Buscar este blog


28 de septiembre de 2015

EL VIAJE DE UN PAPADO MEDIÁTICO


Con preocupación, muchos católicos que podemos ser calificados sin duda de "integristas" o de la "ultraderecha" o de "conservadores", todo ello con una intención denostativa, hemos seguido el viaje de Jorge Mario Bergoglio, Francisco I, a Cuba y Estados Unidos, en un viaje que tuvo muy poco de apostólico y un mucho, un demasiado, de político.

Este viaje puede ser calificado como la claudicación de la Iglesia Católica al discurso del mundo, al sometimiento a la agenda liberal-progresista a cambio de gozar del aplauso mediático y del cese de críticas y ataques que con especial virulencia se desataron por todos lados bajo el pontificado de Benedicto XVI antes de su renuncia; esos mismos medios que fueron inmisericordes y feroces contra el pontífice alemán por su fidelidad a la doctrina, su papado de tinte magisterial y su compromiso con la verdad, son los que han creado, desde el primer momento del actual reinado del argentino, una burbuja mediática en que se celebra cualquier gesto, cualquier palabra y acto como "histórico" y se engrandece la "humildad" con la que se presenta el ex-arzobispo de Buenos Aires y se alaba todo su discurso; discurso más propio de un político que de un Papa dedicado a difundir el Evangelio y defender a la Iglesia Católica y a todo el cuerpo de doctrinas e ideas que se encuentran contenidas en ella. Un Papa que parece más presidir una organización no gubernamental dedicada a labores de caridad y de labor social, que una confesión religiosa. Simplemente, tanto en las alocuciones hechas por el pontífice ante el Congreso de EUA como ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, apenas se mencionó a Dios, lo que contrasta con lo hecho en su momento tanto por Pablo VI como por San Juan Pablo II, quienes ante el mayor foro diplomático mundial aclararon que sus posturas eran desde la óptica del Cristianismo y no dudaron en utilizar tan alta tribuna para evangelizar.

Hoy en día, en cambio, las excusas y explicaciones de los medios oficiales vaticanos como de los llamados "neo-conservadores" católicos ante la ausencia de Dios en los mensajes papales estriban en torno a la prudencia, al afirmar que el hablar de Dios ahora es algo que puede resultar molesto u ofensivo para muchos... imaginemos que durante su estancia en Atenas, San Pablo no haya hablado de un Jesús resucitado, precisamente definido por él como "escándalo para los Judíos y necedad para los Paganos", sino que les hablara acerca de cómo fortalecer la Democracia Ateniense entonces reducida a terrenos municipales, de la desigualdad económica al interior del Imperio Romano o temas similares. 


De esta manera, es que debemos ver el viaje de Francisco I como un acto político y con intenciones y consecuencias en este sentido, ¿cuáles fueron? En primer lugar, respaldar el proceso de distensión entre EUA y Cuba, dando, literalmente, la "bendición" al régimen castrista, mismo que tiene, al parecer, garantizada su continuidad, aunque ya no con los ancianos revolucionarios al frente, pero sí con una nueva generación al frente, en un proceso similar más que a la Perestroika rusa, a las reformas chinas iniciadas en 1973 por el propio Mao Tsé Tung y Chou En Lai tras las visitas de Kissinger y Nixon, acelerado después por Deng Xiao Ping en las décadas de los 80 y 90, el mensaje es claro: la disidencia, la oposición a la dictadura no tiene lugar en el futuro cubano, es ninguneada, despreciada y alejada del contacto sea con el Gobierno de Washington o sea incluso con la comunidad internacional y la propia Santa Sede.  De esta manera, la familia Castro y sus adláteres del Partido Comunista tendrán garantizada la impunidad como muchos líderes comunistas lo tuvieron tras la caída del Muro de Berlín hace veintitantos años, el régimen evolucionará a una dictadura autoritaria en lo político y centrada en el Partido con una dirigencia más joven con sus propios sistemas de renovación institucional en adelante, en vez de la figura santificada y eterna del caudillo barbudo, pero ultraliberal en lo económico.

Cabe señalar que esto no es más que muestra de la hipocresía norteamericana contra Bashar el-Assad en Siria, quien probablemente no ha sido mucho más dictatorial que Fidel, pero ha cometido el pecado de no buscar ser aliado suyo, sino de Moscú y Teherán. También muestra las simpatías políticas del argentino, quien no habló para nada ni hizo una crítica firme, como en su momento lo hicieran Juan Pablo II y Benedicto XVI, quienes fueron impulsores de un proceso de distensión y de liberalización al interior de la isla, en particular, en levantar las restricciones que el régimen marxista imponía a la libertad religiosa; pero además, ambos pontífices sí dieron espacio a la voz discordante en contra del régimen, mientras que Bergoglio les hizo el vacío.


En el caso de EUA, Bergoglio acudió a dar un espaldarazo indudable a Obama y al Partido Demócrata ante el ascenso de los Republicanos y de un personaje tan improbable como Donald Trump en el camino a la Casa Blanca. El que un Papa "progresista" aparezca y hable en español --su inglés es espantoso, lo que contrasta con la habilidad en lenguas de sus antecesores Ratzinger y Wojtila-- y a favor de la migración sin duda apunta a buscar el apoyo y la simpatía de la población hispana, católica en su mayoría y católica modernista además, mientras que en el seno de los anglosajones y miembros de otras etnias europeas católicos, quienes se circunscriben cada vez más en torno al tradicionalismo, que tiene en la República del Norte a su más importante centro y con representantes de la talla del Cardenal Burke, ante el próximo proceso electoral federal.

