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27 de septiembre de 2020

EL DERRUMBE DE LA "CULTURA POP"

 Cierra Cinépolis por la pandemia del coronavirus sus salas en todo ...

Como parte de la crisis generalizada que se ha desatado como consecuencia de la Pandemia del Coronavirus COVID-19 tenemos el derumbe de la denominada cultura popular, o no sé si sería más correcto denominarla "cultura comercial", la mayor parte de la cual ha surgido en Estados Unidos, como potencia dominante desde, por lo menos, después de la Segunda Guerra Mundial.

En este post, me centraré en dos de los medios de la "Cultura Pop" que más me interesan, como son el cine y los cómics, en particular el cómic de Superhéroes, un género de origen netamente norteamericano y que creo también, son las que con mayor crudeza manifiestan la crisis actual de la Civilización Occidental. En mi opinión, el cine se encuentra al borde de una revolución profunda, y en el caso del cómic, creo que se trata de un medio en una crisis terminal con un triste pronóstico.

Cabe señalar que actualmente mi sobrino mayor se encuentra estudiando la Licenciatura en Cine, él se encuentra totalmente envuelto en este medio y el conocimiento de la situación actual de la industria del entretenimiento, y con él tuve una interesante conversación, motivada por el contraste entre las producciones y todo lo que se cuenta en este hemisferio, en comparación a lo que acontece con el mundo del Manga y el Anime japoneses, y en general, orientales.

1.- El Cine:

El Cine, como industria, se encuentra en medio de una tormenta perfecta, no hablemos del cine mexicano, que se encuentra totalmente destruido, financiado con subvenciones públicas, que ahora se esfuman --en esto sí es un acierto de la Administración de AMLO, no puede ser que los impuestos de los mexicanos se utilicen para financiar las porquerías que hacen sujetos como Omar Chaparro, Martha Higareda o los miembros de la familia Derbez, aunque realmente no lo haga por quitarle la manutención a estos vividores o charlatanes del celuloide, sino para desviar recursos a sus programas electoreros.-- y perdido en una avalancha de comedias románticas menos que mediocres o películas con ínfulas de arte que se la pasan incidiendo en los aspectos más negativos de nuestra sociedad e historias infumables incapaces de atraer al público.

Pero volviendo al cine de Hollywood, que es el referente indudable del Séptimo Arte a nivel mundial, no cabe duda que el mismo se está derrumbando en forma acelerada; la Pandemia del Coronavirus COVID-19 ha sido un catalizador que está poniendo al cine contra las cuerdas: actores, productores y los grandes estudios se encuentran precipitándose como los lemminges de los acantilados de Escandinavia en pos de una agenda ideológica y política a la que han subordinado toda su actividad. 

Mas la ideología no es la única causa; la falta de creatividad y originalidad ya había hecho que la temática de las películas se redujera, al menos desde el año 2008; las carteleras empezaron a llenarse de filmes inspirados en los cómics de superhéroes, considerándose que esto comenzó con la primera entrega de la saga de Spider-Man, protagonizada por Tobey Maguire y dirigida por Sam Raimi; más o menos en ese entonces, comenzó la saga de los X-Men adaptada por la hoy difunta 20th Century Fox, absorbida por Disney, lo que en las décadas de los 80 y 90 habían sido filmes aislados, como la saga de Superman protagonizada por Christopher Reeve, o los filmes sobre Batman de Tim Burton con Michael Keaton, después arruinados por Joel Schumacher, quien intentó aproximarse al sentido del humor de la serie de TV de los sesenta y disgustó a la audiencia, pero que ahora parecen convertirse en los temas principales a tratar en el cine norteamericano.

