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26 de febrero de 2022

UCRANIA, ¿QUÉ PASA EN REALIDAD?


Ante el estallamiento de la Guerra en Ucrania, el Dr. Ortiz y un servidor sostuvimos la presente conversación, próximamente habrá más publicaciones sobre este tema aquí.

Sin duda, estamos contemplando la Historia pasar ante nosotros.

21 de febrero de 2022

LIDERAZGOS DÉBILES EN OCCIDENTE: CANADÁ Y ESPAÑA


En este episodio, la conversación entre el Dr. Ortiz y un servidor gira en torno a los liderazgos débiles presentes en el Mundo Occidental: el caso de Justin Trudeau y su burdo intento por convertir a Canadá en un régimen totalitario y dictatorial en sus manos con el pretexto de la pandemia, comparado con el caso de Casado en España, quien está autodestruyendo al Partido Popular y beneficiando al PSOE, igualmente encabezado por un alfeñique autoritario como Pedro Sánchez.

Tal parece que el Foro Económico Mundial ha buscado únicamente poner en el poder de diversos países occidentales a monigotes que deberían dedicarse al modelaje, que sólo son imagen y mercadotecnia como ya lo ilustrara Robert Redford en su película El Candidato en la década de los 70, dóciles ante los lobbies empresariales, pero ineficaces ante problemas políticos serios y líderes fuertes, como Putin o Xi.

19 de febrero de 2022

LA DEVALUACIÓN DE TOLKIEN


Lord of the Rings: The Rings of Power', la serie exclusiva de Amazon Prime  Video ambientada en la Tierra Media ya tiene fecha de estreno

Dice Jesús G. Maestro que el gran problema de la Literatura Anglosajona radica en que la misma es vista como un medio de entretenimiento y no como un arte, o bien, que siendo un arte, es convertida en entretenimiento por una mentalidad que la vuelve en objeto de comercio; lo que, finalmente, le resta profundidad. Y tiene mucho de razón, la prueba de ello radica en la destrucción que está sufriendo, a manos de Amazon, la obra de J.R.R. Tolkien, que va a estrenar una serie de TV en su plataforma de streaming llena de los consabidos cambios y planteamientos a favor de la inclusión y la diversidad, con elfos de raza negra, mujeres enanas, personajes femeninos empoderados y otras cosas acordes a la ideología defendida por Jeff Bezos, otro de los fieles peones del ideario del Partido Demócrata y a los traumas y problemas sociales propios de EUA y tan ajenos a alguien tan británico y cuya obra se dirigía más como un intento de diseñar un pasado mítico para la isla de Gran Bretaña y su gente --los hobbits son un reflejo de la vida de la clase media rural británica de inicios del siglo XX-- que para hacer crítica social sobre la vida de un país americano y cosmopolita como lo es la antigua colonia inglesa, y menos pensando en la situación de tal país a inicios del siglo XXI, habiendo muerto el profesor de Oxford en 1973.

Hemos platicado aquí que quizá la literatura en lengua inglesa ha logrado dos grandes obras comparables en su dimensión, complejidad, diversidad de interpretaciones al Quijote en la literatura española o a La Guerra y la Paz del ruso Tolstoi, y esas, a mi parecer, son Dune de Frank Herbert de la cual hasta hice un vídeo que compartí por aquí a raíz de su última adaptación cinematográfica, y la otra, todo el corpus tolkienano y en específico, El Señor de los Anillos, por supuesto, muchos dirán que no es así, que está el Ulysses de James Joyce, pero ésta es una obra intencionalmente hecha con una pose de intelectualidad pretenciosa y pedante, de muy difícil lectura y francamente aburrida, lo que tampoco la ha salvado de su uso lúdico y lucrativo, como es cada año, el llamado Bloomsday, (por el nombre de su personaje protagonista: Leopold Bloom) que es cada 16 de junio, por ser esa fecha: el 16 de junio de 1904 en la que Joyce ambienta la acción de su novela, y que se celebra como un festival para atraer visitantes a la ciudad de Dublín, finalmente, esta obra, ha sido señalada por muchos de ser la "guía turística" de la capital irlandesa, más larga, detallada y soporífera de todas.

Tolkien inició su obra como una especie de juego con la lengua, finalmente, como filólogo y lingüista, estaba interesado en el estudio del origen y la evolución del idioma inglés; las ideas alrededor de las cuáles construyó su universo mítico-literario se fueron nutriendo de diversas experiencias y de su propio contexto: sincero y devoto católico, su obra es una mucho más afortunada alegoría cristiana que la obra de su amigo C.S. Lewis, Las Crónicas de Narnia, sus sombrías experiencias en la Primera Guerra Mundial igualmente se reflejan, el amor y el concepto del matrimonio cristiano lo refleja en las historias paralelas de Beren y Luthien y de Aragorn y Arwen, el amor a la naturaleza, y una crítica al mundo industrial; en resumen, su obra expresa toda una profunda cosmovisión surgida de un hombre de vasta cultura, profundo conocimiento de su lengua nativa y de una espiritualidad católica consciente, devota y profunda.

Las grandes obras literarias del calibre del Quijote, La Guerra y la Paz, Los Miserables, Fausto o, como ya lo hemos dicho antes, Dune o El señor de los Anillos, son muy difíciles de adaptarse a otros medios, e incluso, cuando son traducidas a otras lenguas diferentes a aquellas en que se escribieron, pierden gran parte de su significado; así, para el lector no hispano, las aventuras y desventuras de Alonso Quijano y Sancho Panza constituyen una simple sátira, o la épica de Tolstoi una novela que combina el romance con el drama bélico, al estilo de Lo Que el Viento se Llevó de la estadounidense Margaret Mitchell, obra que tampoco hay que menospreciarla, es una gran obra también, aunque no llega a ser monumental, pero que es claro que quiso ser, lo mismo que la famosa Norte y Sur de John Jakes, un intento de reproducir en territorio norteamericano, el espíritu y el estilo del ruso, quedándose cortos ambos casos, por supuesto. 

Incluso, es de señalarse que tanto la obra de Mitchell como la de Jakes, al ser adaptadas al cine, en el primer caso, y a la TV el segundo (recordada por haber contado con un impresionante elenco encabezado por el entonces joven y extraordinario Patrick Swayze) tuvieron un éxito y una repercusión mayores que sus versiones originales en libro, convirtiéndose en clásicos de la pantalla grande y pequeña. Esto no ha sucedido con la obra de Tolkien, ni con la de Cervantes o del propio Lev Nikolaievich; en el caso del Quijote, no se ha logrado nunca hacer una adaptación al cine o a la TV que pueda decirse sea 100% fiel y considerada que cubre a plenitud la obra, quizá la mejor sea la adaptación de RTVE de 1992, con guión del Nobel Camilo José Cela, y aún así, queda muy corta. En cuanto a La Guerra y la Paz, la adaptación dirigida y protagonizada por el realizador ruso Sergei Bondarchuk es la más fiel, y aún así, por intentar mostrar también los pensamientos y la vida interna de los personajes, se pierde por momentos y aparenta ser confusa, pues en el cine no es posible llegar a las profundidades sobre las doctrinas filosóficas que el autor original mantiene como trasfondo del relato respecto a la Historia, el sentido de la vida, la patria, la familia o el amor.

En cuanto a la obra de Tolkien, la misma fue impulsada en el mundo hispano por el argentino Jorge Luis Borges, quizá el autor más abierto a los temas fantásticos y de la ficción científica que ha habido en Hispanoamérica y más ajeno a los tradicionales temas tercermundistas que maneja la literatura de nuestra región: injusticia social, folklore, resentimientos y melodramas. Es claro que en sus traducciones al idioma español pierde parte de su significado, y en cuanto a sus adaptaciones a otros medios, la mejor ha sido la trilogía de El Señor de los Anillos de Peter Jackson, pero igualmente, pierde mucho de su sentido profundo y de sus mensajes, para quedarse con el espectáculo visual y sonoro o la mera acción y la aventura. Aún así, es muy superior a lo que la compañía del millonario Jeff Bezos pretende hacer ahora.

La propuesta de Amazon Prime es reducir las obras de Tolkien a un panfleto propagadístico de la Agenda Demócrata: elfos y enanos de raza negra, y es una suerte que se mencione todavía a una raza antigua de "enanos" tras las desafortunadas, y por demás estúpidas, declaraciones de Peter Dinklage, personajes femeninos por todos lados, empoderados, etc. Rompiendo con todo el sentido que Tolkien, --quien nació en Sudáfrica, sabía del Apartheid y lo condenaba,-- pretendió darle a su Historia como si fuese la narración mítica del lejano pasado de los Anglosajones, o si se quiere, de narrar una mitología al puro estilo Anglosajón... evidentemente, partiendo de ello, los personajes tenían que lucir como europeos o propios de la visión sajona, lo que no quite, que a la vez, en la obra se contengan temas universales o de interés para cualquiera, como ocurre en el Cantar de Mío Cid, el Cantar de Roldán o los Nibelungos, y como tal no es una obra que necesite una "actualización" o ponerla a tono con la situación política y social de Estados Unidos en 2022... eso es una traición al autor y burlarse de su obra y de la gente que la aprecia y la valora.

