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17 de octubre de 2021

LA ENERGÍA Y LA INFORMACIÓN, SON EL PODER

 Bienvenidos a la mayor crisis energética en Europa de los últimos 50 años –  El Periodico de la Energía | El Periodico de la Energía con información  diaria sobre energía eléctrica, eólica,

Hablaba en uno de mis últimos posts acerca del papel de Arabia Saudita como la "potencia en la sombra" y la verdadera ganadora del largo conflicto de veinte años desatado el 11 de septiembre de 2001 y concluido con la toma de Kabul por las fuerzas de los Talibán. Cada vez me convenzo más de que, efectivamente, existe una estrategia, perfectamente planeada y dirigida, probablemente desde la década de los noventa, desde la Corte de Riyadh, y a la que se han sumado, además de sus evidentes satélites: las petromonarquías del Golfo Pérsico, estas son Bahrein, Qatar, Omán, Kuwait y Emiratos Árabes Unidos, además de Rusia y China. Lo cual parece bastante tenebroso y que, si bien es cierto, se podría calificar como una teoría de la conspiración, creo que mi apreciación cuenta a favor que no estoy hablando de algo planteado por un conciliábulo en las sombras de una secta esotérica o satánica conformada por potentados occidentales... ellos podrían tener algún papel, pero quizá más que cerebros pensantes de la estrategia, bien podrían ser peones, alfiles o caballos dirigidos por manos mucho más hábiles que les manipulan gracias a su codicia, su soberbia y su adscripción a desvaríos ideológicos utópicos en los que piensan encontrar un sustento para ejercer un poder perpetuo y una posición en la cúspide social inamovible, pero que en realidad parecen ser el serrucho con el que, como el personaje de Wile E. Coyote de los Looney Tunes, están cortando la rama --la Civilización Occidental-- en la que se encuentran encaramados.

Por el contrario, estamos no ante la búsqueda de convertir a los seres humanos en memorias informáticas grabadas en la nube, ni en seres producidos en laboratorios en castas de esclavos como lo predijera Huxley, como lo quisieran algunos chalados que desde lo alto de sus fortunas esperan comprar inmortalidad y supremacía eterna a la vez, sino simplemente, ante lo de siempre: objetivos políticos de hegemonía y control; en este sentido, posiblemente la Casa de Saud ha encontrado la vía para lograrlo, y esto es a través del control de la fuente de energía más eficiente e incluso, barata que existe hasta ahora: los hidrocarburos.

Veamos por qué:

Primero: ¿Es China realmente la Gran Potencia que parece? Es decir, es indudable que la China de Xi Jinping es infinitamente más poderosa y próspera que la de Mao en los años setenta, sin embargo, cuenta con una enorme y propia burbuja inmobiliaria, en la que está a punto de tronar la principal inmobiliaria, Evergrande, y precipitar con ella hacia abajo todo el tinglado del poderío económico chino; mismo que además, se encuentra estrechamente relacionado con EUA, puesto que la prosperidad china, en buena medida se debe a las inversiones que, desde el inicio del mandato de Deng Xiao Ping a fines de los 70, realizaron las empresas norteamericanas en el Celeste Imperio; así, la política que asumía Trump en que pretendía restaurar la producción industrial en EUA resultaba peligrosa para Pekín, pues podía perder las fuentes de empleo y de ingresos que representan las plantas industriales de empresas norteamericanas en su territorio; afortunadamente para Xi, las élites norteamericanas se oponían a eso como a todo lo propuesto por el neoyorkino, pues no querían perder la mano de obra barata china.

Así, por un lado, es prácticamente imposible que exista un conflicto escalado entre China y EUA, estando tan interdependientes las economías de ambas potencias, y es más, teniendo en todo caso el país americano la ventaja, puesto que sus empresas, cuando así lo consideren, pueden retirar sus inversiones del Imperio de los Dragones y colocarlos en otros países que les ofrezcan más o menos similares ventajas: la India o Brasil, es más, dentro del esquema propuesto por el dócil AMLO --quien no exige disculpas a los gringos por 1847, pero sí a España por 1521, cuando México no existía-- de un Tratado de Libre Comercio que englobe a todo el continente americano (incluyendo a los regímenes izquierdistas, para con los que el actual Partido Demócrata tiene cierta cercanía ideológica), en cualquier otra parte del Nuevo Mundo, lo que además, le quedaría más cercano.

Además, China no es un productor de energías, sino el mayor consumidor de las mismas, con lo que depende de las potencias islámicas, como Irán, Arabia misma, o también de Rusia, para surtirse de combustibles. Con lo que tenemos una economía dependiente del extranjero tanto en la necesidad de percibir inversiones de fuera, como insumos.

Internamente, la actual administración de Xi se ha lanzado a una campaña para asegurar la obediencia de magnates como Jack Ma, o de estrellas de la farándula china, tratando de evitar el "culto a las celebridades", esto puede leerse que, ante el peso que puede advertir, tienen este tipo de personajes sobre las sociedades occidentales, y que son producto de la economía capitalista, quiere evitar que algo similar ocurra en China, lo que pondría en riesgo el régimen hegemónico y control exclusivo del poder que ejerce el Partido Comunista Chino, lo que ilustra que existen tensiones sociales internas que, ante una crisis económica de grandes proporciones, que puede ocurrir si revienta la burbuja inmobiliaria, puedan generar en exigencias de cambio o incluso, en un estallido contra el aristocrático partido de herederos de Mao.

Segundo.- Arabia tras bambalinas: Como lo dije en un post anterior, la Casa de Saud ha buscado, desde el siglo XVIII, en que apareció en la convulsa política de la decadencia del Califato Otomano enarbolando el Wahabismo-Salafismo, la preeminencia en el Mundo Islámico, y quizá más allá; hoy por hoy, se le considera la segunda familia más rica del mundo detrás de los banqueros Rothschild, pero yo me atrevo a creer que son la primera, después de todo, ellos son propietarios de bienes físicamente reales y existentes, empezando por todo un país y sus reservas petroleras, mientras los anglo-austro-judíos, dependen de movimientos financieros y por tanto, de montos virtuales que existen como meros asientos contables electrónicos.

Además del petróleo, los miembros de la familia Saud, por ellos mismos, o por medio del Estado que, en realidad, es un feudo o posesión personal, o igual sus satélites, constituidos de manera tan similar, controlan aerolíneas, clubes deportivos, y financian federaciones atléticas internacionales, aerolíneas, navieras e inmobiliarias, todo lo necesario tanto para lavar su imagen, comprarse impunidad y también, desaparecer, ser invisibles.

Así, nadie cuestionó la nacionalidad saudita de la mayoría de los perpetradores de los ataques del 11 de septiembre, finalmente, todo se achacó a Al-Qaeda y a Osama Bin Laden, personaje perteneciente a la aristocracia saudita y líder de un movimiento cocinado entre Arabia y EUA en los años 80 para luchar contra la URSS en Afganistán, que se había salido de control, presuntamente, o se había rebelado ante la presencia norteamericana en la Tierra Santa del Islam... ¿será? ¿No habrá sido, el 11-S, un verdadero golpe mediante el cual la Casa de Saud sometió, a partir de ese momento, al Gobierno Norteamericano a su voluntad, convirtiéndolo en su sicario? ¿No habrá sido la política seguida por Trump de buscar la independencia energética de EUA la que selló tanto la andanada de medios y fuerzas políticas en contra de su presidencia durante cuatro años, que culminó con el fraude electoral en el mes de noviembre pasado?.. junto, claro, las medidas que amenazaban la interrelación económica entre China y las grandes empresas estadounidenses.

Arabia no podía permitirse la pérdida de un mercado tan importante como el norteamericano para la venta de su petróleo; la estrangulada Venezuela Chavista, aliada y patrocinada por Moscú, Teherán y Pekín, sólo puede encontrar en el petróleo su única esperanza para seguir sosteniendo el régimen; lo mismo Cuba, que revende lo que le envía Caracas. ¿Qué hizo Biden nomás llegar a la Presidencia? Canceló los proyectos de fracking y la inversión en ello con pretexto ambientales y canceló su acuerdo con Canadá para la construcción de un oleoducto...