Y cuando no es eso, se trata de remakes, secuelas, precuelas, reboots, la imaginación ha huido de los escritorios de guionistas, productores o directores, cuando no, la misma se encuentra ahora encorsetada, encadenada ante la corrección política y la inclusión, ante un nuevo puritanismo que espera y exige inclusiones de grupos raciales, de preferencias sexuales o no atreverse a narrar historias de amor y seducción por temor a ser señalados de misóginos y machistas si se presentan modelos masculinos de heroísmo; sin embargo, la gente se está cansando de todo esto, y de ahí que en el público norteamericano se haya difundido recientemente la frase "go woke, get broke", es decir, "despiértate y quiebra", dado que la Izquierda pretende hacer creer que al asumirse posturas "progresistas", las personas despiertan, pero de inmediato, las audiencias son ahuyentadas, hartas de escuchar tantos sermones político-ideológicos cuando lo que buscan es sólo un poco de entretenimiento, diversión o contemplación del arte o del deporte. Resulta incluso una amenaza a la libertad la llamada "cultura de la cancelación" que implica la eliminación y la prohibición de todo aquello que no encaja con los dogmas ideológicos hoy imperantes, sean contenidos o sean personas; lo acontecido con el clásico Lo que el Viento se Llevó, resulta para temblar, es decir, que se decidiese dejar de proyectarlo en las plataformas por su supuesto contenido racista, es un primer aviso de que ya sean grandes obras cinematográficas, literarias o musicales, podrán ser prohibidas, o reescritas si no se amoldan a lo que no resulte ofensivo para alguien.

Pero además, la Pandemia del Coronavirus ha colocado al Cine en una encrucijada y en una posible renovación en la manera en que el mismo es visto, y sin duda esto repercutirá en la manera en que es producido y filmado: como nunca antes, y como se ha venido predicando desde los años 80 con la aparición de los videocasetes en su  formatos VHS o Beta, se ha puesto en serio riesgo a la existencia de las salas de proyección, mientras las plataformas o servicios de streaming se encuentran en bonanza, con cintas que son estrenadas directamente en ellas. Sin embargo, el experimento hecho por Disney con su versión live action de Mulan, ha resultado un desastre: pedir una cantidad extra, -y no precisamente reducida- como si fuese el ya viejo formato del pago por evento de la TV por cable, aparte de la suscripción mensual para ver un estreno, motivó que el público prefiriese no verla, más cuando se trató de una obra mediocre y que no llenó las expectativas del público, que esperaba algo similar a la versión animada de 1998, (El caso de Disney y esta fallida cinta merece tratarse en un post aparte, mismo que será el próximo), sin olvidar la siniestra alianza entre la casa del ratón y el Partido Comunista Chino.

Pero además, la propia plataforma Netflix, se ha metido en problemas: la película francesa Cuties ha sido catalogada, de manera prácticamente unánime, por la crítica y el público, como un descarado y asqueroso, instrumento para la promoción de la pedofilia. Las cancelaciones de suscripciones por gran número de personas al parecer han golpeado a la pionera del streaming... la promoción del progresismo queda coincidente con las cada vez mayores denuncias y hasta teorías de la conspiración que se encuentran sustentadas en la evidente porquería y corrupción que cunde en Hollywood y que empezó a destaparse tras los escándalos de Harvey Weinstein, Kevin Spacey y de Jeffrey Epstein, y que incluso parece ser impulsado por los propios gobiernos del Partido Demócrata, como el de California, que ha reformado la legislación penal para disminuir las penas contra los pedófilos. Es curioso, esos mismos "progres" que tanto lanzan el dedo acusador contra los sacerdotes católicos responsables de abusos --y que por supuesto son del todo execrables-- parecen ser capaces de después ponerlos en el altar de los "adelantados a su época" y enfrentados al oscurantismo del Vaticano.

Así, es claro que el cine occidental, en general, no solo el de EUA, se encuentra atravesando una crisis sumamente grave: la muerte de la imaginación, la amenaza a la libertad de creación y expresión, la corrupción del medio y la subordinación a intereses políticos de estudios y productores, están matando al Séptimo Arte... ¿podrá salvarse? Creo que el Cine es un barómetro o espejo en el que se refleja la situación de la sociedad, y ésta evidentemente, se encuentra enferma, casi de manera terminal... el Cine revivirá si nuestra sociedad sana; de lo contrario, morirá con ella.

2.- Los Cómics: