mayor codicia imaginable, y para ellos, el resto de los mortales somos menores que ellos, meros sujetos experimentales o piezas de ajedrez con las que se puede jugar.

¿En serio un tipo como el cantante y guitarra de la banda Green Day Billie Joe Armstrong tiene la autoridad moral para burlarse del norteamericano trabajador rural u obrero y referirse a él y a sus simpatías políticas como el American Idiot y la redneck Agenda? El hecho de que haya hecho buena música en su género y haya tenido discos con récords de ventas le autoriza a sentirse superior a un campesino de Nebraska o a un obrero de la siderúrgica de Pennsilvania que día con día se esfuerza por llevar el pan a su casa? En primer lugar, está muy lejos de ser un Bach o Vivaldi, y en segunda, su vida llena de excesos y de adicciones no creo que sean mejores galardones que los de un hombre que se sacrifica día por día por su familia y su país. ¿En serio Leonardo di Caprio, que podrá ser muy bueno fingiendo ser otra persona, --si es que existe un verdadero Di Caprio y no vive permanentemente encarnando a otros-- puede sermonearnos sobre el medio ambiente cuando es un tipo que ni la preparatoria terminó y vive visiblemente de manera contraria a lo que predica con yates, aviones privados y coches de lujo que generan gases de invernadero al por mayor? Con la actitud, como diríamos en México, del típico naquito que llega a tener dinero y se da todos los lujos que puede en una espiral de despilfarro? 

¿A qué nos puede guiar un Noam Chomsky lleno de odio a sí mismo y a sus raíces judías y norteamericanas que le lleva a aplaudir a monstruos como Fidel Castro y al terrorismo islamista en contra de sus coetáneos? Y así, las revelaciones que iniciaron Edward Snowden, el soldado Manning y Julian Assange, los casos de Harvey Weinstein, Kevin Spacey, Jeffrey Epstein y NXIVM, fueron revelando una clase política norteamericana, y unas élites financieras y del espectáculo revolcadas en el pantano de la corrupción, los vicios más abyectos y asquerosos y la impunidad más absoluta. Como bien lo señala Monseñor Viganó en una durísima carta que envió a Trump, queda claro que la contienda electoral actual es una lucha del Bien contra el Mal.

Porque sea por que Trump piense de esa manera, como un hombre del pueblo llano, o bien, que por cálculo político decidió ponerse de ese lado, cuando originalmente había sido un personaje aplaudido por Hollywood y mediático, parte de esa élite, hoy representa a la mayoría silenciosa, no solo en EUA, sino en buena parte del mundo, que no queremos comulgar con las ruedas de molino que promueven los oligarcas de las finanzas y los medios, que no nos tragamos que los discursos ecologistas, feministas extremos, LGBT, inclusivos y demás sean muestras de rebelión cuando son patrocinadas por corporaciones multinacionales que son parte del establishment, y que vemos en las celebridades hollywoodenses a meros bufones y saltimbanquis carentes de sustancia, y la mayoría de las veces, de talento mismo.

No soy muy optimista sobre mañana... temo que haya un fraude o una serie de manifestaciones violentas que lleven a una Revolución de Color como las que, precisamente, los demócratas con Obama y Hillary promovieron en Ucrania o en Medio Oriente, que provoque la caída de Trump y de todo el sistema constitucional estadounidense, como en Chile, para la imposición de una administración como la de Biden, destinada a liquidar a EUA abriéndole paso a China y sus aliados, los eternos resentidos: Rusia, que desde Pedro el Grande ha buscado ser una potencia hegemónica sin entender que carece de las bases económicas para lograrlo, e Irán, que sueña con restaurar las antiguas glorias ya sepultadas de Aqueménidas, Partos-Arsácidas y Sasánidas, para que se repartan los restos de un continente americano empobrecido y esquilmado por el Foro de sao Paulo y la Izquierda desde Canadá a la Patagonia y eso brinde a sus propias élites riquezas sin cuenta, mientras sumen a sus pueblos, como lo han hecho desde sus orígenes en la noche de los tiempos, en la servidumbre más atroz y la extienden a nosotros.