Tercero: La estafa de las energías limpias: Greta Thunberg hace su tour en Europa para sermonear a gobiernos y audiencias acerca del cambio climático; en Alemania, la, al fin, ya ex-Canciller Angela Merkel dejó un legado consistente, entre otras cosas, en la prohibición de la energía nuclear y de las plantas termoeléctricas alimentadas con carbón mineral. Se apuesta por las energías limpias o renovables, como la solar o la eólica, y Elon Musk promueve el vehículo eléctrico con el interés de expandir las ventas de sus lujosos vehículos eléctricos Tesla... aunque las consecuencias no estén siendo las esperadas.

Aquí en México, el Gobierno de AMLO ha planteado hacer una contrarreforma eléctrica que vuelve a concentrar en manos del Estado la generación de electricidad, rechazando la co-generación por particulares, por un lado, y por otro, se cierra la puerta para las energías limpias... las explicaciones de la Administración morenista han sido infantiles: "que no se genera energía en los días nublados", por ejemplo; mas esto hay que entenderlo que son dirigidas a su público, la gente de las clases más bajas y, muchas veces, más ignorantes, de la población, existe, por supuesto, la intención de revivir a un muerto como es PEMEX, la empresa estatal petrolera, y para ello, el no cometer el error de apostar por energías limpias que impidan aprovechar el momento... si tuviéramos todavía petróleo qué explotar, como cree el tabasqueño.

La realidad es que tanto la energía solar como la eólica, o la que aprovecha las fuerzas de las mareas o el oleaje son muy ineficientes, puesto que se necesita de enormes áreas sembradas con paneles solares o la instalación de altas torres en las que se sostienen los coloquialmente llamados molinos de viento, y la hidroeléctrica necesita de ríos caudalosos con caídas de agua con la suficiente fuerza como para impulsar los dínamos o turbinas, cosa que no siempre se da, a fin de generar los kilovatios suficientes para poder ser aprovechados; además, no son tan inocuas para el ambiente: los campos en los que se instalan celdas solares quedan inutilizados para cualquier otro uso, incluso en lugares desérticos, alteran el ecosistema, pues debajo de ellas todo queda bajo sombras, y cuando las celdas terminan su vida útil, se convierten en desechos contaminantes. Los molinos o generadores eólicos, por su parte, generan corrientes de aire que alteran el vuelo de las aves, incluso, causarles la muerte, además de que, por su puesto, impiden que los terrenos en los que se instalen puedan servir para la agricultura o ganadería con el cableado subterráneo que une los generadores a la red eléctrica, la hidroeléctrica, modifica los cursos de los ríos y afecta las migraciones de los peces y demás animales fluviales.

Por ello, resulta que en los lugares donde se han adoptado estos métodos de energía, ésta se ha encarecido, y además, ha terminado con la independencia energética: el caso de Alemania es paradigmático, sin centrales termoeléctricas, ni nucleares, sólo queda importar gas natural de Rusia, y no sólo pasa con la potencia germana, toda Europa se encuentra ahora a merced de Moscú, que vende de esta manera el combustible a precio de oro, más cuando se empieza a enfriar el ambiente y se prevé un invierno crudo. Para colmo, la administración Biden retiró las sanciones económicas establecidas por el gobierno de Trump a los rusos por la anexión de Crimea, que impedían la terminación del gasoducto Nordstream, mismo que además, afectará negativamente a Ucrania, pues el gas no pasará ya por la antigua provincia fronteriza del gigante eslavo y Kiev disminuirá sus ingresos por peaje al gas.

Así, detrás de la histeria del calentamiento global y de las energías limpias existe otra intención que no tiene nada de noble: beneficiar a los países productores de energéticos como Arabia Saudita, Rusia o Irán, en vez de reducir el consumo de los combustibles fósiles, éste aumentará, pero sobre todo, se fortalecerá el acaparamiento del mercado energético por unos cuantos productores, que así, obtendrán un poder mayor, eliminando que los consumidores obtengan energía por medios alternos que sí son efectivos, como la instalación de centrales nucleares, o bien, a través del fracking, la obtención de petróleo en lugares donde aparentemente éste es inexistente. Así, existirá una dependencia de los países industrializados a los países productores de energía.

Cuarto: La Destrucción de la Industria del Entretenimiento Occidental: Además del control de la energía, también el control de la información es vital, más cuando la misma se emplea para difundir ideas políticas o relativas a la concepción de la sociedad, la familia y el propio ser humano. 

En este sentido, la inundación que ha estado sufriendo cada vez más Hollywood, y la industria editorial de los cómics estadounidenses sobre superhéroes, en particular los casos de las dos mayores editoras: DC y Marvel, en sus contenidos desde hace unos diez años a la fecha, del credo progresista: "inclusión y diversidad", de LGTBQ, cambios de razas y el otorgamiento a personajes femeninos de papeles propios de personajes masculinos, por ejemplo, supuestamente es para difundir la tolerancia y la aceptación de los "diferentes", pero esto no es así, las ventas de los cómics norteamericanos de ambos colosos del género se hunden, y producciones audiovisuales que se han centrado en este mensaje, como la serie Batwoman, caen en los ratings... nadie las ve, como ya lo hemos dicho anteriormente.

Lo último, ha sido la creación de un nuevo Superman, Jonathan Kent, hijo de Clark Kent/Kal-El, al cual no solamente lo hacen bisexual y enamorado de un reportero de origen asiático y de cabello teñido de rosa, sino que además, protesta contra el cambio climático y otros "problemas del mundo real"...

El problema aquí, es que se pretende la utilización de personajes tradicionales y ya más que establecidos para difundir este tipo de mensajes, en vez de crear nuevos personajes, o, como sucede en el manga/anime japonés, un género exclusivo para tratar estos temas de los gustos sexuales diversos, pero además, de que en el contexto fantástico en el que se mueven los personajes creados, en este caso por DC, los problemas que vivimos en la realidad no tendrían cabida, veamos esta ilustración:

Superman's Next Big Fight Is Against Climate Change | Screen Rant

Primero: uno de los que protestan junto a este nuevo Superman, trae una pancarta en que dice "No hay un Planeta B", lo cual contradice uno de los principios básicos de DC que le permitió, durante décadas, antes de la imposición del discurso ideológico de la agenda del Partido Demócrata, brindar a sus guionistas y dibujantes una enorme libertad creativa: el multiverso, según el cual, existe una pluralidad de universos y por tanto, de mundos paralelos en los que tienen lugar las aventuras de diferentes versiones de los personajes; aparte de que, en cada universo, la existencia de multitud de planetas en los que existe la vida es algo real, conocido y aceptado por los habitantes de esas Tierras ficticias, así que hay más que un abecedario de planetas...

En segundo lugar, pensemos el caso de la contaminación de los mares. Tanto en el contexto de las historias de DC como en el de Marvel, el reino sumergido de Atlantis existe y es reconocido por los Estados de la Comunidad Internacional que se encuentran en la superficie de la Tierra, gobernado ya sea por Arthur Curry/Aquaman en un caso o por Namor/Submariner en el otro; si los Estados de la superficie arrojan desechos al mar, esto le causaría daños a estas sociedades de las profundidades, por lo que, se podría tratar el tema, inteligentemente con historias en que crece la tensión entre el mundo sumergido y el de tierra firme, con la amenaza de una guerra, sanciones decretadas por los héroes marinos o la llegada a un acuerdo para el tratamiento de residuos, y en el caso del cambio climático, vamos, si en DC existe el uso de tecnologías avanzadísimas por genios como Luthor o Bruce Wayne/Batman y sus empresas, o alienígenas todavía más avanzados en contacto con la humanidad, y hasta la magia con personajes como Raven o Zatanna, o héroes con poderes capaces de alterar la estructura atómica de la materia como Firestorm, el problema se resolvería de esa manera y no con marchas exhibiendo carteles.