Por eso no es de extrañarse que de buenas a primeras se haya dado al argentino la máxima tribuna de EUA, cuando ni a la imponente personalidad de San Juan Pablo II se le dio voz en el Capitolio de Washington, las coincidencias ideológicas entre el argentino y el afroamericano sobre las que existen numerosos atisbos quedan así refrendadas: el cambio climático y la migración en forma expresa, y por la compañía con la que contó en el banquete en la Casa Blanca: activistas del homosexualismo político y abortistas, en forma tácita.

A mi me preocupa que personas de los medios y la prensa que siempre han sido críticos cuando no hostiles abiertamente contra la Iglesia ahora aplaudan y apoyen a Bergoglio y justifiquen reformas como la de las nulidades matrimoniales, todo en nombre del "humanismo" y de la "misericordia" y de una "humildad" que ellos no practican sin que esto implique una conversión de ellos hacia un modo de vida cristiano; por el contrario, parece que festejan la conversión de la Iglesia a las modas y modos del mundo actual y lo llaman "modernización". Para el católico promedio actual, igualmente dormido y devorado por el mundo, Bergoglio es el Papa ideal, el Papa esperado, el Papa light para los católicos light que no leen la Biblia, no leen el catecismo, no estudian ni discuten temas teológicos, no oran todos los días ni buscan o intentan llevar una vida acorde con la moral cristiana, y que reducen su Cristianismo a ir a misa los domingos, --no todos (y me incluyo yo ahí)-- asistir a bodas, bautizos, confirmaciones y funerales como eventos sociales, y cuya única preocupación moral o más bien ética, porque hablar de "moral" es de mochos y retrógradas, es la pobreza de muchos sin actuar de forma decidida para reducirla. Estos católicos, que son la mayoría (discúlpenme que no me incluya ahí por falsa humildad, yo al menos me he estado preocupando cada vez más por conocer más y practicar más mi fe, pues ya no quiero ser light aunque siga siendo pecador) son los que están felices y no dudan en calificar, gracias al efecto de los medios, al argentino como el mejor Papa de la Historia.

También igualmente, se encuentran los Neo-Conservadores que no ven o no quieren ver en Bergoglio una ruptura con la doctrina cristiana de 2,000 años, estos han heredado de San Juan Pablo II su mayor error: una Iglesia centrada en la persona del pontífice y su carisma mediático, cosa que el coloso polaco tuvo, pero su docto sucesor germano no y sí se ha construido en torno al bonaerense, porque creo que es más creado que propio o natural a él.

De cara al Sínodo sobre la Familia convocado para octubre, estoy muy preocupado. Las divisiones entre Tradicionalistas y Neo-Conservadores/Modernistas crecen, me preocupa que el Papa hable más de temas que no le competen como el cambio climático, sobre el cual hay un debate científico inconcluso, y no de la gran crisis moral de nuestro tiempo, de la persecución de los Cristianos en Oriente, o de cómo Gobiernos como Obama han impulsado en forma completamente perversa los conflictos en los países musulmanes que han llevado al caos y a la migración a tantos miles de personas, así como han propagado el vicio y las perversiones como expresiones de libertad; me preocupa que no hable de Dios y rechace confirmar en la fe a sus hermanos cuando es esencia de la misión del Papa y fijada en el Evangelio por el propio Cristo; me preocupa que no haga nada por rescatar el edificio de la Iglesia que ha venido desmoronándose desde el Concilio Vaticano II y que haya adoptado en algo que es el colmo, el discurso secularista, me preocupa que reduzca el magisterio a un discurso meramente motivacional de frases pegajosas al estilo de Paulo Coelho, propias para cuarentonas con baja autoestima, y de hablar de valores genéricos en el que Dios aparece como mero accidente. Me preocupa que se genere un culto a su personalidad y se le haga centro de la Iglesia y de la fe en vez de Jesús. Me preocupa que tenga el aplauso de los enemigos sin que estos se conviertan, sino que estos sienten que les ha dado la razón y transforma a la Iglesia y la doctrina según ellos lo han querido siempre.

La Mafia de Daneels:

Pero más me preocupa la desvergonzada confesión del Cardenal belga Gotfried Daneels, (acusado de proteger pederastas) en cuanto a que reconoce que él, junto a otros miembros de la Curia que pueden ser calificados de Modernistas o "Liberales" si así lo quieren, de haber formado una "mafia" (así la llamó él) dedicada a reventar el pontificado de Benedicto XVI y encaminada a imponer a Bergoglio en el solio de San Pedro.

Esto aumenta más las dudas sobre la validez de la renuncia del Papa Ratzinger y sobre la legitimidad del argentino, y sobre todo, genera preocupación sobre el camino que desean para la Iglesia: la rendición ante el mundo. Es tiempo de que abramos los ojos.



26 de septiembre de 2015

SOBRE LA INDEPENDENCIA


Primero que nada, y ante los comentarios que llegaron preguntando el porqué no había publicado nada en este blog, les debo una disculpa por no haberlo hecho en estos días, he andado muy ocupado dado unas cuestiones laborales, pero ya estamos de vuelta y aquí estamos con un tema que se suponía iba a salir la semana pasada, pero no pude concluir.

En las últimas semanas de agosto, circuló en las redes sociales el llamado a no celebrar la noche del 15 de septiembre la ceremonia de El Grito, acto casi litúrgico con el que se celebra la Independencia de México y mismo que sorprende a los extranjeros por su esencia totalmente ritual; mientras que en EUA o en cualquier otro país en el que se celebra el día nacional, el Jefe de Estado se limita a dar un mensaje televisado a todo el país, es un día feriado y se da por la noche la detonación de fuegos artificiales, con ocasionales desfiles, sean militares o alegóricos, en México, los festejos engloban dos días: el 15 y el 16 de septiembre: por la noche del 15 se sigue un estricto ritual fijado por la costumbre o la tradición, en que el Jefe de Estado, o los gobernadores estatales y los alcaldes de ciudades y pueblos aparece en la sede del gobierno, esto es el Palacio Nacional en el caso del Presidente, recibe la bandera de una escolta de alguna de las principales academias militares, sale al balcón, hace sonar la campana del reloj del palacio, que en el caso se trata de una de las que figuraba en una de las torres de la iglesia parroquial del mencionado pueblo del Bajío guanajuatense en el ya lejano 1810, y lanza una arenga que consiste en gritar vivas a los nombres de los "héroes" de la Guerra de Independencia a medida que son recitados por el mandatario, y terminar con un sonoro "¡Viva México!", después, se canta el himno nacional, el Presidente devuelve la enseña nacional a la escolta y sigue el espectáculo de pirotecnia; horas previas, se dio la presencia de cantantes de mariachi y la degustación, en la plaza pública, de platos típicos.

Al día siguiente, el 16 de septiembre, por la mañana, se celebra el desfile militar, en el que se ha podido constatar en los últimos años, las indudables mejoras y mayor poderío que han ido adquiriendo nuestras fuerzas armadas, en particular el Ejército de tierra y la Marina, aunque nuestra Fuerza Aérea sigue siendo anacrónica y débil.

La razón de todos estos ritos es artificial y obedece a razones políticas del pasado. Originalmente, tras la Independencia, se solemnizaba el 27 de septiembre, fecha en que entró el Ejército Trigarante, conformado por las Fuerzas Realistas y Rebeldes que se unieron bajo el mando de Agustín de Iturbide para proclamar la independencia respecto de España, realizándose un desfile militar que rememoraba el efectuado por las tropas de aquel caudillo en 1821; sin embargo, el triunfo de los Liberales llevó al traslado de la fecha al 16 de septiembre, para recordar la arenga y el alzamiento del Cura de Dolores: Don Miguel Hidalgo y Costilla, aunque éste no proclamase realmente la independencia y más bien lanzara un movimiento en contra, precisamente, de los Liberales Españoles que habían conformado juntas de gobierno no reconocidas como legítimas en América, ante la prisión del Rey Fernando VII por Napoleón, y la convocatoria a las Cortes constituyentes en Cádiz. Aún así, la figura de un sacerdote rebelde, al que luego pintaron con los colores más heréticos y libertinos, les resultaba más atractiva a los masones encandilados por la Ilustración Francesa y la constitución de EUA que un militar monárquico al que ellos derrocaron azuzados por Washington, pese a que el clérigo guanajuatense estaba más inspirado por Santo Tomás de Aquino, Vitoria o Suárez que por Rousseau y Montesquieu.

Por otro lado, el primero en reproducir la arenga del sacerdote a su feligresía la mañana del 16 de septiembre de 1810 no fue otro que el emperador Maximiliano de Habsburgo en su visita al pueblo de Dolores el día 16 de septiembre de 1865, pues antes ningún Presidente lo había hecho, como esta acción de Maximiliano durante su corto reinado cobró popularidad, Juárez y sus sucesores continuaron haciéndolo, hasta que el General Don Porfirio Díaz cambió la realización de la ceremonia no al amanecer del día 16, sino a la noche del 15 de septiembre por un motivo muy importante: era el día de su cumpleaños y santo; así, el Dictador, concebido como un verdadero padre de la patria, festejaba su onomástico ligado al de la Nación.

La tradición así, ha llegado hasta nuestros días, y ahora, ante el descontento social, muy real, existente contra el Gobierno de Peña Nieto, es que ha surgido el llamamiento a boicotear los festejos, pues dicen que "no hay nada que celebrar"... La verdad, a mi me parece que los festejos de la Independencia, si bien giran en torno a la figura del Jefe del Estado, entendido éste como representante del Estado Mexicano, no son para festejar a tal o cual presidente, --salvo, claro está, el caso de Díaz-- sino se festeja un hecho histórico, aunque de manera errónea, que es el surgimiento de México como Estado-Nación.

Yo nunca he sido en exceso patriota: me parece que caer en el chauvinismo o patrioterismo es algo hipócrita y un sin sentido en el actual mundo globalizado; bien se dice que el nacionalismo es una enfermedad que se cura viajando, y que el nacionalismo, sobre todo desde que empezó a definirse allá por el siglo XV, pero que llegó a su culmen en el siglo XIX y en la primera mitad del XX provocó terribles baños de sangre y odios aberrantes entre seres humanos que tenían más en común entre sí que diferencias. También creo que "México", al igual que todas nuestras naciones americanas desde Canadá a Argentina respondemos más a constructos artificiales hechos a toda prisa, que a realidades culturales e históricas como las naciones europeas, hoy decrépitas y amenazadas por el Islam, así la tragedia de EUA es que llegó a ostentar la hegemonía mundial cuando es todavía un edificio a medio terminar en el que no ha surgido ni una identidad ni una cultura propia y definida. 

En el caso de México, se nos dio una imagen y una música típicas de la mano del cine y de la radio, el régimen del PRI, en sus primeras décadas fue quien se abocó a la tarea de definir un nacionalismo mexicano de la mano de cineastas, actores, músicos, cantantes, pintores y escritores, el indigenismo, la novela costumbrista, todo ello, colaboró para crear una idea de México y de lo que es ser mexicano; lo mismo la Historia Oficial contada en plan marxista de lucha de clases y maniqueísmo de lucha del bien contra el mal y la pésima idea de basar la identidad en los indígenas neolíticos y conquistados.

Poco a poco, sin embargo, y gracias al enorme acceso a la información con el que se cuenta ahora desde la aparición hace 20 años del Internet, crece la reflexión de la gente no solo acerca del presente, sino del pasado: cada vez son más aquellos que se cuestionan los supuestos hechos heroicos de Benito Juárez al quedar patentes y exhibidos los actos de subordinación del abogado zapoteca a los intereses de EUA, el presente de crisis económicas y corrupción deja por tierra al mito de los logros de la Revolución de 1910, y la gente comprueba que aquellos caudillos que se veneran como héroes en realidad se asesinaron los unos a los otros en una feroz lucha por el poder que nada tuvo que envidiar a las purgas estalinistas. Poco a poco crece el número de personas que encuentra sin sentido en honrar a un cura que fue apresado y ejecutado por las autoridades virreinales a los pocos meses sin tener nunca claros los objetivos de su lucha, pero dejando tras de sí una estela de muerte y destrucción estériles. Por supuesto, la "Historia Oficial" se defiende y aparecen dizque historiadores, dizque críticos como Francisco Martín Moreno, que en realidad buscan reforzar los mitos oficiales: "el malvado eterno es el clero", a base de chismes, tergiversaciones e invenciones de hechos y circunstancias sin sustento, gozando de popularidad y procurando evitar que la gente abra los ojos.

A nivel incluso de Hispanoamérica está creciendo cada vez más todo un movimiento de revisión histórica, que claro, encuentra resistencias en la Izquierda y el indigenismo victimista. Sobre todo revalorando lo que fue el Imperio Español, aunque también incurre en lo contrario a veces, que es imaginar una "leyenda dorada" y caer en excesos de misticismo y considerar que su único papel fue la evangelización o caer en chauvinismos y odios, como el señalar con dedo flamígero el papel nocivo de Inglaterra a través de la piratería, la creación y difusión de la "leyenda negra" o el apoyo a la independencia de los virreinatos americanos; bueno, que no se olvide que España, torpemente, apoyó antes la independencia de EUA, Londres, evidentemente no se quedó con los brazos cruzados y por supuesto que apoyó las independencias hispanoamericanas, además de que así evitó que las riquezas de las provincias de ultramar españolas contribuyesen a sustentar las aventuras de Bonaparte. Finalmente, Inglaterra por aquel tiempo pudo resistir la pérdida de Virginia, las Carolinas y demás, pues por aquel entonces consolidó su control sobre la mucho más rica India; España, cuyo ímpetu conquistador se había frenado y destrozada por la invasión francesa, no encontró nuevas posesiones con las qué subsanar la pérdida de América.

Pero más allá de esto, es claro que si Fernando VII --quien no era ningún idiota, sino que se obcecó en defender un absolutismo centralizador y burocrático a la francesa, como buen Borbón, desoyendo los consejos de la camarilla de los Persas, quienes le aconsejaban recuperar las figuras del Derecho Castellano que los Austrias habían respetado para ejercer un poder real fuerte pero en un marco jurídico y político con representación del pueblo, descentralización y límites definidos, lo que hubiese sido una alternativa exitosa al constitucionalismo también de origen galo-- hubiese sido menos miope y le hubiera llevado a constituir algo similar a la Commonwhealth británica con sus antiguas posesiones ultramarinas, aceptando la corona de éstas convertidas en reinos independientes, se hubiera creado un futuro portentoso para España y para los países hispanoamericanos como grandes potencias.

Incluso, en una Cuba donde ante el restablecimiento de relaciones con EUA y el más que probable levantamiento de sanciones parece augurar el fin del régimen comunista de los Castro --en mi opinión, sin embargo, creo que el régimen goza de cabal salud y se reconvertirá en un sistema parecido al chino, con el beneplácito de Washington y el Vaticano-- y en Puerto Rico, donde la catástrofe del endeudamiento público del gobierno local sin ayuda del Gobierno Federal norteamericano, hace dudar a los boricuas de sus lealtades, está llevando a plantear en algunos círculos la reincorporación, como comunidades autónomas en el esquema de la Constitución de 1978, de ambas islas a España. 

Este renacimiento del hispanismo no quiere decir que la independencia haya sido un error, en primer lugar, es un hecho consumado, en segundo, era algo que iba a darse, tarde o temprano, quizá lo ocurrido después, en que las élites criollo-mestizas que han ejercido el poder en nuestra Hispanoamérica se comportaron como dueños de sus países y se mantuvieron en la cúspide a base de corrupción y abusos y destrucción, ahora sí de los indígenas en sus libertades, derechos y dignidad que fuera respetada y defendida por el Estado Español a través de la labor evangelizadora de la Iglesia y de las Leyes de Indias, fue lo que nos precipitó al subdesarrollo, quiere decir que reconozcamos nuestra herencia y nos concibamos como parte importante de la Civilización Occidental, superando el indebido "trauma de la conquista" que llevamos arrastrando como un lastre psicológico.

Claro, como en todo hay quienes exageran y caen en extremismos, en generar una Leyenda Dorada que nos describe al Virreinato como un edén, que tampoco lo fue, o al Imperio Español abocado únicamente a una misión religiosa, que tampoco fue lo único, sino que España, como potencia mundial, operó en geopolítica, con intereses económicos y alto grado de pragmatismo como sus rivales Inglaterra y Francia. Carlos V, Felipe II, Felipe IV (a menudo minusvalorado) o el Conde-Duque de Olivares fueron grandes geopolíticos, por ejemplo. Y también caen en la conspiranóia o en la denostación racista incluso, de aquellos rivales, principalmente los británicos, incluso hoy, a siglos de los agravios cometidos en la lucha por el poder mundial entre ambas potencias.

Es curioso, pero ahora, este 27 de septiembre, verdadero día de nuestra independencia, deberíamos dedicarnos más a reflexionar acerca de nuestra hispanidad, y enorgullecernos de ella, es nuestra herencia principal y debe ser la base para fincarnos un futuro; puede que la herencia de  Cervantes, de Cortés y de Pizarro, sea en los próximos años, fuente de fuerza y unión en el ominoso panorama que se pinta para el mundo.

12 de septiembre de 2015

SIGNOS DE LOS TIEMPOS


Traducción de la caricatura: "Enemigo a las Puertas" --"¿Ofrecerán resistencia?" "No creo..."

Su Majestad Imperial, el Califa Abú Bakr II Al-Baghdadí --acostumbrémonos a la idea de considerarlo el primero de su dinastía y a desempolvar los protocolos enterrados desde 1924 con la caída de Abdul Mejid II, anterior vicario del Profeta Mahoma y último de la Dinastía Otomana en sentarse sobre el trono imperial del Islam, pues parece que el ISIS está por lanzar sus mayores conquistas-- no es ningún loco, ni es un psicópata, a nosotros los Occidentales post-Guerras Mundiales, nos parece así, pero la lógica en el Medio Oriente sigue anclada en el siglo V a.C., la religión es la islámica, pero las depredaciones, matanzas y destrucciones hechas por las tropas de este movimiento terrorista que repentinamente se está convirtiendo en un actor político de primer orden, son las acostumbradas en esa convulsa región en los tiempos bíblicas y han sido realizadas por todos los poderes imperiales en expansión: Asirios, Babilonios, Persas, Omeyas, Abasidas y Otomanos, los vestigios arqueológicos de cada era pasada se salvaban al estar enterrados, pero ahora, al estar descubiertos, quedaron a merced de la naciente potencia que ahora manifiesta así su designio de renovar todas las cosas con una nueva era que plantea nacer con su entronización.

No haremos caso aquí de las teorías de la conspiración, aunque sin duda detrás del surgimiento de este temible movimiento islamista se encuentra el apoyo de las Monarquías Arabes, de Occidente, EUA principalmente y quizá Israel, que buscaron debilitar a Irán en su carrera por ser la potencia regional incuestionable; sin embargo, han producido un engendro que sin duda, beneficia únicamente a las primeras, ha deteriorado el papel de Washington como líder global y muestra el enorme aislamiento del Estado Judío que se encuentra sumido en medio del complicadísimo enredo de relaciones de alianzas y rivalidades regionales: como ejemplo, tenemos a Bashar el-Assad, alauita y chiíta por antonomasia es aliado indudable de Irán, laicista al interior, siguiendo las ideas del partido Baath heredero del panarabismo de Gamal Abdel Nasser y del autoritarismo occidentalista de Mustafá Kemal Atatürk, y por tanto protector de los Cristianos, pero a la vez, es apoyo sustancial del movimiento pro-palestino chiíta Hezbolláh, y enemigo de Israel ante quien su padre perdió los Altos del Golán.

Pero ante todo esto, tenemos o que decíamos en el post anterior, acerca de la oleada de refugiados, donde es de temerse, se estén dando los prolegómenos a la islamización de Europa, misma que ahora se antoja como inevitable, tanto con la entrada de combatientes encubiertos como de masas de pobladores que parecen ya llegar como colonos; ahora, aclaremos una cosa, no es mi intención hacer una generalización y afirmar que todos los refugiados musulmanes son en sí mismos, terroristas, milicianos o asesinos; lo que sí, hay que tomar en consideración lo siguiente:


  1. Son masas que pronto se enfrentarán a una situación de marginalidad, carencias y de choque cultural con los europeos. Esto puede llevar a ellos la concepción de sentirse fuera de las sociedades receptoras y hará muy difícil, sino imposible, su asimilación.
  2. El patrocinio de Arabia Saudita, que ha anunciado dotar de fondos la construcción de 200 mezquitas en Alemania para atender a los refugiados --entendiéndose por tanto que se trata en su inmensa mayoría de musulmanes sunnitas y no chiítas-alauitas, etnia a la que pertenece Assad y la clase dirigente siria-- contribuirá a acentuar la diferencia entre los recién llegados y los inmigrantes islámicos ya residentes en territorio europeo por un lado, y las sociedades receptoras por el otro.
  3. Lo anterior será un caldo de cultivo bastante peligroso para el radicalismo islámico; si ya de por sí, actualmente, Europa está siendo un semillero de primer orden para el ISIS tanto por los musulmanes de las comunidades de inmigrantes como de parte de los europeos autóctonos que se han convertido a la fe de Mahoma, la presencia cada vez mayor de instituciones religioso-políticas musulmanes contribuirá sin duda a hacer más fuerte el adoctrinamiento entre los refugiados, los inmigrados y también, por supuesto, entre los europeos curiosos hacia el mahometismo.
  4. Es cierto que entre los musulmanes hay la llamada "mayoría moderada", que no se lanza a la aventura bélica o terrorista, sin embargo, el dogma mismo del Islam, en el Corán, llama a la conquista, a la Jihad o guerra santa, y la carencia desde 1924 de un Califato --moderado además, pues los últimos Otomanos prefiguraban ya a la obra de Kemal con la secularización y la occidentalización-- que daba una interpretación oficial del Corán y de la doctrina islámica, ha llevado a algo así como el "libre examen" de la escritura sagrada y ahora, que quien se proclama como restaurador del trono imperial del Islam es un radical, hace que la radicalización de los mismos, salvo minorías cultas que de alguna forma terminen por adoptar el modo de vida occidental o apostaten virtualmente del Islam, sea fácil y más aprovechando las condiciones que tendrán los refugiados y el resentimiento que exista contra Occidente por la situación en sus países de origen.
Pero además, el momento en que se dan estos hechos demuestra que si bien nosotros en Occidente somos un tanto torpes para leer los signos de los tiempos, el nuevo Califa no lo ha sido, sino que se da cuenta que, hoy como nunca, es el mejor momento para intentar la invasión a Europa y hasta hacerse con Roma, en el sueño proyectado desde que Mohamhed II conquistara a Constantinopla, la Roma de Oriente. 

Entre esos signos de los tiempos, sin duda hay algunos que le revelan que, nunca como ahora, Europa y toda la Civilización Occidental está en las mejores condiciones para ser conquistada:


  1. Los liderazgos occidentales son los más débiles y los peores de la Historia: ni Françoise Hollande, Mariano Rajoy, David Cameron o Angela Merkel demuestran ser verdaderos estadistas capaces de orquestar o armar una resistencia a la islamización; antes bien, abren las puertas para no parecer malvados egoístas y quedar bien con las masas, después de todo, los inmigrantes serán parte del electorado al que hay que complacer para obtener su respaldo.
  2. La Izquierda, interesada en demoler las raíces cristianas de la cultura occidental, además de tomar la bandera anti-imperialista, considera que los islamistas luchan por recuperar su soberanía y orgullo arrebatados por un Occidente codicioso y egoísta, así que está más que dispuesto a permitir la incrustación del Islam en Europa, actuando como lo hicieran en el siglo VIII el Conde Don Julián y el Obispo Oppas que le dieron entrada a los mujhaidín del líder bereber Tarik a la España Visigoda. Esta alianza no será desaprovechada, pero resulta totalmente ingenuo si los Izquierdistas-Progresistas piensan que podrán acordar o controlar con los Musulmanes, sin duda, lo primero que hagan estos al llegar a tomar el control será hacer una limpia de estos elementos; nada repugna más a los mahometanos radicales que la homosexualidad, el feminismo y el libertinaje que tanto se predican desde esa opción política.
  3. La carencia de una base cultural, espiritual e ideológica en Occidente, ante la secularización y el abandono y casi proscripción de todo lo Cristiano por la adopción tanto del materialismo como del relativismo, saben que hoy en día el escuchar la voz que llame a enfrentar la amenaza islamista de parte de la Iglesia Católica será imposible, todos la esperan de EUA, pero no vendrá, pues éste se encuentra presidido por un gobernante que parece, lo que ningún otro antes de él, impulsor del fundamentalismo islámico. El vacío espiritual y moral, además, que se presenta en muchos europeos puede ser llenado por el mensaje coránico.
  4. La Iglesia Católica, débil y dividida: El polémico pontificado de Francisco I, Jorge Mario Bergoglio, evidencia más que nada la crisis en la que se encuentra metida la Iglesia Católica, la principal institución religiosa de Occidente, desde la década de 1960 y el desastroso Concilio Vaticano II: pérdida de fieles, un ecumenismo que hace que la Iglesia pierda su firme posición de colocar al Cristianismo como única fe verdadera y ahora la equipara al resto de credos, el Islámico entre ellos en un intento de conciliar y abonar a la paz que por supuesto, el Islam no corresponde. Las dudas, ambigüedades y discusiones acerca del tema de la relajación sexual presente en las sociedades occidentales amenazan con producir un cisma para el próximo Sínodo sobre la Familia convocado por el pontífice argentino para el próximo octubre. Lo que determine tal asamblea, sin duda, afectará a las confesiones protestantes, que en mucho subsisten de manera testimonial en Europa, pero tienen fuerte presencia en la sociedad norteamericana. Entre tanto, el actual Papa parece querer evitar ser una presencia discordante y denunciante de los males morales de Occidente para aparecer como una ONG más, sin relevancia social y que no lanza un discurso contrario a la cultura materialista y hedonista vigente, prefiere hablar de la pobreza y del cambio climático, mensajes políticamente correctos.
  5. El decadente debate intelectual occidental: La ciencia en Occidente parece encontrarse enfrascada, más que en dar respuestas certeras a los grandes temas de la Ciencia, esto es, respecto a causas próximas de los fenómenos, a crear todo un corpus mitológico sobre la materia: Big-Bang, bosones indetectables, agujeros negros, quasares, partículas y evolucionismos, con los que se pretende abolir todo discurso religioso y filosófico mientras sirve de fuente de grandes ganancias para científicos que se comportan como divas de la farándula, trátese de Stephen Hawking, Neil de Grasse-Tyson o Michio Kaku, entre tanto, el Derecho y la Filosofía reducen el debate sobre la Libertad a la defensa del derecho al insulto, la vulgaridad y la majadería como quedó patente con el caso de Charlie Hebdo, la Libertad como un simple derecho a insertar penes en anos o a tener problemas de personalidad cuando un hombre cree ser mujer o viceversa, o la humanización de los animales.
  6. El pacifismo: Europa rehuye de la guerra, es comprensible, tras dos brutales Guerras Mundiales que se libraron principalmente en sus tierras, se pretende rehuir del combate y que todo se puede arreglar con la negociación, misma que consiste simplemente en condescender y aceptar las posturas del contrario. Toda opción bélica es desestimada como horrible y se prefiere no luchar, sino bajar los brazos, se busca no ofender, no debatir, no creer, siguiendo la canción Imagine de Lennon, elevada a carácter de himno cuando en realidad describe el mundo del cobarde que no se atreve a sentir, a moverse o a pensar por temor a generar conflicto. Ante lo que pasa en Ucrania, lo que pasa en Oriente, ningún europeo se dispone a unirse a la lucha o a defender una postura; los Musulmanes son una civilización guerrera e imperial, la tendrán fácil, antes de oponer resistencia, se convertirán y se entregarán de paz.
  7. La debilidad económica: Los bajos precios del petróleo, en una política concertada entre las potencias islámicas del Golfo Pérsico con EUA para pegarle a Rusia han producido efectos devastadores en la economía global: para una guerra, decía Napoleón, se necesitan 3 cosas: dinero, dinero y más dinero. Esto escacea, y lleva a las potencias a reducir sus gastos militares.
Estos son algunos; en Occidente parece que nadie los ve, o son vistos como muestras de progreso; la triste realidad es que nadie dará la vida ni por la Democracia ni por el hedonismo o el confort, los musulmanes, en cambio, están dispuestos a darla por ideales más altos a lo que perciben, y tienen como finalidad la construcción de ese Imperio global: el Califato que una a toda la Ummah o comunidad de creyentes bajo Alá y su vicario.

Creo que a Occidente se la aplica el pasaje bíblico del capítulo 8 del Profeta Amós:

"--¿Qué ves, Amós?
--Una canasta de fruta madura.
Y me dijo el Señor:
--Ya Israel está maduro; no le voy a perdonar ni una vez más. Ese día los cantos del palacio se volverán lamentos. Mucha gente morirá, y en silencio serán arrojados fuera sus cadáveres..."

Abú Bakr II lo sabe, ahora sólo tiene que cruzar el Rubicón.

7 de septiembre de 2015

LA CRISIS DE LOS REFUGIADOS


La desgarradora foto aquí mostrada, resume en todos sus aspectos el desastre que está ocurriendo en Siria y que acontece ante la actitud, como la del paramédico que en ella aparece, pasiva y displicente de Occidente, quien en mucho, provocó la tragedia que, ahora, parece cernírsele en contra.

La situación actual parece traer a la memoria lo ocurrido en el año 372 d.C.: ante el empuje de los Hunos, pueblo aún hoy enigmático proveniente del centro de Asia, cuya migración hacia el oeste empezó a empujar al resto de pueblos germánicos, eslavos y mongólicos que huían de las depredaciones de aquella poderosa horda nómada, misma que prefiguró lo realizado siglos más tarde --y con mucho más éxito y una herencia igualmente mucho más perdurable-- por Genghis Khan y los Mongoles, que residían en las inmensas estepas de Siberia y Europa Oriental, y los grandes bosques del centro europeo. 

Ya desde finales del siglo II, cambios en el clima, graves sequías y también los resultados de la explosión demográfica entre esos pueblos llevó a un incremento de presión sobre las fronteras romanas, siendo Marco Aurelio quien tuvo que hacer frente a las primeras invasiones de Marcomanos y Alamanes. Todo el siglo III, además de las luchas por el poder entre los distintos generales romanos y el Senado, se tuvo que hacer frente a las cada vez mayores presiones externas, hasta que todo reventó con la llegada de los Hunos; entre tanto, la presencia cada vez más cercana de los germanos a los limes romanos, hicieron que las costumbres, la tecnología, la forma de vida sedentaria, y hasta la religión permearan de un lado del Rhin y del Danubio al otro. 

En 372, el Emperador Valente permitió, podría decirse que por humanitarismo, que entrasen los bárbaros germánicos; después de todo, pensaron que podría haber beneficios: la sociedad romana se encontraba a la baja en su índice de natalidad, la cristianización y la falta de conquistas representaron factores que llevaron a la reducción en el número de esclavos, de igual manera, para el romano promedio ya no resultaba atractivo, como lo había sido hasta la época de Trajano, el incorporarse a filas del ejército --sin conquistas, pues el Imperio a partir de Adriano había adoptado una postura defensiva, pues con razón, este César estimó que las fronteras romanas se habían sobreextendido, no había la oportunidad de recibir recompensas en tierras-- así que los emperadores habían ya comenzado, desde las luchas del siglo III, a contratar tribus enteras como fuerzas militares.

Se les dio entrada, pero bien pronto, en lugar de beneficiar, terminaron siendo un problema y más allá, llegaron dirigidos por sus propios líderes y sus propias normas, su propio orden y su propio sentido de la vida e incluso, su propia versión del Cristianismo, pues eran ya, en su mayoría de la vertiente Arriana, ya derrotada en el ámbito romano desde el Concilio de Nicea, pero pujante entre los germánicos. Finalmente en 378 estalló una gran rebelión en contra del Imperio, el César Valente se lanzó contra ellos y las hasta entonces invictas legiones romanas, que no habían sido derrotadas por los germánicos desde Teutoburgo en el reinado de Augusto, fueron aplastadas en Adrianópolis, quedando el mismísimo emperador tendido en el campo. Cien años después, el Imperio, en su parte occidental había desaparecido, mientras la parte oriental sobrevivía tras una grave crisis y pese a los esfuerzos de Justiniano, no podría recuperar ni Roma, ni las provincias occidentales en forma permanente y completa. El mundo grecorromano desapareció del oeste europeo y surgió algo totalmente diferente: la Civilización Occidental, que hoy, perdida su raíz Cristiana, se encuentra en proceso de descomposición.

La imagen es desgarradora por la soledad del niño muerto mientras en las playas la gente se desvive por salvar ballenas varadas, aunque ciertamente, esto se da en costas de Turquía, donde su mandatario: Reccep Tayyip Erdogán, probablemente uno de los hombres más perversos e intrigantes que existen, apoya al Estado Islámico dentro del esquema que motivó las Primaveras Arabes: debilitar tanto a Irán, rodeándolo con un cinturón de Estados fundamentalistas islámicos, dirigidos desde Riyad, Dubai, Abu Dhabi, Doha y Al-Kuwait, quienes a su vez, desde la Guerra del Golfo en 1991 supieron manipular a la élite política estadounidense y europea a base de intereses financieros compartidos: han comprado desde equipos de fútbol a medios de comunicación, petroleras y aerolíneas, lo que ha llevado a que Washington o Londres se plieguen a sus intereses... habría que imaginarnos qué sería de la City londinense sin el monto de las inversiones árabes.

Pero la imagen también ha sabido ser utilizada para mover las fibras sentimentales de la población, en una época en que las masas son fácilmente manipulables tocándoles el corazón ante el desuso del cerebro. Esto fue experimentado en la última Guerra de Gaza, donde la hábil utilización de las imágenes difundidas vía Internet logró hacer renacer el antisemitismo en el mundo como no se daba desde los años 30 en Alemania. Hoy, pese a que la Guerra en Siria se mantiene desde el año 2011 y en Irak la violencia sectaria no cesa desde el 2003 en que se dio la invasión norteamericana, y desde entonces las imágenes de niños muertos no han dejado de aparecer, pero ha sido esta foto, del niño Aylán Kurdi ahogado en costas de Turquía --ni siquiera en costas europeas-- la que mueve los sentimientos de las masas amorfas en Occidente.

Por cierto, la fotografía parece que fue manipulada para provocar un mejor efecto, al darse el hecho en los territorios de Erdogan, esto no es de dudarse:


Si Erdogan es uno de los promotores de lo que está sucediendo, no debemos dudar que la que ahora se está haciendo es manipular los sentimientos de las masas, si hasta en México hay gente ilusa que está proponiendo que el país reciba a al menos 10,000 refugiados sirios, sin darse cuenta que el propio ISIS ya ha señalado que entre los migrantes se encuentran combatientes infiltrados.

Las imagenes son impresionantes con buques atestados, masas inmensas de gente que marcha por carretera para salir de Hungría hacia Alemania, este país, con su mala conciencia por el pasado racista y nacionalista del Tercer Reich, se dispone a abrirles las puertas y recibirles con todo gusto, de esa manera, los actuales germanos tratan de demostrar que son ahora una sociedad diversa, multicultural y abierta, con un ejército de broma como la Bundeswehr incapaz de agredir a nadie, aunque la codicia financiera les ha llevado a dominar Europa entera en forma más efectiva que a través de columnas de tanques y bombardeos, aunque no tendría oportunidad de defenderse ante cualquier agresión venga de fuera o de adentro del país.

Soy pesimista, creo que estamos ante la repetición de lo ocurrido en 376 con el Imperio Romano; mucho me temo que los europeos están dándole la bienvenida a sus futuros conquistadores y destructores. En una imprudencia terrible que algunos "líderes" como Jorge Mario Bergoglio se aprestan a aprovechar el momento para gozar del favor de las masas mostrando su humanitarismo, cuando les ha valido un cacahuate la persecución a los cristianos sirios e iraquíes, pero ahora se apuran por recibir musulmanes con los brazos abiertos, mientras las cortes árabes se frotan las manos ante la próxima caída de Europa.

No me cabe duda, estamos viendo el inicio del fin de nuestra Civilización Occidental: y así tiene que ser, ha traicionado sus raíces, ha traicionado a su fe, se ha dejado dormir por la utopía de la Democracia que ha producido a los peores líderes que jamás se han visto: Obama, Cameron, los Clinton, Hollande, Zapatero, Rajoy, Merkel, etc. corruptos y demagógicos, que tal vez confían en las recompensas prometidas por sus patrones en Dubai y Riyad, los Progresistas están dispuestos a abrazar a los musulmanes como muestra de la globalización y el multiculturalismo y la tolerancia, mientras justifican las matanzas que hace el terrorismo islámico como una rebelión antiimperialista.

¡Pobres ilusos! Serán los primeros en ser ejecutados. Temo ser como Lacoonte o Casandra, los profetas que advirtieron a los Troyanos sobre el peligro del caballo de madera y que no fueron escuchados, pero creo que Abú Bakr II, quien está fundando un nuevo imperio islámico, logrará lo que sus antecesores Mohamhed II, quien conquistó Constantinopla, Solimán el Magnífico y Mohamhed IV no hicieron: tomará Roma de aquí a unos pocos años, y la Historia de la humanidad, tras vivir un enorme y terrible cataclismo, entrará en una nueva etapa.