Es increíble... mañana se decide, no solamente si en EUA brillará aún una luz de esperanza, o si bien, las tinieblas se cernirán por mucho tiempo sobre nuestro continente. Será sin duda, uno de los días más importantes de la Historia reciente.

Como sea, siendo Trump un patán, un inculto, un ostentoso, narcisista y ególatra, como dice Tucker Carlson, no se ha callado y ha denunciado la realidad de la clase política norteamericana y las élites del poder de dicho país y que ejercen una fuerza incluso global, ha resultado mucho más valiente que multitud de personajes más sabios y mejor educados que él, él solo, se ha enfrentado a los hombres más ricos del mundo, como Soros o Gates, a las empresas más poderosas de la Tierra, como Disney o Apple, ha desafiado a un Imperio milenario en pleno resurgimiento como China, a los medios de comunicación y a los más famosos del planeta. Sólo por eso, merece mi respeto y hasta mi admiración, gane o pierda. Si gana, lo aplaudiré, pues habrá esperanza de que vuelva a brillar la luz de la libertad sobre América entera desde el faro que permanecerá encendido en el norte, y si pierde, será señal de que una larga y triste noche nos espera.

1 de octubre de 2020

DE LA DEMOCRACIA A LA TIRANÍA


Juicio a expresidentes de México propuesto por AMLO, aprobado por SCJN -  Mediotiempo

El día de hoy, la Suprema Corte de Justicia de México tomó una decisión que, a mi parecer, pavimenta el camino para la instauración de un régimen dictatorial en el país, por el Presidente Andrés Manuel López Obrador. Ciertamente, el tema es polémico, y tendrá incluso a sus partidarios, porque ven en esta resolución un combate a la impunidad.

La resolución giró en torno a si el realizar una consulta pública a propuesta del actual Presidente de la República respecto a enjuiciar a sus antecesores por la posible comisión de actos de corrupción durante sus mandatos, es constitucional o no, es decir, lo que en el sistema penal mexicano se debe determinar por el Ministerio Público lo debe determinar el "pueblo" a través del voto, determinando el llamar a juicio a los ex-Presidentes vivos: Luis Echeverría Álvarez --me supongo, o quién sabe, dadas las afinidades entre ese viejo populista, que con sus aventureras y onerosas políticas sociales hundió a México en un océano de deuda y corrupción, tan similares a las pretendidas por el actual mandatario-- Carlos Salinas de Gortari, el eterno demonizado por su política "Neoliberal", Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, todos ellos, señalados por ser parte del "PRIAN", por la fusión de las siglas del Partido Revolucionario Institucional y el Partido Acción Nacional, englobados todos por el actual gobernante y sus partidarios en la llamada Mafia del Poder y el maligno Neoliberalismo al que acusan de ser causa de la pobreza de gran parte de la población mexicana y de la corrupción, señalado como el mayor mal que aqueja a los mexicanos.

El criticar esta propuesta y la decisión tomada por la Corte no lo hace a uno partidario de la impunidad: por supuesto que durante los mandatos de estos personajes se dieron actos de corrupción y políticas mal planteadas que indudablemente tuvieron un costo social, y que quizá no se ha determinado su responsabilidad en ellas y en dado caso, el sancionarles, de haber sido realmente culpables dolosamente de provocar daños a las finanzas nacionales y a la situación de muchas personas; sin embargo, el camino no es el correcto, abrir el combate a la corrupción al voto de las masas, guiadas por su mera percepción subjetiva y lo que dicte la propaganda oficial, es muy peligroso, es dar entrada a la "legalización del linchamiento", por que resulta entonces, que podemos saltarnos a la Ley y a la Constitución misma apelando a que el "Pueblo", esa abstracción tan peligrosa de origen Hegeliano, el Volk, al que tanto apelaba Adolfo Hitler en sus discursos, es el Soberano y por tanto, su voluntad se encuentra por encima de toda Ley escrita, aún la Carta Constitucional, que presuntamente, en ejercicio de esa Soberanía, el pueblo se dio a través de sus representantes electos, en el Congreso Constituyente, para normar las relaciones entre los elementos constitutivos del Estado: Pueblo, Gobierno y Territorio, según lo define el Jurista Jellineck desde el siglo XIX, y proteger los derechos de las personas ante la actuación de las autoridades que materializan la existencia del Estado. Todo ello aplicando las tesis roussoneanas sobre su origen.

Lo peligroso de esto es la incertidumbre que se origina y el quiebre mismo del sistema constitucional, puesto que al pretender convertir un sistema de Democracia Representativa en una especie de Democracia Directa, en realidad se dan los pasos para el establecimiento de una tiranía, tal como lo hizo el cabo austriaco en Alemania o el teniente coronel venezolano en Caracas, finalmente, el Demagogo controla a las masas y puede ganárselas como es en este caso, haciéndoles creer sobre su lucha en contra de la corrupción y la impunidad de los anteriores mandatarios mexicanos, y de su pureza inmaculada, pese a que sean numerosas las evidencias de prácticas ilícitas e igual de sucias que aquellas de las que acusa a sus predecesores cometidas por familiares suyos o miembros de su equipo.

Pero, la verdad, lo que vemos es el cumplimiento de los pasos del ciclo de descomposición de los regímenes políticos que ya desde el siglo IV a.C. tanto Platón, como Aristóteles y posteriormente Polibio, señalaron: las formas de gobierno se van corrompiendo, y la Democracia era despreciada y señalada como la que más rápidamente se dirige a la Tiranía; históricamente siempre ha fracasado y ha derivado en la instalación de regímenes autoritarios que surgen por parte de quien usufructúa el caos y el desorden que termina siempre generando.

Las Democracias griegas desembocaron en las Monarquías Helenísticas, cuando sus innumerables conflictos las demostraron incapaz de brindar orden y paz a la gente, lo que las dejó a merced de la monárquica y militarista Macedonia de Filipo II y Alejandro, Estado Griego que no salió nunca de la monarquía de corte micénico, dado su aislamiento en las montañas del norte; la República Romana, de origen aristocrático terminó siendo una Democracia con la participación de los Plebeyos, pero la lucha entre los líderes ansiosos de contar con el respaldo de estos, que constituían la mayoría de la población, llevaron a las sangrientas guerras civiles, que no cesaron sino hasta que Cayo Julio César Octaviano Augusto ciñó la corona de laurel y se proclamó monarca sin serlo abiertamente, como Princeps "primer ciudadano" o Imperator, "comandante en jefe", en realidad un "rey de reyes", generando un autoritarismo que llegaría a grados ya tiránicos con Diocleciano que buscó así salvar al Imperio de la decadencia y la anarquía.

Hoy en día, es evidente que incluso en la aparentemente más estable Democracia del mundo, como es Estados Unidos, el régimen se encuentra en crisis, precisamente por las propias falencias del sistema y sus contradicciones internas: grandes empresas y fortunas que crecieron sin ser reguladas a grado tal de suponer una amenaza misma al Estado o al sistema, polarización e ideologización social, fragmentación en innumerables grupos identitarios con reivindicaciones extremas, etc. y demagogos en el Partido Demócrata: los Clinton, los Obama, Bernie Sanders, Kamala Harris, Ilhan Omar u Ocasio-Cortez, todos ellos dispuestos a usufructuar esas demandas para construir un Estado con estructura gigante y una asfixiante presencia en todos los aspectos de la vida, censurando el lenguaje y los contenidos mediáticos y sumergiéndose en los conceptos de la vida moral de los individuos, lo que redundará en un poder omnímodo para los políticos. Es posible que Trump de ser reelecto, mantenga a raya a estos personajes, pero empleando él mismo un populismo de tendencia igualmente autoritaria y quizá solo retarde el inevitable colapso de la Democracia norteamericana.