Esta estupidez y falta de lógica, así como la forzada alteración de personajes, además de la sobreexplotación del género en los medios y el hartazgo de las audiencias es lo que está tronando a la industria del cómic, pero también de la TV y del cine, junto con la falta de originalidad; aún así, las empresas continúan con estos contenidos y produciéndolos, sabiendo conscientemente, que esto les hunde, pero siguen en ello ¿porqué?

No creo que se trate, salvo en el caso de algunos dibujantes y guionistas, de un fanatismo ideológico, y ahí, puede que se trate de tontos útiles; creo más bien, que se trata de un suicidio planificado y dirigido para lograr la quiebra de las principales empresas de medios y entretenimiento de EUA, incluyendo a un coloso aparentemente invencible como Disney. ¿Para qué? Probablemente para que le salga barato a chinos e islámicos el comprarlas, y también, para que los contenidos producidos en Occidente dejen de ser atractivos y sean rechazados, mientras que los contenidos asiáticos, por ejemplo, pasen a difundirse y ser absorbidos por los Occidentales.

¿O acaso es mera coincidencia el éxito de una serie coreana como El Juego del Calamar, el arrasamiento del mercado del cómic por parte del manga Demon Slayer, y la cada vez mayor demanda por el anime nipón?

Concluyendo: estamos en un punto de inflexión, en el que el predominio Occidental se derrumba y es sustituido por el predominio de otros centros de poder, todos situados en Asia: Rusia, el Islam, China, Japón y Corea, algunos por su control sobre las fuentes de energía, otros por su influencia cultural. No cabe duda que el mundo, en algunas décadas, será muy diferente a como lo hemos conocido hasta hoy.



11 de octubre de 2021

LA CRISIS DE ESTADOS UNIDOS

 Verán los conservadores la luz sobre la secesión? | Centro Mises (Mises  Hispano) Centro Mises (Mises Hispano)

En el post anterior dije que EUA también va a pasar a la Historia como un fracaso, otro país inventado en este continente surgido de la colonización europea: española, británica y portuguesa --la presencia francesa, la verdad, fue marginal-- en el que, a partir de 1776 comenzaron a surgir países artificiales, empezando, precisamente con nuestro vecino del norte, el cual, muy probablemente fue concebido como un experimento social y político de la aplicación de las ideas de la Ilustración, quizá echado a andar por la masonería del Gran Oriente Francés, y a la vez, un proyecto borbónico que desató fuerzas o efectos que los propios Borbón no serían capaces de controlar y que les costaría la pérdida del trono francés y de los territorios americanos de España. A veces creo, y me parece que haya sido plausible, que lo que Jefferson, Franklin y demás buscaban era sólo amagar y presionar a la corona británica para obtener representación parlamentaria en Westminster, pero que fueron empujados a la independencia por España y Francia, ambos gobernados por la Casa de Borbón, deseosa de vengarse por las derrotas en la Guerra de los Siete Años... así se explicaría el famoso memorial del Conde de Aranda, en el que éste advertía a Carlos III de España sobre el Frankenstein que acababan de crear, al consumarse la independencia americana con el Tratado de París de 1783.

Hoy, tras doscientos treinta y ocho años de aparente éxito, el experimento comienza a mostrar señales de peligro y deterioro, y de que siempre se ha sostenido sobre bases endebles cuyos crujidos ante los sismos que produce la Historia se escuchan cada vez más fuertes, anunciando la posibilidad de derrumbe.

Muchos dirán que Estados Unidos de América es la más grande potencia jamás existente, pero esto no es cierto, la realidad es que es un Imperio fallido que jamás pudo consolidarse como tal, y cuyo crecimiento se debió no tanto a sus éxitos como a la debilidad y errores de las potencias europeas, que estuvieron muy preocupadas por sus rivalidades, dejando a EUA, junto al resto de América, un tanto olvidadas y en el aislamiento, interesaban únicamente como fuente de materias primas, como el algodón o el tabaco de Virginia y Georgia, o como deudor para la banca londinense, lo mismo que los vestigios del Imperio Español. Los primeros gobiernos norteamericanos, motivados por la creencia fanática derivada de las doctrinas calvinistas, en el Destino Manifiesto, sin embargo, no dejaron de creer que el nuevo país que habían creado estaba llamado a ser algo nuevo y a tener un futuro maravilloso como "pueblo elegido" para extender los ideales de Democracia y Libertad... concebidos desde la perspectiva --liberticida en realidad-- del protestantismo más irracional, sentimental, puritano y angustiante.

Sin embargo, las élites norteamericanas, conformadas por descendientes de segundones de la nobleza británica sin fortuna, que en América encontraron la manera de enriquecerse rápidamente, o refugio para las extravagantes sectas derivadas de los múltiples cismas sufridos por el Anglicanismo, el Luteranismo y el Calvinismo en su caos teológico, fueron más inteligentes de lo que serían las élites criollas hispanoamericanas cuarenta años después, y decidieron no matarse entre ellos --de momento, eso lo dejarían para 1860-- por modelos de país o por el poder en bruto, fijaron las reglas del juego: la Constitución de Filadelfia de 1787 y las aceptaron; finalmente, el chiste era crear un sistema que aplicara las ideas de la Ilustración, que estableciese una república en vez de la monarquía británica, pero que, en esencia, dejara las cosas como estaban... finalmente al día de hoy, existen dos apellidos en la política norteamericana ya presentes desde los primeros asentamientos en Nueva Inglaterra: Clinton y Bush, que siempre se han mantenido en la cúspide de la pirámide.

De igual manera, e impulsados por esa idea fanática religiosa puritana del Destino Manifiesto, es que buscaron una expansión territorial a expensas del México recién independizado y posesiones británicas que le fueron vendidas por una corona británica que nunca comprendió a cabalidad la riqueza que podía tener en sus posesiones en Norteamérica sino hasta más tarde, o Francia, con un Napoleón para el que la Louisiana era sólo un terreno baldío y España que le vendió la Florida necesitada de recursos tras haber sido vapuleada por la ocupación de las fuerzas de Bonaparte. Y al final, la adquisición de Alaska, por la venta hecha por Alejandro II, algo que casi un siglo más tarde Stalin recriminaría, pues aquello hubiera representado la victoria en la Guerra Fría. 

Pero tras esas adquisiciones territoriales, Estados Unidos dejó de buscar la expansión territorial; cierto, vino la Guerra contra España en 1898, que tuvo como principal objetivo sacar definitivamente a España de América y evitar que una potencia europea siguiera con influencia en su patio trasero. Cuba se independizó bajo su égida, aunque luego no podría evitar que se convirtiese en un enemigo con el que tiene una extraña relación, porque le ha dejado vivir, como ya lo he platicado antes aquí, en su vecindad e influir en el contenido y quizá hasta en su interior a través de la Izquierda. Filipinas sería un protectorado que obtendría la independencia tras la Segunda Guerra Mundial bajo el dictador Ferdinando Marcos y su extravagante esposa Imelda, tras ver destruida su identidad hispana, y Puerto Rico se mantendría adherido en una situación extraña como "Estado Libre Asociado". 

Posteriormente, Estados Unidos ha intervenido en multitud de conflictos, pero en realidad, no ha ganado ninguno por sí mismo y ninguno ha refrendado realmente un carácter genuinamente imperial, como si lo tuvo Inglaterra, España o incluso Francia o Portugal, en el pasado, vamos:

  • En la Primera Guerra Mundial, Estados Unidos intervino del lado de los aliados en contra de Alemania tras descubrirse el "telegrama Zimmerman" con el que se prometía a México, de parte del Kaiser la recuperación de sus territorios perdidos en 1847 a cambio de que atacara a EUA; realmente, la postura era suicida, y hasta estúpida de parte de los alemanes, tomando en cuenta que México estaba inmerso entre 1916 y 1917 en una guerra civil en que Carranza, si bien era el caudillo más fuerte, aún no podía contar con estabilidad y consolidar su Gobierno, con todo y un Constituyente en marcha. No era un peligro serio; EUA interviene como parte del negocio que ya llevaba a cabo de financiar y proveer a los aliados, la entrada en la guerra fue muy tardía, pues sus tropas no llegaron al frente occidental sino hasta ya empezado el año 1918, y si bien constituyeron refuerzos importantes, la derrota del ejército del Segundo Reich se debió más a su agotamiento y a las malas decisiones de su alto mando que al empuje del --por demás poco capaz, pues anteriormente no pudo capturar a un bandolero como Villa-- General Pershing y sus tropas.
  • En la segunda Guerra Mundial, y pese a la propaganda, la victoria del bando aliado sobre la Alemania Nazi se debió al sacrificio inmenso de la Unión Soviética, mismo que ciertamente, contó con el apoyo financiero y de materiales de EUA, quien sí llevó el peso de la contienda en el Pacífico contra Japón, pero que en el frente norafricano y europeo tuvo en realidad un peso secundario, el frente occidental sirvió de distractor para que la aplanadora rusa pudiese empujar a la Wehrmacht hasta Berlín; norteamericanos y británicos se empantanaron tras el desastre de Market Garden y las Ardenas, además de la absurda orden de frenar a Patton, el general más hábil de las armas americanas que más tarde sería al parecer asesinado para que no generase problemas con Moscú y no fuese rival político para el general de oficina Eisenhower.
  • Corea terminó en un humillante empate porque el Presidente Truman, un hombre inculto, de pocas luces, corrupto y mediocre, frenó a McArthur, un genio militar pero que era incómodo igualmente para la Clase Política Norteamericana, además de que quiso evitar un conflicto contra la Rusia de Stalin por invadir a China, recientemente conquistada por Mao, como lo proponía el gran general.
  • Vietnam, ni se diga, una guerra innecesaria por creer que el movimiento nacionalista de Ho Chi Minh sería desde el principio comunista; a pesar de los repetidos intentos de Ho por ser reconocido como aliado de EUA, desde la década de 1920, los norteamericanos, para evitar verse enfrentados a Francia, tomaron la batuta de estos y se vieron envueltos en una guerra brutal y sangrienta que fueron incapaces de ganar, golpeados por la propia Izquierda norteamericana en la farándula --Jane Fonda-- y en las universidades, terminó con la retirada humillante de Saigón y posteriormente, la tan ansiada alianza entre Vietnam y EUA ante un peligro común: China.
  • Pese al mensaje de difundir el respeto a la Democracia y los derechos humanos, EUA aceptó aliarse y hacerse de la vista gorda con dictaduras siempre y cuando éstas le permitiesen contrarrestar los avances del Comunismo, incluso, fomentando el Islamismo Wahabita-Salafista, como lo hemos dicho, y qué decir de los regímenes militares en Hispanoamérica; aún así, apoyó a Fidel Castro en Cuba quien después cambió de bando e hizo migas con Moscú, para luego ser incapaz de frenar la influencia del régimen isleño en el continente.
Estos son algunos ejemplos de cómo EUA no consolidó una verdadera dominación imperial sobre el mundo, en mucho, porque ideológicamente desde el principio no podía convertirse en un imperio cuando surgió de una rebelión contra otro imperio; pero también, por la visión mercantilista y los intereses financieros e industriales que han dominado su política: la guerra es un negocio, y es mejor mantener vivos los posibles conflictos con la conversión de aliados en enemigos y viceversa para nutrir a las empresas y bancos proveedores de armas y recursos para las aventuras bélicas, dándole cada vez más un poder mayor a estas entidades e intereses privados que finalmente, se han ido contra el propio Estado.

Porque quizá donde más se aprecia la crisis es al interior: la idea de querer fundar un "mundo nuevo", la "ciudad en la colina", o la "nueva Jerusalén", llevó a los norteamericanos a rechazar la herencia cultural británica, crearon una especie de cultura similar a un recipiente genérico, un tupperware, en el que todo cabe, sustentada en meros conceptos políticos y económicos: Democracia, Libertad, Capitalismo, al verse dueños, tras la derrota mexicana, de un inmenso territorio, y por sus prejuicios protestantes que generaron o justificaron el racismo, sin contar con la población anglosajona necesaria para ocuparlo, rechazaron integrar a los indígenas a la nación, y abrieron la puerta a la inmigración masiva, además de depender de mano de obra esclava de los africanos. Sin embargo, las diferentes comunidades étnicas no se integraron ni mezclaron casi, no ocurrió un fenómeno de mestizaje, ni ocurre en la actualidad, como sí ocurrió al sur del Río Bravo. La migración y la adopción de logros de otros lados alimentó ciertamente el desarrollo de la ciencia, la técnica y la educación en EUA, pensemos por ejemplo, en la carrera espacial y la conquista de la Luna, finalmente fue la obra de un alemán: Werner Von Braun, y la tecnología tomada del Tercer Reich, que colaboró con los norteamericanos a cambio de, hay que decirlo: impunidad por posibles crímenes de guerra.

Como resultado, no se generó una verdadera identidad nacional, en un país que ni siquiera tiene un nombre propio que identifique su Historia, su origen o sus raíces, sino que es una genérica referencia a su régimen político y cuyos habitantes, sólo tienen como referencia geográfica la del continente, por lo que para referirse a su país tienen que llamarle America, al no tener otra manera de decirle sin recitar el largo nombre oficial y sólo así darse un gentilicio que los refiera a un lugar. 

El Puritanismo degeneró en el Progresismo, que lo mismo que el primero, desea construir la utopía de una sociedad perfecta y pura, en la que todos sean incluidos y no haya ofensas para nadie, en que todos los defectos y errores no sean perdonados, porque son contrarios a la pureza, por eso, se derriban monumentos a Colón o a Washington por haber sido esclavistas y no haber pensado como en el siglo XXI viviendo en los siglos XV o XVIII; a lo que se añade la llamada Generación de Cristal, formada en el bienestar de décadas y que no resiste las mínimas presiones o dificultades, y que actúa bajo una concepción voluntarista y sentimental, que no acepta la realidad y ha convertido en tema principal, la identidad sexual, los fetichismos, perversiones y en general, los gustos de alcoba se convierten en temas centrales y definitorios de la persona, impulsados por una mentalidad antinatalista y Malthusiana que busca la reducción de la población para optimizar los recursos para producir innumerables chácharas para sostener una economía basada en el consumo.

Lo que hemos visto desde marzo de 2020 ha sido una serie de acontecimientos cuyo impacto irá más allá de estos años. Sin duda, estamos ante un punto de inflexión de la Historia; como lo he mencionado, la evidente derrota de EUA en Afganistán --porque eso es, es una derrota en toda la regla-- es sólo uno de los síntomas de la crisis que está cimbrando a nuestro vecino del norte, crisis que se ha venido gestando, precisamente desde hace veinte años y que finalmente, ha terminado por estallar ante la suma de varios factores:

  • El auge de las ideologías progresistas y los movimientos identitarios.
  • El accidentado final del Gobierno de Donald Trump, mismo que puso en evidencia la fractura interna en la sociedad norteamericana, de un lado, unas élites financiera, tecnológica, burocrática y de las comunicaciones/espectáculos, que han abrazado el credo progresista contra una clase media mayormente conservadora, así como la división entre el Estados Unidos urbano y "liberal" de ambas costas y el centro rural y conservador.
  • El conflicto electoral que sembró serias dudas respecto al sistema democrático y constitucional estadounidense y que llegó a su punto álgido con la toma por manifestantes del Capitolio en Washington, D.C., el 06 de enero último.
  • La pandemia del COVID, que se ha convertido en la principal bandera para todos los conflictos políticos internos en EUA.
  • La crisis migratoria en la frontera sur y la incapacidad de plantear una respuesta ante el ascenso de la Izquierda al sur del Río Bravo, ni ante la posibilidad de quiebre del régimen comunista cubano.
  • La competencia económica china, y la injerencia política de Arabia Saudita de la que hablé en un post anterior.
  • La derrota en Afganistán, que derrumba definitivamente el mito de la supremacía militar norteamericana y parece poner punto final a su intervencionismo en el exterior.
  • La crisis de confianza entre EUA y sus aliados de la OTAN, evidenciado con el conflicto de los submarinos australianos que acaba de estallar con Francia.
  • La aparente realización de un golpe de Estado en la sombra efectuado por la cúpula militar norteamericana en contra de Trump, con la "bendición" de Pekín, según todo lo indica.
Perdonarán muchos de ustedes mis lectores que estos últimos posts me haya dedicado a tratar el tema de Estados Unidos de América, pero es que a nivel internacional no hay nada más importante que esta crisis que estamos viendo, ya que, al ser hasta ahora la república del norte la principal potencia mundial, lo que ocurra respecto a ella repercutirá en todo el mundo, principalmente en la Civilización Occidental, y por supuesto, en México; de hecho, hemos empezado a ver las consecuencias de la debilidad y de lo errático de la política seguida por la Administración que encabezan Joe Biden y Kamala Harris.

Y la verdad, el panorama no luce alentador para nadie.

En EUA se está dando una polarización política cada vez mayor y una división en la sociedad muy peligrosa para la unidad nacional. Es un proceso que inició bajo Obama, quien, lejos de simbolizar una reconciliación interna entre la población anglosajona y la de origen africano, que en el pasado, durante la etapa colonial y los primeros ochenta años de vida independiente fuera sometida a la esclavitud y luego a un régimen de discriminación y segregación racial por otros cien años en buena parte del país, reabrió las heridas y contaminó la vida política y social del país con el discurso de la Izquierda de luchas entre opresores y oprimidos, reivindicaciones artificiales e identidades, que han dividido y fragmentado, y llenado de odio el ambiente, y todo con la simple finalidad del lucro político para el Partido Demócrata.

Trump por su parte, alentó aún más la división erigiéndose en el discurso --y poco en los hechos, salvo su postura pro-vida-- como quien reivindicaba al clasemediero norteamericano (de todas las etnias y no solamente al WASP) contra las élites mezquinas, a quienes en realidad no tocó ni un pelo; y si bien, por un lado, el neoyorkino atizó una campaña viral en Internet sustentada en teorías de la conspiración a través de ese movimiento llamado Q-Anon, las élites respondieron mediante los medios masivos demonizando al entonces mandatario al que no se bajaba de todas las fobias ni dejaba de achacársele tendencias autoritarias.

Sin embargo, la figura de Biden en la Casa Blanca parece ser todo aquello que le achacaban al magnate convertido en político. El otrora Vicepresidente con Obama ha resultado --cosa curiosa-- muy similar a lo que es Andrés Manuel López Obrador en México, a quien, aparentemente, no considera bien. Ambos mandatarios aparentan cierta senilidad, pero en realidad resultan ser dos adictos al poder, que buscaron siempre la primera magistratura hasta obtenerla ya siendo ancianos, con discursos en pro de la honestidad, pero plagados de mentiras y realidades corruptas y oscuras, que reaccionan con ira, descalificaciones sarcásticas e incendiarias a los opositores y críticos, y han desplegado una pasmosa ineptitud en el ejercicio del poder presidencial, cada uno en su contexto; de súbito, los dos países más importantes de Norteamérica se encuentran gobernados por dos viejos veteranos de la política partidista, izquierdistas recalcitrantes, pero sobre todo, que ven al poder como un fin, pero no como un medio para lograr el bien común, sino sólo para el enaltecimiento de su ego y el engrosamiento de sus fortunas personales y las de sus familiares.

Sus planteamientos para el combate del coronavirus, como es la obligatoriedad de la vacunación, el señalar que los patrones despidan a los trabajadores no vacunados, y sus ataques a los gobernadores republicanos, como Ron de Santis del estado de Florida, por ejemplo, muestran una vena autoritaria que Trump jamás llegó a tener, así como una intención de invadir la esfera de la autonomía de los estados, esencia del sistema federal y lo que es más, derechos fundamentales, como la autonomía de la voluntad de las personas, un pilar del sistema norteamericano. 

Si en los primeros meses del Gobierno de Biden, ante sus constantes dislates que hacen sospechar de que padece de sus facultades cognitivas, se hablaba de la "Administración Biden-Harris", sin embargo, la Vicepresidente cada vez más decepciona a propios y extraños, desde que ante la crisis migratoria, Biden le nombró encargada de la situación en la frontera, la californiana se ha comportado igualmente de manera errática, y en las entrevistas siempre termina carcajeándose nerviosamente, para ahora desaparecer ante la debacle afgana, y una total inacción ante la situación fronteriza, la cual parece estar siendo orquestada por carteles del narcotráfico y trata de personas ante la impotencia de los dos seniles mandatarios a ambos lados del Río Bravo, mientras se multiplicaban las denuncias de antiguos empleados en contra de la californiana, que la señalan como iracunda, que emplea el acoso laboral y el despotismo para con su equipo de trabajo, así como tener una carrera inflada por sus relaciones personales y conectes, sin más méritos que el ser mujer y ser descendiente de inmigrantes.

Lo que más impacta quizá sea la verdadera catástrofe que se encuentra en la jefatura de las fuerzas armadas (teóricamente) más potentes del mundo. La verdad es que han incurrido en verdadera traición, con la confesión hecha por el Jefe del Estado Mayor Conjunto, el General Milley, hecha al periodista (y activista de Izquierdas) Bob Woodward, de que, al ser un opositor a Trump y temer que éste iniciara una agresión contra China, se comunicó con el alto mando chino para tranquilizarlos, en el sentido que, de existir algún posible ataque contra el Celeste Imperio, él mismo les avisaría con tiempo para que estuvieran preparados...

Ante todo esto, hay que señalar que lo que principalmente está provocando el quiebre de Estados Unidos es la cada vez mayor brecha existente entre las dos posturas ideológicas que se enfrentan; si uno ve o lee los comentarios de representantes del conservadurismo norteamericano, como a Tucker Carlson de Fox News, o a Ben Shapiro y Matt Walsh de Daily Wire, es que ellos se ciñen a la letra a la doctrina del destino manifiesto y al excepcionalismo norteamericano, una creencia romántica de Estados Unidos como el "mejor país del mundo", a la que se contrapone la visión de la Izquierda Norteamericana extrema, como Black Lives Matter o Antifa, y que incluso comparten muchos hispanistas que predican el antiamericanismo: una verdadera "leyenda negra" que plantea que EUA se encuentra "maldito" desde su origen por el "racismo sistémico".

Pero vamos, ni tanto de un lado, ni del otro. Hay que reconocer, por un lado, que la Izquierda norteamericana ha hecho algo bueno en cuanto a abrir espacio a la autocrítica de Estados Unidos tanto por lo que ve a sus reales y graves problemas internos, como respecto a sus políticas al exterior, realmente agresivas e imperialistas, además de fallidas; hace unos años, causó cierta polémica la escena de una serie de TV con el actor Jeff Daniels en la que éste, interpretando a un periodista que da una conferencia a estudiantes universitarios en la que señalaba que EUA no era el mejor país del mundo, ni el más democrático, ni el de mayor bienestar del mundo, y es cierto; países como Japón, Suiza, Austria o Nueva Zelanda cuentan con un mejor nivel de vida que EUA, y son bastante democráticos. En julio pasado, causó polémica un número del cómic del Capitán América, en el que el patriótico personaje de Marvel reconocía que el American Dream no era más que un mito, desmentido por la dura realidad que muchos norteamericanos viven y el desengaño de muchos inmigrantes al llegar a la "tierra de las oportunidades" y enfrentar pobreza, desempleo, crimen y discriminación, lo cual también es cierto.

En este sentido, resulta curiosa la postura cada vez más sensata que ha venido adoptando en el último año el comediante Bill Maher, que si bien es un ateo recalcitrante y crítico de la moral tradicional cristiana, cada vez aparece más abierto de manera inteligente a ella, así como cada vez más se distancia de la Izquierda Progresista y su discurso extremo: señala cómo EUA no es un país perfecto, y ninguno lo es, y tiene muchos y muy serios problemas sociales, económicos y políticos, como cualquier otro, y que ideas tales como el destino manifiesto, excepcionalismo norteamericano y american dream, por supuesto que son mitos, mismos que han sido necesarios para impulsar el patriotismo y la lealtad a una serie de ideales identificados con el país y estimular la integración de las oleadas migratorias llegadas a EUA; pero que también, los problemas existentes no son tan graves como para decir que se trata de un país monstruoso o de una sociedad cruel e infernal, como la Izquierda predica en su mensaje enfocado en la necesidad de una transformación; los inmigrantes, llegan a EUA no porque crean que sea el paraíso en la Tierra, sino porque a comparación de los lugares horrendos de donde salen, es un lugar mucho mejor, y en el que sí existen más y mejores oportunidades de una vida mejor. Como el propio Maher lo señala, quizá no haya imagen que mejor ilustre esto que ver a afganos desesperados entregar a soldados gringos a sus bebés, pidiéndoles que los traigan a este continente, porque consideran que en EUA tendrán oportunidades de crecer y desarrollarse, lo cual los Talibán están truncando en su propia tierra... una imagen poderosa sin duda:

Bebé afgano entregado a soldados de EU en el aeropuerto de Kabul

EUA ha cometido enormes crímenes en su Historia, le arrebató injustamente, a México, la mitad de su territorio, por ejemplo, y arrojó dos bombas atómicas a Japón; país que tampoco fue un ejemplo de ética y de respeto al Derecho Internacional con sus vecinos, pero también es claro que ha intentado ser un Imperio Generador, y no solo un depredador: el Plan Marshall y la reconstrucción de Japón tras la Segunda Guerra Mundial así lo demostraron, y en mucho es posible que el establecer regímenes democráticos en países invadidos haya sido una verdadera convicción, más allá de intereses mezquinos de sus élites; quizá no le ha salido bien del todo, y sólo España logró triunfar en el proceso de creación de naciones modernas tras la Conquista en el siglo XVI, decididamente, Estados Unidos ha fracasado como Imperio, pero lo ha intentado.

Y es que nos guste o no, EUA es la cabeza de Occidente; los modelos alternativos al propuesto por los gringos con todo y sus defectos son: el despotismo ruso, la tenebrosa teocracia islámica sunnita-wahabita de los sauditas o la república islámica chiíta, nacionalista y expansionista de los iránios, el totalitarismo del Partido Comunista Chino o las narcodictaduras cubana y venezolana... Ustedes dirán, qué es preferible.

10 de octubre de 2021

200 AÑOS DE UN FRACASO

 El 27 de septiembre se recuerda la entrada triunfante del ejército  trigarante a la ciudad de México - Revista Única

Hace apenas dos días, el 27 de septiembre de 2021, se conmemoraron los doscientos años de la llamada Consumación de la Independencia de México; de igual manera, otros países de Hispanoamérica han cumplido ese bicentenario entre las dos últimas dos décadas, aunque todavía faltan tres años para que se festeje la Batalla de Ayacucho, misma que se considera la que puso fin a la lucha independentista en Sudamérica, y en México aún tuvo una coda en 1825 con la toma del fuerte de San Juan de Ulúa, que continuaba siendo una base militar ibérica y la derrota en 1829, en Tampico, Tamaulipas, de la expedición del Brigadier Isidro Barradas que pretendía recuperar la Nueva España para Fernando VII, más por los mosquitos y la malaria que por las armas de Santa Anna.

Con esos acontecimientos terminó un larguísimo proceso que inició en 1808 con la Invasión Napoleónica a España y la renuncia sucesiva de Carlos IV y el mencionado Fernando al trono, que terminó en manos del hermano mayor de Bonaparte: José, quien nunca pudo consolidar su trono, ante el alzamiento popular español en su contra y la posterior entrada de tropas británicas bajo el mando del Duque de Wellington, que abrieron un frente occidental para el Corso, quien ya había comenzado a ver declinar su estrella a partir de la derrota de sus fuerzas en Bailén.

Ya en 2010, cuando se festejó con bombo y platillo, de manera un tanto fallida, por el gobierno del entonces Presidente Felipe Calderón, el llamado Bicentenario de la Independencia, en este espacio hablé acerca de la Independencia; a diferencia de lo ocurrido en Sudamérica, o incluso en EUA, en la Nueva España no hubo un movimiento organizado y que contara con el apoyo, en buena medida, unificado de parte de las élites del Virreinato. Cuando, en 1808 se intentó hacer algo similar, por parte del Ayuntamiento de la Ciudad de México y el Virrey Itirrugaray, éste fue derribado del poder y los principales instigadores, como el Síndico Francisco Primo de Verdad, eliminados. Lo que vino, a partir de 1810 fueron una serie de movimientos sucesivos, y aquí, tras once años, he de reconocer que algunos de esos posts fueron un tanto equivocados, pues he podido leer en línea algunas investigaciones históricas y documentos de la época sobre los movimientos de Hidalgo y Morelos, ninguno de los cuales, en realidad, significó un verdadero peligro para la Corona Española. 

Hidalgo se lanzó a la rebelión por un malentendido; realmente, él y sus compañeros como los militares y terratenientes Ignacio Allende o Juan Aldama, representaban a una parte de la aristocracia criolla, descendiente de los primeros conquistadores y colonizadores que habían visto afectados sus privilegios y la gran autonomía económica y política con la que habían contado durante los siglos XVI y XVII, bajo el gobierno de los Habsburgo españoles, como las encomiendas, repartimientos y bajos impuestos, así como la oportunidad de ejercer y comprar cargos públicos y títulos nobiliarios, o incluso, como algunos señalan, el beneficiarse con el contrabando y la piratería provocadas por el monopolio y las restricciones del comercio con las otras potencias europeas; lo cual, al llegar la Casa de Borbón al trono de San Fernando, se terminó, ante una mayor centralización y control del poder por el monarca y la designación de Intendentes que respondían directamente ante Madrid y no ante el Virrey, y sobre todo, el incremento de la presión fiscal sobre las clases más altas de los territorios americanos, a fin de financiar el resurgimiento español impulsado por Felipe V, Fernando VI y Carlos III, no por amor a España, mismo que los Borbón nunca han tenido, sino por sus ambiciones dinásticas y apuntalar el poderío de sus primos parisinos.

Sin embargo, estos criollos aristocráticos se levantaron en contra de la invasión francesa y el temor de que los Liberales Afrancesados que conformaban las Juntas de Regencia que, a nombre de Fernando VII, ejercieron el gobierno en España, terminasen por rendirse ante Napoleón, con el que, ideológicamente, presuntamente tendrían afinidades --por ahí tengo pendiente escribir algo sobre Napoleón, de quien se cumplieron igualmente 200 años de su fallecimiento-- A diferencia de lo ocurrido en Sudamérica, los movimientos insurgentes, es decir, rebeldes, de Hidalgo y luego de Morelos, si bien éste tomaría algunas ideas derivadas de ello, como lo de formar un Congreso y una Constitución, eran anti-liberales y profundamente conservadores; incluso es de observarse que de los últimos virreyes, sólo Felix María Calleja se podría haber calificado de conservador y favorable al absolutismo borbónico (y aún así aceptó someterse al régimen constitucional cuando la Carta de Cádiz entró en vigor, sin pretender rebelión alguna en contra); porque tanto Francisco Xavier Venegas, como Juan Ruiz de Apodaca y el ya no Virrey, sino Jefe Superior Político de la Provincia de México: Juan O'Donojú, eran liberales, y debieron sus cargos a esas Juntas y a las Cortes constituyentes de Cádiz.

Sin embargo, y como dije, ni el movimiento de Hidalgo, ni el de Morelos pudo vencer al régimen imperial español: el de Hidalgo fue un movimiento desordenado, carente de objetivos claros y que impulsó a una horda de saqueadores fuera de control a cometer una orgía de crímenes; la falta de disciplina, de organización, de armamento y de pericia militar de parte de sus líderes terminó por llevarlo a ser aplastado, de manera rápida y hasta cierto punto, fácil, por el ejército virreinal encabezado por Calleja.

El movimiento de Morelos, fue completamente distinto al de Hidalgo pese a su discurso de continuidad, si bien más organizado, ya que intentó continuar con la línea marcada por Ignacio López Rayón, éste sí un criollo empapado de las ideas de la Ilustración, de darle un sustento jurídico al alzamiento, y organizar ya una especie de gobierno independiente, no fue, sin embargo, más que un experimento que en realidad no logró impulsar a mucha parte de la población en su favor; en su momento culminante, Morelos no pudo extender su lucha más allá del sur del Virreinato y sólo encabezó a un ejército no mayor a tres mil efectivos, que además, se encontraban repartidos bajo su mando directo y el de sus lugartenientes como Nicolás Bravo, Hermenegildo y Pablo Galeana o Mariano Matamoros, Guadalupe Victoria, Juan Álvarez y Vicente Guerrero, de donde cada uno de estos dirigía una partida conformada por unas cuantas decenas, o a veces centenas, de hombres. Su Congreso de Anáhuac, lo mismo que la anterior Junta de Zitácuaro formada por Rayón, no representaba a nadie más que al propio caudillo, con diputados electos por él y a quienes les había impuesto los puntos sobre los que tenían que jugar a legislar, con los Sentimientos de la Nación, de donde emergió el Decreto Constitucional para la América Mexicana, que nunca tuvo vigencia real, además de ser muy deficiente e impracticable, y que tácitamente ya contemplaba la interesada cesión de los codiciados territorios del norte a EUA a cambio de su apoyo.

Además, lejos de la imagen de genio militar que la Historia Oficial ha construido sobre el sacerdote michoacano, la realidad es que Morelos sólo realizaba ataques guerrilleros que perjudicaban al comercio, las haciendas agrícolas y la industria antes que lograr objetivos políticos, y nunca pudo controlar con firmeza un territorio definido y por tiempo prolongado; tomaba pueblos y ciudades debido más al pequeño tamaño del ejército realista y la imposibilidad de que éste pudiese igualmente ocupar permanentemente un gran territorio, siendo más bien una fuerza móvil, que a verdaderos triunfos contra las armas hispanas, y quizá salvo el sitio de Cuautla, las acciones militares que sostuvieron ambas fuerzas se parecieron más a operativos policiacos dirigidos por las tropas del rey contra gavillas de guerrilleros o asaltantes sediciosos, casi como actualmente contra los carteles criminales, que a verdaderas batallas. De esta manera, Calleja, ya convertido en Virrey, sólo tuvo que esperar a que las fuerzas de Morelos se agotaran, perdieran el apoyo que podían tener de la población local y aún de algunos miembros de las élites (como el Obispo de Oaxaca Antonio Bergosa, que simpatizó con Morelos y por ello fue castigado por Calleja, obligándolo a practicarle la degradación sacerdotal, lo que hizo bañado en lágrimas) , dada la nefasta actuación de sus tropas, que arruinaban numerosas fuentes de riqueza y ejercían el bandidaje, la extorsión y el cobro de "impuestos revolucionarios" con lo que ya después pudo ir cazando a sus subalternos para finalmente lanzarse contra él en lo particular.

Tan débil era la Insurgencia que a la captura y ejecución de Morelos el movimiento prácticamente se extinguió, ninguno de los caudillos que surgieron en el periodo, o se mantuvieron en la lucha, tuvo la capacidad de hacerlo renacer y derribar el régimen virreinal o constitucional español; ni siquiera Francisco Xavier Mina, agente de la Masonería Británica, misma que impulsó en el sur los alzamientos de Bolívar o San Martín, y su expedición de mercenarios pudo lograr gran cosa; rápidamente fue capturado y eliminado tras unas pequeñas victorias sin importancia motivadas por la sorpresa de su aparición. Los demás, o se acogieron al indulto, como Rayón, o permanecieron fugitivos, como Victoria, o se encerraron en rincones inaccesibles donde era difícil que fuesen reducidos, y su acción patriótica reducida a atacar el comercio, como en el caso de Guerrero.

Por ello, la independencia sólo pudo venir de los únicos que podía asegurar un rompimiento con España: el propio ejército realista y las élites que decidieron que la Constitución Española de Cádiz representaba un peligro para sus intereses, y designando como encargado de tal empresa al Coronel Agustín de Iturbide, quien se había distinguido en la campaña contra Morelos y era el militar realista más popular, así como uno de los más capaces, y también... había sido acusado en repetidas ocasiones de corrupción. 

Se ha dicho que por tanto, el definitivo y verdadero movimiento por la Independencia, que encabezó el conocido como Dragón de Hierro, tenía un carácter netamente conservador, sin embargo, resulta un tanto contradictorio con esta visión que el Plan de Iguala, documento en el que se plasmaron las bases para lograr la separación de España plantease el establecimiento de un régimen monárquico-constitucional, mismo que era rechazado por Fernando VII, a quien sin embargo, se planteaba el invitar a reinar como Emperador de México --país al que se oficializaba llamar así, pese a ser éste sólo el nombre de una ciudad, la hasta entonces capital de la Provincia de México según el régimen constitucional y anterior asiento del Virreinato, -- siendo evidente que el Borbón rechazaría la oferta.

Lo interesante del Plan ideado por Iturbide, y probablemente por el grupo que conspiró en la Iglesia de la Profesa, es que apelaba a unir a toda la sociedad novohispana, sin importar su lugar de nacimiento o su origen étnico; en ese sentido, el proyecto planteado apelaba a contentar a todos: ofrecía una continuidad con el sistema monárquico de España con un Imperio, manteniendo además el carácter Católico como una de las tres garantías para lograr la independencia, pero a la vez, se abría al régimen constitucional y parlamentario para contentar a los liberales y a los antiguos Insurgentes, quienes, como hemos dicho, tampoco eran tan "liberales" en sentido estricto, en realidad eran parte de la misma elite, sólo que los que hasta el momento habían defendido la monarquía hispánica no habían tenido una amenaza tan real al orden de cosas como hasta 1820 en que se da el golpe de Estado por el General Rafael del Riego, actuando bajo los influjos de la masonería, controlada a su vez, desde Londres, recordemos que Inglaterra estaba consolidándose como la nueva potencia hegemónica tras haber derrotado a Napoleón en Waterloo, y ahora trataba de evitar un resurgimiento de España, para lo cual buscó y logró desmembrar el Imperio Español y así, evitó que el país ibérico, que hasta 1808 había estado en la liza por el predominio mundial, volviese a convertirse un rival a temer.

En cierta forma, que Inglaterra pudiese consolidar su Imperio transoceánico durante la Era Victoriana se debió al quiebre del Imperio Español. único que podía competir con él en el dominio de los océanos.

Pero algo que fue enormemente nocivo para las Independencias Hispanoamericanas, en contraste a la de EUA, en su momento, fue la figura de Napoleón, que fue el germen del caudillismo; las 13 colonias iniciaron su lucha mientras el corso era un infante, Washington actuó bajo el control político del Congreso, que se formó antes del inicio del movimiento, y contó con el apoyo de Francia y España, a través de LaFayette y Galvez para lograr la victoria, pero los movimientos independentistas de Hispanoamérica inician a partir de 1808, justo en el auge de la aventura de Bonaparte, razón por la cual estos movimientos pronto serían copados por personajes que se convirtieron en líderes militares y políticos de ellos, hacedores de constituciones y primeros gobernantes, eso lo podemos ver el caso de Bolívar, San Martín, O'Higgins, Hidalgo, Morelos, y por supuesto, Iturbide, y dejó escuela para muchos posteriores que buscarían todo, ser nuevos Napoleones tropicalizados. Finalmente, el Corso se convirtió en jefe de la Revolución a la que terminó traicionando, convirtiéndose en monarca con más ínfulas de aquel que había sido derrocado al iniciarse el movimiento, y éste sería un ejemplo a seguir no sólo en América, sino en otras partes: Hitler, Stalin, Mao, Pol Pot, Idi Amin, Bokassa, serían verdaderos discípulos de Bonaparte.

Quizá nada pudo reflejar más esto y ser más premonitorio de lo que se veía venir en la vida del México independiente que la litografía hecha por el austriaco Ferdinand Bastin sobre la entrada del Ejército Trigarante a la Ciudad de México por la Garita de Belén, y que representa a Iturbide y el alto mando de la fuerza militar que, salvo algunas pequeños enfrentamientos militares en Durango y en Azcapotzalco, logró la Independencia prácticamente sin combate; la realidad es que, ante la deserción --porque eso fue-- de Iturbide y los principales comandantes del ejército real en la Nueva España, las autoridades españolas se dieron cuenta que ya estaba todo perdido, y habían abandonado la ciudad desde días antes al 27 de septiembre de 1821, O'Donojú ni siquiera llegó a la capital a tomar posesión de su gobierno, y firmó con Iturbide los Tratados de Córdoba, pactando la transición del poder en agosto, por lo que, en realidad, el desfile del día celebrado como la Consumación de la Independencia fue un mero acto protocolario.

Pero volviendo a esa litografía de Bastin, veámoslo:

Rodeando a Iturbide, se encuentran otros generales que luego tendrían una destacada participación en los acontecimientos y sobre todo, enfrentamientos por el poder hasta la llamada Reforma Liberal de 1857, se encuentran Santa Anna, Guadalupe Victoria, Nicolás Bravo, Anastasio Bustamante, Melchor Múzquiz, Miguel Barragán, Valentín Canalizo, Pedro Celestino Negrete, José Antonio Echávarri, Vicente Guerrero, incluso Mariano Aldama, único de los hermanos que secundaron a Hidalgo en 1810 que seguía vivo y en activo, (aunque según otros se trata de Juan, ejecutado en 1811) y a los que el dibujante agregó a otro líderes militares de la insurgencia como homenaje póstumo: Ignacio Allende, Luis de Herrera, Vicente Valencia y Leonardo Bravo; resultando curioso que no se incluyera en ese mismo sentido a Morelos o a Hidalgo, Matamoros o Galeana.

La cuestión es, que esa pintura ilustra claramente la falsa expectativa de unidad que se dio ese 27 de septiembre de 1821, el grupo ahí representado estaba conformado por miembros de dos bandos rivales que habían luchado entre sí, a veces de manera encarnizada y que ahora se aliaban en torno a la causa de la Independencia; la realidad es que esa alianza era frágil y tan pronto como se firmó la Declaración por la Junta Superior Gubernativa, formada por los notables que habían conspirado en la Iglesia de la Profesa y por ningún Insurgente. La exclusión de estos del poder, por supuesto, los dejaría a la espera de cómo hacerse con él, lo mismo con otros comandantes realistas súbitamente encumbrados; un error de Iturbide fue, que, buscando contentar a todos, reconoció, otorgó o ascendió rangos a Insurgentes y Realistas por igual, él mismo, de Coronel se convirtió en Generalísimo-Almirante, oficiales como Santa Anna que pasaron de capitanes a generales de división, y ni qué decir de guerrilleros que actuaban más bien como  salteadores como Bravo, Victoria o Guerrero, convertidos igualmente en generales. Todo esto no logró apaciguarlos, sino, por el contrario, despertó en ellos más la ambición, además de que en mucho, ello significó que el ejército mexicano durante la primera mitad del siglo XIX fuera pésimo al enfrentar guerras reales, como la separación de Texas, la Guerra de los Pasteles y la derrota definitiva ante EUA en 1848, dirigido por comandantes improvisados y que obtuvieron sus rangos y mandos, junto a jugosos salarios y prestaciones, por un compromiso político antes que por méritos reales.

Como resultado, y contrario a lo que dice el Presidente López Obrador, ha sido la Independencia la que ha fracasado, no la Conquista ni la Colonización Española; el 27 de septiembre de 1821 se puso fin a lo que había sido una Historia de éxito: el Virreinato de la Nueva España era una de las zonas de más alto desarrollo del mundo, cuya moneda era la utilizada para el comercio internacional incluso en el Lejano Oriente. En cuestión de 30 años, bajo el gobierno de Antonio de Mendoza, Mesoamérica pasó de estar en la extraña mezcla de Antigüedad y Neolítico en la que se encontraba, para convertirse en parte integrante de la Monarquía Hispánica, inmersa en el Renacimiento, dotada de Universidades, hospitales, imprenta, puertos, caminos, ciudades desarrolladas según las plantas ideadas por genios como Da Vinci, Miguel Ángel y otros que idearon la construcción de ciudades ideales (el diseño de una plaza central, rodeada por los edificios públicos más importantes: la Catedral, sede del poder religioso y el palacio real o sede del Gobierno civil, así lo indica, y es algo que contrasta con la dispersión y el desorden de las ciudades europeas) y con una sociedad en la que se integraban razas y etnias, es algo que jamás se ha logrado; EUA sufre actualmente una severa crisis debido a la falta de integración de los Anglosajones originales con todas las demás etnias que llegaron después como esclavos o inmigrantes, en contraste; porque igual, su independencia ha venido, a largo plazo, a significar un fracaso, en otro post diré porqué lo considero así.

Por el contrario, la Independencia significó divisiones, la marginación de los indígenas por la mezquina élite criollo-mestiza que luego a su vez se dividió entre ella en luchas por el poder entre Conservadores y Liberales, lo que nos llevó a perder el tiempo en una serie de guerras civiles, rebeliones y golpes de Estado, en decenas de planes políticos y proyectos de constitución, en constituciones a cual más imprácticables, ajenas a la realidad hispanoamericana, copiadas de EUA o Francia y mal, con todos sus vicios y sus puntos positivos pero extraños a México, persecuciones religiosas, destrucción de la propiedad comunal indígena y posteriormente su reintroducción equivocada hasta para los no-indígenas, y todo siempre, para beneficiar a las élites, cuyos representantes incluso cayeron en traiciones a la patria en beneficio de los intereses de Estados Unidos a cambio de apoyo para ejercer el poder. Incluso, llegamos al ridículo de reunir un Congreso Constituyente mientras el ejército norteamericano se aproximaba a Ciudad de México, en vez de planear y dirigir la defensa. Todo esto es lo que ha sido causa de nuestro subdesarrollo, no la colonización española.

Y esto ha sido similar para toda Hispanoamérica, algo de lo que ya se está tomando conciencia, incluso por parte de alguna parte de la Izquierda, de lo que no está enterado nuestro gobierno actual que se encuentra en esa tendencia política, como es el nicaragüense Augusto Zamora, en su obra Malditos Libertadores, un antiguo sandinista, hoy denuncia la Leyenda Negra Antiespañola y los errores de la Independencia.

Así, y para concluir, creo que más que celebrar el bicentenario de la Independencia, hay que reflexionar sobre lo que ha significado la misma para nuestro país y cuestionar la Historia Oficial hecha para sostener y legitimar a una clase política que la ha empleado para aferrarse al poder desde hace 200 años, porque efectivamente, los políticos de ahora son herederos de los mismos que entraron ese 27 de septiembre de 1821 a la capital. A través de numerosos acontecimientos, su posición actual les vino de aquellos, y han continuado, igual que ellos, comportándose como dueños del país al que han esquilmado desde entonces.

En descargo de Iturbide, es de reconocerle su compromiso por la unidad y sus buenas intenciones de convertir al recién creado Estado en un Imperio; pero nadie quiso arriesgarse a gobernarlo salvo él, que quizá no contó con las dotes suficientes para ser un verdadero gobernante. Pero quizá porque sí contaba con el carisma, y el ideal de unidad y paz, es que era un obstáculo tanto para EUA, que tenía ya el plan de ser la primer potencia del continente y deseaba los territorios del norte, como para la bola de hipócritas ex-Insurgentes y ex-Realistas que le habían apoyado originalmente y ahora deseaba cada quien, su pedazo de pastel. Por ello, Iturbide merece ser reivindicado y honrado.

Por otro lado, creo sin embargo que México y posiblemente todo el continente se acerca al colapso del orden que comenzó a gestarse en 1776 y que llevó al establecimiento de la América que conocemos; las élites tanto en Washington como Ciudad de México o Buenos Aires parecen agotadas y decrépitas, y cada vez más queda a la vista que han sido las únicas usufructuarias del estado de cosas, ¿qué vendrá después? ¿La verdadera independencia de los pueblos respecto de ellas?