Pero tenía que suceder: ya lo he comentado aquí, más que en Inglaterra, ha sido en Estados Unidos donde no se habla de arte, sino de industria, el cine no es arte, es industria, la música, es industria, el deporte, es industria, y por supuesto, en vez de Literatura hay Industria Editorial, y ésta tiene como objetivo, el entretenimiento. Esta visión, posteriormente, se ha extendido a otros lados, el corpus tolkeniano, si lo podemos llamar así, se vio afectado por ello, sobre todo tras el año 2001 y la llegada a los cines de La Comunidad del Anillo, la película de Peter Jackson elaborada respecto al primer tomo, del mismo título, de los tres que conforman la novela.

De este modo, lo que originalmente era un ambicioso proyecto literario y de un gran valor y significado para su autor, con todo y que fuera una obra de ficción, quien siempre, además, habló del importante papel de los cuentos de hadas tanto como ejercicio artístico de la imaginación como en la educación moral de los niños, siendo el suyo, iniciado con el Hobbit, quizá el más grande jamás escrito, ha terminado por convertirse en una franquicia, y como tal, a ser explotada como una marca registrada de un estudio cinematográfico en multitud de souvenirs, merchandising, juguetes, tazas, ropa, etc. Y como toda propiedad intelectual, susceptible de ser explotada y modificada, según los intereses del titular de los derechos sobre ella, que no son los herederos de Tolkien; pues su hijo Christopher, hace poco fallecido, podría ser señalado como responsable de ello, pues su labor como editor y difusor de la obra de su padre, se fue yendo a terrenos mercantiles de sobreexplotación para obtener el mayor lucro posible, y de ahí la venta de los derechos cinematográficos.

De por sí, la literatura fantástica en general se ha devaluado y convertido, en general, en herramienta de entretenimiento para eternos adolescentes que encuentran en ella una vía de escape y de fanatismo infantil sobre cuestiones sin importancia, a mi, en lo personal, me parece absurdo, por no decir idiota, el ver gente que se la pasa discutiendo sobre "teorías" de lo que puede pasar o de lo que pasó antes o tras bambalinas de ciertos acontecimientos en una película, serie de TV o en una novela... finalmente, no puede pasar nada antes ni después, ni de manera paralela a lo que dice un guión, pues éste es el único contenido de una historia, o depende, finalmente, de la propia voluntad del autor, no son hechos reales históricos sobre los que existan dudas o no se sepa todo su contexto, como por ejemplo, el hecho de que Hitler no aniquilara a los británicos en Dunkerque, hecho que le permitiría a Inglaterra contar con la fuerza para contraatacar después, y sobre lo que se pueda teorizar acerca de que quizá el líder alemán buscaba llegar a una paz negociada con Londres. 

El propio Tolkien fue cuestionado sobre cosas así por sus lectores vía correo, a lo que él contestaba divertido desarrollando algunos puntos de su narración, o quedaron contestados con los "cuentos inconclusos" que fueron publicados posteriormente por su hijo Christopher, que eran pasajes que al final fueron descartados por ser demasiado prolijos e innecesarios para constar en la obra.

Así, es claro que el género de la Literatura Fantástica se limita actualmente a hacer imitaciones más o menos afortunadas y mejor o peor logradas de la obra de Tolkien, --y también, de Lovecraft, que junto con el inglés son los dos autores más influyentes del género-- con una intención meramente comercial: la obra de la escocesa J.K. Rowling: Harry Potter, es muestra de ello, y al final, no es más que una narración mediocre y hueca, pero fácilmente comercializable y que ahora, se ha vuelto un monstruo que ha devorado a su autora, quien paga el ostracismo por haberse suscrito de alguna manera a la ola progresista a fin de asegurarse un lugar en el mercado, y cuando entendió que el progresismo va contra el sentido común, el mercado le arrebató su obra y la condenó al ostracismo, o el caso del norteamericano George R. R. Martin, y su inconclusa Canción de Fuego y Hielo, posiblemente condenada a ello debido a su codicia y la precipitada realización de una serie televisiva, escrita de manera excelente, pero abocada al morbo de los lectores con los ganchos del sexo y la crueldad, a fin de ganarlos. Las comparaciones hechas con Tolkien son injustas y disparatadas, pues se trata de una obra mundana, buscadora de lucro y carente de la profundidad y del mensaje esperanzador que tiene la obra del sudafricano.

Así, la devaluación que está sufriendo el trabajo literario de Tolkien, una odisea inigualable y que destaca en el panorama gris de las letras del siglo XX muestra el poder corruptor que tiene la mercantilización del arte, y su conversión en un mero medio de entretenimiento, un artículo de consumo que no respeta ni las intenciones, ni los mensajes del autor. Afortunado Cervantes que nació en España y publicó a inicios del siglo XVII; el Quijote es una obra atemporal, y un monumento que nunca ha sido entendido del todo, aunque afortunadamente tenemos a Jesús G. Maestro que sí la ha comprendido y nos la explica en sus vídeos de Youtube que no tienen desperdicio; desgraciadamente, la obra del profesor de Oxford, uno de los más interesantes ejercicios en la escritura de ficción, destinada a ser algo similar y a tener un impacto fulgurante en las letras del siglo XX en adelante, quedará reducida a un mero divertimento, sepultada bajo las películas, series, juguetes, videojuegos y demás, no será leída por las nuevas generaciones; afortunadamente, yo pude leerla antes de todo este alud y como aquellos que igual lo hicieron, no puedo más que entristecerme por lo que Amazon está haciendo, un verdadero crimen contra la Literatura; pero así pasa, son los síntomas de la decadencia en que vivimos, en que todo se ha vuelto mercado y todo tiene un precio, aún aquello que debería ser invaluable.


18 de febrero de 2022

ASÍ MUERE EL ESTADO CONSTITUCIONAL... CANADÁ EN VIVO


El día de hoy, al parecer, Justin Trudeau va a destruir al Estado Liberal de Derecho en Canadá, la Democracia está muriendo ante nuestros ojos.

Es eso, o el país del norte empezará a adentrarse en una espiral de violencia civil nunca antes vista en el país que hasta hace poco era visto como un paraíso por su nivel de vida y su libertad.

La noche cae en Occidente.

17 de febrero de 2022

¿ESTÁ EN CRISIS EL MODELO DE ESTADO CONSTITUCIONAL?


Como tercer episodio de mis conversaciones con el Dr. Rigoberto Ortiz, tratamos acerca de la crisis constitucional existente en Canadá, pero igual en otros países del Mundo Occidental, incluyendo México, pues lo que estamos viendo, es la demolición de los sistemas democrático-representativos desde dentro, como está ocurriendo en la deriva autoritaria que están adoptando los regímenes de Norteamérica, con la cerrazón y taimada ferocidad del canadiense contra sus gobernados; el desnortado, senil y cada vez más ridículo despotismo de Biden y la cúpula Demócrata en Estados Unidos y el errabundo, mezquino, ineficaz y caótico despotismo de López Obrador en México.

¿Porqué sucede esto? Aquí algunas ideas que desgranamos en este vídeo.

14 de febrero de 2022

TOTALITARISMO DEMOCRÁTICO


Es bastante elocuente la pancarta que estos manifestantes canadienses portan al protestar sobre el Ambassador Bridge, un paso fronterizo entre su país y Estados Unidos, en el que dicen estar a favor del respeto a sus derechos constitucionales, mismos que se encuentran actualmente vulnerados por las medidas autoritarias del Gobierno encabezado por Justin Trudeau.

Éste, por su parte, aduce que la Democracia se encuentra en peligro por las manifestaciones que se han desatado por parte del gremio de transportistas en el país de la hoja de maple, a los que califica, poco menos de terroristas, violentos y poseedores de todas las fobias habidas y por haber, rehusándose, hasta el momento, de entablar un diálogo con ellos. La realidad, es que la forma en que el Primer Ministro Canadiense, así como algunas autoridades locales, como el Gobernador o Premier de la Provincia de Ontario, abordan, descalifican y buscan reventar el movimiento, no tiene nada de democrática, y sí, resulta muy propia o parecida a las maneras en que ciertos dictadores tropicales reaccionaron cuando comenzaron a sentir que los movimientos opositores estaban ya haciendo temblar los cimientos de sus regímenes, un poco como lo hizo el ridículo megalómano Manuel Estrada Cabrera en Guatemala, en 1920. Tal parece que Trudeau no puede evitar dar la razón a quienes le atribuyen orígenes bananeros y se comporta de la misma forma.

De igual manera, este 14 de febrero, Trudeau ha decretado el Estado de Emergencia, aplicando la Legislación al respecto, (la Emergencies Act de 1985) con la que gobernará por decreto --Esta Ley, sin embargo, plantea que su aplicación será por el Gobernador General en Consejo, pero como dicho puesto es meramente ceremonial, y el Consejo es presidido por el Primer Ministro, es claro que éste es quien y se lanzará directamente, a la represión más cruda y dura contra los manifestantes, y de manera muy cínica, declara que no va a afectar derechos fundamentales, ni a afectar propiedad ni la privacidad de las personas, cuando se encuentra decretando la suspensión de Garantías, lo que implica que en adelante, el Ejecutivo canadiense podrá asegurar cuentas bancarias, decomisar fondos y bienes, hacer aprehensiones y catear casas sin necesidad de autorización judicial, (basta leer su artículo 19) puesto que está aplicando una Ley prevista para casos de emergencia nacional, tendrá amplia libertad de acción para aplastar a todos los opositores a su Gobierno y dictados...

En cierta forma, pareciera que Canadá se encuentra viviendo su "momento Weimar", y que las protestas de los camioneros resultan ser el incendio del Reichstag que Trudeau estaba esperando para consolidar su dictadura personal. Esto recuerda un tanto lo hecho por su padre --dejémoslo por la versión oficial por el momento-- en 1970, con la llamada Crisis de Octubre provocada por el movimiento separatista de Quebec, quien igualmente decretó el estado de emergencia, implementando la entonces vigente War Measures Act, Ley que fue implementada en 1914 al iniciar la Primera Guerra Mundial, en la que Canadá participó, todavía como una semi-colonia parte del Imperio Británico. Como se ha denunciado, se sospecha que el terrorismo independentista, patrocinado por el gran amigo de Trudeau Sr.: Fidel Castro, en realidad sirvió para que el francocanadiense se quitara de encima a sus rivales políticos coetáneos y consolidar su poder personal hasta 1985, en que al fin se retiró del Ministerio. En Canadá, se recuerda una entrevista que le hicieron al entonces Premier y que, desafiante, al ser cuestionado por un reportero sobre hasta donde pensaba llegar con la aplicación del Estado de Emergencia, mismo que se implementaba, no tanto por seguridad de los ciudadanos, sino de la Clase Política canadiense, contestó: Just watch me, (sólo véanme) de una manera intimidante.

Ahora, Trudeau califica como terroristas a manifestantes pacíficos, a los que también ha calificado de racistas, pese a que las protestas han unido a todas las etnias que habitan en Canadá, incluso a inmigrantes, credos y procedencias; con esto, como lo dice Tucker Carlson, ha quedado clara la vocación totalitaria, dictatorial del Primer Ministro, con lo que se parece un poco a su padre Pierre Elliot, pero se parece todavía más a su alegado progenitor biológico cubano, y aún resulta peor.

Las políticas de ideología de género, feminismo, "lenguaje inclusivo", ecologismo y demás que Trudeau y otros de su ralea han implementado desde el poder se explican, no por su genuina preocupación por grupos supuestamente oprimidos, ni tampoco por una conspiración para hacer real el mundo distópico de Aldous Huxley, sino por que son medidas que les brindan un poder total: sobre lo que se piensa y cómo se habla, se controlan las palabras como lo señalaba George Orwell, si controlas el lenguaje, controlas el pensamiento y logras el sometimiento absoluto de las personas. Esa es la realidad, pero eso no se quiere aceptar; para los políticos, es su sueño dorado.

Como lo he dicho en los posts anteriores, y lo conversábamos mi maestro, el Dr. Ortiz y yo en el último vídeo, los sistemas democráticos occidentales se están derrumbando desde dentro, y en mucho, esto tiene que ver con el propio carácter utópico de la Democracia, ya sea la vigente en los tiempos clásicos griegos o en la Representativa, implantada en el Mundo Occidental desde la Ilustración y Revolución Francesa, hasta nuestros días. La Pandemia, lo que ha logrado, es acelerar el divorcio entre las Oligarquías o "élites" que se hicieron con el poder en los Estados Democráticos Occidentales, y el "pueblo llano", y la búsqueda de las primeras por lograr el poder absoluto sobre los segundos.

Y es que es inevitable que en toda sociedad se formen estamentos, clases sociales o castas, si se quiere; como lo he dicho antes, las Revoluciones de Independencia en EUA y la Francesa eliminaron el Viejo Régimen y quitaron el poder a la nobleza de origen feudal cuya riqueza y poder radicaba en el control de la tierra, pero aupó al poder a los dueños del capital industrial y financiero, que se convirtieron en la clase dominante; y no solo eso, la Nobleza era la clase gobernante, en su sustitución, se formó la clase de los políticos profesionales, que se dedicaron exclusivamente a medrar ocupando cargos gubernamentales y a gozar como consecuencia, de una forma relativamente fácil de enriquecerse y de ostentar poder, al que convirtieron en el fin último de sus vidas, estructurándose en los partidos políticos y formando la llamada Clase Política, a la que se añadieron aquellos grupos sociales poseedores de riqueza, controladores de medios de producción o de influencia de la opinión pública que pronto formaron una simbiosis con los políticos, creando las que el sociólogo Cecil Wright Mills llamó Élites del Poder. Esto ha quedado muy caracterizado en los países anglosajones y no es de extrañar que está siendo en ellos, principalmente en aquellos que se posicionan en la periferia de la Anglosfera, como Canadá, Australia o Nueva Zelanda, antes que en los nucleares: Reino Unido y Estados Unidos; (donde, sin embargo, el conflicto social está latente, y en EUA se ha traducido en el ascenso del Trumpismo, en el que el neoyorkino supo erigirse en abanderado de los marginados respecto a dichas élites) el Estado Constitucional de Derecho parece haber llegado a su límite, y por un lado, está llevando al autoritarismo, y por otro, a punto de quebrarse en un movimiento de rebelión contra las élites.

Como lo dice la youtuber y activista católica Brittany Sellner: parece que las élites odian al resto de la población y están abocadas precisamente, en la simbiosis que existe entre ellas y la Clase Política para el ejercicio del poder y sometimiento de aquellas personas que no forman parte de esos grupos dirigentes y privilegiados; como lo apuntaba Matt Walsh también, es posible ver ese doble rasero en la asistencia de celebridades a la final del campeonato de Fútbol Americano en EUA, el Super Bowl, donde se pudo ver a numerosas luminarias de Hollywood, que exigen cubrebocas y vacunación a todo el mundo campechanearse en los palcos exclusivos sin el aditamento quirúrgico cubriendo sus rostros.  

La situación interna en nuestras sociedades occidentales se tensa no solamente en la Anglosfera, es claro que el pulso autoritario comenzó, primeramente, en Hispanoamérica, con el ascenso en Venezuela del Chavismo y posteriormente de todo el movimiento de Izquierda agrupado en el Foro de Sao Paulo, y en el caso mexicano, del ascenso a la Presidencia de Andrés Manuel López Obrador; aunque parecen estos movimientos y caudillos ajenos totalmente a los intereses de las élites globalistas, sino es que en casos se contraponen a ellos, también es cierto que representan, como en el caso de México, el producto de clases políticas decrépitas que se resisten al cambio; es curioso cómo en México a un mandatario joven como Enrique Peña Nieto, llegó al poder un anciano anclado en los modos e ideas políticas de antaño que no son la respuesta para el contexto actual, y a la vez, intenta traer de regreso el poder presidencial omnímodo y el Gobierno corporativo.

En cierta forma, el ascenso de estos populistas de Izquierda en Hispanoamérica, a los que se une el joven Boric en Chile, se explica también como una reacción desesperada contra los globalistas, pero resultando que quizá, el remedio resulta peor que la enfermedad: basta ver el penoso caso de Pedro Castillo en Perú.

También, es cierto, el Foro Económico Mundial o Foro de Davós impulsó la llegada de "niños bonitos" al poder en diversos países, desde el mencionado Peña Nieto en México, Trudeau en Canadá, Emmanuel Macrón en Francia y Pedro Sánchez en España, lo cual no demuestra la existencia de una conspiración tipo lo dicho por los Q-Anon, de tipo satanista, comunista o extraterrestre, sino la simbiosis entre las élites financieras y multinacionales con la Clase Política de distintos países. Lo cual no ocurre en Rusia o China, donde el Gobierno se impone a los grandes empresarios, celebridades y financieros, recordándoles que sólo son gobernados, dada la especial conformación de sus estructuras sociales y el predominio incuestionable del Estado sobre el individuo en ellos.

Esto, lo repito, lo tenían claro los clásicos: por eso, Aristóteles y Polibio consideraban que la Democracia era una mala forma de gobierno, la misma, siempre desemboca en Tiranía, pasando la cual cae cuando los pueblos se hartan y restauran el sistema. La insurrección se ha extendido de Canadá a Francia, Bélgica, Australia, Nueva Zelanda y Holanda. ¿Cómo terminará? ¿Será irremediable el seguir por el camino de servidumbre trazado por las oligarquías? ¿o estamos ante el inicio de una revolución similar a la vivida entre 1989 y 1991 que concluirá con la fundación de un verdadero "Nuevo Orden Mundial" de los pueblos occidentales? El pronóstico es reservado.
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El Escándalo Clinton:

La señal de que las élites han buscado mantenerse en el poder con todo en EUA queda muy claro con la alianza entre ellas y el Partido Demócrata; ahora, ha resultado que la campaña de Hillary Clinton, en 2016, espió a la campaña de Donald Trump.

A Richard Nixon, los norteamericanos lo han tratado muy mal desde el famoso caso Watergate, esto, que es algo similar, y con lo que difundieron la trama de la presunta colusión entre el candidato republicano y el Kremlin, y que prueba las prácticas fraudulentas y corruptas del "partido del burro" produce el silencio de los decadentes medios masivos que igualmente, secundan la deriva dictatorial en el país de la hoja de maple. El teatro, sin embargo, se tambalea.

11 de febrero de 2022

SEGUNDO EPISODIO DE MIS CONVERSACIONES CON EL DR. ORTIZ


El tema de nuestro vídeo que grabamos el día 07 de febrero pasado es un poco de la Historia de Canadá y de la actual decadencia del Estado Constitucional de Derecho, que se refleja en el ascenso del autoritarismo, no por parte de los Bad Guys a los que se refiere la historiadora Anne Applebaum, es decir, los países que tradicionalmente no han sido, ni serán, democráticos: Rusia, China o las potencias islámicas como Arabia, Irán, Turquía o Pakistán, a los que añade a Venezuela, Bielorrusia --ya de facto, otra vez una provincia del Imperio Ruso-- y Corea del Norte, sino por parte de las élites políticas, económicas y empresariales de los países occidentales, que están tejiendo un entramado de poder totalitario que puede que se les deshaga antes de consolidarlo.

En siguientes entradas y en un próximo vídeo, abundaremos al respecto.

JOE ROGAN Y LA LUCHA POR EL CONTROL DEL DISCURSO

 Spotify: Joe Rogan pidió disculpas por polémica con Neil Young | RPP  Noticias

Los tiempos interesantes a los que se refiere la maldición china y que estamos viviendo muestran también una tendencia, esperemos que no irreversible, a la erosión de derechos fundamentales, como la libertad de expresión. La Pandemia del coronavirus SARS CoV2, que provoca la enfermedad ya popularmente conocida como COVID, ha desatado con más fuerza esa tendencia, pero hay que señalar que no es sólo la búsqueda de los gobiernos por evitar disidencias del discurso oficial en torno a esta dolencia o respecto de las vacunas como consecuencia de una conspiración por el establecimiento del Gobierno Mundial como muchos piensan lo que mueve a esto; no, hay mucho en juego, y esto se debe a las transformaciones tecnológicas y sociales que van de la mano en lo que va de este siglo XXI, y que la emergencia sanitaria sólo ha hecho más evidentes o ha acelerado.

Desde que apareció el Internet y sobre todo, que comenzó a expandirse precisamente en el cambio de siglo, empezaron a explorarse distintas aplicaciones que podía tener, una de ellas fue la transformación en  la manera en que escuchamos música y la radiodifusión, y la manera en que se hace televisión también. Es de recordar la revolución que representó la aparición de Napster a inicios de la primera década del siglo y cómo algunos representantes de la industria de la grabación y publicación de música, saltaron aterrados, en la ilegalización de Napster, la primer plataforma que permitía bajar música de Internet, tuvo un papel preponderante la banda de Rock pesado Metallica, lo cual en cierta forma generó cierta antipatía de buena parte del público metalero hacia la banda liderada por el baterista danés Lars Ulrich, de la cual no se han librado, como lo demuestra la polémica y el desdén con el que fue recibido el álbum homenaje The Blacklist por el 30 aniversario de su histórico Black Album.

En este sentido es que debemos ver el intento descarado y dictatorial de censura que hay en contra de Joe Rogan, personaje que quizá en Hispanoamérica no sea tan conocido, pero que en la Anglosfera se ha convertido en un líder de opinión de enormes dimensiones, y más porque lo ha hecho de manera independiente, gozando de una mayor credibilidad que las grandes cadenas noticiosas y formadoras de opinión como la CNN.

Rogan es un tipo interesante que buscó formas de hacerse camino en los medios en Estados Unidos, ya fuera como comediante de stand-up o más tarde, como comentarista deportivo de artes marciales mixtas. Sin embargo, no fue sino hasta que decidió producir por sí mismo, un programa de radio, o más bien de audio, al que luego también comenzó a transmitir en vídeo por Internet, un podcast, al que tituló como The Joe Rogan Experience, a partir del año 2009, de ahí en adelante, el éxito vino solo.

Joe Rogan no es ningún conservador ni parte de la Derecha religiosa de EUA; de formación católica, perdió la fe después y considera que la Iglesia es una institución opresiva y se señala a sí mismo como agnóstico y así figura en su biografía en Wikipedia; sin embargo, es alguien que está a favor de la libertad de expresión, de conciencia, culto y opinión, a grado tal es esto que por su programa, si lo pueden ver en su canal de Youtube, o escucharlo en Spotify, han desfilado personajes y temas de lo más disímbolos: desde el intelectual ateo Richard Dawkins, al líder de pensamiento conservador y simpatizante católico Jordan Peterson, estrellas de Rock como David Lee Roth, el analista judío conservador Ben Shapiro, el rapero Snoop Dogg, el Dr. Robert Malone, que lo mencioné en otro post, actores como Robert Downey Jr. y a Elon Musk. Igualmente, ha entrevistado a terraplanistas, a buscadores de la Atlántida, a gente que cree ver símbolos diabólicos en la arquitectura del Vaticano en el más puro estilo "antipapista" del protestantismo recalcitrante del Bible Belt americano y a otros teóricos de la conspiración, y hasta el momento, no había tenido problemas de ser señalado como impulsor de la desinformación o de la ignorancia por hacerlo.

Entonces ¿porqué se ha lanzado una ofensiva desde la misma Casa Blanca contra este locutor? 

Muy sencillo: porque Rogan está significando un reto para las cadenas y agencias noticiosas, --tan coludidas con la actual Administración Biden, a la que ayudaron a llegar al poder-- y para el periodismo tradicional en cuanto al control del discurso y la formación de opinión pública. El Internet, si se quiere ver así, ha "democratizado" o extendido no solo el acceso a la información, sino la propia labor informativa; la misma apertura de este comediante frustrado a las más diversas opiniones, su talento natural como entrevistador y valentía para abordar cualquier tema contrasta con la imposición de la "corrección política" el discurso de la inclusión y diversidad que en realidad impone un pensamiento único y que asfixia como un corset a los medios tradicionales y a los propios comunicadores en lo individual, que ya no pueden expresar ciertas ideas, o hasta usar ciertas palabras, por temor de ser ofensivas para alguien, todo lo cual ha venido en realidad a minar su credibilidad y a disminuir su público. La CNN, por ejemplo, tan ligada a la agenda del Partido Demócrata, se encuentra en una evidente crisis, que se ha traducido incluso en la reciente renuncia de directivos.

Así que no ha sido tanto que Rogan sea un difusor de desinformación, de cuestiones peligrosas o del consabido "discurso de odio" en el que cabe todo aquello que no sea del agrado de la Izquierda, sino que pone en riesgo el monopolio de la información que, desde los tiempos de Pulitzer y Randolph Hearst, han ejercido los medios tradicionales: prensa escrita, radiodifusoras, televisoras; todos estos medios se dan cuenta que están en riesgo, no solo de perder su control sobre la información y sobre el discurso que forma la opinión pública, sino incluso su mera existencia, y es que a diferencia de los medios anteriores, el Internet no tiene una audiencia pasiva, sino que en ella, el propio receptor puede convertirse en emisor en el proceso comunicativo.

Plataformas como Youtube, iVoox, o Spotify permiten que cualquier persona pueda crear su propio contenido y dar sus opiniones. A través de los Blogs, como éste, cualquiera puede expresar su opinión, compartir sus experiencias y hasta escribir obras de ficción, con lo que el monopolio del discurso se pierde; por ello es que, antes de cualquier conspiración, el hecho que, como vimos en el proceso electoral norteamericano de 2020, se pretenda ejercer la censura sobre opiniones y expresiones a través de redes sociales y plataformas de Internet, es por la búsqueda de la supervivencia de las corporaciones, porque, aún los creadores de redes sociales como Zuckerberg con Facebook o Dorsey, de Twitter, quieren comportarse como Ted Turner o Rupert Murdoch, como propietarios de medios tradicionales, y no puede ser así... desataron algo que puede controlar a las personas a través de la eliminación de la privacidad, ciertamente, pero también dieron herramientas para la expresión más absoluta de la libertad individual.

Rogan no ha sido el único caso, en el ámbito anglosajón destaca también el británico Russell Brand, (cuya madre es mexicana, por cierto) quien intentara hacer carrera en Hollywood como actor y fuese novio de la cantante norteamericana Kate Perry... la experiencia con el mundo del espectáculo en California lo dejó asqueado y ahora, al igual que el estadounidense, se dedica a hacer labor de periodista independiente con bastante sentido del humor y una ácida crítica a las élites que bien conoce, o qué decir del texano Steven Crowder, igualmente polémico, o canales independientes como Daily Wire, de Shapiro, Matt Walsh y Michael Knowles que son el "terror" de los Progresistas y Church Militant, canal católico, crítico con la propia Iglesia, en especial en sus derivas actuales, dirigido por Michael Voris y que cuenta ahora con la colaboración del converso Milo Yiannopoulos.

En el mundo hispano, está surgiendo ese fenómeno de igual manera, he mencionado en este blog a gente como el venezolano John Patrick Acquaviva, el español Fernando Díaz Villanueva, los canales Estado de Alarma, Distrito TV, Los Liberales, y muchos otros como Jordi Wild, Francisco Gijón, Paloma Hernández, Una Alienada, Jano García, etc. En México, aunque todavía no tenemos gente que pueda llegar a tener un nivel de mover la opinión con un grado intelectual alto, sí tenemos al esfuerzo noticioso de Chumel Torres, o el viajero Luisito Comunica, y el para mi, mejor de estos comunicadores que lo hace desde una óptica filosófica, el joven César Hernández, con sus canales Esquizofrenia Natural y Cordura Artificial.

Y es que, por ejemplo, en mi generación, aquí en México, hemos sido testigos de la transformación de la información y del periodismo: durante mis primeros 20 años de vida, de 1976 a 1996, el panorama estuvo dominado por dos televisoras a nivel nacional: Televisa de la familia Azcárraga, y la empresa pública Imevisión, privatizada durante el Gobierno de Carlos Salinas de Gortari, adquirida por el magnate Ricardo salinas Pliego en 1993, renombrada como TV Azteca. Los periódicos impresos eran igualmente escasos y dependían del Gobierno --ejercido hegemónicamente por el PRI-- por la distribución de papel a través de la empresa pública PIPSA (Productora e Importadora de Papel, S.A.) no siendo sino a fines de la década de los noventa, coincidiendo con el debilitamiento y liberalización del sistema político, que empezaron a aparecer nuevos medios en el país, así como la progresiva expansión del Internet.

Hoy tenemos muchas opciones que tienen a Televisa al borde de la quiebra, a TV Azteca con una grosera alianza con el Presidente López Obrador, y a anteriores representantes de estos medios convertidos en líderes de una oposición crítica y activa contra los desbarres de la 4T, sus incongruencias y corruptelas, como es el caso de Carlos Loret de Mola, hoy convertido en el principal blanco de las iras de nuestro grumpy old man en el poder, como Rogan lo es del otro viejo cascarrabias con poder situado al norte del Río Bravo.

El linchamiento mediático que la Jefa de Prensa de la Casa Blanca: Jen Psaki ha pedido contra Joe Rogan es tanto una muestra del radicalismo y la indudable deriva autoritaria, dictatorial incluso, del Gobierno de Biden, mismo que se ejerce en nombre de los intereses de las grandes corporaciones mediáticas y tecnológicas, deseosas de mantener un status quo obsoleto y anacrónico, y que, con tal de mantenerlo, están dispuestos a aplastar los derechos humanos más básicos, aunque todo esto me lleva a preguntarme, si no hemos contemplado mal las cosas, desde un ángulo equivocado: quizá no es que los políticos se apeguen a las agendas de las grandes corporaciones multinacionales, sino que, tal vez, con tal de sobrevivir y mantener un estado de cosas que hasta ahora les ha beneficiado, han sido éstas las que se han plegado a las agendas progresistas de los políticos a fin de asegurarse su supervivencia y despejarse el camino de competidores e innovaciones con la ayuda del golpe coactivo de los gobiernos, políticas fiscales que destrocen a los pequeños y beneficien a los colosos, haciéndose así la simbiosis de intereses que hoy, se encuentran amenazando nuestra Libertad.

La misma Revolución de los Traileros de Canadá muestra este miedo a perder el monopolio del discurso de parte de las grandes corporaciones, que curiosamente, salvo Fox News, ninguna tiene a reporteros a pie de calle entrevistando a los manifestantes para saber qué quieren, para seguir vendiendo la idea que son sólo una minoría de radicales de "ultraderecha"; como en un nuevo post lo señalaré, y en torno a ese tema están girando las conversaciones en vídeo que estamos teniendo el Dr. Rigoberto Ortiz y un servidor; --el próximo post será nuestro segundo vídeo-- el Estado Constitucional de Derecho, o si se quiere, la Democracia Occidental, está implotando y está autodestruyéndose; sus enemigos no son los regímenes tradicionalmente autoritarios de Rusia, China o del Mundo Islámico, sino sus propios defensores y las grandes corporaciones y grandes fortunas surgidas de un sistema económico anclado en las libertades de comercio, cambio y empresa, que ahora, convertidos en una oligarquía, desean "fosilizar" el sistema, congelarlo y convertirlo en un monolito que les garantice mantenerse a la cabeza de las sociedades occidentales, en una especie de neofeudalismo tecnificado, a pesar de que, quizá esas mismas condiciones que facilitaron y les llevaron a lograr la preeminencia, imposibilitarán sus ansias de poder omnímodo.

Por un momento pareció que Rogan se doblegaría, lo mismo que la plataforma Spotify, en la que se encuentra su podcast, ante las presiones de viejos músicos que en los años 60 y 70 eran rebeldes, pero ahora son sumisos corifeos de las élites; pero en realidad, parece que ha salido fortalecido, y las élites y corporaciones mediáticas han perdido credibilidad y audiencia. Y es que estamos presenciando un momento crucial de la Historia, en el que nuevamente se da la lucha entre la pulsión por el poder absoluto de parte de las élites, y personas que surgen de entre el pueblo, dispuestas a ser libres.

5 de febrero de 2022

LEYENDAS NEGRAS Y CHIVOS EXPIATORIOS

 Bill Gates le gana a Rafa Nadal en partido de tenis... con una 'manita' de  Roger Federer – El Financiero

Me encuentro terminando de leer un libro sobre la famosa familia Borja, o como son más conocidos, por la italianización de su apellido, Borgia, titulado El Papa Borgia, editado por Punto de Lectura en 2004, y escrito por los periodistas españoles Lola Galán y J.C. Deus; como bien señalan en el subtítulo de su obra, se trata de un retrato del Papa Alejandro VI "liberado al fin de la leyenda negra".

El libro es muy interesante, por cuanto retrata al pontífice Rodrigo Borja bajo una mirada mucho más objetiva, eludiendo la visión que tradicionalmente se ha tenido sobre la familia hispano-italiana desde el siglo XVI y que ha sido objeto de varias producciones televisivas y literarias, en que el Papa español, y sus hijos César y Lucrecia, son retratados como una familia de pervertidos, incestuosos, promiscuos, corruptos y asesinos carentes de escrúpulos para llegar y mantener el poder, en que, supuestamente buscaron convertir el Papado en una magistratura hereditaria y dinástica, una verdadera monarquía. Esta imagen la recogen incluso el escritor francés Alejandro Dumas en El Conde de Montecristo, según le relata el Abate Faría a Edmundo Dantés durante su encarcelamiento sobre el origen del tesoro oculto que será origen de su riqueza, e incluso, el célebre Mario Puzo, autor de El Padrino, en una de sus últimas obras señaló a los Borgia como la primera familia mafiosa de la Historia...

La realidad, según lo relatan los autores mencionados, basados en fuentes documentales de primera mano, es que sobre los Borgia se construyó la primera "teoría de la conspiración" que fue difundida masivamente, creando una imagen que se popularizó acerca de la familia de origen valenciano que ha llegado hasta nuestros días; y que se desmonta recurriendo a las fuentes contemporáneas acerca de ellos: en primer término, al parecer no está claro que César, Juan, Jofré y Lucrecia hayan sido efectivamente hijos biológicos de Rodrigo Borja y una mujer llamada Vanozza Cattanei, incluso, existen indicios de que fueron hijos de un pariente pobre del pontífice y que éste los adoptó y, habiendo nacido en España, los llevó a Italia para que se educasen y tuviesen mayores oportunidades en la Roma Papal que en un rincón rural del reino de Valencia, además que el nepotismo papal y el favorecer a los parientes era una práctica común hasta la llegada al solio pontificio de San Pío X, quien era de origen muy humilde y fue el primero que, en ese caso, no otorgó títulos nobiliarios a sus hermanas, por considerarlo algo poco acorde a su origen campesino, innecesario y anacrónico.

De igual modo, no hay pruebas de las orgías que pretendidamente se celebraban en las estancias vaticanas ni de todos los crímenes que se les artribuyen; lo que sí es cierto y probado, es que los Borgia intentaron lograr la independencia plena del Papado y por ende de la Iglesia, y ante las grandes potencias de la época, como España, Francia o el Sacro Imperio Romano-Germánico, así como las ambiciones de las poderosas familias italianas como los Colonna, los Orsini o los Sforza, la única manera que encontraban era convertir a la Santa Sede en una potencia militar y política por derecho propio; finalmente, fue algo que también intentó después Julio II, que pasó a la Historia como el "Papa guerrero" con mejor prensa. 

Por supuesto, en la realización de sus proyectos afectaron a numerosos intereses, y como vía para evitar la consolidación de su poder, se buscó el medio de debilitar la autoridad moral y religiosa del titular de la sede petrina mediante libelos difamatorios que se difundieron como reguero de pólvora gracias a la imprenta; posteriormente a la caída de los Borgia con la súbita muerte de Alejandro VI, las historias de depravación, incesto, crimen y corrupción de la familia valenciana fue fuente para los ataques del protestantismo contra la Iglesia y de las grandes potencias en la construcción de la leyenda negra antiespañola como recursos propagandísticos contra el entonces hegemón de Europa.

En la actualidad, a lo largo de la pandemia, han cobrado auge las "teorías de la conspiración", si bien las mismas venían creciendo a lo largo del proceso de Globalización en las últimas tres décadas, cuando empezó a hablarse de organizaciones como el Club Bildelberg, la Comisión Trilateral, el Council of Foreign Relations o el Club de Roma, y se empezaron a hacer señalamientos de los nexos entre esos think tanks, que así comenzaron siendo --y a los que quizá habría que agradecerles más de alguna estrategia que impidió el triunfo del totalitarismo comunista soviético en la segunda mitad del siglo XX-- y organizaciones masónicas o paramasónicas como la logia Skull and Bones de la Universidad de Yale o el Club Bohemia, de San Francisco, California, EUA, fue a partir de los ataques del 11 de septiembre de 2001 y toda la polémica desatada en torno a los mismos y las dudas, sobre todo, que generó el presunto ataque al Pentágono con un avión comercial, del que, increíblemente, no quedaron restos que se apreciaran, según señalaba el periodista francés Thierry Meissan, de la Red Voltaire, un grupo de profesionales de la prensa, todos ellos alineados a la Extrema Izquierda, y posteriormente, se vino de todo tipo de especulaciones, pero todas o casi todas, señalando culpables con nombre y apellido. El Internet, que en aquel año ya era una realidad y se encontraba en plena expansión, ayudó a su difusión.

La verdad, es que muchas de esas tesis conspirativas no son sólo los dichos de chiflados o producto de sus imaginaciones --algunas sí, como la del famoso "investigador" británico David Icke, que empezó a sacar su teoría del dominio oculto de los Reptilianos, misma que comenzó después de haberse transmitido y alcanzado un éxito mundial la serie de TV V, en los años 80, o los Terraplanistas y muchas otras extravagancias-- muchas puede que tengan un propósito y una razón de base, como la suscitada en contra de Alejandro VI y su familia a fines del siglo XV.

En el caso actual resulta que a raíz de la pandemia, si ha habido alguien que se ha convertido en objeto favorito de este tipo de teorías conspirativas es el empresario Bill Gates, famoso por haber sido el fundador de Microsoft, y creador del MS-DOS (Microsoft Disk Operating System), y del que Windows es sólo una representación o interfaz gráfica del mismo que contribuyó a hacerlo más manejable y entendible por todos los usuarios, en vez de escribir comandos crípticos en pantallas monocromáticas.

Aquí no se trata de defender a Gates, quien por supuesto que es un monopolista, un empresario con pocos escrúpulos también, que ha pasado encima de sus competidores y que busca acaparar otros mercados y otras actividades: es cierto que está invirtiendo en negocios agrícolas y en la industria farmacéutica, --aunque está por verse eso que se dice que ya es el mayor terrateniente de EUA, se olvidan que Jeff Bezos también ha invertido en lo mismo, también la empresa agraria Monsanto tiene gran cantidad de terrenos y últimamente muchos inversionistas y empresas chinas igualmente han adquirido propiedades inmuebles rurales en nuestro vecino del norte-- en pocas palabras, sí, mucho de lo que dice el Dr. Robert Malone sobre él en la polémica entrevista que tuvo con el locutor Joe Rogan es cierto, sin embargo hay que ser objetivos y no caer en lo que, a mi parecer, es parte de una estrategia de desinformación y de creación de distractores, de "hombres de paja" y explicaciones simplistas para problemas o situaciones complejas, como ha sido la pandemia del COVID y todas las repercusiones políticas y económicas que ha traído consigo.

Véamos el caso de Bill Gates y el triunfo de Rafael Nadal en el Torneo Abierto de Australia, en el que no compitió el serbio Novak Djokovic, como es sabido, ahora, circula la idea que al eslavo le sacaron para promover las vacunas, y que se arreglaron los resultados de la competición para que el español ganara su 21 Grand Slam y superara tanto a Nole como a Roger Federer; todo por ser amigo del fundador de Microsoft... Esto, me parece infame, difamatorio y que no toma en cuenta los enormes talentos, la hombría y las ganas del balear, como tampoco su patriotismo español que le lleva a romper todos los récords en el "deporte blanco".

Cuando se dio el escándalo de Djokovic, a inicio del año, los medios difundieron de manera cortada, y lo que fue sesgado por los "antivacunas", "conspiranoicos" y "libertarios", unas declaraciones de Nadal sobre la situación de su colega serbio, en la que parecía que se burlaba de la aparente ignorancia del eslavo y su creencia en conspiraciones, sin embargo, como lo señaló el youtuber español Joan Planas, al escuchar completa la rueda de prensa del tenista hispano, se tiene una visión muy diferente de lo que dijo sobre el eslavo, con quien tiene una rivalidad deportiva, pero a la vez, una relación personal cordial, de donde se desprende que, efectivamente, incluso quienes se han etiquetado a sí mismos como "medios independientes" contrarios a las corporaciones vendidas al Globalismo, también manipulan la información, y es de suponer que, igualmente, detrás de algunos de ellos existen otros intereses, opuestos a los que defienden los medios tradicionales, pero usando muchas veces, sus mismas armas.

Nadal, efectivamente, es amigo de Bill Gates, lo mismo que Federer, y en ocasiones han jugado tenis por mera diversión o en eventos de beneficiencia, como el que se muestra en la foto con que comienzo esta entrada, en que jugaron para caridad en Ciudad del Cabo hace unos años. ¿Y eso qué? Yo tengo amistades que piensan diametralmente opuesto a como yo pienso o que hacen cosas con las que no estoy de acuerdo, la amistad, creo, es independiente a que las personas sigan una misma línea de pensamiento.

Las teorías de la conspiración son formas simples de explicar una realidad compleja y confusa como la que estamos viviendo: para muchos, la expulsión de Djokovic debía obedecer a causas oscuras, que por un lado, el tenista fuera un defensor de la libertad, en oposición a un régimen opresivo y tiránico; la realidad resultó ser más prosaica: Djokovic mintió respecto a haberse infectado en diciembre de COVID, y el Gobierno Australiano, sí, ciertamente ha implementado políticas liberticidas, como lo hemos dicho aquí, pero que estimulado por la demagogia se lanzó a expulsar al serbio, no por sus mentiras y trampas para entrar en la isla, sino por mero ejercicio arbitrario de facultades discrecionales del Ministro de Migración y dar un ejemplo a los opositores a sus medidas autoritarias y contentar a los electores que exigían que todo mundo, sin importar la fama y la riqueza, se acomoden ante ellas.

La realidad nos demuestra que nadie ha provocado el COVID, ni Bill Gates, quien se limitó en una conferencia de 2015 a prevenir sobre la difusión de enfermedades infecciosas a causa de la migración descontrolada, algo que ha ocurrido desde la noche de los tiempos: las migraciones de Hunos y tribus germánicas provocaron las pestes bajo los reinados de Marco Aurelio primero y de Justiniano después, las conquistas mongolas y la reactivación de la Ruta de la Seda en tiempos medievales provocaron la difusión de la Peste Negra, la Conquista y Colonización europea de América difundió enfermedades que diezmaron a los indígenas y a cambio, la sífilis causó estragos en el Viejo Mundo, la Primera Guerra Mundial, con sus movimientos de tropas y desplazados, generó la pandemia de Gripe Española. Realmente, su postura no sería tan globalista en torno al tema.

De igual manera, en su libro sobre el cambio climático, no hace más que plantear la necesidad de proseguir con la investigación científica en torno al tema, sin proponer medidas restrictivas de la libertad o imposiciones gubernamentales. 

Es de observar que, por ejemplo, hasta antes de la Pandemia y al comenzar ésta, las teorías de la conspiración giraban en torno al financiero George Soros y al llamado pizzagate, respecto a la supuesta existencia de una red de pederastas al interior del Partido Demócrata y Hollywood, incluso, señalando al entrañable actor Tom Hanks de ser parte de ella, todo a raíz de los recientes escándalos de Jeffrey Epstein y Harvey Weinstein; la verdad es que los Clinton, o los Obama, no necesitan ser parte de una red pedófila para ser señalados como responsables de multitud de crímenes, algunos hasta de lesa humanidad, como lo ocurrido en Libia o Siria, pero sin duda se trataba de toda una estrategia para apoyar electoralmente al Partido Republicano, y en particular, a la figura de Donald Trump, recordemos el fenómeno de Q-Anon, del que hemos hablado aquí. Hoy, parecen reducirse las teorías a inculpar a Gates de ser el creador de la pandemia.

Las teorías de conspiración vuelan de un lado para otro, también están las acusaciones de la colusión entre Trump y Moscú, o que Rusia, actualmente, también se encuentra impulsando las protestas en Canadá, mismas que, ciertamente, no puede creerse que son solamente espontáneas, sino que, lo que se evidencia con todas ellas es que existen numerosas fuerzas en colisión, y que la aparición del COVID, patógeno que en realidad no ha beneficiado a nadie, ni a China o a EUA, ni siquiera a las farmacéuticas que no han obtenido los beneficios que se pudieran esperar con las ventas de las vacunas y pruebas, sino que se encuentran más cuestionadas que nunca. Más bien, muchos han intentado colgarse de la pandemia para obtener algo, sin conseguirlo del todo; así que quizá, mucho de estas tesis en realidad sean parte de estrategias de desinformación que se cruzan para confundir, distraer y debilitar a rivales, ya sea políticos o económicos, fabricar culpables y conseguir adeptos que, convencidos por la simplista explicación que contienen, satisfechos encenderán antorchas para linchar a determinados personajes e idolatrarán a otros, según dependan los intereses.

Y es que finalmente, dice el dicho: "calumnia que algo queda", en el caso de los Borgia, las teorías conspirativas que los hicieron protagonistas se han quedado en el imaginario por quinientos años... las que ahora están en boga ¿qué resultados obtendrán?

3 de febrero de 2022

CONVERSACIÓN CON EL DR. RIGOBERTO ORTIZ


El pasado 30 de enero de este 2022, sostuve una plática con mi maestro, el D. Rigoberto Ortiz en su canal de Youtube, la primera de nuestras colaboraciones para discutir los temas de actualidad desde una perspectiva jurídica y filosófica clásica.

Aquí estaré posteando igualmente nuestras conversaciones.

1 de febrero de 2022

CANADÁ EN CRISIS


Canadá, el gigante bonachón de América, un país del que en México tenemos una imagen borrosa, y en general, en todo el continente, para el que es el gran desconocido. Los estadounidenses generalmente tratan a su vecino del norte con buena cantidad de prejuicios y estereotipos como siempre lo hacen con otros países, y así lo retratan como un país rural, aburrido, despoblado y de gente un tanto lerda sobre los que hacen chistes; para el resto, sólo tenemos la idea de que es un país con un alto nivel de vida, elevados salarios para trabajos humildes y en el que jamás pasa nada, la vida es tranquila y la gente amable.

Es un país con el que me siento ligado de manera indirecta, mi hermano mayor, dado su trabajo, constantemente ha viajado a dicho país y tengo un amigo canadiense, una excelente persona, por lo demás, con el que luego contacto vía redes sociales. También, he admirado a muchas bandas de Rock canadienses que me parecen de lo mejor en música en nuestra América, más incluso que en la escena musical de EUA o Argentina, tales como Rush, un trío de virtuosos donde destacó Neil Peart, el mejor baterista de Rock de todos los tiempos, quien además llevó una vida ejemplar y que supo reconstruir con estoicismo y hombría tras la trágica muerte de su primera esposa y de su hija, pero también otros músicos y bandas desgraciadamente poco conocidas fuera de su país, como Matthew Good, The Tragicaly Hip, Our Lady Peace, o las jóvenes promesas de Motion Device.  

Así que lo que está pasando en este año: con una protesta masiva iniciada por el gremio de transportistas, que parece fuera de lugar que esté ocurriendo en un país tradicionalmente tomado como un remanso de paz y naturaleza virgen, las escenas que se pueden ver en vivo a través de Youtube, parecen recordarnos lo ocurrido en Europa del Este entre 1989 y 1991, a los camioneros se les ha unido una enorme multitud que ahora ha cercado el Palacio del Parlamento en Ottawa, sede del Gobierno Federal Canadiense, de manera pacífica y hasta festiva, pero en el que es clara la demanda de defender la libertad contra los mandatos de vacunación obligatoria en el país norteño, aunque también contra la progresiva tendencia del gobierno de Justin Trudeau a ir limitando libertades en aras de la ideología de género y la Justicia Social.

Trudeau ha sido un personaje bastante controversial, desde incluso, su propio origen: para muchos canadienses, que no le encuentran parecido con su padre el también Primer Ministro, en la década de los 70, Pierre Eliot Trudeau, pero sí le encuentran un enorme parecido con el dictador cubano Fidel Castro en su juventud, existen muchas posibilidades de que sea hijo biológico de éste, señalando una infidelidad, incluso consentida, de la esposa del mandatario canadiense, quien además de ser un Marxista de tendencia socialdemócrata, tenía una gran amistad con el revolucionario barbado, el cual era incluso considerado muy atractivo por muchas mujeres.

Justin Trudeau no es hijo de Fidel Castro: Canadá desmiente la teoría de  internet

(En la imagen: Margaret Trudeau, madre de Justin, Fidel Castro y Pierre Eliot Trudeau)

La extraña teoría en torno a Justin Trudeau y Fidel Castro - Mundo Ejecutivo

(Fotos comparativas entre Justin Trudeau y Fidel Castro en distintas etapas, teniendo aproximadamente la misma edad, agréguese que Pierre Eliot era de baja estatura y apariencia frágil, y Justin es alto y de complexión atlética como el cubano).

Es de destacarse que a la muerte de Castro, Justin acudió al funeral en La Habana. Contrastante que un país como Canadá, que se jacta de democrático y liberal tuviese tanta cercanía con un dictador comunista y que mantuvo el poder con mano de hierro por tantos años en la isla caribeña. Ayer por la noche, el periodista norteamericano Tucker Carlson señaló que quizá lo que alimentó más los rumores sobre su supuesta filiación, han sido sus medidas gubernamentales desde que asumió el Ministerio en 2015, muchas de ellas tendentes a limitar libertades, algunas sobre las que el conocido profesor universitario y psicólogo Jordan Peterson ha elevado fuertes denuncias y que motivaron su salida de la Universidad de Toronto, donde era catedrático, por ser propias ya de un régimen totalitario con pretextos como la diversidad, la inclusión y la igualdad.

Trudeau ha impulsado políticas identitarias, obligando al uso del "lenguaje inclusivo" y el ostracismo, multas y hasta cárcel de aquellos que en aulas, púlpito o redes sociales se atreva a plantear cuestionamientos a los comportamientos homosexuales o a la disforia de género, incluso, llegó a acusar a la Iglesia Católica de haber perpetrado un genocidio contra los pueblos indígenas canadienses, señalando la existencia de fosas comunes en los atrios de templos y patios de colegios, olvidándose que, hasta inicios del siglo XX, no solo en Canadá, sino en todo el orbe católico, los atrios de las iglesias eran fundamentalmente usados como cementerios, en segundo lugar, jamás aportó prueba de dicho genocidio, y las políticas destinadas al exterminio y desplazamiento forzoso de pueblos indígenas en América fue muy propia de la colonización anglo-protestante, a diferencia de la hispano-católica; muchas veces, los indios encontraban en las misiones católicas ya fuera de francocanadienses o anglocatólicos, estos últimos muchas veces tan marginados como los propios nativos, un refugio, y sufrían con ellas las carencias, la persecución y el desprecio de un Estado confesional anglicano y "antipapista", todo en un intento por desprestigiar a quien planta cara a sus demenciales políticas identitarias y convertirle en chivo expiatorio de los errores y crímenes del origen de Canadá como colonia británica.

Trudeau desató con más fuerza las medidas restrictivas a la libertad de opinión, conciencia y culto a raíz de la pandemia, e incluso una mayor injerencia en los datos personales, estigmatizando además, a las personas no vacunadas. Es cierto que existen muchos que son antivacunas basados en las "teorías de la conspiración" de las que he venido hablando desde hace dos años: que disque Bill Gates iba a inyectar un chip para controlar la voluntad de las personas, que para matarlas con apretar un botón, que traen grafeno para convertirnos en antenas de recepción de la red 5G de telefonía celular y así controlarnos, que son en realidad medios para esterilizar a la gente, dada la obsesión con la idea de la sobrepoblación que tienen las élites, etc., pero también lo que sí es cierto es que las vacunas, por un lado, no han demostrado una gran efectividad contra el coronavirus, dado que se tratan de biológicos experimentales que funcionan con una nueva tecnología de ARN mensajero que se inocula en las células humanas y les hace producir una proteína similar a las del virus, propiciando la respuesta inmune, y cabe señalar que uno de los primeros en cuestionar la efectividad, y advertir de algunos riesgos que pueda tener este método de inmunización sea el Dr. Robert Malone, uno de los pioneros en el tema y cuya entrevista por el podcaster Joe Rogan, ha valido las peticiones de censura en contra de este comunicador.

Así, resulta que se ha venido a reconocer que las vacunas no generan realmente inmunidad contra el COVID, únicamente cierta atenuación en sus síntomas y afectaciones, y no en todas las personas, e incluso, resulta que en ciertos casos --todo parece depender de la genética-- genera efectos secundarios contraproducentes, siendo uno de los más peligrosos la miocarditis y otros problemas cardiacos, esto ha quedado patente entre deportistas profesionales que, o sufren problemas para respirar como consecuencia del esfuerzo físico, o bien, se desvanecen en plena competición. Muchos de los que ahora apoyan las protestas en Canadá, aducen que han tenido familiares que han padecido estas situaciones, por lo que consideran que el hacer obligatoria la vacunación o acreditarla, es en principio innecesario, pues da igual, ya que vacunado o no, uno se puede enfermar, además de que la letalidad del COVID no es realmente demasiado elevada, o riesgoso como lo sería el Ébola, la Peste, o lo fue la Viruela o la Gripe Española de hace 100 años, aparte de que resulta riesgoso el vacunarse, quizá más que enfermarse, pues tampoco, en el COVID, la mayoría de los casos terminan en hospitalización y terapia intensiva.

Desde mi punto de vista personal, yo creo que la vacunación debe ser voluntaria, y que cada quien puede decidir qué hacer con su salud y opta por uno u otro tratamiento o medida de prevención; aún así, si no se padece de ninguna condición cardiaca delicada, creo que es mejor vacunarse a no hacerlo, puesto que la inoculación puede evitar un agravamiento de la enfermedad (nadie sabe si puede ser leve o llegar a ser una enfermedad seria), y por supuesto, no hay que hacer caso de las teorías de la conspiración. De hecho, yo ya me vacuné dos veces, la primera con CanSino y luego un refuerzo de Moderna y hasta ahora me he sentido perfectamente normal, salvo las reacciones los días que me inocularon ambas dosis, y que fueron bastante pasables. La verdad, creo que el hacer obligatorias las vacunas tienen que ver no con la búsqueda de esterilizar poblaciones o volverlas zombies, sino con garantizar el negocio a los laboratorios farmacéuticos, no dudo que mucho de los rumores y tesis locas hayan salido de las propias empresas en sus luchas por ganar mercados y arrebatar contratos ante el prospecto de una pesca abundante; recuérdese cómo rechazaron en Europa y EUA a las vacunas chinas tanto de CanSino como Sinovac, o a la rusa Sputnik, aduciendo que no eran efectivas, a lo que debe agregarse la cuestión política internacional.

Lo más sorprendente resulta la negativa absoluta de Trudeau a escuchar las demandas de los camioneros, contrario a lo que ocurre ante cualquier otro tipo de manifestaciones, sea sobre el feminismo, la situación de minorías raciales, medio ambiente, o problemas en la prestación de servicios, por el contrario, el Premier canadiense decidió, con el pretexto de haber salido positivo en la prueba del COVID, huir de Ottawa y permanecer escondido en una locación desconocida, y desde ahí, salir frente al porche de lo que parece ser una agradable casa de campo, y despotricar contra los manifestantes, a los que ha calificado con toda la letanía despectiva del léxico progresista: "racistas, machistas, supremacistas blancos, homófobos, xenófobos, misóginos..." incluso acusándolos de violentos, y de manejar un discurso de odio, razones que esgrime para no querer escuchar sus demandas, como sí lo hizo con Black Lives Matter, quienes sí demostraron ser violentos, y por supuesto, racistas, al considerar que sólo las personas de raza negra resultaban importar. El Internet desmiente las calumnias de Trudeau, pues uno puede apreciar, en vivo, la transmisión de las manifestaciones por sus propios participantes, no existe violencia y se ve a gente de todas las razas apoyando el movimiento.

La realidad es que los canadienses ya se hartaron de que un Trudeau que decididamente está deschavetado de algún modo (han circulado sus fotos pintado de negro y vestido como personaje de las Mil y Unas Noches, usando penachos indígenas, o visitando la India vestido de hindú, o camino a una reunión oficial jugando a ser Clark Kent y mostrando el emblema de Superman, y qué decir su gusto infantil por calcetines coloridos de otros personajes de cómics). esté tratando de modificar la forma de vida que han llevado desde siempre en aras de una utopía, misma que es seguida por todos los reprimidos, acomplejados y traumatizados por infancias infelices, familias rotas o decepciones ante un mundo y unos seres humanos que no resultan ser perfectos; las personas así siempre se alinean hacia un ideal puritano en el que consideran que todo debería ser perfectamente justo, puro e inmaculado, en que nadie se sienta ofendido, en que no haya lugar para el odio y todo sea cielo azul, prados verdes, nubes blancas y mariposas revoloteando, como lo cantara John Lennon en Imagine, y para ello hay que suprimir la libertad, eliminar el humor, controlar el pensamiento y el discurso y evitar disidencias. Como Trudeau ahora, quien inició con esas ideas para construir la nueva Jerusalén fue el revolucionario puritano inglés Oliver Cromwell, un verdadero maniaco lleno de angustias y odios, y después de él, Maximilien de Robespierre que instauró el reinado del Terror en la Francia revolucionaria, en aras de "la Razón" que había perdido mucho antes.

Trudeau no estaba logrando cambiar a los canadienses para bien, sino para mal, como lo ha denunciado Peterson: la hipocresía se ha adueñado de las personas, que aparentan en público ser liberales progresistas, pero que en privado manifiestan su hartazgo ante minorías intocables, impunes e incriticables, que deben aceptar imposiciones y que la importancia de los méritos para obtener puestos de trabajo, ascensos o participación en proyectos académicos sean relegados en pos de cuotas para que todos los colores del espectro racial humano y todas las preferencias en la obtención del placer sexual o problemas de personalidad se encuentren representados. La gente en Canadá, está diciendo un enorme y sonoro "¡Ya Basta!" con las bocinas de sus tractocamiones.

Todavía es muy pronto para poder decir si esto significará el derribo de Trudeau del poder en Ottawa, y si este movimiento se extenderá más allá de Canadá hacia EUA y Europa, representando la caída de los regímenes actuales que han llegado al poder en Occidente y nos están conduciendo a la decadencia; los camioneros canadienses se han dado cuenta que la oposición del Partido Conservador solo busca conservar el status quo que les beneficia como a todos los políticos... ¿estamos acaso ante el inicio de un verdadero Nuevo Orden Mundial que responda a los pueblos y no a las cuestionadas élites?