En México, creo que estamos llegando al punto culminante de un proceso iniciado en la década de los noventa: el régimen del PRI se sustentaba, más que en la Constitución de 1917, --aún formalmente vigente-- en una serie de ligas y mecanismos meta o extra constitucionales que sostenían un sistema, que, pese a sus innumerables defectos, garantizó 70 años de estabilidad en el país y de relativa paz, y de una ordenada transmisión del poder presidencial que ha sido el origen de los conflictos políticos desde la misma Independencia y tras la caída del experimento imperial de Iturbide en 1823; incluso con etapas de desarrollo y prosperidad, como fue sobre todo, entre 1934 y 1970, mecanismos tales como el corporativismo social aplicado por Lázaro Cárdenas, la disciplina partidista, el asistencialismo y paternalismo gubernamental y la subordinación absoluta de todos los órdenes y niveles de Gobierno a la figura del Presidente de la República, un verdadero monarca semi-absoluto sexenal.

Sin embargo, con la apertura y democratización acelerada sobre todo bajo los mandatos de Salinas de Gortari y de Zedillo, los puntales del régimen, que habían sostenido a la sociedad y el Estado mexicanos desde 1929, se resquebrajaron y cayeron, iniciándose una espiral de criminalidad e inseguridad que cada vez es peor, que comenzó con las oleadas de secuestros crueles y mutilaciones a sus víctimas en aquellos años y ha llegado ahora con la absoluta inseguridad y matanzas y desapariciones que sufren las mujeres, y no solo ellas, sino en general toda la sociedad, todos los días hay tiroteos, enfrentamientos entre bandas criminales y la inoperancia del Estado, alimentado todo por un clima de impunidad e ineficacia de la autoridad.

Ante esta situación, es claro que hubo agentes poderosos y muchas personas en el pueblo, que buscaron elegir a aquella opción política, en 2018, que más pareciera predicar un regreso a ese autoritarismo garante de paz y estabilidad bajo la que algunos prosperaron e incluso crearon monopolios imponentes, ligados al poder, puestos en riesgo ante reformas que permitían la libre competencia y el cuestionamiento a su calidad o sus cotos de poder. Como Polibio lo predijese, los integrantes de una oligarquía buscaron un demagogo que alentara a las masas a auparlo al poder y sostenerlo a fin de beneficiarse y no perder los privilegios ante una situación para la que no estaban preparados para competir, y que a la gente común le generaba incertidumbre, ruptura del cordón umbilical de la asistencia social y también, caos.

El máximo órgano judicial del país ha sido un espejo de esta perversión del Estado: antes de la reforma de 1995, la Suprema Corte tenía una presencia discreta, pero ejercía un trabajo profesional, discreto, alejado de los reflectores y muy jurídico-técnico, como lo atestiguan los criterios emitidos durante las quinta a octava épocas de su órgano oficial de difusión de sus resoluciones, el Semanario Judicial de la Federación, pero a partir de la reforma iniciada por el Presidente Zedillo, los Ministros de la Corte buscaron cada vez más los reflectores, el órgano se politizó, se llenó de ideologías y pretendió legislar antes que ser un intérprete de la Ley y protector del orden constitucional, comenzaron a resolver acorde con las modas dictadas por la globalización, --como es el tema de la ideología de género, por ejemplo-- y adoptaron un positivismo ramplón y burdo, con el que le daban al Estado el poder absoluto de modificar a la sociedad y a la Moral misma a golpe de "legalizaciones", olvidándose del Derecho Natural, de la Justicia y de los principios generales del Derecho.

Lo que vimos hoy, es la culminación de ese proceso, en que la Corte se arrodilla ante el supremo legislador: el Presidente, el caudillo superhumano que puede dirigir a las masas para que en consultas públicas a mano levantada, o yendo a las urnas sin asegurar condiciones objetivas para el voto, puede saltarse principios básicos como la presunción de inocencia o el de legalidad, la prescripción de los delitos y la certeza y seguridad jurídica. Ahora, ya no existe el imperio de la Ley, sino el imperio de la voluntad de un líder carismático, de un Führer que manipula a la masa para que decida o vote según la opinión que le es impuesta por la propaganda y solo refrende la decisión tomada, en este caso, dirigda a una revancha personal contra aquellos que le vencieron en las urnas o no le cumplieron sus caprichos políticos en su momento.

Se cumple la teoría de Aristóteles y Polibio, pasamos de la Democracia a la Tiranía, y falta mucho para que el ciclo se complete y volvamos a lo que ellos llamaban, las Formas Puras de Gobierno. Que Dios nos ampare y nos dé fuerzas, porque lo que se viene son las tinieblas, para México y el Mundo Occidental.

27 de septiembre de 2020

EL DERRUMBE DE LA "CULTURA POP"

 Cierra Cinépolis por la pandemia del coronavirus sus salas en todo ...

Como parte de la crisis generalizada que se ha desatado como consecuencia de la Pandemia del Coronavirus COVID-19 tenemos el derumbe de la denominada cultura popular, o no sé si sería más correcto denominarla "cultura comercial", la mayor parte de la cual ha surgido en Estados Unidos, como potencia dominante desde, por lo menos, después de la Segunda Guerra Mundial.

En este post, me centraré en dos de los medios de la "Cultura Pop" que más me interesan, como son el cine y los cómics, en particular el cómic de Superhéroes, un género de origen netamente norteamericano y que creo también, son las que con mayor crudeza manifiestan la crisis actual de la Civilización Occidental. En mi opinión, el cine se encuentra al borde de una revolución profunda, y en el caso del cómic, creo que se trata de un medio en una crisis terminal con un triste pronóstico.

Cabe señalar que actualmente mi sobrino mayor se encuentra estudiando la Licenciatura en Cine, él se encuentra totalmente envuelto en este medio y el conocimiento de la situación actual de la industria del entretenimiento, y con él tuve una interesante conversación, motivada por el contraste entre las producciones y todo lo que se cuenta en este hemisferio, en comparación a lo que acontece con el mundo del Manga y el Anime japoneses, y en general, orientales.

1.- El Cine:

El Cine, como industria, se encuentra en medio de una tormenta perfecta, no hablemos del cine mexicano, que se encuentra totalmente destruido, financiado con subvenciones públicas, que ahora se esfuman --en esto sí es un acierto de la Administración de AMLO, no puede ser que los impuestos de los mexicanos se utilicen para financiar las porquerías que hacen sujetos como Omar Chaparro, Martha Higareda o los miembros de la familia Derbez, aunque realmente no lo haga por quitarle la manutención a estos vividores o charlatanes del celuloide, sino para desviar recursos a sus programas electoreros.-- y perdido en una avalancha de comedias románticas menos que mediocres o películas con ínfulas de arte que se la pasan incidiendo en los aspectos más negativos de nuestra sociedad e historias infumables incapaces de atraer al público.

Pero volviendo al cine de Hollywood, que es el referente indudable del Séptimo Arte a nivel mundial, no cabe duda que el mismo se está derrumbando en forma acelerada; la Pandemia del Coronavirus COVID-19 ha sido un catalizador que está poniendo al cine contra las cuerdas: actores, productores y los grandes estudios se encuentran precipitándose como los lemminges de los acantilados de Escandinavia en pos de una agenda ideológica y política a la que han subordinado toda su actividad. 

Mas la ideología no es la única causa; la falta de creatividad y originalidad ya había hecho que la temática de las películas se redujera, al menos desde el año 2008; las carteleras empezaron a llenarse de filmes inspirados en los cómics de superhéroes, considerándose que esto comenzó con la primera entrega de la saga de Spider-Man, protagonizada por Tobey Maguire y dirigida por Sam Raimi; más o menos en ese entonces, comenzó la saga de los X-Men adaptada por la hoy difunta 20th Century Fox, absorbida por Disney, lo que en las décadas de los 80 y 90 habían sido filmes aislados, como la saga de Superman protagonizada por Christopher Reeve, o los filmes sobre Batman de Tim Burton con Michael Keaton, después arruinados por Joel Schumacher, quien intentó aproximarse al sentido del humor de la serie de TV de los sesenta y disgustó a la audiencia, pero que ahora parecen convertirse en los temas principales a tratar en el cine norteamericano.

Y cuando no es eso, se trata de remakes, secuelas, precuelas, reboots, la imaginación ha huido de los escritorios de guionistas, productores o directores, cuando no, la misma se encuentra ahora encorsetada, encadenada ante la corrección política y la inclusión, ante un nuevo puritanismo que espera y exige inclusiones de grupos raciales, de preferencias sexuales o no atreverse a narrar historias de amor y seducción por temor a ser señalados de misóginos y machistas si se presentan modelos masculinos de heroísmo; sin embargo, la gente se está cansando de todo esto, y de ahí que en el público norteamericano se haya difundido recientemente la frase "go woke, get broke", es decir, "despiértate y quiebra", dado que la Izquierda pretende hacer creer que al asumirse posturas "progresistas", las personas despiertan, pero de inmediato, las audiencias son ahuyentadas, hartas de escuchar tantos sermones político-ideológicos cuando lo que buscan es sólo un poco de entretenimiento, diversión o contemplación del arte o del deporte. Resulta incluso una amenaza a la libertad la llamada "cultura de la cancelación" que implica la eliminación y la prohibición de todo aquello que no encaja con los dogmas ideológicos hoy imperantes, sean contenidos o sean personas; lo acontecido con el clásico Lo que el Viento se Llevó, resulta para temblar, es decir, que se decidiese dejar de proyectarlo en las plataformas por su supuesto contenido racista, es un primer aviso de que ya sean grandes obras cinematográficas, literarias o musicales, podrán ser prohibidas, o reescritas si no se amoldan a lo que no resulte ofensivo para alguien.

Pero además, la Pandemia del Coronavirus ha colocado al Cine en una encrucijada y en una posible renovación en la manera en que el mismo es visto, y sin duda esto repercutirá en la manera en que es producido y filmado: como nunca antes, y como se ha venido predicando desde los años 80 con la aparición de los videocasetes en su  formatos VHS o Beta, se ha puesto en serio riesgo a la existencia de las salas de proyección, mientras las plataformas o servicios de streaming se encuentran en bonanza, con cintas que son estrenadas directamente en ellas. Sin embargo, el experimento hecho por Disney con su versión live action de Mulan, ha resultado un desastre: pedir una cantidad extra, -y no precisamente reducida- como si fuese el ya viejo formato del pago por evento de la TV por cable, aparte de la suscripción mensual para ver un estreno, motivó que el público prefiriese no verla, más cuando se trató de una obra mediocre y que no llenó las expectativas del público, que esperaba algo similar a la versión animada de 1998, (El caso de Disney y esta fallida cinta merece tratarse en un post aparte, mismo que será el próximo), sin olvidar la siniestra alianza entre la casa del ratón y el Partido Comunista Chino.

Pero además, la propia plataforma Netflix, se ha metido en problemas: la película francesa Cuties ha sido catalogada, de manera prácticamente unánime, por la crítica y el público, como un descarado y asqueroso, instrumento para la promoción de la pedofilia. Las cancelaciones de suscripciones por gran número de personas al parecer han golpeado a la pionera del streaming... la promoción del progresismo queda coincidente con las cada vez mayores denuncias y hasta teorías de la conspiración que se encuentran sustentadas en la evidente porquería y corrupción que cunde en Hollywood y que empezó a destaparse tras los escándalos de Harvey Weinstein, Kevin Spacey y de Jeffrey Epstein, y que incluso parece ser impulsado por los propios gobiernos del Partido Demócrata, como el de California, que ha reformado la legislación penal para disminuir las penas contra los pedófilos. Es curioso, esos mismos "progres" que tanto lanzan el dedo acusador contra los sacerdotes católicos responsables de abusos --y que por supuesto son del todo execrables-- parecen ser capaces de después ponerlos en el altar de los "adelantados a su época" y enfrentados al oscurantismo del Vaticano.

Así, es claro que el cine occidental, en general, no solo el de EUA, se encuentra atravesando una crisis sumamente grave: la muerte de la imaginación, la amenaza a la libertad de creación y expresión, la corrupción del medio y la subordinación a intereses políticos de estudios y productores, están matando al Séptimo Arte... ¿podrá salvarse? Creo que el Cine es un barómetro o espejo en el que se refleja la situación de la sociedad, y ésta evidentemente, se encuentra enferma, casi de manera terminal... el Cine revivirá si nuestra sociedad sana; de lo contrario, morirá con ella.

2.- Los Cómics: